Muchas de las palabras de Evan le resultaron interesantes, algunas hasta inquietantes, pero el anciano negó con la cabeza -No Evan, usted no entiende - al hombre le faltaban piezas, pero dárselas implicaba romper muchos de los secretos que la familia le contaba y eso rompería la confianza de su Lord en él, aunque no hacerlo podría poner en riesgo su vida. Se llevó las manos a la frente en signo de preocupación, mientras en silencio observó como el joven revisaba entre los papeles - Veo que nos llamó la atención lo mismo, no es así? Puede que hagamos un mejor equipo del que parece... pero es peligroso, muy peligroso - dijo mirándolo con seriedad - Ser Allester y Caelus nos mintieron en la cara, Evan. Hay una carta, ojalá la encontremos, y está dirigida a su tío. Pero porque dársela al Maestre en lugar de llevarla a la Torre de Cuervos? No me lo va a creer... pero Caelus es el tío de Ser Allester... se ríen de nosotros, Evan, en nuestra cara- dijo sin ocultar su malestar - No abriré esa puerta hasta no haberla leído, me importa muy poco lo que piense el Maestre - 

- Se que puedo confiar en usted, pero necesito que guarde con su vida lo que voy a contarle, porque si sale de su boca, puede que hoy mismo seamos ejecutados. Así de importante es lo que tengo para contarle, puedo contar con su juramento de silencio? Por los Siete que todo lo ven? Por sus hijos por nacer? - dijo, inquiriendo al hombre a que se decidiese.

Escuchó atento lo que Tiziano le revelaba. ¿Caelus era el tío al que escribía Ser Marbrand? Por eso no era necesario en realidad cuervo alguno. A medida que Tiziano hablaba Evan se daba cuenta de que le había infravalorado, pues solo había tenido en cuenta una parte de él. Su avanzada edad y la fragilidad de su cuerpo junto con su condición de hombre santo le habían nublado el resto de la realidad que envolvía al septón. Solo un hombre fuerte y sabio puede superar la debilidad humana, las tentaciones y los deseos, solo un hombre fuerte y sabio podía conocer los secretos más oscuros que albergan los corazones humanos y no caer en juicios, si no inclinarse por iluminar el camino para que el alma perdida pueda regresar al calor del hogar. Mientras pensaba todo esto miró al septón con afecto y admiración.

Lo que le había revelado había hecho crecer su preocupación, pero con ello se comprendían otras cosas, el maestre quedaba cada vez más señalado.

Miró a Tiziano a los ojos. Los de Evan brillaban ahora con valor y fuerza.

-Tenga por seguro que si es necesario daré mi vida. Tenéis mi palabra, por los Siete y por mi futuro.-

No podía permitir que aquello sucediese a su Lord. Muy a su pesar aquella jornada se presentaba más que complicada, quizás hubiese poco tiempo para encontrar el amor.

La carta que creían que pertenecía a Ser Allester aún estaba cerrada, y frente a ella los dos hombres habían hecho un juramento, y de él surgiría un destino diferente del que condenaba a esa casa. El anciano asintió satisfecho, aunque su rostro permaneció serio.

- Lo que esucharás es un secreto como cuando hablamos en la Capilla, solo tu y yo lo sabremos. Comenzaré por el principio. No es cierto que las hijas de Lord Rhys son las herederas, sino que hay alguien que heredará todo si Lord Rhys muere en las condiciones en que estamos hoy. Ese hombre es...- sus labios titubearon, no había retorno para Evan una vez que revelara esas cosas, pero ese muchacho se había convertido en su aliado, el Septon no sabía si tendría la fortaleza para aceptar lo que seguía - Ser Edric Colina. Eso le da una gran motivación para querer matar a Lord Rhys y hacerse con la casa Vaelys, pero su estilo no es el envenenamiento, y ciertamente creo que no está seguro de heredar si no se casa, como todo el mundo cree, así que no me atrevo a señalarlo, solo sé que es importante tener un ojo sobre él- asentía mientras hablaba, recopilar los hechos le daba una nueva perspectiva.

- Si uno de la familia Vaelys se casa antes de la muerte de Lord Rhys, entonces heredará. Por eso la muerte de nuestro señor antes de la boda puede cambiarlo todo - su rostro se puso aún mas serio - al igual que mi muerte, Evan. Sin mi, no hay boda, y eso tarde o temprano se cruzará por la cabeza del asesino - su fe lo sostenía, pero la muerte era algo que quería enfrentar de otro modo.

- Lo que comentas de la muerte de todos los herederos hombres parece llevar en dirección a que esto suceda, de lo contrario el tema estaría resuelto y uno de esos niños hubiese heredado. Creo que tu sospecha de que es el mismo que está tras la enfermedad de Lord Rhys puede ser acertada, y lo que mencionas de Tabitha me hace pensar que tal vez intente eliminar también a sus competidores- se llevó la mano al menton - No puede ser Edric, no tiene tanta influencia en la casa, ni puede ser una de las hermanas Vaelys, puede que tengan diferencias entre sí, pero no a tal grado de querer hacerse daño por liderar esta casa- miró nuevamente a Evan con seriedad, le estaba revelando secretos que no debía - Hijo, estoy yendo muy lejos, demasiado. Hay dos personas mas con derecho a heredar esta casa, Evan -

- Una es Ginevra, ella es hija de Lady Vaelys, tiene acceso a esta casa con total libertad, y vio perecer sus derechos de nobleza cuando la casa Blackwood desapareció y fue absorbida por la casa Vaelys tras el casamiento de Myria y Rhys. Creo que su madre prefiere que sea Ginevra y no Astrid quien herede, tal vez fue la idea desde el principio, aunque me cuesta creer que esa mujer, por mas que profese la fe en los arcianos, tenga el corazón tan negro como para matar a sus propios hijos varones. Ginevra me parece adorable, me siento mal al sospechar de ella, pero tiene los medios y tiene los motivos, no puede ser tomada a la ligera-

- La otra persona tiene tantos derechos como Edric o tal vez mas, no se sabe quién es pero estoy trabajando en averiguarlo - volvio a detenerse, esta vez mucho mas incómodo - Lord Rhys esta dispuesto a darle muerte si aparece, pero tengo razones para pensar que el Maestre sabe quien es y lo oculta. Y si es así, puede que este despejando el camino de ese heredero por medio de todas esas enfermedades a cambio de algún beneficio -

- Por tanto, Ser Edric, Ginevra, Caelus y Ser Mordred deben ser vigilados, a la vez que debemos descartar que no haya sirvientes involucrados. Si fallamos, Lord Rhys puede morir, o yo, en cuyo caso sabemos que gana nuestro enemigo - dijo con seriedad a Evan.

- Ahora, abramos esa carta de una vez- dijo, mirando fijo el papel que contenía otra pieza del rompecabezas *

Parece como si la puerta se hubiese atrancado o atascado. No podías abrirla.

Tiziano revelaba información nueva sobre todo aquel asunto. Poco podría haber imaginado Evan que la cosa podía llegar tan lejos. En un principio estaba casi seguro de que el culpable era uno de los invitados conchabado con el maestre, pero ahora... La lista de posibles conspiradores aumentaba por momentos. 

Algunas de las cosas que dijo el septón le sorprendieron mucho.

-¿Gineva es hija de Lady Myriah?- Estaba consternado -Recuerdo el día en que llegó, tan débil y desaliñada, sobre aquel caballo negro también en un estado lamentable. Lady Vaelys la acogió, yo era consciente de que era familia de nuestra señora, pero entendí que era su sobrina. No todos están al corriente, pero, ¿su hija?- Si eso era cierto las cosas cambiaban mucho. ¿Entonces Lady Myriah había sido infiel a su esposo? ¿Acaso no era cierto que Ginevra y Astrid tenían la misma edad? Su mente hervía en contradicciones. Dedicó una mirada a Tiziano como si el anciano pudiese ayudarle a desentramar todo aquel lío que se estaba formando en su cabeza.

-¿Y quien podría ser ese otro? ¿Sospecháis de algo en concreto? ¿Algún tipo de familiar de Lord Rhys, quizás?- 

Desde luego después de aquello debería hablar con John, su ayuda en todo aquel asunto era vital, y el septón Tiziano había nombrado explícitamente que creía que sería un buen aliado.

-Por vuestra parte creo que debeis evitar quedar solo. Y desde luego no os dejaré con el maestre, permaneceré a vuestro lado hasta que terminéis de conversar, a la vista u oculto, pero no permitiré que pueda haceros daño- 

Al no dar con la carta suspiró. Miró al anciano.

-Debería mirar en su dormitorio, por si acaso. Sugiero que mientrastanto miréis a ver si encontráis el posible veneno que aplica a Lord Rhys. Si hay algo que pueda darnos alguna pista- 

Era un plan peligroso, y suponía que debían separarse, pero no pensaba tardar. Ni le gustaba que el septón se quedase solo a merced del maestre ni tampoco era conveniente que el maestre le pillase rebuscando en su habitación. 

Tiziano agradeció su ofrecimiento de protegerlo - Alyra estará esperándote y puede que Tabitha corra peligro, creo que hay riesgos que cada uno debe asumir, tenemos mucho que hacer y poco tiempo. No le tengo miedo a ese viejo - dijo con ironía mientras dejaba escapar una sonrisa - Respecto a lo de Ginevra, recuerda que esto no lo debe saber nadie, si la señora de la casa sabe que estas al tanto puedes llegar a aperecer muerto en el jardín, todo esto es muy delicado, Evan. Lamento haberte hecho partícipe de esto, será una carga que llevarás en silencio toda tu vida - dijo, luego se quedó pensativo - Se que el heredero desconocido es familiar de Arwen Vaelys, tía de Lord Rhys, pero su apellido es otro. Pero no hablemos mas de eso por ahora. - no hizo ningún comentario más al respecto, ni siquiera Lord Rhys sabía lo que acababa de decirle.

- Ve por esa carta, a ver si la encuentras. Yo no entiendo nada de venenos, pero pediré a los Siete que nos iluminen mientras tu buscas, aún tengo algo más para hablar contigo- dijo, y comenzó a orar con las manos sobre la mesa.

Por la respuesta de Tiziano dedujo que el anciano había dicho exactamente lo que había querido decir. Ginevra no era sobrina de Lady Myriah, si no su hija. Le costaba creer aquello, pero si el septón se lo había dicho seguro que debía ser cierto. 

Le sonrió levemente. No podía imaginar a los dos hombres luchando entre sí, sobretodo porque el septón se le antojaba un hombre puro que trataría por todos los medios no herir a nadie. Sin embargo Caelus era otra cosa, si estaban en lo cierto no dudaría en quitar de en medio a Tiziano, asesinándolo si veía la oportunidad. 

-No se arriesgue demasiado- alcanzó a pedirle. Al tiempo que escuchaba sus palabras se sentía un poco estúpido, pues seguro que Tiziano era lo suficientemente inteligente como para saber que debía manejar las cosas con astucia. Desvió por un momento la mirada un poco avergonzado, pero cuando volvió a mirar a los ojos del septón él comprendería que no era otra cosa si no la preocupación por su integridad lo que había movido sus palabras.

-Volveré enseguida, si esa nota existe realmente daré con ella.- No veía porque podría haber mentido Alester en lo de la nota y la carta, pero a estas alturas que algo no le pareciese lógico no significaba que fuese imposible.

Evan salió del laboratorio. En el descansillo se encontraba el maestre que parecía estar intentando abrir la puerta pero no era capaz de hacerlo. Cuando abrió la puerta, en el interior de la misma también podía verse al Septón Tiziano.

Justo antes de que Evan salga por la puerta que supuestamente te la habías encontrado atrancada escuchaste unas palabras salir de su boca:

-No se arriesgue demasiado. Volveré enseguida, si esa nota existe realmente daré con ella. Parecía estar hablando con el septón Tiziano y parecían estar buscando la nota que Alester te había dejado en tu dormitorio. Por suerte habías llegado justo a tiempo de que la encontraran.

El Septón tenía el rostro serio, estaba sentado en una silla con las manos sobre la mesa, como si hiciera falta sostener su columna por el cansancio. Se sorprendió de ver al Maestre tan pronto, al parecer no había sido necesario entablillar a Fiona. Levantó su mano en señal de saludo - Maestre, lo estaba esperando. Disculpe que me he puesto cómodo en su Laboratorio, no podía esperarlo de pie - no hacía falta aclarar el estado en el que el anciano se encontraba. 

- Evan, gracias por traerme, ve con Alyra que te está esperando y cierra la puerta cuando salgas, que tengo que hablar con el Maestre en privado- dijo con amabilidad, pero apresurando al joven para que los dejase solos - Ah, y que no se preocupen por mi almuerzo, haz que Merol lo lleve a mi cuarto mas tarde, por favor- tanto Evan como Alyra iban a necesitar tiempo como para buscar a Tabitha, no quería molestarlos si había una solución más simple para alimentarse.

Se sorprendió un poco al toparse con el maestre, claramente no había esperado encontrarse con el tan de repente. 

-Hola de nuevo maestre. ¿Cómo está Fiona?- preguntó con una leve sonrisa, la salud de la sirvienta le preocupaba, y también que fuese capaz de guardar el reposo que le hubiese recomendado.

Después se volvió al septón.

-¿Está seguro? Podría acercarme en un rato para ayudaros a bajar las escaleras si así lo deseáis- El anciano había realizado un gran esfuerzo y Evan no tenía inconveniente en facilitarle las cosas para regresar a sus aposentos si así lo creía conveniente.

El Septón escuchó el ofrecimiento de Evan y pareció sonrojarse - Ojalá todos los jóvenes tuviesen el respeto que tu tienes por los hombres de fe. Tu ayuda me hará falta para bajar las escaleras, así que acepto tu propuesta. Quédate por aquí un rato y luego ven por mi como propones. Intentaré ser breve con el Maestre, así puede seguir con sus ocupaciones - dijo, mientras observaba a Caelus entrando a la sala - Ahora déjanos solos por favor, es una conversación entre adultos - rió tras las últimas palabras, mas que adultos pensó. 

Una vez cerrada la puerta, el anciano se dirigió al Maestre con mayor seriedad - Caelus, le pido disculpe mi insistencia en los asuntos del Consejo, pero me temo que tengo tres temas críticos para hablar con usted. Dado que ambos disponemos de poco tiempo, seré claro e iré por el primero. La vida de nuestro querido Lord Rhys - Tiziano hizo silencio y estudió la reacción del maestre, su rostro mostraba una seriedad inusual.

- La enfermedad lo está debilitando poco a poco, y la sombra del Desconocido está a sus espaldas. Es realmente imposible curarlo Caelus? Ha consultado con la Ciudadela? Siempre ha sido un hombre muy saludable, pero esto es una sorpresa inesperada- los ojos del Septón se clavaron en el Maestre - Me han llegado rumores que puede ser envenenamiento, y si es así usted es el único que puede probarlo, que piensa? Es eso posible? - otro tema sería saber como le administraban el veneno, pero primero lo primero.

Tras un silencio, continuó - Maestre, es posible incluso que quieran darle muerte hoy mismo, y hay quien tiene motivos de sobra para hacerlo. Pero tengo la sensación que usted sabe perfectamente quien es, no es así?- esta vez su tono de voz sonaba inquisidor, como si hablase con la seguridad de que el Caelus sabía perfectamente de lo que hablaba.

El maestre acude a sus aposentos para reunirse con el Septón, pero al llegar parece haber interrumpido alguna cosa, que estuvieran haciendo Evan y el propio Tiziano.-¿Estarían tramando algo a mis espaldas? Hummm, es extraño...-Caelus no comenta nada sobre el asunto y se limita a mantener las cejas levantadas sin poder esconder su sorpresa.-El tobillo de Fiona está mejor de lo que pensaba en un principio, creo que pronto podrá reincorporarse al servicio.-Responde al encargado de los caballos antes de que se marche.

Una vez se hubo marchado Evan, el maestre volvió su atención al Septón y a las cuestiones planteadas, alguna de las cuales podría calificarse de grave falta de respeto. 

Durante sus estudios en la Ciudadela, Caelus siempre mostró especial interés en las técnicas de sanación y es considerado por los demás maestres como uno de los mejores médicos de poniente. Aunque sí era cierto que Caelus había pedido consejo (en vano) a algunos colegas, la pregunta de Tiziano no le hizo mucha gracia.-Supongo que el envenenamiento es posible... de hecho, esa fue una de las primeras opciones que consideré, pero los síntomas que padece Lord Rhys no se parecen al de ningún otro veneno que yo conozca... ni mis colegas de la Ciudadela.-apostilló el maestre.-También he investigado en las cocinas sobre si alguien puede estar contaminando sus comidas, pero parece poco probable. Me temo que estamos ante un nuevo caso de la misteriosa aflicción que actúa en los varones de esta Casa.

Caelus hizo una pausa para reflexionar sobre la intención que tenían las últimas palabras mencionadas por Tiziano, considerando si quería insinuar que el maestre sabía quien era el culpable y no estaba haciendo nada al respecto, o si estaba echándose un farol para intentar descubrir algún atisbo de culpabilidad en él.-No tengo idea de quien puede estar interesado en terminar con nuestro Señor, sin duda debe ser alguien que desea hacerse con la herencia, pero no tengo ninguna pista sobre su identidad. ¿Acaso usted sí? Quizá podría compartir su información conmigo, Septón.

Asintió ante la respuesta del maestre. Eran buenas noticias, al fin algo bueno.

-Me alegra oír eso-dijo mientras sonreia -Muchas gracias por atenderle tan rápido-

Después se volvió hacia el septón

-Entonces en un rato regresaré para acompañarle-

Tras ceder el paso al maestre Evan salió del laboratorio cerrando la puerta tras de si, imaginaba que ambos preferirían cierta intimidad para tratar los asuntos que les ocupasen

El maestre respondió con claridad respecto a la enfermedad de Lord Rhys, el maestre aseguraba que no se trataba de veneno sino de una enfermedad que estaba en la sangre de los hombres de la familia. La respuesta le sonaba coherente, además el Septón no podía imaginarse que alguien dentro de esa casa fuese capaz de asesinar a los pequeños Vaelys, la crueldad humana no podía llegar tan lejos, así que debía tratarse de la enfermedad. Asintió a la respuesta con un dejo de tranquilidad.

Sin embargo evadió el segundo planteo, lo cual le resultó interesante a Tiziano, ambos eran miembros del Consejo y estaban al tanto de todo lo que sucedía, y el Maestre tal vez aún mas. - Caelus, no es un secreto que contaremos con la presencia de Edric Colina, el sobrino bastardo de Lord Rhys, y es uno de los potenciales herederos - se llevó la mano al mentón - Lo que pensé que usted ya sabía, era que el testamento da como heredero directo a Edric por sobre cualquier otro heredero, a menos que alguno de ellos contraiga matrimonio. Es decir, si algo le pasa a Lord Rhys esta noche, Edric será el próximo Lord de esta casa. Claramente es el principal sospechoso - hizo una pausa, observando la reacción del Maestre - Por eso Lord Rhys quiere casar a una de sus hijas lo antes posible, hoy mismo si se puede. También por eso es que soy el blanco de un posible asesinato, mi muerte aseguraría que nadie pueda casarse esta noche, y entonces el testamento seguirá a favor de Edric - tal vez Caelus desconocía el testamento, pero era hora que ambos ancianos comenzasen a trabajar juntos sus cabezas o verían caer a su familia en manos de un bastardo - Por favor, que esto no salga de nosotros dos, se lo estoy confiando solo a usted- dijo, dejando claro que 

- Debemos cuidar de Lord Rhys esta noche, su salud está en sus manos Caelus. Pero además debo casar a una de sus hijas lo antes posible. Astrid estaba prometida con el difunto Rissefeler, eso es bien sabido, no se si se casará con uno de sus hermanos o preferirá mantener el duelo. Pero hay otras hijas, por ejemplo Alyra que nos recibió recién en su cuarto, ella también está en edad de casarse. Pero con quien? Esta noche habrá decenas de caballeros sedientos de poder. Lord Rhys tendrá que darle la aprobación al candidato para que yo los case, y estoy seguro que escuchará nuestro consejo, Caelus. El que se case esta noche será quien lidere la casa Vaelys, no me gustaría que cayera en manos de cualquiera. Usted conoce a alguien para recomendar? - dijo, con cierta preocupación sobre el destino de la casa.

Caelus escuchó atentamente la exposición de las circunstancias que le hizo el Septón, y aunque los datos en sí mismos no le eran desconocidos, la interpretación de Tiziano era bastante diferente a la suya y muy preocupante.-Comparto su desasosiego, Septón, la situación no puede ser más crítica, pero no podemos desconfiar de nadie solo por el hecho de que puede resultar beneficiado por la muerte de Lord Rhys.- Quizá el maestre había sido demasiado confiado hasta ahora y Tiziano le había abierto los ojos.

Sin embargo, yo también considero que ha llegado el momento de investigar de formas menos protocolarias, usted ya me entiende... así que le ayudaré a reunir información sobre los candidatos, y candidatas, claro.-Caelus suspiró antes de continuar.-Desgraciadamente, hasta ahora no me habían interesado tales asuntos, así que no puedo serle de mucha ayuda y no puedo recomendar a nadie todavía. De hecho Ser Alester Marbrand goza de mi respeto y confianza, pero me temo que está poco interesado en heredar la Casa Vaelys. Además yo mismo le desaconsejaría presentarse como candidato dadas las circunstancias, en las que se convertiría en objetivo de quienquiera que esté eliminando rivales en la sucesión.

Entonces el maestre fijó los ojos en Tiziano adoptando un semblante más serio.-Pero si hemos de colaborar, debe saber que no me ha gustado encontrarle fisgando entre mis cosas, entiendo que esté preocupado por lo delicado de la situación, pero en lo sucesivo prefiero que me pida permiso cuando desee entrar aquí.

-Ahora bien, debo preguntarle otra cosa, ¿confía en Evan?-Caelus se reclinó apoyándose en el respaldo de su butaca mientras se acariciaba la barba.-He visto que le está ayudando a investigar y no hay duda de que es muy competente con su trabajo en las cuadras, pero hay quien me ha recordado que llegó al cargo de jefe de los caballos tras la misteriosa muerte de su predecesor, al igual que Kyle.