Partida Rol por web

Bienvenida

Esta escena es tuya para que hagas lo que quieras.

Necesitaré:

Tu historia que irá en esta escena.

Una descripción física para el resto de jugadores que irá en la pestaña de descripción.

Una descripción psicológica que puedes guardarla aquí para que sea secreta o en la pestaña correspondiente.

La Ficha. Con la descripción correspondiente de los trasfondos elegidos.

Quería comentarte que durante estos días, y durante toda la semana que viene, tengo visita en casa, por eso estoy yendo un poco lenta con el tema del personaje. No creo que tenga problema en tener la historia para antes del día 24 como pedías, pero por si acaso quería comentarte esta cuestión.

Aprovecho para dejarte otra duda :p

Quería hacer que antes de mudarse a Inglaterra, en su Escocia natal, a parte de ser ama de casa mi personaje se dedicara a sacar un dinero con trabajos de costura. He incluido Costura dentro de Pericias como Artesanía, ¿Estaría bien así?

Gracias ^^

Todo perfecto ^__^

No hay problema si te retrasas siempre que sepa que quieres seguir. Disfruta las visitas y ánimo que, aun queridas, agotan.

Ayer se fue ya mi visita y como dijiste que te retrasarías con el inicio he aprovechado hoy para poner al día algunas partidas y mañana me pondré a tope ya con Meribeth ^^

Mientras tanto he ido buscando algunas imágenes, no veas lo que me ha costado encontrar niños de la época xD Pero creo que al final he dado con ellos ^^

Gracias por mantenerme informada ^__^

En cuanto hayas podido descansar de las visitas y tengas la historia, empezaremos.

A ver esas imágenes !!

En cuanto suba las imágenes te aviso ^^

Ya tengo la historia. Le meteré algunas fotos, pero te la voy dejando por aquí para que puedas leerla y ver si tengo que cambiar algo.
 

HISTORIA

La familia Craig se formó en la ciudad de Stirling, donde Carlton y Martha contrajeron matrimonio llenos de muchos sueños que deseaban cumplir juntos. Eran una joven pareja de enamorados, muy trabajadores, cuya mayor ilusión era poder formar su propia familia; y tras contraer matrimonio en seguida se dedicaron a buscar a su primogénito. Sin embargo, el deseado embarazo nunca llegaba.

El paso del tiempo les llevó a consultar a todo tipo de especialistas, a viajar al país vecino, incluso terminaron visitando a algunas ancianas que decían poder ayudar en cuestiones de ese tipo; pero nada resultada. La vida parecía negarles aquel sueño, o Dios, como Martha pensaba; hasta que un día las cosas dieron un inesperado giro. No, el Señor no plantó en tu vientre la semilla que esperaba terminara floreciendo en su seno, pero sí lo hizo en el de su hermana. Mucho más joven y sin un marido, era impensable que pudiera hacerse cargo de un bebé, además de que algo como aquello la marcaría de por vida.

Así, los padres de Martha y su propia hermana estuvieron de acuerdo en que fuera ella quien criara a la pequeña, pues se trató de una niña; y así fue como la familia Craig se sintió al fin al completo. La pequeña fue llamada Meribeth y creció en un hogar humilde, donde a veces carecía de algunas cosas, pero nunca de amor; pues el que le profesaban sus padres era inmenso.

La niña fue convirtiéndose en mujer, aprendiendo todo lo necesario para ser una excelente ama de casa el día de mañana. Despierta, trabajadora y risueña, no tardó en tener algunos pretendientes al alcanzar edad casadera. A menudo deseaba contraer nupcias, para así poder salir de su casa y no suponer una carga para sus padres. Los adoraba, pero estos comenzaban a ser ya mayores, y no quería que trabajasen tanto. Ella ayudaba en el hogar con algunos trabajos de costura que realizaba para algunos vecinos, pero aquello no les alcanzaba para mucho más.

Finalmente, Meribeth conoció a un hombre del que pensó que podría llegarse a enamorar. Trabajaba en los muelles de Stirling, y a veces pasaba temporadas en alta mar, con lo que hasta el momento no se había planteado siquiera contraer matrimonio; pero el hombre había comenzado a alcanzar la madurez, y vio que había llegado su momento. También era de familia humilde, mucho más humilde que la de otros pretendientes que había tenido, pero Meribeth en seguida se sintió atraída por su conversación y su amabilidad, aunque a veces el hombre resultaba ser algo tosco. Se conocieron porque él le llevó unos pantalones para que se los arreglara, y desde entonces cada semana le llevaba una nueva prenda que, como Meribeth se percató de inmediato, el hombre rompía intencionalmente para ir a verla. Semanas después, Andrew, que así era como se llamaba, pidió autorización al padre de Meribeth para salir con ella; y así comenzaron un breve noviazgo que terminó en una modesta pero bonita boda.

Meribeth se trasladó a casa de Andrew, siendo ya la señora McAllister, y no tardó en quedarse en cinta. Su primer hijo se llamó Evan, y cuatro años después llegó Annabella, en quienes sus padres volcaban todos sus esfuerzos. Aun así, estos no parecían ser suficientes. Meribeth se dedicaba al hogar, pero cada vez invertía más tiempo a la costura. Ahora era mucho más diestra, y necesitaban el dinero, así que terminó incluso realizando varios trajes por encargo; si bien esto no era del todo del agrado de su marido. Sin embargo, tal y como iban las cosas en el muelle, Andrew se veía en la obligación de ceder y que su mujer también aportara dinero al hogar. Su economía iba a peor y estalló la guerra. Sus familiares no tenían forma de ayudarles. La familia de Andrew apenas se conseguía mantener a sí misma, y los padres de Meribeth habían muerto víctimas de la neumonía algunos años atrás, mientras que su hermana no disponía tampoco de grandes recursos.

En aquella tesitura, con la economía ya no sólo de su familia, sino del país en detrimento, y con dos hijos pequeños; llegó la oferta del Gobierno Británico. Esta animaba a los hombres escoceses a unirse a las Fuerzas Armadas Británicas, a cambio de la promesa de conceder a sus familias un sueldo de por vida si caían en combate o resultaban quedar discapacitados. Meribeth se opuso a aquello desde el principio, pero Andrew pensaba de forma muy diferente, y en contra de la opinión de su mujer aceptó aquella propuesta; trasladándose todos a Inglaterra.

Al menos Meribeth sí logró algo, y es que su marido le permitiera incorporarse al mundo laboral durante su ausencia. Este no estaba muy convencido de ello, pero no quería que nada le faltara a sus pequeños, así que accedió a que se trasladaran a Sheffield, una ciudad que destacaba por su industria y a donde se habían trasladado muchos extranjeros e ingleses por la necesidad de mano de obra.

Andrew pronto partió, sin saber que aquella sería la última vez que vería a su familia, aunque era algo que intuía. Meribeth se sintió perdida sin él, sin encontrar fuerzas en un principio para salir de aquella habitación que había arrendado en casa de una señora mayor, pero finalmente tuvo que sobreponerse y salir al mundo exterior para luchar por sus hijos, el motor de su vida.

No tardó en encontrar un puesto en una fábrica de armas de la ciudad. No era un trabajo cómodo ni limpio, requería mucha destreza y atención, pero pronto se hizo a él; y es que ante todo era una luchadora. No habría máquina ni engranaje que no fueran a permitirle sacar a sus hijos adelante. Sin embargo, comenzó a darse cuenta de que las condiciones en las que ella trabajaba no eran las mismas que las de los hombres, o incluso que las de algunas mujeres. Al comenzar a relacionarse con otras mujeres de la ciudad, se dio cuenta también de que las condiciones laborales no sólo eran desiguales dentro de su empresa, sino que parecía una situación generalizada, y no terminaba de comprender por qué. Aquello no era algo nuevo, pero sí lo era para Meribeth, quien había dedicado gran parte de su vida a atender su hogar.

En un principio tragó con todo aquello, no le quedaba otra, pero un día descubrió que había quien trataba de mejorar las cosas en la fábrica. Se interesó por aquello, pero no demasiado, hasta que se dio cuenta de que la cosa iba mucho más allá de las horas de trabajo o el salario, y es que las medidas de seguridad también dejaban mucho que desear. Comenzó así a informarse de lo que se pretendía a hacer en pos de mejorar las condiciones de los trabajadores y sobre todo de las mujeres trabajadoras. Empezó a acudir a algunas reuniones y a participar en actividades organizadas por el sindicato. Lograron algunas mejores en la fábrica y eso le animó aún más a continuar con aquella lucha, pero justo cuando se disponía a intervenir a nivel local le llegó la noticia del fallecimiento de Andrew.

Aquello la dejó devastada, aunque lo hizo aún más el hecho de tener que comunicárselo a sus hijos. Lamentó no poder pasar más tiempo con ellos a pesar de la terrible noticia que estos habían recibido, teniendo que volver a dejarlos con la señora Dunn otra vez al día siguiente. Su casera se había convertido en una amiga con el tiempo, y a menudo cuidaba de sus hijos cuando ella estaba ocupada. Meribeth continuó acudiendo al trabajo, pero dejó a un lado sus otras actividades y cualquier otra cosa que no fuera estar con sus hijos. Así, permaneció un tiempo alejada del activismo, hasta que un día la visitó en su casa Clint Wallace. Este no era precisamente un hombre de clase baja, sino más bien de media-alta, sin embargo, su educación y valores le habían llevado a liderar un sindicato; y se encontraba en aquellos momentos apoyando un movimiento liberal por los derechos de las mujeres. Dijo a Meribeth haberla visto participar en algunas reuniones, y estaba interesado en que se uniera a la causa de sus compañeras. Meribeth rechazó la propuesta en un principio, alegando tener mucho que hacer como madre, pero aquel hombre terminó convenciéndola; haciéndole ver que precisamente por sus hijos debía ayudarles a hacer de ese un mundo mejor.

De aquel modo, Meribeth fue retomando lo que antaño se había convertido en su vida normal, aunque esta fue evolucionando; pues la mujer se implicó tanto en la lucha de los derechos por las mujeres que acabó resultando un rostro conocido entre las activistas de Sheffield. Aquella Meribeth parecía tener ya poco que ver con aquella que hacía ya años había contraído matrimonio con Andrew en Stirling; sin embargo, su vida aún tenía un giro inesperado más que dar.

Historia leída, no hay que cambiar nada.

No he podido ver la ficha todavía porqué estoy en el móvil. En cuanto pueda te inicio partida.

^__^

Te he dejado las fotos de los pnjs en la pestaña de notas. Haré una descripción sobre ellos, pero hoy se me ha hecho ya algo tarde, a ver si mañana puedo.

De todas maneras si necesitas algún dato para iniciar la partida puedo ir adelantándotelo ^^

Edito:

Ya he subido la descripción física y psicológica a la pestaña correspondiente. No sé si la descripción psicológica es suficiente así o necesitas algo más, ya me dirás ^^

Además de eso, he subido la historia con alguna foto en la pestaña de Notas y he agregado las descripciones de los pnjs. Al final la casera es algo más joven de lo que la pensé en un principio, así que he editado en la historia que se trata de una señora mayor, y he puesto que es más mayor que Meribeth; que al final sólo tendrá 50 años.

Creo que está todo, ya me dirás si es así o tengo que cambiar algo. ¡Gracias! :)

Perfectas las descripciones, gracias.

Esperaba las imágenes de los hijos para empezar pues quería hacerlos aparecer. Entiendo por lo que dices que ya estás disponible así que esta noche te escribiré.

Disculpa que haya tardado en responder pero los jueves no me dejan existir.

No te preocupes. Y sí, yo estoy disponible, así que cuando puedas empezamos ^^

¿Cómo haces con el ritmo? ¿Tienes algún día fijo de posteo o algo así?

Por ahora todavía me estoy ajustando, creando pnjs y terminando de revisaros, por lo que estoy un poco caotica de ritmo pero en dos semanas máximo fijaré días.

Oki, sin problema, sólo era por saber ^^

Quería comentarte que la semana que viene me ausentaré del día 9 al 12, ambos incluidos.

Espero que esto no cause ningún inconveniente. Gracias.

Ningún problema ^__^ disfruta.

Llegué ayer por la noche y no sé si me dará tiempo a postear hoy, pero mañana lo hago seguro ^^

No te preocupes, ¡descansa!

"— ¿No tienes trabajo a esa hora? ¿Te pueden sustituir?"

Imagino que al decir esto es que trabajo a esa hora, ¿No? Es que no había caído en ello, y como tampoco se definieron horarios... XD Entiendo que trabajo desde la mañana hasta entrada la tarde, ¿No?

Me he guiado por lo habitual pero puedes decir que no, que tu horario es X y ya lo establecemos ahí. Lo que quieras -por más que ella se comporte como tal, la señora Dunn tampoco es tu madre para controlar dónde estás cada hora de tu día-.

Oki. Por mi está bien, que el horario sea el habitual salvo excepciones y listo.

Gracias, y espero que te encuentres mejor ya ^^

He estado medio pocha el finde y voy algo atrasada con los posts. Mañana escribo sin falta, sorry. Espero llegar para la actualización :(