Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

Por el simple placer de narrar...

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17/05/2017, 17:43
(2) Ser Galbart Glover

El trayecto hacia el castillo de Fiona se estaba convirtiendo en una curiosa y sorprendente cura para la torturada alma de Galbart, todo lo que les rodeaba le traía agradables recuerdos de Bosquespeso.

Los frondosos y majestuosos árboles centenarios apoyando sus enormes copas unas sobre otras, les ofrecían una sombra casi continua, el rumor del río se dejaba escuchar de fondo como un leve murmullo tranquilizador, solamente interrumpido por la fauna que vivía allí.

Cuanto más se acercaba a su hogar, Galbart iba recobrando piezas de su antiguo ser, algo que él creía perdido y que jamás podría recuperar.

La voz de la muchacha volvió a traerle a la realidad-Sois muy amable Fiona, pero jamás me podría llamar poeta, soy un simple hombre expresando lo que siente- respondió agradecido, para luego ensombrecer ligeramente el rostro-La guerra sólo trae desgracia y horror, los hombres son los que pierden y yo perdí grandes amigos y mejores personas..-por primera vez miró a Fiona y sus ojos reflejaron un entendimiento y pesar por las palabras de Galbart, cuan intensos eran.

Abrió los ojos con cierta sorpresa-¿decís que no habéis visto nunca el mar?-la miró enarcando las cejas-Pues estáis invitada tanto vos como vuestra familia, por favor hacedlo algún día, es un espectáculo digno de ver-dijo con entusiasmo.

Caminaron unos pasos más cuando Fiona volvió a hablar, era grato escuchar una voz femenina tan suave y joven, demasiados gritos de dolor y sufrimiento había soportado ya.

-Decidme-respondió con atención, su voz sonaba angustiada ante la confesión de su perdido hermano del que tristemente Galbart no sabía nada.

-Me apena deciros que no he conocido a nadie llamado Ironsmith, ojalá pudiera daros mejores noticias-respondió con tristeza-Eramos miles de hombres de todos los rincones de estas inmensas tierras, imposible conocer de primera mano a más de un centenar...-apretó la mandíbula por el dolor contenido, tanto por los hombres muertos como por sus familias que nunca los volverían a ver, padres, hijos, hermanos, nietos, cuánta sangre derramada sin sentido.

-Siento profundamente lo de vuestra abuela, la guerra no sólo mata a través del hierro y fuego. La pena pueden ser igual de letal sin haber tocado la piel, destroza el alma-

Galbart miró de nuevo a Fiona, el dolor y la desesperanza la rodeaban y sus ojos se humedecieron, iba a llorar en cualquier momento-pero no desesperéis, la guerra se ha extendido por muchos lugares, tened esperanza,
vuestro hermano estará vivo, el no tener noticias de él os entristece sin duda, pero si tiene esa misma intensidad como vos, será un gran guerrero y volverá sano y salvo, estoy seguro-
respondió mostrando una amigable y confiada sonrisa.

En el fondo sabía que era muy posible que su hermano estuviese muerto, pero ella se merecía esa semilla de esperanza, era dulce y no deseaba ese mal para ella con todo lo que sufría. Galbart al mirarla, deseó de todo corazón que Kyle estuviese vivo.

Notas de juego

No te preocupes, estoy encantado de seguir la escena! :)

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18/05/2017, 00:15
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

- Y lo que expresáis es profundo y sincero, señor. Que más que el sentir profundo de uno mismo puede equiparse a la poesía, si es la hermosura y el dolor que surge del alma… - dijo sentida. La charla con el caballero estaba siendo muy agradable para ella, un alivio inesperado y agradecido. Esa mañana Fiona había huido del castillo llorando desesperada por el maltrato de su tía.

Cuando Gal la invitó a ver el mar ella sonrió dulcemente, claro que pronto esa sonrisa se difuminó de su rostro, su familia jamás la llevaría, si ni siquiera le compraban vestidos decentes para aparentar ser una señorita, iba vestida como una criada… ¿Por qué la iban a llevar a ver el mar? ¿Quién era ella para exigirles un favor?.

- Mi familia … - contuvo su voz temblorosa, sopesando si hablarle al caballero de la cruda realidad que vivía con sus tios y su primo enfermo. - … no me estima. - lo dijo sin más, desahogándose del secreto que la oprimía. ¿Para qué ocultarlo?

- Es duro, no se lo niego, porque yo quisiera que me estimaran. Siempre que intenté acercarme a ellos, me rechazaron. Y lo intenté muchas veces porque son mi familia y… debo quererles. - la joven no entendía aquella actitud fría que tenían hacia ella. - Me maltratan. - bajó la vista avergonzada. Era terrible, se sentía al borde del colapso y no tardaría en ponerse a llorar.

A la confesión que acababa de hacerle sobre su vida íntima y familiar, se sumó el hecho fatídico de que el caballero no sabía nada de Kyle. - ¿Estáis seguro, señor? - se paró en seco y dejó de caminar. Lo miró dolida y dio unos pasos hacia él para agarrarlo del brazo suavemente. - Porque no creo que pueda soportar que mi hermano muera… me quitaré la vida si eso ocurre. - no podía más. Su vida era oscuridad y tristeza, no tenía valor para ella, sin su mellizo, su padre, su tío, su abuela, su madre... Cuantos seres queridos había perdido… ya no había nada que la mantuviese cuerda y aferrada a esta existencia.

Sus ojos cargados de dolor no pudieron soportar la tensión, dejaron salir el llanto interior que la acongojaba, lloró frente a Gal y mientras lo hacía su visión se nublaba poco a poco por las lágrimas que caían por sus mejillas.

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18/05/2017, 00:28
(2) Ser Galbart Glover

-Vuestras palabras son sabias aún portando una edad tan joven, os agradezco profundamente tales elogios-sonrió agradecido. La compañía de Fiona, había resultado ser toda una sorpresa, pero ya se sentía cómodo con ella y el paseo estaba resultando muy estimulante. Desde hacía mucho tiempo, años quizás, no se encontraba tan relajado y complacido.

Galbart se detuvo sorprendido ante las tristes palabras de Fiona-¿que no os estiman, cómo es eso posible? cierto es que nos conocemos hace unos breves momentos, pero parecéis gentil y educada, a pesar de no conocerme habéis permanecido en vuestro lugar, no todo el mundo puede decir lo mismo de ello.-y las siguientes palabras empeoraban la situación.

-¿Os maltratan decís?-volvió a preguntar ofendido-¿por que os tratan tan mal? sólo habéis sufrido penurias según me contáis, no os merecéis tal castigo, no sois ningún rufian, sois dulce y..muy bella-no supo por qué dijo esas palabras pero en el fondo era verdad.

Cuando Fiona sujetó el brazo de Galbart, él no se retiró, notó el calor y la suavidad de su mano-¡No! ¡no digáis eso por favor!-dijo apoyando su propia mano sobre la de Fiona, aportándole consuelo-Tened esperanza os lo ruego, vuestro hermano volverá, no lucha ni por reinos, ni tierras, ni poder, lucha por vos, recordadlo, no le defraudéis el deseará veros cuando vuelva-

Las lágrimas de la joven muchacha tocaron el corazón de Galbart, dudó por un instante qué hacer, ella necesitaba consuelo, no era querida, ni apreciada y se sentía sóla y abandonada, sintió dolor y pena por ella-no lloréis por favor os lo pido-rogó-venid aquí-dijo y con ternura abrazó a Fiona. Poco consuelo era, pues el dolor y el sufrimiento no se irían, pero el simple contacto humano, un hombro sobre el que llorar, la reconfortaría.

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19/05/2017, 11:18
Zz - Out - Gwen Ríos

Los ojos de Gwen se desvían hacia Fiona y Kyle, lo cierto es que tenía curiosidad por la reacción del hermano de su amiga. Sin embargo cuando vio el gesto del muchacho y su despreocupación, su sonrisa se transformó en una algo mas pobre y forzada a mostrar cordialidad por un halago algo vacío - Gracias - Dijo mostrando educación ante todo.

Terminó por desviar su atención a la comida, no sin antes dedicarle a Fiona un suspiro. Ahora sí, se dispuso a repartirse lo que cenaría hoy.

Pensó en el baile y alzó las cejas mirando su plato mientras masticaba. Bailar... ¡bailar! ¿Con quién? ¿Con Thiago? Pensó mientras volvía a levantar las cejas sumergida en sus pensamientos. Miró a Evan y sonrió levemente.

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20/05/2017, 12:25
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

Fiona no entendía muy bien que le pasaba a su hermano, la confianza entre ellos era buena pero había ciertas cosas de las cuales no hablaban por diferencia de sexos.

Estaba sentado en la mesa pero como si no estuviera, la sirvienta lo notaba ausente, pensativo, como si vagara en un estado de, qué le preocupaba a Kyle?. Fiona era muy sentida y estaba siempre pendiente de lo que le pasara a su hermano, Kyle no era de estar con la cara larga, lo normal era verlo sonriente y bromeando, así que sabía perfectamente que algo le preocupaba.

Ah si, le queda bien el rojo. - alzó una ceja y... abrió mucho los ojos, miró a Gwen y bajó la mirada concentrándose de nuevo en la comida que había en su plato. - Vaya cumplido. - pensó casi sintiéndose avergonzada por su metedura de pata, parecía que lo dijo por compromiso, más que porque lo pensara.

Ya estaba dándose cuenta de que por más que quisiera que Kyle se fijara en Gwen eso no iba a suceder, quería que su amiga se convirtiera en su cuñada, y pasase a ser su familia, pero ella no mandaba en el corazón de su hermano, no podía hacer nada al respecto.

Hay que coger fuerzas para bailar toda la noche- dijo Evan y Fiona esbozó una sonrisa radiante, divertida. Hasta pareció que sus mejillas se ruborizaron un poco. Todo aquello del baile le parecía emocionante pero no se atrevería a salir a bailar.

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20/05/2017, 15:56
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

- No me lo agradezcais, señor... - apartó la mirada del caballero un tanto resignada. - Pues no tengo ocasión de ser tan amable con otras personas... - era la verdad, apenas se relacionaba con gente. Dentro del castillo era donde más segura podía estar aunque conviviera rodeada de lobos.

No tenía amigos, su único amigo, el hijo del herrero había marchado a la guerra también, así que solo le quedaban sus tíos, su primo, que de vez en cuando permitía a Fiona escuchar las historias de los siete reinos mientras leía postrado en la cama, y… luego estaba el personal de servicio, vendidos a sus señores. Despreciaban también a la muchacha.

Así de triste era su existencia. Tan solitaria, frágil, unida a su hermano y a su padre, antes de que éstos se fueran a la guerra, después arropada por su abuela…

¿Que no os estiman, cómo es eso posible?... ¿por que os tratan tan mal? - suspiró alzando las cejas intentando con ese gesto llenarse de valor para explicarle a Gal porque no la querían… una media sonrisa se dibujó en sus labios pero...no llegó a sonreir. - Nos odian… - dijo en plural. - A mi y a mi hermano. Mi primo, el heredero de la casa está enfermo y Kyle puede arrebatarle el título nobiliario y todo su patrimonio. Mis tios no quieren que eso ocurra, desearían que Kyle haya muerto en la guerra. - hizo una pausa y apretó sus manos la una contra la otra, conteniendo su rabia. - Esta mañana mi tía me ha pegado. - explicó con su voz temblorosa, afectada. - Todo porque he querido darle el desayuno a mi primo, que apenas se puede mover.

- ¿Vos pensáis que merezco este trato? - buscó los ojos de Gal esperando encontrar en éstos una respuesta que le diera consuelo. Lo necesitaba - no os merecéis tal castigo, no sois ningún rufian, sois dulce y..muy bella. - Fiona ladeo la cabeza, entreabrió sus labios y...sus ojos lo miraron fijamente tan incrédula como sorprendida por sus halagos.

Lo que pasó después, Gal tomando su mano suavemente entre la suya, despertó en ella un sentimiento de alivio, y la vez una sensación intensa de nervios… no conocía al caballero, sin embargo él estaba ahí, le entregó su afecto desinteresado con ese gesto simple pero a la vez tan significativo para ella, dadas las circunstancias.

Él intentó infundarle esperanza diciéndole que su hermano volvería, le rogó que no hiciera ninguna estupidez, pero ella... no podía pensar en otra cosa que no fuera desaparecer, el suicidio le parecía su única vía de salvación al sufrimiento que sentía.

No lloréis por favor os lo pido, venid aquí - las piernas de Fiona temblaron, no supo que hacer. Se quedó parada durante unos segundos, sin saber como reaccionar, nerviosa, pero finalmente se acercó a él. Lo miró emocionada… y lloró, lloró abrazada a él, acurrucándose entre sus brazos. Juntó sus manos y las apoyó sobre el pecho de Gal y así estuvo un buen rato.

Notas de juego

Música de Braveheart de fondo... <3

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20/05/2017, 17:33
(0) Evan Ross

Evan comía a dos carrillos. Sonrió a las chicas al ver que le miraban alegres. 

La suerte para ellos es que contaban con tres compañeros sirvientes los cuales tenían la virtud de la música. Uno sabía tocar la flauta dulce, otro era bueno con el laúd y el tercero tenía una voz excelente. 

Bebió un poco de agua para pasar el último bocado. Estaba todo tan delicioso que era difícil mantener los modales de un señor. De todos modos Evan creía que no hacía falta, estaban entre iguales y nadie esperaba una etiqueta digna de un Lord, tampoco comportarse como animales, sencillamente ser natural, ser ellos mismos. Ahora tenían esa libertad.

-¿Qué hay de postres?- Preguntó a Sebastian y Jevic, según lo que hubiese debería pensar en dejar un sitio para ello.

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21/05/2017, 07:28
(2) Ser Galbart Glover

La situación de Fiona apenaba profundamente a Galbart, el ser humano era capaz tanto de ofrecer ayuda al desconocido más necesitado como de repudiar a gente de su propia sangre y esa era una de las más terribles vivencias, la sensación de soledad y amargura debía de ser inimaginable para Fiona.

Cuando la muchacha desgranó la historia de su desgraciada familia no pudo más que tener lástima por ella, apenas las conocía, pero sabía leer a la gente y rara vez erraba, los ojos son el espejo del alma y los de Fiona eran transparentes como el agua cristalina del riachuelo que corría a su lado, estaba cansado de ojos llenos de engaño, de envidia y odio. Los ojos de Fiona eran puros, inocentes y sinceros.

-Las intrigas de sucesión pueden ser igual o más terribles que las políticas, envidias, poder, todo ello puede llevar a la podredumbre del alma de la persona más virtuosa si no tiene cuidado, corrompe con facilidad y no todo el mundo puede lidiar con ella-dijo con amargura, de primera mano lo sabía, más de una traición sufrió durante la guerra por la absurda codicia del hombre.

-¿Que os ha pegado?-Galbart miró a Fiona consternado, repudiaba la violencia física, se le antojaba algo incompatible con la razón que supuestamente debe regir en una persona-No lo alcanzo a comprender, vos sólo queréis ayudar aún incluso bajo maltrato ¿y así os lo pagan? No os merecéis ese terrible trato en absoluto. Gente malvada os rodea sin duda..-dijo con gesto de enfado.

Galbart albergaba la esperanza de que al llegar a su amada tierra, la violencia e injusticias quedasen en el pasado, relegadas a un mero recuerdo, Bosquespeso era un reino de paz y eso le dolía profundamente.

Su padre le había inculcado unos valores imprescindibles para ser un buen Señor y aún más importante, ser un buen hombre, culto, valiente, recto, justo, equilibrado...Cuando llegase a Bosquespeso, tendría que poner muchas cosas en su lugar, había estado demasiado tiempo fuera y debía de tomar un nuevo rumbo, había aprendido mucho del carácter del hombre en la guerra y él no iba a caer en los mismo herrores.

La triste Fiona no pudo más y empezó a llorar desconsoladamente contra el pecho de Galbart, él no pudo más que estrecharla entre sus enormes brazos y dejarla que llorase, que se desahogara ¿cuánto tiempo llevaría ya con ese terrible maltrato? ¿cómo soportaba tal carga sin perder la razón? ¿qué había hecho la pobre muchacha para experimentar tanto sufrimiento? nada, no había hecho nada. Galbart acarició su pelo para intentar reconfortarla, para llorar tan abiertamente con un desconocido debía de estar desesperada, el tacto de su cabello era suave, limpio y ligeramente perfumado, más recuerdos volvían a la memoria de Galbart, campos repletos de flores silvestres que desprendían dulces aromas y de las que se extraían deliciosas esencias...

Pasados unos momentos Fiona parecía un poco más tranquila y su lloro desconsolado dio paso a unos simples y pequeños quejidos. Galbart llevó su mano hasta la barbilla de Fiona, era suave y tersa como la seda, la elevó con suavidad para mirarla a los ojos, pensó una mirada amiga y una cálida sonrisa la reconfortarían, de momento era lo único que podía hacer.

Pero sus ojos castaños le impactaron profundamente, ahora que los tenia justo delante, le recordaban a los enormes troncos de árboles centenarios que rodeaban Bosquespeso, un color penetrante, con nudos en espiral infinita y que hacían perder la noción del tiempo, sus ojos eran preciosos y vivaces, brillantes y llenos de vida, pero con honda tristeza-No lloréis más os lo ruego-pidió en un susurro, pero algo surgió dentro de él, quedó petrificado mirándola, la miró con intensidad y acercándose lentamente, pegó sus labios a los de Fiona, con mimo y suavidad.

Sintió unos labios suaves como los pétalos de una rosa, cálidos como el sol del mediodía y húmedos como el rocío de la mañana. Había yacido con otras mujeres y las había besado, pero con Fiona algo diferente ocurrió, sintió una entrega no esperada y una sensación que no había sentido desde hace mucho tiempo.

No supo por qué, quizás la desesperación de Fiona compartida con él, el recuerdo del sufrimiento aplacado por su enorme fuerza de voluntad, pero Galbart no lograba entenderlo, pero en ese instante, en ese momento exacto en el que unieron sus labios, Galbart se sintió feliz y de alguna manera, completo.

Pero al darse cuenta de lo que había hecho, abrió los ojos sorprendido de si mismo y se separó de ella unos pocos centímetros con delicadeza-¡Oh, Perdonadme Fiona!... por favor, me he sobrepasado con vos, no debería haberlo hecho, lo siento...-dijo extrañamente azorado ¿qué había pasado, por qué lo había hecho? no estaba seguro, él no era así, era cauto, meditaba sus acciones, no se dejaba llevar con facilidad pero, la había besado y no había marcha atrás.

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22/05/2017, 03:55
- Muerto (asesinato) - John Kalhan

John seguía en la mesa, comiendo, ajeno a todas las conversaciones que se estaban produciendo. No podía negar que el ambiente era comparable al de una gran fiesta y que el la comida era digna de los salones de un gran lord.

Era evidente que John no era muy hablador y que no iba a soltar palabra a no ser que se dirigieran directamente a él, de hecho, las únicas personas con las que se podía considerar que tenía algún tipo de relación eran Sloth, Ginevra y Evan; y el único que se prodigaba era este último.

Nunca había sido muy dado a las fiestas, no eran lo suyo, en cuanto sirvieran los postres John terminaría la cena y se retiraría.

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23/05/2017, 12:30
- Muerta (accidente ) - Fiona Ironsmith

Estaba desesperada por todo lo que había vivido, tanto sufrimiento acumulado hizo que Fiona se acercase a él y le abriese su corazón lleno de angustias.

A su lado Fiona se sentía segura y alejada de todo mal, como si nada malo pudiera alcanzarla. Gal la estrechaba entre sus fuertes brazos y parecía que con ese gesto afectuoso hubiera conseguido aislarla del mundo exterior, de todo lo que le hacía daño.

La joven sollozaba apoyando sus manos y su frente sobre el pecho de Gal. Las lágrimas brotaban de sus ojos sin descanso, el calor que le daba él la protegía y la ayudaba a vaciarse de todo ese dolor que tenía en su alma.

No sabía porque se había sincerado tanto con él, era una muchacha reservada y tímida, muy dada a guardarse sus sentimientos… Sin embargo ahora estaba sola en el mundo, el maltrato de sus tíos echaba constantemente su autoestima por tierra, se sentía muy pequeña e insignificante, con pocas o nulas esperanzas de salir adelante y más sin su hermano Kyle…

Pero por suerte Gal estaba ahí… dándole algo que los demás eran incapaces de darle, amor, incluso siendo su propia familia.

Sus manos acariciaron su pelo suavemente mientras ella seguía llorando, liberándose de su carga con cada lágrima que soltaba, pero lo hacía cada vez más tranquila, acomodándose a su cuerpo y a la sensación agradable de estar entre sus brazos.

Se iba tranquilizando poco a poco y él lo notaba… Gal la instó a mirarlo tomándola de la barbilla y le sonrió de manera amigable. No lloréis más os lo ruego - le dijo compartiendo con ella una mirada suave, cómplice e intensa. Ella no dijo nada, se quedó quieta, con esa sensación de vulnerabilidad en su interior, su fragilidad hablaba por ella y se reflejaba también en el exterior, en su rostro.

Observó fijamente los bonitos ojos verdes de Gal, eran del color de la hierba... Fiona los encontraba llenos de vida, de una frescura propia y natural hipnotizante, a pesar de las fatales batallas que hubiera libradoel caballero.

Y en ese cruce de miradas los dos se quedaron mirándose con dulzura, ancladas la hierba y la madera, ella no se movió de su lado, no sabía si tenía voluntad para hacerlo, simplemente dejó que ocurriera, que el momento fluyera, él se acercó lentamente a ella, mientras su respiración se aceleraba y entreabría sus labios, sabía que iba a besarla, a darle su primer beso y no opuso resistencia. La joven estaba envuelta por su aura dulce de caballero y su magnetismo masculino.

Sus labios se rozaron con suavidad, Fiona no sabía cómo responder a su beso, así que dejó que fuera él quien la besara. Sus manos apretaron instintivamente las ropas de Gal mientras él besaba suavemente su boca con una delicadeza exquisita. Sentía su cálido aliento envolviendo sus labios y el dulce cosquilleo de su barba sobre su piel. Parecía que nada más existía en ese instante, tan sobrecogedor y emocionante para ella.

¡Oh, Perdonadme Fiona!... por favor, me he sobrepasado con vos, no debería haberlo hecho, lo siento… - se apartó bruscamente de ella, arrepentido, separando sus bocas y dejando a la joven en un estado evidente de nervios, casi temblando y respirando aceleradamente.

- No, por favor… no os alejéis de mi. - suplicó alzando su brazo como si quisiera alargarlo para tocar al caballero.

Notas de juego

Gal va a tener que ser cruel y alejarse de ella… no pueden iniciar una relación. Me temo que la escena debe llegar a su fin :(

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23/05/2017, 21:49
(0) Evan Ross

-¿Me pasas un poco de pan?- Pidió a John. Evan estaba dolorido de un costado, pero eso John ya lo sabía. Evan aguantaba el dolor, aunque de vez en cuando se le escapaba una ligera mueca. Estirarse para alcanzar el pan le iba a doler seguro, esperaba que su amigo tuviese a bien ahorrárselo. 

-Hoy ha sido un día muy intenso. Madrugar, hacer ejercicio... y para terminar sesión con un potro medio loco- medio bromeó. El potro ya contaba con dos años y medio, por lo que era ya bastante alto, y se había escapado de las cuadras a causa de un descuido de uno de los mozos. Aquel animal era muy listo y tenía mucho nervio, les había tenido un buen rato corriendo de aquí para allá hasta que consiguieron acorralarlo y cogerlo. Todo aquello era lo que había dejado sus músculos cansados y su apetito en plena forma.

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23/05/2017, 23:38
(2) Ser Galbart Glover

El dulce sabor de Fiona permanecía en los labios de Galbart y aún después de lo que había hecho, no podía dejar de mirarla, sus penetrantes ojos marrones, le escudriñaban confundida y temblorosa, con absoluta razón, lo que acababa de hacer no era habitual en él.

Si hubiese ocurrido con otra mujer no le habría importado tanto, ¿pero por qué con ella si? ¿Qué había visto en ella para que le afectara de tal manera? Quizás su dulce inocencia, sus amables palabras, su tierna compañía..Era contagiosa.

Tantos meses sólo rodeado de muerte y destrucción habían endurecido su corazón hasta el punto de pensar que no volvería a sentir nada, ningún tipo de sentimiento benévolo, sólo odio, venganza y pena, pero Fiona le había encandilado sin ella haberlo deseado, su forma de ser, natural y frágil, llegaron al oculto corazón de Galbart y vió que aún había esperanza en él.

Pero aún así y con esos sentimientos, no debía haberlo hecho. Después de lo que ella había sufrido, después de todo lo que ella le había confesado, sus terribles vivencias, su malvada familia ¿quién era él para entrar abruptamente en su vida y robarle el que quizá fuese su primer beso? Sabía que no debería de haberlo hecho. La había hablado de esperanza, Galbart se la había dado sin desearlo y ahora él se la quitaba de nuevo con esa acción egoísta.

- No, por favor… no os alejéis de mi. - dijo suplicante alargando su brazo. A Galbart se le encogieron las entrañas al escuchar esa voz, ese triste tono, no deseaba hacerla más daño así que se acercó a ella de nuevo cogiendo su pequeña y suave mano entre las suyas mirándola con ternura-Dulce Fiona, debo irme. Tengo que regresar a Bosquespeso, debéis comprenderlo, me gustaría quedarme, pero...no puedo, debo volver…dijo acariciando su mejilla con ternura y separándose poco a poco de ella, sin dejar de mirarla, sintió una última caricia con sus dedos y se separaron definitivamente, se acercó a su montura y se subió a ella, giró sobre Brego y miró a Fiona fíjamente a los ojos.

-Creedme si os digo dulce Fiona, que éste breve encuentro con vos ha sido como abrazar el sol después de sufrir mil inviernos, pero..debo irme, Bosquespeso me necesita..- tragó saliva y volvió a hablar y tiró de las riendas para alejarse, pero se detuvo un momento y la volvió a mirar.

-¿Creéis en el destino? Yo sí. Y si él lo quiere, no dudéis que nos volveremos a encontrar en el futuro, recordad mis palabras os lo ruego, jamás perdáis la esperanza, yo nunca lo haré... Adios, Fiona -Galbart espoleó a su caballo y se alejó, sabía que Fiona le estaba observando, lo sentía, pero no miró atrás, apretó con fuerza su mandíbula y retomó el camino para volver a su hogar. Adiós, dulce Fiona-

Notas de juego

Sí, es una verdadera pena, pero hay que terminarlo :/

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24/05/2017, 22:28
- Muerto (asesinato) - John Kalhan

John tragó un trozo de carne antes de responder a Evan. -Oh vamos, ¿Haces un poco de ejercicio y luego no puedes ni moverte un poco para coger un pedazo de pan? Hasta mi hija es más hombre que tú.- Bromeó, era cierto que el mayordomo tenía razones para que le costara moverse, pero Jhon no iba a dejar pasar la oportunidad de lanzarle una puyita amistosa a su compañero de habitación, y menos con el ambiente festivo que les rodeaba.

Cogió el cestillo con el pan y tras servirse un trozo él mismo se lo tendió a Evan. -Señorita.- Dijo ofreciéndole el pan para culminar la broma. Pero el rostro de John seguía igual de serio, alguien que no le conociese podría llegar a pensar que realmente se estaba metiendo con Evan.

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25/05/2017, 09:37
(0) Evan Ross

Evan miró a John tratando de estar serio, pero no podía, se le escapaba la sonrisa por la comisura de los lábios.

-Me he dado una paliza de ejercicio- dijo como queriendo aclarar la situación y enfatizando la palabra paliza.

No se quejaba en absoluto, eran cosas que pasaban y en realidad había llegado un punto en el que disfrutaba de verdad.

Cuando John se sirvió el pan primero y después se lo ofreció a él llamándole señorita sonrió.

-Gracias noble caballero- Respondió con aire coqueto y como si fuese una fémina.

Notas de juego

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25/05/2017, 23:02
- Muerto (asesinato) - John Kalhan

Año 292, antes de partir a la guerra.

John salió al patio con las espadas de entrenamiento y allí estaba Alyra, que siempre llegaba un poco antes dispuesta a entrenar. Esa actitud fue la que hizo al hombre aceptarla como pupila y ahora incluso le hacía sentir orgulloso.

- ¿Preparada?.- Dijo John tendiéndole el mango de una de las espadas, que habían sido pulidas para eliminar el filo. - Hoy no me contendré tanto como otras veces.- A pesar de la notable mejoría de la chica en los dos años que llevaba entrenando aún estaba muy lejos de suponer un rival para el maestro de armas.

Dio comienzo el intercambio de golpes, las espadas chocaban sin más intención que observar los movimientos del rival. - Recuerda que en un combate cualquier detalle puede suponer la diferencia entre la victoria y la derrota, tienes que hacer uso de todos los recursos que estén en tu mano.- Soltó John entre los sonidos metálicos que resultaban del enfrentamiento de espadas.

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26/05/2017, 17:09
(0) Alyra Vaelys

 Detuve a Indómito al ver la libertad que sentía Evan al cabalgar, envidie por un momento su vida o al menos lo sentía en aquel instante, él y Apache eran uno y hasta yo lo sentía, deje que se adelantara un poco para que la briza le acariciara por completo y yo admirar aquel paisaje.

Indómito se mostró inquieto – Esta bien…vamos…- le di libertad y el corcel poco tardo en emprender el galope, sus cascos resonaban en la tierra haciendo notar su presencia, su crin ondulaba al viento al igual que mis cabellos y su cola flameaba cual bandera en una victoria.

Si Evan disfrutaba de aquello, yo hacía lo propio al sentir la conexión con Indómito; los caballos igualaron su galope y nuestras risas se difuminaban con el sonido de la briza, pronto llegamos al prado, donde la manada de yeguas de cruza pastaban y disfrutaban de la tarde, bajo la sombra de un árbol algunas, otras pastando al sola y algunas revolcándose.

- ¿Dime Evan que más se le puede pedir a la vida con todo lo que tenemos? somos unos bendecidos por los Siete- dije mientras admiraba tal paisaje.

Evan sonrió a Alyra por su comentario. Realmente sabía que eran unos privilegiados, a pesar de que siempre habían cosas que se le negaban a uno. A los de abajo unas cosas, a los de arriba otras... pero nunca se podía tener todo.

-Fuera de los oídos y ojos del castillo somos libres, no hemos de escondernos- Sus ojos azules brillaban observando el rostro de ella, lo estudiaba, lo memorizaba, era como una melodía perfecta en sus formas y colores. Dulce e intenso por igual. Alyra era una diosa para él. 

- ¿Crees que indómito se prendará igual que yo por alguna hembra? ¿Le escogemos novia o le dejamos que elija él? Todas son unas buenas yeguas, pero es posible que entre él y una de ellas surja un amor sincero y puro. - Lo dijo con cierta nostalgia, no se sabía muy bien si hablaba de Indómito o de ellos dos. Pero pronto negó con la cabeza, como apartando esos pensamientos de su mente y añadió -paseemos por el prado, es extenso, de este modo podremos apreciarlo todo mejor, de cerca.-

 Dentro de algunos días cambiaría el rumbo de las vidas de todos, las decisiones que no se habían tomado hasta ese momento, tendrían que ser tomadas, y otras, que ya habían sido tomadas, tendrían sus consecuencias. Sí, decir que la vida de todos cambiaría no era exagerar, era una realidad que atormentaba cada vez más a Alyra, y le espantaba el sueño en las noches que comenzaban a hacerse más largas a medida que se acercaba la gran fecha.

- libertad...- quedó detenida en esa idea, libertad, una de la cual ella carecía por ser quien era, un mandato divino y que no escogió le había dado una carga enorme desde muy pequeña. Si pudiera creer en Astrid, sería mucho más feliz, si el desconocido no se hubiera llevado a sus hermanos, ella podría descansar y quizás, revelarse. Pero en su realidad, no podía, la jaula de oro en la que se encontraba su corazón, lo apresaba por mucho que Evan significara una aliciente en sus meditaciones.

- y espero que la Doncella le entregue una estrella luminosa en ese amor - le responde a Evan, girándose hacia él, la brisa que corría revoloteó en su cabello negro y lo arregló detrás de la oreja, aunque las hebras oscuras bailaban en su cara, mientras un pensamiento cruzaba por su cabeza " que esa estrella sea más favorable que la nuestra". Alyra, decía la mitad de lo que pensaba y muchas veces de una forma tan críptica que dejaba un margen para equívocos. Una respuesta directa de ella era difícil de sacar, no por falta de espíritu, al contrario, pero media tanto sus opciones que había aprendido a usar la diplomacia tanto como las armas.

- te sigo - le sonrió, Evan era un delicioso desliz en sus objetivos que se habían aún más férreos desde que comprobó la naturaleza de su hermana mayor. Su casa estaba en peligros en sus manos y nada le quitaría esa idea. Sin embargo, Evan, oh, su Evan... eran infinitos los deseos de exigirle su vida, atarse a él hasta el fin de los tiempo, defender lo que sentía con la violencia de los mares... pero no se hallaba en la posición de hacer tales cosas, de siquiera suplicar por su amor más allá del deber. Dolía su pecho, en ese momento, dolía. Le tendió la mano mientras que en la otra sujetaba con firmeza las riendas de su caballo. Casi era una poesía de su vida, en una mano, el amor de su vida, en la otra, las riendas de su apellido. 

- nunca me has contado sobre tu familia.., sólo conozco al Evan que llegó siendo un chiquillo escúalido - ladea su cabeza, otra vez sonríe con sinceridad, un grato privilegio que sólo puede darse con el joven.

Notas de juego

espero que te guste ^^

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27/05/2017, 00:33
(0) Evan Ross

Evan pasó su pierna derecha sobre el cuello de Apache y desmontó dejándose deslizar de la silla. Tendió su mano hacia Alyra para ayudarle a descabalgar, no tanto porque era una dama como por sentir su tacto.

Le pareció que ella se perdía en sus pensamientos por un momento. Evan la observaba con la expresión inocente de un niño. Por unos segundos estuvo tentado de proponerle huir, galopar sin descanso hasta llegar bien lejos y empezar una vida juntos, sin tapujos. Pero ¿Qué derecho tenía él de pedirle que abandonase toda su vida? Su pasado, su família, las comodidades de una vida de nobleza... además un Vaelys no puede enterrar su apellido lo suficientemente hondo, tarde o temprano darían con ella, tarde o temprano alguien la reconocería. La mirada de Evan tomó determinación. Lucharía y no descansaría hasta que la família Vaelys pudiese aceptarle, sentenció para si mismo.

Alyra terminó su frase deseando una estrella luminosa para el amor de Indómito. Ojalá el amor que había entre ellos también la lograse, lo merecían, sin duda. Los cabellos de Alyra bailaban alrededor de su hermoso rostro, ella los retiró colocándolos tras su oreja en un delicado gesto. Evan se acercó y le besó espontáneamente en la cabeza, aquella melena azabache que le hechizaba, y al hacerlo se deleitó con el perfume de su amada.

- Espero que sí.- Sonrió a la joven con dulzura - Yo ya tengo mi estrella, aunque las tinieblas acechen ella brilla con un fulgor tan fuerte que no permite que se alojen en mi corazón.-

Cuando ella le tendió la mano la tomó con firmeza y ternura por igual. Empezaron a caminar llevando a ambos caballos para que les siguiesen. El olor de la hierba alimentaba la sensación de libertad de Evan. Entonces Alyra le preguntó sobre su pasado.

-No hay mucho que contar, la verdad.- Respondió mirando al horizonte. - Mi padre murió siendo yo muy joven, tengo muy pocos recuerdos de él, y los que conservo están difusos. Con la pérdida mi madre fué sumiéndose poco a poco en la tristeza, hasta que un día se apoderó de ella una enfermedad de la que no fué capaz de salir.- Se volvió hacia Alyra para mirarle sin soltarle la mano - Entonces se cruzó en mi camino el que sería mi mentor y mi fortuna cambió. Con él aprendí todo lo que sé y descubrí mi vocación. Y todo ello me trajo, finalmente, hasta tí- Al tiempo que pronunciaba las últimas palabras miró a los ojos de la muchacha para brindarle una de sus sonrisas.

Notas de juego

Me ha encantado ^^

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27/05/2017, 19:44
(2) Ser Galbart Glover

Los árboles se sucedían como borrones verdes y marrones continuos mientras volaba sobre su montura cabalgando a través del camino. Las hebillas de sus botas y armadura tachonada resonaban con cada golpe sobre la silla de montar y el viento azotaba su frente removiendo su negra melena, apretaba las riendas con fuerza cerrando los puños y sintiendo el crujido del cuero en la palma de sus manos.

Tras ir a galope tendido durante un largo rato intentando aclarar su mente Galbart desistió, frenó a Brego hasta reducirlo a un simple trote no quería sobre esforzarlo ya que aún quedaban varias jornadas de camino hasta su hogar, lo había intentado para quitarse a la joven muchacha de la cabeza, Fiona, pero le había sido completamente imposible.
Desconocía por qué, pero le había dejado una honda marca que no llegaba a entender.

El Galbart Glover que partió en su día de Bosquespeso hacia la crueldad de la batalla, había cambiado de forma radical. Había pasado meses rodeado de inmensa y cruel violencia, de sufrimiento y desesperación humana, de asesinatos sin sentido.

En su fuero interno tuvo miedo de que él cambiase para siempre y que no volviera a recuperar su humanidad, muchas actos violentos cometió y sufrió momentos de gran tristeza y pesar que siempre ocultó a sus compañeros de armas, no debía parecer débil y lo interiorizaba, de tal manera que alguna noche se sorprendió llorando en soledad unas lágrimas de luto amargas e imposibles de consolar.

Cuando al fin pudo volver a su hogar, ese miedo le seguía amenazando como un nubarrón contínuo sobre su cabeza, repleta de malos recuerdos y pesadillas de sangre. Su único pensamiento y esperanza era que encontrar a una mujer, dulce, bella, cariñosa, que le ofreciera su amor incondicional como él haría sin reservas y tener una descendencia para perpetuar el apellido Glover, como su padre hizo con él.

Y entonces sin esperarlo, apareció Fiona. La joven y bella muchacha había surgido como una isla en mitad del océano salvando la vida al náufrago. Y Galbart se lo agradecería el resto de su vida, Fiona nunca sabría cuánto le había ayudado, descubrió que aún tenía ese corazón bueno y con esperanza que creía haber perdido y los pocos momentos que disfrutó a su lado disiparon esa nube acosadora que tanto tiempo llevaba pesando sobre su alma.

Tan vulnerable como fuerte, un rostro dulce y unos ojos profundos que le encandilaron con facilidad consiguieron atravesar todas sus defensas y no pudo evitar besarla. Aún tenía el recuerdo de sus labios sobre los suyos ¿fue un simple capricho o era algo más? Galbart no lo sabía exactamente, pero fríamente pensó que ya nunca lo sabría.

Había sido un encuentro breve un guiño del destino, él era el Señor de Bosquespeso y Fiona una simple muchacha torturada por unos horribles familiares, quizás en otra situación, quizás en otro momento, habría llegado a interceder por ella de alguna manera pero Bosquespeso era ahora lo primordial, debía poner todo en orden y era imposible pensar en otra cosa.

Lo más seguro es que jamás volvieran a encontrarse, en parte Galbart se sentía triste, tanto por saber que nunca más la vería, como de no poder ayudarla.
Pero por otro lado, quizás fuese mejor así, no quería hacerla sufrir de nuevo, era una mujer fuerte, su hermano volvería de la guerra y encontrarían la manera de salir adelante. Nunca olvidaría a la dulce Fiona.

Notas de juego

Me he tomado la libertad de añadir un pequeño epílogo, espero que no te importe ;)

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27/05/2017, 23:54
(0) Alyra Vaelys

Año 292, antes de partir a la guerra.

John salió al patio con las espadas de entrenamiento y allí estaba Alyra, que siempre llegaba un poco antes dispuesta a entrenar. Esa actitud fue la que hizo al hombre aceptarla como pupila y ahora incluso le hacía sentir orgulloso.

- ¿Preparada?.- Dijo John tendiéndole el mango de una de las espadas, que habían sido pulidas para eliminar el filo. - Hoy no me contendré tanto como otras veces.- A pesar de la notable mejoría de la chica en los dos años que llevaba entrenando aún estaba muy lejos de suponer un rival para el maestro de armas.

Dio comienzo el intercambio de golpes, las espadas chocaban sin más intención que observar los movimientos del rival. - Recuerda que en un combate cualquier detalle puede suponer la diferencia entre la victoria y la derrota, tienes que hacer uso de todos los recursos que estén en tu mano.- Soltó John entre los sonidos metálicos que resultaban del enfrentamiento de espadas.

Era una pequeña voluntariosa, de eso o cabía duda alguna, pocas veces había desistido de algo y cuando lo hizo, había sido simplemente porque físicamente le había sido imposible y había caído desmayada justo antes de poder  continuar con un extenuante entrenamiento. Sin embargo hoy lucía distinta, esa voluntad pétrea que siempre había mostrado - y que sabía que debía demostrar por el privilegio que le estaba dando - estaba teñida de un encono que se reflejaba en sus ojos.

No le respondió a su pregunta más allá de un "sí señor", evidenciando lo tensa que se encontraba y sujetó la espada con la misma fiereza que seguramente le jugaría en contra en más de alguna ocasión al no hacerla pensar fríamente. Sus espadas chocaron, chirreando metálicamente, ella, que era casi de la mitad de la estatura del hombre, sujetaba la empuñadura de esa espalda resistiendo la fuerza del hombre.

- tsss...- siseo, ya hace mucho que había aprendido que el ataque cuerpo a cuerpo no era una opción con ese hombre, ya la había tumbado muchas veces, sólo un ligero movimiento de hombre seria necesario para mandarla lejos. Presionó un poco más, aún en silencio, no estaba tan verborreica como siempre.Definitivamente algo le estaba pasando.

 

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28/05/2017, 00:16
(0) Alyra Vaelys

En cada palabra había una promesa de amor, en cada gesto, el destino de ambos se entrelazaba yendo directamente hacía el profundo e intenso dolor que sólo un amor épico puede producir. Pero Alyra no hacía caso de este hecho evidente, bebía cada uno de sus promesas que prendía de su corazón. Suspiró, entrelazando sus dedos con los del hombre.

- has recorrido mucho hasta aquí, hasta este momento - sus dedos delinearon su mejilla, disfrutando de su barba crecida - para el baile tendrás que arreglar tu barba - se sentía tan pequeña entre sus brazos, Evan le sacaba varios centímetros de diferencia y su pecho era ta amplio como uno de los brazos de la joven - habrán muchas doncellas dando vueltas... por aquí, por allá, bailandole a los hombres que no se han casado...¿cual será tu excusa? -se apoya en su pecho, su oído se apoya en su pecho, sintiendo sus latidos acelerados - tu corazón late con demasiada fuerza, cualquiera podría decir que estas nervioso, Evan Ross - se queda apoyada ahí, esperado no escuchar nada más que el silbar del viento sobre la hierba y los latidos de Evan.