Partida Rol por web

Al recibir la llave, subes a tu habitación para dejar tus pertenencias y poder dar el recorrido más libremente, aunque no puedes resistirte y dar un pequeño paseo por la habitación. No es muy grande pero es lo bastante acogedora como para pasar una cómoda estancia allí.

La habitación que se te ha asignado tiene una distribución sencilla, pero puedes sentir la comodidad en cada parte de las paredes. 

La cama es individual y a su lado, tienes una pequeña mesa con dos sillas. Ideal para un juego de cartas o un rato de relajación.

El baño tiene una bañera con una hermosa cortina de color turquesa que la cubre, decoración de caracoles marinos y 

algunas estrellas de mar. 

Todo parece perfecto, pero hay un detalle que llama tu atención. Justo encima de la cama, puedes ver una lámpara bastante peculiar, donde las manos sujetan las dos bombillas y el rostro de esa extraña muñeca mira fijamente en dirección a la cama.

A pesar de la temática del ambiente, podía ser que lo hubieran tomado muy a pecho. Su ropa parecía un poco vieja y su figura no era tan trabajada como las muñecas de la exhibición. ¿Por qué estaría allí?

Entras a tu habitación, aunque aún algo desconfiada por la presencia de un moro en las instalaciones. ¿Y si estaba en la habitación contigua y entraba durante la noche? Ese tipo de dudas se agolpaban en tu cabeza mientras ordenabas tu ropa con la cautela de siempre. Todo perfectamente colocado, cada prenda era equidistante con las próximas y ni una sola arruga que arruinara tu vestir.

Un repentino parpadeo en la luz de tu habitación hace que voltees por un momento. Al principio no le das mayor importancia pero cuando vas a tomar uno de tus abrigos, ves que la joven que habías visto desde el autobús estaba parada justo allí, mirándote. Te sobresaltas y te corres hacia atrás, pero no puedes alejarte demasiado. El brillo rojo de aus ojos es atrayente y hace que no te alejes mucho de ella. Su voz era de ultratumba pero tenía un eco suave, que hacía parecer como si dos personas hablaran por la misma garganta. - No me harías daño, ¿Verdad? No a una pequeña como yo. Eres madre. Las madres no hacen eso - te corres hacia atrás y aunque pides que se aleje, no lo hace. Sigue acercándose despacio, hasta que te chocas con la pared. Ella sigue avanzando y dice - Ese es tu pecado. Te han arrebatado a tu hija pero aún la sientes ahí. Temes ser lo que eres, temes dejarlo salir. Yo te ayudaré a liberarte - ves que en su mano derecha sus uñas crecen descontroladamente, mientras una macabra sonrisa se forma en su rostro. Fija su mirada en tu vientre e intuyes qué es lo que hará. Comienzas a gritar pero nadie parece escucharte, hasta que con una fuerza antinatural, atraviesa tu vientre con su mano. Puedes sentirla dentro de ti, buscando algo más que sólo darte dolor. Cuando saca la mano, caes al suelo, tocando tu vientre, como una embarazada teniendo contracciones y tratas de mantener tu rostro erguido pero el dolor es insoportable. Puedes ver a la joven con tu útero en su mano. Aquello que te hacía madre y mujer. La fuente de la vida. Perdida. En ese instante, pierdes la conciencia.

Cuando te levantas, estás justo al lado de la puerta de tu habitación. Miras tu vientre pero todo parece estar bien. Estás viva después de un acto tan atroz. Algo inexplicable.

Te diriges al espejo para mirarte pero la sola visión te aterra. ¿Qué te habían hecho?

Tus ojos totalmente negros mostraban el rencor que guardaste durante tantos años y la boca llena de sangre, aunque la sintieras al tocarte. Pones tu mano en tu rostro y ves unas garras parecidas a las que la joven había utilizado para atravesarte.

Corres hacia el armario para huir de tu reflejo y caes al suelo de rodillas, llorando. Las palabras de la joven vienen a tu mente. Ahora, todo tenía un sentido. Ese es tu verdadero yo. Todos debían sentir en carne propia lo que tú habías pasado. Nadie conoce las angustias de una madre por sus hijos, pero tú sí. ¿De qué te había servido? Tu hija te traicionó y te dejó sumida en la soledad. Era el momento de ser libre, de ser la mayor expresión de tu verdadero ser.

HOMBRE LOBO...

Tu ira ha sido desatada y tu superioridad es incuestionable. Junto con tus compañeros, cazarás a un personaje cada noche. Es tu misión y por lo que estarás aquí.

Al recibir el golpe en el pecho, tu rol secundario es revelado:

INFECTO PADRE DE LOS LOBOS...

Una vez por partida, puedes, en vez de asesinar a un personaje, convertirlo en un hombre lobo.

Te quedas cerca de Alicia y Alec pasando la noche junto a muchos de tus compañeros, mas te escabulles en la mitad de la noche para cumplir con tu misión de vigilancia junto a Ian. El objetivo era Wolfgang, un objetivo que sería inesperado.

La cacería transcurre sin problemas y vuelves a tu lugar junto a ellos. Debían seguir los planes de ganarte la confianza de Alec. Permaneces a su lado pero cuando vas a acomodarte para descansar, puedes ver una luz de color dorado yendo hacia ti. No entendías muy bien de qué se trataba pero en un lugar así, no podía ser bueno.

Antes de que pudieras reaccionar, la luz llega a ti y distingues la forma de una bala. Una bala dorada. El impacto es certero, justo en tu entrecejo y no tienes oportunidad de gritar, ni de avisar a alguien sobre esto. Caes al suelo y con tu último vistazo, tratas de alcanzar la mano de Alec, quedando a unos pocos centímetros de él.

Reaccionas en un lugar lleno de muñecas rotas y una casa acabada. Entre esas muñecas puedes reconocer a algunos de los huéspedes, más una única figura humana entre todas esas muñecas: Andy.

Una cálida sensación toca tu cuerpo mientras tu alma abandona ese terrible lugar de sombras y vuelves a ocupar tu cuerpo. Éste reacciona y lucha por vivir, tus pulmones por respirar y tu corazón por latir. Poco a poco, vas recuperando la vida y tus ojos se abren lentamente.

Te encuentras en tu habitación y miras alrededor curiosa. Recuerdas haberte quedado dormida junto a otros en el salón pero allí estabas. Recuerdas tus últimos momentos y corres hacia el espejo para buscar aquella bala dorada, aunque no encontraste nada. Se había ido y tu piel estaba intacta. Realmente, habías regresado.

Invito a April.

Después de asegurarme de que a Alec no le parecería mal guié a April hacia mi habitación. La chica parecía totalmente hasta arriba de citas, y no era de extrañar: probablemente fuese una de las que más información tuviera.

- Bueno, aquí estamos. - Dije, sin saber muy bien cómo empezar.

- Lo primero que tienes que saber es que aunque tú estabas muerta cuando lo hablamos, anoche expliqué a todos que al llegar había tenido una visita de la chica que vimos en el bosque sintiendo algo... Distinto. Y volví a sentir algo así cuando la muñeca de nuestra anfitriona pegó ese grito. - Le expliqué sentándome en la cama, con un suspiro. Se me hacía complicado hablar de todo eso, pero al menos era más sencillo que la primera vez que lo hice, hace menos de veinticuatro horas.

- Luego otros dijeron que les había pasado lo mismo, y al fin empezamos a reconocer abiertamente que había algo sobrenatural detrás de todo.

- Sólo te cuento esto porque confío en ti, y no quiero contárselo a nadie más. A Alec, quizá, pero sé que si se supiera irían a por mí de inmediato. - Retomé entonces, tomando aire.

- Cuando me visitó la chinita aquella - Empecé a relatar. - me dijo cosas que nadie me había dicho antes de una forma tan clara. Yo me enfadé, sobre todo cuando me habló de que me faltaba empatía, y que juzgaba a la gente por mi primera impresión. Sin embargo viéndolo ahora puede que tuviera un poco de razón. - Admito, bajando la mirada.

- Antes de irse, me hizo una especie de regalo. Yo no sabía lo que pasaría en las votaciones, pero cuando alguien fuera el más votado yo podría entender cómo se sentía esa persona, las cosas que había vivido... Ya me entiendes, eres una chica lista. Ahora sé que no sólo me hizo regalos así a mí, y me he llevado varias sorpresas desde entonces.

- Ahora, cada vez que votamos, si me esfuerzo lo suficiente puedo interiorizar algunas cosas de esa persona. No sucede siempre ni en igual medida. - Continué. - Con Reuel, por ejemplo, supe lo que él podía hacer, o al menos parte. Por eso estaba convencida de que alguno de los asesinos le había votado. Con Louis fue distinto: lo supe todo.

- Cuando esto pasa yo no me quedo igual. Durante un tiempo puedo hacer lo mismo que ellos hacían, y ya te digo que no funciona siempre. Pero en el caso de Louis, fue algo brutal.

- Él no sólo era un asesino, sino que realmente tenía la capacidad de llevarse a alguien a su bando. Cada vez que habláis de sus paseos nocturnos me pregunto si no sería eso lo que estaba haciendo. Esta noche - Confesé entonces, bajando la mirada - yo podría haber acabado con alguien. Tenía su poder. Pero el único culpable confirmado que conozco es él mismo, así que decidí no hacer nada.

- El miedo que tengo ahora es por Alicia. Si realmente la visitó a ella puede ser un problema, porque ella ahora estaría corrupta. Pero todos afirman que no llegó a entrar en su cuarto... Así que no sé qué decirte sobre eso.

- ¿Reuel os contó de lo que es capaz, verdad? Porque creo que tenerle de vuelta es algo vital.

Escucho el relato de Esther y voy asintiendo para que vea que comprendo todo lo que me está diciendo. Cuando termina empiezo a jugar con las puntas de mi pelo mientras pienso por donde empezar, también yo tenía muchas cosas que contar.

- Entiendo lo que has contado. A mi también se me apareció la asiática, me entendía mejor que yo a mi misma y me otorgo un poder como a todos. No tengo ni idea de cual es el poder de Reuel, siempre confié en que era inocente pero no es un tipo con el que puedas tratar... esa risa me ponía de los nervios en la casa de muñecas. Mañana resucitará otra persona, en principio será Ben pero tal vez deba cambiar de decisión si me comentas cual es el poder de Reuel.

- En el otro lado reuní una parte de información importante y cuando he regresado no he parado de recibir más y más. No sé muy bien el motivo pero la gente confía en mi y estoy intentado hacer todo lo posible por ayudarles, si está información hubiese caído en la persona no indicada estaríamos sentenciados. Mi intención ahora mismo es ayudar a todos los inocentes que pueda a salir de aquí, sé que me estoy convirtiendo de nuevo en un objetivo para los asesinos pero no importa. Quiero dejar el testigo a las personas en las que confió.

Me llevo la mano al bolsillo trasero del pantalón y saco la lista para entregársela a Esther:

- En esta lista tengo una clasificación de los miembros del grupo, no es cien por cien segura pero sirve de orientación. Allí fuera hay mucha gente perdida pero todos saben una pequeña pieza de esta historia, de momento esto es el resultado cuando intento montar este puzzle. 

De momento están conmigo Alec, Andy e Hikari. Por extensión de Andy también está con nosotros Amanda y después de hablar con Alec también supuse que estarías tú. Te seré sincera: yo prefería que volviese Ben antes que tú, he estado con él casi desde el principio y ha aportado mucho. Pero Alec te prefirió a ti porque te echaba de menos  La verdad es que se lo reproche, -Desvió la mirada porque en ese momento no estuve correcta.- tal vez estaba algo alterada porque tenía que solucionar varios problemas y la vida de Hikari pendía de un hilo. De todas formas será mejor que luego hables con Alec, le estoy ayudando pero seguramente tú seas la más indicada para tratar con él.

Hiraki y yo no nos podemos mentir, después de escuchar lo que dijo Keelin no me lo podía creer y volví para salir de dudas. Ella es inocente y la han tendido una trampa con todo eso. Pero no sé si a Keelin la engañaron o es la artífice, de cualquier forma hasta que no se aclare es sospechosa. Ahora mismo lo que intento es que los que somos inocentes unamos nuestros votos contra un solo sospechoso cada vez.

Si quieres que te aclare cualquier cosa de la lista o de cualquier otra tema estaré encantada de hacerlo.

Escuché con calma todo lo que April tenía que contarme y me sentí un poco más tranquila al ver que nos entendíamos. Mis ojos estuvieron fijos en los suyos durante todo el tiempo, salvo cuando sacó la lista, que se desviaron hacia el papel y lo leí con cuidado.

- Comprendo... - Dije mientras asimilaba todo lo que ella me estaba diciendo. Entonces agité un momento las manos mientras emitía un pequeño soplido: lo que teníamos entre manos era algo enorme.

- Hay muchas cosas que no entiendo. - Confesé. - No sé si Andy os lo contó, pero Michelle dijo que sabía que Louis era inocente, pero eso era mentira. No sé si has hablado con ella y te lo ha explicado, pero yo aún me pregunto por qué mintió respecto a eso.

- Sobre tu lista, estoy de acuerdo en muchas cosas, pero hay otras en las que sólo puedo confiar en ti. ¿Cómo es eso de que no os podéis mentir? ¿Podéis hablar en privado, como los que se reúnen en la habitación de matrimonio?

- El regalo de Reuel es la capacidad de ver a los asesinos mientras cometen sus asesinatos. - Anuncié entonces. - Es lógico que le votaran por eso si se dieron cuenta de alguna manera. Por estuve tan callada que Keelin sospechó de mí hace un par de días: tenía el poder de Reuel y tenía miedo de que fueran a por mí por ello. Intentaba no llamar mucho la atención de esos malnacidos, y en lugar de eso conseguí llevarme el voto de Michelle, el de Keelin y el de Kenneth. - Expliqué torciendo el gesto.

- ¿Qué sabes de los demás? ¿Andy te ha contado las novedades con Ben de antes de que yo volviera?

- Lo de Michelle era una pequeña suposición, realmente ahora no me fió de Amanda ni de ella. Es más, todo lo que esté relacionado con Keelin me está dando mala espina. Lo que dices de Alicia le estoy dando vueltas y si que puede estar corrompida... por lo menos ya es sospechosa. Andy no me ha contado nada de Ben pero se mostró de acuerdo en que debía ser el primero en resucitar mañana. Pero con lo que me has dicho de Reuel... tal vez incluso él sea más decisivo ¿Aun así que novedades sabes de Ben? Me interesan mucho.

La lista no es una verdad absoluta, realmente es una idea general que va sufriendo pequeños cambios según me contáis cosas. No sé si te lo conté pero a Kenneth resucito con una energía oscura, todos lo vimos al otro lado. Hay tres tipos de resurrecciones: el rayo de sol, la energía oscura y la luz azul.

Sobre el tema de Hikari esperaba no tener que dar explicaciones, intento dar una respuesta pero me cuesta. Era explicar muchas cosas personales y esas heridas estaban cicatrizando pero aun estaban abiertas. Pero entiendo que deba explicar esa situación.

- No es fácil hablar de eso y tengo que explicar lo que me pasó antes de venir aquí. Hace unos meses rompí con mi novia al descubrir que me engañaba con otra, llevaba tiempo con ella y estaba completamente enamorada. Después de descubrirlo corte con ella pero estuve un largo tiempo deprimida, no lo conseguí superar y una de las razones por las que viaje aquí era para cambiar de aires durante unas vacaciones. -Unas lagrimas empezaron a recorrer mis mejillas, todavía sentía la desolación de tan duro golpe.- Cu-cuando volví aquí la aparición de la chica me dijo "Estás asustada y sola. Puedo verlo en tu mirada. Aún no te recuperas de la ruptura y la traición, pero yo he venido a darte la salida". Me dio una llave de una habitación en la que me encontré con Hikari, un lazo especial de amistad no unió. Por eso podemos hablar en privado y no podemos mentirnos ni ocultarnos nada.

Me seco los ojos de las lagrimas, había sido un rayo de esperanza haber encontrado a Hikari. Junto a ella esa herida del corazón se estaba curando y tenía esperanzas para luchar por un futuro.

- Tranquila. - Dije a la chica. Ver llorar a la gente siempre me había partido el corazón, y no podía evitar que esta niña me recordara a mi hija. - Te va a parecer una chorrada, pero yo vine también por algo parecido. - Confesé, reuniendo fuerzas para hablar de algo que ni siquiera había terminado de asumir del todo. - La verdad es que mi marido... - Empecé, antes de corregirme. - Bueno, ex-marido. Mi ex-marido y mi hija se han marchado, y me he quedado sola en una casa enorme. - Le expliqué con un nudo en la garganta. Luego traté de respirar despacio durante algunos segundos, intentando centrarme en lo que teníamos entre manos.

- Ben está ligado a Sara. Al morir él ella se suicidó, y lo mismo habría pasado si hubiera muerto ella. Cuando yo dejé la Casa de Madera estaban diciendo que Ben ya no sería de fiar por eso mismo: la antepondría a ella antes que a cualquier cosa, estuviera en el bando que estuviera. También supe... También supe que Wolfgang fue quien nos mató a ti y a mí. No sé por qué lo hizo contigo, pero conmigo dijo que fue por las palabras de Keelin.

- Yo creo que es mejor que vuelva Reuel porque es como ir a tiro fijo. Sabemos lo que hace, y puede descubrirlos con las manos en la masa. No es guiarnos por suposiciones, ni nada parecido. Eso es lo que quería que Andy le dijera a quien los trae de vuelta, pero no podía permitir que se enteraran los asesinos ni de cómo lo sé, ni de lo que Reuel puede hacer, por si no lo saben todavía.

- Hay otra cosa. - Añadí entonces. - Como Ian no ha caído en las votaciones sigo teniendo el don de Louis, pero no quiero usarlo para acabar con alguien si no sabemos seguro que es culpable. ¿Qué certezas tenemos sobre el ruso, además de que se ha librado de las votaciones?

- Vaya... lo siento por Ben pero en estas condiciones no es sensato traerle. Lo primordial es resolver esto y salir de aquí todos los que podamos. Traer posibles problemas no es buena idea ¿Pero como reaccionará Reuel? No me parecía un chico mentalmente estable en todo el tiempo que estuve con él aunque si vuelve podría encargarme de que colaborará. Todavía tengo mucho que hacer y la gente confía en mi. No puedo dejar a los inocentes así, espero poder seguir mañana con todo esto.

Sobre Ian le cuento lo que sé pero tenía a alguien muy sospechoso, a uno que no había votado ya que debía unir mi voto al resto para que evitar que los asesinos se salieran con suya y se llevaran a Hikari. Empiezo a comentarla con decisión lo que sé sobre el ruso:

- Ian ha tenido siempre un comportamiento sospechoso, ha sido escéptico incluso después de las primeras muertes y siempre ha estado pasivo. No ha colaborado con nadie de los que he hablado, se limita a observarnos por el día. No sé si alguien sabrá algo más de él. Maldito Wolfgang, ¡se merece algo peor que esa casa de muñecas! Con el poder tal vez... -No quería que esas palabras salieran de mi boca, pero el sentimiento de intentar salvar a todos los inocentes me mandaba condenar a este sospechoso.- Kenneth regresó con una energía oscura que en el otro lado sospechábamos que le corrompió, fue el único en resucitar así y cuando volvió su comportamiento cambió. Al principio creíamos que estaba desorientado pero en las dos últimas votaciones ha votado a dos inocentes: antes tú y luego Hiraki, luego se ha mostrado reacio a colaborar con los del otro mundo que hemos vuelto. Son demasiadas cosas... decidas lo que decidas te apoyaré, sé que no es fácil.

Yo era débil, no podría tomar la responsabilidad de matar a alguien aun a sabiendas de que es un asesino. Pero corríamos el riesgo de dejarle actuar libre y tal vez podría ser fatal para aquellos que deseamos salvarnos con toda nuestra alma.

- Tengo una última cosa que decirte, comenta a Alec lo que me has dicho a mi cuando puedas, confió plenamente en él y es importante que sepa todo esto. Además es él más te necesita a su lado. -No puedo evitar el impulso de comentar aquello tan personal que nos habíamos contado sobre nuestras vidas.- Parece que las dos hemos tenido un pasado muy doloroso recientemente... aunque al estar aquí he aprendido que debo luchar por un futuro mejor, todavía podemos aspirar a volver a encontrar la felicidad -La miro decididamente.- Trabajemos juntas y salgamos de aquí, recuerda de visitarme en California: no hay nada como tomar un café a orillas de la costa oeste. -Termino con una sonrisa después de la invitación, había dicho esas palabras tal como las sentía y confiaba que al final pudiésemos salir de aquí.

Escuché, formando al final una pequeña sonrisa, todo lo que April tenía que decirme, y asentí a sus palabras. No tenía muy claro si tendría ganas de volver a montar en un avión cuando todo terminase, pero siempre había maneras.

- Claro. - Empecé, poniendo mi mano sobre la mía con un pequeño brillo en los ojos. - Además, hace tiempo que quiero visitar Los Ángeles. - Añadí después, ampliando mi sonrisa. Así me mantuve algunos segundos, simplemente pensando en cómo sería salir de aquí y volver a tener una vida normal. ¿Realmente era posible, con todo lo que habíamos visto? Además de que nadie nos creería.

- Puede que tengas razón con Reuel. - Le concedí con cierta lástima. - Es difícil de saber. No es sólo que parezca un poco desquiciado, sino que cuando volvió la primera vez ni siquiera respondió a las preguntas, y no estamos como para desperdiciar oportunidades. Aunque es una pena, con lo que él puede hacer. De todas formas, sino, ¿a quién traerías? Yorgan y Louis están ligados. Sara y Ben también. Podría ser Wolfgang, pero comprenderás que no me haga mucha gracia tenerle por aquí, supongo que a ti tampoco. Y Keelin, con su voto doble puede ser un peligro más que una ayuda, y más después de que nos acusara primero a mí y luego a Hikari.

- Aunque bueno, si no es ahora cuando esa persona puede traer a alguien siempre puede servir para salvar a alguno de los que caigan por la noche, si eso sucede. De todas formas, sólo por si acaso mañana no nos podemos reunir en privado, creo que tendríamos que fijar un código. Te propongo esto: me recogeré el pelo diciendo el nombre de alguien si creo que deberíamos traerlo de vuelta, y me meteré las manos en los bolsillos mirando a alguien si creo que es sospechoso. Y también puedo soplarme el pelo antes de hablar a quien piense votar. Si se te ocurren más gestos importantes, dímelos sin problemas. Yo se los diré también a Alec. Así podemos ponernos de acuerdo para votar sin decirlo en voz alta.

- Oh, y sobre lo de Kenneth. - Recordé al final. - Su resurrección aquí también fue diferente. No había luz, como con Loren, sino un aura extraña. Así que podremos notar si alguien resucita como él.

Luego me quedé callada unos segundos, más tranquila. La verdad es que contar con el apoyo de alguien era un alivio. Y parecía mentira que tuviera tanto que aprender de alguien que era casi una niña.

- Eres una chica miuy valiente, April. Ojalá yo fuera un poco más como tú y no tuviera tanto miedo.

- Gracias, aunque no soy valiente. Solo quiero hacer todo lo posible para que salgamos de aquí, -Me muerdo el labio nerviosa mientras comento.- tengo miedo de que los asesinos ahora vayan a por mi después de que Tao me hablará a mi antes de anunciar el resultado de las votaciones. Alicia y Michelle son sospechosas, pero si dejo de desconfiar de alguien hablaré de que tengo sed, pediré alguna bebida y diré su nombre. Así tendremos otra seña.

No tenía ni idea de que Keelin tuviese voto doble... Vamos afuera, así podrás hablar con Alec y tal vez con más gente. Seguiré tu código pero de momento solo lo compartiré con Hiraki para que este al tanto de la situación y no quiero ocultárselo. Tal vez deberías usar ese poder, podría marcar la diferencia este noche, del que sospeche más... -Niego con la cabeza, tenía miedo pero no podía decir eso..- No te puedo pedir que lo hagas, yo no sería tan fuerte para hacerlo y no puede pedirte eso. Te digo lo mismo que le dije a Alec, intenta hacer lo que creas correcto.

Me voy hacía la puerta y antes de salir la guiño un ojo.

- ¡Mucha suerte! -y añado en un gesto de despedida.- Confió en ti, salgamos de aquí juntas.