Partida Rol por web

Al entrar a la cocina, Sebastian se encontró a Lady Vaelys dando órdenes con tono cortante. Buenas tardes, milady. Saludó timidamente bajando la cabeza y se dirigió directamente a los fogones, donde Jevic debía estar trabajando en la cena.

¿Y Jevic? Preguntó en general, sin mirar a nadie en concreto, Se suponía que el estaba al cargo de esto mientras yo hacía otras gestiones. A ver, a ver. Sebastian se acercó a los diferentes recipientes y comprobó que todo estaba en orden. Mataré al cocinero, le había pedido que no quitara los ojos de encima a nada de esto. 

A Sebastian no le pasó desapercibido que la señora se dejase a dos del equipo, especialmente a Sloth y a Fiona. Así que estamos esperando a Gwen y Kyle. ¿Fiona no va a poder asistir a la reunión?

- Señora.- Dijo John inclinándose cuando Lady Myriah entró en la cocina en señal de respeto. Le extrañó esa irrupción tan repentina por parte de la señora de la casa, pero no dijo nada.

- Gwen acaba de salir, y Kyle estaba con el resto de invitados en el jardín si no recuerdo mal.- ¿Qué sería tan importante  que necesitaba la presencia de todo el servicio para comunicarlo?. Ignoró el hecho de que parecía haberse olvidado de Fiona y Sloth; Fiona parecía lesionada pero no parecía haber motivo para excluir a Sloth. Pero John llevaba suficiente tiempo al servicio de los Vaelys como para saber que Lady Myriah no hacía nada sin un motivo.

La cocina se encuentra justamente debajo del Gran Comedor, bajando por unas escaleras. Tiene mesas idénticas a las que hay en el Gran Comedor justo debajo de ellas; la comida se pone en las mesas de la cocina y luego las suben al Gran Comedor. Tiene techos altos y una chimenea en un extremo de la cocina, hay montones de ollas y cacerolas que se apilan en las paredes.

En una de las paredes hay tres botellas pegadas a modo de decoración, están a la altura del pecho dos y la tercera a la altura de la cabeza formando una especie de triángulo.

La mayoría de repisas están repletas de jarrones llenos de agua fresca con hermosas flores que visten de gala la cocina. La verdad que todos los detalles están cuidados al máximo y luce muy hermosa.

Cuando Gwen y Kyle llegaron a la cocina, Lady Myriah se puso en pie y respiró hondo. Dio varios pasos analizando la cocina con detenimiento, iba pasando el dedo por encima de las superficies de cocina, comprobando el estado de limpieza de la misma. Después miró a Sebastián mientras se limpiaba el dedo y negaba con la cabeza molesta por la cantidad de grasa que había y el hecho de que no hubieran limpiado después de servir la comida. Aún así, y a pesar de la mirada de desaprobación no dijo nada.

Hay algo que tengo que deciros y es muy importante.

Realmente son dos cosas. Tomó aire y miró directamente a los ojos a Kyle. Fiona... Ver a la señora de la casa tan compungida era muy extraño, no había lágrimas en su rostro, pero sí verdadera tristeza. En el fondo era una mujer muy sentimental y no tenía ninguna gana de hacer lo que tenía que hacer.

Fiona... en ese momento un relámpago y fuerte trono iluminó la cocina con mucho esplendor y el sonido hizo que los cristales vibraran. Lady Myriah miró por la ventana. Me temo que el baile no podremos hacerlo en el jardín, habrá que hacer algo con el mal olor que desprende Tabitha, quizá haya que encerrarla en su habitación. Dijo molesta al pensar en que una de sus hijas no iba a ser la adecuada para optar a ser casada, pero en el fondo era la que menos creía que estaría dispuesta.

Bueno, no era eso lo que os venía a decir, dijo ya sin rodeos, me temo que Fiona ha sufrido otro accidente. La mirada volvió a dirigirse hacia Kyle. Cuando salió de los jardines se fue a ver a Alyra que había abandonado la fiesta por el problema tan grave que sufre en su rostro y de camino allí o alguien la empujó, o se tropezó, pero .... Fiona ha fallecido. Guardó unos segundos de silencio para que calara hondo aquella frase.

Aún así no dejó que nadie dijera nada más, así que siguió hablando. ¡Soldados! Gritó. Y en ese momento uno de los soldados de la Fortaleza de Sangre entró por la puerta de la cocina, apresad a Ginevra. Quedas detenida por el intento de homicidio de Fiona Ironsmith. Serás enviada a las mazmorras junto al prisionero Targaryen. 

Tras aquellas palabras, la pobre Ginevra fue arrastrada sin que la mujer pudiera decir nada, quizá esa detención estuviera fuera de lugar, y más sin un juicio previo, pero parecía que Lady Myriah tuviera muchas ganas a su sobrina, así que mientras veía como la guardia la llevaba arrastras ella no podía parar de sonreír.

En cuanto a Sloth, espero estar equivocada, pero no tengo muy claro si ha sido o no cómplice de Ginevra, sé que ha estado en el lugar menos indicado, en el momento menos indicado, dijo pensando en el jorobado y explicando la razón por la que Sloth no se encontraba allí.

Y ahora tenemos mucho que hacer. Kyle, Evan está llevando el cuerpo de tu hermana a la capilla para que el septón pueda decir unas palabras. Sloth está entreteniendo a los invitados para que no sospechen de nada, así que, te rogaría que nos acompañases hasta la capilla para que puedas velar por tu hermana.

Luego miró a Gwen, John y a Sebastián, y siento deciros esto, no sé si os llenará de alegría o de preocupación, pero Ginevra tenía grandes ideas para la fiesta, pero no fue capaz de comunicármelas y ahora ya no me fío de ella. Y Fiona no está, así que el peso de la misma recaerá sobre vosotros tres mientras nosotros hacemos la ceremonia para Fiona.  Encargaos de la cena y de la fiesta, debería irse sirviendo ya, pero no digáis nada de lo que ha ocurrido. Decid que mis hijas se están preparando para la ocasión, es importante que nadie sepa nada sobre la muerte de Fiona... parece que la maldición de la casa se extiende a gran velocidad y no quiero que ningún invitado huya por esa puerta. ¿Entendido?

Después de las palabra de Lady Myriah y tras saber de la muerte de Fiona las fuerzas de Gwen parecieron abandonar su cuerpo por suerte había una silla cerca y se dejó caer sobre esta, su mente era un remolino no podía creer que su compañera estuviera muerta las lágrimas rápidamente inundaron sus ojos y comenzaron a brotar resbalando por el dulce rostro de la criada que trataba de recuperarse mientras escuchaba las instrucciones de Lady Myriah y asentía con la cabeza pues sabía que la fiesta debería funcionar porque era la oportunidad perfecta para las niñas Vaelys de encontrar un buen partido, mientras seguía sollozando cada vez más tenue un horrible estruendo inundo la cocina.

-AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!

Provocando un grito en la joven criada y un ligero temblor en sus manos, sin duda no se encontraba bien de los nervios pues la noticia del fallecimiento de su amiga y el terrible estruendo la pusieron más nerviosa, mientras trataba de calmarse solo pensaba en el pobre de Kyle que debería estar sintiendo, era al final y a cabo su hermana, por lo que se levantó para dar un fuerte abrazo a Kyle

-Kyle como lo siento. Dijo entre lágrimas.

Pobre, perdió a su hermana que ha de estar pasando por su cabeza, el siempre tan lindo. pensaba Gwen.

Después de esto y tras ella misma recuperarse un poco, decidió atender las ordenes de la señora de la casa.

Kyle no podía creer lo que estaba escuchando. Se había quedado petrificado ante la revelación de Lady Vaelys. Su hermana, lo único que le quedaba en este mundo, se había ido ¡No! No se ha ido. La han matado. ¡Lady Ginevra había asesinado a Fiona! ¡La mataré! Y Sloth... ¿Cómo ha podido? Espero que él no le haya ayudado. Confiaba en él, al igual que Fiona. Ella siempre ha sido buena con todo el mundo.

Notó como unas lágrimas corrían por sus mejillas cuando Gwen le abrazó y le dió su pésame. - Gracias Fué lo único que pudo decir. Quería hacer mil cosas, como interrogar a Sloth, matar a Ginevra, llevarse a Fiona al Norte Ella pertenece al Norte. La capilla no es su lugar. Tengo que llevarla frente a un Arciano.

Desde luego las palabras de Lady Myriah eran lo último que podía esperar que tenía que contarles. Por un momento decenas de pensamientos se arremolinaron en la mente de John, aunque su expresión se mantuviese seria algo en su interior se descolocó un poco. ¿De verdad Ginevra era capaz de algo así? ¿Qué razones podría tener?

Puso su única mano sobre el hombro de Kyle como si intentase consolarle, sabía muy bien lo que era perder a alguien querido y sabía que la cabeza del chico sería un hervidero de ideas sin saber como reaccionar.

- Así será.- Afirmó asintiendo a las órdenes de Lady Myriah. Observó al resto del servicio, a como Gwen lloraba desconsolada; no sería fácil volver a trabajar con normalidad después de esto, pero era su deber que todo se desarrollase adecuadamente.

Sebastian escuchó hablar a la señora mientras faenaba entre la comida. La mujer parecía tener algo importante que decir y la situación era incómoda, pero el día era complicado para todos y no le quiso dar importancia. Con un poco de suerte, pensó, Fiona también acudirá a su llamada, aunque ella no la haya mencionado. Y por fín podré hablar con ella. Finalmente, la señora habló y lo primero que hizó fue mencionar a Fiona. Y todo fue muy rápido, el nombre hizó latir su corazón con fuerza, el trueno le asustó y agitó su espíritu, los ojos de Lady Vaelys despertaron el miedo en su interior y, finalmente, las palabras de la señora le rompieron el alma. Fiona había muerto. 

Fiona había muerto, se podría decir que lo pensaba pero en su mente no había palabras sino recuerdos, gritos de furia, lamentos y arrepentimiento. Exteriormente se quedó paralizado, con un cucharón en la mano y mirando al infinito. Fiona había muerto. ¡Fiona! ¿Por qué se separó de ella cuando por fin la encontró? Tendría que haber ido con ella, en vez de ir separados a una cita imposible. Tan paralizado estaba, que ni siquiera lloró.

Las explicaciones posteriores entraron de alguna manera en su cerebro y más tarde pudo recordarlas, pero él no las entendió en un primer momento, absorto en su propio dolor. Se quedó quieto, paralizado, mientras los guardia cogian a Ginevra, sin reaccionar. No prestó atención al dolor de Kyle ni a los lamentos del resto del servicio.  Ni, por supuesto, escuchó la preocupación de la señora por la fiesta. Solo podía pensar en que Fiona ya no estaba. En que él había llegado tarde para hablar con ella, quizás para salvarla.

Tras un buen rato en completo silencio, prácticamente sin respirar, el cucharón le cayó al suelo y le hizo salir de su parálisis.

¡No! Fue lo único que supo decir. Y esa negación abrió en el una brecha de esperanza. Por fín habló, con más fuerza de la que acostumbraba. ¿Intento de homicidio? Pero... ¿ha muerto o no? ¿Donde está fiona? Tengo que ver su cuerpo Y su voz se apagó, al mismo momento que empezó a llorar. 

Miro a su alrededor y vio a Kyle, que estaba quieto, con el rostro desencajado y lágrimas en los ojos. Quiso decirle algo, pero el dolor crecía aun más fuerte en su pecho, al pensar en el hermano o en verbalizar lo que acababa de pasar. Así que no dijo nada, simplemente le miró fijamente unos segundos, compartiendo su dolor y esperando, quizás en vano, que él se diera cuenta.

Se dio cuenta de que la señora seguía mirando y le contestó, más que nada para quitarsela de encima. Nosotros nos encargamos de todo, mylady. La comida está prácticamente lista. Mientra hablaba, se giró cara a los fogones, para que no vieran sus gruesas lágrimas y la cara de asco que tenía. ¡Fiona ha muerto! ¡Que importa la fiesta! ¡Qué importa la familia! O la herencia. O las bodas. Este último pensamiento era demasiado. Nada tenía sentido. Sin Fiona, sin su madre. Nada tenía sentido ya.

Lady Myriah era una mujer dura e impenetrable pero no carecía de sentimientos y era consciente de que la terrible noticia de la muerte de Fiona iba a afectar a sus compañeros. Llevaban varios años trabajando junto a ella. Y el hecho de que Ginevra fuese acusada de asesinato no era algo que ayudaría a relajar a sus empleados. Pero las palabras de Sebastián fueron más allá. ¡No! Le gritó cuando éste pidió verla. No es momento para que tú vayas a verla. Dijo con desprecio. Kyle nos acompañará y vosotros tendréis que ocuparos de todo. ¿Entendido? Dijo de forma severa y ahora sí, carente de sentimientos. La fiesta debe continuar, y espero que estéis a la altura de la misma. No quiero que la cena y el baile se demore tanto como lo hizo la comida. ¿Entendido?

Luego su rostro pasó de duro a tierno y miró a Kyle, ¿me acompañas a la capilla? Allí honraremos a tu hermana.

Kyle estaba bloqueado. Su cuerpo seguía presente, pero su mente hacía rato que se había ido a otro lugar, a otra época. Había regresado al hogar de los Ironsmith y estaba jugando con su hermana y su padre. Contaban con 10 días del nombre y eran felices viviendo con su familia Fué una ilusión. Esa época apenas duró un suspiro. Después llegó la guerra y todo cambió. Murió padre, después Tio Torren y la abuela, y fué como si vvivieramos en un lugar diferente. 

Poco a poco fue siendo más conciente de la realidad. Su hermana había muerto y por mucho que lo deseara, no podía volver atrás en el tiempo. Fue Kyle quien decidió buscarse la vida lejos del Norte, y quien ganó el torneo de tiro con arco de la casa Vaelys. Si no se hubieran movido del Norte o si no hubiera ganado el torneo, ahora Fiona seguiría viva.

Cuando Lady Vaelys le preguntó si la acompañaba, Kyle comenzó a andar lentamente hacia la capilla, sin voluntad, como si no tuviera vida.

Sebastian se paseó por la cocina mirando hacia todos lados. Lo último que le apetecía era preocuparse de la fiesta de esta gente, pero ahora mismo un poco de trabajo le ayudaría a poner los pies en el suelo y a poner su cuerpo en movimiento. Mientras tanto, ya pensaría como esto había cambiado su vida y sus objetivos para siempre. Al menos, era una oportunidad para que su eficiencia y capacidad de liderazgo saliera a la superficie.

No se preocupe Lady Vaeris, nos encargaremos de la fiesta. Le dijo con una reverencia, que exajeró un poco para esconder su rostro asqueado. Le había negado ver el cuerpo de su amada, él para ella era solo un sirviente.

Jevic, por fin te encuentro. Se dirigió al cocinero. He visto lo que has hecho con la comida hasta ahora, está todo bien. Sigue con ello. Tiene que está todo listo para que los platos salgan en el orden previsto. Y pronto. Ya te he dado las instrucciones antes, pero ahora vendré a ayudarte y asegurarme que todo está como debe. Un momento.

William, ve al gran comedor y asegurate de que esté preparado para recibir a los invitados. Habrá que cerrar las ventanas, que las hemos abierto por el olor. Y asegurarse de que la cena esté lista.

Gwen, te vamos a necesitar para servir el banquete pero supongo que tenemos un rato. ¿Crees que podrías encargarte de ayudar a Lady Tabitha y su pequeño problema? ¿O no hay tiempo? Miró tímidamente a la señora. Por supuesto, si Lady Vaelys lo considera pertinente.

Se quedó mirando a John, pensando si podía o debía darle alguna orden. John, te encargarás tu de dirigir el salón, ¿verdad?

Se volvió a acercar a las cazuelas y las miró pensativo, finalmente, dijo con aire aparentemente despreocupado (pero temblando por dentro). Por cierto, my Lady, más tarde necesitaré bajar a las mazmorras para preguntarle a Ginevra algunas cosas sobre los preparativos. Supongo que no habrá problema para que me dejen acceder, ¿verdad?

El sirviente se sintió relajado cuando Sebastian le dio una razón para abandonar aquella escena tensa.

Sí, Sebastian. Voy a ello. Saludó con un torpe gesto a la señora y se dirigió tan rápidamente como pudo a las puertas de las cocinas, dirigiendose al comedor principal. Si me necesitais estaré preparando el comedor para el banquete.

las manos de Gwen aun temblaban por la noticia, pero de dispuso a seguir ordenando todo para el banquete, no podia creerlo.

tras un rato acomodando, limpiando y pasandole algunas cosas a los cocineros, las lagrimas querian volver a brotar por lo que la criada salio corriendo hacia los jardines.

Se quedó algo sorprendido por el repentino cambio de actitud de Sebastian, sabía que estaba usando su trabajo como una vía de escape de la realidad que en esos momentos era demasiado dura como para quedarse en ella.

En otras circunstancias se hubiera molestado por la manera en la que el chico había tomado el mando, pero no era el momento así que no añadió nada a las instrucciones dadas. - Me quedaré aquí ayudando para que todo salga bien, durante la cena y fiesta si me quedaré en el salón asegurándome que todo esté en orden.- Su tono de voz era neutro, como siempre, pero se podía adivinar un ligero deje de preocupación en sus palabras, como si sus verdaderos pensamientos estuviesen lejos de aquella cocina en ese momento.

La Señora de la Casa agarró del brazo a Kyle con un gesto de excesiva confianza. En todo aquel tiempo, el cazador no había visto a Lady Myriah mostrarse tan cariñoso nunca, pero quizá sería porque la situación lo requería. Le dedicó una sonrisa para hacerle ver que entendía su dolor, y antes de salir de la cocina contestó a Sebastián.

No quiero que nadie se acerque a las mazmorras. ¿Entendido? Fueran cuales fuesen las ideas de Ginevra ya no importan. No confío en ella, así que haz el favor de pensar en algo. ¿Entendido? Dijo más a modo de amenaza que de consejo.

Sí, señora. Dijo el criado mientras Lady Vaelis salía de la sala. Y ahora, ¿qué? Miro a su alrededor y la comida, de la que estaba orgulloso hacía un rato, ahora le daba ganas de vomitar. ¡Mierda! Jevis, encargate de la comida.

John, ¿habías hablado con Gwen de los planes para la fiesta? Yo me había encargado de la comida, y por suerte esto esta bastante avanzado. Pero no sé muy bien que más hace falta organizar. Se acercó a él mientras le preguntaba por los preparativos, pero una vez se había acercado, añadió en voz baja. John, ¿sabes algo de lo que ha pasado? ¿Por que iba a Gwen a ... no podía decir la palabra matar ...atacar a Fiona? Esto es un desastre.