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Castillos y Caballeros

Planta principal > Gran Comedor

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16/11/2017, 09:22
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

-Confiemos en ello- Añadió asintiendo a lo que dijo Galbart.

Observó a los presentes. ¿Que decidiría hacer Lady Myriah para sortear el asunto del olor? ¿Ofrecería alguna salida a todo aquello o les obligaría a sufrir aquel hedor?

En ese momento se acercó a ellos Ser Marbrand, sacándole de sus pensamientos. Para su sorpresa Alester fué directo a saludar al norteño.

Notas de juego

Si te parece bien aquí ya introducimos a Alester si hablamos de forma privada.

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16/11/2017, 11:50
- Nueva Ubicación -

Notas de juego

Sloth es el único que conoce todos los pasillos del castillo, puede llegar al comedor sin necesidad de pasar por el recibidor.

En el comedor huele mal, huele como a establo de caballos.

 

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16/11/2017, 11:53
- Muerta (suicidio) - Lady Myriah Vaelys

Lady Myriah asintió ante las palabras de su hija. Ella tenía razón, no se podía estar en ese lugar, y su marido aún no había hecho acto de presencia. Justo en ese momento llegó Sloth, no es que fuera el criado mejor dotado, pero al menos tenía dos brazos, cosa que no podría decir lo mismo de Jhon.

En vista de que ningún otro sirviente se hallaba allí, recurrió al jorobado para darle las órdenes pertinentes. Por favor, Sloth. Lo miró con una mirada seria e intensa. Avisa a todos los criados y sirvientes de que vamos a trasladar la comida a los jardines principales. No se puede estar aquí con este repugnante olor. Se preguntó dónde se encontraría el jefe de caballos que debía ser él el que solucionase ese problema.

Informa a todos los invitados, dile a tus compañeros que te ayuden y que todo el mundo busque a mi marido y a Ginevra, llevo tiempo sin saber de ellos. El rostro de la señora parecía reflejar cierta preocupación pero debía mantenerse estoica para que nadie sospechase de sus dudas. Que preparen la mesa del jardín y sirvan la comida cuanto antes, no vamos a esperar más. Comunicó a los invitados. Mientras esperaremos en los jardines dando un paseo. Aunque fresca, se ha quedado buena la mañana. 

¿Si me acompañáis? Preguntó a los invitados indicándoles el camino hacia el jardín.

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16/11/2017, 16:26
(0) Oberyn Nymeros Martell

Oberyn Martell se sintió un tanto incómodo de haber quedado solo junto a Lenia y Mira, ya que ambas jóvenes parecían tener la garganta irritada. ¿Qué iba a hacer? ¿Conversar con ellas sin obtener más respuesta que asentimientos o negaciones?

El dorniense estaba empezando a ver un patrón en lo que sucedía en la Fortaleza de Sangre. Sin duda, alguien pretendía sabotear los posibles compromisos de las jóvenes Vaelys. Primero, un olor fecal que inundaba el Gran Comedor, hasta el punto de resultar insoportable, quizá en un intento por desprestigiar el nombre de la familia. Y ahora, tanto Lenia como Mira tenían un fuerte dolor de garganta. Resultaba extraño que le hubiera sucedido a ambas el mismo día. ¿Acaso alguien había derramado algún tipo de amargo unguento en la cena que habían ingerido las jóvenes damas la pasada noche? Oberyn no deseaba sacar conclusiones precipitadas, pero cuanto más tiempo pasaba en el castillo, más convencido estaba de que alguien se oponía a que las hijas de Rhys contrayesen matrimonio.

Por fortuna para Oberyn, lady Myriah anunció que no tendrían que permanecer mucho más tiempo en el Gran Comedor y que trasladarían la comida a los jardines. Además, los sirvientes iban a buscar a Lord Rhys, por lo que, con un poco de suerte, el príncipe dorniense podría compartir más tiempo con él.

No obstante, a pesar de lo incómodo que a Oberyn le resultaba hallarse junto a las damas sin voz, sabiendo que no podrían responder a sus palabras, sentía que habría sido poco educado alejarse de ellas con alguna excusa. Decidió extender su brazo derecho, ofreciéndoselo a Lenia para que se agarrara de él.

-Lady Lenia, ¿os importaría caminar conmigo mientras nos dirigimos a los jardines? -le preguntó a la joven, en tono solemne.

La Víbora Roja de Dorne aprovechó ese instante para acercar su rostro al oído de la muchacha y hablarle entre susurros.

 

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16/11/2017, 16:50
(0) Oberyn Nymeros Martell

-Mirad el lado bueno de vuestra situación, mi señora -le dijo Oberyn a la joven Lenia, en un leve susurro-. Si no podéis hablar, no tendréis que fingir interés por aquellos pretendientes que os desagraden. -Esbozó una sonrisa pícara para tratar de relajar a la chica, quizá poco acostumbrada a la personalidad descarada del dorniense-. No os sintáis mal por lo que os ocurre. Dudo que sea culpa vuestra. Presentándoos aquí, en vuestro estado, esta mañana estáis demostrando ser una digna hija de la Casa Vaelys.

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16/11/2017, 17:24
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

Viendo que, por fortuna, el almuerzo se realizaría finalmente en el jardín, y Oberyn ofrecía su brazo a Lenia dejando así sola a la pequeña, decidió actuar.

-Con su permiso- dijo a Alester y Galvart

A continuación se acercó con paso decidido a Mira y le ofreció su brazo.

-¿Me haríais el honor de acompañarme,
mi señora?-
Preguntó a la hermana menor con una de sus sonrisas en el rostro.

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16/11/2017, 17:29
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

 -Prometo no aburrirte por el camino- añadió en voz baja mientras le guiñaba un ojo.

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16/11/2017, 17:31
(0) Lenia Vaelys

Lenia, quien intentaba mantenerse al día en las conversaciones, en la medida de sus posibilidades, trató de mostrar simpatía hacia el príncipe dorniense, pero su mirada, cada dos por tres, se escapaba hacia Galbart, le sorprendió cuando el la observaba a lo lejos y le recorrió con los ojos, apreciando su cambio de atuendo y peinado. Lenia sonrió con disimulo, sintiendo como si una pluma invisible acariciara sus hombros a la vez que los ojos de Galbart lo hacían. Luego trató de mantener la compostura y se obligó a no seguir con ese juego de miradas furtivas porque no quería que su madre las notara, aunque si por ella misma fueran, ahora mismo se acercaría a Galbart, le cogería de la mano y se lo llevaría de allí. Entonces, el príncipe le hizo una pregunta, sacándola de sus pensamientos y susurrándole algo al oido. Lenia sonrió, miró a Galbart con una mirada de "Ojalá fueras tu" y con timidez y lentitud, agarró el brazo del príncipe, no quería ser descortés.

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16/11/2017, 17:34
(0) Lenia Vaelys

Lenia se percató de la mirada y la sonrisa de Ser Tyler, le miró a los ojos un instante y sonrió, acompañándole en algo que parecía intimo entre ellos. Entonces, el príncipe de Dorne le preguntó a Lenia si le acompañaba al jardín, ofreciéndole su brazo. Lenia dudó unos instantes y con timidez lo cogió. Le dedicó una última mirada a Ser Tyler, quien le ofreció a su hermana pequeña Mira acompañarla para que ella no se sintiera sola. Lenia le agradeció a Ser Tyler el gesto con la mirada.

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16/11/2017, 17:36
(2) Ser Galbart Glover

La sabia elección de Lady Myriah era más que bienvenida, el terrible hedor se hacía insoportable y sería totalmente inviable comer allí por lo que todo los presentes aceptaron con enorme agrado el cambio de escenario.

Galbart pudo ver cómo Oberyn ofrecía su brazo para que Lady Lenia le acompañase hacia el jardín y Ser Tyler no perdió un segundo para dejar su conversación con Galbart y acercarse a Lady Mira para hacer lo propio.

Antes de que se alejase el caballero, le sonreí cómplice y disimuladamente-Bien jugado Tyler- pensó el norteño.

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16/11/2017, 17:37
(0) Lenia Vaelys

Oberyn -Lady Lenia, ¿os importaría caminar conmigo mientras nos dirigimos a los jardines? -l

 Lenia pareció perderse un instante en sus pensamientos y su mirada divagó perdida por la sala, sonrió e hizo un pequeño gesto cuando el príncipe de Dorne reclamó su atención, como si así, volviera a la realidad. Le miró a los ojos y abrió los labios con cierta sorpresa, con cierta timidez, asintió y se agarró al brazo del hombre que le había invitado a salir al jardín.

Después, este se acercó para susurrarle algo que a Lenia, pareció hacerle gracia.

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16/11/2017, 17:41
(0) Alyra Vaelys

Alyra sonríe con relajo, su madre había aceptado su petición aunque quizás la señora de la casa ya lo había pensado, pero eso ya no importaba, saldrían del comedor, hacia los jardines y ahí podrían comer tranquilamente, incluso si ese hedor persistía, podrían soportarlo al no tenerlo contenido en un solo sitio. Aunque la sonrisa de Alyra cambia cuando ve el gesto de su madre cuando habla de su padre y Ginevra, una puntada de dolor le producen esas ausencias y mira con un dejo de compasión hacia su madre, pero inmediatamente mueve su cabeza.

 madre, vaya con los invitados, vuestra presencia es el sol de la mañana para todos — nadie negaba los dotes diplomáticos de la dama — yo me encargaré que todo esté dispuesto para el almuerzo — inclina su cabeza ante su madre, y se acerca al jorobado, al que mira con cariño, como a todos los sirvientes de la fortaleza, al hombre le pide que también pongan todas las flores que puedan y que los ramilletes de la mañana servirían. Alyra da otras pequeñas indicaciones, antes de volverse hacia su hermana Lenia, que ya era acompañada por el príncipe el que comenzaba a hablarle al oído. Nadie perdía el tiempo, pensó, y sonrió divertida, antes de acercarse a Ser Galbart.

— Ser — inclina su cabeza ante el norteño y con quienes estaba — si me disculpa, necesito conversar algo puntual con usted — la formalidad con que le habla daba a entender que era algo oficial o a lo sumo, algo sin mayor trascendencia pero aun así guardando los protocolos. 

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16/11/2017, 17:43
(0) Lenia Vaelys

-Mirad el lado bueno de vuestra situación, mi señora -le dijo Oberyn a la joven Lenia, en un leve susurro-. Si no podéis hablar, no tendréis que fingir interés por aquellos pretendientes que os desagraden. 

Lenia sonrió divertida y giró el rostro para mirar a Oberyn a los ojos, con cierto descaro y travesura, algo que le daba ese toque de caracter a la muchacha. Abrió los labios para decir algo pero en cambio, alzó una ceja casi desafiante. Iba a comunicarse con el de algún modo u otro, así que con cierto disimulo, alzó su dedo índice para darle un lugiero toque en el pecho al príncipie indicándole "tu" con ese gesto, luego puso cara de pensativa y sonrió abiertamente, queriendo trasmitirle que el no le resultaba desagradable, después, ejerció cierta presión en el brazo que le tenía rodeado indicándole complicidad. 

En el fondo, no poder hablar, podía ser un juego divertido y en cierta manera, no tenía que descubrir sus cartas y se podía permitir ciertos gestos para comunicarse, cosa que de otro modo, sería imposible.

No os sintáis mal por lo que os ocurre. Dudo que sea culpa vuestra. Presentándoos aquí, en vuestro estado, esta mañana estáis demostrando ser una digna hija de la Casa Vaelys.

 Lenia se sorprendió nuevamente ante la apreciación de Oberyn y volvió a clavar sus ojos grises en los del príncipe, sin ningún tipo de timidez, sonrió agradecida y ladeó la cabeza. Con un movimiento de labios, sin emitir sonido alguno, pronución "Gracias" y miró al frente. Mordió su labio pensativa y tras unos segundos se giró para mirar a su madre, percatándose de que no miraba, se acercó un poco al dorniense para susurrarle "¿Os divertis?" lo pronunció de manera lenta, casi inentendible y después dejó la taza que llevaba en la mano sobre la mesa, para llevarse la mano a la garganta. Volvió a mirarle divertida y desafiante.

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16/11/2017, 17:47
(2) Ser Galbart Glover

Ahora que Ser Tyler dejó libre al norteño, éste recorrió la sala con la mirada viendo como todos los invitados se encaminaban al exterior, deteniéndose sus ojos sobre Lenia con disimulo.

Que Oberyn le ofreciese su brazo provocó que la mandíbula del norteño se tensase ligeramente y una punzada de envidia le atenazó, pero estaban en público la etiqueta mandaba y había que mantener las apariencias, Galbart mantuvo su semblante agradable mientras observaba como Lenia cogía el brazo del hombre con medida y correcta educación.

La joven Vaelys lanzó una última mirada al norteño antes de salir de la sala, los ojos de ambos hablaron. Más tarde sería su momento.

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16/11/2017, 18:27
(2) Alester Marbrand

Alester continuó hablando con Ser Glover, durante un par de minutos-. Eso he oído más de una vez, que los jardines de la Fortaleza son una hermosa visión. Una lástima que aún no haya tenido tiempo de visitarlos, pues mi mañana, aunque no he parado, no me ha dado para ver todo lo que me hubiera gustado.

Justo en ese instante, la Vaelys que le quedaba por conocer entró con la pequeña Mira en el comedor. Alester, educado como siempre, hizo una reverencia y se presentó cuando la muchacha pasó por delante de él. Por lo que oyó de las conversaciones, las dos recién llegadas tenían problemas de garganta y no podían hablar. Curioso… Que a ambas las aqueje la misma dolencia. Como las hermanas estaban ocupadas hablando con el dorniense, Alester se mantuvo al margen.

Vio aparecer a un peculiar hombre por la puerta. ¿Es… un jorobado?, se preguntó sorprendido Alester y se vio respondido cuando lo tuvo más cerca. En ese momento, lo recordó. La conversación que había tenido la noche anterior, en la posada. ¿Era el mismo jorobado del que le habían hablado? Tendría que serlo, ¿cuántos puede haber en un único castillo? Viéndolo así, no parecía tan peligroso como se lo habían descrito. De hecho, la familia parecía tenerle bastante cariño, o eso parecía por cómo lo miraba Alyra.

Cuando la señora de la casa dio la orden de comer en los jardines, Alester dio gracias mentalmente a los Siete. Aunque su nariz se estaba acostumbrando al hedor, no terminaba de resultarle agradable comer con él presente. Y, al fin, podría conocer los famosos jardines.

Lady Alyra se acercó a él y a Glover para pedir al norteño un momento para conversar. Alester se dio por aludido y, agachando la cabeza ante la joven, se retiró-. Mi señora, sé cuándo estorbo –dijo sonriendo-. Os dejo tranquilos. Ser Galbart, nos vemos en los jardines.

Viendo que las jóvenes hermanas ya tenían acompañantes, decidió acercarse a Astrid, a quien nadie había pedido acompañar afuera, a pesar de ser la hermana mayor-. Lady Astrid, no sabéis cuánto lo siento, pero los mejores caballeros ya tienen acompañante –bromeó, mirando hacia Ser Tyler y Ser Glover-. Así que me temo mucho que tendréis que conformaros con mi compañía… si la aceptáis. ¿Queréis caminar conmigo hacia los jardines? –le pidió, ofreciéndole el brazo.

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16/11/2017, 18:53
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

Sloth había encontrado a alguien. ¡Al fin! ¡Al fin algo le salía bien a Sloth! Pero había algo raro… ¿qué era? ¿Era el olor? Sloth notó la peste, por supuesto, una peste parecida a la que traía Y, aunque le inquietó, no era eso lo que le había parecido raro. Según se fue acercando a su familia, cayó en la cuenta. Lady Vaelys, Lady Astrid, Lady Tabitha, Lady Lenia, Lady Alyra, Lady Mira. ¡Faltaba Lord Vaelys! Sloth se preguntaba dónde estaba su señor. ¿Estaba enfermo? ¿Estaba atendiendo otros asuntos? ¿Qué asuntos había más importantes que atender a los invitados? Sloth se preocupó un poco.

El comedor estaba lleno y Sloth se sintió incómodo al entrar. Escrutó las caras de todos los caballeros presentes, quienes ya estaban rondando a las hijas de su señor. ¿Reconocía alguna cara? Sí, Sloth reconocía alguna. ¿Dirían algo ellos a Sloth? ¿Se reirían de él? ¿Lo humillarían? No, nadie dijo nada y Alyra lo miró con cariño. ¡Dulce Alyra! Sloth le devolvió la mirada y justo entonces se acercó Lady Myriah a hablar con él. Sloth quería hablar también, quería contarle cosas cuanto antes, pero la señora tenía problemas. ¿Dónde estaba la comida? ¿Dónde estaban los demás criados? ¿Aún no habían salido de la cocina?

Y, cuando Lady Myriah acabó, Sloth se mantuvo imperturbable, aunque por dentro una bola de ansiedad lo atacaba- Vuestros deseos son órdenes para Sloth, mi señora –le respondió. Vio que Alyra se acercaba para darle más órdenes para los criados-. Sí, mi señora, Sloth les dirá lo de las flores, Sloth se encarga.

Los rostros de sus pequeñas Vaelys eran de relajación, de fiesta. Incluso Lady Astrid, en su estoicidad, estaba disfrutando, Sloth estaba seguro. Sloth no quería preocuparlaa, tenían un gran día por delante. Así que se acercó solo a Lady Myriah y, en privado, le hizo un comentario.

El jorobado se apartó de la mujer y volvió por donde había llegado. Sloth tenía mucho trabajo que hacer.

Notas de juego

Salgo.

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16/11/2017, 18:54
(2) Sloth ,"El Jorobado de Vaelys"

- Mi señora, Sloth venía a decirle lo mismo -Las palabras del jorobado traían un tinte de ansiedad-. Sloth lleva un tiempo buscando a Ginevra, pero no la encuentra. Marvin buscaba a Ginevra; Lydia buscaba a Ginevra. Pero no la encuentran. Sloth ha ido a buscarla a su habitación, pero nadie respondía. Sloth teme que le haya pasado algo. Y ahora decís que Lord Vaelys también está desaparecido. Sloth hará lo posible, mi señora. Sloth va a avisar a todo el mundo y luego él mismo irá a buscar al señor a sus aposentos. Y volverá a los jardines para contaros si ha tenido éxito.

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16/11/2017, 19:05
(0) Alyra Vaelys

Glover estaba con Alester, Alyra solo pretendía cruzar una de palabras con él, aunque no dudaba que el norteño quisiera averiguar mas, sin embargo la joven se sonrojó un poco cuando Alester indica que sabía cuando sobraba. Aquello había sonado extraño y lo peor es que Galbart quedaría solo porque ella iba a atender los preparativos del almuerzo.

no... no sobra...— iba a decir algo más pero Alester se va directo hacia Lady Astrid, no sabe que sentir o pensar sobre aquello, todos los caballos de ahí, si fueran listos, irían por ella, y si era racional, parecía lógico, aunque ella no fuera de su agrado — lamento haberle espantado a su compañero, — se excusa con Galbart, ligeramente sonrojada y bajando la mirada. Aún no se acostumbraba a que una persona extraña vea su rostro lastimado. 

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16/11/2017, 21:50
(2) Ser Galbart Glover

Cita:

Eso he oído más de una vez, que los jardines de la Fortaleza son una hermosa visión. Una lástima que aún no haya tenido tiempo de visitarlos, pues mi mañana, aunque no he parado, no me ha dado para ver todo lo que me hubiera gustado.

Galbart sonrió al único interlocutor que permanecía a su lado-No hay duda de que éste magnífico castillo posee lugares que uno jamás esperaría encontrar dentro de estos muros, seguro que podréis visitarlo más tarde-miró al correcto caballero un instante cuando en ese momento se percató de que Alyra se acercaba a ellos.

Cuando llegó a su altura el norteño la recibió con una amplia sonrisa-Lady Alyra, es un placer volver a veros-[b]dijo Galbart realizando la reverencia pertinente.

La petición de la hija Vaelys le pilló por sorpresa, cosa que a Alester no pareció hacerle mucha gracia dejándolos solos en un instante con un comentario que incomodó en extremo a la joven, ensombreciendo el semblante.

Cita:

— lamento haberle espantado a su compañero,

[B]-No os preocupéis, su comentario ha sonado frío, pero estoy seguro de que Alester no se ha sentido ofendido, sino mirad, está con vuestra hermana Astrid--intentó suavizar el momento.

-Y no habéis interrumpido nada, hablábamos sobre las maravillas que posee vuestro castillo nada más. Decidme ¿Qué deseáis compartir conmigo?- preguntó intrigado.

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16/11/2017, 22:26
(0) Oberyn Nymeros Martell

Ante el comportamiento de la joven Lenia, el dorniense no pudo más que maravillarse. Lenia Valeys era mucho más que una bella joven. Lejos de limitarse a asentir o simplemente mostrarse educada, la tercera hija de la Casa Vaelys mostraba un carácter audaz, desafiante y divertido, muy distinto del que Oberyn esperaba hallar en una joven noble de una casa vasalla de los Lannister.

El dorniense esbozó una sonrisa pícara, preguntándome cuánto habría heredado Lenia del hombre que había sido Lord Rhys cuando tenía la misma edad que la muchacha.

-Siempre me divierto, Lady Lenia, o al menos trato de hacerlo -le susurró Oberyn a la joven, en un tono más amable del que solía emplear a menudo en público-. La vida es demasiado breve y cruel como para no queramos disfrutar de todos esos detalles buenos y hermosos que a veces aparecen en ella. ¿No os parece? -Observó a la muchacha un instante y, de pronto, se le ocurrió una idea que podría facilitar un modo de comunicación debido a su problema de garganta-. Por cierto, ¿habéis pensado en pedir a vuestro maestre un pergamino y una pluma? Así podríais escribir lo que necesitéis decir, aunque entre vos y yo -sonrió de nuevo-, eso lo haría todo mucho más sencillo y menos divertido.