Partida Rol por web

"¿Venid a la Plaza del Pueblo, Quieres?"

El hecho de haber sido despertados por la mañana por una voz femenina, cada uno de su respectivo hogar del Daybreak Town, fue algo sorpresivo, pese a ello, ninguno de los presentes le prestó más atención de la que debiera, a fin de cuentas, era tan solo otro día más en el pueblo. Por lo que, reuniéndose en la plaza del pueblo, estos atendieron al discurso soporífero de Ava, la líder del lugar. A medida que más hablaba, menos parecían enterarse, como si todo su discurso no fuera más que un simple sueño, un cúmulo de palabras sin sentido o coherencia alguno, al menos hasta el final, donde esta preguntó a los presentes acerca de si lo habían comprendido.

...Y eso fue lo que ocurrió con los otros custodios de la Llave Espada.

Ahora estáis a salvo, podéis vivir todos juntos en paz en este lugar.

La Oscuridad no os tocará... volved a vuestras casas, haced vida...

Que vuestros corazones sean vuestro guía.

Ninguno de los presentes entendía con exactitud qué era lo que había pasado. Todos tenían recuerdos vagos de haber estado en otro lugar, de haber luchado contra la oscuridad de una u otra forma, de tener cada uno sus propios compañeros, de haber tenido cada uno sus propios objetivos. Echando un vistazo a los alrededores, algunos lograban reconocerse entre sí, otros no tenían ni idea de quiénes eran esos... Mucho menos qué hacían en ese lugar.

Pese a que era el momento óptimo de las preguntas, cuando volvieron sus cabezas hacia la mujer enmascarada, esta ya no se encontraba frente a la fuente, sino saltando de tejado en tejado hacia lo que parecía ser la torre del reloj.

¡Un día nuevo en White Island! Sólo que no recordaba su habitación ser así... ¡Pero bueno no importa, sería que estaba atontada y dormida! Así que tras levantarse de su litera se cayó al suelo de cara. "¡AU!" ¿Pero qué? ¿Desde cuando tenía una litera en su casa? le sonaba que era una sola cama... y un colchón para Eryth...  bueno pues lo habría soñado, qué sabía ella... Aún medio dormida salió de su cuarto y fue al baño... y se estampó contra la pared. "¡AU!" ¿Pero qué? ¡Habría jurado que la puerta del baño estaba ahi! ¿Tan dormida estaba que ni recordaba dónde estaba el baño?

........

Definitivamente nada estaba en su sitio. Ni el gel, ni los cereales, ni la nevera ni el grifo ni las sillas... y los muebles eran raros. Todo era muy raro. Sin duda debía estar más dormida que nunca. Lo mejor en esos casos era salir y tenía excusa ahora que tan tempranito habían llamado a toda White Island a la plaza... uhmm... ¿por qué los edificios no eran blancos? ...¿Y esos tejados tan anticuados? Bueno daba igual estaría dormida...

.......................

"ZZzzzzZz" Caerulea se quedó dormida de pie durante el discurso. Y eso que estaba en primera fila, en una de las esquinas pero en primera fila... Y se despertó de un susto cuando la mujer preguntó si habían entendido. El susto bastó para despertarla de verdad. Caerulea miró a todos lados, preguntándose dónde diantres estaba. ¡ESO NO ERA WHITE ISLAND! Justo iba a preguntarle a la jefa enmascarada aquella que dónde estaba cuando de repente la vio echando a correr. "¡ESPERA!" y Caerulea, moviéndose ágil como una chica acostumbrada al parkour desde niña, escaló rápidamente saltando de pared en pared siguiendo la misma ruta que la enmascarada, y echando a correr tras ella.

A medida que Caerulea se iba acercando a Ava, la cual se movía también a velocidades bastante altas, saltando de tejado en tejado, algo extraño ocurrió. De la nada, Caerulea choca contra lo que aparentemente parecía ser un muro invisible en mitad de la ciudad, haciendo que esta cayera en un callejón entre casas.

"AYYYYYYYYYYY"

Estamparse contra una pared invisible DEFINITIVAMENTE no era algo que pasase en su mundo. No el hecho de que los edificios no fueran blancos y azules, el cielo y las nubes fueran distintas, la arquitectura fuera distinta, la gente fuera distinta, los tejados, las ropas... no no, el hecho que hizo que la cabeza de Caerulea hiciera un chasquido de lucides lo conllevó LA PARED INVISIBLE CONTRA LA QUE SE ESTAMPÓ.

Caerulea extendió ambas manos, que chocaron contra la pared invisible.

"..................."

Y luego pegó la cabeza.

"HUMFFFFFFF!"

¡Almorrana! ¡Alicia! ¡Yousuckme! ¡NO! Ahora todo el mundo lo miraba a él, creo que podría decirse que con una mezcla de incredulidad y asombro.

Uy perdón, creo que me dormí durante el discurso y tuve un mal sueño... Me retiro lentamente de la muchedumbre hacia la fuente y me echo un poco del agua en la cara.

Vaya, eso si que ha sido un discurso soporífero ¿Eh? Casi me mata de aburrimiento...

Tal vez se se estén  preguntando ¿ como es que llegue aquí ?, ¿ por que no estoy en "..." o protegiendo a mi "..." de "......" ?, y les puedo asegurar... que la respuesta es fácil, pues todo eso es por la misión de los "...." en la que me vi envuelto solo para ver ".............................................................................".

".............."

"............................."

 Hmmmmmm

     Miraba de manera automática sin prestar demasiada atención a lo que iba hablando la mujer aquella y aunque lo normal sería que su voz me resultara un murmullo de nunca acabar como me pasaba con todo desconocido con los que estaba conviviendo, lo cierto es que su voz estaba siendo mas clara de lo habitual.

Curioso

   Pero antes de siquiera motivarme a algo... caminar hacia ella... o entender que era todo esto... se esfumo... para luego aparecer varios metros sobre nuestras cabezas en dirección a cierto lugar.

Muy... curioso.

    Sin nada real que hacer... conocer a alguien o entender por que estaba allí, hice lo mejor que se me daba... Caminar.

Estaba a punto de desenvainar la espada para acabar con esos pequeños bichos cuando de pronto un mareo me hizo tambalearme. Al abrir los ojos me vi en una plaza rodeada de desconocidos. 

¿Pero que? Es como si hubiera estado soñando.

Al mirar me da la sensación de conocer a dos de ellos pero ahora mismo estoy tan confundida que no se que pensar. Me quedo mirando al grupo y a la... ¿Chica zorro?  que se ha ido saltando.

Como cualquier otro día los primeros rayos de luz del día atravesaron la ventana hasta despertarme, pero algo raro inundaba el ambiente era como si todo careciera de importancia como si fuera todo mucho mas monótono y repetitivo de lo habitual, como si siempre fuera así. Me cambie a la primera muda que encontré mas a mano y con lo poco que tenía en casa me hice algo para desayunar, me movía sin voluntad casi de forma automática por lo que al salir a la calle acudí a ese llamado de esa persona sabía quien era pero a la vez lo desconocía por completo, al igual que sabía las calles pero no las conocía en absoluto. Llevado por la masa de gente acabe por llegar hasta la plaza y apoyado en una pared desde la máxima distancia posible escuche el discurso ¿hubo un discurso? No lo recuerdo apenas unas palabras, todas ellas sin conexión ninguna... ¿Que hacía? Tenía sueño...

Esas últimas palabras al contrario cobraban un peso mucho mas fuerte, de golpe desperté de la seminconsciencia en la que me encontraba ¿donde cojones estaba? Recordaba todo con claridad, recordaba Villa Crepúsculo, recordaba... eso... recordaba ir a la mansión un día y a partir de ahí todo se volvía muy borroso, un hombre encapuchado, dos chicos mas, una llave enorme, peleas, monstruos... Todo era muy errático, no recordaba con claridad, necesitaba respuestas pero aquella mujer se había marchado. Una chica la empezó a seguir a toda velocidad, yo en cambio adoptaría un estilo mas "sutil", me escabullí entre la muchedumbre sin dificultad hasta algún callejón y mire las paredes, tuberías, marcos de ventanas, balcones, irregularidades en las paredes y demás posibles puntos para agarrarme fueron en lo que me centre. Entonces comencé a escalar hasta los tejados, estaba mas que acostumbrado a esto, vivía en los tejados, eran mi medio de transporte y lo serían siempre. Una vez estuviera arriba me encaminaría hacia la torre del reloj trotando, no hacía falta correr, no había prisa.

Pese a que Nate no tenía demasiada prisa, el hecho de querer tomar una ruta "alternativa", o al menos sería una ruta alternativa si absolutamente todo el mundo la hubiera tomado en vez de la principal... sea como sea, este se encontraba saltando de tejado en tejado, y algo extraño ocurrió. De la nada, Nate choca contra lo que aparentemente parecía ser un muro invisible en mitad de la ciudad, haciendo que este cayera en un callejón entre casas.

De la nada, Nate cayó encima de Caerulea, la cual, por algún motivo estaba aplastando su rostro contra la misma pared invisible que Nate se hubo hostiado segundos atrás, aunque a unos cuantos metros más abajo. Al parecer, ambos habían sufrido la misma fortuna... una bastante mala que implicaba hostiarse contra una pared invisible en mitad de un salto a varios metros de altura para posteriormente caer desde esos varios metros de altura... Al menos Nate cayó sobre algo más blandito que lo que le ocurrió a Caerulea.

"AUUUUU"

Se escurrió de debajo del peliblanco para ponerse en pie rápidamente. "¡Mira, mira!" por si no fuera suficientemente evidente que el chico se había caído porque le había pasado lo mismo al pegar un saltito y chocarse contra la pared invisible, Caerulea necesitó enseñarle la pared invisible que tenían delante.

Caerulea extendió ambas manos, que chocaron contra la pared invisible.

"..................."

Y luego pegó la cabeza, otra vez.

"HUMFFFFFFF!"

Me quedo unos segundos perpleja ante la situación. ¿Qué demonios estaba pasando? De repente un chico muy raro empieza a hablar, parece idiota, y desde luego, por lo que dice no tiene idea de lo que está pasando. Busco a Rhomian pero no está en la plaza, ¿Dónde estará? Me resulta extraño estar más de cinco segundos sin oír ningún insulto.

¿Rhomian?

Al principio mi voz suena como un murmullo entre la gente allí reunida pero pronto mi voz suena cada vez más fuerte y se hace hueco entre tantas voces que suenan haciéndose preguntas.

¿RHOMIAN?

Acabo gritando, mientras camino cada vez más rápido y mi mirada lo busca entre la gente. 

No puede ser, él no, no puede haber sido un invento de mi cabeza, y tampoco puede ser que me haya abandonado, él no lo haría.

Desesperada por no encontrarle y ante las miradas de lástima de los demás presentes en la plaza, decido sentarme en la fuente, con el otro lunático del lugar.

Dan tenía la cabeza embotada, como si aún estuviese durmiendo... o hubiera tenido un sueño extraño.

¿Qué estaba haciendo aquí?

No había comprendido bien el discurso de la mujer, pero eso no le preocupaba, seguro que había sido muy complejo y técnico, y como siempre que le intentaban contar algo difícil, enseguida se le borraba de la cabeza.

No obstante, cuando vio a una chica de pelo azul persiguiendo a la mujer, por un momento le pareció familiar, junto a un chico con gafas que ya se había marchado.

Igual estás imaginando cosas Dan, te haces mayor.

No. De eso nada. ¡Aún estás en la flor de la vida! Estos jóvenes demuestran su vitalidad saltando por ahí. Pues yo no voy a ser menos.

Y sin pensárselo dos veces, Dan salió corriendo como si estuviese en una sesión de atletismo hacia la torre del reloj. A fin de cuentas, estaría en la flor de la vida, pero lo de correr por las paredes y tejados no lo veía.

Me desperté con los rayos de sol impactándome directamente en la cara. «Ah… Sólo un rato más…» murmuré, pero la luz no me dejaba volver a conciliar el sueño. ¿Quién había dejado las cortinas abiertas?

Poco a poco, fui despertando, con los ojos entrecerrados. Me incorporé y di un bostezo. ¿Por qué no me dejaban dormir hasta tarde, como a mí me gustaba?

Entonces abrí por fin los ojos y me di cuenta de que la habitación no era la mía. «¿Eh? ¿Dónde estoy?». Miré por la ventana para descubrir una ciudad que no conocía de nada. ¿Qué estaba pasando allí? Llamé a mis criados, pero nadie vino. «¿Y ahora quién me va a preparar el desayuno?».

Comí un poco de fruta y me arreglé como pude, todavía un poco atolondrada. Por la ventana llegaba la voz de una mujer desconocida. No sabía por qué, pero sentí el impulso de ir a escucharla, así que salí a la calle y me dirigí a la plaza.

Me quedé mirando a la mujer enmascarada mientras daba su discurso, como hipnotizada. Hasta que de pronto parecí volver a la realidad. Estaba rodeada de gente, en una ciudad que no conocía. Y todos parecían tan confundidos como yo. Me giré de nuevo hacia la mujer que había dado el discurso, para descubrir que estaba corriendo por los tejados. «¡Eh!» grité, pero ya estaba muy lejos. Un chico y una chica treparon por las paredes y la siguieron, como si nada.

Empecé a buscar entre la gente. Tenía que haber alguien que yo conociera, ¿no? Pero por más que rebuscaba y preguntaba, no encontraba a nadie. Y al parecer no era la única en aquella situación, porque había una chica más o menos de mi edad que también parecía estar buscando a alguien.

Finalmente decidí acercarme a la fuente, donde estaba sentada la chica que había estado gritando. Qué mejor cosa que hacer que hablar con alguien que estuviera pasando por lo mismo que yo, ¿no?

—Hola… Me llamo Naoko. No sé quién es ese Rhomian, pero… ¿Sabes dónde estamos, cómo he llegado aquí y quién era esa mujer? —pregunté.

-Ñgemm...- enrollado en mis sábanas, comienzo oír que las calles se están despertando -Uff, pero que hora..., un momento- mientras me iba incorporando sobre la cama, una batería de imágenes me asaltaron la mente: escenas de lugares y criaturas extrañas, rostros de desconocidos, una llave enorme y... ¿un león que habla?. No comprendía que estaba pasando, así tan rápido como pude me levante, me cambie de ropa y baje corriendo las escaleras hasta la planta baja.

Pero, oh sorpresa, no había escaleras ni planta baja, de hecho, ¿era esta mi casa?. Algo dentro de mi me decía que si, pero a la vez no dejaba de ver imágenes de otro lugar, una pequeña tienda en una pequeña ciudad, donde viajeros de todas partes paraban para contar sus aventuras. ¿Habría sido todo un sueño muy real, o era este el sueño?, comencé a dar cabezazos contra la pared hasta que de repente, un impulso me empujo a salir. Una voz dulce me llamaba, y no solo a mi, un gran número de personas comenzó a juntarse entorno a una fuente, y frente a ella, la mujer que nos había convocado.

Intente prestar atención, pero no conseguía entender de que estaba hablando, era como si ya nos conociera, o como si nosotros deberíamos saber algo que, al menos yo, no sabía. Lo bueno era que por lo menos, no era el único que no se estaba enterando de nada, ya que algunos de los presentes se habían quedado sobados en el sitio o parecían tan confusos como yo. Una vez terminó su discurso, no dio turno ni a preguntas, salió de allí volando, literalmente. Algunos salieron corriendo tras ella, y entre ellos creí reconocer a alguien, un de los chicos con el cabello claro y pinta de tener malas pulgas -Arrgghh...- me lleve las manos a la cabeza, las imágenes no dejaban de bombardearme. Si este chico existe entonces, ¿todo fue real?, tenía que encontrar respuestas, y quedándome quieto en aquella plaza no iba a encontrarlas.

-¡Ey, espera!- grité mientras salía corriendo tras el chico que había reconocido -¡Necesito preguntarte algo!- antes de ni siquiera alcanzarlo, el chico estaba dando saltos por las paredes y trepando por los tejados como si cualquier cosa -Oh, estupendo- intente seguir le el ritmo desde el suelo, parecía que se dirigía hacia la enorme torre del reloj, así que no debería ser muy difícil dar con él en algún momento.