Partida Rol por web

Lentamente las luces ondeantes de una antorcha encendida en la base de la escaleras despertaron a Caerulea y a Owen; su alrededor era húmedo, maloliente y frío. Una vez acostumbrados a la nueva iluminación; estos pudieron comprender el nuevo lugar en el que se encontraban, ya no había mariachis, no había guitarras ni guirnaldas, aunque lo que parecía ser una constante en sus dos aventuras era la presencia de esqueletos.

Las paredes y los suelos había huesos dispersos, alguna calavera, alguna tibia, alguna caja torácica con sus costillas; pero a diferencia del otro lugar, aquí los esqueletos no parecían moverse, hablar, cantar, tocar la guitarra, y mucho menos oler bien; el olor a muerte, humedad y descomposición era una constante en aquel lugar.

Al menos ninguno de los dos estaba maniatado ni encadenado como algunos de los otros esqueletos, lo cual ya era un avance. Casi tanto como en la mano de Owen tener una espada ligeramente distinta a la de Caerulea; con un motivo de esqueletos, flores y música. Para finalizar, al lado de ellos estaba el cuerpo de Hrolleif, aunque no parecía moverse, tampoco parecía tener ni un solo gramo de músculo, órganos o piel, tan solo estaba ahí, su estructura ósea y su ropa, en su mano, su llave-espada.

   ... Pues si que fue un sueño raro la verdad... Esqueletos que bailaban y cantaban... casas que crecían sin un final aparente... animales piñatas con alas... magia sin casteo... la chica y el anciano...

...espero no olvidar estas cosas...

... ¿ por que fue un sueño... ¿ verdad ? ...

... sniff... snifff.... 

   .... ¿ que es... ese olor ?...

*****

     El frío tacto de la piedra me devolvió a la realidad, abriendo mis no tan cansados ojos en un lugar que se veía mucho mas lúgubre y silencioso que aquella fiesta sin fin, encontrándome solo junto a Caeru y sin ningún rastro alguno de aquella familia o el tipo de la guitarra.

     Ca..caeru...- agitando su cuerpo para que esta me prestara atención - ¿ crees que ahora si morimos... enserio...? - apuntando al montón de huesos que nos rodeaban y buscando comprobar si estaban vivos o no, activo la espada adorno para tocar los cráneos buscando respuesta, pero al ver la forma que había tomado mi arma.

    ¡Joder...!, ¿ esta cosa... cambio de forma...?, mira Caeru...- mostrando el nuevo cachivache a mi compañera - y hasta hace ruido y todo...-  abanicando el aire con el arma lo que provocaba una leve sonata mientras se mantenía en movimiento, sonata que recordaba las calles de aquel extraño sitio...

   Mientras quitaba un par de los huesos que nos rodeaban para poder pararme, vi algo que no me esperaba encontrar o por lo menos no de esta forma.

  ¿ Vi...viejo...? oe... ¿ eres tu...? - agitando parte de su cuerpo, pero esta vez no tenia ese traslucida capa brillante del otro mundo... esta vez solo eran huesos que al mover los se separaban, como si la magia o vida que antes los mantenía siempre unidos se había esfumado hace tiempo ya.  

   Viejo en serio... no me esta agradando tu broma... le..levanta ya... que tenemos t-trabajo que hacer... ¿ n-no...no es cierto Caeru...? - intentado negarme dentro de mi lo que posiblemente estaba pasando y no quería aceptar.

Owen me encontró sentada en el suelo, abrazada a mí misma agarrándome las piernas. Me había quitado lo que quedaba del casi hecho trizas disfraz de mariachi y lo había tirado por ahí. Yo miraba al suelo con la cabeza gacha, y sólo la levanté ligeramente cuando Owen me sacudió del hombro. _{"Creo que es otro mundo... Creo que la Mamma esqueleto nos salvó la vida como hizo con Miguel, con esas hojas mágicas que tenía..."} contesté con voz baja, casi desganada. Había perdido las energías y el ánimo considerablemente. Allá donde antes yo fuera como las olas del mar, siempre enérgica, siempre refrescante y de buen humor, ahora era más bien una laguna en calma... No, que digo, un charquito en la arena.

Moví los ojos para mirar con curiosidad la espada-llave de Owen, que ahora tenía una forma completamente distinta. La mía seguía igual, pero la de Owen era como una especie de representación del mundo que habíamos acabado de visitar. Llena de colores, cráneos adorables y hasta unas cuerdas de guitarra aquí y allá. ¡Y hacía sonidos al agitarse! "Me gusta mucho, es bonita..." reconocí, intentando un amago de sonrisa. "Al menos... es un recuerdo..." volví lentamente a hundir la cabeza entre las rodillas, no pudiendo evitarlo. Poco después él vio lo mismo que había visto yo al levantarme. Sensei... había venido junto a nosotros, sí... Pero ahora no era más que... que...

Intenté aguantarme las lágrimas, pero cuando Owen vio el esqueleto del anciano, y intentó despertarle, yo ya no pude aguantar las lágrimas. Me eché a llorar encima de mis rodillas, y entre los sollozos balbuceé: "Es todo... es todo culpa mía. Él no tenía una nave espacial realmente... fui yo la que trajo a las sombras... y-y la que le empujé a este viaje... Tú no lo viste... el mundo de los esqueletos adorables... todo salió volando... no había más que sombras y oscuridad, como... como... como en mi mundo... No fue una nave espacial... se lo comieron las sombras... se comieron el mundo de los esqueletos y y y a Sensei, y mi mundo, y a mis papás... ¿Qué voy a hacer ahora...? No tengo a dónde ir... ¡y mi prometido tampoco podrá encontrarme nunca! Fui una impaciente... una tonta... una irresponsable... No debería haber salido de allí... No debería haber salido a buscarle... ¡No debería haber pedido a las sombras que me dejaran salir! Cada vez que viajamos al mundo incorrecto... las sombras... mis amigas... s-s-se comen el mundo, y su gente... y a mí... y luego me escupen en otro sitio, y vuelta a empezar...  To-to-todo es culpa mía... Sniff... Sensei está muerto por mi culpa..."

¡Ya estáis en pie! ¡El Rey os espera!

Una voz aguda e irritante se hizo lugar en aquellos calabozos, al tratar de localizarla, los dos héroes de luto se fijaron en aquella pequeña criatura de color verde que llevaba una capucha morada y unos pantaloncillos marrones; que a brincos apoyándose con sus manos se movía por el frío suelo, guiandolos.

¡Tu! ¡No creas que no te he visto detrás de ese esqueleto! ¡Sal de ahí!

¡El Rey también te ha levantado a ti para algo!

En un calabozo abierto, la figura imponente de un hombre casi calvo, y casi tan solo por un mero mechón de pelo en su frente, estaba escondido de forma burda detrás de un esqueleto pequeño y flaco, como todos los esqueletos se encuentran, pero ese como que algo más flaco, no tenía demasiado calcio o algo.

El hombre sale de su escondite como si estuviese algo aturdido.
¡Hola jóvenes! y, uh.. criatura.
¿El rey? ¿Habré sido capturado por el enemigo?
El grandullón se pone en pie y mira a su alrededor mientras se estira.
Perdonad que os incomode pero, acabo de despertar en este calabozo y no recuerdo muy bien los acontecimientos recientes. ¿Alguno podría explicarme en que situación nos encontramos?
Mi nombre es Dan por cierto, Dan Vorton

       Tsk...- sintiendo la impotencia de ver solo los restos ... era molesto... un tanto arisco y nunca me daba las gracias... pero era nuestro molesto... , pero creo que esto pasaba a segundo plano debido a como lo estaba tomando Caeru.

  Yo...- pero no sabia como empezar, aunque ella un seguía hablando - Caeru... - nada que se me ocurría podía servir como un consuelo - Mira...- y tal vez me hubiera quedado simplemente callado, pero ella se comenzaba a culpar de todo.

   Remeciendo a mi compañera - ¡¡Caeru escucha!! - no parando de agitarla pues necesitaba una reacción fuerte para sacarla de ese bucle... - ¡¡No ES TU CULPA NIÑA...!! mira, puede que TODO pareciera eso... puede que el viejo ya no se encuentre con nosotros... pero... pero no podemos simplemente quedarnos así - mientras la agitaba, miraba hacia un lado donde la figura de un tercero desentonaba tanto como nosotros ... parece un paladín de la corte con esa figura..., pero aun no acababa con Caeru - Esto... esto es una prueba de que aun haya una forma de solucionar esto - soltando una de mis manos para agitar la espada al lado de ella sonando aquella festiva melodía - puede que si... que las sombras hayan tragado los mundos, pero si esto existe, puede que haya una forma de liberarlos... y ya escuchaste al montón de esqueletos, si no recibías tu pétalo, tarde o temprano te volvías parte de aquel mundo... y si encontramos la forma de liberar las sombras de los mundos... puede que...que, el viejo aun pueda éxisitir en aquel festejo... tal vez no sea un mundo muy ideal para lo quisquilloso que podía ser... pero seguiría vivo... junto a todos los esqueletos... la señora de la gata piñata y del esqueleto campesino...

    Mi mundo también parece que fue tragado por las sombras... pero  si los cristales me quieren aquí... es por algo... igual que a tí Caeru... puede que tu destino sea distinto al que piensas... pero no vamos a sacar nada quedándonos aquí- intentaba animarle aunque no tenia ni la menor idea si algo tan arraigado en ella se pudiera superar con palabras sin pruebas.

   Recuperando el aire mientras dejaba que la misma pensara bien que es lo que quería hacer desde ahora, una nueva figura hace acto de presencia hablando de un rey ... espera... ¿un Goblin...? ¿ sera como los de mi mundo...? o una variantes... ademas de confirmar que el tipo nuevo tampoco era de este sitio ... ¿ forastero como nosotros ?...

  S...saludos, Owen Isaac... de la antigua y afamada casa de los Montblac -haciendo una pequeña reverencia - y mi compañera Caeru... de White Island...- presentándole si es que esta aun seguía un tanto distante - Ambos somos forasteros...y creo que sabemos tan poco de este lugar como usted señor Dan... 

  Mirando al pequeño Goblin en el lugar, para luego mirar a Dan y Caeru - yo creo que le voy a seguir... ustedes que opinan... digo, puede que nos de alguna información del por que estamos aquí...

Por vuestra conversación veo que acabáis de perder a un ser querida, mis condolencias - Dan inclina ligeramente la cabeza en señal de respeto ¿Esqueletos? ¿Sombras? No se lo que están hablando, pero su dolor parece muy real. ¿Y que es eso que hace esa melodía? Dan vuelve a levantar la cabeza y se acerca a los dos jóvenes y les da un abrazo afectuoso, rodeandoles con sus grandes músculos. 

Tranquilos jóvenes, intentaré que no os pase nada hasta que salgamos de aquí - Dan sigue apretando mientras continua hablando - Respecto al goblin, debido a que parece que estamos prisioneros y no tenemos muchas más opción, vamos a seguirlo de momento, no parece que haya mucho más por aquí... - Aún así Dan mira a los lados

Owen tuvo que sacudirme cien veces y gritarme muy fuerte para de alguna manera hacer entrar en mi cabezón que no era culpa mía, pero para mí estaba más que claro así que no le di la razón, a lo que él continuó agitándome. Ni siquiera me di cuenta (ni oi) a la tercera persona que apareció en la habitación. ¡Y eso que era grande! ¡Muy grande! ...En fin. Owen decía que las espada llave estas... eran la prueba de que se podía liberar los mundos. ¡Qué tontería! Era verdad que podían echar a la sombras, pero... ¿echarlas de un mundo entero? Pero si apenas podíamos combatir a unas pocas... Sigh... Ni siquiera pudimos darle el pétalo a Astlyr... "...Crees... ¿crees de verdad que Sensei se habrá convertido en un esqueleto mariachi antes de que...?" Los esqueletos... eran inmunes a las sombras... si Owen tenía razón, quizás... Pero... "Pero... pero nosotros todavía no eramos todavía esqueletos cuando todas las sombras aparecieron... y cuando el mundo se vino abajo..." contesté alicaída, a lo que el mago respondió agitándome más. Me dijo que a él le habían llevado los cristales hasta allí por algo. "¿Un destino... distinto...?" murmuré, llevándome la mano por inercia hacia mi anillo de compromiso, acariciándolo, pero apenas viéndolo. Apenas veía nada ya de lo que tenía delante de mi, con los ojos llenos de lágrimas. "¿Crees que... Mis amigas las sombras me habrán traído hasta aquí por algo más que abrirles la puerta para comerse el mundo?... ¿Algo... bueno?" Agarré mi anillo con fuerza, echándome a llorar más fuerte otra vez. "Mi destino siempre fue la soledad... hasta que un día me cansé y decidí buscar una estrella caída del cielo... Y la encontré... pero la perdí. Le perdí... a mi prometido... y no sé dónde está... y ahora que White Island ha desaparecido tampoco va a poder encontrarme a mí-UAAAAGH"

En aquel momento el hombretón enorme y musculoso que había salido de la nada nos atrapó a Owen y a mí entre sus brazos en un abrazo de papá oso dándonos sus condolencias y prometiéndonos que nos protegería hasta que salieramos de aquí. Intenté sacar un brazo fuera para darle unas palmaditas en la espalda a modo de devolverle el abrazo, ¡pero casi que me asfixiaba! _{"T...tiene ...gghh... usted... un bigote... fascinante... señor..."} exclamé medio asfixiada, por alguna razón siendo esas mis palabras antes de morir aplastada.

Nos soltó a Owen y a mi de pie en el suelo. Querían perseguir a un hombrecillo verde no sé muy bien por qué. Yo me limité a asentir. Supongo que no les gustaba estar aquí encerrados y aburridos. Eso podía entenderlo... aunque yo ahora mismo sólo quisiera tirarme a algún sitio a llorar y dormir y morir. Bueno eso último no, pero casi.

Aquel pequeño Goblin verdoso llevó al grupo por las escaleras y​ tras ello, por un largo -pero no menos húmedo- pasillo, en donde finalmente terminaría deteniéndose ante una gran y pesada puerta de madera, la cual estaba entreabierta; el Goblin pasó delante, y avisó al grupo de quedarse fuera en aras de no perturbar ni molestar a su "Señor".

¡Su Excelencia!

¡Tres de los Esqueletos han recuperado la Vida!

¡Sé que no es lo que usted había planeado pero... AGGGGFFF

Por un instante lo único que pudieron escuchar aquellos confusos guerreros, fueron las quejas y los gritos ahogados del Goblin; si uno de ellos echara un vistazo entre ambas hojas de la puerta, podría ver como este volvía a escalar el posamanos de piedra de aquel trono, en donde una túnica roja raída estaba sentada.

¡El Caldero! ¡Entendido Señor! ¡El Caldero!

Tras unas cuantas palabras que los tres guerreros no pudieron entender muy bien, el Goblin salió por la puerta y se re-encontró con aquel grupo; parecía ligeramente asustado, pero en vez de hablar de lo que ocurrió ahí dentro comentó otra cosa.

¡Vuestros cuerpos fueron encontrados en criptas cercanas o en el campo, hace una semana no erais más que esqueletos con apenas algo de carne colgando de vuestros huesos raídos y putrefactos!

¡Pero mi Señor os ha vuelto a traer a la vida!

¡Ahora le debéis un favor a Mi Señor!

Aquel Goblin comenzó a reír maniaticamente, como si un chiste graciosísimo se le fuera contado en una de sus orejas, probablemente la que no tenía un mordisco de rata bien clavado en ella, en la otra. Levantándose sobre dos patas y alzando sus manos al cielo, o al menos lo máximo que este pudo levantarlas, volvió a hablar.

¡Además sé que hay uno más de vosotros que falta!

¡Mi Señor es un ser generoso! ¡Si le ayudáis a completar su objetivo, seguro que lo resucita también!

¿Qué decís?. ¿Volvéis a las celdas hasta que cambiéis de opinión o... cumplís vuestra parte?.

Perplejo tras oír al ser verde, Dan se quedó sin palabras. - ¿Que éramos esqueletos? ¿Que nos han resucitado? Ciertamente no puedo recordar nada, ¿pero es eso siquiera posible? Los otros prisioneros también hablaban algo de esqueletos. ¿Me estaré volviendo loco?

Pon decide que es mejor dejar de cuestionarse su cordura, y preguntar a sus compañeros, ignorando al ser verde.

- ¿Vosotros sabéis que quiere decir el hombrecillo verde? Dice que antes éramos esqueletos, pero no se puede traer a nadie de entre los muertos. Antes os he oído comentar algo de esqueletos  - y mariachis - ¿Está relacionado de alguna forma?

      _{A...preta... n...n~sito....aire...mi...palda...ag~ta...-} sintiendo como mi cuerpo se comprimía ante tal muestra de cariño ... puedo sentir como mi pulmón esta siendo perforado por mis propias costillas en estos momentos.... - _{e..entonces... si-sigamos al pequeñín... s-señor Vorton-} decía con el poco aire que estaba ingresando a mi sistema, a lo que tanto el como sus músculos nos dejaba el espacio para poder recuperar aire y poder seguir al goblin a donde sea que fuera que nos llevaba ... aunque Caeru sigue un tanto ida..  

     El extraño espectáculo que estaba montando el Goblin en aquella habitación separada no quedaba del todo claro, aunque si, se notaba que su relación laboral no era la mejor que me haya tocado ver por como gritaba y buscaba aprobación.

   En cuanto nos habla de su supuesto arte de la reanimación y de como nos trajo a este lugar tengo mis dudas ... ¿ como llegaron nuestros cadáver hasta aquí ?... , pero en cuanto nombra que es posible que podamos salvar a otro que vino con nosotros , no puedo evitar mirar hacia Caeru - ¡¡Vez Caeru...!! ¡¡tal vez podamos hasta traer al viejo... con todo y su extraño olor a sudor y perfume en exceso ....!! - un tanto mas emocionado que no normal ... y si revive no va tener escusa en darnos las maldita gracias...

   En cuanto a la pregunta del Señor Vorton.

  - Nuestra ultima visita a un lugar fue donde los esqueletos cantaban y bailaban al ritmo de tonadas bastantes fiesteras... ya... creo que yo... que lo de revivir gente... era una parada segura en este lúgubre viaje por el ciclo de la vida... - agitando la mano para los lado intentando quitarle peso al asunto  - Tranquilo señor Vorton... lo mejor en estos casos es no pensar de mas... ayuda a amortiguar las rarezas que uno se encuentra en estos extraños lugares...

"Uhm... No sé... no sé... no me fío..." fruncí el ceño e inflé los mofletes mirando hacia abajo. No quería ser una aguafiestas negativa, claro que no. Ni tampoco prejuzgar criaturas extrañas porque después de todo veníamos de un mundo de esqueletos lindos y musicales. Pero aquí habíamos estado en unas mazmorras llenas de gente que murió ahí... o de coleccionistas de esqueletos o algo. Pero si fueran coleccionistas digo yo que el polvo y las telarañas las limpiarian... Y si eran coleccionistas pero   eran vagos y no limpiaban... ¿¡entonces por qué coleccionaban esqueletos para dejarlos tirados ahi!? ¿¡PARA REVIVIRLOS!? Entonces Owen tendría razón. Era extraño porque yo estaba negativa pero la lógica me decía que el goblin decía la verdad. Pero yo no tenía ganas de entusiasmarme y creérmelo. Así que decidí no hacerlo. No estaba yo muy convencida de que pudiera salir todo bien, seguro que había truco, como el que las sombras me habían hecho a mi al permitirme viajar entre mundos. En aquel momento me dijeran lo que me dijeran vería el vaso no ya medio vacío, sino medio evaporado o algo, y el resto del agua al borde de la evaporación y la extinción. ¡Como los dinosaurios! Solo que el meteorito destructor eran las sombras, y yo era el vaso que acumulaba el agua para ellas... O algo así. Me dolía ya la cabeza de llorar y pensar.

_{"No me fío, pero si no aceptamos nos devolverán a las celdas... Y yo por mi me quedaba pero me sabe mal por vosotros... y bueno seguro que tarde o temprano me aburriría..."} suspiré y agité con desgana los brazos, agitando también las mangas de mi chaqueta deportiva azul, que sobresalían porque la chaqueta me quedaba grande. "¡Aceptamos, señor goblin! O... como sea que se llame usted. Es cierto que nos falta uno, y si su generoso Señor nos va a ayudar a revivirlo pues oye... por supuesto que aceptamos. ¿Pero eso de revivir lo habéis hecho ya antes? ¿Tan fácil es? Y... si no es mucho pedir... Podrían... ¿podrían también quizás localizar a mi prometido con magia? No sé dónde está..."

Al ver la naturalidad con la que todo el mundo asumí el asunto de revivir, Dan intentó no darle muchas vueltas.

Tenía ya superada la muerte de su familia (las veces que se levantaba llorando por la noche abrazando el peluche de su hija nos la reconocería nunca) pero si sus compañeros creían que podían recuperar a su amigo, y al prometido de la joven de azul, en fin, no sería el quien les quitase la esperanza.

Muy bien, pequeño ser, si mis compañeros ven esto como slgo normal, y nos dices en que consiste el objetivo de tu señor, seguro que podremos ayudarte.

Dan da un par de pasos para situarse muy cerca del goblin

Eso sí, no veo como tienes pensado mandarnos de vuelta a las celdas. Si tu ayudamos, es por gratitud a tu señor.

Aquel pequeño Goblin sonrió, dando unas leves palmadas en el aire de alegría, se dirigió hacia la pernera del gigantón, subiendo por ella, hasta terminar al lado de su cabeza.

¡Mi señor busca una puerca!

¡Una cerdita rosada!

¡Oink! ¡Oink! ¡Oink!

Agarrándose de la oreja de Dan, este señaló con su otra zarpa hacia uno de los pasillos. Aún hablando y respirando de forma entrecortada por la emoción.

¡Por ahí! ¡Por ahí!

¡No hay tiempo que perder!