Partida Rol por web

Keelin alzó la cabeza y se sorprendió ligeramente cuando Esther se dirigió a ella por primera vez desde que estaban en ese lugar. Le extrañaba que la mujer no estuviera enfadada con ella por haberla votado. Y más teniendo en cuenta su problema. Habría esperado que le pidiera explicaciones o se lo recriminase, pero no que lo dejara correr sin hacer ningún comentario. 

Escuchó su explicación y la de Efraín y un escalofrío recorrió su espalda al ver al señor Vernell, en quien ella ponía sus esperanzas, aparentemente tan perdido y afectado como los demás. Al ver que nadie respondía a su pregunta se acercó un poco a él, esquivando también el humo de su cigarro. ¿Por qué de repente todos habían decidido llenar el lugar con ese asqueroso humo? En cualquier caso, Keelin pensaba que quizá el hombre necesitaría toda la información posible para hacer el exorcismo o lo que fuese, así que respondió a su pregunta. - Fue parecido, sí. Pero ayer al señor Showman lo controlaron para que tomase el cuchillo y acuchillara a la muñeca de Reuel. Y todo lo que le hacía a la muñeca, le pasaba al chico. Era todo como muy de vudú, ¿sabe? Y al final fue igual, cuando le hizo eso en los ojos... Todo terminó. - Explicó, lo mejor que pudo, todavía con la voz afectada.

Había sido terrible. Entendía los votos a Louis, intentar negar lo que estaba pasando era absurdo, totalmente estúpido. Pero Sara pensaba que era eso, un hombre con demasiado ego para comprender algo que fuera más allá de él mismo. Y su muerte había llevado a la muerte a la vez de Yargen. El día anterior la había votado, pero había comprendido que fue sólo el calentón de una breve discusión entre ambos, antes que él votase. No tenía nada en su contra, y no lo quería muerto en absoluto. Habían muerto dos personas, como si el destino cruel quisiera compensar el hecho que no hubiera habido ninguna muerte esta noche.

Curioso que ahora asegures la inocencia de Louis, y que creas que los culpables se encuentren entre los que lo votaron, siendo quien más votos ha recibido en estos 2 días. Quizás tengas toda la razón, pero no deja de ser curioso... - le dijo a Andy. Lo tenía cruzado, ambos lo sabían. Lo único que quedaba por saber, era cuando él le demostraría su error, o ella confirmaría sus sospechas hacia él.

-No se que es lo que tienes contra mi, ni me importa mucho. Aquí lo que verdaderamente importa es quitar de en medio a aquellos que nos están atacando por las noches.

No podía demostrar que aquella mujer fuese culpable, pero tampoco podía demostrar lo contrario. Ya la había votado en la anterior vez... Y ambos parecían tener un sentimiento recíproco. 

Un juego peligroso, sin duda.

-Yo te voté a ti, por ejemplo, porque parecías alentarnos a destruirnos entre nosotros alegando un discurso de autodefensa... Y no se si hice bien, pero creo firmemente en ello.

Sara miró a Andy y quiso sonreír, pero no estaba de humor para ello.

Si conoces una forma mejor de detener a los que matan por las noches, y salvar la vida al resto de los presentes, seré la primera en no sólo no votar, sino impedir que se hagan más votaciones. Pero dado que la alternativa que ha surgido hasta el momento, ha sido intentar buscarle las cosquillas a los guardias, a ver cuantos morían de golpe cuando se pusieran a pegarnos tiros, y con ello probablemente facilitar las cosas a los asesinos, creo que es mejor que tomemos esta única y cruel herramienta de las votaciones para que no se lleve a más inocentes.  - Sara soltó un bufido - Discúlpame si prefiero confiar, si no en todos, al menos en algunos de los presentes, antes que en alguien claramente trastornado y sin capacidad de diferenciar entre un inocente y un culpable. Y si por ello me llevo algún voto, bueno, si sirve para que el resto trabaje conjuntamente para terminar con esto lo antes posible, bienvenido sea.

-Trastornado..

Meditó, mientras le daba vueltas en su cabeza a esa idea.

-Creo que todos nos hemos transtornado al venir aquí. Algunos han visto cosas, otros tienen capacidades un tanto extrañas, además de que pasan cosas muy raras, algunos reviven de entre los muertos... No se trata de creer en un transtornado, se trata de dar pie a lo evidente. Es evidente que este no es un caso normal... Y no. No podemos hacer como si fuera algo común. Si he de morir y llegar a ese sitio del que hablan los que han resucitado, lo haré, sabiendo que he molestado a aquellos que nos están matando por las noches. Y eso cuenta mas que una rencilla de niños teniendo en cuenta lo que has tomado como evidencia para acusarme... ¿De verdad? ¿Por haber perdido los nervios una vez? ¿Qué somos, autómatas? ¿O es que tienes miedo de que alguien con sangre delate tus verdaderas intenciones?

Lisseth observó la escena en silencio. Ella había votado a Henri pensando que se había mantenido demasiado callado durante esos días, pero no se esperaba que fuera su hermano el que moriría, y menos aún que Yorgan se metiera por en medio y también muriera... No podía dejar de ver la escena, fue bonita y horrible a la vez.

Llegar a tal amor como para morir juntos... Es... Absurdo...

Se sentó en un sofá perdiendo totalmente las fuerzas.

-Y esto... Al fin y al cabo... ¿Ha servido para algo? -murmuró para si misma, y luego levantando un poco la voz y dijo a todos en general. - Osea, a ver, este chino loco lo que quiere es que encontremos a los culpables entre nosotros, pero, ya van 3 personas muertas a nuestras manos, entonces... ¿Todos son inocentes y nos hemos equivocado? ¿o que pasa aquí?

Estaba confusa...

La pequeña disputa que se producía estaba siendo productiva para Ben, ambos tenían su parte de razón... pero de nada serviría que empezaran a tirarse los trastos entre 2... aun así, Ben estaba totalmente de acuerdo con en el tipo raro, Andy, en una cosa... tenían que empezar a hablar sin tapujos, empezar a tirarse de la lengua unos a otros... pero también estaba de acuerdo con la pelirroja rebelde por otro lado, que sumado a la ultima intervención de la chica francesa, Lisseth, cogía fuerza, estaba claro que las muertes no estaban diciéndoles nada en absoluto ¿cuantas mas harían falta para que espabilasen y empezasen a trabajar en grupo? - Sugiero que empecemos a hablar todos, creo que las opciones se reducen a 2, construir el puzzle entre todos o desangrarnos en alguna dolorosa muerte de esas... no nos servirá de nada contar de 20 maneras distintas lo asustados que estamos y tampoco creo que podamos salir de rositas "por libre" - Suelta el italiano tajante, quien tenia la sensación de estar repitiéndose con otras palabras, y ademas inútilmente... así que apaga el cigarro que tenia entre manos pisándolo, y se dirige a Ian, el ruso, a quien le explica... - puede ser o parecer una estupidez, pero no te vote porque me hubieras votado ayer, que es lo que cualquiera hubiera pensado... si no porque fuiste a quien voto Reuel, un "resucitado" al que apenas se le dejó hablar... - le dice - y tu ¿Ian? porque votaste al señor Andy tras darle la razón en sus acciones, justo ayer?... curiosidad, supongo... - pregunta, sonriendole de oreja a oreja, seguro que iban a ser graaaandes amigos.

No es que el italiano tuviera fuertes sospechas sobre el ruso... pero por el momento, era el único que llamaba levemente su atención.

Por otro lado, ya sin humeante cigarro en mano, Ben se vuelve hacia Keeling nuevamente - Tu postura es entendible... - le dice - de haber jugado todos al autovoto te hubieras suicidado, de acuerdo.... Supongo que solo te podemos pedir que estudies bien a quien votas... - termina, no sin antes agregar una ultima pregunta, pues una cosa lleva a la otra... - veras... seria muy impertinente preguntarte porque elegiste a la mujer americana? -

Keelin se giró de nuevo hacia Benén cuando se dirigió a ella y echó una mirada breve a Esther antes de responder con voz suave. - No, claro que no es impertinente. De hecho me parece bastante raro que no haya sido ella la que me lo haya preguntado. - La joven suspiró y sus cabellos se deslizaron por su espalda cuando volvió a mirar al hombre. - En general, fue por su actitud. Para empezar, por ese afán que parecía tener por controlarlo todo... Hasta que ayer recibió los primeros votos. Estaba todo el rato vigilándonos a todos con la mirada. Y luego, sus comentarios, típicos de alguien que se cree mejor que los demás, por encima del resto, sólo por su lugar de origen, me parecen propios de alguien a quien la vida de los demás puede llegar a importarle poco. 

En este momento se detuvo y volvió a mirar a la mujer, con una leve disculpa en los ojos. - No estoy diciendo que sea así, no tengo una certeza, tan sólo mis sospechas y nos conocemos de dos días... Podría estar equivocándome y si es así, lo lamentaré mucho. - Tras aclarar ese punto, volvió a mirar al hombre. Lo cierto es que era realmente incómodo hablar así de otra persona, estando ésta delante, pero parecía ser necesario. - Pero no es sólo eso. Luego me di cuenta del cambio brutal de actitud que tuvo, pasando de estar moviéndose y hablando a no hablar apenas con nadie. Me pareció que trataba de pasar desapercibida. Además del hecho de que al principio parecía sentir recelo hacia Noor, pero ahora no se despega de su lado. Finalmente, que no haya preguntado por ninguno de los votos que ha recibido, encajándolos en silencio tanto ayer como hoy, como si no quisiera o no pudiera explicarse, me hacen continuar sospechando de ella. Ha estado a punto de ser elegida dos veces... Y ni siquiera pregunta por qué la gente la vota.

Finalmente, la joven se encogió de hombros. - Ella no es la única persona que me ha llamado la atención, pero sí la que me ha parecido más sospechosa, por esos detalles entre otros.

Haber reconocido en voz alta que había algo más que lo que podíamos ver y tocar había supuesto un alivio, y más aún cuando Efraín reconoció haber sentido algo parecido. Al menos la pelirroja y yo no éramos las únicas, aunque eso era algo que ya tenía claro.

Luego seguí desde donde me encontraba el enfrentamiento entre Sara y Andy con atención, sin terminar de creerme ni la pose dura de la primera ni la determinación del segundo. Sin embargo las cosas cambiaron cuando escuché cómo el detective se dirigía a Keelin y la respuesta que ella le daba después.

Palidecí. Por supuesto que lo hice. Me puse en pie entonces, nerviosa, tratando de disimular el temblor de mis manos. - Bueno... - Empecé, antes de emitir un suspiro e intentar calmarme. Me sentía como si muchas cosas estuvieran en juego ahora mismo. No estaba cómoda sintiendo las miradas clavadas en mí, pero estaba claro que no podía esquivar más este momento. - A ver por dónde empiezo.

- No he preguntado por los votos porque tengo miedo. - Reconocí, llevando la mirada al suelo. La visión de la sangre de los dos muertos en estas votaciones me hizo alzarla de inmediato al imaginar una vez más que esa sangre podía haber sido mía. - Ninguno de nosotros puede hacer nada para demostrar su inocencia, y yo tampoco puedo. Lo más que te puedo decir es que si dudas de mí pases la noche vigilándome, o algo parecido, pero con todas las cosas raras que están pasando no creo que dejases de sospechar por ver que lo único que hago es tratar de mantenerme despierta muerta de miedo, como supongo que hacemos casi todos. Ya que no puedo demostrarte nada tenía miedo de que preguntándote todo fuera peor. Después de todo ya has dicho que ni siquiera querías votar, así que tampoco creía que desconfiaras tanto de mí. Quizá te gustaba menos que los otros, pero no me esperaba tanto. - Aclaré totalmente tensa e incómoda. Tener que justificarme de esta manera no era algo que me gustase o que soliera hacer, y desde luego no era sencillo.

- No soy una de esas americanas que creen que estamos por encima en todo. - Aclaré, frunciendo un poco el ceño. Estaba claro que los chinos hacían mejor esas mierdecillas de plástico, por ejemplo. Los puros habanos no tenían comparación. Y qué decir de los africanitos que corrían en las olimpiadas. Vale que ellos tenían ventaja, porque darles de repente deportivas Nike después de correr toda la vida descalzos delante de leones es como poner propulsores a un coche. No podía evitar sentirme un poco molesta porque hubiera pensado que yo no me daba cuenta de esas cosas. Me había esforzado por ser abierta de mente y tolerante, pero las cosas eran como eran, y eso lo sabíamos todos. - Y es bastante ridículo que creas que ese pueda ser un motivo para cargarse a alguien, y más cuando han muerto tantos americanos. - Añadí levantando un poco las manos. - E incluso con eso no creo que estés siendo justa. Está mal que yo la señalase a ella sin querer al hablar de chinos, - Recordé, haciendo un gesto hacia Hikari. - pero no que casi todos, incluso Efraín que se molestó por algo parecido, llaméis chino a un coreano.

- Sobre lo de Noor. - Retomé luego tomando aire. - Está bien: me daba - y da - un poco de yuyu. Pero es el único además de mí que se ha preocupado un poco por los críos. Creo que eso es suficiente como para pensar que pueda ser un poco distinto de lo que pensaba.

- Claro que mi actitud ha cambiado. - Concluí. - No paramos de ver cosas raras, estoy asustada, los vivos se mueren, los muertos resucitan... - Enumeré, nerviosa, levantando uno tras otro los dedos de la mano derecha y señalándolos con la izquierda. - Lo raro sería actuar como si nada.

Keelin escuchó el discurso de la mujer y cuando terminó alzó una ceja. - Me gustaría escuchar ahora ese motivo tan poco ridículo por el que tú has votado a Louis, si no te importa. - Dijo sencillamente, remarcando la palabra ridículo, molesta porque la mujer se hubiera referido así a ella, demostrando una vez más que se sentía superior a todos los demás. No tenía nada más que añadir, ni pensaba entrar en el burdo intento de Esther de tergiversar sus argumentos para hacerlos parecer ridículos. En la postura de la joven se podía ver claramente que Esther no la había convencido lo más mínimo con sus excusas.

Escuché la respuesta que Keelin me dio y no pude evitar mirarla con una pizca lástima. Que yo hubiera votado a Louis, con lo bien que habían congeniado, estaba claro que no ayudaba.

- Creo que fueron a por Kenneth cuanto antes para que no pudiera explicarnos lo que estaba pasando y pensásemos que no había nada sobrenatural el mayor tiempo posible. Así trataríamos de defendernos con los métodos convencionales, como encerrarnos en las habitaciones, a pesar de que está claro que no estaríamos a salvo. - Expliqué haciendo un gesto hacia la estantería. - Louis era el mayor defensor de que todo era normal e incluso después de las votaciones de ayer en que vimos cómo Reuel moría cuando Charles apuñalaba su muñeca él intentaba convencernos de que no había nada raro.

- Por otro lado sospeché de inmediato de los que votaron a Reuel, y cuando pedí explicaciones de por qué lo habían hecho él fue el menos convincente y sólo las dio a medias. Igual que creo que los que estén detrás de esto sí sabían lo que pasaría con las votaciones y por eso se aprovecharon de la ignorancia de los demás. Andy me pareció el más coherente: ya le había dicho a Reuel que le votaría y había buscado que reaccionara de otras maneras. - Les recordé. - Sin embargo Louis luego dijo que ellos le habían matado, quitándose a sí mismo del grupo y escurriendo el bulto. Me llamó la atención, y cuando tú se lo señalaste ni siquiera llegó a responder.

- Evidentemente no tengo ninguna certeza, pero si ahora repitiéramos las votaciones volvería a elegirle. De todos me parece con diferencia el más sospechoso, y está claro que no soy la única. No imaginaba que habría tantos votos para él, pero ahora sólo puedo esperar que no nos hayamos equivocado. 

La joven negó suavemente con la cabeza, mientras se colocaba un mechón de pelo detrás de la oreja. - Es curioso que los motivos de los demás te parezcan ridículos y luego tú des esos. - Comentó con voz tranquila. - Pero no es lo único curioso. No tiene sentido que se tomen tantas molestias para que creamos que hay algo sobrenatural aquí y luego, según tu teoría, maten primero a los que se lo creen para convencernos de que no. Estarían tirando piedras sobre su propio tejado. Habrían ido antes a por los que decían que era un montaje. Y de todas formas, los métodos convencionales, como los llamas, parecen haber funcionado. Al menos esta noche muchos hemos dormido juntos y tomado precauciones, y te recuerdo que no ha muerto nadie.

Se encogió levemente de hombros. - No hay por dónde coger lo que dices. Hablas mucho y cualquiera que no te escuche con atención podría confundirse con tantas vueltas que le das... Pero tus palabras me parecen completamente vacías y sin sentido. Lo siento, pero cada vez que abres la boca, estoy más segura de no haberme equivocado contigo. 

Apartó la mirada de la mujer, pero antes de dar por terminada la conversación la alzó de nuevo, mirándola. - Aunque hay algo en lo que estoy de acuerdo. Es extraño que tantos votasen por Louis. Es casi... Como si algunos se hubieran puesto de acuerdo, ¿verdad? - Dijo con una pizca de ironía mientras enarcaba levemente las cejas. - ¿Sabes? Hay otra persona en la que me había fijado desde ayer que también ha votado por él. Aunque no tengo intención de seguir ganándome enemigos por esta noche, así que no diré más por ahora.

Sin tener nada más que decirle, Keelin se apartó, acercándose a una mesa para dejar sobre ella el vaso de agua, esquivando con la mirada los cuerpos tendidos en el suelo. Entonces se fijó en Benén de nuevo. - Espero que esto haya respondido a tu pregunta.

Escuchaba atentamente las opinones de todos. El tema de la votación parecía que traería disgregación entre nosotros en vez de unirnos y eso es lo que parecía buscar el chino. Que nos pelearamos para así matarnos. Pero escuchar las razones de cada uno podría ayudar a desentrañar un poco más el misterio.

Veo que cada uno explica su votación. Esta mañana fue mi primera votación, con lo que me sentía un poco perdida y no saber a quién votar. Pero al escuchar de Louis que los que hemos revivido, si se puede decir así, somos culpables, es peligroso. Desde luego me tenía que defender ante esa acusación, y por ello le voté. Tanto yo como Kenneth, April y Rauel hemos sido víctimas de lo que ocurre extraño aquí. Lo único que veo que nosotros tenemos en común es que eramos los primeros en creer que todo esto tenía origen paranormal, cosa que ya es algo que todos estan viendo. Todavía habrá quien piensa que esto es una maquinación, seguramente sea así y habrá cómplices entre nosotros. Pero no todo lo que ocurres es explicable. Y creo ver ya en alguien esconde cosas que no son trigo limpio.

Ya logré calmarme por mi parte ante todo lo que estaba sucediendo. Los nervios, la sangre, la matanza vista, sin duda no podía con todo, y ahora las discrepancias entre nosotros. Sino solucionábamos esto pronto, creo que cada día que pase será peor. Siempre he sido mujer de llevar la casa adelante, ante la pasividad de mi marido. Así que mejor ponerme los pantalones de trabajo y aclarar todo.

Por unos momentos quedé sumida en mis pensamientos tratando de asimilar lo que estaba ocurriendo. Demasiadas cosas ocurren y mucha gente dispar. Solo podía mantenerme un poco al margen.

Benén escucha las palabras de Loren, encontraba sentido en lo que decía, ya que anteriormente había hecho hincapié sobre ello en su mente, como también que la muerte de la chica de pelo azul no cuadraba con las del resto... pero se vuelve para responder a la pelirroja una vez mas - Por supuesto señorita Keeling... - le dice - y desde luego, gracias por la extensa respuesta - vale... quizá debí reemplazar "impertinente" por "comprometido"... - piensa frotándose la nuca, para aclarar, en gesto un tanto serio - ... quede por delante que mi pregunta iba en base a tu aparente inseguridad en el tema del doble voto en cuestión... pero visto lo visto, no es algo de lo que debamos preocuparnos... - se rasca la frente - bueno... exceptuando a Esther, claro... - responde Ben a la joven, que le dejó un tanto sorprendido con el pequeño seguimiento que le había echo a la mujer americana, y aunque en un principio compartía poco o nada las ideas de la modelo, que obviamente estaba afectada y cabreada por la muerte de su nuevo amigo, Louis... consideraba interesantes las intervenciones de ambas mujeres.

Estaba cansado, se sirvió un café, para no dormirse en los laureles y se sentó en un sofá nuevamente - Vamos Ben, eres detective ¿no? - se decía a si mismo.

Escuchaba la conversación entre Esther y Keelin atentamente, no es que no estuviera haciendo caso al comentario que le había hecho Benén, si no que quería enterarse bien de lo que decían ambas mujeres.

- Bien, ahora responder a usted. – comentó el ruso una vez parecía que había acabado la conversación. – Votar a Reuel por que creer que ser parte de juego macabro, ¿alguien que morir y volver a vida? No señor Benén, eso no ser posible en mi mundo, o por lo menos no ser posible hasta ayer, donde ver morir a un hombre a manos de otro que asesinar una muñeca, eso cambiar mi perspectiva. – dijo mirando a los ojos del italiano. – ¿El por qué votar a Andy?, por lo mismo que explicar antes, primero pensar que ser truco y creer bueno patear culo de Reuel, pero después ya no tener tan claro lo de ser truco, entonces pensar que Andy ser persona agresiva y que intentar intimidar a Reuel para que éste no hablar y después votar para no dejar hablar chico, por eso votar. Ya ver que yo no esconder Benén. -

Alec escuchaba la conversación entre Keelin y Esther al lado de la segunda y con la mirada gacha. Habían pedido explicaciones por los votos, pero el se había mantenido callado, intentando evitar mirar a los dos cadáveres. Sin embargo, cuando Keelin atacó a la mujer habló.

Yo... Titubeó, sin estar seguro si debía intervenir o no y mirando al suelo todavía. Su voz era casi un susurro. Yo voté a Louis por lo mismo que voté a Andy el día anterior... Mataron a Reuel sin esperar a que pudiera hablar. De todos los presentes era el que me parecía más sospechoso... Y argumentó la muerte como si fuera un montaje!

Alec ya no hablaba en susurros, pero aún así su tono era bastante más bajo que el de los demás. Yo... No entiendo porque todos pensáis que era inocente, aunque sois mayores y tal vez veáis cosas que yo no... Yo le voté porque pensaba que era uno de los que asesinó a tanta gente la primera noche.

Cuando conseguí dejar de llorar me senté con un café tratando de dejar de sentirme tan mal, pero no funcionaba. Me sentía terriblemente culpable y las conversaciones que me rodeaban solo conseguían enfadarme. –De todas estas palabras solo saco en claro una cosa, algunos disponéis de información que no tenemos todos. Voté a Louis basándome únicamente en la sospecha, pero si alguien tiene algo más tangible, que nos ayude a no cometer errores… - tragué saliva para evitar que las lágrimas que ardían en mis ojos salieran de nuevo. –Alguna prueba que evite de votemos a los inocentes, por mi parte preferiría que me lo dijeran. Hasta entonces no volveré a votar a nadie, prefiero votarme a mí misma y arriesgarme a morir, que volver a provocar otra muerte… u otras dos, como ha sido el caso.

Asiento a lo que dice la mamá neurótica (Esther), señalándola con mi cigarrillo de forma indirecta.

—Yo también creo que debieron acabar conmigo por eso... No había estado aquí para saber eso que dices del chiquito ese, pero si tanto insistía en que era algo normal, quizás no os habéis equivocado al votarlo —me giro hacia la mujer y le muestro mis palmas indefensas—. Por cierto... espero que no haya roces ni malos sentimientos. Estaba obligado a votar y usted fue la primera que vi, ma'am. Nada personal... si hubiera oído más de esos argumentos del muchacho lo habría votado a él, y... joder... no sabía que pasaría algo tan horroroso. Prometo que no volveré a votar sin pensarlo muy bien.

Dejo las muñecas en el suelo con cuidado,me levanto lentamente y voy hacia donde están los adultos,miro hacia donde están Alec y Esther y me siento junto a ellos.

Voy escuchando atentamente la conversación que hay entre todos y poco a poco me voy crispando

-¿Os parece normal como estáis hablando? en vez de sentiros mal por lo que les a pasado solo os escusais-

les miro y niego con la cabeza -Encima habláis mal de Esther por votar a Louis cuando vosotros habéis echo lo mismo,eso es muy hipócrita- miro a Alec y luego les vuelvo a mirar

-Ella por lo menos no nos ignora como la mayoría de vosotros hacéis y para mi eso dice mucho - me quedo en silencio mascullando mi enfado y esperando una respuesta

- No solo es hipócrita.- Añadió al comentario de la pequeña Alicia.- También es extraño defender la muerte de alguien a quien supuestamente conocían de hace pocos días.- Se cruzó de brazos, mientras se preparaba un café con las manos temblorosas, posando entonce su mirada cuando ya estuvo listo, en la modelo pelirroja, Keelin. 

- Digo... sería una buena estrategia mencionar en quién desconfiamos, tachar de absurda -no recuerdo si literalmente- y añadir aquello como "un motivo más" para desconfiar.- Bebió un sorbo de la taza de café, mirando al resto para ver como reaccionaban a sus palabras.- ¿O vamos a descartar que alguien que tiene un voto que vale por el de dos no esta trabajando con Tae? Porque para mi es claro que es él quien ha organizado todo esto, y solo quiero vernos morir.-