Partida Rol por web

Las hojas se movían ligeramente, acunadas por la agradable brisa que mecía las ramas de los arboles del bosque de Dezerta, un ambiente tranquilo, pacífico y relajante para todos aquellos que lo vieran desde un punto de vista ameno y pausado; un punto de vista conformista y pasivo. Los que lo vieran con otros ojos, los ojos de la pasión, de la curiosidad, de más... estos no verían un ambiente ni un paisaje tranquilo y relajante, verían un paisaje aburrido, monótono y toda la verde flora se volvería gris, intrascendente, irrelevante.

En medio de un pequeño bosque se encontraba un chico caminando, este como analizando su alrededor girando la cabeza casi tomando notas mentales sobre su alrededor, se movía lentamente, con su larga cabellera bi-color bailando al son del viento.
-Brisa cálida y calmada, cielos despejados, fauna sedentaria, si igual que ayer y el día anterior a ese, me encuentro pasando por un diferente lugar, usando una diferente ruta, pero todo es igual de calmado.- Hablaba para si mismo como haciendo un reporte de su entorno, finalmente encontró un roble que el conocía bien, puesto que cada vez que se incurcionaba en el bosque, terminaba aquí, se acostó en una de sus grandes ramas y suspiro profundamente mientras observaba el cielo de manera casi melancolica, levanto su brazo y con su mano hizo el gesto de agarrar algo.
-Si tan solo no estuviese aqui encerrado...- Dijo entrecerrando los ojos, mientras esperaba que su mente encontrase algo que hacer.

Un hombre de traje y sombrero de copa se encontraba tirado a los pies de un gran roble durmiendo mientras que un adolescente se encontraba en ese mismo roble recostado en una de sus ramas y ensimismado en sus sueños. Ambos parecían no haberse percatado de la presencia del otro hasta que... uno, de repente, sí lo hizo.

Me quedo en silencio mientras observo al chico. Al cabo de un rato en el que solamente el viento hace algún ruido, bostezo de manera sonora mientras sigo observándole con los ojos entrecerrados.

Parece que el gato ha conseguido lo que quería conseguir, aunque no estoy muy seguro de que lo que quería conseguir lo haya podido conseguido verdaderamente ¿Pero de verdad quiso conseguir lo que dijo querer conseguir? ¿Tu qué opinas pelirrojo?

No parecía que el Pelirrojo estuviera dispuesto a responder a aquel extraño tipo, pero algo aún por encima de aquellos dos desconocidos iba a suceder en breve, una estrella fugaz cruzó el firmamento y se estrelló en una zona algo apartada del bosque. Por desgracia fue un evento repentino que tan solo el que tuviera los reflejos de una serpiente podría presenciar.

Mientras Aleksis corría hacia donde había caido aquella cosa que no logró vislumbrar con claridad, este se estampa contra un árbol de forma cómica y para nada indolora, pese a ello, el majestuoso aprendiz sigue su camino, esta vez más caminando que corriendo.

¡Ay!

Quién demonios puso este árbol en un lugar tan propicio para tropezarse.

Ay Ay, ¿y estos arbustos?

Auchh ¿y esta maldita piedra?

¿Qué le pasa a este endemoniado sitio? Todo parece estar fuera de sitio. O quizás soy yo el que debe cambiar las cosas de sitio en su cabeza, si cambio mi percepción de dónde deberían estar las cosas... Quizás deje de tropezarme porque veré antes de tropezarme las cosas con las que no debo tropezarme...

Pero por otra parte, ¿Eso no hará que me tropiece con las cosas que si están donde deberían estar para tropezarse? ¿Y acaso eso no hará más daño que un arbusto o una piedra?

Mientras me hago todas estas preguntas ando hacia el lugar de la caída del "objeto no identificado". Mi lema al fin y al cabo es "Siempre alerta, siempre despistado".

En el fondo del crater se encontraba una mujer que a todas luces parecía estar herida, espada en mano, se levantaba y miraba alrededor en aquel inmenso bosque, y aunque no pudo ver nada de interés, lo que sí pudo advertir es a un joven hombre con sombrero de copa -y probablemente nariz rota- en la cima del crater.

Por otro lado, otro joven con cara de pocos amigos aparecía andando lentamente, sin prisas, y con aparentes ganas de no hacer nada, al lado del joven del sombrero.

Calma antes de impulsivo decían, o bueno lo digo yo, desde que me encontré al raro hombre con sombrero y cayo aquella estrella del cielo, me invadió un profundo sentimiento de incredibilidad, pase por varias facetas, negación y bueno solo esa, ahora que estoy con los pies sobre la tierra me siento más… seguro?, no sabía si era la palabra, pero una vez cerca del cráter pude ver mejor a mis compañeros, nervioso por un lado, emocionado por el otro, no encontraba las palabras para decir en esta situación, así que deje salir una sonrisa a la vez que decía –Hola, soy Lired, no los había visto por aquí antes, bienvenidos a dezerta, no hay mucho que hacer por aquí,.- ¿eso fue demasiado simple verdad?, no puedo evitar caminar hacia aquella muchacha en el cráter, oh, me doy cuenta que está herida –oh eso se ve mal, vamos a la aldea, tú también señor… ¿cómo era su nombre?.- me refiero algo avergonzado ante el chico con sombrero en copa.

Cuando desperté y mire a mi alrededor. Pude ver que estaba en una especie de carácter rodeada de un bosque. Con la ayuda de la espada me puse en pie y mire a las personas que habían junto a mi. Aún estaba bastante desorientada.

¿Dónde estamos? Esta no es mi casa estoy segura.

Aún no entendía nada hace un rato estaba patrullando las calles de rulid, y de repente estaba todo lleno de gente herida, un tío con una capa sospechosa y un montón de criaturas extrañas. Y para colmo me despierto en un lugar y no me has para nada familiar. No sirve de nada que le de más vueltas y seguro que este chico tiene más información. Aunque no pienso bajar la guardia por si acaso.

Perdona mis modales, estoy un poco desorientada. Me acercó lentamente puesto que las heridas no me dejan hacer mucho más. Me llamo Rayla, un placer. Me puedes decir dónde estoy por el camino.

Me acerco a la chica de forma lenta pero llamativa, como si estuviera intentando no caerme con obstáculos imaginarios.

Aquí podría haber una piedra... Hago como la esquivo. Esto podría ser un árbol... Giro para rodear algo que no está ahí...

Giro mi cabeza en dirección a Lired al llegar al sitio dónde veo que está la chica caída del cielo. Mi nombre no tiene importancia, a decir verdad, ¿De qué sirve un nombre si no te representa? Pónme uno y por ti, a partir de ahora, seré llamado así. 

Vuelvo a mirar a la chica, ¿Y tu chica sin alas? ¿Tu nombre no será Alicia verdad? Creí oír otro nombre, pero no importa, te pareces a ella, por lo menos eso creo, nunca la he visto, ni tampoco se cómo es en realidad, solamente se que debo llevarla a mi país. Acerco mi mano y poso la yema del dedo índice sobre uno de los pechos de la chica. Guau, eres real. No creí que lo fueras. Acerco mi cabeza al lado de la de ella y la huelo el pelo sin tocarla. Mmmmmm que rico, hueles a nubes de azúcar... Sin duda eres ella.

 ¿Y tu chico también estás aquí? Y ya puestos a descubrir cosas. Coloco algo que realmente no está ahí y me siento de una forma extraña, como si hubiera una silla que realmente no está ¿Dónde es aquí? 

Agarro a Alicia de la mano y tiro de ella hacia el árbol de donde vinimos. Vamos, no hay tiempo que perder, esto ha sido realmente fácil, creo que el gato estará contento conmigo, sonriente seguro que estará.

Cuando estaba a punto de ir con el chico, el del sombrero empieza a rodearme y a mirarme a la vez que decía cosas raras. Cuando se hacerca a olerme el pelo, le doy un leve empujon.

¡¿Pero que haces?! ¡Aléjate de mí! Creo que te equivocas mi nombre es Ray...

Antes de poder acabar me sujeta la mano y me lleva en dirección al hueco de un arbol.

oye, ¿Qué haces? Te digo que te estás equivocando. ¿Me oyes?

Los tres desconocidos llegan al árbol donde Lired dormitaba minutos atrás y de dónde el sombrerero había salido, en efecto, había una pequeña madriguera de conejo al pie del mismo, el tamaño podría ser un poco justo pero todos podrían entrar dentro de ella si así lo deseaban, de uno en uno.

Vamos Alicia, debemos apresurarnos a entrar, el gato debe estar esperando y no conviene hacerle esperar. ¿O si? Quizás el gato cuando dijo que te llevara con él no quería decir eso, sino todo lo contrario, o quizás del revés.

Alicia, ¿Sabes hacer el pino? Debemos hacer el pino para entrar, sino al caer por la madriguera del conejo estaremos del revés y nos daremos con la cara en el suelo. Vamos. Me pongo a hacer el pino con las manos y la cabeza para a continuación ir hacia la madriguera, Vamos Alicia, es fácil, sígueme.

Que te he dicho que no me llamo Alicia, me llamo Rayla. Si necesitáis ayuda ire a ayudar pero quédate con mi nombre. Y... ¿Por que tendría que entrar haciendo el pino? Con estas heridas justo me llega para para estar en pie, ya ni hablemos de hacer el pino. Y menos con esta armadura.

Miro al otro chico encogiéndose de hombros y me asomo a la madriguera.

Lo siento, me gustaría ir al pueblo pero parece que están en problemas y aunque parece un poco loco no puedo evitar ayudar a gente en problemas.

Alicia, tienes que hacerme caso, lo entenderás cuando lleguemos a mi pais de las maravillas, ahora haz el pino para entrar, yo te ayudo, dejame cogerte las piernas...

Pffff al parecer no era broma lo del pino, que remedio.

¡Estate quieto un momento!  

Me alejo un poco mientras comienzo a quitarme la pesada armadura teniendo cuidado con las heridas hata quedarme con un vestido azul y blanco. Mucho mejor así podre hacerlo sola. Me agacho para atar toda la armadura junta para poder tirarla por el hueco antes de saltar yo.

Muy bien, si de verdad necesitas ayuda iré. Pero me puedes explicar cual es la situación y por que me llamas por otro nombre. No se de donde te sacas que soy la Alicia esa. 

Me pongo sentado en el suelo y la miro desvestirse con cara atónita. No te preocupes, yo te ayudo Alicia, pareces herida pero seguro que una taza de té con el sombrerero y la liebre te recomponen, o no, jejejeje, nunca se sabe.

Vamos a ver, llevas falda, así que si haces el pino nos pondremos todos incómodos y muy rojos. Creo que esto debería arreglarlo, quito la cuerda de la armadura y se la pongo alrededor de los muslos para que no se le caiga la falda al hacer el pino. Ahora otra cosa, no bebas nada, ni comas nada de mi país de las maravillas a no ser que un completo extraño te lo ofrezca, no te fíes de nadie a no ser que sea muy siniestro y no sueltes mi mano, nuestro nuevo antipático y asocial amigo pelirrojo llevará tu armadura Alicia, si la pierde el gato sonriente se le llevará al espacio de más allá de Orión cruzando la puerta de Tannhaüsser y se perderá por toda la eternidad en un mar de llamas nevadas. 

¿Listos? Ale Hop, me pongo de nuevo a hacer el pino.

No tiene ningún sentido nada de lo que dice. En fin acabemos con esto.

Me pongo a hacer el pino y salto también al agujero. Más le vale que esto no sea una broma suya o se enterara, esto es muy ridículo.