Partida Rol por web

Al recibir la llave, subes a tu habitación para dejar tus pertenencias y poder dar el recorrido más libremente, aunque no puedes resistirte y dar un pequeño paseo por la habitación. No es muy grande pero es lo bastante acogedora como para pasar una cómoda estancia allí.

La habitación que se te ha asignado tiene una distribución sencilla, pero puedes sentir la comodidad en cada parte de las paredes. 

La cama es individual y a su lado, tienes una pequeña mesa con dos sillas. Ideal para un juego de cartas o un rato de relajación.

El baño tiene una bañera con una hermosa cortina de color turquesa que la cubre, decoración de caracoles marinos y 

algunas estrellas de mar. 

Todo parece perfecto, pero hay un detalle que llama tu atención. Justo encima de la cama, puedes ver una lámpara bastante peculiar, donde las manos sujetan las dos bombillas y el rostro de esa extraña muñeca mira fijamente en dirección a la cama.

A pesar de la temática del ambiente, podía ser que lo hubieran tomado muy a pecho. Su ropa parecía un poco vieja y su figura no era tan trabajada como las muñecas de la exhibición. ¿Por qué estaría allí?

Durante el tiempo que llevabas en el museo, no habías dejado de tomar las notas que te parecían necesarias, importantes o jocosas, pero puedes notar algo extraño incluso en la escogencia de la anfitriona para la decoración.

Según tu profesión, esto podía ser parte de la ambientación del lugar para darle misticismo al ambiente. Un hábito bastante común. Aquello que te toma por sorpresa es el parpadeo de las luces de tu habitación. Eso no lo esperabas aunque podía ser parte del espectáculo. Miras alrededor y notas a la joven que habías visto desde el bus, parada justo a tu lado. Su mirada expresaba una profunda tristeza y se acerca a ti para hablarte, aunque su voz era suave pero con un eco macabro que te hacía pensar que dos personas hablaban por medio de la misma garganta.

- Toda la vida en el mismo trabajo ¿Acaso tratas de probarte algo a ti mismo? - no sabías muy bien por qué decía esas cosas pero sabías de qué hablaba - Para entender la muerte debes vivirla, no solo buscarla - da un paso hacia ti y te sonríe sutilmente - Te ayudaré a abrir los ojos a la muerte. Es hora de quitarte la venda - un dolor terrible ataca tu corazón y sientes que tus ojos arden. Podrían derretirse de lo fuerte que es el ardor. El dolor hace que caigas de rodillas y ves cómo un líquido negro sale de tu boca y tus ojos. No sabes qué pasa pero parece brea, aunque mientras más sale, más se aligera el dolor, hasta que deja de salir.

Sentías la respiración dificultosa y acelerada, además de un fuerte dolor en el pecho. Te levantas con dificultad pero notas algo diferente en tu mirada. Tus ojos parecían llorar ese fluido negro todavía y en el fondo de tus pupilas, podías ver un lugar diferente, lleno de muñecas sin ojos y con partes faltantes en su cuerpo.

No sabes dónde te encuentras pero la joven tampoco está para explicárselo. Sólo tienes una certeza: ese es un lugar de muerte.

MÉDIUM...

Serás el enlace entre vivos y muertos. Podrás estar entre los vivos y hablar con ellos, siendo su único vínculo con el mundo de los vivos...

Al recibir el golpe en el pecho, tu rol secundario es revelado:

VOZ DE LOS MUERTOS...

Siendo el nexo entre los muertos y los vivos, puedes sentir su energía. Una vez por partida, podrás sentir la energía de los muertos y saber cuántos hombres lobo hay en el cementerio.

Te vas a tu cama para tomar nuevos aires, un nuevo impulso. Estabas resuelto a desenmascarar la falacia en todo esto pero olvidaste un pequeño detalle: eres tan mortal como todos ellos.

En la mitad de la noche, sientes un terrible peso en tu pecho y aunque tratas de retirarlo no es posible. Aún te encuentras dormitando cuando un terrible dolor te hace reaccionar. No logras vislumbrar ninguna figura, debido a la oscuridad que hay. Ciertamente, era un lugar lejano a la civilización. El dolor del cuchillo hace que trates de moverte con velocidad pero no logras nada. Aquello era más fuerte que tú. Con cada golpe del cuchillo, una parte de tu cuerpo se debilita, hasta que dejas de resistirte y tus brazos caen a los lados.

Tu respiración se entrecorta y se debilita, mientras que las imágenes escapan de tus ojos. En el último momento, puedes olfatear el olor del humo cerca de ti, antes de dejar de estar dividido y encontrarte únicamente en aquel lugar con muñecas rotas, siendo tú una de ellas ahora.

Tras haber vuelto gracias a Lisseth, te despiertas en tu habitación y ésta está intacta, tal y como la dejaste antes de caer presa de la muerte aquella noche.

Solo algo había cambiado y era algo más profundo que eso. Ya no podías ser el puente entre vivos y muertos, ahora, debías encontrar una nueva motivación. Tu rol ha cambiado y te has convertido en un ladrón...

LADRÓN DE TUMBAS...

Durante la noche, podrás tomar el don de un muerto e intercambiarlo por el tuyo. No sabrás con antelación qué rol estás tomado. Debes hacer una tirada de 1D20 y si la superas, el intercambio es exitoso.

Quiero intercambiar mi rol con April.

Pues venga, Andy.

Andy no está muerto. Los muertos son April, Reuel, Louis y Yorgan :P

-_- XDDDDDDDDDDD

Estoy fatal.

Louis. Este sí, ¿no? XD Dime que sí xD

Al haber perdido tu vínculo con los muertos, decidiste aprovechar el nuevo rol que te había sido otorgado y utilizarlo sobre uno de los muertos más recientes: Louis.

Sin que nadie lo note, te acercas a él despacio y lo tocas. Comienzas a hurgar en su mente, su alma. Revives su último momento con Yorgan y mientras más te adentras, puedes ver una perla de color negro en el lugar donde está su corazón. Luego, comienzas a ver recuerdos más antiguos. La joven que había aparecido en tu habitación antes, había aparecido también allí, sólo que con una diferencia. Sus ojos brillaban de un color rojo intenso. Sabes que habla con Louis pero no escuchas lo que dice, hasta que ella atraviesa el pecho de Louis. Puedes sentir su dolor como propio y con cada respiración, la perla negra se va formando en tu interior. Un calor te quema desde adentro y se expande desde esa pequeña esfera hacia el resto de tu cuerpo. Gritas de agonía pero el calor no se va, hasta que en tu mente ves que la joven tiene el corazón de Louis en su mano.

El ardor parece irse pero sientes la perla en el lugar donde debería estar tu corazón. Respiras aún fuertemente y tu respiración se va volviendo más fuerte. Comienzas a acostumbrarte al calo de aquella oscura perla e instintivamente marchas hacia el espejo. Tu cara parece haberse desfigurado por completo y una sonrisa macabra no desaparece de tus labios. Tus ojos eran del color del fuego que había quemado tu cuerpo antes de morir y una sensación salvaje te estaba invadiendo. Ahora, eras diferente y la sed de sangre se apoderaba de tus sentidos y de tu razón. No querías sólo comprender la muerte ni tener experiencia paranormales, ahora iba más allá que eso tu deseo. Querías ser la parca que llevaría a los huéspedes a la destrucción, querías ser tú quien esgrimiera la espada y así, comprenderías la muerte desde el punto de vista del ejecutor. Ver los últimos minutos de tus víctimas y ser tú quien disfrutara de la sensación.

Te regodeas en tu nueva naturaleza y no puedes esperar para ponerla en práctica pero recuerdas a alguien: Lisseth. Ella era tu ama y por ella, cumplirías tu misión como un fiel lacayo. Serías el protector perfecto. Era tu momento de salir y darle mayor poder a la reina de la muerte.

HOMBRE LOBO ALVINO...

Eres un cazador, un sabueso. Tu sed de sangre no distingue ni amigos ni enemigos. Sólo tu ama se salvará de tu hambre. Tu único objetivo es devorar a todos en ese lugar y eso es lo que harás.

Cada noche, podrás pasar más tiempo despierto que los hombres lobo ordinarios y desatarás tu hambre con los huéspedes. No importa más que la supervivencia de tú y tu ama.

Ante el espejo, mi sonrisa resulta casi más cómoda que cualquier otro velo que pudiera haber llevado. Mi vida ha terminado y he renacido por el poder de mi ama, pero no solo eso, sino que he recibido una revelación que da sentido a mi segunda oportunidad. Se acabó ser contable y engañar a amas de casa con cuentos de viejas. Mi fascinación con el Otro Lado ahora tiene sentido: yo soy ese otro lado. Yo he vuelto de entre los muertos, elegido por la Señora de la Muerte, para ser quien los lleve al otro lado. Dejo de ser un falso cazafantasmas para ser un verdadero cazador.

Me enciendo un pitillo y lo fumo, sin dejar de mirarme al espejo. Noto el calor llenarme.

—Hoy empieza mi caza...  —murmuro para mí mismo, dejándome luego caer en una carcajada que hace que expela el humo escalonadamente.

Keelin O'Connor.

La noche iba cubriendo el hotel y junto con ella, tus sentidos más primitivos se iban despertando. Sentías el fuego surgir en tus ojos, tu apetito se iba despertando poco a poco, se te hace agua la boca de pensar que podrás cazar a alguien esta noche y disfrutar del sabor de su sangre en tus labios, la sensación de romper de a poco sus músculos y tejidos con tus dientes. Sudabas por soportar el tiempo pasar y buscar el momento justo, hasta que el momento llega.

Todos se habían ido a dormir y tú fijas tu mirada en aquella joven pelirroja que había mostrado tanta fuerza hasta ahora. En el pasado, hubieras sentido piedad por ella y tal vez, habrías tratado de ayudarla pero ella era un peligro para ti y para tu ama, al igual que el resto de los presentes.

El rojo de tu sangre te evoca la sed que tienes por probar su carne y cada vez te vuelves más primitivo y más salvaje. Esa sonrisa macabra vuelve a tu rostro y el fuego de tus ojos se hace cada vez más fuerte.

Sales de tu habitación, listo para darle caza. Era el momento justo y sigues su rastro hasta encontrarlo en el salón principal. Ella y otros cuantos pasarían la noche allí. Era arriesgado pero era tu víctima elegida. Ves que se mueve por un momento y te detienes pero luego vuelve a su posición original. Cuando menos te das cuenta, te diriges a toda velocidad hacia ella y de un solo mordisco, atraviesas su cuello con tus dientes. Cortas su respiración, así que no puede gritar, mientras la sangre fluye por su cuello y toca tu piel. Era el mayor éxtasis que habías sentido en tu vida y no puedes detenerte. Pasas tus uñas por su torso, dejando una marca en él y lames tus dedos para sentir los restos de su sangre una vez más. Sus intentos agónicos de respirar se van desvaneciendo, hasta desaparecer y quedar un cadáver frente a ti.

Sabes que has cumplido tu misión con éxito y con esta satisfacción, regresas a tu habitación.

Algunos minutos pasaron cuando la puerta de la habitación de Kenneth sonó y era Andy quien estaba en la puerta.

Estoy echando una humarada en cuanto abra, apuntando con un mohín de la boca tal que el chorro de humo salga hacia arriba y no llegue directamente a la cara de Andy cuando abro. Me aparto de la puerta con un gesto poco cuidado, como si la cosa no fuera conmigo, y con la mano en la que sostengo el cigarrillo le hago gestos para que entre.

—Adelante... pues bien... a ver, a ver, a ver... —cierro la puerta—. ¿Qué es eso que quieres hablar conmigo en privado?

Andy se queda observándolo. Había dicho que se fiaba de él.. Pero ¿Realmente se podía fiar?

-Antes de decir nada.. ¿Qué ocurrió después de que salieras del cuerpo de aquella muñeca?

Comentó, mirándolo a los ojos. No sabía exactamente qué había ocurrido en aquel momento.