Partida Rol por web

"No me gusta esta espera, no deberíamos habernos separado del resto del grupo." afirmó el druida mientras removía los rescoldos de la hoguera. "Qué tal si nos colamos dentro? Crees que podrías escalar hasta el muro por la ladera de la montaña?" le pregunto a Rakka. "Si pudieras deshacerte de uno de los guardias yo intentaría hacerme cargo del otro..."

- Mmm... podría quitarme la armadura y trepar, no parece un ascenso complicado, aunque llegaría arriba sin protecciones. Imagino que sería fácil que me detectaran. No dudo que pudiera manejar al guardia igualmente, pero no te aseguro cómo estaré de fresco después para entrar... - Rakka guiña un ojo a Reyner - ¿Qué harías tú mientras tanto?

Echando un vistazo hacia la colina y el templo, añade:

- Otra opción es seguir esta ladera un poco, a ver dónde cambia. Quizá en algún punto pueda subir más fácilmente, y aparecer por detrás de los guardias. Nos va a tocar hacer ejercicio en cualquier caso!

"Podría por ejemplo invocar alguna criatura voladora que les diera un pequeño empujón desde lo alto del muro. Aunque preferiría que nos deshiciéramos de ellos sin causar daños irreparables... aunque ahora que lo pienso... podría hacer que esa misma criatura te subiera hasta allí arriba..." añadió mientras se mesaba la incipiente barba.

Rakka esboza una amplia sonrisa.

- Eso me gusta, nada como un vuelo nocturno para despejarse. ¡Cuando quieras!

Rakka se pone las piezas de armadura completa, ayudado por el druida, y se ata el escudo a la espalda, listo para entrar en acción.

La primera noche, os preparáis para lo que será la entrada en aquel lugar. Reyner comienza a convocar su criatura, mientras que Rakka espera impaciente...

Al amparo de la luz de la luna, intentó localizar a los guardias, unas simples sombras que se movían en lo alto del muro. Una vez localizados, empezó a invocar.

Rakka ojea el tejado del templo en busca de los guardias, lanzando miradas de soslayo a Reyner, a ver si él los ve.

Y antes de que el druida conjure, se concentra 5 minutos para prepararse para el inminente combate, repasando mentalmente cómo realizar sus maniobras y ejercitando los músculos en la postura que conoce.

En susurros le dice a su compañero:

- Dispones de una cuerda? De lo contrario, creo que cabalgaré tu hipogrifo...

Reyner no tiene dificultad alguna en localizar a los guardias -cuatro en total- que se mueven por la muralla. La cuestión es lograr acercarse lo suficiente sin que les vean

- Cuatro dices... definitivamente iré montado en tu invocación. Sin armadura para que la sorpresa sea lo más eficaz posibñe. Una vez arriba, lucharé defensivamente evitando que entren a las dependencias del templo, si chillan que chillen aquí fuera... pero tú invoca algo rápidamente otra vez para que me ayude, sin armadura seré más vulnerable.

"Es curioso que doblen la guardia por la noche. Cuando salimos del templo eran sólo dos..." dice mientras el primer hipogrifo aparece. Esperó hasta que Rakka montó a la enorme bestia para susurrarle instrucciones mientra señalaba al guardia más cercano.

Cuando los vió partir empezó a conjurar de nuevo.

El hipógrifo se mueve con rapidez, para dejaros lo mas cerca de la muralla... desgraciadamente Rakka no es de los que se mueve con mucho sigilo, y uno de los guardias no tiene problemas en detectarte y empezar a gritar para dar la alarma. 

Lo bueno es que estáis bastante lejos de los cuatro guardias antes de que os alcance. Lo malo es que os han pillado.