Partida Rol por web

Observo la cara de la señorita Laura Prism, su sonrisa delata algo e intento saber lo que es por medio de sus gestos faciales, y en ellos puedo leer su tristeza y melancolía, también un deje de nostalgia bastante palpable, algo que no es necesario tener un ojo experto para poder apreciar. Al parecer Lilly se ha guardado información valiosa, o bastantes detalles respecto a la señorita Prism. Durante unos instantes dudo si deberíamos actuar o no, el duelo es nuestra mayor prioridad ahora mismo, sin embargo, ganar potenciales aliados, o favores para usar en un futuro podrían llegar a ser mas importantes. Aun manteniendo mi expresión serena esbozo una pequeña sonrisa. 

-¿Esta bien señorita Prism? - Pregunto con cuidado, tratando de no sonar tan insensible - Se le ve algo decaída. 

Laura levantó la mirada del papel hacia Mar, y se sintió un poco avergonzada por haberse mostrado tan emocional delante de dos extraños.

- Si, si. No te preocupes; es... un tema personal. Y por favor, tuteadme; soy muy joven para que se me trate de usted.

Tristeza, melancolía, nostalgia.

Sentimientos complicados, sentimientos con los que no estaba acostumbrado a tratar.  Nunca había tenido, al menos en su vida como... monstruo del callejón, relaciones sentimentalmente estrechas, quizás su lujurioso comportamiento no era más que un escudo para evitarlos.  Sacudió su cabeza, no era momento para pensar en eso y quizás nunca lo sería.

-¿Te ha dejado?- dijo lo primero que se le ocurrió, como hacía en varias ocasiones, sin siquiera comprender como podría alguna de sus interlocutoras interpretar sus palabras.

Laura se sorprendió ante la pregunta tan directa del desconocido; sus alas se erizaron de repente, y acto seguido sintio una vergüenza tremenda.

- ¡O...oye! No... no... deberias... Bueno... yo...

Lo estaba empeorando

- Bueno, vale, tuvimos una historia, pero de eso hace ya tiempo. De todos modos, no se vuestros nombres y no voy a comentar mi vida personal con dos extraños.

-Y haces bien- dijo Azacinto con su curiosidad satisfecha, al menos de momento. -Te invito a mi circo, El circo de Namtas.- agregó de repente y con tono jovial. -No puedo garantizar que vayas a divertirte, pero de seguro te entretendrás bastante- La miró entonces de arriba a bajo admirando su figura.  -quizás luego podamos salir y divertirnos, conozco algunos lugares y algunas personas que podrían levantarte el ánimo, al menos por una noche.-

La mente de Azacinto había comenzado a hilar aquello desde una liviana preocupación por la muchacha, pero luego la lujuria fue colándose en sus pensamientos y dibujó imágenes placenteras de ambos changelings perdidos en los placeres del cuerpo.  Por supuesto que conocía algunas persona que podrían levantarle el ánimo, al menos por una noche.  Pero la más indicada era él.

Laura se rió ante la propuesta de Hieronymus. Era un hecho; todos los hombres que la conocían intentaban flirtear con ella. Ya se había acostumbrado a no ofenderse por ello.

- El circo de Namtas, ¿eh? He oído hablar de él. Tal vez me deje caer por allí mañana; podría ser divertido. ¿Por quien debería preguntar una vez allí?
 

-Haz la fila y paga la entrada- dijo con una sonrisa -Azacinto- agregó después dejando ver que estaba bromeando -Hieronymus Azacinto- se giró entonces hacia Mar -Tú también podrías asistir, creo que te gustará.-

Miro a Laura, me parecía que me había presentado, pero al parecer no era así, debí de haberme olvidado de aquel pequeño detalle al estar concentrada en el encargo y que esto no fuera alguna clase de trampa. 

-Disculpa nuestra rudeza - Digo tranquila - Mi nombre es Mar - Luego miro a Hieronymus - Tal vez asista alguna vez, si es que no estoy ocupada con las clases de canto por supuesto.

No se muy bien si use mis clases como excusa o no, pero tal vez y solo tal vez asista a la invitación de Hieronymus, quizás para hacer algo distinto o por mera curiosidad. 

Les había costado, pero por fin le habían dicho sus nombres. Los nombres son poderosos para un Changeling, y que sepan el tuyo sin que tu sepas el suyo es una terrible desventaja.

- Bien, pues allí estaré. Ahora, ¿queríais algo más?

-Si.  ¿Tienes el álbum Sheer Heart Attack?  Es de Queen, salió en el 74 y el único que me falta para completar la discografía-  En su rostro mostraba una sonriza esperanzada y ansiosa

Laura asintió

- Estás de suerte; tenemos un ejemplar en buen estado de conservación, casi nuevo.

Se acercó a una de las estanterías y rebuscó entre los vinilos colocados en fila, hasta que extrajo uno

- Tercer album de la banda, el que les dio el éxito internacional. No debe faltar en ninguna colección de música que se precie de serlo.

Laura extrajo con sumo cuidado el disco de su funda, lo colocó en un tocadiscos para comprobar la calidad del sonido, y seleccionó la pista de "Killer Queen"

Las notas de la canción adquirieron tonos verdosos y vibrantes, en sintonía con el tono despreocupado y paródico de la canción.

- Está canción me recuerda un poco a Su Majestad Jennie Fénix, si se me permite el atrevimiento -dijo con una sonrisa pícara- El sonido es bueno y la carátula está en buenas condiciones. Es uno de los de la edición británica de 1974; se vendieron muchos y no es una rareza. Si te interesa, serán diez euros. Si estás buscando algo más "exótico", podemos conseguirte uno de los que salieron en Japón en el 76, por cincuenta euros más o menos, más gastos de envío.

Sonrió cuando ella volvió con el disco y no pudo evitar demostrar su interés y ansiedad. -Serás tacaña- dijo -Te invito a mi espectáculo y tu me cobras el disco.  Que falta de delicadeza- agregó mientras rebuscaba el dinero en su billetera y se lo entregaba a la mujer contento por su adquisición.  No serían una rareza, pero a él le había costado conseguirlo.

- Lo siento, pero el negocio no es mio. Solo soy una asalariada -dijo mientras guardaba el disco en una bolsa y se la entregaba a Hieronymus - Pero pagaré mi entrada, no te preocupes. Hay que apoyar los pequeños negocios -añadió mientras guiñaba un ojo

Me limito a observar la conversación de mis compañeros changeling, ya parecen viejos amigos, dejo que conversen mientras paseo mis ojos por la tienda intentando observarla en detalle, tal vez haya algo de canto que no implique bandas o cosas por el estilo, aunque tampoco era ese el motivo por el cual estaba allí, era simplemente para dejar que los dos tórtolos conversen en paz.

-Es sorprendente como algunos pueden llevarse bien, o fingir llevarse bien tan rápido, yo no logro sentir ni un calor hacia otras personas - Pienso fríamente mientras escucho dándoles la espalda, al parecer discuten del precio de un disco - Que simple era antes, las vidas de los humanos son tan simples y no las aprecian como deberían, se limitan a hacer cosas tontas, y a preocuparse por cosas sin importancia. Que cierta es aquella frase de que los ignorantes son mas felices - Recuerdo mi tiempo con las hadas y un escalofrío gélido, mucho mas gélido que yo recorre mi espina. 

Una vez fuera del local volvió a ofrecerle el brazo a Mar, esperando que esta lo tomara como había hecho antes y así avanzar juntos. -¿Al mercado o de vuelta con Lily?- preguntó a su compañera que había perdido aquel poco de calidez demostrado desde la reunión con Selene.

Después de un cuarto de hora o así, los dos Changelings salen de la tienda. El hombre lleva una bolsa con la firma del local y le ofrece el brazo a la mujer.