Partida Rol por web

Casa de Muñecas - HLCN

Noche 0: Llegada a la fantasía

Cargando editor
12/03/2014, 17:36
Amanda Hopkins

Cuando recibió la invitación a ir a aquel lugar no cabía en sí misma del gozo, quería conocer aquellas muñecas de las que todo hablaban por sí misma. Y ver como estaban vigiladas también le picaba la curiosidad, lo que tiene encargarse de sistemas de seguridad, que le hace a una tener gustos muy especiales.

Sin embargo, si tuviera que quedarse con solo una de las experiencias allí vividas se quedaría con el trato que les daban. El viaje el avión había sido lujoso y la fiesta que les tenían preparados en el edificio, con todo pagado y sin escatimar en nada... si querían venderles algo Amanda estaba tentada de comprarlo.

Se fijó en todas las casetas y en los puestos de comida y los recorrió casi como una niña pequeña en una tienda de juguetes. El viaje había estado bien, y el recibimiento aún mejor... no echaría de menos el trabajo. Ahora tocaba relajarse.

Cargando editor
12/03/2014, 18:59
Charles Showman

Cuando recibió la invitación se extraño mucho ya que no tenia mucho contacto con nadie y prefiría que esto siguiese así ya no quería comprometerse a quedar con esas personas, preparo cámaras y se informo de todo sobre ese museo ya que tenia que preparar una noticia sobre como se vivía en el museo y que cosas curiosas había en el. 

Charles era una persona muy ordenada y no le gustaba que nadie le tocase sus cosas ya que podían hacerle algo a sus cosas.

En el viaje se puso a ver películas tranquilamente ignorando a las demás personas aunque antes de decidir que películas iba a elegir se percató que había demasiados jóvenes y recordaba cuando el era así, le añoraba muchos recuerdos.

Se quedo con las maletas para vigilarlas, y nadie le interrumpió durante el viaje ya que se puso cascos para no tener que escuchar aquel jaleo.

Cargando editor
12/03/2014, 20:02
Sara Holme

A Sara no le gustaban los vuelos. No porque les tuviera miedo, sino porque rara vez le venía inspiración durante el vuelo. Y el control abusivo que había para acceder a los mismos. Pero con billetes pagados, era algo que podía tolerar y pasar por alto. En ese sentido, más la molestó el tener que parar en Rumanía, sin poder ver algo más que el aeropuerto. Pero cuando el motivo se reveló en forma de jet privado, las visitas turísticas de más se le borraron inmediatamente de la cabeza.

Lía-la parda, por el coño de tu madre Sara, lía-la en un jodido jet privado - pensó mientras estaba asentada en su asiento. Pero le preocupaba que la anfitriona se lo pudiera tomar demasiado mal, y aunque la echasen del grupo una vez estuvieran en Hungría, luego no tendría como regresar a casa. Y mantenía la esperanza de poder alargar la visita más allá de lo previsto. O hacerlo en Rumanía, cosa que también le gustaría.

Cuando pasaron las azafatas, cogió a una por la mano y puso una falsa mirada triste - Nunca había estado tan lejos de mi tierra natal Escocia, y me siento muy nostálgica, si pudieras traerme algo que me hiciera sentir más cerca de mis raíces... - le decía a la azafata, que sonrió y le sirvió un buen whisky escocés. Lo degustó, saboreó, alargó la copa como bien se merecía cada trago. Para cuando se dio cuenta, ya estaban llegando a su destinación y apenas había vaciado la primera copa. Quería salir ya del jet, la estaba "aburguesando" más de lo que le estaba gustando.

Poco tiempo tuvo para pensar en ello, puesto que antes de llegar a su lugar de destino, hicieron una parada en una fiesta. Recibió con una enorme sonrisa la máscara que le ofrecía el arlequín, y por primera vez, decidió darles un vistazo a todos los que la acompañaban en este viaje. Y el contraste de gente, varios con la máscara puesta y otros no, junto al ambiente que se respiraba, la inspiró inmediatamente para una de sus obras. Pero no era una simple más, en estos días podía conocer más a las personas, y con ello darle más personalidad y vida a su obra. Tras ello probó la comida picante, la cual le encantaba, y soltó una risita mirando a otros que también la estaban probando. - Ya podéis probar, que no encontraréis nada tan picante como Sara Holme...

Cargando editor
12/03/2014, 22:05
Nathaniel Kingsley

Estaba emocionado por el viaje. Mucho más que emocionado, aunque sin duda la mayor satisfacción fue cuando le habían aceptado entre los seleccionados para ir al museo. Si señor, aquella iba a ser una experiencia muy gratificante.

Estaba tan emocionado que durante el vuelo no podía quitar la mirada de las azafatas, y las personas, en especial a Michelle, cuya apariencia frágil cual muñeca le había dejado sencillamente perplejo. Sin embargo, con el correr de las horas, su atención se fijó en su maletín. Sacó de él aguja e hilo, algunos trocitos de tela, y se puso a coser un pequeño vestido, el cual probaba con ayuda de una muñeca que sin rostro a modo de modelo para probar las medidas. 

Cuando salió del avión, estiró su traje para quitarle algunas arrugas por la posición que quedaron durante el viaje, y luego se dedico a pasear por el lugar. No bebió mucho, solo una pequeña copa de un Brut que le pareció sin duda una exquisitez, y luego a degustar la comida.

Cuando se topaba con alguien del avión en el camino, le tendía la mano alegre por estar allí, encantado de que pudieran acompañarle en esta experiencia.

Cargando editor
12/03/2014, 23:00
Loren Mcfly

El viaje represento algo nuevo para Loren. No estaba acostumbrada a viajar y menos salir al extranjero. Avida de encontrar nuevas sensaciones, lo primero fue el vuelo. Compartio viaje con mucha gente de diferentes lugares. Ante tanta gente se le pasaban muchas cosas por la cabeza. De que puedo hablar? Si apenas conozco de mundo? No creo que a la gente le interese hablar de vacas y conejos.

No era su forma de actuar, pero el verse con menos cultura al proceder de pueblo y el avion tan lujoso le cohibio bastante. Así que decidió sentarse en un asiento en la ventana y empezó a leer sus dos revistas sobre sucesos paranormales. Por el camino le pidio agua a la camarera. Cuando paraba de leer, se perdia mirando el paisaje por la ventana y sino acabo echandose una pequeña siesta. Con esos asientos tan confortables se sentia en el cielo literalmente. Mucho mejor que dormir en el heno.

Luego de una horas se llego a Budapest. Sin duda una ciudad de misterios y encantadora. El edificio a donde los llevaron la dejo fascinada. Tan solo pudo dejar un UAAHH!!! enorme al ver el castillo de Buda con sus luces. Sin duda el ambiente creado por los patrocinadores mostraba el alto poder economico que poseian. Cuando salieron del ascensor y vio aquella fiesta montada, con musica de carnaval y ambientada en la India, no hizo que sus ojos dejaran destellos. Le parecio estar en otro mundo. Fascinada por todo lo que había, se empezó a probar diferentes platos. Solía ser basta a la hora de comer, pero intento conmerurarse. No podia dejar mal a su país ni tampoco mostrar malos modales. Comía con pasion saboreando cada bocado que daba, mientras intentaba disfrutar de la musica, aunque era menos lo que llamo su atencion. Se notaba que la comida era una de sus pasiones.

 

Cargando editor
13/03/2014, 01:09
Narrador

La fiesta siguió entre vino, comida, fiesta, alegría y bailes, pero el día iba llegando a su fin. Una tarde muy corta, a juicio de los asistentes pero algunos comenzaban a sentir los efectos del vino o de la cantidad de comida ingerida. A pesar de ello, se encontraban contagiados del ambiente festivo e incluso la pequeña Alicia había podido disfrutar de la festividad, acompañada siempre por la azafata encargada de cuidarla.

A medida que la oscuridad iba tomando lugar en la ciudad y las luces iluminaban el castillo de Buda, la fiesta fue tomando un aire más tranquilo. La banda dejó de tocar esa música y pasó a una música más tranquila, hasta que llegó el momento del bajar del escenario. Luego, un hombre de mediana edad, con una pronunciada barba, cabello abundante pero con visos grises, se para sobre el escenario y junto con él, un coro de jóvenes sube. El coro toma su lugar y el hombre se da la vuelta, para mirar al público. Con un inglés no nativo pero lo suficientemente claro, comienza a decir:

- Esperamos que hayan disfrutado de nuestro festival, hasta ahora. Como bien saben, este festival tenía el objetivo de traer pequeñas partes de todo el mundo y conjugarlas para el disfrute y entretención de ustedes, los asistentes. Para dar fin a este perfecto día, tomamos un festival propio de Japón. Aquellos que quieran participar de la celebración, se les darán los implementos necesarios. Tomaremos unos coloridos faroles de papel, con una base que flota sobre el agua, los cuales llevarán una vela en su interior. Los arrojaremos al río y dejaremos que su cauce los arrastre. Se tiene la creencia que estas velas sirven para guiar las almas de los muertos a encontrar su descanso. Acompañaremos el acto con música para darle un toque de solemnidad. Gracias a todos por su asistencia - en medio de aplausos, el coro comienza a cantar y aquellas personas interesadas van tomando cada una su farol.

Los primeros habitantes de la ciudad comienzan a integrarse y con el compás de la música, dejan ir sus linternas al río. Además de la luz que se reflejaba en el Danubio por el castillo de Buda, ahora las linternas alumbraban el agua y la ciudad. En medio del ambiente, saben que tienen tiempo para participar si lo desean pero pronto será tiempo de marcharse. Su verdadero destino los estaba esperando y era una cita que no se querían perder.

La voz de los niños inundaba el lugar y la noche se llenaba de romanticismo. Podía verse familias enteras que se abrazaban, mientras miraban a las linternas marcharse. Muchas otras parejas se besaban y abrazaban, los niños jugaban a seguir sus linternas y el ambiente se llenaba de paz. Algunos, encomendaban las almas de sus seres queridos y otros sólo se dedicaban a mirar las linternas navegar. Poco a poco, el ambiente del festival llenaba los corazones de todos los asistentes, mientras la alegría de éste quedaba en la memoria de todos.

Cargando editor
13/03/2014, 01:59
Loren Mcfly

Tras tanta fiesta, era momento de algo de relajacion. Prove todo tipo de comida y mi estomago decia basta. Mi mente solo veia platos por alli donde iba, hasta tuve que ir un par de veces al lavabo por vomitar. La bebida fue el brote que acabo rematamandome pero tras poder recuperarme un poco, volvi a mi misma. Nunca un paraiso me habia llenado tanto.

Al ir acabando la fiesta, nos anunciaron que se iniciaria un ritual japones. Alguna vez lo vi por la tele en algun documental. Siempre me ha gustado conocer cultura de otros paises, y me apunte. El tomar el fresco me ayudo a desconectar con la lujuria y alegria de la fiesta. Algo mas tranquilo era lo que necesitaba, si mas tranquilidad y viento fresco. Deje ir mi vela por el rio junto a decenes de ellas. Todo era un mar de luz que se iba moviendo. Me parecio como si un desfile de espiritus paseara por encima de las aguas siguiendo el curso de las velas. Sin duda fue un momento que me lleno el alma. Creo que a Buddy le hubiera gustado venir aqui.

Cargando editor
13/03/2014, 02:52
Reuel Rowling

Luego de recorrer el festival lleno de comida y vino y haber compartido con algunas personas del lugar un poco de fiesta y buenaventura, se dedicó a pensar un poco sobre todo lo que acontecía en su vida por estos momentos, ¿habría sido una buena decisión venir aquí? Pensaba con frecuencia, pero ya que...
Tomando aun un poco de vino escuchó la voz de un hombre, se acercó para saber que decía, habían jóvenes en la tarima central del festival, los invitaban a escuchar y a compartir algo de la cultura japonesa, ¡ah, que bonito era recordar su estadía en Kyoto con este bello acto!, era como si hubiera sufrido algún tipo de transformación, puesto que solemnemente tomó un farol y automáticamente lanzó oraciones al vacío, no sabía si llegarían a alguna parte o a algún oído, lo único que sabía era que necesitaba desahogarse de alguna manera, e inconscientemente había encontrado la forma de hacerlo.
Se quedó mirando la noche, que bellas nubes se formaban en el firmamento, se podía respirar algo diferente en el ambiente, la gente...era otra, si, era un festival, pero... todo había cambiado, aunque fuera algo diferente, sentía que todos se apropiaban de ese sentimiento de gratitud, y de fe, todos miraban al rio, y cómo los faroles desaparecían en esa oscuridad viajante de las aguas...eso lo hizo recordar, y recordó el pasado... ese que la había causado tantas cosas, sin darse cuenta una lágrima viajaba por su mejilla...
Así Sea...

Cargando editor
13/03/2014, 10:18
Alicia Moreu

Poco poco y al ir relajándose el ambiente de la fiesta me calme -Ufff es que estoy tan poco acostumbrada-pensé, me sentí avergonzada y pedí perdón por mi comportamiento a la azafata que me acompañaba, ella forzó una sonrisa y me aseguro que no pasaba nada, estaba claro que estaba molesta por no haber podido disfrutar del festival, no la culpo por ello, tenia todo derecho a estarlo.

Un grupo de gente subió al escenario, el mas anciano de ellos explico que el festival estaba llegando a su fin y que el ultimo acto seria basado en un festival japones, consistía en poner sobre un rio farolillos de papel y dejar que la corriente se lo llevara, explico que se creía que servia para guiar las almas de los muertos a encontrar su descanso, eso me recordó muchísimo a mi madre así que sin pensarlo demasiado, porque sabia que si lo pensaba no lo haría, coji uno de los farolillos y seguí a la multitud.

Al llegar y ver aquel rio lleno de los pequeños farolillos exclame -Precioso- al darme cuenta que lo había dicho en voz alta me sentí cohibida y baje la cabeza, camine hacia el rio,me agache en la orilla y puse el farolillo en el agua, después mire como poco a poco bajaba por el rio para al final juntarse con los demás, por un segundo un sentimiento de infinita tristeza me inundo el corazón, entonces pensé -Que difícil es dejar ir a los que quieres-

Cargando editor
13/03/2014, 13:38
Lisseth Lefebvre

Lisseth estuvo todo el rato sentada en un banco viendo a la gente bailar. Más de una vez vinieron arlequines a darle una mascara, y al final tuvo que aceptar una para que estos no siguieran insistiendo. Y más de una vez vinieron jóvenes galanes a sacarla a bailar, hasta que resoplando tuvo que salir tras estar uno durante más de quince minutos insistiendo. No fué tan malo como parecía, hasta llegó a divertirse un rato.

Hasta que por fin el hombre de la barba gris subió para hablar y dar por finalizada la fiesta, no pudo desprenderse del joven.

Se acercó al río con farolillo que le habían dado, y no pudo frenar una pequeña sonrisa de tristeza al ver tantos farolillos juntos.

Seguro que esto te habría encantado abuela...

Sonrío, posó el farolillo en el agua y dejó que la corriente lo arrastrará hacía los demás farolillos, creando una hermosa vista del río.

Cargando editor
13/03/2014, 14:22
Kenneth Vernell

Desisto de tomar notas tras tres whiskys y un par de cervezas. De hecho, mientras estoy ahí, con la multitud, agradezco el tener un rato de relax antes de encerrarme en un museo donde supuestamente pasan cosas raras. La idea de las velas y las lamparitas me resulta completamente ridícula, así que simplemente voy a por algo más de comida y una cerveza para verlos hacer la tontería.

Veo cómo toda esa gente se emociona con la tontería de echar una vela al agua.

Los muertos no necesitan una vela para guiarles... Chorradas...

Me sale algo entre una media sonrisa y un resoplido, una muestra de desprecio por estas tonterías, y apuro el botellín antes de encenderme otro cigarrillo esperando a que venga el maldito bus y se dejen de estupideces turísticas. Hay cosas más interesantes en las que perder el tiempo.

Cargando editor
13/03/2014, 15:54
Andy Reynolds

La fiesta estaba acabando, y de repente pasaron a otro tercio. A decir verdad y pese a que se sintiese afortunado de estar allí, decidió no participar en aquel acto... A decir verdad, no creía mucho en algo así. Esperaba no molestar a la anfitriona que seguro estaba observándolos desde algún lado.

Se acercó al que fumaba cigarros como un carretero, ya que parecía de los pocos que no iban a participar en aquel evento, pidió un vaso de agua y empezó a hablar.

-¿De verdad piensan que... esto va a ayudar a alguien? Podrían haberse quedado con que, como acto, está bonito.

Lo miró, esperando alguna reacción. Le tendió la mano, con una media sonrisa.

-Andy Reynolds. Nos encontramos en aquel avión donde pensé que iba a morir como 5 veces. Un placer.

Cargando editor
13/03/2014, 15:58
Ian Kovaliov

La fiesta no estaba mal, pero con el tiempo se hizo tremendamente aburrida para Ian, el cual se vio saturado de tanto bailoteo y estupidez. Él no había aceptado la invitación para este tipo de eventos, para esto bien se podía haber quedado en su Moscú natal.

Lo que llegó a continuación ya sí que acabó de desesperar al ruso, el cual pidió un par de tragos de vozka antes de presenciar el absurdo espectáculo de las lámparas en el rio, del cual, por supuesto, no iba a ser partícipe.

- Ah mirralos! Ser como pequeños corderritos, todos hacer la misma estupidez porque así creer que liberar alma… Liberar alma enviando un farrolillo rio abajo, que irrisorrio. – comentó al llegar a la altura del hombre que vio anteriormente apuntando cosas en su libreta (Kenneth Vernell) y otro de los chicos que conformaba el grupo del museo (Andy Reynolds), los cuales, a juzgar por sus caras, parecían tener la misma idea sobre el espectáculo que estaban presenciando.

Cargando editor
13/03/2014, 16:22
Efraín Orlando Quiroz Salas

Efraín llega con una copa de vino en una mano y un bocadillo en la otra junto a los que estaban soltando botes de papel al río, y cuando le ofrecieron uno para dejarlo flotar en el río simplemente levantó ambas manos como señalando que las tenía ocupadas. No quería realmente hacerlo pues le parecía una tontería muy bonita y solo quería disfrutar del espectáculo, unirse a ese "show" le quitaría la magia que el veía en el montón de luces flotando por el río; el reflejo de las luces en el río hacia que parecieran barcos flotando en el aire gracias a la oscuridad de la noche, o al menos eso era lo que Efraín se imaginaba en su mente al ver los barquitos iluminados bajando por el río.

Se acerca a los hombres que tampoco habían cogido un barco para soltarlo y pensando en que son tan apáticos como el para ese tipo de cosas y se presenta en perfecto inglés, pues piensa es el idioma común entre todos -Buenas noches, me llamo Efraín y vengo de Venezuela- Casi sin esperar respuesta de los presentes les dice -Bonito, cierto? Siempre me ha parecido curioso como la gente de todas las culturas hace cosas distintas para sus seres queridos ya fallecidos- Mientras da una ojeada alrededor viendo a todos los que lo acompañaron en el vuelo, primera vez que lo hacía, y la verdad, es que los nombres y los rostros nunca se le han dado nada bien, tiende a olvidarlos rapidamente y por eso las personas que más fácil recordaba eran a la chica de cabello azul y a la de cabello rojo, ambas muy lindas, y siempre las buscaba con la mirada más que nada porque pensaba, Si las sigo seguro no me perderé jajaja no creo que todos los hombres del grupo vayan a perderlas de vista y apenas llegue el bus, todos se darán cuenta si falta alguna de ellas. Es que Efraín era realmente despiestado y perdía la noción del tiempo con facilidad y perder el bus no estaba en sus planes.

Cargando editor
13/03/2014, 17:01
Benén Tinelli (Ben)

Llegaba el momento final de la fiesta, la noche ya tapaba la ciudad con su manto y un coro como espectáculo final empezaba a cantar en un tono bastante eclesiástico para dar inicio a aquel... después de unas copitas
de vino peleón, porque no decirlo... bonito ritual de farolillos - aunque no vendría mal algo de Jazz... - piensa. Había una brisa agradable al aire libre, y Ben, mientras paseaba cercano al acontecimiento de brazos cruzados y con un pitillo liado en la boca, va fijándose como algunos de sus compañeros de "excursión", por el momento muy esparcidos por el lugar, se animan a participar.
Estaba siendo una bonita gala, muy onírica esta parte final... sin duda, puede admitirse que Ben era un hombre mas echo a la burda y sucia realidad... lo que le corta de participar en el evento, pero aceptaba lo que veía de buen gusto como parte del espectáculo, sobretodo para los mas jóvenes.
Aflojó un poco su corbata, y un tanto alejado (pero con buena perspectiva) se puso de cuclillas apoyándose en sus rodillas para empezar a buscar entre la muchedumbre, quizá, la primera persona a la que acercarse, ya iban siendo horas, y de una manera u otra iba a pasar unos días con todos ellos.

Se fija en quien tenia, quizá... mas cerca (Loren Mcfly), da unos pasos entre la multitud hasta llegar a las espaldas de aquella señorita con tan campechana pinta, tira el pitillo al suelo, lo pisa, y le da un toque en el hombro con el dedo indice, por detrás - No se ven estas cosas por los pueblos, eh? - le dice intentando empatizar con ella, mientras observa a su vez como montones de farolillos emprenden su viaje - ¿donde acabaran cuando se apaguen y se hundan? - se pregunta para si mismo, para tras unos segundos presentarse - me llamo Benén Tinelli, vengo desde Milán - le extiende la mano amistosamente - Pero puedes llamarme Ben - le concede una pequeña sonrisa de medio lado para preguntarle - tu, te llamas...? -

Cargando editor
13/03/2014, 17:04
April Smith

Disfruto de la fiesta todo lo que puedo y consigo una buena galería de fotos en la cámara. Pero también aprovecho para beber un poco de vino, picar algo de comida y bailar disfrutando de la música. La verdad es que es un ambiente estupendo e incluso me siento cómoda entre tanto desconocido.

Cuando sube el coro vuelvo a sacar la cámara de la bandolera y reviso un momento la galería para ver si debo cambiar ya de tarjeta micro SD. En cuanto tenga un momento pasaré la tarjeta al Iphone, selecciono las mejores y las comparto por las redes sociales. Se ven a quedar de una pieza cuando vean lo bien montado que está todo. Cuando van repartiendo los faroles de papel cojo uno, realmente no creía en nada de ello, pero el espectáculo era precioso. Ver las velas ir por el río con el sonido del coro... ¡Guau, casi me emociono!

Cambio las lentes de la cámara para ajustar mejor la calidad para este momento, busco el mejor angulo de la orilla del río para hacer unas cuantas fotos de todo esto, las reviso un momento... han quedado genial. Lo malo es que no tengo ninguna foto mía de aquí y no sé a quien pedirle que me haga una foto. Miro a ver quien está cerca mío que haya venido conmigo en el viaje y que me parezca una persona simpática. Veo a la chica rubia (Lisseth Lefebvre) y me acerco a ella con una sonrisa.

- Perdona, ¿te importaría hacerme una fotografía con el río detrás? -Hago una breve pausa mientras la tiendo la cámara de profesional.- No conozco a nadie del viaje y no sé a quien pedírselo. Te lo agradecería mucho.

Cargando editor
13/03/2014, 17:11
Esther Grenholm

Cuando hube recorrido todos y cada uno de los puestos me dispuse a repetir aquellos que más me habían gustado. Mi cabeza se sentía liviana después de varias copas de vino, y ahora era más sencillo no pensar en la sádica sonrisa que me había dedicado aquel terrorista. Con un poco de suerte no se habría fijado mucho en mí, pero sólo por si acaso no terminaba de perderlo de vista. Con estas cosas toda precaución era poca.

La fiesta había ido pasando y me había ido fijando más en los que habían compartido avión conmigo. Había un par de chicas a las que me daban ganas de animar a comer porque estaba claro que no podía ser muy saludable su estado, pero decidí contenerme. Ni era su madre, ni quería serlo.

Al llegar el momento de los farolillos tomé uno con cierta emoción. No podía evitar sentirme animada, y ya no sabía en qué parte era por el viaje y en cuál por el vino, aunque tampoco me importaba demasiado. Previsoramente y para no hacer el ridículo me había informado sobre la ciudad. El río en el que liberábamos los farolillos debía ser el Danubio, el más largo del continente. Nada como nuestro Misisipi, claro, pero para ser Europa no estaba nada mal.

En cuanto dejé el adorno sobre la superficie del agua me alejé unos pasos con la vista fija en la belleza que habíamos creado entre todos. Si lo pensaba se me hacía un poco extraño estar en la otra punta del mundo imitando un ritual de otro lugar diferente, ¿pero quién era yo para juzgarlos? Al fin y al cabo ya nos habían plagiado cientos de cosas antes a nosotros, como las hamburguesas o el idioma.

Durante algunos segundos simplemente permanezco así, mirando con ojos brillantes el espectáculo, pero no puedo evitar sentirme un poco nostálgica al ver cómo todo el mundo parecía tener alguien con quien compartir el momento. Arrugando un poco la cara me doy la vuelta, dispuesta a volver a los puestos para tomar alguna copa de vino más. Para eso sí que no hacía falta estar acompañada.

Cargando editor
13/03/2014, 19:03
Jose Peres "Don Chepe"

El viaje hasta ahora estaba siendo una pesadilla, no habia pasado ni un dia y ya extrañaba mi pueblo, mi cabaña, mi casa. Primero el avion, Por que nadie me dijo que ese armatoste vuela? eso se siente horrible, marea muy feo, ademas de que me quitaron mi navaja justo antes de subir alo avion y ni siquiera pude entretenerme tallando un poco, eso fue horrible, prefiero las combis de mi pueblo, no se mueven tanto.

Despues de bajar del avion todo se puso peor, querian que comiera, estaba tabn mareado que si hubiera probado bocado alguno hubiera vomitado, me recuerda a cuando tuve chorro en mi casa por comer ese hongo, no lo vuelvo a hacer.

Ya un poco mas tranquilo, llegamos al lugar ese de la fiesta del vino, no se que es eso, pero dicen que es alcohol, no me caeria nada mal algo para relajar la tripa.

Chepe camina por la fiesta saludando a todos con su clasico -Buenas- en español, aunque casi nadie le entiende, solo le devuelven la pequeña reverencia con un movimientod e cabeza y una sonrisa, ademas de palabras raras en otro idioma que no logra entender.

Va con uno de los meseros y le pide vino, se lo dan en un vaso raro transparente que tiene una patita rara, que extraños son los budapestianos, lo toma de un solo trago sin siquiera paladearlo y se queda viendo el vaso haciendo un gesto de extrañeza, despues va otra vez con el mesero y le pregunta.

-Disculpe siñor, no tendra un aguardiente o un pulque? este juguito esta desabrido-

Extraño mi pueblo

Cargando editor
13/03/2014, 20:20
Charles Showman

Charles comió mas que otros días pero veía que los demás comían mucho mas y le parecía que el comía poco y que debía comer en mas cantidad pero el se sentía lleno y no podía dar ni un mordisco mas a ningún manjar que había en aquella mesa, fue observando a los invitados para irse conciencializandose de que tipo de personas habían sido invitadas a aquel museo para poder adaptarse mejor a esta situación.

Cuando terminaron de comer nos informaron de que se iba a celebrarse una fiesta japonesa, a Charles le pareció muy interesante para conocer mas cultura sobre el mundo. Vio que se trataban de que debían llevar unas farolas y dentro de ellos le pondrían velas. Cuando Charles vio como quedaba cuando todas esas farolas estaban juntas le pareció fantástico de que pudiera disfrutar de aquel ritual tan precioso y apunto aquel ritual en una hoja para hacer una noticia sobre aquel ritual y hacer de que sea aun mas conocido. 

Cargando editor
13/03/2014, 21:48
Lisseth Lefebvre

Levantó la cabeza al escuchar la voz de April y parpadeó al verla, al principio confusa y luego al escucharla hablar del viaje reaccionó en seguida hubicandola como compañera de viaje en el jet privado.

-Em... Si por su puesto. - Cogió la cámara y en seguida toqueteó el zoom, el enfoque, el diafragma y el obturador para que quedará una buena foto. - Papá me regaló una de estas, pero es muy pesada y me da pereza llevarla... - Le tendió de nuevo la cámara. -Espero que sea de tu gusto - y sonrió.