Partida Rol por web

¡Al fin lo había logrado!. Yae Takano había subido su obra maestra, su "ópera prima", su hijo espiritual... Había hecho el vídeo que finalmente la llevaría a la fama de una vez por todas, un largo vídeo editado con detalle donde ponía a parir a otro Youtuber coetáneo a ella, "DalasReview". Su aportación a la comunidad será la última pieza para que cayera ese supuesto asaltador de menores, maltratador de perros, machista retrogrado y comandante en jefe de la horda de pambisitos.

Al fin saldría del bucle de auto-desprecio que se sentía a la hora de hacer gameplays de juegos que, claramente su habilidad no estaba a la altura para jugarlos y pasarlos, tal y como los haters no paraban de repetir una y otra vez en sus comentarios. ¿Sabes lo cansado que es borrar tantos comentarios?. Borrado, Borrado, Borrado....

Deseosa de ser la primera visualización de aquel vídeo con sus momentos brillantes como la escena que inteligentemente había congelado de Dalas con la boca abierta mientras ella le decía: "¿Qué opinas sobre las pruebas que indican que ArgDOS es el perro gemelo malvado de la camada de Argos / Marlos?" ". . ." "Dalas, su silencio no hace más que incriminarle" ". . ." (Zoom a la imagen congelada de Dalas) "NO, DALAS, NOOOO" (Fundido en negro). Sin lugar a dudas, era un gran vídeo.

Por desgracia, aún ni había llegado a la escena donde inteligemente descubría un símbolo iluminati por la forma de la barbilla del Youtuber coetaneo, cuando el vídeo se detuvo y en vez de eso salió un mensaje gubernamental de Insomnia.

ATENCIÓN - ESTO NO ES UN SIMULACRO - ATENCIÓN

EL MURO HA CAÍDO / EL MURO HA CAÍDO / EL MURO HA CAÍDO

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ID AL REFUGIO MÁS CERCANO

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EL MURO HA CAÍDO / EL MURO HA CAÍDO / EL MURO HA CAÍDO

ATENCIÓN - ESTO NO ES UN SIMULACRO - ATENCIÓN

¡Nyehehe! - reía malvadamente como el gremlin que es - ¡Esta vez caerás, pequeño pambisito! Y cuando me invite a hacer un directo con él ¡mi salto a la fama estará completo! - alzó las manos hacia el techo y rió de una forma maléfica, hasta que una alarma la sacó de sus delirios. Fue corriendo hacia la ventana para ver que pasaba. - ¡¿Nani?! - decía sorprendida al ver que, efectivamente, no estaba soñando y que el muro de la ciudad había caído.

Se vistió rápidamente, pues solía andar en braguitas por casa, concretamente unas que llevaban el dibujillo de uno conejito en su pandero. - ¿¡Pero esto que eeeeeeeees!? - decía nuevamente al oír la alarma, no entendía muy bien lo que había atravesado la muralla a pesar de haber mirado por la ventana, pues era la primera vez que lo veía en su joven vida.

Muy resignada por tener que dejar su amado ordenador atrás, abandonó la casa y se fue a buscar rauda y veloz un refugio.

Los jovenes logran entrar en el edificio, uno ligeramente mejor que otro, o mejor dicho, sin un tajazo en la espalda. Por desgracia para el resto de personas que estaban en la plaza, la suerte fue aún peor que la que tuvo Raanmar, pues ese camino había sido bloqueado por el que por los pelos, atacó al joven.

Los gritos de terror y dolor se sucedieron unos tras otros mientras los dos jóvenes, impotentes ante nada, cerraban el edificio con una verja de metal horizontal, bloqueando así, o al menos, esperando bloquear, a los enemigos.

Ahora tenían una importante decisión. ¿Subir por las escaleras? ¿Subir por el ascensor?.

Llegó sin problemas al edificio donde vivía, pero su compañero no tuvo tanta suerte pues recibió un espadazo en toda la espalda. - Bueno, se te ve fuertote, no creo que te eches a llorar por eso ¿verdad? - se les abrían dos posibilidades ahora, para llegar a su piso debían escoger. - El ascensor puede quedarse atascado si se corta la electricidad durante el ataque ¡así que por la escalera! De paso hacemos glúteos, que nunca está de más. - y tras dar dos palmaditas a sus propias nalgas, Yae empezó a subir por las escaleras.

Pese a tardar lo suyo, Yae Takano y Raanmar logran subir usando las escaleras, se encontraban exhaustos una vez que lograron alcanzar el apartamento de la joven, sin mucho más aliento, entraron ambos y comprobando que el lugar estaba libre de cualquier amenaza -por suerte para ellos-, se percataron de algo inusual.

En la ventana, frente a la habitación de la joven había un chico de pelo rojo (y un ojo aún más rojo) agarrado a lo que parecía ser una espada con una mano, y con la otra agarrado al alfeizar de la ventana, mas o menos, como este podía. Lo más extraño de todo, y sí, el estar agarrado en la ventana de un piso 75 no era lo suficientemente extraño, era que aquella espada extraña parecía estar tirando de él hacia arriba.

¡Hentai! - gritó al ver al pelirrojo en su ventana ¡seguro que había venido a coger sus braguitas! - ¡Largo de aquí pervertido! - se fijó también en la espada que andaba flotando por ahí, a la cual estaba sujeto el chico de la ventana, pero no le dio demasiada importancia y la ignoró levemente.

¡Tu! ¡Fuertote! ¡Haz algo con ese tipo de allí! - se mordió una uña y habló un poco más bajo. - Si que hay que ser fan y estar desesperado para que en mitad de un ataque del enemigo, venga el tio este a mi habitación...

Tras la subida por las escaleras un tanto discutible a nivel productivo llegamos al piso de la joven en cuestión, por el momento parece que la tranquilidad no la vamos a encontrar tampoco en el piso de la chica, sin casi tiempo de poder inspeccionar el lugar al que me había traído...- ¡¿Puede saberse que haces ahí plantado en un momento como este?!.

Aquella espada era extraña, no solo por la forma que tenía sino por los adornos que esta tenía asociados, un ojo que por un instante viste moverse y mirarte fijamente. No solo eso, pudiste ver, a causa de la postura del brazo del joven pelirrojo, que no era él el que sujetaba la espada, sino que la espada trataba de escapar de su agarre e ir hacia el ático del edificio.

-No es mi culpa esta cosa parece tener vida propia y no soy un pervertido así que no digas eso-  la llave no parecía querer moverse del lugar - Podrías ayudarme a bajar por favor-  dije  esperando un poco de ayuda - Por cierto mi nombre es Pyro- mal momento para un presentación pero que mas podía hacer no podía soltarme o estaba seguro que la espada me llevaría más arriba, aunque por el momento no parecía tirar mas de mi. 

Y entonces continuó tirando con fuerzas renovadas. Casi arrancando el brazo de Pyro de su torso, o al menos, eso fue lo que sintió al seguir agarrando la espada extraño con una mano y con la otra el alfeizar de la ventana. 

¡Oye! ¡Que están subiendo los malos malosos! - decía preocupada al escuchar como los seres negros escalaban hacia arriba. - Parece que no tenemos más remedio que confiar en que el pervertido y su espada voladora nos sacarán de aquí. - saltó por la ventana para agarrarse también de la espada y evitar que los monstruos la pillaran por detrás. - ¡Ventana abierta! ¡Metete si quieres pervertido, pero de poco te servirán mis braguitas si te pillan esos bichos!

Cuando Yae Takano abrió la ventana y estaba a punto de agarrar aquella espada, esta se movió hacia arriba, lo que significa que Pyro soltó su agarre con el alfeizar de la ventana y, de forma extraña, fue en sentido contrario al de la fuerza de la gravedad; por suerte ahí esta Yae Takano, quien en vez de agarrar la espada, agarró el antebrazo del joven y tiró de él hacia la habitación.

Pese a todo, la Espada siguió su camino hacia el ático del edificio, dejando a un Pyro desarmado con el resto de los presentes.

-Gracias esa cosa casi me arranca el brazo, ¡¡¡no me interesan tus bragas!!!- dije mientras me levantaba - que le pico, primero me hace ir a la torre y luego hacia el ático y esas cosas vienen para acá, deberíamos correr, nada puede dañarles he visto como derrotan a los guardias y mierda este no es buen momento- vaya momento de pocas opciones - esa era mi única arma- dije al ver que ya no estaba conmigo - bueno si el general tiene activo el sistema de defensa puedo intentar invocar mi espada de entrenamiento- dije mientras extendía el brazo para que apareciera una de las armas de los cadetes - Vamos funciona solo necesito una espada sencilla de la armería- dije mientras me concentraba.

-Pues no,  creo que mejor  deberíamos ir hacia al ático- sugerí  a los que se encontraban conmigo - Hay una manera de subir rápido, por cierto no me llames pervertido mi nombre es Pyro Alberich Argentum, el hijo del mayor Argentum , bueno sin importancia,  tenemos que ir por esa espada es nuestra única defensa- explique  - así que tu conoces mejor el lugar alguna ruta rápida.

¿Qué no te interesan mis bragas? ¡Eso es justo lo que diría un pervertido al que acaban de pillar! - se paró a ver el ambiente a través de la ventana. - Pues parece que antes o después llegarán hasta aquí, así que no tenemos más remedio que seguir subiendo. Tengo llaves para ir a la terraza, así que ¡por las escaleras! A seguir haciendo culo. - salió de su apartamento en dirección al ático y esa "espada" voladora tan rara. - Venga, venga, no hay nada que queráis ver aquí. - decía desde la puerta dando palmaditas. Si se quedaban allí morirían o lo que era peor, verían todo el hentai que se había descargado la youtuber.

Tras un momento de dudas extrañas por el chico elevador, este se identifica como alguien importante dentro delas defensas de la ciudad o similar, la verdad es que en este momento tiene toda la razón por quitarle importancia al hecho...- Bien, vamos entonces hacia allá... haciendo el menor caso a los inútiles y coloridos adornos de la casa de la señorita esta, nos encaminamos escaleras arriba como mejor podemos, las hordas de enemigos se acerca y solo parecemos tener una única forma de salir de aquí.

-Piensa lo que quieras, sin armas o equipo estamos en desventajas y al parecer el uso de armas  no esta activado, supongo que se debió provocar un fallo en el sistema de defensa así que esa cosa es la única defensa que poseemos y rezar que la cosa enorme que vi dirigirse a la ciudadela no  haya alcanzado el cristal o esto se pondrá mas feo, no quiero ver que pasará si cadentes y esas cosas hacen alianza, sería el fin de la ciudad- exprese mientras subía por las escaleras, en gran parte me sentía culpable de lo que pasaba y no sabía como remediar esta situación y para colmo estaba desarmado como para intentar lanzarme al combate.

-Por cierto ¿Quienes son ustedes?- pregunte después de subir un par de pisos - se que es mal momento para presentarnos pero al menos me gustaría saber sus nombres a menos claro que quieran que me refiera como musculoso y tipa demente de las bragas.

Finalmente aquel variopinto grupo decidió subir por las escaleras hasta la azotea del edificio, no tardaron demasiado en llegar hasta allá arriba, pero pese a ser raudos y veloces, no estaban preparados para lo que allí se encontraba. Un hombre encapuchado mirando el firmamento sobre el resto de los edificios, y lo más extraño, haciendo un corazón con sus dedos mientras apuntaba hacia la luna.

¡¿Cómo que quien soy?! - se la notaba un tono claramente molesto, cosa que no impidió que siguiera subiendo escaleras. - ¡Soy Yae Takano! ¿De verdad no te suena ni lo más mínimo? ¿Vives bajo una piedra o que? - suspiró enfadada mientras seguía encaminado el grupo hacia la terraza.

Una vez arriba, un tipo raro estaba haciendo un gesto con las manos, un gesto en forma de corazón. - ¡Oye, atontao! - le gritó al tipo de la capucha negra. - ¿Crees que es momento de ponerse a hacer fotos posers para las redes sociales? ¡Qué estamos bajo asedio! - seguía molesta porque el pelirrojo no la reconociera, cosa que era incapaz de ocultar. - Bueno, tanto da, vamos a buscar la dichosa espada que ha subido hasta aquí, de algo tiene que servir.

Aquel misterioso hombre encapuchado os ignoró, o al menos ignoró a aquella joven insolente mientras continuaba viendo al satélite natural por unos cuantos segundos más, en ese tiempo, aquella espada voladora que sujetaba Pyro, apareció en escena y comenzó a flotar alrededor de aquel hombre encapuchado, probablemente, su verdadero dueño.