Partida Rol por web

Caos en el Mercadona (HLdCN)

Día 0: Una mañana cualquiera (prólogo)

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10/09/2014, 08:09
Despedido - Gai-Tan Kanaka

Kanaka piensa que nunca entenderá a la gente que sale de su pais natal (cada uno del suyo, no todos del mismo, se entiende) sin saber el idioma del sitio al que va y luego no es capaz de entender nada.

Mírame a mí - piensa - aunque no conozca el idioma, entiendo perfectamente lo que me dicen

Por ejemplo, cuando Rigoberto llegó gritando, se detuvo a 3 metros y le apuntó con un spray rociador mientras señalaba la chusta del cigarrillo, Kanaka supo exactamente qué estaba ocurriendo:

Se ve que el olor del tabaco era muy fuerte y se le había quedado impregnado en la ropa, tan fuerte era que el amable señor le ofrecía desodorante desde lejos para no soportar el pestiño.

Kanaka, avispado y concienciado con los no fumadores, le dedicó la mas amable de sus sonrisas cogió la colilla con dos dedos y la lanzó lejos al suelo, ensuciando las brillantes baldosas (para furia de Asunción).

Después avanzo calmado, inofensivo, sonriente y feliz y le dio una amistosa palmada en el hombro a Rigoberto, mientras que con la otra mano aceptaba su regalo y, cogiendo el spray de pimienta desodorante, se roció con bastante entusiasmo debajo de las axilas.

A partir de ese momento todo sucedió muy rápido: Un charmander embravecido comenzó una lucha a muerte contra un flareon debajo de los sobacos de kanaka (para deleite de Saray la Pokemon). Este, incapaz de soportar el ardor, corrió al mostrador de la pescadería apartando de su camino de un empujón la silla de ruedas del hombre-máquina (para ofensa/desgracia de Marcos), echó mano a los hielos del mostrador agarrando de por medio alguno de los calandracos de Ourense (para incredulidad/cabreo de Arsenio) y se los restregó por la sobaquera apaciguando así la furia del dios volcán de pimienta.

Todo ello, amenizado con su Opus 34 para una sola voz: "Grito agónico de dolor y desesperación". (Para terminar de involucrar a todo el Mercadona)

Una vez hubo acabado volvió a su habitual sonrisa de placidez

Notas de juego

Y ahora, si el caos es suficiente para que le dejéis, se irá de escena felizmente.

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10/09/2014, 10:04
Despedido - Iker Artaetxeberria

Miro embobado cómo Miriam nos la cuela doblada y por detrás, pero no consigo articular nada salvo un balbuceo incoherente al comprobar que nos acaba de endorsar todo su curro del día: etiquetado e inventariable.

Cuando desaparece con su carrito por detrás del están pestañeo rápidamente como deshaciéndome del hechizo "boner-power" bajo el que me encontraba y miro a Joel quien niega ligeramente con la cabeza.

Frunzo el ceño ante lo que acaba de ocurrir y, mientras Joel continúa con su discurso, mi mala hostia Norteña se apodera de mi haciendo que el rubor de mis mejillas suba hasta el blanco de mis ojos inyectándolos en sangre.

- Esta se ha pensado que soy tonto - me digo mientras Joel habla de Assassins Effect o algo así.

Alzo el dedo índice hacia mi compañero.

- Un segundo, ahora vuelvo - le digo en medio de la frase.

Y abandono el pasillo al tiempo que me cruzo con las "rubias" que vuelven de su primera fumada matutina. Ni la curvatura convexa de sus traseros distraen ahora mismo mi mirada fija en los cortos pasitos de la china alejándose de la escena del crimen.

Sigo a Miriam hasta el pasillo del papel higiénico y alzo la lista que nos ha dejado como si de una acusación notarial se tratase.

- ¡Miriam espera! - espeto.

ZAS, el poder del boner vuelve a apoderarse de mí. Bajo la lista. ZAS, ZAS, el reciente recuerdo de las "rubias" al cruzarme con ellas invoca un super double boner.

Noto como la sangre se traslada de mis pupilas a otro órgano de mi cuerpo. Me apoyo disimuladamente en los estanes. Vuelvo a balbucear, pero por suerte consigo recomponer un par de palabras.

- Es... Esto... Me refería a que si quieres te ayudamos a hacerlo entre todos. Quiero decir, todos juntos, así acabamos antes - mi voz se vuelve un susurro casi inaudible.

- ¡Mierda de RH! - grito en mi cabeza

Justo entonces se desata la locura y el chino raro que nadie conoce empieza a correr cúal pollo descabezado por todas partes gritando algo incomprensible.

No puedo sino apartar momentáreamente mi mirada de los ojos rasgados de Miriam y volverla hacia el espectáculo que se está montando junto a los puestos de comida "fresca"

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10/09/2014, 10:39
Despedido - Alberto "Seta" Cifuentes

La gente iba a su ritmo. Nadie se pasaba por su sección. Seta se quedó unos segundos sin cambiar de postura, esperando que alguien apareciera. Pero nadie lo hizo, hasta esperaba ver en cualquier momento una planta rodadora que indicara el muermazo en el que estaba.

Así que comenzó a andar por el Mercadona hasta que oyó a su compañero Joel hablar de videojuegos. La verdad es que no tenía ni zorra idea de qué estaba hablando, de asesinos, viajes en el tiempo y finales con colores diferentes. Él era más de juegos deportivos.

-A mí es que me sacan del pro y del FIFA y ya me pierdo- dijo metiéndose en la conversación a pesar de no ser invitado, pero como no tenía nada que hacer y aparentemente el otro reponedor tampoco, se metió sin preguntar- los juegos modernos son mucho gráfico, mucha lucha pero luego sacrifican jugabilidad y argumento para alargar la trama y vender más secuelas sin importarle como sean.

En realidad el propio Alberto no tenía del todo idea de qué hablaba. Él no había jugado en su vida a videojuegos que no fueran de fútbol o baloncesto, sin contar el Mario o el Teris, quien no había jugado a eso. Pero lo había oído en alguna parte, además, ese argumento que él daba valía tanto para los videojuegos de hoy en día como para las películas, las series y los cómics.

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10/09/2014, 13:33
Sara López

Sara fue la última en salir de los baños. Recogió la colilla que había dejado en el suelo y la tiró en una de las tazas de váter. Tras eso, cogió un chicle de fresa del bolsillo y se lo llevó a la boca para disimular el olor a tabaco. El envoltorio acompañó a la colilla y tiró de la cadena. Tuvo que tirar de ella dos veces, ya que la colilla no quería ser engullida por las tuberías. Seguidamente se lavó las manos y salió del baño, cerrando la puerta con llave.

Guardó la llave en uno de sus bolsillos y se encaminó hacia su puesto de trabajo. En ese momento sonó por los altavoces la cantinela del Mercadona y ella se puso a tararearla siguiendo la ya tan conocida melodía.

- Mercadooona... Mercado... - Se detuvo de golpe al oír al chino gritar. Sus ojos se abrieron como platos y, con el chicle que estaba masticando, hizo un globo que a punto estuvo de explotarle en toda la cara.

Caminó en dirección a donde había escuchado el grito y vio al chino poniéndose puñados de hielo en los sobacos. No tragaba al Lejía, pero en ese momento le miró confundida, como si el pudiera explicarle qué era lo que estaba pasando.

- ¿Qué ha pasado? - Preguntó sin dirigirse a nadie en concreto. Y un nuevo globo estalló cerca de su nariz.

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10/09/2014, 14:56
Despedida - Miriam Yuan

Miriam, con su mirada totalmente encañonada en su objetivo, desde la lejanía... el peligroso barrilete caminante… no tarda en divisar otro alarmante sospechoso! - oh oh... - se veía que no había tiempo para selfies entre la profunda paz y equilibrio que desprendían los paquetes de papel higiénico, pero su burbuja de concentración se rompe de un repentino susti-salto cuando escucha a Iker tras de si – AAAAAaaaai holmiga sube al albol!! – berrea encogiendo sus brazos, se voltea y tras verlo entiende que su "bomba de humo" con el teléfono no había funcionado correctamente, pues este le había seguido de igual forma – Ikel…!! SHHHHHH!! ¡¡Estoy tlabajando!! – le dice en un crudo intento de "algo"… pero el simpático reponedor había estado demasiado veloz, y además… le proponía acabar(empezar) el(su) trabajo entre todos – Pero que te ayude Joel! – piensa como primera respuesta, no obstante… la chinita se queda en blanco trabándose por un momento…- Ehh… yo… un, p-pe… - Mielda!!! – hincha sus mofletes y se cruza de brazos – vaaale vale, peeelo… - sonríe estratégicamente - …me debes una...! pol echalos un cable, y todo eso, y tal y cual… – le hace ojitos, a ver si colaba y propiciaba un efecto bucle para días posteriores, al menos que sirviese de algo su resignación intención de ponerse a currar (un poco) en el dia de hoy. Sin olvidarse de su cásual cómplice... el carrito de patatas.

El peligroso barrilete caminante, pues... tendría que esperar, y a sus anchas, caminando peligrosamente a sus anchas... que Kuan kung proteja los productos mas pequeños...

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10/09/2014, 17:00
Despedida - Lourdes Maldonado

Cuando escuchó el discurso antibebé de Justina no pudo evitar sentirse indignada. Que diría Gallardon si la oyera hablando de esa forma?. -Los hijos son un regalo Justina. Negó con la cabeza. Además le recuerdo que sin niños se acaba el chollo de las pensiones y no querrá usted quedarse sin paga verdad?. Una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro de Lourdes. Vaya, vaya a la pescadería, que Arsenio siempre tiene lo mejor de los mares, tan fresco como la sección de congelados. Fue mentar a Asun y aparecer por arte de magia. ¿Tenía un radar antisuciedad? Tal vez era como Mary Poppins, que acudía donde la llevaba el viento, en su caso donde la requerían los gérmenes. Seguía sudando la gota gorda mientras pasaba la fregona. En breves segundos vio a Asun acercándose, preparada para acabar con la suciedad. Le preguntó si había una plaga o algo parecido a lo que ella le contestó: Dentro de poco nos comerán las cucarachas. Mira como está esto de negro. Con el mocho no llego a eliminar la mugre acumulada en los rincones. Esto es cosa de arrodillarse y ponerse a rascar. A la vez que decía esto totalmente convencida de que era lo correcto, -y si no lo era ya estaba allí Asun para solucionar el problema- pasó un dedo por la estantería para comprobar si había polvo. Efectivamente lo había desde hacia unas horas. Todo se había limpiado perfectamente el día anterior pero nunca era suficiente, no cuando las bacterias, virus o critiqueos de las clientas mas maniáticas con la limpieza amenazaban con acabar con el negocio. Las viejas podían ser tacañas y criticonas pero jamás sucias, aunque claro había de todo. No era la primera vez que Lourdes olía una vieja echando peste a bacalao y no precisamente por venir de comprar pescado a Arsenio. Ves? Le dijo enseñándole el dedo a Asun. Esto hay que limpiarlo, luego vienen los clientes y se fijan en todo. Igual que cuando yo voy a casa de otro o vienen a la mía, que me fijo en los rincones, el polvo de los muebles y abro los armarios para ver si lo tienen todo bien ordenado*.

 

Notas de juego

*Me he encontrado con gente así, que abre los armarios del aseo o las habitaciones. True story xD

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10/09/2014, 18:39
Despedido - Joel Llagostera

Iker se fue y Joel volvió a lo suyo demasiado ensimismado en sus pensamientos como para sentirse humillado por cortarle la conversación.

El tipo de las setas pasó y empezó a darle conversación sobre videojuegos. No iba a rechazar algo así, claro.
Así que este también tiene una play... -Pues  no sabes lo que te pierdes, a veces un buen juego es como una buena peli. Si quieres te puedo dejar alguno bueno como el Bioshock Infinite, pero no me lo ralles eh. El final es guapo guapo, aunque es de esos que te deja como -¿What?- ¿Sabes lo que quiero decir? Es como el final de Origen cuando la peonza no se acaba de caer.

De otra cosa no, pero de videojuegos podía hablar a cascoporro. 
 

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10/09/2014, 18:56
Despedido - Arsenio Matas "Lejía"

-¡Marchando una de medio kilo calamares!-exclamó Arsenio al más puro estilo tabernario-Con bien de tentáculos para doña Inés. Que se me agarran los calamares, oiga, de lo frescos que están. Si es que no se quieren ir de aquí, ya ve y mira que le damos facilidades al precio que van. Doscientos gramos, trescientos, trescientos cincuenta, cuatrocientos veinte, quinientoooooos... y cinco. Ya ve, casi, a ojo. Venga, va, los cinco gramitos de más se los pone la casa, que no se diga que no mimamos al cliente.

Envolvió el amasijo de cefalópodos en un trozo de papel y se lo acercó a la clienta con un ligero temblor de manos. Mirando aquellos tentáculos cilíndricos no podía sino pensar en cigarros mojados. Fantaseó un instante con intentar fumarse un calamar en los lavabos antes de limpiarse el sudor de nuevo.

"Joder, mataría por un cigarrico"

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10/09/2014, 19:11
Enrique Muñoz

Los gritos de Gai-Tan atraen muchas miradas en el supermercado y no tardan en escucharse los pasos de Enrique Muñoz, más conocido como el Bulldog, que se acercan rápidamente con ese soniquete que anuncia problemas para el que se cruce en su camino.

En cuanto aparece y veis su expresión la mayoría de empleados miran hacia el suelo, esperando que no les toque a ellos el sermón. La cara del encargado está colorada e iracunda y trae algunas cosas en las manos, con las que gesticula señalando a unos y otros sin demasiado orden ni concierto.

- ¡¿Pero qué coño está pasando aquí?! - Exclama mientras su ceño se frunce. - ¡Panda de vagos! ¡Inútiles! ¡Zarrapastrosos! - Su rostro se pone más granate con cada insulto, hasta que tiene que detenerse para respirar. - ¡¿De dónde ha salido este desorden?! - Señala el suelo delante del puesto de Arsenio, lleno de hielo y de jureles. - ¿Cómo tengo que deciros que esto es un supermercado? ¡No una guardería!

Se calla y os mira respirando fuertemente por la nariz, con los ojillos entrecerrados e inyectados en sangre. Entonces algo parece llamar su atención en la zona de las cajas. - ¡¿Y quién coño ha dejado entrar a ese?! ¡¿Y a ese?! - Grita de nuevo, señalando a Mauricio y a Vladimir. 

Pero sin esperar respuesta continúa con su discurso iracundo. - Dentro de unos días va a venir el jefe a ver qué coño pasa aquí, porque hay más pérdidas que beneficios. ¡Y todos vosotros sois los responsables! - Grita, incluyendo a los clientes en sus palabras. - Pero eso no es todo... No, no lo es. - Aprieta los dientes y levanta un cartel:

- ¿Alguien sabe qué es esto? - Pregunta, girándose para que todos podáis ver lo que enseña. - He recibido un chivatazo. Hay unos malditos infiltrados en el supermercado boicoteando nuestros productos para hundirnos. ¡Cómo si no tuviéramos suficiente con todos los que roban cosas! 

Levanta entonces un paquete de pan rallado sin gluten y os lo enseña, mostrando un pequeño agujerito en una de sus esquinas. - ¡Si hasta han estado echando gluten al pan sin gluten! ¡Y mirad! - Enseña un bote de ketchup marca DIA. - ¡Han metido productos de la competencia entre los nuestros!

Se queda en silencio, mirándoos uno a uno y finalmente saca un pequeño mando de plástico y pulsa un botón que hace que la verja motorizada del supermercado baje por sí misma y las puertas automáticas se bloqueen. - Pero esto no va a quedar así. De aquí no se va nadie hasta que aparezcan esos infiltrados. Del DIA me han dicho que vienen y deben estar aquí ahora mismo. Esos cabrones siempre han envidiado nuestra marca blanca. - Menea la cabeza y empieza a señalar a cada uno de los empleados con el dedo. - Y pienso despedir a uno de vosotros cada día hasta que aparezcan. - Se queda mirando a los clientes. - ¡Y a ustedes les pondré una orden de alejamiento! ¡Tenemos derecho de admisión! ¡Ya está bien de tantos vagos y maleantes, hombre! 

Y es entonces cuando una sonrisa maliciosa empieza a asomar en sus labios, dando aún más miedo que sus gritos. - Pero creo que seréis vosotros los que elegiréis a quién despediremos. Estoy seguro de que sabéis quiénes son y no me lo diréis. Igual que no me decís quién roba los condones todas las semanas, ni quién fuma a escondidas en el baño. - Su sonrisa se vuelve diabólica. - A ver cuánto aguantáis guardando el secreto a esos infiltrados antes de querer echarlos. - Suelta una carcajada y empieza a caminar hacia las oficinas, guardando el mando en su bolsillo y dejándoos ojipláticos tras su discurso.

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10/09/2014, 19:29
Despedido - Gai-Tan Kanaka

Tras la marcha del encargado se hace el silencio. Hasta a mi me ha parecido que algo malo va a ocurrir.

Respiro, recupero mi sonrisa, me acerco al lejía y le digo:

¿Jodó?

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10/09/2014, 19:36
Despedido - Joel Llagostera

Joel miró a través de los estantes tratando de cubrirse para que Muñoz no pudiera fijarse en él.

-Pues lo mismo es el chino ese, que con la tontería fijo que le pagan en el DIA por meter aquí cosas. -comentó a Alberto.

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10/09/2014, 19:51
Despedida - Maricarmen

Estando en mi territorio frigorífico a punto de aprovechar la oferta de actimeles

oigo todo el trasiego de la zona de pescadería. Para una vez que no me paso a recoger las raspas para la sopa para el gato, resulta que hay novedades y gritos.

Activo mi sensor cotilla y radar morboso, y como quien no quiere la cosa, me acerco con mi carrito a ver qué se cuece con tanto ajetreo.

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10/09/2014, 19:54
Despedido - Arsenio Matas "Lejía"

El Lejía, que hasta entonces había contenido la respiración, recupera el aliento sólo para descubrir que el chino ese ("chino de los cojones" cuando vienen mal dadas) ha montado un destrozo de cuidado mientras él estaba distraído con la clienta de los calamares:

-Pero ¿esto qué es? Aquí, el Fu-Man-Chu este, tomándose las libertades que le salen de las pelotas como Pedro por su casa. ¡Si es que vienen con una mano delante y otra detrás a tomarse libertinajes y a traer el "ébolo"! ¿Quieres hielo, ninja? ¡Pues toma granizada de Burgos!-Arsenio, en plena crisis nicotínica, coge un puñado de hielo y lo lanza contra el chino (con poca fortuna, la mayor parte de la andanada se la come la estantería de sopicaldos de detrás)-¡A mí con esas, que estuve en la legión! ¡Que sepas que conozco a los de tu calaña, delincuente, que llevo yo más mili que el cabo Machichaco!

Y mientras la crisis nicotínica alcanza nuevos niveles cromáticos en la tez de Arsenio, los puñados de hielo siguen volando.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Y tan distraído. Me parece que me he perdido esa parte con tanto post...

Kanaka, te tiro hielo. Mierda, fallo todas.

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10/09/2014, 20:50
Eva Sánchez Banderas

Y, de repente, el mundo se volvió loco.

Todo empezó con la amenaza de Rigoberto, que se oyó en todo el supermercado. De inmediato me pregunté qué estaría pasando, pero me dije a mí misma que ya me enteraría después, y no me moví de la caja. Luego se oyó una carrera a lo lejos, alboroto y golpes, y pensé que pronto vendría alguien a contármelo, y me quedé en mi puesto. Y acto seguido empezaron los gritos. Gritos de dolor que parecían venir de la pescadería. Entonces pensé que lo mismo nos estaban robando, y mandé a tomar por culo mi caja, acercándome algunos pasos para observar. Sin embargo lo hice sin perder la salida de vista, para que nadie se marchase con la compra por culpa de mi falta de profesionalidad.

Desde donde me coloqué podía ver la pescadería y mi puesto. Había hielo en el suelo. Y pescado. Y el conocido chino desconocido haciendo cosas raras. Mis ojos se dirigieron a Sara, manteniendo la misma pregunta que ella había formulado en voz alta. Y cuando justo entonces llegó el Bulldog sentí frío y miedo de que se diera cuenta de que me estaba escaqueando. Disimuladamente empecé a dar algunos pasos hacia atrás, esperando que no notase que estaba volviendo a mi puesto.

Sin embargo su discurso, sus insultos y sus gritos parecían dirigirse a trabajadores y clientes por igual, y no parecía dar importancia a que algunos no estuviéramos en nuestros sitios. Quizá él era más comprensivo de lo que pensábamos, y creía normal que con los gritos nos hubiéramos movido.

Entonces, cuando preguntó quién había dejado entrar a Vladimir y Mauricio una punzada de culpa aguijoneó mi pecho, y a punto estuve de adelantarme a dar la cara por ellos. A responderle todo tipo de cosas, como que tenían todo el derecho a estar ahí mientras no hicieran nada malo. Era lo que Klara haría. Si bien era cierto que Vladimir siempre acababa robando algo, y Mauricio espantaba a los clientes. ¿Pero era ese suficiente motivo para echarles?, me pregunté. Bueno, quizá sí. Aunque Klara no diría lo mismo. Busqué a Sara y a Aicha con la mirada mientras pensaba en lo que Klara haría, y me imaginé tirándole huevos e insultos al encargado. Otra vez mi mente se había evadido y estaba dejando de hacer caso a lo que el hombre decía, hasta que levantó el cartel y, al leerlo, tuve que contener una risita. Croissants rellenos de caca, qué bueno. Eso era cosa de Joel, seguro. Sin embargo no iba a chivarme. Era gracioso, y realmente no creía que ningún cliente le diese importancia.

Tampoco me enteré de lo siguiente, pendiente como estaba de la reacción del chico al letrero. Entonces el ruido de las puertas me sobresaltó y me giré, intentando confirmar que efectivamente se estaban cerrando. Miré al encargado sin comprender. ¿Infiltrados del DIA? ¿De qué estaba hablando? No tenía claro si es que me había perdido la explicación o es que se había vuelto loco. En cualquier caso yo no quería quedarme allí más tiempo del necesario. Si no íbamos a estar trabajando bien podíamos marcharnos a casa, o algo. Tenía mucho que hacer.

Me quedé mirando al Bulldog ojiplática cuando se fue hacia las oficinas, sin saber qué pasaba ahora. ¿De verdad esperaba encerrar a los clientes aquí? ¿Y a nosotros? ¿Y qué pasaba con la quedada en casa de Sara de esa tarde? No podía ser que me la perdiera por los desvaríos de ese chalado.

- Eh. - Dije con voz brusca, dirigiéndome a Pascual. Klara habría estado orgullosa de mí. - Nos acaban de llamar de todo. ¿Es que no vas a decir nada? - Le increpé, frustrada y cabreada. Y lo que más me enfadaba no era haberme perdido la mayor parte de cosas que había dicho el encargado, no, sino perder la oportunidad de volver a casa de mi amiga si esto no se arreglaba pronto. Aunque quizá estaba exagerando. Era primera hora de la mañana, teníamos horas antes de salir. Y fue entonces cuando se me ocurrió la otra pregunta. Vista la pasividad de Pascual durante el discurso me dirigí ahora también a Mauricio, que sabía más de estas cosas. - El rato que estemos cerrados nos lo pagan, ¿verdad?

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10/09/2014, 21:42
Fugado - Akinlabi Ndongo

Akinlabi no puede evitar escuchar a Enrique Muñoz vocear como si pretendiese dar un cursillo formativo de atención al cliente a las pescaderas de Soweto, por lo que, desde la puerta, gira la cabeza negativamente y con ademán depreciativo afirma:

- Claro que estás cosas pasar aquí, en mi país la seguridad ser competencia de Gran Guerrero Poderoso, y aquí la seguridad la lleva el tipo ese del uniforme raro que solo le interesa tocar culos de chicas para ver si esconden algo.

¡Estás cosas con Mobutu Seseseko no pasar nunca!

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10/09/2014, 21:48
Despedida - Carmen Gonzalez

Tras despedazar 4 pollos, deja el cuchillo en un lado y se acerca a Damián.

-Tío, nito un cigarro. Me voy a lo baños a veh si encuentro a alguien. -se despide con la mano de Damián y se dirige hacia los lavabos cuando ve pasar al Bulldog.- Contigo quería yo hablar, Enrique- le llama, pero ve como este tiene cara de perro y pasa de largo sin tan siquiera mirarla, así que decide seguirle y cotillear para saber quien se va a llevar la bronca de este.

Cuando ve el cartel, no puede evitar sonreír. ¿Po esa tontería sa enfadao? Si solo falta la o... Ete hombre... Se nota que no tiee a mi hijos... Entonces escucha lo de los infiltrados y de que despedirá cada día a uno. Se queda en silencio hasta que se va y entonces se quedan todos callados. Se da la vuelta a mirar a los demás.

-¡Oye! ¡Yo no pueo pemití que me depidan! ¡¡Tengo muxa bocas que alimenta en casa!! Ya etais cantando los infiltrados. -se cruza de brazos mirando a sus compañeros con mirada desafiante.

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10/09/2014, 22:12
Sara López

El Lejía, como siempre, la había ignorado. Sara estuvo a punto de soltarle algo, pero prefirió encogerse de hombros y darse la vuelta para volver a su puesto de trabajo. Pero se detuvo a medio camino y a punto estuvo de tragarse el chicle cuando vio la cara que traía el Bulldog.

¿Y a éste que bicho le ha picado hoy?

El hombre empezó a gritar mientras gesticulaba de forma exagerada. Sara le escuchó mientras seguía masticando su chicle de fresa. Este tío está fatal, como siga así va a tener un ataque. Vio la publicidad de los croasanes y se mordió el labio para evitar la sonora carcajada que trepaba por su garganta. Sus mejillas se sonrojaron y sus ojos se desviaron, porque como continuara mirándolo acabaría, finalmente, soltando la carcajada. 

Pero esa hilaridad desapareció cuando escuchó la persiana. Se volvió incrédula a mirar hacia fuera. Pero... ¿Qué hace? No puede dejarnos encerrados.

- ¿Pero qué coño...? -

Vio como el hombre se alejaba y sus compañeros empezaron a murmurar a su alrededor. Hizo un nuevo globo con el chicle, haciéndolo estallar con fuerza. 

- No puede dejarnos encerrados. Además, ¿qué es esa tontería de que tenemos que elegir entre nosotros a quién despedir? Se le ha ido completamente la chaveta - . La joven se metió las manos en los bolsillos, pasando ya completamente de la caja. Miró a Carmen y sus labios se torcieron en una mueca. - No te agobies, creo que no pueden hacer esto, ¿verdad? - Terminó preguntando, girando la mirada hacia donde se encontraba el sindicalista.

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10/09/2014, 23:39
Despedido - Shakiro García

La revelación del pan sin gluten con gluten hizo que Shakiro se quedara mirando la estantería de los productos sin gluten como si fueran criaturas de otra galaxia. Se llevó las manos al foulard de seda de katmandú que tenía al cuello:

- ¡No puede ser posible! - levantó la mano hacia el foco que había encima de él y mirando a la nada, declamó-  Oh cruel destino! Cuán violentamente me arrebatas la salud de mi colon!

Dando pequeños saltitos de ballet y tapándose la cara con las manos se movió de donde estaba hasta la zona donde ponía "Salsa de soja Kikkoman baja en sal" y se dejó caer de rodillas:

- ¡Y tú, tú! ¿Qué oscuros secretos contienes, qué traición hay en tu interior? ¡Salóbrega amante, yo te maldigo!

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10/09/2014, 23:58
Despedido - Joel Llagostera

Al ver que la cosa iba en serio y el bulldog no regresaba con el mando de la persiana, decidí ir hasta las cajas donde imaginaba que se habrían reunido todos. Antes de irme de mi sección hice una seña a Alberto con la mano para indicarle donde iba. -Uyuyuyuy tio, vente vente que esto me suena a berenjenal del quince tio.

Me planté frente a la caja número tres. -Este... Chicasssssssss... -siseé sin saber que palabras escoger- ¿Esto de retener a gente contra su voluntad no es muy nomal no? Solo lo menciono de pasada porque cualquiera diría que a nuestro Enrique se la ha ido la puta olla y nos acaba de secuestrar en un Mercadona. Pero vamos, como digo solo lo comento de pasada. No quería mirar a nadie en concreto, pero se me ocurrían algunos nombres con motivos suficientes para hacer jugarretas de este tipo.

Eché un vistazo a las persianas con una mueca de desagrado, no me gustaba nada de nada como iba a acabar todo ese asunto de los infiltrados. -¿Qué vamos a hacer? Yo tampoco puedo perder el trabajo, pasado mañana tengo que dar la entrada para el Subaru. ¿Y si me echan? ¡No puedo pedirle más dinero a la vieja!

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11/09/2014, 00:19
Despedida - Aicha "Nightmare" Sainz

Al salir del baño Aicha seguió a Sara, y cuando esta se desvió para observar lo que pasaba en la pescadería vio al chino echandose hielo. "Vaya, si pillo calentón con la conversación del baño".

Entonces apareció un ser indeseable pegando gritos y bramidos y hasta que no se fue, Aicha se quedó mirandolo incrédula.
"WTF?"
-A este tío definitivamente se le ha ido la olla...pero vamos, está él que me ve fuera de aquí, como se entere mi padre, lo primero que hace es decirle cuatro cosas y no muy finas. Eso y hacer que no me echen, ¿Qué se cree?