Partida Rol por web

Caos en el Mercadona (HLdCN)

Día 0: Una mañana cualquiera (prólogo)

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07/09/2014, 21:39
Fugado - Rigoberto Buenavista

Al abrir el local, miró con desconfianza a Akinlabi, lo mira desafiante, se señala con los dedos indice y medio de la mano de la derecha a sus propios ojos, y luego a los de él, como diciendo "te estoy viendo, pero a un par de metros de distancia, que no se iba a jugar la vida para nada. Marcando territorio, así de simple.

Luego se paseo por los pasillos, mirando a todos con el cejo fruncido, alerta y vigilante, caminando con atención y cuidado, para que no le notasen que se dirigía estrategicamente hacía el pasillo de las papas fritas, con su fiel linterna en la mano. Llegado a su destino, tomó unas papas de tubo para darse su merecido desayuno de campeones, disimulando con que revisaba los productos cuando pasaba algún cliente o trabajador por ahí.

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07/09/2014, 21:53
Eva Sánchez Banderas

Al ver entrar a Vladimir le hice un pequeño gesto de saludo con la mano. No muy descarado para no tener problemas con nadie, pero lo justo para que se diera por aludido. Me provocaba una mezcla de compasión y desasosiego difícil de describir, pero no iba a dejarle de lado sólo por haber tenido menos suerte que nosotros en la vida.

Cuando escuché a la mujer hablar sobre ratones mis ojos se abrieron con sorpresa. ¿Cómo iba a haber algo así en un supermercado? Porque no era posible, ¿verdad?

La exclamación de Sara a mi lado me sobresaltó. Ni siquiera me había dado cuenta de que se había acercado a mi caja. Su invitación provocó en mí una pequeña emoción de alegría. Odiaba tanto quedarme fuera de los planes como sentirme como si me estuviera acoplando, así que que ella tomara la iniciativa era lo mejor que me podía pasar.

- Claro. - Respondí antes de tomar aire para hablar con más determinación, intentando dejar la inseguridad de lado. - Me tienes que decir qué te debo de la última vez. - Dije después. Sólo había dado algunas caladas, pero lo propio era pagar mi parte. Y más a alguien como Sara, que teniendo que pagar piso y demás seguro que el dinero no le venía nada mal.

Fue entonces cuando mis ojos se cruzaron con los de Joel, y me di cuenta de que algo tramaba. No sabía qué, pero miedo me daba. De fondo se oía la música que venía de la panadería y los gritos de Pascual y Aicha. La verdad es que los entendía. Sobre todo a él. Mis ojos se desenfocaron por un instante al preguntarme qué haría Klara en esa situación, y la respuesta fue inmediata: estaría de parte de ella. Por eso éramos tan distintas.

Tardé varios segundos más en darme cuenta de que otra vez me había quedado en Babia. Cuando reaccioné le dediqué una sonrisa a mi amiga antes de hacer un gesto hacia su caja. - ¿Quieres que te ayude con algo?

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07/09/2014, 22:18
Despedido - Gai-Tan Kanaka

Una nueva mañana llega al supermercado y kanaka se despierta dentro del frigorífico de los magnum. Kanaka no era elitista, pero sabía apreciar la calidad de las primeras marcas: No hay una almohada mejor en toda la sección de congelados que la caja especial de magnum mini 25 aniversario.

El olor del pan recién hecho despierta el apetito de kanaka, así que se pone en camino siguiendo el olor.

Al salir de la sección de congelados, ve a una señora que está cogiendo la bolsa de bolitas verdes que intentó probar anoche. La mira, le sonríe, la saluda con una inclinación de cabeza mientras en un perfecto chino le dice:

no le recomiendo ese aperitivo señora, sabe a verdín y están duros y fríos. Además, anoche se me cayeron todos al suelo y tarde más de 1 hora en volver a guardarlos

Viendo que la señora no le hace caso y le mira como si hablase otro idioma se siente algo ofendido, -encima que uno se preocupa - finalmente la mujer acaba por tirarlos todos al suelo, y kanaka sonríe cordial, asiente y continúa su camino.

Al llegar a la sección de la panadería ve a una jovencita y un sabio (en el pueblo natal de kanaka un hombre sólo se deja barba si se trata de un sabio del pueblo) hablar palabras ignotas a ritmo de cánticos extraños y deduce que se trata de algún tipo de ritual. Como desconoce el efecto decide quedarse, coge una barra de pan calentito con la que luego hacerse un piscolabis y se queda observando, sonriendo y asintiendo con la cabeza.

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07/09/2014, 22:42
Despedida - Lourdes Maldonado

El único fruto del amor es la bananaaa, es la bananaaaa... Cantaba con una sonrisa mientras colocaba los plátanos de canarias en las cajas verdes de las estanterías. Había pasado una buena noche con su marido. ¿Averiguaría Justina el motivo por el cual Lourdes traía mejor cara que otros días?. Quizas si, quizás no. Lourdes siempre hablaba maravillas de la crema deliplus. Era de lo mas solicitado del mercadona a pesar de contener grandes cantidades de plomo, sanidad lo pasaba por alto. Ni Yves Rocher, ni Kiko, ni Druni. Mercadona. Ojalá la Sholi se intoxique con el lápiz labial de deliplus. Hay algunas que no se merecen ser madres. Pensaba ella muy digna.

Se apuraba a colocar todo rápidamente, la fruta mas buena detrás de todo para que la gente no la cogiera y se llevara antes la madura. Lo mismo que hacían los reponedores, lo que caduca siempre delante. De lo único que no tenia que preocuparse era de los hongos. Ya estaba allí el Seta para calificar con una, dos o tres estrellas los champiñones.

De repente su sentido maternal se activó cual sentido arácnido. Oigo la voz de mi Paquito. Agudizó la vista hacia el final del pasillo donde se encontraban las cajeras. Hacia nada que habían abierto y ya estaba a tope de gente. Maricarmen e Hipólito puntuales como siempre. Sus peores temores se hicieron realidad cuando vio a Paquito hablando con la Sholi y Joel. Negó con la cabeza. Este niño me trae por la calle de la amargura. Ya se ha fugado otra vez de clase, luego vendrá llorando para pedirme que le falsifique la firma de las notas o peor aun que vaya a hablar con sus profesores.

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07/09/2014, 23:03
Sara López

- No me debes nada - .

Sara se sacó el chupa chups de la boca para hablar con Eva. Ella tan sólo había dado alguna que otra calada, nada comparado con lo que fumaban los otros. Además, fue muy divertido ver su cara cuando dio la primera.

Se encogió de hombros y se pasó el chupa chups por el borde de los labios, dejando que estos cogieran el sabor dulzón de la fresa. 

- Lo que tú haces no es fumar. Si quieres, si algún día salimos me invitas a una birra y ya está - Volvió a meterse el chupa chups en la boca y miró hacia su caja. Todavía no se había acercado nadie por ella. - Creo que lo tengo todo. Coloqué el cambio y... ¡Mierda, no he encendido la máquina! - Exclamó dándose un pequeño golpecito en la frente con los dedos y se volvió rápidamente a su puesto para encenderla y que así empezara a cargarse el programa. 

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07/09/2014, 23:22
Despedida - Asunción Rosado

Asunción se levantó feliz como todas las mañanas, feliz de comenzar un nuevo día de trabajo. Esperó a que Rigoberto abriera el local, le dio una palmada en la espalda y luego entró. Tarareaba una canción desconocida para la mayoría de las personas en ese lugar y se dispone a dejar todo el almacén limpio antes de que lleguen los clientes.

Comienzan a llegar todos sus compañeros y ella mira a todos lados, mientras los clientes también ingresan. Sus detectores de mugre estaban encendidos y colocó un poco de música en su mp3 para tranquilizarse.

Casi como si de un sonido con amplificación, escuchó el rebote de los guisantes contra el suelo. Comenzó a mirar por todos lados para buscar al responsable y al no dar con él con facilidad, empezó a olfatear el rastro. Pasó por las cajas, luego por los estantes, hasta que se topó con Joel y Maricarmen y observó cómo él le entregaba otra bolsa de guisantes a la señora, mientras escondía los guisantes bajo el refrigerador.

- ¡Suciedad! - gritó Asunción. Grito que hizo eco en todo el lugar. De alguna parte de sus bolsillos, sacó una pequeña pala y una escobilla para recoger los guisantes de abajo del congelador. Como tenía tanta prisa, se metió por debajo del vestido de Maricarmen, recogió los guisantes y salió. Miro a Joel con una sonrisa y le dijo - Disfruta la vista porque no la verás por mucho - le guiña un ojo y palmea su trasero para luego recorrer los estantes nuevamente. Se topó con Rigoberto, quien parecía dispuesto a hacer del vago nuevamente, así que decidió asustarlo.

Se acercó lentamente a él y en su oído, gritó - ¡Buenos días, Rigobi! - en un tono más bajo, agrega - Te ves igual que aquella vez que te comiste la comida de mi gato - y se echa a reír de manera escandalosa.

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07/09/2014, 23:53
Despedido - Vladimir Vodkakov

Cuando Vladimir coge el cartón de vino olfatea. Sigue olfateando.

Han hecho el pan. El pan de un nuevo día. Vladimir se deja el cartón de vino entre las piernas y se frota las manos para luego darse unos golpes en la cabeza, luego coge el cartón con las dos manos y lo pega a su pecho como si fuera su tesoro. No. ES su tesoro. Después, instintivamente se acerca a la panadería que parece tener pan del día y casi choca con Gai-Tan pero se detiene a tiempo. Con todo el descaro del mundo se pone el primero en la cola y deja los dos euros que ha rapiñeado en monedas de 10 y 20 cnt.

- Quierrro pan - dice con un exagerado acento ruso.

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08/09/2014, 01:09
Despedida - Justina Pérez

Justina no estaba contenta, se podía ver en sus penetrantes ojos, que observaban todo detrás de sus gafas doradas del Tchin Tchin. Se había recorrido todo el supermercado dos veces y no había visto ningún producto en degustación. Indignante, se estaba perdiendo tan auténtica costumbre.

Me van a tener que obligar a llevarme un aperitivo en el bolso hoy también, y mira que no quería.

Pasó al lado de Hipólito y le hizo hizo un leve asentimiento para que no se olvidase de lo que le había pedido, que los abuelos acostumbraban a tener mala memoria y nunca se sabía. Necesitaba gel y champú que se le había acabado y no quería cogerlo ella misma por si se le rompía en el bolso.

Continuó andando, dispuesta a satisfacer su siguiente necesidad, la de cotillear. Al parecer tuvo suerte. Los ojos le brillaron con ávido interés cuando escuchó a Lourdes, la frutera con aires de grandeza, cantando más alegre de lo normal. Mi sexto sentido nunca falla. Se colocó su bolso de imitación de Carolina la Guerrera y se encaminó tan rápido como sus atrofiadas piernas le permitían.

Al llegar al lugar de trabajo habitual de Lourdes, Justina cogió un guante de plástico y una bolsa y se puso a mirar cerezas, las más caras de todas. Claramente no las iba a comprar, medio kilo superaría lo que pensaba gastarse en toda la semana en el supermercado, pero había que aparentar.

Tras negar con la cabeza, como si no le gustase lo que veía, se acercó a la frutera. Buenos días Lourdes! Saludó, mñas amable de lo habitual. Veo que hoy vienes de un humor radiante. La mirada delataba a Justina. Cuéntamelo todo y no te dejes nada, será lo mejor para ti, parecían gritar sus ojos. Y seguramente lo sería, porque sino se iba a inventar lo que quisiera.

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08/09/2014, 06:46
Despedida - Miriam Yuan

Sigue Miriam su fantasmal paseo con su carrito de patatas, haciendo panorámicas visuales a través de sus achinados ojos mientras va oyendo que no escuchando el runrún general a su al rededor… por un momento, se le cae la sonrisa para dar paso a un escueto bostezo… era muy pronto, y todavía Lunes… definitivamente, tendría que haber optado a un puesto de cajera, de esta forma estaría pintándose las uñas con las chicas y no paseando con cara de marmota sonriente por el super, pero sobretodo... estaría cómoda y felizmente sentada.

De vez en cuando saca el formulario arrugado de su bolsillo trasero y revisa sin revisar cualquier estante a boleo que nada tiene que ver con aquel infernal papel, que por alguna extraña causa (pésima lectura) le costaba tanto entender... todo… mientras se dirige poco a poco hacia la sección de helados a saludar al sr Kanaka, pero… oh, valla!! ¡no esta! Miriam tuerce su gesto y mira hacia los lados, se frena un momento y no duda en utilizar el reflejo de los cristales para ajustarse las pinzas del pelo, luego... tras encogerse de hombros, emprende camino con su carrito de patatas hacia las cajas… evitando en todo momento la sección de latas de conserva en donde se supone debía estar.

Así pues, antes de empezar alguna repentina y casi autómata persecución a alguno de los clientes, se acopla por unos instantes a las jóvenes y radiantes cajeras; la choni, la emo y la gemela perdida de la hija del encargado, de las que tan felizmente… Miriam cogía ejemplo para parecer mas espaÑola... – Hi bitchies and baby!! – les dice con una celestial sonrisa, y entonces, se fija en que la furtiva larva de español también estaba presente – oye, pollo con almendlas, tienes que estal en el cole!! – le dice a Paquito, haciendo gestos con las manos mientras bufa “fus fus fus fus fus fus”

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08/09/2014, 08:02
Despedida - Maricarmen

Un chino se le acercó cuando Maricarmen estaba con los guisantes en la mano. Ella los conoce bien, también es asídua a las tiendas de chinos, y sabe lo que les cuesta entenderla cuando ella les pregunta si ya tienen a vender el último recogedor telescópico que anuncian en la teletienda, que hay que ver qué cosas ofrecen ahí.

Un día se compró el mocho-fregona que gira pero en versión taiwan, y acabó salpicando todo el salón. Aún así no se rinde, ese recogedor telescópico tiene buena pinta y se lo va a comprar.

Pues el chino éste le dijo cosas en ese idioma raro que tienen, que parece que están discutiendo entre ellos todo el rato, y se fue. 

Pero Maricarmen se fijó que tenía los bigotes así como cuando se olvida del hielo en el congelador, y tiene que arrancar la bandeja.. 

Mmmmmm.. sospechoso -pensó, y lo miró con suspicacia.

Pasó por la frutería y allí estaba Justina, interrogando a la Lourditas. 

-¡Buenos días!- se entrometio-. ¿Qué se cuentan de buena mañana?

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08/09/2014, 11:02
Despedido - Iker Artaetxeberria

- Diario de abordo. Fecha estelar, Lunes ocho de Septiembre de 2256 - susurro al etiquetador automático mientra lo acerco a mi boca frente a la estantería de cereales que estoy reponiendo.

- Una nueva mañana en el planeta Mercadonia VII -

Mis manos se mueven rápidamente hacia las cajas de cereales etiquetándolas con los nuevos precios de las ofertas mientras murmuro en alto la canción de todos los días.

A mi espalda, el efecto melódico de las notas celestiales del tema se le pegan a Joel, quien desaparece rápidamente por los pasillos para atender a los clientes, el niño y las chicas.

- Las chicas... -

Mi cabeza gira tímida e intermitentemente hacia el fondo del pasillo, lanzando furtivas miradas hacia las cajas. La Sholi, Sara, Eva, mis ojos se pierden en momentos infinitamente cortos en ellas. Pero tambien vuelvo de vez en cuando, al pasar de un pasillo a otro, mi mirada hacia la panadería para posar otros breves momentos mi mirada en Aicha. Y por supuesto, siempre que su deambular aleatorio me lo permita, también me fijo en Miriam mientras mueve su omnipresente carro por el supermercado.

Todo ello sin ser visto, por supuesto, con la timidiez que me caracteriza. Faltaría más.

- Que soy del Norte, la hostia. Allí las cosas son distintas... -

Me digo a mí mismo poniendo una sonrisa amarga y recordando tiempos pasados, allá en Oñati, en el Eroski, en la Taberna, con Gaizka y Antxón. En casa de Ainhoa.

- Ainhoa... -

Aparto los pensamientos sobre el pasado de mi cabeza y vuelvo a llevarme el etiquetador junto a la boca en el pasillo de las mermeladas.

- Continuamos con la misión de establecer contacto y relaciones diplomáticas con las formas de vida locales. De momento, el embajador Joel nos asiste en la introducción inicial, pero aún queda mucho por hacer, mucho por conocer. -

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08/09/2014, 11:25
Despedido - Shakiro García

Shakiro está plantado frente a la estantería sin gluten. Pasa dos o tres minutos mirando fijamente los productos hasta que le llaman al móvil y empieza a sonar sitar flamenco, con aplausos y todo. Los politonos normales son tan mainstream.

- Alóoo -responde-. Sí, ya sabes, ¿eh? Claro, me apunto a esa exposición de prepucios de babuino, no me lo perdería por naaaada del mundo.  Llevaré la pashmina rosa palo. Claro. Claro. Chaíto!

Caminó  hacia la Sholi, observando con desdén sociosindicalista los donetes que representaban la opresión cultural al proletariado.

- Sholi, sé mi Beatrice en este infierno dantesco y hazme el favor -le dijo con voz afectada- de guiarme hacia el wakame bajo en fosfatos.

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08/09/2014, 13:57
Mauricio Malaleche

Mauricio estaba desde primera hora en su puesto de trabajo, su trabajo de molestar al personal, pero hoy había elegido un sitio mas cercano a la gente, sentado en su acostumbrada silla estaba encadenado en la zona de los carritos, donde todos los clientes podían verlo y saber la verdad del mercadona.

-No suais gurrianes, esto no es mas que una engañifa, ir a lo profundo que lo bueno, fresco y no caduco ta en lo final, que esta gente es lista para el mal.
-Agitaba su pancarta maltratada por el tiempo que llevaba usándola, mientras estaba sentado y veía pasar a la "chavaleria".-DoñaMaCarmen, tenga usted cuidao que hoy caduca la sal no se les diga a, na... otra que no me oye, poque sera que solo venen viejas sordas.-En eso el olor a pan recién hecho le llego a sus narices.

-¡Anda! pues mese ha abierto el apetito ¿Que hora he?
-Miro su reloj y giro la manecilla hasta que marcara las 11.-¡Oño! el amaiquetaco ese que dicen los primos del norte, pues na, hora del carajillo.-Giro el candado de sus cadenas que tenia truco y se solto, dejando su cartel encima de su silla dándole la vuelta, donde un nuevo eslogan decía: "Vuelvo emseguida. No quiero revolución".Y se marcho hacia la zona de los vinos.

De camino cruzo miradas con el Seta y se rasco la barbilla sin quitarle ojo, también miro al otro llamado Joel que pasaba mas tiempo hablando con niños y viejas que trabajando, y por fin llego a la zona de vinos.

-A ve... un buen Ñascal de estos para el desayuno y una fruta de las wenas.
-Con la botella de vino en la mano, se fue a la sección de fruta.-A las buenas Lourdes. Que, ¿Ya tan puesto de fregar? Este súper ya no e lo que era.-Paso su peluda mano cerca de la señora Justina, para buscar un buen plátano y un melocotón de los maduros y ni siquiera la sonrió.

Lo peso todo en la misma bolsa y se fue hacia las cajeras, que como de costumbre ya estaban dandole a la sin hueso.
-¡¡¡AVE!!! Quie atiende aquí leñes. ¡Que uno tie cosas que hacer!-Les grito al colectivo de las cajeras.

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08/09/2014, 15:02
Despedido - Hipólito Arias

Tras coger la lata de anchoas más grande del estante 500gr nada menos de pura anchoa del Cantábrico, quince eurazos de lata…después se dirige al reponedor y le dice:

-Gracias, Dios os lo pague…. Porque yo no lo haré. Piensa Hipólito, asintiendo con los ojos cerrados y una cautivadora sonrisita.

Tras esto cuando el reponedor se dirige a la caja a hacer a saber que, Hipólito utiliza su patentado bolsillo-manga que se había cosido al interior de la manga izquierda de su abrigo, un compartimento acolchado para menguar el tintineo de los objetos dentro de este de nada menos 50cm. Exclusivo para los productos grandes.

Tendré que meter aquí el champú y el gel de la Justina. Mira que le tengo dicho que no me pida baratijas y encima de las grandes, pero bueno…todo sea por la pobre mujer, debe necesitarlos ya que su olor esta mañana es un poco más fuerte de lo habitual.

Sigue paseando por los pasillos cuando se cruza con Vladimir saludándole con un:

-Saludos camarada, estuve con muchos de los tuyos en mis tiempos mozos luchando contra el archienemigo fascista como ya sabes. Si quiere más tarde nos tomamos un vinito. Pero de esto de ni mú, que tengo una reputación como pobre ancianito como usted ya sabe. Comenta a baja voz guiñándole un ojo al viejo comunista.

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08/09/2014, 15:12
Eva Sánchez Banderas

Una sombra de pena cruzó mis ojos cuando Sara me dijo que lo que yo hacía no era fumar. Estaba claro que tenía que esforzarme más. Sin embargo no duró más que un segundo, pues cuando habló de volver a salir una sonrisa apareció en mi rostro.

- Vale, yo te invito. - Aseguré satisfecha de haber llegado a un acuerdo. Y cuando ella repasaba en voz alta las cosas pendientes me di cuenta de que ya lo había hecho todo. Había tardado lo mío, sí, pero no había dejado nada a medias. Vaya mierda. Estaba claro que no estaba aprendiendo bien.

Mientras Sara encendía su caja yo aproveché para sacar la libretita y tomar un par de notas para que aquello no me volviera a pasar. Al ver llegar a Miriam con un carrito la saludé un poco cortada. Y de inmediato me reprendí a mí misma por esa actitud. Acto seguido cambié el peso de pie, adoptando una postura más firme.

- Déjale, el colegio no sirve para nada. - Aseguré con satisfacción. Eso sonaba como algo que Klara diría. - Las cosas de verdad se aprenden en la calle, te lo digo yo. - Afirmé antes de que mi voz se volviera un poco más dura. - Cuando el Estado no decida qué se enseña en las escuelas... - Continué lanzada, y encantada con lo reivindicativo que me estaba saliendo todo. Sin embargo al llegar al final de esa frase no sé qué me pasó, que me quedé totalmente en blanco. - Cuando el Estado... El Estado... - Traté de retomar sin mucho éxito mientras el frío empezaba a extenderse por mi pecho. Y entonces un grito me sacó de ese momento. Menos mal.

Me giré hacia Mauricio con el alivio llenando mi cara y un poco nerviosa. No podía pasarme eso, no señor.

- Tranquilo, Mauricio. - Le dije con la misma voz suave de siempre. - Anda, ven por mi caja, que yo te atiendo. - Le invité con amabilidad antes de empezar a pasar los productos. - ¿Cómo es que hoy te has puesto dentro? ¿Va a llover? - Pregunté con curiosidad, sin que pareciera que pretendía echarle, ni nada del estilo. La verdad es que tenía que ser un palo estar reivindicando y que te cayera un aguacero. Klara probablemente no, pero yo desde luego preferiría quedarme en casa.

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08/09/2014, 15:27
Sara López

En el momento en el que Mauricio se acercó a la zona de cajas, Sara se encontraba acuclillada, comprobando que tuviera papel de repuesto para la máquina, mientras esta terminaba de iniciarse.

Levantó la mirada al escuchar sus gritos y torció el gesto en una mueca. Sentía lástima por gente como el ruso o el viejo Hipólito, que no tenían nada y malvivían como podían. Alguna vez había visto a éste último esconder cosas bajo la manga, pero se hacía la despistada y dejaba que se llevara lo que quisiera.

Pero ese pesado de Mauricio, que parecía no tener otra cosa que hacer que estar jodiendo el trabajo a los demás, no despertaba lástima en la joven. 

Se incorporó, con la intención de soltarle algo, cuando vio que Eva se hacía cargo de la situación. 

"¿Cómo es que hoy te has puesto dentro? ¿Va a llover?" Vaya preguntas... ¿Por qué va a ser? Porque fuera ya nadie le hace ni puto caso y sólo le importa joder a los demás.

Había escuchado su historia. Decían que había trabajado mucho tiempo allí. Pero ya no, ¿por qué no se buscaba una vida en vez de criticar el trabajo que hacían ellos?

Se quitó el chupa chups de la boca y se dirigió a Eva.

- Eva, cielo, ¿me cubres? Voy un momento al lavabo - . Le dijo mientras cogía, disimuladamente, el paquete de tabaco del cajón y se lo metía en el bolsillo. Volvió a meterse el chupa chups en la boca y empezó a caminar en dirección a los lavabos. Al pasar por la zona de la panadería le guiñó un ojo a Aicha e hizo un gesto con la cabeza señalando hacia su destino.

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08/09/2014, 15:47
Despedido - Alberto "Seta" Cifuentes

Como siempre, su saludo había quedado en el olvido de todos. Bueno, ya estaba acostumbrado, así que no se lo tomó a mal. De hecho eran pocas las cosas que se tomaba a mal. Él vivía ignorante pero feliz, en su mundo.

Así que volvió a repasar las cajas de setas y champiñones unas 30 veces hasta que estuvo seguro de que todos los que estaban bien estaban a la vista, los menos bien algo más lejos y los muy malos dentro de la bolsa.

Fue cuando decidió probar suerte con los viejos, a ver si conseguía hacer que compraran algunos champiñones. Él era reponedor, pero el encargado le miraba mal cuando veía que no se vendían los hongos... como si fuera él quien los cultivara o le pusiera los precios.

-A los buenos días, señoras- dijo acercándose a Maricarmen, que soltó una frase sospechosamente muy parecida a la que él había dicho antes, como si quisiera robarle su latiguillo- ¿quiere llevarse hoy unos champiñones? Están fresquísimos- dijo, mientras ocultaba su mano derecha, en la que llevaba la bolsa con el género pocho.

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08/09/2014, 16:06
Despedida - Maricarmen

UNo de los chicos que trabajan en el super se acercó a Maricarmen. Bien mirado se parecía a Borja, su nieto. Mira que llamarle Borja.. Ella queria que le hubiesen puesto Avelino, como su padre, pero nada, no hubo forma, y con Borja se quedó. 

-¿Qué dices que traes, niño? -dijo, entornando los ojos. En realidad no veía mucho, pero era coquetuela y no le gustaba ponerse las gafas de leer, así que iba como un topo por la vida-. ¿Champiñones? Mmm.. Si están de oferta me los llevo, que con la excusa del puchero meto todo lo barato en la olla y mis nietos se lo comen sin chistar porque piensan que es tradicional. Esta vez llevo macarrones, guisantes, lentejas, ketchup y lechuga. Champiñones no le quedarían mal a la mezcla, ¿a cómo están?

Notas de juego

Maricarmen, que soltó una frase sospechosamente muy parecida a la que él había dicho antes, como si quisiera robarle su latiguillo

ah, ni cuenta me di, sorry! *_*

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08/09/2014, 16:23
Despedido - Joel Llagostera

Joel chutó la caja de cartón unos metros más adelante en el pasillo y miró a Iker mientras empezaba a abrir otra para sacar el nuevo contenido.

-Uuhhh, chocolate. -susurró para si- Capitán Iker, se presenta el embajador Llagostera de vuelta de su misión. Me temo que traigo nuevas desesperanzadoras, el planeta Mercadonia VII está plagado de vida hostil y poco civilizada.

No había muchas cosas que hacer en el supermercado pero al menos el ambiente era bueno, si los compañeros no acompañaran ya se habría largado de allí hace mucho tiempo. Mejor estar sin trabajar que vivir todo el día amargado.

-Te he oído cabezón. -Miró con desprecio al joven Paquito. -¡Tu que vas a tener más que yo!

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08/09/2014, 16:32
Despedido - Alberto "Seta" Cifuentes

Su intento de vender a la señora mayor parecía ir bien, de momento. Pues muchas eran las ocasiones en las que las personas mayores decían estar interesadas en algo pero luego arrugaban el morro al oír los precios. Como si los supermercados tuvieran como objetivo regalar productos en vez de sacar beneficios.

-Bueno, señora, la verdad es que están bien de precio y mejor de calidad- cogió aire y soltó todo de carrerilla, que ya se lo tenía aprendido- la bandeja de setas para hacer a la plancha está a 2,75, la de seta andaluza a 1,18, y la caja de condis- ahí se paró, pues seguramente la anciana no sabría de qué le estaba hablando- de champiñones normales a 0,9 enteros y a 1,29 ya cortados en láminas*. También tenemos hongos variados deshidratados, pero eso ya se les suben de precio.

Miró a Maricarmen antes de continuar, hablando esta vez más bajito.

-Y, bueno, podemos hacerle alguna rebaja... si a su familia no le importa, o no lo nota, comer champiñones que ya estén un poquito menos frescos.

Y con menos frescos se refería a los que estaban a un día antes de irse al contenedor.

Notas de juego

ah, ni cuenta me di, sorry! *_*

Tranquila, si ya lo suponía xD