Partida Rol por web

No todo me iba a salir bien esa noche, aunque la verdad es que no me podía quejar. Viendo al jefe de la guardia intentar desenfundar su arma, no me queda otra que correr, pero, ¿hacia donde? Estoy en la cubierta de un maldito barco.

No me quedan más opciones. Me giro de golpe y corro en dirección contraria justo hacia la borda. Tengo que lanzarme al agua. Parecía que los bultos estaban puesto expresamente de manera que pudiera darme impulso. Me subo a una caja, después a otra y salto hacia el mar.

El cansancio empezó a echársele encima cuando el lobo empezó a chupetearle la cara y comprendió que el peligro había pasado. Sus padres siempre habían tenido perros y sabía que aquellos animales tenían un sexto sentido para detectar los problemas.

Empezó a notar el cuerpo dolorido por los golpes aunque sabía también que todo estaba en su sitio y era sólo el producto del bajón de adrenalina tras aquel combate que había puesto al límite su capacidad y sus recursos.

Echó un vistazo al zurrón medio vacía, en el que se había evaporado la mitad de los pergaminos que el viejo le había proporcionado y en eso estaba cuando llegó Shinobu con evidente alivio cuando observó que su amigo seguiría a su lado para ver un nuevo amanecer.

- Bueno, parece que esto no ha acabado, tenemos una fugitiva que nos debe un favor, ¿no creéis? 

- Ufff.

Violed echó la cabeza hacia atrás mientras se dejaba caer en el suelo. Se había olvidado de la maldita bruja pero sabía que Lilith tenía razón. La reina patata no era el objetivo ni era la causa de todo el embrollo que luchaban para solucionar. Sólo era una parte más de las consecuencias, igual que el kobold zombi o las mantis gigantes. El problema era la bruja, el foco de la infección, y dar con ella y llevarla ante la justicia debía ser su objetivo final.

Se levantó con desgana pero con firmeza y dio unas palmaditas al lobo en el lomo. El animal vio el gesto de determinación de todos ellos y apenas hizo falta decirle lo que había que hacer. 

El rastro de la bruja se perdía por uno de los estrechos pasillos laterales de la sala y se perdía por el interior de la torre. Dieron con un escondite oculto que había sido activado en el que esperaba una caja vacía.

- Esto tiene pinta de ser importante- dijo Violed- no creo que la pillemos desarmada como la última vez. O mucho me equivoco, o nos va a tocar pelear.

Siguieron el camino que parecía ir ascendiendo hasta la superficie hasta que, como pensaban, el sol exterior les sorprendió cegándoles por un momento. No sabía cuanto tiempo habían pasado en las profundidades pero se le había hecho realmente largo. Probablemente no estuviera lejos el anochecer.

Cuando pudieron enfocar la vista, descubrieron a un gran grupo de kobolds que observaba a poca distancia. Maldiciendo su imprudencia, Violed a punto estuvo de desenvainar su arma pero, más por instinto que por certeza, se dio cuenta de que aquellos eran los mismos kobolds que se habían encontrado en el bosque tras el enfrentamiento con el ogro poseído.

-Saludos aventureros, habéis realizado un buen trabajo. Nosotros agradecidos, dejar ir a vosotros... Bruja decir que ser grandes guerreros...Ir en paz amigos de los clanes, clanes recordar lo que hoy hacer aquí...

- ¿Dónde ha ido la bruja?- preguntó Violed- debemos asegurarnos de que esto ha terminado para siempre.

Con Lobo recuperado y las cosas habladas, no tardaron en ponerse en marcha a perseguir a la bruja. Con el olfato del animal era sencillo seguir los pasos de su presa, recorriendo los intricados pasadizos secundarios que sin ayuda les habría tomado una eternidad encontrar e investigar, sobre todo en el estado en el que estaban. 

Las pruebas de que la hechicera había pasado por allí eran evidentes, pero la mayor sorpresa les aguardaba fuera. Una banda - por no decir ejército - de miserables kobolds les aguardaba en la salida, al parecer esperándoles para darles las gracias. ¿El mundo se había vuelto loco? A esas alturas ya esperaba tener que estar corriendo de vuelta al torreón a guarecerse de un centenar de nuevas lanzas que quisieran atravesarla, pero no, el líder no solo les dio la enhorabuena sino que además permitió que Shinobu se acercara y les despidiera. 

Por supuesto, esa era otra más de los juegos de su prisionera fugitiva, y aunque debían agradecer que les hubiera permitido seguir, estaba claro que aquello serviría para entretenerles durante la persecución. Además, como no, a Violed no se le ocurría otra cosa que sonar amenazadora a la maestra de aquellas lagartijas, sin pensar que podían aniquilar a su pequeño y maltrecho grupo en un instante. Luego recordó que apenas era más que una niña, y simplemente suspiró, hablando ella también para terminar de enfocar las palabras de la bardo. 

- Si, por favor gran líder escamoso - ¿Había cierta sorna en sus palabras al dirigirse al del penacho? Que más daba, eran criaturas ridículas que no sabían distinguir entre la burla y la adulación -, ¿sabéis hacia donde ha ido nuestra amiga? No hemos podido despedirnos bien con el tema de las patatas, y además tenemos algo para ella. 

Sonrió al cacique kobold, acercándose un poco más, a la altura de la druida, y guiñándole un ojo.

- Seguro que la bruja estará después muy agradecida con tan listo y sabio y valiente - marcó mucho cada palabra, para que le quedara retumbando en el cerebro y no pensara en otra cosa - jefe de guerra que ha hecho que se reencuentre con sus amigos. 

Intento limpiar mir armas con cualquier cosa después de extraerlas del pútrido cuerpo de la reina que por desgracia no tiene nada de valor ni algo que demuestre que hemos acabado con una planta demoniaca, aunque pensándolo bien, ¿querría decir que hemos hecho eso?. Tal vez comentar que ha sido un aburrido viaje a las plantaciones sea mejor historia.

Cuando ya estamos reunidos y comenzamos a dar caza a la bruja me acerco a Dramón.

-Debe disculparme, mi impulso inicial fue disparar yo mismo a la bruja, pero pensé que podríamos controlarla un poco más y aproveché el tiro con nuestro mayor enemigo. Ahora pagamos por mi decisión

Realmente estoy molesto aunque en mi fuero interno reconozco que la bruja nos ayudó con su magia y sin ella tal vez...

Sea como sea seguimos nuestro camino hasta que llegamos a la superficie y...

¿Pero qué...?

Si, los kobolds parecen estar muy agradecidos, si si, son los mejores de los mejores amigos de nuestro grupo y Shinobu está encantada con acercarse a ellos y decirles lo majos que son. Lilith quiere la información y les trata cortésmente de la forma que ella sabe (llenando de cuchillas sus palabras, cuchillas con veneno que tiene cuchillas, más veneno y una rata muerta). Violed también pregunta a algunos por la bruja y yo mientras cuento kobolds, observo su armamento intentando discernir su capacidad combativa para poder entregar un informe lo más detallado posible al regresar a la ciudad.

-Una compañía mosqueteros aquí podrían hacer un buen trabajo en un instante-pienso mientras miro seriamente a nuestros nuevos "amigos"

Bueno ya estamos aquí! A ver lo primero, perdonar la ausencia chicos, en agosto ya se sabe lo que pasa, entre otras cosas soy voluntario en un refugio de animales y en estas fechas no es solo el aumento de trabajo, es el agotamiento moral de ver lo mala y estúpida que llega a ser la gente que te dejan sin ganas de nada... 
Pero no es plan de tener esto parado por culpa de que yo tengo que aguantar a necios y tal.. 

 Aprovecho el momento y que no es nada importante para un pequeño apunte Durzo. A ver lo dicho que no es importante y no tiene mayor efecto sobre el juego pero cuando estés en una situación X la que sea procura evitar el describir tu los alrededores porque claro y si ahora yo dijera “Intentas saltar por la boda pero X cosa lo impide”? Seria raro que tu antes hubieras dicho que estaba todo como dispuesto para saltar. Por eso es mejor evitar ese tipo de expresiones. 
Pero vamos que lo digo porque en este caso las cosas salen bien y no tiene mayor importancia. 

Vamos con la acción! 
El rastro de la bruja os lleva primero hasta su alijo secreto de emergencia, a saber si tiene mas distribuidos estratégicamente en distintos lugares para este tipo de situaciones u otras en las que se vea apurada, seguro que si... pero bueno, a saber lo que había en este... 
Violed, que eres posiblemente la mas agotada del grupo, sientes que ahora, con este nuevo refuerzo y sabiendo que la buscáis, la bruja no va a ser un rival tan fácil de someter y visteis su magia, es poderosa, no es un enemigo al que subestimar... Lilith por tu parte te sientes inflamada por la emoción de la caza, Ian culpable por no haber completado el trabajo y haber delegado algo que sentías que era tu obligación en Dramon, Shinobu feliz por haber acabado con la corrupción y en general realizados por haber terminado con el problema de las patatas, pero no con su causa ultima y primera, la bruja. 
Lo que os espera fuera es la horda kobold. Todos los bravos de un clan allí reunidos, al igual que en el claro del árbol muerto y la tumba, Ian estas seguro que en un enfrentamiento cara a cara una compañía de soldados acabarían con estas alimañas en un santiamén, pero aquí y ahora, vosotros, debilitados por la lucha y en una terrible inferioridad numérica, no seriáis rivales para ellos. 
Shinobu anima a los Kobold a no volver a juntarse con la bruja que es un agente del caos y de la muerte en instancia ultima y Violed y Lilith tratáis de obtener el rastro o paradero de la bruja mediante todo tipo de engaños, subterfugios y lisonjas, pero no parece que eso sea necesario. 
-Nuestro clan no ser aliado de la mujer mágica, ella ser la causante de la caída de nuestros clanes hermanos.- vamos, que la bruja les gusta tan poco como a vosotros o en el caso de Lilith, menos aun que a vosotros. 
-Saber que no ser rivales para la magia de la mujer mágica, pero nosotros observar como ir y contar a vosotros...- Oh si, la han visto irse y no tienen problema en deciros. 
Y entonces el kobold señala al sur, lejos del mundo civilizado y conocido, hacia la inmensa maraña de verde bosque, ruinas y montañas sin explorar que se pierden en la distancia y no solo eso... os dice: -Irse volando sobre pájaro que invocar con su magia.- no solo se ha marchado a un lugar inexplorado, es que además lo hizo volando y claro, aparte de no dejar rastro, os saca demasiada ventaja, en el tiempo que vosotros a pie, recorréis una jornada de diez o doce kilómetros, ella puede estar a cientos de ellos... lo malo es que la habéis perdido, lo bueno es que la habéis ahuyentado, parece difícil que vuelva, sabe lo que le espera... 
-Celebrar con nosotros el fin de los monstruos?- el jefe de guerra saca unas setas secas que os enseña... de donde las saca? Solo lleva un taparrabos... Shinobu sabes que son, son setas “recreativas” si las comes empiezas a tener alucinaciones y a reírte por todo y... bueno, terminas teniendo una fiesta muy interesante e intensa, aunque estés solo... 

Durzo, el incendio no ha salido como esperabas, pero desde luego si querías dejar una huella en los negocios de tu objetivo esta noche, seguro que lo has conseguido! El jefe de la patrulla de guardias intenta sacar la pistola, tu te vuelves y corres atravesando el barco para ir a saltar por el otro lado! En medio de tu carrera y los gritos de los guardias, te sale otro guardia al paso, uno de los que estaba bajando a la bodega, intenta detenerte, pero esta aun demasiado lejos y esquivas su torpe intento con facilidad. 
En algún lugar detrás de ti se escucha una explosión y una caja cerca de tu cabeza estalla en una lluvia de astillas, un disparo! Y ha estado cerca! Algunos mas siguen a ese cuando saltas y ves las estelas de plata de las balas buscándote bajo el agua, pero ya es tarde, ya estas escapando de ellos bajo el muelle, donde no pueden verte o seguirte... 
Durante las siguientes horas patrullas de guardias corren por los muelles arriba y abajo buscándote, pero es como buscar una aguja en un pajar hay mil sitios para salir, esconderse y desaparecer en los muelles. 
Lo malo de todo esto es que no has podido destruir el barco y que puede que hayas pillado un buen constipado, lo bueno es que ahora Sarva, que recordemos es un cobarde, sabe que tiene a alguien tras el, puede sentir tu aliento en la nuca y eso hará que busque a sus jefes, al clan Zaffa, ya sea por protección o consejo... 
Para empezar al día siguiente desde la ventana de la posada, mientras comes un caldo calentito, ves que no esta cumpliendo con su rutina, no sale a pasear pavoneándose y gastando dinero, esta claro que lo han avisado y esta asustado y con miedo para salir.... solo tienes que esperar y.... 
Justo estas pensando eso cuando de la casa de Sarva sale un carruaje de pasajeros, cerrado a cal y canto, seguro que lleva a su señor a salvo de asesinos y espías... lo escoltan cuatro guardias a caballo y seguro que va a la base del clan Zaffa! No puedes perderlo! Pero ellos son un carro y caballos! Aquí en el muelle aun van un poco despacio pero cuando salgan de aquí y entren en los barrios y las carreteras aceleraran y no podrás alcanzarlos o seguirlos si no te das prisa en encontrar la forma de mantener el ritmo! 

Shinobu sonrió ante el jefe kobold agradecida por la invitación, pero no tenían tiempo que perder (o era mejor no hacerlo) - es una grata invitación, pero es nuestra obligación volver y contar que hemos acabado con esa amenaza de tubérculos, hay muchos seres, incluso el bosque, esperando la noticia - no sería sensato comer esas setas, la única vez que las comió, se despertó acurrucada sobre la cabeza de una de las esculturas del templo en el que vivía, y la caída no fue nada agradable.

Miró a sus compañeros después - creo que la gente se alegrará también de saber que las cosechas no sufrirán mas "zombipérdidas", deberíamos regresar en cuanto antes.

Tal vez las fiestas kobold eran un poco demasiado alocadas para ella, que era más parecida a la calma natural de las arboledas, y el sigilo de las hermosas dríadas. Tenía ganas de pasar de nuevo por la tumba de la draida caída y orar a su lado por un renacer prospero y apacible, sin duda los bosques le escucharían si su oración se llevaba a cabo frente a la pureza de un ser como aquel, incluso a pesar de estar ya muerto. Tal vez la energía caída de la dríada ya hubiera transformado sus semillas en un campo de vida nunca visto, pues en realidad, no conocía las capacidades exactas de aquella extraordinaria criatura.

Por supuesto, habría sido demasiado fácil. La bruja había escapado y perseguirla era inútil; habían perdido el rastro y era probable que jamás la volvieran a ver. Al menos los demás. Ella iba a conseguir encontrarla, tal vez no en poco, estaba segura, pero llegaría un día, cuando menos lo esperara la hechicera, que caería en sus manos. Podrían pasar meses y años, puede que una década o más, pero llegaría el momento en que eso ocurriera. 

Ahora, sin embargo, tenía otros asuntos. Finalizada la charla con los kobolds, sólo quedaba volver a dar las noticias. Tendrían que pasar por la casa del anciano que les había dado cobijo para darle la buena noticia - aunque lo haría obligada, a ella el viejo le importaba tanto como las hormigas que pisaba al caminar -, también tendrían que informar a Vortigern, el terrateniendo de Lord Gaylord y por último tendrían que regresar a la ciudad y explicar lo ocurrido a su mecenas. En definitiva les quedaba un camino muy largo por delante, un camino por aquél maldito bosque y, otra vez, los campos de labriegos y campesinos. 

Odiaba aquella misión. Odiaba aquél lugar. Y odiaba en esos momentos a todo lo que se movía y se ponía al alcance de su mirada. Excepto, a ese pequeño y amable kobold que acababa de darle una idea. Con una sonrisa pícara, se acercó al líder de aquellas lagartijas semi-inteligente y se agachó para ponerse a su altura, apoyándose en él y susurrándole al oído mientras reía por lo bajo...

... Luego se levantó, guiñándole un ojo, y se puso en marcha detrás de Shinobu y el resto. Era hora de partir.  

¿Y qué estaba ocurriendo mientras susurraba al kobold y parecía tontear con él? Esto es lo que los demás no vieron ni escucharon...

- Oh, gran sabio e inteligente jefe, está claro que mis compañeros tienen mucha prisa y por eso rechazan quedarse a la gran fiesta que seguro preparas - Su voz era halagadora y seductora -. Pero eso no significa que no podamos disfrutar más tarde de ello. ¿Por qué no me dejas eso a mi y luego se las doy yo de tu parte? Para que sepan que eres un gran líder que agradece nuestra ayuda - No tenía ni idea de lo que hacían esas setas, pero había visto la cara de la druida y además cualquier cosa que poseyeran aquellos monstruitos estaba claro que sería, como mínimo, una droga interesante -. Venga, celebraremos en tu nombre cuando tengamos un poco más de tiempo...

Esperaba que no tuviera problemas en desprenderse de los dos hongos, y que fuera suficientemente hábil como para que se quedara entre ellos dos. Cuando los tuviera los guardaría bien sin que los demás se dieran cuenta, y luego vería como se podía divertir con ellos...

Ahí estaba Sarva, seguramente dentro del carruaje. Mi plan no había salido exactamente como había planeado, pero había conseguido el mismo resultado. Había conseguido que Sarva fuera a la base del clan Zaffa a informar sobre lo sucedido. Era mi oportunidad, pero ¿cómo podría seguir el ritmo del carruaje?

Lo más fácil sería conseguir un caballo y seguirlos a distancia, ya que ir a pie quedaba totalmente descartado. Podría ir por los tejados de las casas, pero una vez salieran a la carretera, me encontraría con el mismo problema. Sólo quedaba conseguir un medio de transporte para poder seguirles. También podría engancharme a la parte de abajo del carruaje, pero era demasiado arriesgado teniendo cuatro guardas armados.

Así que, sin perder tiempo, salí a la calle, buscando un sitio donde conseguir un caballo, ya fuera robarlo como comprarlo o alquilarlo.
 

¿Y eso era todo? pensaba Violed ¿Se había marchado y nadie sabía como darle alcance? Apretó los puños con rabia. Le enfurecía que las cosas fueran a acabar así, a medias. Tal vez habían solucionado el problema de las patatas zombies, tal vez, o tal vez no. No había ninguna garantía de que aquella bruja maldita no fuera a regresar.

Supongo que aquello era el final a aquella su primera aventura. Se alegraba de haber salido con vida, que no era poca cosa, aunque nada le sentaba peor que no poder dar por cerrado un capítulo de su vida. Sentía ganas de gritar, de golpear, de salir corriendo sin sentido en busca de aquel maldito pajarraco encantado que había puesto a la hechicera fuera de su alcance.

- es una grata invitación, pero es nuestra obligación volver y contar que hemos acabado con esa amenaza de tubérculos, hay muchos seres, incluso el bosque, esperando la noticia

Violed asintió mientras tragaba saliva, todavía contrariada. Durante unos días había tenido un objetivo, un camino que seguir y se había sentido eufórica y segura. Ahora estaba confundida, volvía a estar obligada a encontrar su destino.

A su alrededor, sus compañeros parecían igual de frustrados por no poder llevar a la bruja encadenada hasta el pueblo pero no había inseguridad en sus ojos, tan sólo la certeza de que el día siguiente les traería un nuevo trabajo, un nuevo objetivo. Deseó tener esa misma mirada y decidió que trataría de mantenerse a su lado si le era posible. Era lo mejor que se le ocurría por el momento.

Me mantengo en mi posición retrasada con los brazos cruzados y con mi expresión más agria por el hecho de haber perdido a la bruja. Los kobolds para empeorar más las cosas nos invitan a unirnos a una celebración.

-Antes de celebrar algo con estas sabandijas les rebano el pescuezo a todos los que pueda hasta que me maten...

Por suerte en esta ocasión Shinobu tiene claro que no es buena idea unirse a estos seres y les comunica que volveremos hacia las granjas para informar de la buena nueva. Lilith, como de costumbre hace alguna de las suyas diciendo cualquier cosa a ese pobre kobold.

Por fin nos disponemos a partir con medio trabajo realizado. Aunque pensandolo bien, el noble nos había contratado para librar a la zona de la plaga y eso hemos hecho.

-Maldita bruja...

Habría sido mejor llevar un buen trofeo en forma de bruja malvada capturada.

-Ya la pillaremos ya...maldita conjuradora...

Pero tampoco es una pequeña victoria. Luchar contra hordas de patatas y una gran planta demonio...y un puré de patatas...

-Malnacida...

Bueno chicos a ver primero pediros perdón por estar muy desaparecido estos días y tal. Como ya comente en su momento pero es normal que nadie lo recuerde, soy voluntario en una protectora de animales y en agosto es temporada alta de abandonos y asco generalizado. 
No solo es que acabo agotado físicamente, que lo acabo, es que además anímicamente termino por los suelos al ver la miseria moral del ser humano y lo que es capaz de hacerle a sus animales. 
Así que claro, si a esto le sumamos las ausencias y faltas típicas de las fechas... creo que en lo que queda de agosto dejaremos la acción a una a la semana y listo. En septiembre volvemos al ritmo normal, no es que falte mucho la verdad, tendría que haberlo hecho antes. 

Mas cosas, Dramon tiene que dejar la partida, esta sin tiempo, voy a dejar a su personaje aparcado en espera de que pueda volver algún día. 

Mas cosas! Voy a acelerar un poco la acción para no teneros repitiendo lo mismo una y otra y otra vez durante acciones y acciones, así que voy a “tirar palante” ya ver que sale. 

Durzo, el plan ha funcionado, ha funcionado muy bien y ahora tienes a Sarva corriendo a ver al clan Zaffa y tu necesitas encontrar la forma de seguirlos! 
Te planteas unas cuantas opciones pero ninguna es satisfactoria, demasiado peligrosas o inviables, lo que queda es conseguir un caballo, aunque tanto comprar como robar uno son cosas que llevan tiempo y o encuentras uno despistado con alguien subiendo o bajando de el, o los perderás... además tienes que hacerlo sin llamar demasiado la atención si se monta un escándalo podrías centrar sobre ti la mirada de los guardias de Sarva y entonces el problema seria doble. 
Y al salir a la calla no, no hay un caballo disponible a mano, la gente no suele traer animales al muelle, las posadas ni siquiera tienen amarres como en los barrios de la periferia! Se te van a escapar!! 
Y puede que eso sea bueno, vale, has visto que van a la zona del barrio de CastilloVino, a las casas mas antiguas y ricas de la ciudad, seguramente tienen allí la base del clan, en casa de algún noble aliado a su causa... es una información importante la que has obtenido, la pena es que no sabes que casa es en concreto... los pierdes antes de ver nada mas. Pero la segunda parte del tema es que ha sido una suerte no seguirlos a caballo porque ves que dos de los guardias se desviaron para quedarse atrás por si alguien los seguía emboscar al emboscador, te has librado de caer en una trampa por no encontrar caballo y además has visto que los guardias de Sarva son profesionales que saben lo que hacen, hay que tenerlos muy en cuenta... lo mejor seria informar de lo que sabes hasta ahora. 

La verdad es que nadie quiere tener una fiesta con los Kobold, puede que Shinobu un poquito pero el resto no de ninguna manera y bastante hace Ian resistiendo sus ganas de matarlos, con mucha diplomacia os despedís de ellos y Lilith incluso se agacha y da la mano y tontea con el líder! Así quedáis todos muy bien con ellos y podéis ir en paz... lo malo es que la bruja se ha escapado! Seguro que volvéis a saber de ella... seguro! 
Destruida la amenaza patatal, regresáis a pata al pueblo para ver de nuevo a Fosco y contarle lo que ha pasado, además Shinobu se asegura de que en la biblioteca del anciano no queden mas pergaminos de magia oscura y asesina... 
Después de eso volvéis a la mansión de los Gaylord en las afueras y volvéis a contar lo que ha pasado mientras recuperáis las monturas y volvéis sobre un carro hacia la ciudad, es hora de informar al gran jefe! 
Como explicar a Shinobu lo que es la ciudad, un enorme conjunto de edificios, muchos de madera, otros de piedra, humanos y animales hacinados por todas partes, olores, ruido... para Ian y Lilith es como volver a casa, para Violed visitar una ciudad enorme como esta es un avance enorme para una artista itinerante! Pero Shinobu y Lobo estáis asustados con lo que os rodea y no es para menos! Por suerte la parada donde acabáis es una mansión, la de Edmond Gaylord, rodeada de tranquilos jardines y parques, con estanques y animales que Lobo mira muy interesado... sobretodo las gordas ocas que pasean tranquilas y confiadas por los jardines... 
Es hora de informar a Edmond Gaylord y ver que tiene que decir de vuestro éxito. 
(Lilith, si, te sale bien lo tuyo cofcofcof) 

Sin duda la actuación de Lilith ante el kobold, hace que la druida se pregunte que trama exactamente, no se había acercado, ni hablado con respeto hasta escuchar sobre la fiesta y los hongos, tal vez debería preparar un hechizo de purificación alimenticia o no probar nada a lo que se acercara demasiado. No quería acabar durmiendo sobre el lugar más incómodo posible como la última vez.

En la visita al anciano, solo aquellos conjuros con una finalidad de destruir la naturaleza fueron sus víctimas, excluyendo los ígneos que podían tener otros propósitos, no fueron muchos, pero alguno que otro fue eliminado. Aquel pueblo le gustó, los niños y niñas del lugar eran un apoyo agradable, la mayoría de las niñas pidió una de las semillas de Shinobu, para darle a su hogar un toque de naturaleza viva, y sin duda sintió un orgullo en aquella petición, a la que algún niño se sumó al ver su sonrisa.

Una noche de reposo antes de caminar a lo que denominaban ciudad, por lo comentado aquel lugar era un cúmulo de hogares sin vida y saturado de indiferencia por los demás, no entendía por ello cual era el motivo por el que deseaban volver a toda prisa a un sitio tan lúgubre, al parecer, tenían que informar a un tipo que vivía en un hogar más grandey muerto. Aunque por lo menos parecía preocuparse por disponer de una fauna variada. Notó como su compañero se fijó en una de esas aves de tamaño considerable, y también ella creyó que eran una presa apetitosa, lo malo era no saber si aquella fauna era escasa en el mundo, no quisiera ella acabar con una especie tan curiosamente apetecible.

Ver aquel cúmulo de piedra y madera muerta que llamaban ciudad olía mal, era carente de frescura y le daba una cierta repulsión. La propia gente parecían hormigas recluidas en una zona arrasada por un volcán, según le explicó su maestro los volcanes dejaban un rastro de ceniza y tierra quemada, destruyendo toda naturaleza patente, pero a diferencia de ese lugar lleno de gente, la tierra recibía la bendición de la naturaleza que crecía con mayor fuerza.

Shinobu se preguntaba sobre el sentido de un lugar tan deprimente, ni siquiera los niños parecían tener una estela de humildad y simpatía, aunque pocos fueran los que había visto por el trayecto. Era tan diferente del pueblo que habían visitado antes, que el solo hecho de estar allí, le hacía sentir cierta ansiedad. No era normal sentir sus pies en contacto con una dura tierra, que a diferencia con la consumida por el mal de la cercana a la torre, no sentía posibilidad de salvarla. Tuvo que apoyarse sobre el lomo de su hermano lupino para sentir que algo en aquella artificial tierra seguía siendo salvaje.

- ¿como pueden vivir en un sitio tan degradante y muerto? - la pregunta hecha a su compañero no buscaba una respuesta, si no un atisbo de autoconsuelo, intentando escapar de esa oscura y perturbadora realidad.

Al final se me había escapado, pero por fortuna pude ver hacia dónde se dirigía. La parte más antigua de CastilloVino donde los más antiguos nobles tenían su residencia. Además, me sirvió para comprobar el nivel de las tropas de guardia que tenían. Guerreros perfectamente entrenados y con una disciplina digna de mención. Dos de ellos se relataron preveyendo una emboscada, cosa que era mi intención hacer y suerte que no hice. Con todo, regresé de inmediato al pabellón de caza de los Gaylord a entregar un informe. No había localizado exactamente la ubicación, pero las referencias eran buenas y seguramente Edmund estaría satisfecho.

El descanso en la casa de Fosco nos viene bien para tomar la última etapa de nuestro camino hacia la mansión de Gaylord y posteriormente hasta la ciudad. Me relajo en el camino pues lo he recorrido en muchas ocasiones y me digo que con suerte, para el próximo año, mi familia y todas las afectadas por la plaga, podrán regresar a sus hogares para trabajar la tierra como es debido.

-Veo que no me has echado mucho de menos amigo-le digo a mi caballo cuando me echa una mirada desdeñosa al disponerme a montarlo-diría que hasta estás más gordo, necesitas ejercicio

Es agradable recuperar mi montura, es un buen caballo y llevamos un tiempo juntos, antes tenía una yegua que daba coces en el combate como ninguna, pero no estaba preparada para un combate de caballeros, cosa que un mosquetero necesita en determinadas ocasiones, incluso en medio de la batalla.

Cuando llegamos a la ciudad, a Shinobu se la ve tensa y yo pienso que debería haberle dicho al lobo que se quedara en los campos de las afueras, pues no creo que sea bien visto paseando por las calles. Violed parece encantada con estar aquí y Dramon...bueno Dramon parece tener asuntos propios más urgentes, después de todo, su condición de noble le pone en otro escalón.

Una vez en la mansión de Gaylord echo una mirada a Lilith.

-Seguro que Violed y tu le contais una buena historia a nuestro noble.

No me hace gracia la idea de contar ciertos detalles y estoy convencido de que ellas sacaran algún extra por nuestro trabajo cuando yo solo sacaría ropas nuevas y tal vez una recomendación para un ascenso.

El camino de regreso había sido tan desagradable como esperaba en un principio. Habían tenido que detenerse a descansar - curiosamente cerca del cadáver de la maldita ninfa -, y luego habían perdido más tiempo primero en en el infecto poblado del viejo y después en la casa solariega del lugarteniente de los Gaylord. La cosa es que ya llevaba más días en el campo que en la ciudad, y si había escapado de su insignificante vida en su aldea no era para acabar recorriendo de nuevo las tierras de otros campesinos y granjeros sin nada que ofrecer más que sus mediocres vidas. Además, ahora que había visto a aquella bruja de antinatural y eterna belleza, ni siquiera las hermosas hijas de los lugareños que había visto en esa pequeña aventura le parecían adecuadas para sus apetitos y deseos.  No, aquél viaje cada vez era más insoportable y sólo el agradable aura de la civilización a medida que se acercaban a Caleah en el carruaje - ¡al fin algo digno! - lograba hacerla sentir un poco mejor. 

Como ella, Ian y Dramon parecían haberse relajado también mientras se aproximaban a su actual hogar; eran hombres acostumbrados a aquello, como pronto lo sería también Violed. La bardo pronto descubriría las mieles de un lugar como aquél, abierto a tantas posibilidades y donde podría convertirse en una verdadera juglar, una artista de renombre. Uhm, debería ponerla a trabajar en eso... 

Sonrió mientras abría los ojos - pues los había cerrado mientras dormitaba en el coche acunada por los suaves vaivenes causados por el empedrado suelo - y miraba a la druida. Shinobu era la única que permanecía en tensión, mirando a través de la ventana las angostas y bulliciosas calles, los artificiales y sucios edificios apiñados unos junto a otros y los taciturnos y hoscos transeúntes que iban de un lado para otro solitarios y enfrascados en sus problemas. Aquello debía de ser para la sierva de la naturaleza como una herida profunda que tardaría en cerrar, si es que alguna vez lo hacía, pero ella disfrutaba con cada gesto y mirada que echaba a su alrededor, horrorizada ante lo que veía; al menos, se dijo así misma, al fin aquella salvaje, inocente y aún así desconfiada chiquilla había dejado de mirarla de reojo desde que habían salido de la torre, seguramente sospechando de sus intenciones al tratar con el pequeño y agradable kobold que habían conocido. 

Su rostro se tildó con una agradable mezcla de paz y socarronería mientras pensaba - pícara y astuta - lo que se iba a divertir, y justo en ese momento el relincho de los caballos en respuesta al "soooo" del conductor le hizo saber que ya habían llegado. Cuando bajaron pudo ver como la ansiedad de Shinobu se acrecentaba y sólo el contacto de Lobo la permitía seguir caminando. Cuando vio aquello volvió a pensar en si alguna vez su compañera lograría acostumbrarse a aquello, y supo que no. 

Por suerte, sin embargo, la mansión de su mecenas y que servía como su base de operaciones y hogar era grande y estaba rodeada de jardines y fuentes. Un pequeño retazo de vida en un lugar donde eso apenas se respetaba. Para aquellos dos fue como si todo cambiara y se dio cuenta de que costaría sacarles de allí si tenían que recorrer la urbe. Eso podría ser beneficioso en algún momento, pero no sería positivo a la larga, estaba segura. 

Aún así había cosas en las que pensar más acuciantes que aquello, tal como el mosquetero quiso recordar con su típico júbilo - más o menos el mismo que el de una plañidera en un entierro - y que la hizo suponer que ella sería la encargada de llevar al gran jefe las noticias de su misión. Por otro lado, era buena idea, seguramente ella sería la más adecuada para hacerlo, sobre todo contando con que el noble había decidido desaparecer de camino allí, sin duda movido por algún motivo personal del pasado o alguna gnoma rellenita si había que hacer caso a los rumores que, pese al poco tiempo que habían compartido, ya se había encargado de escuchar. Además eso le daría tiempo para tratar más con Violed y descubrir cosas sobre ellas que le serían útiles en el futuro, así que no era un mal plan. Sin duda, después de comer, tendría cosas que hacer. 

- Después de comer iremos a ver al lord - Aquella palabra, dicha por ella, carecía de cualquier rastro de respeto hacia la posición de aquél hombre, casi incluso podría haber parecido un insulto si algún noble la hubiera escuchado -, pero primero quiero pensar que decirle mientras recupero las fuerzas. 

Luego miró de nuevo a la druida, que parecía mirar a las pobres ocas con más apetito del que era recomendable.

- ¡Eh! Vamos dentro, antes de que el lobo o tú decidáis merendaros la mascota de nuestro jefe - Sonrió traviesa mientras miraba a uno de los gordos gansos y se daba cuenta de que realmente tendrían buena pinta después de asar -. Aunque seguro que no le importará si nos cenamos uno esta noche...

Dicho esto guiñó un ojo a Ian, aunque este no tuviera ni idea de por qué, y se encaminó directa a la casa en busca de algún criado, cocinero, o cualquiera que pudiera hacer que prepararan algo de almuerzo para todos.

El traqueteo de la carreta acompañaba al vaivén mientras atravesaban las empedradas de Caleah. Era la primera vez que visitaba una ciudad de aquel tamaño y se sentía minúscula y desprotegida. Por cualquier sitio por el que pasaran, sus ojos detectaban decenas de estímulos, cosas que estaban sucediendo, peligros potenciales, miradas desconfiadas, curiosas o indiferentes e incluso gente abandonada a su suerte.

Su mente voló a la noche anterior, en casa de Fosco, mientras le relataban lo ocurrido. El anciano se había desgañitado a protestar mientras Shinobu rastreaba su biblioteca sin miramientos en buscar de magia oscura pero nada había detenido a la tozuda druida en su cruzada.

Había sido un alivio que Ian y Lilith las hubieran aceptado, al menos temporalmente, en su pequeña compañía. Fue para todos una sorpresa la partida de Dramon pero los nobles, al fin y al cabo, son caprichosos, y no necesitan del dinero del vasallaje o de la aventura, pueden dedicar su tiempo a lo que más les plazca en cualquier instante.

Pensaba en ello mientras un desvencijado cartel anunciaba una posada de tres plantas. El Cerdo y el Suspiro no era el único local de Caleah pero sus dimensiones eran impresionantes, nada que se pareciese a lo que Violed estaba acostumbrada. Pensó en la cantidad de dinero y oportunidades que una ciudad con posadas y nobles como aquella podía ofrecer a los artistas itinerantes y comprendió mejor algunas de las historias que su viejo maestro le había relatado y que creyó haber exagerado en su mente juvenil.

Cuando el carro se detuvo, Violed se dio cuenta de que estaba conteniendo el aliento. El palacio de Lord Gaylord era impresionante. Fuentes y jardines decoraban los exteriores mientras sirvientes y guardias recorrían los caminos lazándoles furibundas miradas. Seguramente pensaban que aquel variopinto grupo no podía más que traerles más problemas que los que ya de por sí tenían en su ajetreado día a día.

Dejó que Lilith e Ian llevaran la iniciativa en todo momento. Al fin y al cabo, ellos sabían dónde estaban y cómo debían moverse en aquellos lugares. Lo que sí tuvo claro, es que aquella nueva etapa prometía ser una historia digna de contar.

Bueno chicos, lo primero de todo: lo siento, lo siento, lo siento! Estoy escribiendo esto sin aun haber leído nada pero es que creo que lo primero es una explicación. 
La semana que tocaba volver a tener un ritmo medio normal, el otro día siento que fue, que no ha pasado casi tiempo aunque veo que si. Tuve un accidente, aquí en Oviedo delante de la estación de ALSA, en la menina (que todo el mundo que conozco llama la corbeta rebelde así de frikis somos) me “dieron por detrás” en el coche y estuve con una contractura cervical dolorosa y horrible y lo que es peor, con migrañas fortísimas y diarias, entre que se me pasaba y no, esto y lo otro, dolor y enfado, asqueado de la vida y tal y cual... pues ha pasado tiempo y no he podido escribir porque la verdad es que me sentía muy desganado y dolorido y de todo.... 

Pero ya estoy aquí y lo primero de todo es pediros perdón. 

Y lo segundo es una aclaración. Lilith todos sabemos que pretendes hacer! Pero la mansión en la que estáis no es la que el señor Edmond Gaylord os cedió para vivir, una casona vieja y grande en el barrio, es su mansión, la suya personal donde el vive y aquí no os van a dar de comer, aquí venís, dais informe y os marcháis. 
Lo que voy a hacer es crear una escena paralela a la actual y mientras la partida “normal” sigue, también vais a poder responder en esta otra escena que explicare en su mismo subforo ahora cuando acabe la acción normal. 
Esta escena adicional es “lo que pasa” después de comeros la comida aderezada especialmente por Lilith... :p 

Vale ahora vamos con la acción normal, hasta ahora no había leído nada, ahora voy a hacerlo. 

Como en la acción normal se ha dado por sentado que “Lilith habla” y ella ha dado por sentado que primero se va a comer... yo para compensar voy a “Tirar un poco para delante” y pasar la parte de las explicaciones y todo eso. 

Durzo, no hay mas remedio que volver e informar al jefe, has tenido suerte al evitar una emboscada de los escoltas de Sarva pero eso ha sido por que no pudiste encontrar una montura... y ahora aunque sabes donde esta mas o menos el y el clan Zaffa pues no has podido concretar... pero con todo Edmond esta contento: -En el barrio viejo, lo sospechaba, esa gente han debido de comprar alguna casona de las primeras familias para instalarse en ella sin despertar sospechas... lo imaginaba claro...- entonces deja su plato a un lado para darte mas instrucciones: -Ese barrio no es como los demás, es donde viven las primeras familias, no podemos llevar una guerra allí sin que nos metamos en un berenjenal político de los gordos... voy a pedir algunos favores y hacer algunas indagaciones, mientras tanto tomate unos días de descanso y conoce al equipo de gente que tengo para ayudarte, acaban de volver de una misión y creo que son bastante adecuados..- 
El mayordomo de Edmond se acerca a ti para darte un papel con una dirección, que supones, es la del equipo de apoyo y también para darte una bolsita con veinte piezas de oro como recompensa y para que pases unos días de relax mientras el hace sus averiguaciones... 

Cuando llegáis a la mansión quien mas, quien menos, tiene algo que mirar y admirar, Shinobu los pavos reales y los jardines, Violed la biblioteca, completísima y enorme, donde os llevan para esperar, Ian los muros, garitas y guardias que hacen aquí un trabajo normal como el que te gustaría a ti... y Lilith los candelabros, las cuberterías y todas las cosas de valor que hay por todos lados! Aquí hay cosas para todo el mundo! 
Al final son Violed, Lilith e Ian quienes entran a hablar con Edmond, pero solo Lilith toma la palabra realmente contando lo que paso, las patatas, el pueblo, la tumba de la bruja, la bruja joven, la patata reina... toda la historia. 
Cuando esta termina Edmond asiente asombrado por lo que acaba de escuchar: -Increíble de verdad...- y hace un gesto para que su mayordomo traiga unos saquitos de dinero con treinta de oro en cada uno de ellos: -Aparte de lo que hayáis conseguido en el trabajo, os merecéis esta recompensa, suerte que tengo saquitos de mas porque no contaba con que volvierais mas de los que marchasteis...- y es que claro no contaba con Shinobu y con Violed... 
-Ahora quiero que descanséis unos días, dentro de poco os llamare para que colaboréis con un agente de mi red de espías para una misión delicada en el barrio viejo...- el barrio viejo, eso suena a mansiones y riquezas, a cosas antiguas que investigar y a puñaladas y duelos nocturnos en callejones durante una guerra oculta a los ojos de la gente... vamos que Lilith e Ian mejor no podían ponéroslo... 

OFF: Vamos gentes, que tenéis algo de dinero y unos días para comprar, vender, pasear, investigar vuestras cosas... lo que sea! 

La druida se vio con un saquito de repulsivas piezas de oro, si no las tiró de inmediato, fue por no necesitar tocarlas demasiado y saber que eran útiles en aquellos lugares movidos por la codicia. Su pequeño templo tenia bastante oro y gemas, y nunca le dio mayor importancia, ni siquiera pensó en coger algunas cosas para su viaje.

Les dejaban libertad para moverse, pero habían momentos en los que se sentaba a lomos de su lobo, sintiéndose incapaz de respirar, una sensación que solo estaba en su cabeza, pero que le afectaba moralmente. No lograba comprender el sentido de tanto escándalo, peleas entre borrachos y gritos sin sentido.

Sin embargo, no tardó en percatarse de que toda esa tierra sin vida, disponía de gran cantidad de locales en los que podía comprar o hacer cualquier cosa a cambio de aquellas codiciadas piezas doradas.

Buscó pacientemente, ignorando a quienes se apartaba de su (mientras no le hicieran nada) manso compañero, quería visitar algún recinto que vendiera complementos de madera, algún sitio en el que no tuviera que sentir la fría presencia del molesto metal por todas partes. Tal vez encontraría magia por aquel lugar, porque la muerta escasez de naturaleza ya la había notado, y algo de magia sin embargo, no le importaría encontrarlo.