Partida Rol por web

¡Patricia estaba muy emocionada! ¡Ay! Rodó por el suelo como piedra poco redonda en una avalancha, y se levantó asustada.

Era sin duda una situación muy peligrosa y le daba muchísimo miedo... ¡Pero había hecho algo bien! Hasta se sonrojó de vergüenza por haber hecho algo bien y que Élan la elogiara, y se sintió muy acogida cuando se refirió a ella y a Zaki como sus "amigos". Amigos... Y-yo no sé, no sé... 

Y a pesar de no saber... P-pero sirvo para algo... S-soy útil! Levantó los brazos con alegría, y empezó a notar como otra de esas cosas brillantes se materializaba. Casi se le resbala la llavesota/espadita, pero después de unos torpes malabares consiguió sujetarla bien, y apuntar al robot hamburguesero. Puede que fuera porque estaba acelerada o algo, pero esta vez salió una única bolita de luz, tímida y trabajadora. 

¡El corazón me iba a tope! Debería estar acojonado por la posibilidad de que uno de los láseres me friera pero no era así. En mi cabeza había un único pensamiento: parar esa cosa. Tras el gacho de Zaiki, decidí que lo mejor era seguirlo con un golpe lateral con la llave en todo el pecho.

-¡Párate ya!

Aquella criatura metálica volvió a atacar contra Zaki, al parecer una vez que fue elevado por el gancho de Zaki y lanzado lejos por el poderoso ataque de Elan, aún tenía suficiente energía y tenacidad como para continuar luchando; entre la nube de humo que comenzaba a salir de sus juntas, unos rayos laser cruzaron el firmamento, golpeando la llave de Zaki la cual, pese a bloquear parte del daño, no logró esquivarlo sufriendo las heridas colaterales.

-Meat can't beat Noodle! Hee-hee. Hee-hee.

Podía quejarme de lo aparentemente inútil que era no poder usar la llave pero también debía agradecer que al menos me ayuda a reducir el daño de los molestos lazers en ese pensamiento quizás era un poco arriesgado pero no quería seguir siendo cocinado vivo por el chico hamburguesa.

Corrí en dirección al Burger-Boy asestando dos puñetazos en uno de sus ojos esperanzado en poder provocar un fallo en sus circuito o algo similar que le impidiera seguir lanzando lazers o al menos herirlo suficiente.

Ahora que Élan había dicho la palabra mágica, para Patricia todo tenía un color diferente. Que un niño-hamburguesa la tomara con ella y le quemara la ropa era un tema, pero se estaba cebando con Zaki, y ¡Zaki es mi amigo! Miró a su nuevo y declarado amigo llena de vergüenza por lo que había dicho... no era una de esas cosas que una adolescente de su edad debería decir... Pero Zaki la llamaba por su nombre, y no la trataba de tonta, y eso era más que su costumbre. 

No le hagas daño. No voy a perder amigos que acabo de hacer.

Como la última vez que lo había intentado no dio tan buen resultado como la primera, intentó imitar el método. Aguantó la respiración hasta que se le quedó la cara roja, se balanceó adelante y atrás, esta vez llave en mano, y efectivamente pudo ver como se formaban las bolitas luminosas. Soltó todo el aire con un ¡Robot malo! Y con el aire salieron disparadas las pelotitas de luz.

El robot había empezado a sacar humo. Eso significaba que ya estaba a punto de romperse, ¿no? Solo nos faltaba un último empujón más para terminar con aquella cosa, que parecía haber centrado su atención por completo en Zaki. Salté una vez más con todas mis fuerzas contra él para estamparle la llave en su ridícula cabezota, siguiendo los ataques de mi compañero. Quizás si insistíamos en las mismas partes acabaríamos antes con él.

Noodle Burguer-Boy aún podía continuar con aquella pelea, pese a ello, su programación indicó hacer otra cosa, una tecnica secreta y milenaria que pocos conocen y que al parecer había sido escrita dentro del programa de aquel robot. Sin mediar siquiera palabra mientras mantenía contacto visual con aquellos tres adolescentes que tantos daños le hicieron... huyó.

Saltando a la carretera y corriendo detrás de un cubo de basura, los adolescentes pudieron escuchar el sonido de un motor, y no solo eso, dos chorros de ketchup y mostaza respectivamente, salieron del tubo de escape de aquel mini-kart que alejó a gran velocidad a Noodle Burguer-Boy.

-¡La madre que lo parió! Casi lo teníamos... -exclamé tras correr un par de metros tras aquella cosa y darme cuenta de que ni loco lo iba a alcanzar. Me paré en seco, resoplando con las manos encima de las rodillas. -Mierda...

-Por lo menos, ¿estáis bien, chicos? -dije, girándome hacia mis compañeros. -Habéis estado fantásticos. No teníais pinta de luchadores, pero vaya, os sabéis mover bien. Y Patricia, eso de las bolas de luz ¡ha sido una pasada!

Hacía mucho que no me sentía tan vivo y, sí, me daba rabia haber perdido al chico hamburguesa de vista, pero eso no me iba a quitar la satisfacción posterior al combate. Además, con aquellos chorretones de condimentos por el suelo no parecía que fuese a ser difícil seguirle la pista. Algunos instantes después, ya algo más calmado, se me ocurrió la pregunta del millón:

-¿Por qué demonios nos ha atacado un robot hamburguesa?

En ese momento, se dio cuenta de que estaba cansada. Y de que le dolía el cuerpo. Suspiró de alivio al ver como aquel extraño ser se alejaba salsosamente en un vehículo igual de extraño. Se agachó, y dejó la llave enorme-espada pequeña que tenía en las manos en el suelo. Sonó un tímido metal contra asfalto. Se levantó. Necesitaba las manos para llorar.

Y así lo hizo, las lágrimas resbalaron libres mientras se las iba limpiando con las manos. Sollozaba como una niña, llena de tonterías en la cabeza. Amigos... Pensaba que os iba a matar... buuu... Y me duele... pero eso da igual... ¿estará bien Policronio? 

Y Patricia, eso de las bolas de luz ¡ha sido una pasada!

No sé como lo hice... es que os he visto ahí y quería hacer algo útil... y aparecieron las cosas de luz... me alegro. Zaki, ¿te ha hecho mucho daño?

-¿Por qué demonios nos ha atacado un robot hamburguesa?

Patricia ya se estaba recomponiendo. Se podía limpiar las lágrimas más rápido de lo que las producía, y hasta se acomodó el pelo y el broche como toda una señorita. No lo sé... pero apareció después de la explosión y las llaves... a lo mejor tiene algo que ver... Suerte que no hemos muerto... ¿Y ahora qué hacemos? 

Al ver como el Burger-Boy escapaba en su muy curioso vehiculo solo pude caer en mis rodillas por el cansancio extremo dando un grito y varios refunfuños de molestia mientras me tomaba de la cabeza -No puedo creer que todo esto no haya servido de nada simplemente se escapó no sé si eso es una victoria o un empate,si tan solo hubiéramos podido capturarlo- estaba preocupado mas que todo por mis compañeros pero ahora no solo eran compañeros eran mis amigos me levante y camine moribunda mente a patricia que estaba casi tan herida como yo mientras Saiki apenas estaba sucio por el polvo lo cual me calmaba -Si estoy bien,parece que tu también te llevaste unos buenos golpes el láser destroso nuestras ropas y nos quemó un poco la piel deberíamos ver si tienen hielo para que no duela tanto cuando la adrenalina vuelva a ser normal.

Después de ver todo el panorama a mi alrededor decidí acercarme a mi mochila a buscar una libreta y un bolígrafo empezando a escribir la poca información que conseguimos intentando contestar a la pregunta de Saiki -Era un robot increíblemente sofisticado,la fuerza que tenía es sorprendente y bien calibrada me arrojo como si no pesara casi nada además los láser,los láser eran increíbles también la energía que emitía quemaba debió tener una fuente de poder que emanara la suficiente energía y radiación- estaba escribiendo bastante alegre como si fuera un fanático de la tecnología notando que se me veía feliz mientras escribía aclarando mi garganta antes de continuar -Bueno quiero decir que el robot fue muy bien hecho y era obvio que nosotros éramos sus objetivos,quizás deberiamos ir al SFIT e oido que hay una enfermeria ahi a pesar de la explosión quizás aún esté disponible y podríamos buscar algo de información con su tecnología- esperaba que mis compañeros entendieran que era probablemente el lugar mas seguro al que podriamos volver.

Al volver a la Cafetería encontráis que junto vuestras mochilas y pertenencias había una pequeña carta, marcada con un símbolo que no lograsteis identificar, sea como fuere, sentíais que quizás esto estuviera conectado con el ataque recién recibido por el niño-hamburguesa, a fin de cuentas... ¿Quién dejaría una carta misteriosa mientras hay una pelea con Robots, Laser, Hamburguesas y Magia?.

Echo un vistazo rápido por la cafetería y los alrededores en busca de pistas sobre nuestro asaltante, mientras mis compañeros se recuperan de sus heridas. No es una investigación exhaustiva, desde luego. Más bien paseo la vista aquí y allá; veo una mosca pasar; recojo alguno de los cristales rotos por el láser del suelo, etc... Aún estoy bastante conmocionado por lo ocurrido, a pesar de no haber sufrido daños. El plan de Zaki no suena mal, desde luego.

-Sí, debería veros un médico, antes de que esas heridas se infecten o algo peor. -No tenía ni idea de medicina, pero ¿no era lo que se decía en esos casos? En cualquier caso, me preocupaban mis compañeros, parecían saber dar golpes, pero no estaba muy seguro de como los habrían encajado. -Si en el SFIT tienen enfermería deberíamos pasarnos por ahí, al fin y al cabo, es bastante probable que el robot esté relacionado, si como dices era tan avanzado. Aunque por otro lado, me gustaría seguir el rastro de ketchup... pero no os voy a dejar solos, y menos heridos. Cuando estéis listos, nos vamos. -dije, cogiendo mi mochila del polvoriento suelo. Fue entonces cuando vi el extraño símbolo en aquel papel.

-Eh, ¿qué diantres es esto? Es como una especie de símbolo demoníaco. Guay.

Mientras buscaba sus cosas, Élan se pinchó con el tenedor en el trasero.

Patricia iba asintiendo con la cabeza ante la explicación de Zaki. Es muy listo... Como si fuera una niña a la que le contaban un cuento. Para ella el robot no era sofisticado, ni bien hecho, ni nada de nada. Era un robot malo, y ya está, no entendía nada más. Eso sí, cuando su amigo dijo que todo esto no había servido de nada, Patricia agachó la cabeza y sonrió para ella misma. Yo no diría eso... he aprendido que tengo amigos que saben mi nombre...

Para intentar alargar esa sensación de estar siendo útil en algo, puso alguna que otra silla de pie, e intentó ver si alguna ocultaba algo debajo. Y encontró... un pedacito calcinado de su ropa, que probablemente había volado hasta ahí durante la pelea. Lo miró un instante, pensando en si podría volver a coserlo, pero no había nada que hacer. Allí se quedaría aquel pedacito de ropa, como una especie de cadáver de una época. ¿Por qué nos atacó a nosotros? ¿Estará bien Policronio? ¿Estará bien Bob?

Quizá sí deberíamos ir al SFIT... si nos atacó a nosotros a lo mejor también quiere atacar a Bob... a lo mejor tendríamos que avisar a su maestra... 

Dio unos cuantos pasitos hasta el sitio donde había dejado aquella arma que aparecía como un fluido corporal propio de la adolescencia. Lo agarró, y se sintió para nada preparada. De hecho, le daba miedo tener la llave en las manos. Si hay que luchar... Volvió con sus amigos.

Una carta... ¿Será de quien manda al robot? Sin pensar mucho en cosas que no se le habían ocurrido, como la posibilidad de una carta explosiva, un robot saliendo de la carta, una carta explosiva, una carta hipnótica, una carta explosiva, una carta teletransportadora, o una carta explosiva, abrió la carta misteriosa, y leyó su contenido en voz bajita, solo para sus amigos.

Estaba tan distraído en mis propias ideas que si no hubiera sido por Saiki jamás habría notado la carta con aquel símbolo aunque eso probablemente sirviera como soporte a mi teoria que nosotros eramos sus objetivos preferi ver si encontraba un rastro que nos diera alguna pista -Parece esas tarjetas que dejan los ladrones de joyas después de un gran golpe eso quizás sea prueba de que el Burger-Boy estaba siendo controlado o tenía un compañero,realmente no se como deberíamos actuar ahora- luego podríamos tomar una decisión conjunta mientras tanto buscar en los escombros parecía una buena opción.

Las noticias vuelan cuando uno está dispuesto a escucharlas.

Antes de comenzar con este pequeño juego he de advertiros.

Bien podéis considerar esto como amabilidad, pero ya no más.

 

Sois unos portadores de unas armas interesantes, admitiré que eso fue algo imprevisto.

Fuisteis los causantes de que todo esto comenzara, pese a que lo traté de evitar.

Intentando detener el destino, me he topado con vosotros, así que volveré al plan inicial:

Todo va a ser destruido, y un nuevo San Fransokyo será construido de las cenizas.

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Nos veremos allí a las 11:30 de hoy.

-Obake

Escuché atento el contenido de la misteriosa carta hasta el último punto. -¿Firma Obake? ¿Obake como los fantasmas? Parece estar bastante enterado de todo este asunto y si el robot es cosa suya, desde luego va en serio. Aunque sea todo tan teatral, tan excesivo... ¿Destruir San Fransokyo? No puede ir tan en serio, ¿verdad? Aunque con la máquina de Bob quién sabe. "Nos veremos allí", supongo que se refiere al SFIT, ¿no? -Había estado esperando toda mi vida la aparición de un villano como aquel, un gran mal al que señalar y culpar de todo y ahora que lo tenía casi delante de las narices, me entraban las dudas. Tenía mil preguntas en la cabeza y miraba de un lado a otro, de Zaki a Patricia, buscando algún tipo de validación, de coraje. No, no tengo derecho a dudar en un momento así. No, cuando ya hemos puesto nuestras vidas en la línea de fuego. No, cuando tenemos este nuevo poder. Una sonrisa algo inquietante se formó en mis labios. Ya había tomado una decisión.

-Es una trampa, está claro que es una trampa. ¿Pero que otra cosa podemos hacer? Iremos allí y sacaremos al fantasmón este a patadas de nuestra ciudad, a él y a cualquier otro robot ridículo que nos lance. ¿Estáis conmigo?