Partida Rol por web

No aguantaba ver una muerte más. Por ello, mientras se ajusticiaba a Nathaniel, Noor decidió subir a su habitación.

Hizo las abluciones que debió haber hecho a primera hora, abrió la ventana para dedicar una breve oración a la Mecca y finalmente se sentó al borde de su cama.

El espejo, ominoso, se alzaba ante él. Había sido la causa de dos muertes. Aunque él no había sido la mano ejecutora, sabía que los suicidios de Yorgan y Sara había sido culpa suya. Al menos encontraron el verdadero amor antes de morir, decidió.

Fue en ese instante cuando las imágenes de los que aún seguían vivos empezaron a revolotear sobre la superficie lisa.

Dos de esos rostros parecían sentirse atraídos uno por el otro. Zarcillos negros surgieron y se encontraron, juntando ambas imágenes en un abrazo sangrante. Un fulgor morado irradió de esa unión. Charles y Loren...

Noor cerró lentamente la puerta y la habitación quedó vacía. El espejo empezó a sangrar. El kuwaiti no se daba cuenta que el amor eterno no existía en aquel lugar, solo el amor maldito.

Hasta ahora te habías limitado a ser un observador, a ayudarle a otros a encontrar el verdadero amor pero como único objetivo. Ahora, tendrías la capacidad de sembrar la semilla del amor y la bondad en alguien más para que esa persona comparta la devoción de la cual tu gozas para ver al mundo como un mundo lleno de esperanza.

Había llegado el momento y te concentras en el toque cálido que recibiste de aquella joven en su primer encuentro. Tu pecho brilla y una esfera nacarada brillante se forma en tu mano. Caminas hacia el espejo y en vez de ese lugar, puedes ver la silueta de Michelle, esa jovencita que aparentaba una gran inocencia y debilidad pero había algo oscuro en ella y podías sentirlo.

El espejo te muestra su verdadera naturaleza, una esfera de color oscuro donde debería estar su corazón, un cabello negro y oscuro como la energía que se desplega de ella, una mirada amenazadora y unos ojos que brillaban de un rojo intenso. Una apariencia muy diferente a la que la mujer mostraba. Sabes lo que debes hacer y dejas que la pequeña perla que se encuentra entre tus manos vaya hacia ella. Ella se mueve despacio pero incesante hacia su objetivo y al tocarla, ves cómo su energía cambia, su cabello se torna de su hermoso color dorado natural, su mirada se vuelve inocente una vez más y el aura que la rodea era casi angelical.

Sabes que tu labor ha terminado con ella y que has logrado disipar la oscuridad de su interior. Ahora, no sería presa de la maldad que habitaba en ese lugar de sombras.

Cerró silenciosamente la puerta. La medianoche llegaba y con ella el despertar de los lobos. Noor no calificaba solo lobos a los asesinos de los cuchillos, sino también al de la pistola, al torturador y al sorbedor de vida. Pero había llegado al dormitorio con una idea. Había desconfiado desde el principio de una de las chicas, aquella que parecía casi una muñeca. La joven que parecía haber encontrado vida en la inspiración de poder que dio aliento a pinocho. Michelle llevaba todos estos días protegiendo a ultranza la inocencia de Keelin y Louis. Qué extraño que exactamente esos dos fueran los que aparecieron en la lista de April como asesinos, ¿verdad?

Primero había desconfiado de Alicia, pero la inocencia de la pequeña le había desarmado. Michelle sin embargo parecía esconder demasiado, sí, una oscuridad que todos deberían ser capaces de ver. Él la veía, ¿como podía pasarle desapercibida a los demás?

....

Cuando al fin vio la luz en ella, un escalofrío recorrió el cuerpo del hombre. ¿Había hecho lo correcto? Esperaba no haberla convertido en el objetivo de sus compañeros oscuros. ¿Sería capaz de esconder su renovada pureza hasta la mañana siguiente?

Respirando con fuerza, por verse al borde del precipicio, Noor anduvo hasta la salida del dormitorio. Por su culpa habían muerto dos enamorados. Quizás por su culpa otro enamorado más no llegaría a la mañana siguiente. Y quizás por su culpa también, Michelle acababa siendo la nueva víctima. Cerró los ojos con fuerza, evitando llorar por lo que estaba haciendo...

Cuadrándose, abrió la puerta y volvió al hall.

Algo ocurría al espejo donde antes sólo veías esa habitación. Ahora, podías observar lo que hacían Loren y Charles allí. Pronto, podrías escuchar sus conversaciones y esto podría ayudarte a desvelar este misterio. Una nueva habilidad se había despertado en ti.

Durante el turno de día, podrás espiar a los enamorados pero debes decir que deseas espiarlos. Escucharás sus conversaciones y todo lo que digan mas ellos no se percatarán en ningún momento de tu presencia.

Sentado frente al espejo, vio como la Suite volvía a aparecerse. Era la primera vez que veía lo que sucedía tras haber emparejado a dos huéspedes.

Lamentablemente no averiguó nada nuevo. Aquellos dos guardaban bien sus secretos.

¿Sabría Noor que tras emparejar a Charles y Loren, estos morirían al momento? Quizás sí, quizás no... Puede que esta vez no lamentase que uno se llevara al otro por delante.

Todo parecía confuso, algo extraño y bastante surreal. La muerte de April y la participación de los muertos en esto era algo que nadie esperaba que sucediera en este hotel y el hecho de pensar que Alicia se encontraba en las fauces del lobo, hacía que te preocuparas aún más.

Sabes perfectamente que la habitación está para que dos personas más puedan habitarla pero era el momento de pensar bien qué era lo mejor para hacer. Sentías el ferviente deseo de ayudar, de hacer algo más para salvar a esos dos pequeños que sentías desprotegidos. En ese momento, la calidez de tu corazón se extiende y nuevas sensaciones se despiertan. Allí, te llega una nueva revelación y con ello, un nuevo poder...

ESPÍRITU DE BONDAD...

Durante mucho tiempo, has compartido lo que tienes con todos con todas tus esposas. Era el momento de seguir haciendo llegar esa bondad a aquel hotel.

Una vez por día, puedes recargar el rol de uno de los personajes. Si su rol no ha sido utilizado, se verá duplicado su efecto.

Arrodillado frente a la ventana, sobre su sajjāda, tras haber realizado wudu para purificarse, Noor rezó.

Había sentido algo nuevo florecer en su pecho. Noche tras noche, mientras el hotel se oscurecía, él iba sintiéndose más puro, rebosante de amor. Era capaz de ver el interior de las personas y enlazarles, incluso había podido traer a la luz a un alma atormentada. Y ahora volvía a verse repleto de paz. Era como si el propio Allah estuviera detrás suyo, canalizando su energía a través de un simple servidor, una vasija que se llenaba y daba de beber a los menesterosos.

No sabía como, pero entendía la utilidad de su nueva habilidad. Lamentablemente, sin saber quienes podían ser los servidores de la luz, no podría saber a quien ayudar por la noche.

Rezó por Alicia. Por mucho que quisiera ayudarla y compartir su destino con la cría, ella no era la adecuada.

De hecho había una mujer que palpitaba en su espejo con el color que él mismo emitía. ¿Podía confiar en ella? No, aún no.

Apenas habías adquirido tu nuevo poder y ya sabías con quién usarlo. Tu objetivo era proteger a esa pequeña y hacerla más fuerte contra los asesinos. Este poder podía darle las herramientas necesarias para lograrlo, o al menos era lo que pensabas.

Te concentras en ella y en su frágil figura y con un soplo de aliento, esa fuerza sale hacia ella y la invade. Ves una figura más fuerte y decidida, una figura lista a combatir todo aquello que la amenazara.

Arrodillado hacia la quibla, Noor decidió rezar por Keelin.

Aquella joven había protegido a Lisseth, había vuelto de la muerte en dos ocasiones y además era la única que se preocupaba de enlazar cada averiguación en beneficio de la luz.

No podían volver a perderla.

Querías confiar en aquella pelirroja que había muerto ya en dos ocasiones y darle la posibilidad de fortificar su protección durante la noche. La figura de Keelin aparece en el espejo y soplas hacia ella para hacerle llegar tu fuerza. En ese momento, tu aliento la recubre y su misma figura parece hacerse más sólida, más firme, más brillante. Sabías que habías logrado tu objetivo con ella y su poder había crecido para esa noche.

No, sólo de los lobos.

Y en el séptimo día el señor descansó. Su religión contemplaba el antiguo testamento, al igual que las otras dos religiones mayoritarias. Pero mientras unos lo tomaban como Sabbath, un día de descanso, él no.

Se arrodilló frente a la ventana y dio gracias por permitirle seguir vivo un día más. No había conocido peligro aún, no habían dudado de él, nadie había votado por él. No tenía la sensación de vivir a tiempo prestado, sino que Alá le daba fuerzas y su gran corazón repleto de amor era toda la protección que necesitaba.

También rezó por Alec. El joven, junto a Alicia habían sido los que más habían sufrido allí. Realmente esperaba que Alicia no perteneciera a la oscuridad, pero solucionar aquello ya no estaba en sus manos. Si solo pudiera volver a usar su poder de luz... Pero no era posible, así pues concentró sus pensamientos en Alec.