Partida Rol por web

Agradecí mucho a mis compañeros sus explicaciones sobre sus cuartos, por ejemplo Eby. Cuando llegaron a mi dormitorio, las reacciones fueron bastante mixtas: algunos como Hiroshima se sorprendieron de mi meticuloso y estudiado sistema de organización de objetos en el cuarto, mientras que otros simplemente decían... que estaba desordenado -Jaja, gracias. Si, se donde esta todo posicionado... Si queréis desafiarme a que os diga donde tengo cada cosa, ¡adelante!- dije con una gran sonrisa... y ante su comentario sobre los terremotos, sin miedo pegué un par de saltos haciendo temblar un poco el suelo -Jaja, tranquilo... Lo tengo todo colocado de forma no solo que lo pueda encontrar fácilmente, sino que no se desordene. Jaja, ¡es mi propio arte!- dije sonriendo con gran orgullo de mi organización. Con respecto a las "quejas", en ningún momento perdí la sonrisa -Lo se... pero es "Caos ordenado". Se que es un infierno para la gente con transtorno obsesivo-compulsivo... Pero se me es muy fácil no perder nada. Cada cosa tiene su sitio... aunque no sea el sitio que no asigne otra persona, así todo puede fluir- terminé diciendo como defensa sonriente mientras cogía algo de mi cuarto antes de irme: mi cámara de fotos que me colgué al cuello.

Después de la mía, fui mirando con interés el resto de las habitaciones, llamándome más la atención unas habitaciones que otras, empezando por la de Akainu de la que hice una observación -Si así localizas todo, ya esta ordenado para ti- dije sonriendo. Luego de ello, vino la habitación de Yukino... no podía evitarlo, ¡para otaku yo! -¡Menuda colección tan chula! Ojalá me hubiera traido yo la mía... pero debía escoger entre mi estudio y mis coleccionables, jeje- dije riendo... dando a entender que, aunque no aquí... mi colección era algo digno de verse. Entonces Ciel hurgando abrió un armario... con almohadas -¡Ciel, eso es algo sagrado, no puedes exponer las almohadas si el dueño no quiere enseñarlas!- dije con sorpresa como una suave regañina... ¡esas cosas deben ser privadas si su dueño o dueña lo desea!

La de Hiroshima... me quedé asombrado -¡Woooh! ¡Gran idea Hiroshima! ¿Se puede utilizar la habitación de arriba? ¡Podría usarla como rincón de escultura, taller de bricolaje y estudio fotográfico!- dije sonriendo al chico, con tono alegre -Quizás te copie la idea Hiroshima, ¿me ayudarías? Jeje, a cambio te haría lo que quieras- le terminé preguntando con una gran sonrisa, esperando ayuda para hacerlo tan rápido como lo hizo él.

En la de Ryusei, lo que me llamó más la atención del cuarto fueron los dibujos... No sabía muy bien a que se referían con eso de "Ra"... quizás viendo como hablaba el chico y el caracter doble del cuarto... ¿algo de doble personalidad o reencarnación y algo así? Espero saber más de todos mis compañeros y así enterarme -¿Y quien lo dibujó? ¿Y porque la modelo se parece a Sora?- pregunté... sin duda era un dibujo muy bien hecho y curioso. Y hablando de Sora, lo que le propuso a Ryusei me hizo sonreír -¡Yo ando haciendo uno! Si necesitas consejo sobre como hacerlo, ¡avisa sin compromiso!- le propuse con una gran sonrisa esperando ver si aceptaba mi ayuda.

El cuarto de Chika... fue otro despliegue otaku; solo que no en general sino solo enfocada a una serie: ¡One Piece! Desde luego era buena serie... no tan buena como YuGiOh, pero desde luego se dejaba ver bien... Y tiene el mérito de ser muy pero que muy longeva... ¿cuantos años llevaba en emisión? -Mola mucho tu dormitorio Chika, y One Piece también. Desde luego, siendo tantos "fans" del anime y manga... ¡algún día debemos de organizar una maratón de series, y una noche con mi máquina de karaoke cantando openings!- le dije a mi compañera, para luego proponer aquel plan ante el resto, a ver quienes se podrían unir.

Y el cuarto de Dai... me puso... nervioso -Esta todo... demasiado... organizado...- musité mirando todo aquello... Y sobretodo los relojes, que cuando sonasen todos a la vez... ay Dios que horror debe ser eso. ¿Como alguien puede estar así?

Al final el tour terminó... ¡y todo fue genial! -¡Ha sido muy divertido! Y desde luego ahora tenemos muchos planes que tener más adelante... ¡Todos moláis mucho, habría que hacer una foto de todos para celebrarlo! ¡Voy poniendo el temporizador!

Las palabras de Sora fueron como una daga directa entre sus escápulas, realmente no entendía como podía creer que aquello le hacía feliz, ¿Pero qué le iba a decir?Las palabras de Yushio por suerte no fueron más que una excusa para romper el ambiente. Movió levemente las orejas sintiendo la mano de Ciel sobre su hombro y para evitar seguir escuchando comentarios cerró la puerta de su habitación para dejar de ver aquel oscuro lugar. Ni siquiera esa cama debería estar ahí pero supuso que era lo único que podía llamar suyo en cierto modo junto a esas desgastadas vendas. Pronto todos dejaron la curiosidad y las miradas hacia Eru para enfocarse en las demás habitaciones cosa que relajó al gato y lo hizo estar más calmado en lugar de a la defensiva como pareciera en un inicio. Se dejó pasear por la residencia sin mediar palabra, con las manos en los bolsillos y viendo todas y cada una de las habitaciones que los demás mostraban con orgullo o vergüenza, mostrando la realidad de lo que cada uno era en el fondo, no se sorprendió en absoluto de algunas presentaciones mientras que otras le hicieron mover las orejas y mirar con cierta curiosidad, algo que no se veía mucho en el gato siendo las afortunadas la de Sora, Akainu, Ryusei y Hiroshima quien tuvo el placer de ver los ojos de Eru viajar directos hacia las pantallas y sentir como su respiración se agitaba antes de apartarse y esperar fuera por controlar ese instinto animal que le dictaba "jugar" con sus "presas" electrónicas.

Creyó que se podía librar por fin en cuanto todo hubo terminado pero el chico nuevo meneó su cámara y la colocó poniendo temporizador, obligando a todos a quedar frente a la cámara. Atosigado por el momento intentó huir pero algo le frenó de hacerlo y simplemente miró al frente, estuviera junto a quien estuviera y mostró su sonrisa. Aquella, no era una de felicidad, si no más bien forzada, sus ojos en cambio lucían tristes y nada más se hizo presente la luz que indicaba que había sido tomada, volvió a su expresión neutra, con un leve deje de... ¿Miedo? en su gesto, antes de apartarse del todo hacia un lado.

-Voy a... Recoger el plato sucio que queda. 

Si no le impedían irse, lo haría con parsimonia hasta doblar la esquina del pasillo en dirección a la puerta del patio trasero desde donde se podía ver una casita al otro lado del lugar, la del único al que nadie se había atrevido a importunar para ver su habitación, pues el adulto no era parte del " juego ". 

De una forma u otra mis nervios fueron amainando cuando no solo no recibí comentarios realmente negativos por mi peculiar forma de ordenar la habitación, sino que incluso hubo varios que se mostraron positivos y hasta cierto punto interesados. Con eso yo ya podría estar mucho más tranquila… al menos hasta que Ao halagó mi estilo de una manera que no terminé de entender — G-gracias… — no obstante sonreí algo ruborizada ¿qué estaba pasando ahí?

— Pues tu habitación se ve bastante moderna, como dice Sora-chan, como salida de una película o de un programa de decoración — dije honesta, sonriendo, ya que de ser un tanto más atrevida me encantaría tener un espacio como el de Yume.

— ¿Verdad? Cuando es hora de volver a mi habitación la verdad es que muchas veces solo quiero descansar… — de ahí mi atención pasó a la ya mencionada Sora — A-aunque cada quien encuentra relajación a su manera — dije al entrar a su habitación y ver lo que parecía un almacén de productos para otakus llamativamente ordenado; a su modo tenía bastante encanto, parecía incluso un lugar divertido… o eso pensé hasta que noté a los chicos de los poster, varios de los cuales me provocarían otro rubor más que notable y cierta presión repentina en la zona de mi nariz, como si la sangre se me fuera a salir por ahí, en especial tras ver a cierto bronceado con larga cabellera albina — Tu recámara es genial… — fue lo último que pude mencionar  a manera de tímido murmullo antes de salir corriendo de allí con tal de salvaguardar mi cordura.

Ya en el lugar de Yusio fue que logré entender las palabras que me dedicó antes, cuando vimos mi habitación; — L-lo importante es tener un sitio donde te sientas c-ómodo, Yusio-kun… — amable le respondí aunque por dentro me estuviera preguntando cómo le hacía para encontrar cualquier cosa allí; no era cuestión de ser hipócrita pero, tal como en actitudes, parecía que el artista y yo éramos también de cierta forma opuestos en cuanto a visión de lo que nos ayudaba, no obstante si lo pensaba detenidamente seguro se debía a su vena creativa ¿no? En cualquier caso pude entender a la pobre Eby incluso sin intercambiar palabras con ella…

De cara al resto de habitaciones nos encontramos con otras un tanto comunes, como la Akainu, fanáticas como las de Yukino y Chika, aunque las diferencias entre estas superaban sus coincidencias: allí donde la de la primera era un ordenado desorden, la de la segunda parecía una sala de museo temático. Ambas me sorprendieron bastante a su modo, en especial cuando por obra de Ciel la pobre Yukino quedo expuesta de una forma que creo nadie supuso antes que podría ocurrir… o quizás es que yo la veía muy pura.

La de Ciel estimuló mi tranquilidad de una forma especial, porque a pesar de ostentosa estaba bien ordenada, con un color predominante agradable aunque quizás un tanto oscuro y de hecho quedaba muy bien con el chico; incluso tenía un pequeño refrigerador que por un momento me hizo pensar en helado… hasta que recordé la naturaleza vampírica de su mutación. Ra no tardó en confirmar mis sospechas.

¿Conseguiría su alimento en un banco de sangre?

A decir verdad ir a la habitación de Hiroshima me daba miedo, especialmente tras lo que pasó, más antes de llegar me detuve un poco con tal de suspirar y prepararme. Si éramos compañeros huir de él solo podría hacerle daño ¿verdad? Y encima parecía de lo más emocionado, como mínimo debía darle una oportunidad. — Ohhh… si, es genial, Hiroshima-kun — y no me arrepentí; fuera de la obvia ventaja que podía suponer un espacio mayor, la decoración del chico me parecía hermosa, iluminada lo justo para resultar agradable a cualquier hora y la verdad muy acogedora, aunque luego pensándolo mejor me preocupara un poco al tratar de imaginar cómo logró todo eso en tan poco tiempo…

Cuando el tour nos llevó al rincón personal de Ao no pude evitar sonreír un poco. En si el lugar se veía cálido pero no sofocante, lo suficiente al menos para que alguien adepta al frio como yo lo considerara agradable, no obstante lo que más destacaba era la pecera y la cantidad de peluches, que en conjunto hablaban sobre otro tipo de calidez. — Se ve muy acogedora, Ao-kun… y la verdad tus peluches están muy monos, me dan algo de envidia — reconocí sacando ligeramente la lengua a modo de travesura.

La habitación de Ryusei por otro lado fue algo más sorprendente que las otras más que nada porque parecía pensada para hermanos, o más bien, las dos personalidades que gracias a la peculiaridad del chico compartían un mismo cuerpo. Como prácticamente todos lo que llamó mi atención en mayor medida fue el dibujo donde estaban el que resultó ser Ra y la que, sin ánimos de ser malvada, me resultó una creíble antepasado de Sora dado el gran parecido entre ellas que solo disminuía un poco por las edades respectivas y bueno, sus ropas. Entonces me giré para ver a Ryusei e interiormente preguntarme por qué no se parecía él a Ra un poco más… aunque la discusión sobre las cabezas de animal me sacó de mi concentración — ¿E-entonces al mostrarnos ese dibujo estás diciendo que somos dignos de ver tu verdadero rostro? — curiosa me vi empujada a preguntarle, aunque en voz baja y no muy cerca, como deseando que no me escuchara gracias a que seguro la plática con Sora destacaría más.

La cantidad de relojes y artefactos que tenía Dai me hizo sentir como en una tienda de antigüedades o bueno, de relojes, el tic-tac me impedía escuchar bien según donde me situara, y aunque valoraba la puntualidad, no sabía yo si llegar hasta tal punto era recomendable… pero por otro lado me agradó la dedicación que la chica parecía dedicar a sus cosas. Con la elección de Hisa me vi deslumbrada, pues aunque apreciaba el rosa apastelado en pequeñas dosis, tanto me resultaba… empalagoso, y no, no tenía nada en contra de mi compañera slime con similar coloración, pero en una habitación la reaccionaba diferente — Es muy… única — así que me limité a decir antes de buscar desempacharme afuera.

Eventualmente el tour terminó dejándome al menos a mí la sensación de haber estado en una montaña rusa de emociones, sin embargo era algo que en su justa medida también valoraba ya que, competición o no, sirvió para conocernos mejor y hasta acercarnos, mostrándonos quizás aficiones o perspectivas similares que nunca hubiéramos descubierto de continuar viviendo cada quien en su hogar, además dotaba de cierto aire de complicidad a la atmósfera de la residencia.

Estando en eso noté que Eru se retiraba al parecer con algo de prisa… ¿a dónde iría? Quise seguirlo o al menos preguntarle, pero luego de ver su habitación no estaba segura si era algo que de hecho querría o no, así que finalmente decidí centrarme en otra cosa…

— Yo no tengo una favorita, aunque… — me quedé mirando a Sora, Eby, Yume, Ao y un tanto a Ra, pues en cada una de las habitaciones de ellos había elementos que yo podría querer tener en la mía, o bien que podrían servirme como fuente de inspiración, que me hacían entenderlos un poco mejor o que llanamente me gustaban, no obstante terminé por carraspear.

— Eby-chan ¿querías que habláramos de algo? — al final termine por acercarme a la slime con algo de confianza pero también de cuidado, pues la había estado notando más nerviosa de lo habitual desde hace poco…

 El punto de vista de Sora respecto a lo que era una habitación y el cuidado que se le debía dar para cuidarse a uno mismo y dar lo mejor de si dejaría pensativo a Ciel durante unos segundos, dedicándole luego una leve sonrisa quedando sin palabras. así como la explicación de Eby sobre la función de su cama causaría curiosidad en más de uno...

 A pesar de que a algunos podría parecer muy interesante la habitación de Yukino, a la chica no parecía gustarle mucho tener a tanta gente allí, y todo fue de mal en peor por la acción del chico vampiro, quién se disculparía múltiples veces por haber avergonzado así a su compañera... Nuevamente la curiosidad le había ganado.

 Fue en la habitación de Ao donde el chico no pudo evitar soltar una leve risa por el comentario de Saori.

 -Puedes tomar algunos, si quieres -le dijo el chico mientras terminaba de alimentar a los peces.

 Una vez en la habitación de Ryusei, Ra mantendría su expresión neutral de siempre segundos antes de que la declaración de Sora le causase un notable sobresalto.

 -¡Pues claro que era guapo! ¿¡De quién crees que hablas!? -lleno de orgullo, Ra se llevó una mano al pecho y perdió su mirada en la nada. -. Recuerdo que, incluso en mi juventud, las mujeres iban detrás de mi día y noche... -escuchando entonces a Eby, el hombre se quedó en silencio durante algunos segundos antes de explicar. -. El médico que estudió la singularidad de Ryusei nos explicó que los quirks de reencarnación eran muy raros... Si existe alguien más con un quirk que le permita llevar el alma de alguien, las posibilidades de que sea de mi esposa son... escasas... -seria entonces que saldría de su pequeño trance al escuchar a Yusio, clavando un poco su mirada sobre el chico. -. Lo ha dibujado Ryusei bajo mis indicaciones... No conoces de que va su singularidad, ¿no? -percatándose ahora de ello, decidió presentarse de manera más formal a los dos nuevos. -. Soy el dios del sol, Ra... La singularidad de Ryusei le hace un recipiente perfecto para que mi alma resida en él. La razón de las similitudes en el dibujo es que Sora es idéntica a mi esposa en su juventud... ¿Algún problema...? -enarcando una ceja al pelirrojo, finalmente dirigió su mirada hacia Saori, cuya pregunta provocaría que, tras unos segundos, Ra soltase una potente carcajada. -. ¿Ustedes? ¿Dignos? ¡HA! -cruzando entonces sus brazo delante de si, Ra cerró los ojos durante unos segundos mientras abría la boca para decir algo, pero entonces la llama de su cabeza se apagaría y seria Ryusei quién llevase el cuerpo. -. Perdón por la aptitud de Ra, se pone un poco terco cuando habla de su pasado -dijo el chico riendo un poco. -. El dibujo lo hice yo, si... Debido a que no tenía demasiados materiales, Ra aceptó que hiciese el dibujo con su rostro real y no con el casco de pájaro... -justo entonces, miraría a Yusio y Sora. -. L-La verdad es solo un pasatiempo, no tengo nada grande en mente... No sabría de donde sacar material para dibujar un manga entero -añadió con otra leve risa.

 En la habitación de Hiroshima, el chico albino respondería emocionado a Yusio contándole que, además de expandir su habitación, podrían incluso remodelar todo el edificio... Se podía notar por la amplia sonrisa del chico que era muy soñador y energético, por lo que realmente podían considerar que lo decía enserio...

 Continuaron entonces de habitación en habitación, desde la muy puntual de Dai hasta la fanática de Chika, quién respondería emocionada a Yusio sobre la maratón de anime y el karaoke: parecía que ambos ya tenían planes para todo el grupo, aunque la chica peli-azul también tenía que buscar un tiempo para que Yume le ayudase a decorar su habitación...

 Finalizarían en el recibidor, donde todos darían sus opiniones sobre las habitaciones, siendo Yusio quién lanzaría la iniciativa sobre una foto grupal...

 Poco después de haber tomado una buena foto de toda la clase, Eru sería el primero en romper la reunión al retirarse por el patio trasero, en el cual al otro lado se ubicaba la pequeña casa del profesor Eraser Head, aunque técnicamente era una única habitación con todo lo necesario...

 -Hmph... ¿Soy el único que piensa que Eru es el hijo del profesor o algo similar...? -no pudo evitar soltar Ciel, habiéndose percatado ya en ese punto del peculiar trato que tenía su compañero con el mayor...

 Restando un poco de atención a otra de las desapariciones del chico gato, Ryusei y Ao siguieron a Saori interesados en lo que Eby quisiera hablar con ellos... No había tiempo para hacer nada a esas horas, pero por lo menos podrían hablar para acordar todo...

 Al llegar a la casa de Aizawa encontrarías arrinconado junto a la puerta el plato que le habías llevado, completamente vacío y limpio a la espera de que fuese recogido. Adicionalmente, tus sentidos felinos llamaron tu atención rápidamente al techo luego de unos segundos a causa de un peculiar olor... Seria entonces que, al apartarte, podrías ver asomado en el tejado lo que parecía un plato con comida para gatos deluxe...

 -Meow... -sacándote durante unos segundos de tus pensamientos, un maullido proveniente desde un lado de la casa. Al asomarte, verías no a uno, si no a cinco gatos intentando subir por la pared y las ventanas para llegar al tejado, siendo que varios ya habían encontrado el camino por el que debían saltar...

 -Bueno... No he querido decir nada, pero las vendas en la habitación de Eru tienen el mismo olor que las de Aizawa... -confesó Akainu, mirando a todos antes de rápidamente explicar. -. ¡N-No es algo intencional! Soy muy sensible a los olores, y puedo saber cuando alguien ha estado en un lugar por un tiempo prolongado...

 -¿Significa que reconoces el olor de cada uno de nosotros...? -preguntó Ciel con su natural curiosidad.

 -Técnicamente si, pero es algo que hago inconscientemente, ¿sabes? No lo hago por querer, es por mi quirk que otra cosa... -explicó finalmente el chico perro.

 -Pues vaya cosa más curiosa...

 Aprovechando el tiempo libre que tenían antes de ir a dormir, Ryusei y Ao se unirían a Saori para hablar con Eby mientras cada quién decidía que hacer. Por su parte, Dai fue la primera en retirarse de vuelta a su habitación, seguramente con intenciones de irse a dormir temprano. Los días siguientes prometían ser movidos, y era mejor estar lo más activos posibles para enfrentar los entrenamientos que los profesores, y ustedes mismos, pudiesen ponerse delante...

-Vaya... siento escuchar eso - dije un tanto calmada hacia la respuesta de Ra sobre su mujer - La verdad se ve preciosa y... Seguro que erais felices. - Desde luego no podía empatizar con la perdida de un ser querido, pues nunca tuve esa experiencia, pero también esperaba no tenerla nunca jamas, y pese a que pudiera estar levantando el tono con los demás, yo seguía un tanto asombrada con aquel dibujo. Al menos hasta que volvió Ryusei a su cuerpo - Bueno... s-siempre p-podemos conseguirte e-el material... - dije un tanto cortada al oirle escuchar aquellas cosas - E-eres muy b-bueno, y s-seguro que m-más de uno querría l-leer u-un manga tuyo - aunque los únicos mangas que vi eran de superheroes. - M-me incluyo e-en ello. - Por supuesto que sería genial leerlo

Al oir a todos hablar de la habitación de Chika y sobre el karaoke y las maraton de anime, yo por mi lado subí la mano timidamente - E-esto... s-si me aceptan, n-no me i-importaría unirme a esas m-maratones... A-aunque... solo he visto animes d-de superheroes... - confesé un poco intentando integrarme en el grupo, y si bien quería forjar buenas amistades... aún me faltaba un largo camino por recorrer.

No como Eru, quien parecía volver todo el rato hacia atrás cuando se alejaba de todos los demás, tanto así que me hizo sentirme un poco mal tanto por el como por mi misma al recordar aquella conversación. - No quiere mi amistad... solo confia en Aizawa... ¿Por qué? - Oir a Ciel hacer aquella primera teoría sobre Eru, no obstante me dejó un tanto fria. - No... no son padre e hijo...

Al irse Eru me quedé un tanto tristona escuchando a los demás y lo que seguían diciendo sobre el, así como sus vendas en su cama. Sabía esa parte pero... ¿Por qué me dolía tanto saberlo? Era algo que no podía explicarmelo y que me dejó un tanto confusa y abstraida de todos, por eso no me di cuenta de que hice una afirmación tan rotunda en voz alta como la de antes, dando pié a que sabía algo... A fin de cuentas todo aquel que supiera la totalidad de mi Quirk sabría que al transformarme en Aizawa... ya tenía ventaja con y contra el y los que le relacionaban.

Con un suspiro alcé la cabeza de golpe al escuchar a Saori preguntarme aquello, solo que ya era un tanto tarde - Oh... e-esto... si... Yo eh... Aunque e-es un tanto tarde... igual p-puedo d-deciros mi idea. - Aunque estabamos los cuatro juntos, los demás podían oir, y no era algo que me molestara, es más ni siquiera prestaba atención. - S-se me ocurrió que... para poder rebasar n-nuestro limite... podríamos practicar entre nosotros. Saori, tu q-quieres c-controlar mejor tu poder. Ryusei t-tu imagino que también querrás poder s-sincronizarte m-mejor con Ra, y Ao... n-no se si t-tu tienes a-algun problema c-con el tuyo... En cuestión a mi... Soy una Slime, y me d-debilito con el calor y el f-frio... Quiero fortalecerme ante ello y... q-quizas e-elaborar t-tecnicas c-conjuntas... - miré a Saori en ese momento - C-Como ha-hacer una parte d-de mi c-cuerpo m-más r-rigida cuando sea más practica en batalla

-A... Además... s-si llueve... y-yo me potencio un poco - Bastante fue el ejemplo que hicimos contra Aizawa - y e-entre los tres p-podeis c-crear una llu-lluvia artificial.

Me quedé mirando a Ryusei (o Ra, en realidad) con los ojos como platos mientras explicaba en qué consistía su singularidad. ¿El que había hablado era el mismísimo Ra? Nunca había oído hablar de una singularidad que permitiera a alguien reencarnarse en el cuerpo del portador, y menos un dios. Había quedado realmente sorprendida. Por otro lado, me pareció un poco triste que tuviera que estar separado de su esposa.

Hubo un momento en que Yusio habló de hacer una maratón de animes. Yo no era demasiado fanática del anime. Aunque sí que había visto algún episodio, sobre todo porque a mi hermano sí que le gustaba mucho. Pero los que había visto sí que me habían gustado. Apuntarme sería una buena forma de pasar tiempo con ellos y conocerlos mejor.

—A mí me gustaría apuntarme también, si no os importa. Aunque aviso de que no he visto muchos animes —comenté.

Una vez terminamos la presentación de las habitaciones, el chico pelirrojo propuso sacarnos una foto.

—¡Claro! —exclamé con una sonrisa de oreja a oreja. «¡Mi primera foto con mis compañeros de clase de la U.A.!» pensé, emocionada. No pude evitar que me temblara el pie de tanta emoción que sentía. Pero aparecí en la foto sonriendo y feliz.

Inmediatamente después de la foto, Eru se fue, y con una expresión que a mí me pareció muy seria. Y además, en vez de irse hacia su habitación, se fue hacia el patio. Observé cómo se iba, con expresión de extrañeza y preocupación. Justo entonces, el vampiro comentó algo sorprendente.

—_{¿De verdad? No tenía ni idea…} —susurré. Pero Eby no tardó en desmentirlo, momento en que la miré con curiosidad. «¿Cómo lo sabes?» quería preguntar. Pero pensé que eso sería meterme donde no me llamaban.

Pero el comentario del chico perro sí que me dejó perpleja. ¿Cómo es que Eru tenía algunas de las vendas del profesor? Era bastante raro… pero seguro que tenía alguna explicación.

Una vez dejamos ese tema, oí la propuesta de Eby-chan de compartir entrenamiento con sus compañeros. A mí me gustaría ayudar, pero no parecía que mi singularidad fuese a encajar con lo que ella buscaba. Aún así, yo también quería practicar un poco. Así que una vez hubieron acabado de hablar, me dirigí a Yusio, Sora, Saori y Eby.

—A mí también me gustaría hacer algún entrenamiento. Llevo bastante tiempo sin entrenar apenas y estoy un poco falta de práctica, así que me vendría bien. —Miré a Saori y Eby, que ya estaban pensando en practicar juntas. Probablemente no tendrían tiempo para las dos cosas, pero pensé que debería ofrecérselo a ellas también, para que no se sintiesen excluidas—. Saori-chan y Eby-chan, también me gustaría entrenar con vosotras, si tenéis tiempo. Y bueno, con cualquiera que quiera. No tendría problema. —Tras eso, solté un bostezo. A decir verdad, ya empezaba a tener sueño—. De todas formas, hoy ya es bastante tarde, así que podemos hablarlo mañana.

Ciertamente nunca habría imaginado que Ao me contestaría así luego de halagar sus muñecos, cosa que me dejó perpleja al agarrarme en curva pero a la vez me sacó una sonrisa temblorosa acompañada por un leve rubor ¿Cómo debía reaccionar a una proposición tan espontánea? ¿Debía aceptar sin más para no desestimar su amabilidad o negarme para no verme cual aprovechada de la situación, que al fin y al cabo el grupo entero estaba allí? Mientras más pensaba en eso, mi rostro fue aumentando en rojez hasta que aquello pareció llegar a su punto crítico en mis orejas.

— G-g-g-gracias Ao… ¿P-pero no son tuyos? N-no quiero quitarte algo que te guste… — al fin, pues, dije sincera, aunque tuve que acercarme al que estaba alimentando sus peces porque prácticamente lo murmuré; para entonces mis ojos estaban casi ocultos por mi flequillo gracias al ángulo de mi cabeza… y por alguna razón sentía más frío del habitual aunque mi corazón parecía latir rápido por un momento. Quizás era la emoción acumulada del momento.

Ante Ra las cosas fueron, si cabe, más peliagudas, pues al final de su demostración gracias a los comentarios de quienes no conocíamos del todo su historia el dios empezó como a alborotarse. No era para culparle ya que seguro tenía recuerdos dolorosos, pero si se iba más por la tangente… ¿no podríamos terminar llegando a un punto peligroso?

De manera instintiva busqué alejarme un poco pues Ra era el sol, fuego, y eso ya por si solo me asustaba. Por suerte Ryusei retomó el control a tiempo.

— Esto… me disculpo si de alguna manera incomodé a Ra, no era mi intención — dije sincera, luego me aparté pues la propuesta de Yusio y Sora era algo a lo que no tenía mucho para agregar, pues yo no sabía dibujar ni era tan conocedora de mangas como para poder aportar algo útil. Sobre el dichoso maratón, por otro lado, me consideraba incluso menos conocedora que Eby o Yume, siendo que yo solo me había visto un par de animes de corte romántico por haberlos encontrado casualmente mientras miraba el televisor, de ahí me volví seguidora casual — Podría ser interesante para conocer series nuevas — ahí confiaba en los fans más grandes que destacaron con los adornos en sus habitaciones, y muy dentro de mi, en los gustos de Sora — Yo también me apunto — levanté un poco la mano.

Ahora bien el momento de la foto trajo cierta alegría y curiosidad ya que por medio de él este día, esta reunión, quedarían para la posteridad mostrándonos como grupo completo, sin dejar de lado a los nuevos siendo que Yusio fue quien lo propuso, para empezar, no obstante la partida de Eru no solo llamó mi atención, visto lo visto…

¿Eru hijo del sensei? Sin duda alguna clase de vínculo debían tener, ya que el chico con habilidades de gato siempre parecía muy pendiente de él y durante la batalla habíamos visto que de hecho reaccionaba más salvaje si se metía al profesor en la ecuación, pero ya que era tan introvertido costaba saber algo de él con seguridad. Por suerte Eby pronto surgió para explicarlo, sabiendo algo que el resto de nosotros no quizás por la misma razón que la dejaba transformarse en Eraserhead. El mismo vínculo bien podría explicar las vendas…

En fin, ya centrándome en mi compañera slime escuché su propuesta y debo decir que al principio me inquiete según explicaba, pues sus intenciones eran básicamente combinar mi hielo con el fuego de Ao o de Ryusei, y aunque no desconfiaba precisamente de ellos, menos del primero, suponía un gran reto para mi controlar mis nervios ante las llamas… pero Eby tocó un punto importante — E-es verdad, y así c-como quiero controlar mi p-poder mejor, h-hay temores que debo superar — intenté decir tan seria como podía, pese a que me temblaba la voz — C-cuenta conmigo para ambas estrategias… — pero al final acepté aunque por dentro quería negarme, no solo para serles más útil en batalla, sino por Makuro, por la gente que podría ayudar si tenía más miedo que seguridad, y es que si no mejoraba, no tendría caso la resolución que le mostré a Black Dragon sensei.

Pero no solo Eby me sorprendió con su propuesta, pues también Yume expresó sus ganas de unirse — ¿D-de verdad? Yo por mi encantada — así que le respondí con menos dificultad para hablar porque, a diferencia de las ideas de la slime, la particularidad de los pelirroja no involucraba fuego de manera directa, aunque por lo mismo me costaba imaginar cómo querría la soñadora cooperar conmigo — Mañana hablaremos mejor entonces, porque hay varios detalles de los que me gustaría hablar — confesé pues luego de tanto ajetreo durante las horas pasadas, el cansancio comenzaba a hacerse presente en mi…

Estaba por irse tras tomar las cosas cuando un olor familiar lo frenó e hizo mirar hacia el techo. Hacía poco menos de una hora que habían comido pero se le hizo la boca agua al ver de qué se trataba. Rápidamente dejó de nuevo la vajilla y cubertería allí de donde la había cogido, ¿debía comerlo? Su razón le decía que ya estaba lleno pero.... " Meow" Eso encendió un sentimiento de propiedad en el chico quien con una agilidad y facilidad pasmosa se subió al tejado tras descalzarse. Nada más estar ahí arriba, miró a los demás gatos, gustoso de ver que ninguno había llegado y se zampó de una tacada la mitad del plato. 

Eran puros celos pero no lo admitiría nunca. Se bajó de la casa y se calzó de nuevo viendo como lo único que les quedaba al resto de gatos a repartir era poco menos de la mitad. Tomó lo que vino en un inicio a buscar y miró hacia  la puerta unos instantes, pensativo pues no sabía si debía hablarle o no. Se sentía a millas de distancia a pesar de tenerle tan cerca, ¿Qué era lo correcto? ¿Querría que lo molestara? Ojalá seguir como siempre en el piso. Suspiró pesadamente en su pequeña desesperación, ¿Y si le reñía o le odiaba por mostrar algo más que una relación de alumno-profesor aquí en la escuela? Con eso en mente y bastante cabizbajo volvió al interior de la residencia.  

Eru volvió bastante rápido a aparecer por el lugar, no habían pasado ni 4 minutos cuando el gato se paseaba de nuevo por la residencia, esta vez con un plato, cubiertos y un vaso totalmente limpios que no dudó en llevar a la cocina y dejar en su sitio pues ya habían sido limpiados. 

Tras lo hecho fue de nuevo al pasillo en donde supuestamente estaban todos. Parecía pensativo y cansado, no sabía muy bien qué decir así que simplemente se fue hacia su habitación en completo silencio y transformándose en gato se acurrucó sobre la cama y las vendas. 

Esa noche lloraría hasta caer rendido, aunque nadie más que alguien con un oído sumamente fino podría escucharle. 

Al parecer el tema del poder de Ra/Ryusei era bastante más complejo de lo que parecía, un poder para nada común que iba de reencarnación... desde luego suena al poder de un protagonista, y la verdad no podía evitar venirme a la cabeza personajes como Yugi y Atem, o Yuma y Astral, o Yuya... aunque fuera del mundo de mi manga favorito no se me ocurría ninguno, bueno -No, no tengo ni idea de tu... su... de la singularidad de ninguno salvo de los... que se ven a simple vista la verdad. Pero Ryusei dibuja bastante bien- le respondí al ¿chico?, antes de que me lo explicara él con más detalle, sobre que Ryusei era el contenedor perfecto para su alma y que él era el dios del Sol... supongo que con poderes solares o algo de eso -Si Ryusei es tu recipiente idóneo... ¿significa que sois compatibles como si fuerais hermanos o mejores amigos?- pregunté con curiosidad... si no hay "quimica" entre ellos, no debería ser capaz... Por muy perfecto que sea la vasija, si esta llena de algo inapropiado no se puede meter algo, sino que debe ser algo compatible entre los dos -¿Porque iba a tener problemas?- me encogí de hombros sonriendo... Hasta que se rió por eso que dijeron de que eramos dignos de verle -¿Si no lo somos porque quisiste que te dibujaran y lo colgaste en la pared?- le pregunté... podría ser fácil guardar el dibujo donde nadie pudiera verlo salvo la gente "digna".

Entonces, parece que Ra se fue y estaba Ryusei... quien ya se estaba disculpando, por lo que eso resuelve mi duda de que lo que ve uno lo sabe el otro -No pasa nada tranqui- le dije quitándole importancia, antes de hablar de eso del manga -¿Materiales es lo que necesitas? Pues ya has visto que en mi cuarto tengo de todo, así que por ello no te preocupes. Además dibujas bastante bien- le dije al chico de forma simpática con una sonrisa. ¡Por mi no había problema en prestarle material de nada!

Luego, en la habitación de Hiroshima, el chico estaba emocionado de que le pidiera ayuda con eso y aceptó encantado, por lo cual asentí sonriendo... aunque sobre el tema de rediseñar todo el edificio... Molaría; pero para eso habría que pedirle varios permisos a los profesores, por si acaso.

Y Chika también pareció emocionarle la ida de hacer maratones y karaoke... Y no solo ella se emocionó sino que unos cuantos más se unieron, como Eby, Yume o Saori -¡Cuantos más seamos mejor por supuesto! Y veremos animes de todo tipo, así que no os preocupéis... ¡Seguro lo pasamos genial juntos!- dije muy animado con la idea... ¡Perfecto, todo el mundo estaba emocionado, genial!

Y entonces solo faltó hacer la foto final para celebrarlo todo... Tras la cual por algún motivo, Eru se marchó... a no se sabe que hacer.

Después de hablar un poco entre nosotros, Eru volvió pronto de nuevo aquí, con esa expresión como muy seria en la cara... y parecía que iba a pasar a nuestro lado sin decirnos nada -¿Te vas a dormir ya Eru? Quizás deberíamos hacer lo mismo todos... ¡De momento buenas noches compañero! ¡Hasta mañana!- me despedí de él dedicándole una gran sonrisa esperando que pasara una buena noche... aunque... por lo que parecía no es que pareciera querer pasarla... ¿le habría pasado algo grave, estaría bien? No lo se, eso esperaba...

Entonces, empezaron a decir aquello tan curioso, de que tal vez Eru fuese el hijo de Aizawa... aunque luego Eby lo desmintió como si supiera algo... Aunque bueno, tampoco le di mucha importancia, quizás solo sea porque ya le preguntó o algo de eso -A mi no me lo parecen... se parecerían más físicamente ¿no? Pero si tiene esas vendas quizás estén firmadas y Eru sea un gran admirador- eso fue toda la aportación que di yo sobre ese asunto... Aunque miré a Akainu con una sonrisa divertida y curiosa -¿A que huelo yo? Jeje- no pude evitar preguntar en broma, riéndome un poco.

El siguiente tema de conversación fue entonces el tema de entrenar entre nosotros, ante lo cual me mostré muy sorprendido y emocionado de pensar en todo lo que decían: entrenar puntos débiles, explotar poderes, hacer técnicas conjuntas -¡Eso molaría mucho! Yo la verdad, estando en Estudios Generales no he podido entrenar demasiado... ¡Sin duda estaría bien entrenar en grupos y así también conocernos mejor mutuamente!- dije con una gran sonrisa poniendo mis manos tras la nuca -Pero si es como dice Saori, deberíamos hablar de esto mejor mañana... que hoy ya es tarde. Aunque ya que preguntamos... ¿a quien le gustaría entrenar conmigo?- dije y pregunté sonriendo al final.

 -Vamos, insisto... -respondió Ao a Saori cuando aún seguían en su habitación, siendo que llegados a ese punto el resto podía notar que había cierto ambiente raro entre ambos...

 Por otro lado, concluyendo con la habitación de Ryusei...

 -Por supuesto que eramos felices -fue lo que respondió Ra a Eby antes de que Ryusei tomase el cuerpo, no sin antes responder a Yusio. -. No somos particularmente idénticos: yo fui un emperador y un Dios, él es un chico que necesita trabajar y estudiar para ganarse un futuro... Además, en mis tiempos ser diferente de los demás en términos de poder te convertía en alguien importante, ahora resulta que un 80% de la población tiene "quirks" -habiendo aclarado eso, dejaría al pelirrojo sin respuesta respecto al dibujo en la pared, siendo Ryusei quién luego se vería bajo la presión de los ofrecimientos para el manga. -. E-Es enserio, no tengo nada grande en mente como para eso, no se preocupen...

 Tal como se había ido antes, Eru volvió a desaparecer tan pronto como había llegado, dirigiéndose esta vez a su habitación seguramente con intenciones de descansar, algo que, teniendo en cuenta la hora, muchos también empezarían a hacer...

 -¿Uhm...? -aunque había estado escuchando detenidamente las deducciones de los otros respecto a las vendas de Eru y su relación con Aizawa, la atención de Akainu fue hasta Yusio cuando hizo aquella pregunta -. Bueno... Hueles... ¿Como tú...? -respondió con el mismo tono bromista. -. Tienes rastros de pintura por encima, pero cada quién tiene un olor diferente que no es comparable con el de algo.

 Por otro lado, el tema del entrenamiento parecía interesar a más de uno, siendo que Ao y Ryusei considerarían la idea mientras Yume y Yusio se animaban a unirse.

 -Me parece bien -respondió Ao sin darle muchas vueltas.

 -Es una excelente idea. Aunque lo mejor es habla mejor mañana, si.... Deberíamos ir a descansar ya -añadió el chico con una leve sonrisa.

 Más con aquella última pregunta de Yusio, habría alguien que no dudaría en saltar de inmediato.

 -¡Yooooo! -literalmente saltando hacia el chico pelirrojo, Chika se pondría junto a él con una gigantesca sonrisa. -. Entre ambos podríamos practicar la resistencia de nuestras singularidades, y es que ya tengo en mente muchas cosas a las que podrías dar vida... -de repente a la chica se le pusieron los ojos de estrellas, y es que al recordar su habitación cualquiera podría imaginar la temática de cosas que tenía en mente para que Yusio usase su singularidad...

 -Parece que los siguientes días serán muy activos. ¡Necesitamos un buen descanso para darlo todo! Mañana podremos hablar con más calma sobre como organizarnos -concluyó Sora con sus ánimos característicos, dando por hecho que todos ya tenían en mente la idea de entrenar a partir del día de mañana... Pero ahora tocaba ir a descansar.

 Con el tema hablado, poco a poco todos se irían retirando a sus respectivas habitaciones, siendo que todos acabarían descansando en sus respectivos cuartos, unos más tarde que otros...

 Caída la noche, todos podrían disfrutar a su manera la primera vez que dormían en la academia, siendo que seguramente unos tardarían en acostumbrarse más que otros, pero a pesar de las dificultades todos estaban allí por un mismo motivo: convertirse en héroes, y tener un lugar distinto para dormir no debía ser un inconveniente luego de todo lo sucedido... ¿Verdad...?

 El día siguiente llegó más pronto de lo esperado, siendo que luego del amanecer podrían disfrutar de un buen desayuno de la academia antes de comenzar con las clases como era normal: clases heroicas, matemáticas, arquitectura, ingles, deporte... Pero cuando la tarde había llegado y era momento de regresara casa, la cual ahora resultaba estar en los terrenos de la U.A. serían llamados por Black Dragón.

 -¡Es el momento justo para el entrenamiento especial!. ¡Id por vuestros trajes de héroes, porque no pararé de daros fuego hasta veros arder! -dijo bastante seguro el profesor, el cual luego de que todos estuviesen listos les llevaría al escenario Beta donde llevarían a cabo otro entrenamiento de héroes...

 -¡Muy bien! Escuchen bien porqué se viene algo fuerte -anunció el profesor mientras sacaba una PDA con la cual poder enseñar un holograma con la información de la prueba, siendo está un mapa del escenario. -. Me he tomado las molestias de leer con profundidad los informes sobre ustedes, y he llegado a la conclusión de que los profesores están muy ocupados enseñándoles otras cosas para poder darles una lección muy importante para ser héroes: Creatividad.

 Justo entonces, unos robots de la U.A. con el símbolo de Ex-Machina en la espalda y el de la academia en la cabeza se acercarían cargando una caja rectangular completamente negra, la cual luego de deja junto a Black Dragón abrirían a través de un botón oculto con el propio diseño de la caja, momento en el que empezaría a abrirse desde múltiples partes y a formar un tipo de estanterías con distintos objetos y herramientas.

 -La prueba es sencilla: Todos deben llegar al punto resaltado en el mapa en menos de quince minutos, pero cada quién tendrá un rasgo especial en la prueba... -diciendo eso, cambiaría la imagen proyectada del PDA por una tabla con vuestros datos y "rasgos".

 Enseñando en una imagen aparte el mapa, el punto resaltado se encontraba a unos veinte minutos corriendo con normalidad... En la estantería abierta por los robots se podían observar los objetos mencionados en algunos rasgos, además de varios PDA con el mapa del escenario. Viendo la prueba por encima...

 Parecía imposible...

 -¡Muy bien! ¿Hay preguntas? -añadió el profesor con una sonrisa inocente.

Al poco de haberse ido, Eru apareció de nuevo en la residencia, con una expresión bastante sombría. Me habría gustado preguntarle si a él también le gustaría entrenar en algún momento. Pero no tardó en irse por su cuenta, sin decir palabra. Ya se lo diría en otro momento.

Aunque me habría gustado quedarme más tiempo hablando con los demás, lo cierto era que me encontraba bastante cansada. Y además, como decía Sora, el día siguiente probablemente sería bastante movido, así que me vendría bien irme a dormir cuanto antes.

—Sora-chan tiene razón. Deberíamos irnos pronto a la cama. Hasta mañana —me despedí, antes de dirigirme a mi cuarto.

Me quedé parada en medio del cuarto durante un rato, examinándolo un poco antes de meterme en la cama. ¡Iba a dormir dentro de los terrenos de la mismísima U.A.! Aquello era tan genial que aún me costaba creerlo. Y más después de todo malo que me había pasado últimamente. Me dormí con una sonrisa en el rostro.

Al día siguiente tuvimos clases normales. Y después llegó el momento del entrenamiento especial. Llegaba la hora de estrenar mi traje de héroe. Me vestí y fui con los demás hacia el escenario donde entrenaríamos. ¡Era la oportunidad de lucir mi singularidad frente a mis compañeros! Me sentía realmente nerviosa.

Miré el mapa reflejado en la PDA, sorprendida. Teníamos que recorrer mucha distancia en menos de quince minutos… Pero es que además tendríamos limitaciones muy importantes. Algunos de nosotros ni siquiera podrían utilizar sus poderes. Yo, si exprimía al máximo mi singularidad, quizás tendría alguna posibilidad. Otros, en cambio…

Fruncí el ceño, pensativa. Aquella prueba tenía que tener algún truco oculto, o si no sería sencillamente imposible para la mayoría. Miré con interés la restricción de Hisa, que sugería que estaba permitido ayudarnos entre nosotros. Probablemente se trataba de una prueba de trabajo en equipo además de creatividad.

—Yo —dije, tras levantar la mano—. Si es otra persona la que te está desplazando, ¿se aplican las restricciones que aparecen ahí? —pregunté. Si era así, entonces por ejemplo Ryusei quizás podría ayudar a otros mientras alguien lo arrastraba—. Y… no entiendo las restricciones de Yukino-kun. Si no puede moverse sin ayuda, pero tampoco podemos ayudarle, entonces… ¡lo tiene completamente imposible! —«A no ser que se agarre a un robot, o algo» pensé.