Partida Rol por web

Sara se mordió el labio cuando Eva le pidió que no se metiera si intentaban despedirla por la noche. Bajó la mirada, rehuyendo la de su amiga. No podía prometerle eso, no pensaba quedarse de brazos cruzados si alguien intentaba joderla. Así que prefirió no decirle nada y respiró aliviada cuando ella misma cambió de tema.

- Joder tía, úsalo contigo. No sé, sabemos que es la puta Saray la que está con los del Dia y es posible, que al ver lo que has hecho con la Sholi y la Lourdes se sienta amenazada. Debe saber que eres una rival dura y seguro que quiere joderte - . 

Se quedó un momento pensativa. Empezaba a ser tarde y no tardarían en echarse a dormir, y de nuevo, a la mañana siguiente, todo volvería a empezar. Un escalofrío recorrió su espalda y se encogió ligeramente, no soportaba la idea de perder a la Eva, en esos pocos días había descubierto que era lo más parecido a una hermana. Y aunque nunca había tenido ninguna, siempre lo había deseado.

Suspiró y se subió a unas cajas. Se sentó apoyando la espalda en la pared y continuó jugando con el chupa chups dentro de su boca. Tras unos minutos de silencio, volvió de nuevo su mirada hacia la Eva.

- Tía, al Mauri ya no le diré que vaya al baño para hablar. Por cierto, está un poco borde, ¿te parece que le diga que tú y yo estamos juntas en esto? parece que el tío está colado por ti - . Se sacó el chupa chups de la boca y le sacó la lengua. - Pues eso, ¿en quién podemos confiar? ¿Me llevo a la Aicha? - 

No pude evitar sonrojarme un poco cuando dijo eso de Mauricio y me sentí avergonzada ante la idea de que fuera verdad. Evidentemente no era así, pero si por un momento fuera cierto me sentiría fatal. Mauricio tenía mujer e hijos.

- Dile que estamos juntas. - Aprobé encantada. - Incluso si quieres que las llaves os las di yo para que os llevarais bien. - Añadí, un poco insegura sobre esa última parte. - Pero del Lidl no le digas nada, ¿eh?

- Si quieres llévate a Aicha, pero no te fíes mucho de lo que te diga. Puede ser verdad que rebusca en las cosas de otros para averiguar si son o no infiltrados, pero creo que en realidad los apoya. Sólo tienes que pensar en lo poco que no ha hecho nada para delatarlos hasta ahora, ni tampoco ha defendido a ningún inocente acusado cuando ella tendría que saber cosas de ellos. Además, mira sus votos hasta ahora: Manuel, en blanco y Paquito. Aunque tampoco se me ocurre qué pueden haberle ofrecido los del Dia.

- Tranqui, tía, no le diré nada del lidl. Aunque si seguimos adelante tarde o temprano tendremos que decírselo - 

Sara arrugó suavemente el ceño al escuchar lo que Eva dijo sobre Aicha.

- La verdad es que siento como si no la conociera. Joder, sé que tienes razón, pero tampoco he visto que haya hecho nada por ayudar a los del Dia - . Se encogió de hombros y volvió a meterse el chupa chups en la boca, dándole varias vueltas y dejando que el sabor a fresa se extendiera por todo su paladar.

Cuando a la mañana siguiente me reuní con Sara estaba temblando de frío y nervios.

- Tía... - Empecé mientras me abrazaba a mí misma. - Han venido a por mí como te había dicho. Fui a hablar con el Bulldog antes de irme a dormir y le puse esta carita, - Expliqué antes de que mi expresión se transformarse. En mi cara podía verse ahora todo el trabajo de clases y clases de Arte Dramático aprendiendo a respirar como un gato, a sentir como una perdiz, a mirar como un corderito. Todo el trabajo de gesto, cuerpo y alma puesto en unos ojos llenos de pena, lástima y congoja. Es verdad que me quedaba un poco bizca al hacerlo, pero el Bulldog eso no lo había notado o, si lo había hecho, seguro que se había sentido identificado con ello. - así que me dio la llave de los vestuarios para dormir allí. Ahora vengo de devolvérsela. Habían dejado una orden de despido con mi nombre.

- Ha estado cerca. - Afirmé después. - Pero mira, antes de venirme ya que estaba allí le he dado una cosita además de la llave.

Un escalofrío recorrió la espalda de Sara cuando Eva le dijo que habían ido a por ella. Apretó con fuerza los puños y los dientes, pero se contuvo por lo siguiente que dijo, ya que su primera intención había sido la de salir a partirle la cara a la Saray.

La noticia que acababa de darle, junto a lo que había ocurrido hacía un momento en el súper, hicieron que una sonrisa aleteara en los labios de Sara. 

- Tía, joder, ha estado de puta madre. Menuda cara se les ha quedado a esos vejestorios. Jajajajajajaja, hostia puta - . Dijo mientras negaba con la cabeza. Pero el pensamiento de que habían ido a por ella regresó de improviso y la carcajada fue interrumpida por un leve gruñido.

- La Saray se va a cagar. Ahora mismo voy a decir que el Iker me dijo que ella era la infiltrada. Hija de puta - Volvía a tener ganas de partirle la cara. Miró a la Eva, como pidiéndole permiso para liarla en el otro lado. Con ella no jugaba nadie y la Saray se iba a cagar.

Cuando Sara rió después de comentar lo de los viejos reí con ella, contenta de que las cosas salieran bien. Y me sentí aún mejor cuando ella dijo lo de Saray, sintiéndome apoyada. Sin decir nada no pude evitar emocionarme un poco y acercarme a abrazarla. Joder, si hubiera sabido lo que era tener amigos quizá lo habría intentado más antes de esto.

Pero un momento después, cuando Aicha habló más de lo que había hecho en días al otro lado, mi boca se apretó en una línea fina.

- Ahí lo tienes. - Aseguré. - Está mintiendo para defender a una infiltrada. Y por cierto, cada vez sospecho más de la Asun, pero ya te lo explicaré luego.

- Tía, al final no me he metido en el baño con ella. Iba a decírselo, pero tras haber visto como mentía tan descaradamente, no sé... - Sara arrugó la nariz al hablar de la Aicha. No le había molado nada su actitud, aunque si lo pensaba bien, ella hacía lo mismo, estaba protegiendo a la Eva, que trabajaba para el lidl. Pero no es lo mismo, la Eva es la puta hostia. Se dijo, volviendo a mirarla y sonriéndole. 

- Me esperaré a la noche, a ver qué pasa - 

- Genial. - Afirmé, asintiendo con la cabeza. Me encontraba bastante enfadada, pero no iba a pagarlo con Sara. La forma de Aicha de recurrir a nuestra amistad cuando nos la estaba jugando me había dolido.

- Shakiro se ha unido a nosotros, pero no porque Paquito le haya ofrecido un contrato. - Le dije entonces, informándola. - Molaría que no cayera en estas votaciones, tía. Tiene que ofrecerte el tuyo.

Podía verse a leguas que estaba molesta. Había cosas que me costaba digerir. Normalmente me habría ido a algún sitio a estar sola, pero esto era lo más parecido que tenía a intimidad. Y joder, a Sara tampoco quería esconderle nada.

- ¿El Shakiro? - Los ojos de Sara se habían abierto como platos. Creía que en el lidl tendrían más criterio para contratar a la peña, pero parecía ser que no. De repente empezó a reírse, imaginándose al Shakiro buscando sus focos y arrodillándose en el suelo mientras empezaba a hablar en aquel idioma que no había quién lo entendiera.

- Jajajajajaja.... Hostia puta - . Se secó las lagrimillas que le habían salido por el borde de los ojos y tuvo que hacer un gran esfuerzo para volver a ponerse seria. 

- Joder tía, el Manu no se entera de una mierda. Es gilipollas el pobre - .

No pude evitar contagiarme de la risa de Sara, y la acompañé dejando que unas cálidas carcajadas abandonaran mi garganta. Era genial tener este sitio donde respirar tranquilas. Y cuando más respirásemos, más tranquilas estaríamos.

- Ni Manu, ni casi nadie. - Afirmé. - Parece mentira. No sé si es que no prestan atención o qué, pero es un poco una mierda.

Luego mi mirada buscó el suelo tras las últimas palabras de Aicha. - Se está volviendo a colar. - Le dije a Sara. - Tú me dijiste lo de Saray en la segunda noche, así que ya era infiltrada.

- ¿En la segunda noche? - 

Sara tenía ya un lío mental de los días que llevaban allí encerrados. Se quedó un momento pensativa, intentando recordar cuando había sido que Iker le había contado lo de la pokémon. A ver, si no contamos el primer día, hoy ya es el cuarto. Joder, cuatro días ya, me cago en la puta, y Raúl todavía no se ha puesto en contacto conmigo. Al volver a pensar en su novio, se formó una mueca en sus labios. Mierda, se me va la pinza. Al Iker lo votaron ayer, que era el tercero, pero lo acusaron la noche anterior y yo ya sabía... 

- Hostia puta, tienes razón. Fue la segunda noche - . Los ojos de Sara se abrieron como platos. Estaba claro, la Aicha ocultaba algo y quería hacerles creer que... Y nosotros también, joder. Esto se ha convertido en un maldito juego de supervivencia. - No podemos ponerla en evidencia - . Entrelazó su mirada con la de Eva. - Si digo que ya lo sabía la segunda noche, se darán cuenta que cuando dije que no sabía nada de lo del Iker estaba mintiendo - . 

Me mordí el labio cuando Sara me respondió, insegura. Por un lado no me gustaba que Aicha se saliera con la suya, pero por otro que Sara quedara en evidencia me disgustaba más todavía. Era difícil saber qué hacer en esta situación.

- Como quieras. - Admití finalmente con un suspiro. Tampoco creía que se fijasen demasiado en lo de Sara a estas alturas tal y como estaban las cosas, pero yo no iba a empujarla a correr riesgos.

- Aunque hay otra opción. - Enuncié entonces, mirando a los ojos a mi amiga tal y como ella hacía conmigo. - Si hablas con Manu en privado pueden votarla los de fuera para echarla. - Propuse. - Iker no te dijo nada de Aicha, así que lo mismo él no sabía que era una infiltrada. Con un poco de suerte le votarán hasta los del Dia creyendo que es inocente.

- El Manu está muy cabezota y  muy misterioso. Pero tienes razón, tengo que intentar convencerle de lo que estamos hablando. Total, él es el que se comunica con los de fuera - . Se mordió el labio y miró el reloj. El tiempo corría y no tenían mucho tiempo. - Joder, voy corriendo al baño y le hago una señal. Espero que la pille - . Le dijo, guiñándole un ojo y se dirigió hacia la puerta del almacén.

- En cuanto sepa algo te digo. Y a ver si consigo sonsacarle toda esa mierda de misterio -.

Asentí a las palabras de mi amiga, quedándome durante un rato a solas. Sin embargo no tardé en salir junto a los demás. Entre que quería enterarme de lo que decían y que mi estómago pedía al menos una alimentación básica no iba a quedarme aquí mucho tiempo.

Cuando volví a reunirme con Sara lo hice asombrada del morro que tenía Saray. Y como no había mejores palabras para comentar mis pensamientos, así se lo hice saber a mi compañera de almacén.

- Joder, tía, qué puto morro tiene la Saray. - Afirmé. - Pero bueno, ahora la cosa sería conseguir que cayera en las votaciones de dentro. - Dije antes de mirar unos instantes al techo mientras movía los dedos, contando. - No debería ser muy difícil. Somos once y entre nosotras, Mauricio, Shakiro y Paquito ya somos cinco. Seis con Manuel.

- Sí, creo que caerá en estas votaciones - Sara miró a su amiga y asintió con un suave gesto de cabeza. Ya le había dicho al Manuel que la votara y que echaran a la Aicha. Aunque aquello había ido demasiado rápido y dudaba que ella hubiera tenido algo que ver. 

- Pero ha vuelto la Asun - . Sus labios se torcieron en una mueca. Si era verdad que podía vigilar por las noches, Eva volvía a estar en peligro. - Hay que ir con ojo con ella y la con la Justi - 

- Tía, el Mauri me pregunta que de dónde coño sacas tantas hojas. ¿Te importa que le diga que se las copias a él? - Sara se rió al imaginarse la cara del Mauri cuando se lo dijera. - No le he contado nada del lidl. Cree que somos inocentes. Aunque imagino que tarde o temprano tendremos que decírselo - . 

Me había quedado un poco helada al saber que los de fuera conspiraban de esa manera para sacarme de aquí. No me jodía que me echaran eso era lo de menos. Si yo en realidad ni siquiera necesitaba el trabajo e iba a estar demasiado ocupada rodando el remake de Regreso al Futuro por lo menos. Lo que me fastidiaba era saber que si yo me iba Sara intentaría seguirme.

- Ya le dije que se las había copiado a él el día que el Bulldog se dejó lo de escribir notas. - Expliqué. - Dile que las primeras las usé gracias a eso, y que las otras fue gracias a que Lourdes me dio ánimos.

- Lo del Lidl... - Empecé luego. - Bueno, no le cuentes nada todavía, que ahora estamos sólo Shakiro y yo, y él no me cae tan bien como Paquito. Así que lo mismo es mejor lo de pasar de todos y acabar él, tú y yo nada más. Más que nada porque no sé si voy a conseguir que Shakiro os contrate a los dos como hacía Paquito: está súper callado y no responde cuando le hablo.

Sara había asentido con la cabeza cuando Eva propuso que lo mejor era acabar ellos tres. 

- Sí, tía, el Shakiro no me cae nada bien - . Se encogió suavemente de hombros. - Sería una pasada que acabáramos los tres juntos y que les dieran por culo al resto - . Aquellas palabras hicieron que pensara en algo que había estado rondando su cabeza. - Oye tía, si los de fuera consiguen echarte, no pienso quedarme con los brazos cruzados. Tía, eres mi colega y no me mola nada lo que están haciendo. Pero, si al final te echan, ¿tienes la puta hoja para volver? - Le preguntó, recordando lo que habían hablado.

Me sentía nerviosa desde que estaba claro que muchos fuera querían echarme. Aquello no sólo era malo, era terrible. Y cuando Sara sacó el tema me mordí el labio, inquieta.

- Sí, por ahora la tengo. - Afirmé. - Pero no quiero que tú o Mauricio pringuéis* para intentar salvarme el culo. Estaba pensando... ¿Y si la uso ahora para readmitir a Paquito o al Seta? Si los de fuera concentran en ellos la votación es probable que me libre.

- Le he preguntado al Mauri y todavía tiene las hojas. Y el Manu les ha dicho a los de fuera que la Saray quiere que la elijan a ella - . Sara se encogió de hombros. Se imaginaba que aquello era una tontería, pero al menos el tío lo estaba intentando. Sin darse cuenta, al pensar en el de mantenimiento, sus mejillas se sonrojaron suavemente. - No creo que sirva de nada, porque parecen estar muy convencidos de ir a por ti - . Se mordió el labio y volvió a entrelazar su mirada con la de su amiga. - Tía, sí, podría funcionar. Aunque no sé, están tan gilipollas... Pero si traes a alguien, mejor al Paquito, al menos nos reiremos un poco - .