Partida Rol por web

Clash of Hearts

1. San Fransokyo: Calles

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22/02/2019, 17:07
Entorno

Desde la mudanza nada había sido igual para Patricia, añoraba su antigua ciudad, sus antiguos amigos y en particular aquella persona que tanto había hecho por ella, y que, desgraciadamente ahora tenía prohibido ver desde aquel día en el que finalmente confesó cómo se sentía y que en verdad ella quería ser una chica y no un mero chico.

Pese a que no lo dijeran directamente la mudanza era exactamente por eso. Alejar fisicamente al joven de aquellas malas influencias que no paraban de meter "tonterías" en la cabeza del chico, y además de incentivar las "tonterías" que el chico ya tenía en la cabeza de por sí. Patricia lo intuía, lo sabía, no hacía falta que nadie se lo dijera ni se lo confirmara.

Durante la noche patricia decidió salir de casa, guardando en su mochila su traje de repuesto, se despidió y salió a descubrir aquella nueva ciudad que se abría ante ella. Una vez cruzado el umbral de la puerta y caminado unas cuantas cuadras, comprobó que nadie la estaba siguiendo, se escondió en un callejón, se desvistió y se puso aquellas ropas "de chica".

En esa ciudad, quisieran o no, sería Patricia.

 

Antes de siquiera poder poner un pie como Patricia, un hombre corrió por su lado empujándola contra el muro, y sin disculparse siquiera siguió corriendo en dirección a la calle principal y dobló la esquina perdiendose de la vista de la joven muchacha que ya comprobaba que su "nueva vida" no comenzaba con buen pie... aún así se reincorporó.

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22/02/2019, 17:23
Entorno

La noche era tu amiga, conocías cada calle y cada recoveco de la ciudad como la palma de tu mano y esa la conocías tan bien como tu novia, aunque no tuvieras una. Quizás porque estabas demasiado ocupado corriendo detrás de delincuentes que detrás de chicas. Sea como fuere, eso es lo que estabas haciendo en ese momento, correr detrás de un maleante, un maldito camello que estaba pasando droga a unos adolescentes con la cabeza poco amueblada.

La persecución ya se había extendido por sus buenos 5 minutos cuando aquel tipejo giró repentinamente en un callejón y tu saliste detrás sin pensarlo demasiado y mucho menos pensarlo dos veces. Por desgracia para tu propia integridad física eso fue un error, pues nada más girar la esquina acabaste de bruces en el suelo.

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22/02/2019, 17:27
Patricia

Sí, se reincorporó. Poco a poco.

Murió de miedo cuando el hombre la empujó. Su cabeza lanzó preguntas a varias revoluciones por minuto, directas hacia su corazón: ¿Me habrá visto? ¿Querrá violarme? El miedo paralizante se esfumó gradualmente junto con la grosera y anónima presencia masculina que lo había provocado, dejando lugar al alivio. Patricia sintió un frío necesario relajándole el cuerpo, llenando sus terminaciones nerviosas de flojera. Se apoyó contra el muro para recobrar fuerzas, y sintió como su cuerpo seguía soltándose, haciendo lo que le apetecía, agrietándole las expresiones faciales, obligándole a dejar salir todas las muecas feas de niña pequeña que se había estado guardando... y lloró. Porque si no lloraba sola en ese callejón, ¿cuando?

Intentó llorar muy silenciosamente, por si pasaba alguien. Y parecer una adolescente borracha sosteniéndose desequilibradamente contra un muro, porque le pareció mejor que parecer una adolescente llorando. Tonterías en la cabeza. No llegó a emitir los sonidos, pero la pared pudo leer sus labios: Policronio... María, Paula... Haruko... Como si fuera algún tipo de amuleto religioso primitivo, acarició el broche de calavera. Una voz descarada, agresiva, egoísta, la sacudió por dentro: ¡Haz algo, inútil! Se le escapó una risita, y dejó caer su frente contra el muro con la mayor de las delicadezas. 

Se limpió las lágrimas - suerte que aun no se había maquillado -, y con una especie de fusión entre cáncer y agujero negro en su pecho hecho de dudas, inseguridad, el qué dirán y todo lo demás, decidió que se recuperaría. Y no se lo creyó ni ella, pero le dio igual. Era una ciudad grande, con suerte podría encontrar un bar o algo donde la dejaran llamar a sus seres queridos. Además le iría bien encontrar algún espejo bien iluminado en el que maquillarse. Con cautela, asomó la cabeza al mundo...

- Tiradas (1)

Motivo: advertir

Dificultad: 0

Habilidad: 14

Tirada: 5 7 7

Total: 7 +14 = 21 Éxito

Notas de juego

Quiero ver qué tengo por ahí cerca (sin salir del callejón...). No sé si tenía que tirar advertir o ¡LO VEO TODOOOO!!! sin tirar nada, pero por si acaso dejo la tirada hecha. Patricia anda en busca de algún bar que parezca limpio y decente.

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22/02/2019, 17:59
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El joven rubio dobló la esquina y chocó de bruces contra aquella adolescente que se encontraba en el callejón. Al parecer la coincidencia fortuita o la planificación de un ser superior que vió demasiados animes con tropes de choques entre chico y chica desconocidos que al final formaban una relación interesante entre ellos; sea como fuere lo que había pasado para ocurrir ese golpe, ambos terminaron en el suelo; ella de espaldas y el encima de esta.... como no...

Notas de juego

Adoro los tropes de choques fortuitos y posturas ligeramente sugerentes...

¡Podéis postear sin miedo!

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22/02/2019, 18:01
Entorno

Claramente era una persona distinta a la que te habías chocado antes; y a no ser que hubiera una carrera no señalizaba que pasaba por la misma zona, no tendría el más mínimo sentido que dos personas distintas hayan decidido correr por un callejón estrecho  en el mismo sentido y dirección, una a pocos minutos de la otra.

Por otro lado, te percatas que en el suelo hay una mochila, y haciendo memoria logras reconocer que la viste fugazmente cuando el primer "corredor nocturno" te empujó bruscamente de su camino, pues la portaba en la mano con la que te apartó. En ella logras ver, gracias a estar en el suelo y con la cabeza al mismo nivel, que dentro de la mochila hay una etiqueta con un nombre y dirección...

Notas de juego

Buena tirada... ¡Veamos si avanza la trama!.

Puedes volver a postear.

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22/02/2019, 18:15
Patricia

¡Ay!

La chica puso las manos delante de la frente para protegerse, pero de poco le sirvió. Oh no, otra vez no... No es que pudiera hacer mucho en tan digna posición... así que tembló de miedo, se quiso transformar en un ovillo de lana, y se dio cuenta de que se le habían ido unas cuantas preocupaciones de la cabeza. Intentó cerrar las piernas por instinto. Su presunto asaltante no podía ver el color de la vergüenza en la cara de la adolescente, pero podía oírlo en su voz, por debajo del umbral de la autoestima. 

¿Podrías salir de encima mío, por favor? Es que estoy... incómoda... 

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22/02/2019, 18:39
Élan Saiki

Ya te tengo, ya te tengo, pedazo de cabrón, era todo lo que pasaba por mi cabeza mi entras dejaba atrás una calle tras otra, como una exalación y sin percatarme de nada más a mi alrededor excepto de mi presa. El tipo tenía que estar en una gran forma física si podía mantenerme la carrera así como así e incluso empezar a hacerme resoplar un poco. Pero ya lo tenía exactamente donde quería, la mitad de aquellos callejones no tenían salida y él no iba a tener escapatoria posible... a no ser que supiera volar, claro. Me reí yo solo de aquella idea, cuando yo mismo salí volando al chocar contra algo, sobre lo que inmediatamente caí. Esperaba el duro, y generalmente sucio, suelo de SF, pero caí sobre blando, inesperadamente. Tras una rápida inspección visual (¿táctil?) concluí que era una chica.

-AAAAHHH!! -grité apartándome rápidamente y levantándome. -Lo siento, lo siento, no he visto nada, te lo juro. -dije echándole otro vistazo rápido y nada discreto. Era bastante guapa, pálida y delicada, como una de esas muñecas tradicionales que se ponían por el día de las niñas. Me quedé unos segundos embobado mirándola, antes de darme cuenta que aquel desgraciado acababa de escapárseme. -Mierda. No habrás visto por casualidad hacia dónde ha ido un pavo que ha pasado corriendo justo delante de mí, ¿no? -le pregunté mientras le ofrecía la mano para ayudarla a levantarse.

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22/02/2019, 18:51
Patricia

Patricia se incorporó por partes, dándole la espalda al chico en todo momento. Primero se quedó de rodillas. Puso los brazos cerca del cuerpo, ocupando tan poco espacio como las leyes de la física le permitieron. Posó las manos sobre las rodillas, y planchó la falda mientras recuperaba la verticalidad. Solo entonces se dio la vuelta, y se atrevió a mirar al chico anónimo durante mucho menos que un segundo. Parece como de mi edad...

Los segundos llenos de la mirada del desconocido fueron un infierno. Patricia estaba absolutamente intimidada. Miró al suelo y se agarró las manos delante del cuerpo para darse energía. Está bien... fue un accidente... Tranquila Patricia, ahora se va. Sí, ese... "pavo" - se notaba que no es la palabra que ella habría elegido, sonaba extraña en su voz - también chocó conmigo... se fue por ahí... Aun seguía asustada, y la lentitud temblorosa con la que separó una mano del cuerpo para señalar lo demostraba. La misma mano bajó como hoja en el viento, y señaló hacia el suelo. Se le cayó esta mochila. Hay una etiqueta con un nombre y una dirección dentro... Entonces se dio cuenta de que había estado espiando la intimidad de alguien, y se sintió muy culpable, levantó la cabeza, miró directamente al corredor nocturno, y negó con los brazos. ¡Perdón! No quería mirar, es que cuando estábamos en el suelo... 

Murió de vergüenza otra vez, y agachó la cabeza.

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22/02/2019, 19:21
Entorno

Por tu experiencia en perseguir a criminales sabes que con el tiempo que te lleva de ventaja ya es imposible alcanzarlo, por lo que correr detrás de el ya no es un plan, a fin de cuentas, habrá cogido distintas calles y callejones mientras levantabas a la joven, mientras te apartabas, mientras echabas miradas discretas poco discretas y mientras teníais una amena charla.

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22/02/2019, 23:14
Élan Saiki

No es que se me diera muy bien leer a la gente, pero tampoco hacía falta ser ninguna lumbrera para ver que aquella chica estaba asustadísima y al borde de un ataque de nervios. Rascándome la cabeza, en un gesto de no saber muy bien como actuar le pregunté:

-¿Estás bien? ¿Te ha hecho daño ese cabronazo? Ahora ya me habrá sacado bastante distancia como para darlo por perdido. Bastardo... -Miré de golpe a la chica por si se lo tomaba mal, y llevándome las manos detrás de la cabeza, le resté importancia al asunto. -Que no es culpa tuya ni nada, eh... -Y entonces vi como señalaba temblorosamente la mochila. Me dirigí hasta ella raudo y veloz, como si tuviese un muelle en los pies, la agarré y la abrí de par en par para inspeccionarla. Y será verdad, que el tío fuese tan tonto como para llevar una mochila con su nombre y la dirección. No puedo estar teniendo tanta suerte. Estaba visiblemente emocionado, de nuevo, tras la ligera decepción que había supuesto perder a mi presa.

¡Perdón! No quería mirar, es que cuando estábamos en el suelo... 

-No, no te disculpes para nada. Este tío -le comencé a explicar en una verborrea acompañada de multitud de gestos, sacudiendo la mochila delante de ella- le vende droga a los cabezas de chorlito de último curso que intentan hacerse los guays. Llevaba unos días buscándole y justo esta noche lo he logrado localizar, aunque se me haya escapado en el último momento. Pero con esto -dije dándole una palmada a la bolsa- lo puedo denunciar a la poli y cerrarle el chiringuito. -concluí con una sonrisa maliciosa. O puedo ir a hacerle una visita y ajustarle las cuentas en persona.

-En cualquier caso, su ayuda ha sido indispensable para la captura de este peligroso elemento criminal. - dije, poniéndome serio y firme de golpe, todo recto y solemne, en una pose que tenía muy ensayada y que no estaba exenta de cierto matiz irónico. -Señorita... -Entonces caí en la cuenta de que no nos habíamos presentado.

 

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23/02/2019, 00:00
Entorno

Mochila Negra

En el interior de la mochila había un montón de papeles de informes y demás, parecía ser la mochila de un investigador o de un estudiante demasiado aplicado y listo para enfrascarse en un proyecto realmente importante. Era tan importante y específico que por mucho que lo leyeran jamás entenderían "ni papa" de lo que ahí significaban esos gráficos, esos números y esas figuras que estaban por todos lados.

Además de eso había un ordenador portatil, roto. Probablemente a causa del impacto al caer al suelo.

Por último, entre algún que otro material escolar, o de oficina, estaba la etiqueta con una dirección y un nombre.

Aken, Robert

 San Fransokyo Institute of Technology

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23/02/2019, 00:11
Patricia

Tonterías en la cabeza. 

Preguntarle si le habían hecho daño era el gesto más amable que Patricia había recibido desde... no quería pensarlo, porque se le aparecía un velo semitransparente, salado, y líquido entre el mundo y sus ojos, y ver mal está anti-recomendado. Perdón... seguro que lo dice para que no me sienta culpable, pero claro que es culpa mía, culpa mía, culpa mía, culpa mía... La pobre se tapó la cara para que no se notara lo que estaba pensando. Sus neuronas no daban para preguntarse quien era el chico o por qué odiaba tanto al primer corredor nocturno y autoculpabilizarse a la vez, así que como todo animal evolutivamente exitoso, priorizó. Se dio cuenta de que estaba empezando a hacer un numerito delante de un desconocido, y se sintió peor. Perdón... 

Respiró hondo, y aunque el aire se entrecortó amenazando un sollozo, pareció calmarse. Un poco. Fue alzando la cabeza mientras escuchaba el relato de aquel chico. Es un héroe... Se le iluminaron bastante los ojos. Saber que estaba en presencia de alguien tan noble y valiente la hacía sentirse poca cosa, pero a eso ya estaba acostumbrada. También le brillaba la mirada con algo de esperanza, ¿de verdad existía gente así en el mundo? Eres muy valiente... Al menos sabía que no estaba en un callejón oscuro con un violador, sino todo lo contrario, porque una chica tan lista como Patricia se fía del primer adolescente con trasfondo heroico que pasa.

Y yo... ¿Y-yo? Le empezaron a salir tics de todos los dedos, miró al suelo, volvió al frente con la cara roja, volvió al suelo, al frente con pánico y Yo me llamo... ¡Dilo, maldita puber! Yo soy... Cerró los ojos, su cara entera entró en tensión. 

¡Yo soy Patricia! 

De repente, pesaba 10 años menos. A lo mejor era por una lagrimita discreta que se paseó por su mejilla, por el aire, y regó el asfalto. Se la limpió rápidamente, y miró al chico. Pensará que estoy loca... es que estoy loca... Pero a pesar de las tonterías en la cabeza, ahora estaba más firme en el suelo, más serena, y hasta tenía un ligero ángulo en las comisuras de los labios que se podrían interpretar como una casi sonrisa. Perdona el numerito... Es que me acabo de mudar... y echo de menos a... a... mucha gente. Se llenó de silencio. Pero me alegro de haber ayudado. Eso es... cierto... Efectivamente, le gustaba la sensación de haber ayudado a combatir el crimen, estar al lado de un chico heroico y valiente que le preguntaba su nombre, era agradable. 

Ahora que ya tenía la maleta con todo lo que necesitaba, probablemente aquel chico se alejaría y ya está. Pero bueno, al menos había conocido a alguien interesante - se decía Patricia -, la noche no iba tan mal como parecía al principio. Lo miró con timidez, pero sin alejar la mirada. ¿Tu como te llamas? ¿Como se hace para ser valiente? No, eso no se lo puedo preguntar...

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23/02/2019, 16:19
Élan Saiki

-¡Patricia! -exclamé con ella. Parecía haberle costado sudor y lágrimas decir su nombre, bueno, como todo lo que hacía, realmente. Era como ver un cervatillo delante de los faros de un coche y yo, que solía ser absolutamente espontáneo en mis reacciones, no sabía muy bien como tenía que tratar con ella. Supongo que darle algo de conversación no le hará ningún daño. -Es un nombre guay, sí. Yo me llamo Élan, aunque la gente suele llamarme -bueno, más bien suelen gritarlo- Saiki. -reconocí algo avergonzado. -Ya ves que suelo meterme en toda clase de líos, jaja. ¿Así que eres nueva en la ciudad? Te habrás dado cuenta de que aquí no nos aburrimos, no. -dije con mi mejor sonrisa de no haber roto nunca un plato.

Hubo unos instantes de silencio por mi parte mientras revisaba un poco mejor los papeles que había en la mochila, poniendo toda mi escasa capacidad de concentración en ello. -Hmm, qué raro- murmuré para mí mismo. -Desde luego no es lo que esperaba encontrar y no entiendo una coma de nada de todo esto... Me pregunto... ¿Será realmente de aquel tipo?

-Bueno, Patricia, parece que este caso no está cerrado, después de todo. Creo que me voy a tener que dejar caer por el Instituto Tecnológico, -dije echándome la mochila negra al hombro, caminé algunos pasos y de golpe me detuve y me giré, aquello no estaba bien- pero no me siento bien dejándote tirada en este callejón y menos siendo nueva, dime, ¿necesitas que te acompañe a algún sitio o algo? -pregunté con genuina preocupación.

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23/02/2019, 16:53
Patricia

Le brillaron los ojos como si toda la purpurina del mundo se hubiese acumulado en las pupilas. Es un nombre guay... Gracias. Agachó la cabeza como siempre. pero con una sonrisa, y jugueteando con las manos detrás de la espalda. No entendió para nada por qué le gritarían Saiki a ese chico, pero él había dicho que pero eres Élan, ¿verdad? El verbo de esa frase era importante, y por eso la entonación lo subrayó con fuerza, con trazo firme. Patricia ya había decidido que Élan era agradable.

Con una serenidad propia de un cervatillo viviendo en un locus amoenus de postal sosa, levantó la mirada, y hundió sus pupilas en las del recién conocido. Encantada, Élan. Todavía no he visto la ciudad... es que... no conozco a nadie... La serenidad se fue apagando, y la gravedad hizo lo suyo en los ánimos de la adolescente. Pensará que soy una asocial, y que debe ser por algo, y... Le habría ido bien que le dieran con algo en la cabeza. Pero como eso no sucedió, tuvo que encontrar alternativas, así que intentó aportar algo. Tímidamente, convencida de estar consciente de que probablemente solo le estaba haciendo perder el tiempo a Élan. Cuando ese... "pavo"... chocó conmigo, me empujó, y luego la mochila estaba aquí... a lo mejor... quería deshacerse de ella... o que la encontraras tú... no digas tonterías, él sabrá. ¡Calla, teenager insegura prototípica!

Se acomodó el broche de calavera, y se calmó un poco. Qué increíbles aventuras viviría Élan por el bien de la justicia... y en cambio Patricia era un pobre bambi perdida en la gran ciudad... ¡Di lo que quieres, puber de mierda! Ehm... no... no necesito que me acompañes, gracias... ¡Dilo! Pero... si no te molesta... digo, si quieres... si te gustaría... bueno, es decir, me gustaría... Volvió a mirarle a los ojos, pero no como un cervatillo, sino como algo mucho más poderoso:

*

¿Puedo acompañarte yo a ti?

Notas de juego

* no sé por qué no sale la imagen lo intente como lo intente, así que dejo enlace: https://goo.gl/images/9HJPkW

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24/02/2019, 16:30
Élan Saiki

Me estaba empezando a caer bien aquella chica. Parecía estar en un constante conflicto consigo misma, pero al mismo tiempo, en el fondo, parecía tener una fuerza propia con la que iba saliendo adelante. Cuando me miró fijamente, no pude evitar sino devolverle la mirada. Somos dos nerds haciendo el idiota en un callejón mientras tratamos que la otra persona nos entienda. Me reí entre dientes por aquella idea.

¿Puedo acompañarte yo a ti?

Su propuesta me pilló completamente por sorpresa y me ruboricé de inmediato. Aquello sí que era raro, es decir, yo era el tío solitario que al final hace lo correcto (o la caga) y se queda sin la chica. Aquellas cosas no me pasaban a mí. -Em, sí, claro, si quieres... -mascullé tratando de recomponerme. -Claro que puedes venir, aunque... igual es peligroso. -Es el instituto tecnológico, ¿cómo narices va a ser peligroso eso? ¿Estás tonto Saiki? -Pero si estoy yo, te garantizo que no te pasará nada malo. -Aquellos ojitos tristes eran mi debilidad, un punto débil que me obligaba a decir chorradas moñas como aquella. -Además, todo héroe necesita a un compinche a su lado, ¿no crees? -dije sonriendo y guiñándole un ojo. Oh, venga ya, te va a enviar a la mierda.

-Sr. Aken, préparese, porque no sabe la que se le viene encima. -exclamé, agitando el puño hacia arriba y luego haciéndole un par de gestos a Patricia para que me siguiera. -Venga, vamos, que esto está aquí al lado.

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24/02/2019, 17:11
Patricia

¡Patricia se sorprendió mucho! Como si toda la energía que se le había estado escapando por las tonterías de la cabeza se acumulara en una muy sincera sonrisa de sorpresa. Por supuesto, al instante se le cayó la susodicha sonrisa al suelo, porque seguro que acepta por pena... 

Pero si estoy yo, te garantizo que no te pasará nada malo.

Patricia se sonrojó tanto, que emitió su propia luz en la oscuridad del callejón. No es trabajo de una narradora en tercera persona decir qué tenía de especial aquello que ya había dicho Élan, puesto que, en el fondo, es un cliché que podría haber dicho cualquier cualquier otro chico en cualquier otro mundo. A lo mejor eso es lo que tenía de especial. Fuera lo que fuera, Patricia parecía estar más animada después de escuchar eso, pero a la que empezaba a juguetear con las manos detrás de la espalda y la sonrisa se le escapaba, enseguida paraba en seco, como si se acordara de que... se cohibía. Eso solo me lo había dicho... Se tapó la cara como "no me mires-no me mires" al escuchar su propio pensamiento.

Quiso sacudirse un poco la nueva tontería con otro comentario que le había hecho gracia mientras empezaban a caminar. Sí... seré tu compinche, tu mi héroe... Entones se dio cuenta de que había añadido un posesivo que no hacía falta en absoluto, e intentó arreglarlo mirando a l-los edificios... bonitos... son bonitos... los edficios...

Notas de juego

Al líooooooo!!!!

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25/02/2019, 02:23
Entorno

Patricia y Elan camina por las calles de San Fransokyo hasta llegar a la entrada del "San Fransokyo Institute of Technology", no les costó mucho adentrar en el complejo pues las puertas se encontraban abiertas, a fin de cuentas, el avance y el estudio nunca deben de descansar en aras del progreso.

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07/03/2019, 00:43
Entorno

Ya eran las 19:00, y tras pasar la noche y la mañana haciendo cada uno su vida, al final lograron reencontrarse los 3 supervivientes de la explosión, guardianes del secreto de Bob y la Profesora y lo más extraño de todo, portadores de aquella arma que se materializaba y desmaterializaba a voluntad propia, o al menos eso parecía.

El lugar donde habían quedado era tranquilo, y no demasiado transitado, de hecho tenía una cafetería cercana "Lucky Dog Café", se llamaba, y era famosa en el lugar por sus pasteles, el favorito de todos era el pastel de ruibarbo, aunque no parecía ser una opción demasiado popular por los jóvenes.

Notas de juego

Siento la tardanza, sois los más "adelantados" en vuestra historia.

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07/03/2019, 04:06
Zaki Yanko

Llegue temprano a nuestra reunión la noche había sido demasiado larga casi no pude dormir por mis recuerdos que me causaban pesadillas a veces tratándose de las llaves y otras la explosión o Bob esperaba ver a los chicos pronto esperanzado en que sus pocas heridas estuvieran mucho mejor y tambien esperaba no hubieran tenido dificultades en camino a casa me quedé junto a la entrada de la cafetería "Lucky Dog Cafe" con mi mochila y traje negro mirando mi teléfono ocasionalmente no me sentía muy cómodo esperando ya que temía que los chicos olvidaran la cita o tuvieran dificultades para llegar aquí.

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07/03/2019, 13:17
Patricia

Patricia fue la segunda. 

Se había arreglado como si quisiera darle buena impresión al hijo de un presidente, o algo así: mezclada con un sutil y uniformemente extendido maquillaje, su piel lucía perfecta y perfectamente natural, como si siempre hubiese tenido un escudo mágico anti-imperfecciones. Sus cejas delineadas con delicadeza y precisión acompañaban pestañas onduladas y largas, como un puente hacia pupilas en las que cabían todas las luces de San Fransokyo. 

La cubría un vestido de princesa oscura, con adorables volantes y falda de olas marinas bailando en la noche. Medias azul marino, casi negro, y unas botas que redondeaban todo su look. Se acomodó un poco el broche del pelo, y saludó tímidamente con la mano. Hola Zaki... Sus ojos brillaron en los de él. ¿Como te ha ido el dia?