Partida Rol por web

- Si. Sería una lástima que alguien intentara hacerse con el barco. - En sus palabras no había ningún rastro de diversión. Una cosa es que la druida tuviera una extraña visión de la vida, y otra que hubiera traicionado a Lord Edmond, y por tanto, a ellos. Iba a tener que explicarse, aunque ese no era el mejor momento. Esperaba que recapacitara y decidiera cambiar de proceder, pues en el fondo no la gustaría tener que dispararla y matarla. No tan rápido, claro. Sería un desperdicio. - Bueno, visto que no estás teniendo mucho éxito como guardia de barco, ¿qué te parece si en vez de eso nos ayudas?

Volvió a sonreír, mirando ahora a los marineros. 

- Vosotros también podríais ayudarnos. Los Zaffa os pagarán poco, y seguro que no son tan generosos como puedo serlo yo... - Se acercó hasta el oído del marinero que tenía de cerca encañonado, y terminó de hablar con un tono provocador -. ¿Qué me decís? 

Se encogió de hombros - aun no me han contratado, y bueno, quien mencionas, me he sentido bastante más traicionada por él primero. Saber que estaba con vosotros, e incluir tan solo metal prácticamente ha sido un insulto además de una traición, el mismo me dejó claro que no me quería cerca, así que me he alejado un tanto, aun y así, no tengo mucha intención de pelear, solo dije que protegería la mercancía, nada más ni nada menos.

Parece que el acto de Shibobu si que ha alterado mucho a los marinos. Entraba dentro de las posibilidades, pero me costará acabar en la bodega con la druida. Estoy apunto de nombrar a Gaylord cuando escucho la voz de Violed. Tambien me ha parecido ver a Lilith escabullirse lo que lo empeora todo.

-esto se va a complicar demasiado pienso mientras observo cómo todos se quedan centrados en la bardo y sus canciones.

Sin perder un instante y con disimulo, subo al barco y me encamino directamente hacia las bodegas donde buscando a Shinobu, me encuentro con cuatro tipos amenazados por Lilith y a la druida con el lobo.

Vaya, parece que llego a tiempo

Saco mi nueva pistola de doble cañon para unirme a la amenaza.

-Shinobu, estas bien?-me acerco a la posicion de Lilith para evitar un posible fuego cruzado.

y vosotros contadnos que es lo que transportais en este barco, y no os olvideis de ningún detalle por pequeño que sea

Bueno, se acabaron las navidades! Por fin soy libre y ayer, tras luchar a brazo partido con una vieja por hacerme con algún caramelo, he podido volver a casa siendo el héroe de brillante armadura xD
Evidentemente recuperamos ya el ritmo normal de LUNES y JUEVES. 

Y ahora, vamos con la acción. 

 En el muelle Violed sigue cantando y declamando sonetos en una actuación que combina música y poesía muy estilo bardo itinerante, aparte de distraer a los de cubierta e impedir que se escuchen sonidos que vengan de la bodega, mientras no sean excesivos claro, se esta sacando un dinerillo con su actuación y eso no esta mal. 
En la bodega, la cosa esta así, tras cotillear un poco, ociosa, a tu alrededor, Shinobu con todo el disimulo del que eres capaz invocas un escarabajo gigante, el bicho, grande como un melón, va a aparecer entre los barriles lo mas escondido que puedes y tal y como deseas, empieza a emitir ácido por sus mandíbulas intentando crear un boquete, aunque intentas no llamar la atención, la magia, los sonidos del escarabajo, el sonido del ácido y su chisporroteo y el leve humo, todo eso llama la atención de tus “vigilantes” claro que tampoco importa. 
No importa porque en ese momento entra Lilith encañonando a dos, saliendo de entre las sombras donde nadie esperaba que hubiera nadie, encañona a los mas cercanos y aprovechando esta sorpresa Shinobu haces lo propio con los otros dos, bueno, tu a uno con la guadaña y al otro lo mira Lunarian muy mal... mientras les explicáis que es mejor que no hagan el tonto, el escarabajo sigue su trabajo... poco a poco.... 
Y entonces! Llega Ian, el y quien lo acompaña que a su vez iba a unirse al grupo de vigilantes porque claro, dos personas y un lobo mejor los vigilan cinco no? Al llegar Ian y su acompañante se encuentran un duelo mexicano en toda regla, Lilith apuntando a dos, Shinobu a otro, el lobo a otro... e Ian es lo bastante rápido para que, antes de que se pase la sorpresa, este encañonando al que vino con el con su pistolon enorme... y ahora los tenéis atrapados mientras que nadie haga una tontería o quiera ser el héroe... 

Con el sonido del escarabajo de fondo, que sigue a lo suyo, Ian los invitas a hablar sobre el cargamento, el que bajo contigo que parece ser de los cinco el de mayor grado, te dice: -Vino! Solo llevamos vino! Trajimos sedas y herramientas metálicas y nos llevamos vino! Nada mas que eso, tenemos el manifiesto arriba y las rutas.. no se quienes sois pero aquí no vais a poder robar mucho mas la verdad..- Por lo que parece se piensa que sois una especie de piratas en busca de un botín fácil. 

Mientras sucede todo eso, Durzo, esperas a ver que pasa en la casa de contratación. El mensajero parece que vuele con los mercenarios estos que tienen como seguridad privada con lo que dentro de la casa solo quedan el contable y el jefe, vale que a los del puerto les espera un lío de los gordos, pero tu tienes relativamente fácil hacerte con el libro de cuentas, bueno, eso si no hay una docena mas de mercenarios escondidos dios sabe donde... mejor asegurarse. 
Das una vuelta a la casa, es una construcción simple, cuadrada, funcional, tiene la puerta de delante y otra atrás aparte de ventanas pequeñas, pero eso es todo, una entrada principal que lleva al despacho y una trasera que lleva, seguramente, a la pequeña vivienda que hay tras el despacho, no parece que haya mucho mas la verdad. Eso si, la puerta trasera y las ventanas están bien cerradas, esto es el puerto y hay mucho ladronzuelo aprovechándose de cualquier descuido. 

Aprieto los dientes cuando el marinero habla. Aprieto la pistola en la mano.

-Vino...

Soy un mosquetero, no puedo evitarlo, lo soy profundamente, así que tengo claro lo que tengo que hacer. Aprovechando mi posición junto a Lilith, no tengo más que cambiar levemente mi posición. Doy un leve paso atrás para situarme fuera de su visión y apunto con mi arma a la cabeza de la ladrona.

Llilith, suelta tus armas, las cosas no están claras...

Sin entender bien a Ian, Shinobu mantuvo su guadaña en cuello ajeno - sinceramente, me importa poco que cargamento sea, estaría bien que antes fueras a comprobar esos papeles, yo, igual, he prometido proteger el cargamento, y lo haré como mejor se. Dándoselo a quien pertenece, amenazar a compañeros está mal, y el filo de mi guadaña, no apunt este hombres, si no a su intención de evitar cumplir mi promesa - sonrió un segundo antes de prosguir - y si te crees que tanta seguridad es por jugo frutal solo, cuando aparentan amar tanto el metal y la madera muerta, debes ser más crédulo que yo...

Perfecto. Todos fuera y nadie más a la vista. A pesar de estar todo bien cerrado, intentaría entrar por la puerta de atrás. Me arrodillé ante la puerta y saqué las herramientas para abrir cerraduras. Trasteé durante un rato intentado escuchar el *click* que indicaría que he tenido éxito.

Primero miró con incredulidad a Ian. Su repentina aparición seguramente había llevado a nada sus intentos por poner de su lado a aquellos marineros, pero aquella actitud, que desembocó en apuntarla finalmente con la pistola, fue la gota que colmó el vaso. Un sentimiento de rabio se reflejó en sus ojos mientras miraba al mosquetero incapaz de creer que la estuviera encañonando a ella. No podía ver un motivo tras aquello.

O tal vez sí. 

- Traidor. - Fue el único pensamiento que tuvo, o al menos el único que dijo en alto, siendo así también la única idea convertida en palabra y, por supuesto, la mejor de las definiciones que se le pasaron por la cabeza al mirar a aquél hombre.

Con lentitud, como si le costara hacer aquello, bajó el par de blancas pistolas -de buena factura y decoradas con hermosas piezas de marfil-, y las guardó en su cinturón, como si nunca las hubiera sacado. Suspiró de una manera nada sutil cuando acabó el movimiento, extendiendo las manos frente a ella mostrando que no era ya un peligro, y miró a Shinobu, que acababa de hablar haciendo caso omiso a lo que allí ocurría entre sus dos compañeros. O tal vez no lo eran ambos. 

Repasó en apenas un segundo como se habían desarrollado los acontecimientos, como la druida había decidido separarse de ellos y unirse a los Zaffa protegiendo el cargamento de ellos mismos. Pero luego les amenazaba, y mostraba una ingenuidad tan adorable que casi era creíble. O tal vez es que si era así de crédula. 

El vino era una de las principales fuentes de ingresos de la ciudad. Incluso el castillo que dominaba la barriada donde estaban había sido comprado con los beneficios de aquél "jugo frutal". Controlar el transporte de aquello era sinónimo de poder allí, y estaba convencida de que por eso Gaylord quería el barco, y la mercancía. No necesitaba que hubiera un secreto tras todo aquello, pues era suficiente para debilitar a su competencia mientras su familia se enriquecía social y económicamente con aquello.

"Maldita sea, por qué me ha tocado trabajar con esta gente", se lamentó en silencio, mientras ponía los ojos en blanco a la par que se apoyaba en una de las cajas, metiendo una mano en el bolsillo y llevándose los dedos pulgar, índice y corazón de la otra a la frente. Era tan surrealista que sólo podía ser una broma, estaba segura.

Pero no quería discutir con ella, así que simplemente apartó la vista de la chica y la posó sobre el guerrero. 

- Puedes apartar ya eso de mi. No soy el problema... - Sentenció entrecerrando los ojos. - Dime, ¿qué te huele mal de todo esto? Lo llevaba muy bien hasta que has aparecido. - Luego se quedó pensativa. Ladeó la cabeza mientras parecía estar atenta a algo. - ¿Y qué demonios es eso que suena? - Preguntó haciendo referencia al siseo del ácido emanado del escarabajo.

-que no eres el problema? -me acerco algo mas a Lilith poniendo la pistola sobre su cuello. Cualquier jugarreta de la ladrona seria fatal. -Robar un barco no es muy legal que digamos..

Mi cara muestra mi rabia y mi impotencia al mismo tiempo, yo no quería esta situación, pero con la actuación de la druida todo se ga precipitado.

-Soy un mosquetero... -digo bajando la voz y acercandome un poco mas a su rostro para susurrarle con aparente amenaza y que solo me escuche la ladrona.

-Y he avisado a otros para que vengan aqui.

Se que Lilith sabe qué significa eso. Cuando lleguen los otros, si ella está a bordo, la cogerán como a una ladrona. Si son como una gran parte de la guardia, puede que decidan robar el barco ellos mismos.
Eso sin contar que tal vez los del barco tengan refuerzos.

Sea como sea espero que ella salga del barco antes de que empiece todo. Shibobu y yo somos los que aparentemente protegemos la carga y tenemos más posibilidades.

Miro a los ojos ambarinos de Lilith desde muy cerca, una distancia que alguien como yo no tomaría en una amenaza esperando que no me rompa la nariz con su cabezazo.

-Sal de aqui... -pienso y digo con mi mirada...

Violed terminó su actuación con un sólo de extraordinaria precisión que habría aprendido de su maestro. Parecía que había sido en otra vida en la que la joven recibía sus lecciones en la parte trasera de una carromato desvencijado mientras su anciano instructor la corregía y la conminaba a prestar atención.

Todo eso recordaba mientras una fina sonrisa se dibujaba en su rostro y los dedos volaban por el mástil disfrutando cada nota, acariciando cada silencio y rasgando cada cuerda.

Habían volado unas cuantas monedas y la bardo agradecía el gesto pero no por el oro en sí, sino por el reconocimiento de su público y por suponer que, estuviera donde estuviese, su maestro sonreía al ver como había mejorado.

Con un arpegio improvisado, la muchacha remató su canción y dejó que las notas se extinguieran en el aire, disfrutando de los aplausos y los vítores.

Finalmente, inclinó el cuerpo y saludó a su público mientras empezaba a recoger sus monedas.

(...) Miro a los ojos ambarinos de Lilith desde muy cerca, una distancia que alguien como yo no tomaría en una amenaza esperando que no me rompa la nariz con su cabezazo.

-Sal de aqui... -pienso y digo con mi mirada...

Y claro que iba a salir, pero las esperanzas del mosquetero se vieron frustradas en el mismo momento en el que se acercó a ella, aunque si no lo hubiera hecho, tampoco habría importado. Aquellas palabras eran un aviso, sin duda, pero no terminaban de convencerla. No se lo creía, y tampoco sabía que pensar de las intenciones de Shinobu. Ambos eran un enigma, y a ella no le gustaban nada los secretos, subterfugios y engaños; no si no eran de ella misma, por supuesto.

Aquellos dos estaban jugando a un juego muy peligroso sin saber lo que hacían, sin saber a que se enfrentaban, y aunque sus intenciones llegaran a ser loables y tener un desenlace fructífero para todos, lo cierto es que seguía sintiéndose traicionada. Habían actuado al margen de ella misma, habían abordado el barco sin un plan, y encima habían estropeado su propia actuación. En definitiva, todo se había complicado por culpa de ellos dos, y por si fuera poco la habían apuntado con un arma. Tal vez el mosquetero no tenía intención de disparar. Ella no era así.

Con una sonrisa pícara que auguró lo que iba a venir, se movió rápida como una liebre, golpeando la nariz de Ian con un cabezazo mientras sacaba del bolsillo una pequeña pistola que habría sido casi imposible de detectar, disparando contra Shinobu, o más bien contra el escudo humano tras el que, con mucho acierto, había decidido protegerse.

Los segundos parecieron detenerse mientras hacía esto, para después, en el mismo movimiento, se lanzaba de cabeza tras las cajas de mercancía, cubriéndose antes de que llegaran los tiros. Sabía que su disparo se sobrepondría a la música de Violed, que en ese momento moría con los últimos compases, y por tanto el ruido atraería a la bodega a todos los marinos que habían permanecido ajenos a lo que allí se gestaba. Era una pantalla perfecta para su huida, pero aún faltaba un toque.

- Ian, Shinobu, espero que salgáis, me temo que tendré que informar al mecenas que esto ha salido mal y querrá preguntaros. - Dijo a modo de despedida, dejando claro para los marineros supervivientes que había algo más que simple piratería. Si sobrevivían los suficiente para hablar, era ya cosa de aquella parejita.

Ella, por supuesto, no estaría para verlo. Consciente de que tenía poco tiempo, se quitó el anillo que la había permitido mantenerse sobre el agua, y saltó por una de las escotillas para zambullirse en el mar. Su trabajo allí había acabado, pues cuando las cosas salían mal, era inteligente huir para poder robar otro día.

Nadó bajo el agua durante unos segundos para alejarse, y después, bajo esta, se puso de nuevo el anillo para salir de allí corriendo sin mirar atrás...

Y una vez mas el universo ha dicho “Mira se ve que Kike por fin tiene tiempo libre... vamos a joderle la existencia” ya lo siento chicos, gripe yo, gripe mi abuela de noventa y tres años... si es que la cosa es no levantar cabeza... 
En fin al lio que es mucho y muy jodido. 

Madre mía la situación se ha vuelto un poco caótica aunque me parece entender que Ian se apunta de buen grado a seguir el hilo de acción de Lilith, eso esta bien. 
Por otro lado, es hora de que las cosas se pongan serias, demasiado tal vez... 
Por cierto Durzo, no tires porque los dados del foro tienden demasiado al 1 la leche es que es a pifia por tirada casi! Que porquería de dados!

Vamos a ver que sale. 
En el muelle, Violed terminas tu actuación, el resto ya se han infiltrado, Durzo se ha ido tras el mensajero y solo quedas tu como apoyo al equipo, esperemos que no pase nada grave.... 
Justo estas pensando eso cuando suena un disparo! 
Al principio todo el mundo se queda paralizado, paseantes, marineros, todos... pero al momento el encargado de la maniobra, el capataz, sacando de su cinto su propia pistola, grita: -A la bodega! Rápido! - y los marineros, tomando chuzos, hachas, palos y toda suerte de armas contundentes, corren hacia donde están tus amigos... que esta pasando? No lo sabes. 
En la bodega, Lilith no tienes claro que les pasa por la cabeza a Shinobu y a Ian, ella quiere proteger el cargamento, aunque claro su idea de protegerlo es hundir el barco en el muelle... e Ian no tiene claro que haya que impedir que estos barriles vayan a donde tienen que ir, después de todo, parece un negocio legal... en verdad Edmond os explico las cosas pero claro, luego los planes que parecen simples tienen implicaciones de todo tipo y las cosas se tuercen, como es el caso. Los marineros, al ver el cambio de viento, empiezan a echar mano a sus armas, es hora de cambiar de aires antes de que todo se tuerza... 
Aprovechando la “salida” que Ian te da, Lilith le das un cabezazo y luego corres para saltar por donde entraste, no sin antes disparar contra el marinero que hay entre Shinobu y tu, bueno, contra Shinobu? Pero hay un marinero, que se lleva el disparo en el pecho, instantes después, mientras saltas al agua, suenan mas disparos y notas algunas astillas clavándose en tu piel, astillas de la madera arrancada por los disparos de los marineros intentando matarte. 
Al caer al agua ves que en el muelle esta Violed mirando sin saber que hacer ahora mismo ni que esta pasando. 

Mientras tanto, en la bodega, un instante después de que Lilith salte, le disparen los marineros e Ian te recuperes un poco del cabezazo en la bodega solo queda humo, olor a pólvora y los sonidos agónicos del marinero herido y el “rumrumrum” del escarabajo.... y llegan los cinco marinos de la cubierta y el capataz que al ver lo que hay rápidamente grita: -Que? Matarlos a todos!!!- esta claro que no tiene ganas ni humor ni nada para ver que ha pasado, esta claro que sois unos saboteadores o algo peor... 

Durzo, después de dar un par de vueltas y estar bastante seguro de que no hay mas mercenarios dentro, que solo están el contratista y el contable, te decides al fin a hacer tu jugada y acercándote a la puerta trasera, intentas forzarla. Es una puerta bien cuidada y de calidad, en los muelles hay muchos ladrones e intentan ponérselo difícil, aunque al principio crees que la cosa va bien... nada, lo intentas y lo intentas pero no se abre y sigues con ello cuando... la puerta al fin se abre! Pero no por que tus ganzúas hayan funcionado, no, mas bien porque alguien abre desde dentro a ver que son esos sonidos en la cerradura! Es el contable que te apunta con una pistola a bocajarro mientras dice: -Puedo ayudarte en algo?- Seguramente te esta tomando por uno de los cientos de ladrones oportunistas del puerto... 

Que tiro tan injusto, la druida se agachó y preguntó al marinero si estaba bien, justo cuando el capataz molestaba sin necesidad - yo he venido con calma y espero irme igual, en vez de molestar ve a buscar a un doctor... - ¿podría sanarle ella? Si, pero no iba a malgastar su energía en alguien que le había amenazado un momento antes. Y por que negarlo, tampoco tenía nada en su contra como para matarlo.

- La orden que acabas de dar, debería proceder de los Zaffa a los que he venido a ver. ¿te harás responsable si por matarme les niegas información interesante a tus benefactores?

No se mostró con intención de atacar, no al menos si la lucha sinsentido no llegaba.

Los gritos provenientes del muelle y seguido de cubierta, el sonido de pasos corriendo escaleras abajo hacia las bodegas, y los tiros que llegaron segundos después mientras ella se tiraba al agua, la dieron toda la información necesaria para saber que su plan de irse de allí y meter en una trampa a Ian y Shinobu había dado resultado. Que les pasara a continuación iba a ser difícil de saber por el momento, pero en verdad ya no era su problema y, aunque lo hubiera sido, no podía hacer nada. 

Por tanto decidió que alejarse todo lo posible de allí era la mejor opción, y era lo que hacía mientras corría sobre las aguas hacia otro punto distante del muelle. Por el camino, eso sí, giró la cabeza para mirar hacia el puerto, dónde pudo distinguir a Violed. La bardo había recogido las cosas y miraba sin saber muy bien que hacer. Como ella misma, era una víctima más de aquella estúpida forma de actuar por parte de la druida y el mosquetero, y no se merecía ser juzgada por nada de ello. De momento no la habían relacionado, pero si permanecía mucho allí, tarde o temprano lo harían, tendrían preguntas para ella, y no saldría bien parada. 

Así que se mordió el labio, sacó una de sus pistolas del cinturón, y disparó al aire. Un tiro proveniente del mar, donde no debía haber nada más que agua, llamaría la atención de más de uno, pero sin duda entre ellos su compañera. Cuando así paso, pues no había forma de que no lo hiciera, hizo gestos a la chica para que se fuera de allí. Esperaba que fuera lo suficientemente hábil como para buscar refugio en la casa de postas que Gaylord les había cedido, pues allí es dónde ella se dirigiría en cuanto estuviera segura de que no la perseguían. 

Un dolor agudo y punzante la devolvió a la realidad haciendo que se esfumara todo pensamiento que no era sobre sí misma. Varias de las astillas habían atravesado su ropa y se le habían clavado profundamente. No eran heridas mortales, ni siquiera necesitaría cuidados médicos, pero cada movimiento que hacía provocada una sensación molesta de incomodidad de la que tendría que librarse cuanto antes, en cuanto tuviera unas pinzas o aguja para sacar las finas hebras de madera. 

Cinco hombres más y el capataz con su pistola. Diez contra uno.

La druida intenta convencerlos de que puede ser útil no matarla, pero por mi experiencia, probablemente prefieran quitarse de dos problemas antes que hacerle caso a una chica con pinta de lunatica.
Yo no estoy para diplomacias, nos han amenazado y eso me basta y huir no es una posibilidad.

Sin duda alguna el lobo opinará como yo, al fin y al cabo, su interes es proteger a Shinobu y yo hice esta locura por ella.

Eso ya hacen cinco contra uno.

Con la nariz sangrando y gritando miebtras cargo después de disparar seguro que como poco creo algo de confusión y la druida reacciona.

Eso ya serian tres para cada uno, armados con pistolas que acaban de descargar y palos. No saben la que se les viene encima...

¡¡LOBO!! - grito mientras descargo mi pistola contra el capataz, la sorpresa, nuestra mejor arma. Sin duda parecere un loco cargando contra ellos, pero son muchos en no mucho espacio así que confío que pueda mantener el ritmo el tiempo suficiente hasta que el último de ellos corra o decida dejar de respirar.

Aquello no había salido como yo esperaba. Tenía que pensar algo rápido o acabaría con una bola de plomo incrustada en la cabeza. Tenía que sacar mis dotes de comunicación para intentar camelarme a aquel tipo.

Vengo de parte de Sarva. Sospecha que tenemos un topo dentro que está pasando información a una nueva asociación de comerciantes que intenta instalarse en la zona. El objetivo eres básicamente tú que posees los libros de cuentas. - pienso deprisa - ¿No encuentras un poco extraño que os hayan dejado solos aquí en la casa sin ni siquiera un solo hombre de protección? - le miro a los ojos por encima del cañón de la pistola - Eres un tipo listo, piensa. Tú, el jefe, solos, con los libros de cuentas con todos los datos económicos de la familia Zaffa aquí a merced de cualquiera suficientemente hábil como para entrar.

Me levanto poco a poco sin hacer movimientos bruscos. - Yo hago tabajitos discretos para Sarva y me ha enviado a vigilar la casa. Cuando he visto que todos salían, he decidido entrar sigilosamente para ver si había alguien dentro y acabar con él.

No tenía demasiado claro que aquello funcionara, pero mejor que intentar algún movimiento brusco que pudiera hacer disparar el arma. Además, no estaba en una posición demasiado ventajosa para mí

Al oír el tiro de Ian la druida se encogió de hombros degollando al herido, sus palabras no servirían de nada tras eso, y prefería no tener a nadie armado a su espalda.

- así no se hacen las cosas, tu eres el intruso después de todo - saltando a por el siguiente, utilizando la guadaña como una vara para aprovechar el espacio algo más reducido, se lanzó a golpear al siguiente - Escari - así llamó a su amigo escarabajo - no hace falta contenerse suelta todo lo que tengas antes de irte por favor.

Bajo el agua el cargamento no se movería de allí, Zaffa pierden, y el egoísta al menos no gana tampoco, y nadie le podría acusar de ladrona.

Tengo que decir que me encanta Shinobu: 
Me agacho junto al marinero para ayudarlo... 
(dos segundos después( 
degüello al marinero.... 

Da mucho miedo!!! En serio!!! 
Voy a avanzar en el combate todo lo que pueda, hasta que pase algo que sea lo bastante grave y/o importante para hacerme parar por si replanteáis algo o lo que sea. 

En un momento, tras la marcha de Lilith, la bodega se llena de gente! A los tres marineros que quedan en pie tras la locura de la ladrona se unen cinco mas y el capataz que viene cabreado y dispuesto a todo! 
El capataz grita para que os maten, Shinobu responde degollando al marinero herido que esta a su lado lo que parece dejar claro que esta es una lucha sin cuartel! Lunarian carga a por uno de los que acaban de llegar, Ian dispara su arma. 
La pistola de Ian apunta al capataz y apenas ha formulado su orden, suena el estampido y cae al suelo alcanzado por el mosquetero que una vez descargada la pistola, se lanza al ataque. 
Los barriles de vino obstaculizan mucho el combate e impiden a los marineros sacar provecho del todo a su numero para rodearos la verdad. Ian se lanza a fondo contra la masa de ellos y hiere de gravedad con su espada a uno en la clavícula, el intercambio es feroz, Ian recibes un golpe en la cabeza, algo romo, un palo, una herramienta, no sabes... pero duele bastante.  
Lunarian embiste contra uno y le muerde ferozmente la rodilla, gritos, sangre, gruñidos, el hombre no cae al suelo como parece pretender el animal, pero ni el ni su compañero logran tampoco alcanzar a la furiosa masa de pelo blanco que es el lobo. 
Dos marineros mas, incapaces de llenar a Shinobu, la toman con el escarabajo que esta liberando acido contra el suelo antes de que lo aplasten con sus botas a lo bestia y sin reparos, el animal, chafado, desaparece de regreso a su plano de existencia y Shinobu, furiosa por que se entromenten en tu plan y machacan a tus nuevos amigos, pasas al ataque pero en medio de la caótica batalla la guadaña choca con uno de los contrafuertes de la bodega y no alcanzas a nadie. 
Ian vuelves a golpear al que heriste antes y esta vez le atraviesas los pulmones y cae al suelo, esta muerto, bien muerto! Sus compañeros siguen atacando y ahora recibes otro golpe en la espalda, mas flojo pero sangrante... 
Lunarian termina de derribar al que tiene atrapado por la pierna y en el suelo se lanza a por su cuello, esta acabando con el pero mientras tanto el otro marinero castiga furiosamente las costillas del lobo con el chuzo que tiene en las manos. 
Shinobu esta vez si que alcanzas con la guadaña a los marineros, a uno de ellos, haciendole un corte feo en el estomago pero que no llega a ser lo suficiente como para acabar con el, ellos por su parte te golpean lanzadote a la cabeza unos palos cortos y duros, que no sabes que son pero duelen una barbaridad! (escoplos y manos que usan en el barco vamos) 

Resumen de la situación: 
Ian 18 -8 (10) se enfrenta a cuatro 
Shinobu 14 -3 (11) se enfrenta a dos, uno de ellos herido  
Lunarian 18 - 6 (12) Se enfrenta a uno

Violed, no sabes que esta pasando ni que sucede con tus compañeros, suenan mas disparos, la gente esta rodeando el barco, alguien grita que busquen a la guardia, otros que por que nadie piensa en los niños! Alguien intenta vender en la multitud empanadas,... así esta la cosa... y no, no tienes noticia de que nadie haya salido del barco! Están atrapados dentro presumiblemente luchando por su vida... si es que aun viven! 
Y es que Lilith, después de la zambullida, la pólvora de las cazoletas de las armas esta mojada, no hay forma de que eso dispare hasta que las saques del agua, las seques, cambies la pólvora, etc... y es que sumergirse esta muy bien para escapar pero el agua y las armas de fuego se mezclan muy mal... no puedes avisar a Violed así. 
Cuando sales del agua, unos cuantos atracaderos mas allá, ves a lo lejos a Violed mirando hacia el barco y a una multitud a su alrededor, nadie parece ser consciente de tu presencia y por como suena en el barco, parece que allí dentro hay una batalla con disparos, gruñidos, gritos y de todo... 

Durzo!!! Que manía con tirar! XDDD 
Allí estabas tu, abriendo la puerta esta cuando te encañonan.. genial! Simplemente genial! Y ahora que? Porque si intentas matarlo y fallas tus sesos van a ser un adorno de la leche.. y si no haces nada, tus sesos van a ser un adorno de la leche! Menudo problema. 
Pero si hay algo que se te da mejor aun que acuchillar es inventarte cosas y que la gente se las crea, eso si que se te da bien, el mentiroseo general... y eso es lo que intentas. 
El contable escucha tu inverosímil historia y puede que la hayas contado con mucha arte o puede que en el fondo no sea un asesino a sangre fría, sea lo que sea, parece que esta dispuesto a creerte y aparta un poco el arma (pero no la desamartilla ojo) mientras te dice: -Uuuummm no se si me convence eso que dices pero... pasa, habla con el jefe y que el decida..- por lo que se ve, su idea es que le cuentes eso al jefe que estaba con el, que no sabes quien es y que esa persona decida o te mate y así no tener que hacerlo el mismo que parece tener reparos. Si bien no deja de apuntarte, no es un profesional y en su acto de apartarse y dejarte pasar abre muchos huecos en su defensa por si quieres aprovecharlos (No tiene disparo a bocajarro así que al estar en CC e intentar usar ese arma se le considera desarmado con lo que tienes derecho a un ataque de oportunidad contra el si deseas usarlo) 

Parece que mi historia había surtido efecto. Mis dotes de palabrería cada vez eran mejores. Sin creérmelo demasiado, hice caso al tipo y entre en la casa. Se notaba que el tipo era contable y que no estaba demasiado familiarizado ni con las armas ni con el hecho de tener prisioneros ya que dejó un espacio entre el arma y su cuerpo al dejarme entrar. Aquello hubiera pasado por alto para cualquiera, pero alguien como yo estaba constantemente atento a los pequeños detalles. Sabiendo que solo había 2 personas en la casa, acabar con uno de ellos llamaría el camino para robar el libro y quizás matar al jefe. Eso sería un golpe magistral.
Sin darle tiempo a reaccionar, saque mi puñal y le asesté una puñalada.