Partida Rol por web

Bree y las quebradas de los túmulos

Tomo 1 - Los bandidos de Bree

Cargando editor
02/11/2009, 10:00
Adrahil

Todo parecía como un sueño a través de mis enfermizos ojos. La aparición de Tom Bombadil me hizo amagar una sonrisa e incluso me hizo intentar aliviar de mi carga al buen Tosur, sin éxito.

La llegada a la casa del bonachón Bombadil fue un elixir para los ánimos del grupo y mucho más para mí. El dolor de cabeza se había apoderado de todo mi cuerpo y ahora magnificaba la belleza de Baya de Oro llegándola a ver como un hada que viniera a buscar el último vapor de mi extinta vida.

Cierto olor acre, como de hierbas o ungüentos acabaron por traspasar el límite de mi consciencia. Nada más recuerdo de esa noche.

Cargando editor
03/11/2009, 11:40
Baya de oro

Os despertáis en una mañana soleada, la luz entra por las ventanas de la casa de Tom y la paz se respira por todos lados. Estáis todos tumbados en los colchones que se extienden en el suelo, y veis a la hermosa Baya de oro que canta y baila alrededor vuestra mientras coloca un exhuberante desayuno en la mesa:

-¡Venid, queridos amigos! ¡Reíd y alegraos! Soy Baya de Oro, Hija del Río. Quizá todavía tenéis miedo de la niebla, la sombra de los árboles, el agua profunda, las criaturas del bosque. ¡No temáis! Pues hoy estáis bajo techo en casa de Tom Bombadil.

La alegre mujer os invita a sentaros en unas sillas de mimbre, y todos le hacéis caso, como si su sonrisa fuera una orden para vosotros. Notáis que Adrahil está sentado junto a vosotros, con unas ojeras que delatan lo cerca que estuvo de la muerte, pero con mucho mejor cara, ya restablecido. También veis al pequeño Sacovilla, que mira a la mujer asombrado, sin saber dónde está, quién es toda la gente que le rodea, pero con una gran sonrisa en la cara.

Desde fuera de la casa escucháis una voz cantarina que se acerca, y reconocéis el tono del viejo Tom y entre muchos derry dol, alegre dol, y toca un don dilló escucháis una estrofa que se repite:

El viejo Tom Bombadil es un sujeto sencillo,
de chaqueta azul brillante y zapatos amarillos.

Al poco el tipo entra, y empieza a bailar con Baya de oro.
 

Cargando editor
03/11/2009, 11:54
Tom Bombadil

-Oh oh, si ya están mis amigos despiertos. Mirad mirad, he aquí a una hermosa mujer, a que sí. Pero comamos, que tenéis mala cara, seguro que no habéis probado bocado en días.

 

El viejo Tom se sienta a la mesa, y Baya trae tazones de madera con agua, y multitud de frutos del bosque, acompañados por unas hogazas de pan y queso de un sabor increíble. Dais cuenta del desayuno junto a la singular pareja, hasta que ya saciados, el viejo Tom os mira sonriente.

 

-Seguro que tenéis muchas preguntas, ¿a que sí?

Cargando editor
03/11/2009, 12:15
Adrahil

Asentí tímidamente mientras miraba incrédulo las palmas de mis manos.

En primer lugar me gustaría agradeceros la ayuda prestada, amigos, si me está permitido llamaros así —dije contemplando a ambos anfitriones—, no se si quiero saber qué me ha pasado o por qué estoy vivo ahora pues temo que esa historia pueda atormentarme. Afortunadamente estamos todos bien y el joven Sacovilla también lo está. Si voy a hacerte una pregunta, Tom Bombadil, ¿qué era aquello que vimos en las quebradas y por qué tenía retenido a su merced al joven mediano?

La historia de los arboles no me importaba lo más mínimo en ese momento. Ardía en deseos de conocer más de aquel lugar que habíamos visitado. Tendría tiempo de preguntar por este bosque y por tan pintorescos anfitriones.

Cargando editor
03/11/2009, 12:26
Tom Bombadil

Tom contesta a Adrahil con una sonrisa, y comienza a relatar una historia, en el tono con el que los bardos cantan sus cuentos:


Las ovejas balaron en rebaños.
Se levantaron muros blancos y verdes. Había fortalezas en las alturas. Reyes de pequeños
reinos se batieron entre ellos y el joven sol brilló como el fuego sobre el rojo metal de
las espadas codiciosas y nuevas. Hubo victorias y derrotas; y se derrumbaron torres, se
quemaron fortalezas y las llamas subieron al cielo. El oro se apiló sobre los catafalcos
de reyes y reinas, y unos montículos los cubrieron y las puertas de piedra se cerraron y
la hierba creció encima. Las ovejas pacieron allí un tiempo, pero pronto las colinas
estuvieron desnudas otra vez. De sitios lejanos y oscuros vino una sombra, los huesos
se agitaron en las tumbas. Los Tumularios se paseaban por las oquedades con un
tintineo de anillos en los dedos fríos y cadenas de oro al viento. Los círculos de piedra
salieron a la superficie de la tierra como dientes rotos a la luz de la luna.

 

-Ya nadie presta atención a las viejas canciones, pero hay en ella más sabiduría que en los más ancianos de cada villa. Malas criaturas, los tumularios, pero no se meten con Tom Bombadil, no. En cuanto al joven hobbit, jamás debió meterse en los dominios de los tumularios, pues ellos no salen de las quebradas, ni permiten que nadie entre.

Cargando editor
03/11/2009, 12:34
Joven Sacovilla

-Yo... yo, sólo quería escapar de los bandidos. Fui siguiendo el río y me encontré allí y... luego tuve mucho frío.

 

Balbucea el mediano.

Cargando editor
03/11/2009, 13:03
Adrahil

Escuché ensimismado las palabras de Tom sólo volviendo de él tras las palabras del mediano.

Cierto, los bandidos. ¿Qué puedes decirnos de ellos, maese Sacovilla? Perdimos su rastro por seguir el tuyo en el extraño bosque —dije volviendo la mirada a Tom Bombadil.

Mucha sabiduría hay en tus historias Tom Bombadil. ¿Qué clase de extraño bosque es este que nos circunda? Nunca vi árboles comportarse de tan extraña manera... casi hostil.

Cargando editor
03/11/2009, 13:16
Tom Bombadil

El anciano comienza de nuevo a relatar con tono de cuenta historias:

 

No se le llama el Bosque Viejo sin motivo, pues es antiguo de veras, sobreviviente de vastos bosques olvidados; y en él viven aún, envejeciendo tan lentamente como las colinas, los padres de los padres de los árboles, recordando la época en que eran señores. Los años innumerables les han dado orgullo y sabiduría enraizada en la tierra y malicia. Ninguno, sin embargo, es más peligroso que el Gran Sauce, que tiene el corazón podrido, pero una fuerza todavía verde; y es astuto, y ordena los vientos, y su canto y su pensamiento corren entre los árboles de ambos lados del río. El espíritu gríseo y sediento del Sauce saca fuerzas de la tierra, extendiéndose como una red de raíces en el suelo y como dedos invisibles en el aire, hasta tener dominio sobre casi todos los árboles del bosque desde la Cerca a las Quebradas.


Por el día todavía se puede eludir su maldad, si no llevas un hacha a la vista, o no muestras la hostilidad de los hobbits de los Gamos con los que combatieron antes de construir la cerca alta, pero por la noche... no, no es buena idea cruzar el bosque viejo, no sin mí. Pero que nos cuente el pequeño hobbit lo que pasó, al menos para que lo sepáis vosotros también.

Cargando editor
03/11/2009, 13:22
Joven Sacovilla

El hobbit algo avergonzado comienza a relatar:

 

Íbamos a la feria de Otoño de Bree, con mi padre y otros hobbits, y entonces nos atacaron los bandidos. Fue terrible, y los mataron a todos, mataron a mi padre -dice entre llantos y sollozos-. Eran muy malvados y sangrientos, y uno iba a matarme, pero otro de ellos insistió en llevarme con ellos, y así fue como nos metimos en el bosque cargando con toda la carga robada. Avanzamos por el bosque, y algunos de nosotros tuvimos mucho miedo, mientras caminábamos, hasta que el hombre que cerraba la marcha gritó, y cuando miramos hacia atrás ya no estaba, y tampoco la senda que seguíamos, pues la arboleda se había hecho espesa. No se gastó demasiado tiempo en buscar al hombre, pues todos estaban asustados, y seguimos avanzando, hasta que llegamos a un claro, al lado del río.


Allí nos esperaban varios hombres con uno  que parecía ser el lider y algunas balsas en el río. Los hombres le contaron lo del desaparecido, pero él no le dio importancia y pidió que le explicaran como había ido el robo, y por qué estaba yo allí. El líder que nos esperaba en el claro se llevó al cabecilla del asalto a dialogar, y parecían muy enfadados el uno con el otro. Finalmente el líder golpeó con un puñetazo al otro noqueandolo. Hubo uno que saltó en defensa del herido, pero el resto se le echó encima, y los apresaron a los dos atándolos espalda con espalda.


En ese momento yo estaba muy asustado, pero al mirar hacia atrás vi que había una pequeña senda a través del bosque, cerca del río, y como nadie me hacía ningún caso, creyendo que no tendría a donde ir, salí corriendo por el sendero. Cuando miré hacia trás ya solo veía árboles, y no paré de correr hasta salir del bosque, y encontrarme en ese lugar donde sentí mucho frío, y no recuerdo más hasta despertarme aquí.

Cargando editor
03/11/2009, 13:32
Adrahil

Rasqué la barbilla pensativo mientras escuchaba las palabras del mediano.

Nos enviaron en tu búsqueda... y eso hemos hecho pero, me preocupa el tema de los bandidos —dije mirando al resto de mis compañeros—, se que eso no es nuestra empresa, pero me considero suficientemente afín a las gentes de Bree como para intentar devolverles lo que es suyo, ¿qué pensáis amigos?

Devolví la mirada al mediano.

La cuestión es qué hacer contigo. Mi principal objetivo es llevarte sano y salvo a Bree y me temo que eso será lo primero que haré pero, quizá puedas sernos de ayuda. ¿No hay nada más que puedas recordar de tu encuentro con los bandidos? ¿Sabes donde se esconden o qué planes tienen?

Cargando editor
03/11/2009, 15:24
Tom Bombadil

-Lo cierto amigos míos es que tenéis que tomar una decisión, porque el destino os depara algo más que bandidos en vuestro camino, sin duda. Habéis de saber, que mientras vosotros estáis en expedición tras los bandidos, hay sucesos en Bree nada habituales. Unos mercaderes han visto una partida de orcos, un pequeño ejército, y los ánimos no están tranquilos, no.

 

El anciano habla con media sonrisa, como quien habla sobre el tiempo, y Hal al escucharlo se escandaliza.

Cargando editor
03/11/2009, 15:31
Hal Meneldir

-Orco, ¿en Bree? Cielos, hemos de volver en seguida.

Dice el guardia sofocado.

Cargando editor
03/11/2009, 15:32
Tom Bombadil

-Tranquilo, Hal, hijo de Meneldir, no he dicho que estén en Bree, tan solo cerca, y no creo que tu aldea sea su objetivo, aunque con esos orcos nunca se sabe. En cualquier caso, ante vosotros, amigos míos, se abren tres caminos, uno es muy sencillo, y es devolver al hobbit a Bree y marchar cada uno a vivir su vida. El otro es más complicado, aunque no para vosotros, y es ir a por los bandidos, derrotarlos y entregar la carga a los hobbits, para que puedan ganar más dinero y poder engordar más. Pero el tercer camino... es más complicado, y si vais tras la pista de los orcos entraréis en él y os llevará a lugares de gran belleza, y a situaciones de gran desesperación.

Sin duda un extraño grupo para tal destino, un montaraz del norte, con unas aptitudes que todavía ni conoce. Un elfo de lorien, guardia de Galadriel y sin embargo tan inexperto en el mundo de los Hombres. Un hobbit extraño entre los suyos, criado fuera de la comarca. Otro hobbit también extraño, pero por su carácter aventurero que nada encaja. Un eorlinga buscando y encontrando su destino. El gondoriano aventurero, que nada tiene que perder. Un juglar que cantando encontrará su lugar. Un herrero hijo de Tebur que desde Tumunzahar llega para ampliar su visión del mundo.

No hay duda de que el destino es simpático, dol.

 

Concluye con una sonrisa amplia.

Cargando editor
03/11/2009, 16:18
Jabien

Jabien escucha embelesado con la mirada en la bella baya de oro toda la conversación entre Tom, Adrahil y el joven hobbit. Nunca jamás había visto algo de tal belleza, digno de componerse odas y cantares. ¿Y si alguien lo ha hecho ya?,el bardo intenta hacer memoria .....

Sin embargo en ese momento le llama la atención la frase del hobbit ...

- Quizás me equivoque y mis compañeros me reprendan por darte falsas esperanzas amigo hobbit - digo mirando al joven Sacovilla - pero creo que tú padre fue el que nos contrató para rescatarte ...  no murió en el asalto.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Conocimiento de Bardo (Baya de Oro)
Resultado: 20(+4)=24

Cargando editor
03/11/2009, 16:27
Adrahil

Enarqué las cejas ante el comentario de Jabien.

No te equivocas, maese Jabien. Es muy cierto que Bontobo Sacovilla fue quien habló de tu problema al senescal de Bree que nos instó la ayuda. Confio en que sea tu padre y te equivoques en tu juicio, joven Sacovilla —dije esbozando una ligera sonrisa.

Pronto volví a mis pensamientos. Reflexionaba sobre las palabras de Tom Bombadil.

Amigo Tom Bombadil, me gustaría pedirte un último favor. Se que has hecho mucho por mi, no en vano te debo la vida, pero me gustaría contar con tu ayuda para cruzar el bosque rápido. Sea cual sea nuestra alternativa cruzar el bosque con premura es vital —dije reverenciando al buen hombre.

Amigos, ¿cuál es vuestro objeto? Si alguien viene conmigo mi opción será la de investigar la extraña aparición de los orcos. Hal volverá a Bree y con él el joven Sacovilla, avisará así de nuestro objetivo y alertará al pueblo de Bree. ¿Qué opinión tenéis?

Cargando editor
03/11/2009, 16:35
Jabien

Jabien no compartía el entusiasmo que desprendía Adrahil en cada palabra, sin embargo había algo en la voz del montaraz que parecía como si nos invitase a acompañarlo a una fiesta. Era como si dijese "No os preocupéis, todo será fácil y sino estará Adrahil aquí para protegeros".

Muy a su pesar a Jabien le convenció. Pronto había olvidado el bardo los árboles agresivos, los bandidos y sobre todo el tumulario. Y el entusiasmo y la adrenalina de Adrahil le contagiaron.

- Yo iré con vos, Adrahil, no puedo permitir que os vayáis por ahí solo sin que halla nadie que recuerde vuestras gestas - añadíó jovial Jabien.

Cargando editor
04/11/2009, 00:14
Gregori

Gregori se priva durante unos pocos segundos de su estupendo apetito para quedarse mirando el techo con aire pensativo.

-Mi zeñó Bombadil, zi uzté me pedmite edpezadme, quizieda decidle que ez uté, zeñó, uno de loz máz ganded ceñodez que he tenido el placé de ve, y bindo podque zu caza se llene de felicidá y viva con edplendó po muchoz añoz -Gregori acompaña sus palabras alzando su vaso-. Entiendo competamente que, habiendo udté cumplido a la pefección zu papel como anfitión, agadezco zu dedicación po dadnoz el mejod deztino pozible y el mejó dezayuno que he pobado en miz muchoz añoz de vida. Tantoz ya que ni loz puedo contá. Zu mujé ez la mujé ma guapa que he podido ve con eztoz ojoz, y pedmitame decidle que me apena ve como una dama de tan gan belleza debe debajaze a pepadá el dezayuno a unoz pobez dezadapazoz como nozotroz -el hobbit asiente, consciente de su humildad- ¿No quee uzté, mi zeñó Bombadil, que zedía una madavillosa idea pivá a zu hedmoza mujé de tadea zemejantez en el futudo? ¿No quee que ella ze lo agadecedía, aunque en zu infinita humildá y bondá nunca ze lo haya pedido o mencionao? Un quiado poddía hacé toda ezaz cozaz, zeñó, popocionando a zu noble familia tiempo pada otoz divetimientoz, y cazualmente aquí ze encuenta uno que ze le ofece de buena voluntá. Ez ciedto que me oddodiza peddeme la glodia de la luchá conta loz odcoz, pedo ezque el ve a una zeñoda tan buena padtiéndoze la ezpalda pod unoz zencilloz hombez, me cuaja el codazón. Po favó zeñó, zi ama a zu mujé tanto como la ama, zabá que digo la vedá.

Cargando editor
05/11/2009, 01:08
Rotengon Bribón

¿Hobbit extraño dice?... Bueno, lo cierto es que un poco sí. No entiendo porque, pero este humano me cae especialmente bien, aunque no lo conozco...

Lo que no se es que hacemos aquí, aparte de descansar, y porque nos suelta todo esta retaila de palabras. Yo solo quiero cobrar la recompensa por encontrar al muchacho en el túmulo...

Mientras divagaba en sus pensamientos, Rotengon no se dió cuenta de lo que realmente hacía. Había hecho algo que en ninguna otra ocasión haría, descolgarse su mochila. Aunque no la soltaba, al menos se la había descolgado. Y no solo eso, se había sentado en una silla, confiado.

¿Acaso algo de ese lugar hacía que algo cambiase dentro de él?. Por lo menos, parecía atento a las palabras de Tom Bombadil, y parecía mostrar confianza por él. Ni siquiera había pensado en llevarse nada de su casa...

No obstante, mientras pensaba, no dejó de mostrar atención a lo que aquel hombre decía. No le interesaba lo más mínimo lo que decía, pero parecía que sus palabras eran atrayentes...

Cargando editor
05/11/2009, 09:13
Narmo

Narmo había vivido con cierto nerviosismo los momentos previos a la llegada a la casa del tal Tom Bombadil, el bosque beligerante y traicionero, el cansancio y los reproches del grupo, la niebla y el fango, y sobre todo el cada vez peor estado de Adrahil habían hecho que el viaje no fuera nada agradable.

En aquellos momentos todo había pasado, estaban desayunando placidamente bajo techo, con recuperadas energias después de haber descansado sin sobresaltos lo que quedaba de noche. La busqueda del hobbit les deparó más sorpresas de las previstas pero allí estaban, el joven Sacovilla se encontraba bien y podía volver junto a su padre, Adrahil se había recuperado de la enfermedad que portaba el dardo y tenía mucho mejor semblante.

En el transcurso de la conversación el extraño anciano que hacía de anfitrión les dió la sorprendente noticio de que un grupo de orcos se hallaba merodeando en la zona con no se sabía que intenciones, esto atrajo la atención de Narmo que escucho verdaderamente interesado todo lo que Tom hubo de decirles y las opiniones de sus compañeros. A partir de aquel momento tenían 3 opciones: volver a Bree con el muchacho, perseguir a los bandidos y devolver la mercancia robada o investigar el asunto de la avanzadilla orca... El elfo no tuvo que ni siquiera pensarlo, al hobbit lo podían llevar Hal y los suyos y los bienes materiales robados no le importaban lo más minimo así que después de ver como Adrahil y Jabien tomaban la misma decisión Narmo hablo...

-Me uniré a vuestro grupo amigo Adrahil- dijo el elfo parco en palabras como correspondía a los de su raza

Cargando editor
05/11/2009, 16:24
Jabien

Jabien sonrió a Narmo un tanto aliviado al ver que se unía al grupo. Quizás se había precipitado un tanto en su decisión, pero el hecho de que el elfo se uniera a ellos era un buen augurio pues ya había demostrado cuan hábil era con el arco.