Partida Rol por web

El noble se marcha con el sirviente de su nuevo señor y la joven, disimuladamente se hace con la bolsa que ha dejado Scarza y marcha directamente hacia su habitación mientras Ian simplemente se desespera con un trozo de pan con queso mientras se pregunta si no ha metido la pata hasta el fondo al embarcarse en esa empresa con esos compañeros.

-Tienen pinta de ser más competencia que compañeros- piensa mientras limpia el barro reseco de sus botas.

Sus pensamientos se interrumpen cuando una lluvia de noticias llega hasta él de manos de su gente, el campo realmente está perdido, incluso su familia ha marchado en busca de otros trabajo ¿y su hermana?. La preocupación le invade y cuando hablan de solicitar ayuda a un gran señor, el mosquetero lo ve claro. 

-Haré llegar estas noticias a mi nuevo patrón, apenas le conozco, pero parece un hombre dispuesto a ayudar para que las cosas mejoren-dice como respuesta-y si no esta dispuesto a ayudar, buscaré la ayuda en otra parte.

Tras unas pocas noticias y despedidas, vuelve a entrar en la casa y se percata de todos los errores que está cometiendo.

-¡Maldición!- exclama al darse cuenta de su torpeza. No se ha preocupado en saber dónde exactamente vive el noble para el que ahora trabaja y sin duda alguna, si todos aquellos hombres de campo hubieran ido a ver directamente a Edmond habrían causado más impresión. Ahora él tenía que contar una buena historia para que aquellos sucesos pudieran parecer interesantes al noble.

Se vuelve a sentar en el interior de la vivienda atusandose el bigote y tomando un poco de vino para pasar un nuevo trozo de queso esperando que Scarza vuelva junto a su otro compañero pronto para contarle los sucesos. Marcharía él mismo a buscarlos, pero no quería dejar a la chica sola en la casa.

-!Muchacha¡-grita algo malhumorado por sus torpezas-¡Dame mi parte del oro por matar al jabalí!.

Por lo menos sus 10 piezas de oro le sentarían bien a su bolsillo y tal vez ayudaran a mejorar el día

Dramon atiende a todo lo que Scarza le dice. Intenta esconder su triunfante sonrisa bajo su poblada barba. El hecho de estar allí, compartiendo unas jarras de vino con ese hombre de confianza para los Gaylord ya le parece un exitoso resultado a sus planes. Nota que los presentes le miran, quizá preguntándose quién es ese noble desconocido que parece tener tan buena relación con la mano derecha de Edmond Gaylord.

Lo que Scarza le ha contado le parece de lo más relevante. Con su grave voz, pide la cuenta haciéndose notar en toda la taberna. Da una palmada en el hombro del criado con camaradería.

¡Tabernero, cóbrame! Yo invito a mi compañero.

Tras despedirse de Scarza, a quien permite regresar a sus tareas tras robarle estos minutos, se dirige de nuevo a la casa. Al llegar observa a un grupo de gente. Están montando en sus carromatos tras despedirse del mosquetero. Por sus apariencias interpreta que son personas llegadas del campo. No alcanza a identificar el por qué de esa visita, pues cuando llega a las puertas de la vivienda, esas gentes ya se están marchando. Dramon permanece unos instantes mirando las roderas que le indican la dirección por la que han venido los carros. Al cabo de un momento entra y busca al mosquetero con la mirada, al que localiza en la zona común disfrutando de un poco de queso y un trago de vino. El soldado le increpa a la muchacha, a la que Dramon no ve, que le dé lo que le pertenece. El noble se sirve también un vaso y entabla conversación con el mosquetero, con el que aún no ha tenido oportunidad de hablar.

¿Qué hace un grupo tan numeroso de campesinos tan lejos de los campos? No me huele nada bien. ¿Son allegados vuestros? Por cierto, mi nombre es Dramon Beresioss.

Acerca su vaso de vino al otro hombre, ofreciéndoselo para entrechocarlo con el de él, a modo de saludo.

¿Dónde ha ido esa muchacha?

-Ian- dice sin saber si le había oído la primera vez cuando salía de la casa o no se había enterado. A su vez, le sirve un baso de vino y le acerca el queso a Dramon.

-Si que conozco a los hombres que venían en el carromato. Son de las tierras por las que esta o estaba la granja de mi familia que al parecer ha sido asolada por una extraña plaga y como decís, no huele nada bien, deberíamos transmitírselo a, Edmon se llama ¿verdad?- Le dice a Dramos, pues sin duda alguna, su palabra cuenta con más interés que la de un mosquetero cualquiera.

-En cuanto a la chica, está en su habitación contando nuestras monedas de oro para asegurarse de que el pago es correcto.- hay rintintín en esas palabras, pero se da cuenta que para bien o para mal no los conoce, así que debe dar una oportunidad a cada uno al igual que espera ganarse su confianza de ser gente honrada.

Cuando ve llegar a Dramon, justo un poco después de que el mosquetero la llame a gritos de manera cuanto menos descortés, decide salir de su habitación al fin. 

Tarda apenas unos minutos en, ante la vista de sus compañeros, cerrar su puerta de manera improvisada con unas ganzúas que se saca del cinturón. Luego, cuando se asegura de que no puede abrirse más que por la fuerza o con una llave adecuada, se gira de nuevo y se encamina al salón, donde parece que los dos caballeros están presentándose, ¡otra vez!

Por su parte, se acerca tranquilamente y en silencio hacia la comida y coge, ella misma, un trozo y una copa en la que se sirve vino, apenas la mitad del vaso, lo justo para mojarse los labios y comer, lo que con mucha parsimonia hace sentada sobre uno de los sofás, encarada hacia ellos. 

Permanece así, mirándoles, masticando y bebiendo como toda una dama, sin decir palabra alguna y mostrando aún menos interés que nada. Colgando de su cinturón hay dos bolsas, la suya, y la que reconocéis si os fijáis como la que Scarza ha dejado en pago por la caza. Cuando acaba de comer, se limpia las manos y coge esa última bolsa, sonriendo en todo momento hacia los dos hombres. La abre, y saca, una a una y contándolas en voz alta, cinco relucientes y doradas monedas, las cuales, con un gesto despectivo, tira al suelo a los pies de Ian. Sin dedicarle apenas una mirada condescendiente, dirige su atención hacia el noble. 

- 5 piezas de oro, mi señor - El sarcasmo es completamente detectable, pues no hay ni rastro de servicial actitud ni respetuosas palabras -. El soldado ya tiene las suyas. ¿Quiere vos también su parte? - Está vez ensancha su sonrisa en lo que parece un gesto burlón y divertido -. Hay limosna para todo el que la pide, no tenga usted vergüenza de mostrar su necesidad también.

Dice las palabras muy suavemente y en un tono deferente y tolerante, como si la caridad fuera algo tan inherente a ella que no significara un favor. Ún clérigo bonachón a un mendigo, por la calle, le trataría con la misma indulgencia y afabilidad, pues un pobre no tiene la culpa de serlo en esos días, y cualquier alma merece ayuda. 

Dramon no responde inmediatamente, sino que da un nuevo trago a su vaso de vino, sin dejar de mirar a la chica. Como ella, él también ha permanecido mirándola sin decir nada, examinando la actitud de esa joven. Expira saboreando el vino que calienta su garganta, que sin duda es un buen vino, cosa que no dudaba estando donde están. Al noble poco le importa el oro, y menos una cantidad tan insignificante como 5 piezas. Está lejos de ser un rico señor, incluso lejos de ser lo que hace un tiempo llegó a ser, pero ni mucho menos puede decirse que le vaya mal económicamente. Por ello, prefiere salvar su honor ante esa chica a exigir sus 5 monedas. Será un gesto, piensa, más destinado a la consecución de lo que realmente le interesa. Su posición.

Cómprate algo bonito con mis cinco monedas, preciosa.

Dramon sonríe con soberbia. Sólo pretende devolverle la bofetada verbal que ella le dio anteriormente, pues ni mucho menos permitirá ser pisoteado por lo que parece que es una simple ladrona, por mucho que respete ese oficio. No obstante, no es su intención iniciar una discusión con aquellos que pueden servirle de utilidad.

Por mi parte, todos contentos. Es eso lo que queremos, ¿me equivoco? Parece que somos un equipo ahora. Me importa bien poco lo que os ha traído hasta aquí. Si vuestros objetivos son compatibles con los míos, creo que nos llevaremos bien.

Alza su vaso a modo de saludo amistoso con ambos. Primero mira a Ian, y luego a Lilith. A ambos les dedica una inclinación de su cabeza. Acto seguido, apura de un trago el vino que le queda.

-Cinco piezas enteras- dice cuando el oro golpea el suelo. 

Mientras echan su pulso la chica y el noble, Ian recoge sin miramientos su oro y lo pone sobre la mesa apiladas justo delante de él y coge su vaso de vino en apariencia pensativo.

-Soy un hombre de campo al que no le importa agacharse para recoger lo que es suyo y no nos conocemos, así que no me molestaré por el trato que reciba de vosotros siempre que el oro merezca la pena, pues esta asociación solo sirve para eso, para llenar nuestros bolsillos.

Se le ve tranquilo, al parecer ya se le ha pasado el enfado anterior y por lo que parece la acción de la joven no estaba demasiado alejada de lo que esperaba.

-Y si os soy sincero, a mi me faltan cinco piezas de oro, ya que Scarza indicó que pagaría diez piezas de oro.-coge las monedas y las suelta una a una en la torre para que suenen- habría esperado un pago de tres piezas de oro y algo de plata y habría considerado que Edmon nos había pagado las diez piezas a todos, pero ¿cinco piezas?- chistea entre dientes mostrando su descontento-No me salen las cuentas chica, así que voy a suponer que has guardado el resto para un fondo común.

Dicho esto, guarda las cinco piezas de oro en una bolsa y apura su vaso de vino.

-Dramon, siempre que tus objetivos necesiten de un acero a tu lado, cuenta conmigo. Para juegos de corte, me temo que no te seré de mucha utilidad, pero es lo bueno de este grupo, parece que tenemos habilidades muy dispares y versátiles para solucionar cualquier cosa que nos proponga Edmond.

Bueno toca acción. 
A ver una cosilla, Shinobu no me quedo muy claro si en este turno intentas hacer un conjuro de fuego o algo parecido, la verdad es que me he quedado algo confuso. Lo ideal y esto es para todos es que uséis las notas al final del mensaje para aclarar algunos detalles cuando hacéis algo como usar magia o alguna maniobra compleja, eso facilita mucho las cosas. 
Y ya sin mas, vamos con lo que pasa y con el sarcasmo mas caro del mundo, cinco piezas de oro por sarcasmo! Lilith podrías dedicarte profesionalmente a ello! :p 

Los gritos de las patatas a la carga (una frase que jamás soñé siquiera tener que escribir) hacen que en las casas cercanas se empiecen a abrir puertas y por ellas salgan lugareños perfectamente vestidos, nada de camisones ni ropa de dormir, y armados con utensilios de granja, de esos que aplastan, cortan y muelen con terrible eficacia. Es evidente que estaban esperando un “ataque” de las patatas esta noche y eso quiere decir que son vuestros refuerzos, Violed y Shinobu... siempre y cuando no os confundan con algun tipo de atacante... 
Y es que algunos, los que salen de la casa mas grande, se quedan paralizados al ver al kobold-zombi-planta, algo que nunca habían visto y para lo que no están preparados y los demás se detienen de golpe discutiendo entre ellos por que claro... 
-Vamos! A por ellas!- dice uno de los que va detrás del grupo. 
-Parar! No os acerquéis! Hay un jodido lobo! Y es enorme!- dice uno de los de delante todo asustado y es que claro ellos salían a pegarse con unas patatitas locas... no con un lobo enorme y albino! 
Violed con la antorcha bajo el brazo, usas las manos para golpear el yesquero hasta que arrancas unas chipas del mismo, con la luz puedes darte cuenta de que hay al menos cuatro lugareños mirando horrorizados a la cosa kobold-zombi-planta (Kozopla para resumir) mientras que esta poco a poco se esta “desclavando” de la pared por el metodo de arrastrarse hacia atrás y sacarse el virote que deja clavado en la pared, 
La oleada de patatas cae sobre el lobo que a su vez cae sobre ellas, aplastando a una en su acometida y destrozando a otra de un mordisco, las patatas intentan derribarlo como la otra vez colgándose de su pelaje e intentando morderle, una de ellas se cuelga con su boca de una de las patas, hiriéndolo levemente pero hiriéndolo... la gente no se atreve a acercarse, temen al lobo mas que a las patatas pero Shinobu no puedes dejar que tu compañero sufra daño por culpa de esos tubérculos de mal y las golpeas con tu guadaña, segando que es lo que se merecen... el golpe corta a unas cuantas, son muchas pero la guadaña arrasa con unas cuantas de ellas (Esto grupito al ser mas numeroso utiliza reglas de enjambre) 

Un buen rato después de que Scarza se haya marchado y de que Rogui y los otros refugiados hayan seguido su marcha en busca de quien los escuche, esperanzados por que Ian has prometido interceder por ellos ante tu nuevo señor, seguís con el coleante tema de las monedas... tenían que ser diez? Acaso Lilith os ha robado ya la mitad antes de manipular la situación para conseguir la parte de Dramon? La chica es perturbadoramente atractiva e insinuante si... pero también es una liante! No necesitáis mucho mas para saberlo... 
Sea como sea, al menos hay una cosa clara, tenéis un buen grupito en cuanto a habilidades y capacidades se refiere, todos sabéis luchar, se ha visto que no teméis mancharos las manos, aunque Ian en eso es el que destaca, luego están Dramon y Lilith que parecen saber como moverse en sociedad y hacer y provocar cosas turbias o discretas, el puede ser mas social, ella mas turbia... pero al final sois un grupo que se compenetra bastante bien la verdad... si no os matáis entre vosotros... 
Tras pasar el resto de la tarde hablando entre vosotros y poco mas la verdad, al anochecer, viene un carro hasta la casa, conduce Scarza y trae a Edmond con el: -No pensaba venir tan pronto..- dice el noble al bajar del carro: -Espero que hayáis descansado por que tengo algo para vosotros y creo que Ian ya sabes lo que es...- tiene que ser que ha hablado con Rogui y el resto de los refugiados. 
-La verdad es que no se como tomarlo, verduras y hortalizas que atacan? Es demasiado absurdo la verdad pero si eso esta alterando el funcionamiento de nuestros viñedos podrían hundir la economía de nuestro barrio y de toda la ciudad si no hacemos nada... quiero que vayáis y averigüéis lo que esta pasando allí.- 
Scarza se adelante y pone sobre la mesa un mapa en el que hay destacadas las aldeas y mansiones solariegas que rodean los viñedos, Edmond señala una de ellas, mas o menos en medio de todo: -Aquí esta Caer Faris, es una de las casas de la familia, he mandado ya un mensajero para que se preparen para que lleguéis por la mañana, estarán esperándoos y tienen instrucciones de daros lo que necesitéis, sitio para dormir, comida, información... necesitamos saber que esta pasando en realidad y cuanto va a afectar a la producción de los viñedos y también que podemos hacer para solucionarlo...- por lo que parece no solo espera un reconocimiento de vuestra parte, si solucionáis todos los problemas que surjan mostrando iniciativa y capacidad puede que ascendáis en la organización y en lo importantes que sois para los planes de la familia, Dramon esta puede ser una ocasión de oro con mínimo riesgo... 
-Por la mañana tendréis aquí unos caballos...- Edmond con esto ultimo se despide dejándoos el mapa para que lo consultéis si queréis hacerlo. 

(Tenéis algo de tiempo aquí para hablar y decidir y esas cosas, no voy a avanzar mas por si queréis hacer algo o decir algo antes del “amanecer”) 

Ese maldito engendro vegetal estaba liberándose de la sujeción del virote pero al menos había conseguido ganar tiempo. Los aldeanos empezaban a salir de sus casas atraídos por el ruido del combate pero ahora no tenía tiempo que perder con ellos, debía mantener toda su concentración en destruir aquella amenaza.

Respirando hondo, la muchacha se lanzó a por el kobold poseído, con la espada en la mano hábil y la antorcha en la torpe.

- A él- gritó para llamar la atención de los lugareños sobre la criatura que trataba de meterse en la casa.

Cuando estuvo cerca, trató de alcanzarla con el fuego de las llamas mientras preparaba la defensa con su espada anticipando un posible ataque.

- Chica- gritó a la muchacha de pelo plateado. Cayó entonces en la cuenta de que no sabía su nombre- te necesitaré para apartarla de la casa, no quisiera que el fuego se extendiera más allá de la criatura.

La muchacha le guiña el ojo a su lobo y corriendo a golpear al "kozopla" para apartarlo de la casa de una segada, grita - ¡esa chica tan guapa de ahí dice que dará un beso a quien más patatas de esas destroce! ¡el lobo le ha oído y está intentando ganar para si mismo ese beso! ¡¿se lo vais a dar en bandeja si no os dais prisa si ya dicen que los lobos se las saben todas! - a ella no le interesaban esos besos, y por ello dejaría las patatas a los hombres... aunque por dentro se reía por su broma, esperando destensar un poco el ambiente ¿que loco se tomaría esa tontería en serio?

Incluso imaginaba a su lobo perdiendo ganas de matar patatas y se reía con picardía, ya más cerca de la muchacha se presentó - Shinobu Hoja Grácil, encantada señorita del instrumento e madera muerta que le da vida

Se acabó el descanso de la kozopla esa, ya tenían fuego y el reposo extra para dar tiempo a la chica había terminado, ya con fuego, tal vez sería una batalla de desgaste, y esperaba que no fuera esa cosa demasiado dura.

Sonrió. Había conseguido cinco monedas de oro atacando al orgullo del noble. Era un truco tan viejo como la vida misma, y había acertado de pleno. No era alguien a quien le importara recibir chanzas e insultos si lograba lo que quería, pues siempre quedaba tiempo para la venganza y el dinero en cambio volaba en cuanto una se despistaba.

Por suerte para Dramon, pues ella no solía amilanarse tampoco ante los duelos verbales, Edmond apareció de improviso mucho más pronto de lo que esperaba. Su mecenas parecía a medio camino entre nerviosos e incrédulo, y no era para menos. La historia que venía contando, al parecer la misma que los aldeanos habían relatado a Ian, parecía más culpa de algún ilusionista bromista que de una plaga real. A medida que les relataba lo sucedido empezó incluso a sospechar de alguna droga vertida sobre el pozo de la aldea. Fuera como fuera, no iba a creerse nada hasta que no lo viese con sus propios ojos, y cuando eso pasara, bueno, daba igual. Que pagaran por un paseo al campo para ir a segar unas malas hierbas no era un trabajo difícil pero si rentable, así que le importaba un comino. 

Dejó de todas formas que hablara el noble, les expusiera el plan y les dejara un mapa que apenas observó. Luego, cuando hubo acabado, y antes de que ninguno de sus compañeros pudiera hablar, chasqueó la lengua y se dio la vuelta. Y se fue así, sin despedirse ni nada, a su habitación. Prepararía todo, descansaría un rato, ¡y en marcha! 

Diez minutos después estaba observando los dados que había robado de la taberna, tumbada en el cómodo jergón, hasta que se quedó dormida a la espera del nuevo amanecer. 

Ian agradece a Edmond que les ponga en la pista de los problemas que se están dando en los campos. No le comenta mucho, pero si le hace ver, que es algo que le importa y por lo que le estará agradecido por demostrar simplemente su preocupación con el tema. Al saber que el siguiente día saldrán, se siente emocionado, aunque las noticias extrañas sobre lo que está ocurriendo le hacen sospechar sobre la verdadera amenaza

Sea como sea, la visita del noble termina rápidamente y nosotros debemos prepararnos para salir. Lilith es la primera en marcharse a su habitación sin mediar palabra alguna, lo que provoca que el mosquetero refunfuñe ante esa actitud pues por lo menos en ese asunto son compañeros y de alguien así, no puede fiarse y si no se fía, significa que tendrá que cuidarse las espaldas de amigos y enemigos por igual.

-Toda un ejemplo de educación esta chica ¿verdad?- dice para cortar el silencio que se ha producido con la desaparición de la joven-No puedo negar que nuestra compañera es...atractiva, pero juraría que su saliva es venenosa.

Se atusa el bigote pensativo y recoge su sombrero de la silla donde lo había dejado.

-Habrá que descansar, mañana promete ser un día largo, aunque viajar por los campos siempre es agradable- da un par de pasos dirigiéndose a su habitación pero se detiene para mirar otra vez a Dramon- ¿hortalizas que atacan?- es algo que no puede ni imaginarse así que tampoco puede pensar en cómo luchar contra algo así en caso de ser cierto- deberíamos llevar cabras, se lo comen todo...

¿Ataques de hortalizas vivientes? Pero qué diablos significa eso... Si no fuera por la conversación que mantuve con Scarza diría que ese Gaylord le da a la mandrágora o a alguna sustancia rara...

El rostro de Dramon se torna más extrañado a medida que el otro noble habla y les explica la situación en la que necesita que intervengan. Eleva su vaso de vino, pues acababa de servirse otro, y examina minuciosamente el contenido. Sí, parece vino. Lo que está oyendo es cierto y no está sufriendo alucinaciones. Jamás se ha visto envuelto en una situación tan inverosímil, por lo que sólo le queda escuchar con atención las explicaciones del noble.

Cuando Edmond se marcha, la chica se va a su habitación ante la sorpresa del mosquetero, cuyo honor choca con esa actitud de la ladrona. Dramon la mira marcharse, dirigiendo su vista al trasero de la joven. No sólo se fija en ese punto por lascivia, que también, pues no deja de ser un tipo indecente en esos temas, sino sobre todo porque observa las herramientas que cuelgan del cinturón de la chica. Piensa en la conversación con Scarza y se atusa su poblada barba. Finalmente sonríe y se dirige al mosquetero.

No os preocupéis, aprenderá que en ocasiones hace falta algo más que ganzúas para salir airoso de los problemas. De igual modo que no nos basta con mosquetes o floretes. Todo en esta vida depende de las correctas asociaciones.

Se despide de Ian con una inclinación de cabeza y toma asiento en una silla, cogiendo el mapa y cruzando sus pies encima de la mesa, recostándose. Con la edad ya apenas duerme. Le basta con una cabezada para recuperarse, por lo que él opta por no retirarse a su habitación, al menos de momento. Sujeta ante él el mapa con una mano, manteniendo en la otra su vaso de vino.

Este barrio parece estar convirtiéndose en el centro de muchos problemas. Sí... eso me beneficia.

Da un nuevo trago y continúa examinando el mapa.

Os veo un poco callados estos días eeeeh! 

Bueno vamos con la acción, de momento no hay rebaños de cabras! Ya os aviso yo, pero oye, si os da por conseguir uno... el master no va a poner objeciones xD 

En medio de la batalla habláis entre vosotras, prácticamente a gritos por que entre los sonidos de guerra de las patatas, los chillidos de la planta que cubre al zombi-kobold (Kozopla recordemos) y los gritos de los aldeanos, aterrados por el lobo, por el kozopla, por todo en general, tenemos montado un guirigay de agarrate y no te menees. 
Shinobu te presentas ante la chica del instrumento y también prometes a los mocetones aquí presentes que ella les dará un beso si ayudan a acabar con las patatas y también esta la cosa de que se van dando cuenta de que puede que el lobo no sea enemigo, después de todo (Aquí llega su gran lógica) tiene tu mismo color de pelo y tu eres una druida, una enviada de Cyna y Gifu sus diosas, las diosas de la naturaleza, el crecimiento, las plantas, la primavera y todo lo demás (En la sección de trasfondo salen los dioses por si queréis mirarlos) ya que estas gentes de campo tan lejos del civilizado centro del mundo aun creen en los viejos dioses y sus tradiciones, tal y como hace tu maestro Shinobu y tal y como se hacia en el templo del bosque... 
Así que envalentonados, pero no demasiado, manteniéndose siempre lejos del lobo que una cosa es creer y otra ser un confiado, se lanzan a aplastar, machacar, destrozar patatas alrededor del enorme animal albino.. 
Mientras tanto, Violed has conseguido el fuego que querías y ahora solo queda apartar a la cosa de la casa, para no prender fuego a la aldea intentando salvarla claro... Shinobu, tras ofrecerte como premio, acude corriendo al rescate para golpear y apartar con su guadaña mientras tu prendes fuego... el plan no es malo. 
El golpe de Shinobu, si bien no es una maravilla, es suficiente para liberar a la cosa y desequilibrarla hacia atrás donde cae aparatosamente. Mas tras intentar golpear a Shinobu y solo conseguir golpearse a si misma, esta claro que esta cosa, el Kozopla, no es demasiado hábil no... 
Entonces Violed le acercas la llama y la planta vuelve a chillar, aun sin entender como puede chillar una planta la verdad.. la cosa es que el kobold no prende demasiado bien, esta recién muerto y muy húmedo, pero la planta si, arde! Y al hacerlo el Kozopla se revuelve desesperado dando manotazos pero sin conseguir nada concreto hasta que cae de bruces y ya no se mueve mas, podéis ver perfectamente como la planta, ardiendo, se va consumiendo hasta desaparecer sobre el cuerpo del ser... 
Una vez muerta la criatura las pocas patatas que aun no han caído intentan huir del lugar, puede que una o dos lo logren pero la inmensa mayoría acaban en las fauces de lobo o aplastadas por los mozos del pueblo... parece que habéis salvado la noche! Y el lugar! 
-Huyen! Hemos ganado!-
-Loada sea Cyna!- 
La gente esta celebrando a gritos por todas partes menos un anciano que se acerca a vosotras, mira el cadáver aun consumiéndose del Kobold y luego otra vez a vosotras, por lo que parece no esta nada satisfecho: -Volverán verdad? Parece que están adaptándose y aprendiendo para poder robar...- robar el que? 
-Esta es mi casa y tengo algunos tomos mágicos, hace unas noches intentaron entrar unas de esas patatas pero no tenían fuerza suficiente, ahora han vuelto con un cuerpo que pueden usar... que será lo siguiente?- la pregunta no es mala la verdad... 
-Bueno, a ver, quien se lo ha ganado?- dicen unos cuantos muchachos del pueblo acercándose a vosotras para reclamar que Violed les de su premio: -Lo mismo hemos ganado todos verdad?- dice el mas caradura de ellos... 

Ian y Dramon tenéis mas que claro que Lilith es... especialista y especialita :p, no hace falta ver mas, esta claro... 

A la mañana siguiente llega a llamaros un criado de Edmond, no es Scarza, es un mozo de cuadras que trae tres caballos ligeros para vosotros y unas ultimas instrucciones sobre como llegar porque aunque tenéis el mapa no hay nada como la experiencia de un lugareño que os explica, por ejemplo, que el camino que pasa por la aldea de Riversong esta inundado y que es mejor seguir otro aunque un poco mas largo... entre sus indicaciones y el pormenorizado estudio del mapa de ayer Dramon tienes muy clara la ruta.  
Durante la marcha hacia la hacienda de los viñedos y las aldeas os vais cruzando con refugiados, aldeanos que abandonan el campo y van a la ciudad en busca de algo de comida o un trabajo, todos ellos parecen ser igual que Drogi y estar escapando de esa misteriosa plaga de verduras homicidas (Y si les preguntáis así os lo confirman) y la verdad es que aunque son pocos, no paráis de cruzaros con familias, si al día desertan del campo una docena, en un mes no habrá quien cuide de nada, además de que en cualquier momento se podrían desmoronar los que quedan si son muy pocos y huir en masa, hay que terminar con el problema rápido antes de que eso pase. 
Poco después del medio día llegáis a la casona que es un palacete de estilo clásico rodeada de campos de cultivo, en los jardines delanteros están quemando restos de lo que parecen ser plantas pútridas, os dais cuenta de que hay cuatro o cinco criados haciendo rondas de guardia con armas y uno de ellos con un halcón en el brazo, lo que sea que pasa, se lo toman en serio y cuando estais llegando a las escaleras de la casona sale a recibiros un mayordomo uniformado junto con dos chicos que se ocupan de los caballos: -Señorita, señores, soy Vortigern, senescal de la familia Gaylord en sus viñedos, imagino que vienen cansados y desearan comer algo y descansar pero antes de eso quiero enseñarles algo...- es evidente que sabe quienes sois, como ayer mandaron un mensajero avisando de vuestra llegada seguro que ya sabia como erais por la descripción dada. Os lleva a un cobertizo donde hay otro criado mas haciendo guardia en la puerta: -Resulta difícil de creer por eso hemos preferido que puedan verlo...- y os lleva al interior donde, en una cuba de fermentación vacía, hay encerrada una patata! Una patata con raicillas a modo de piernas y brazos que corretea por la cuba e intenta asesinaros al veros! Tiene ojos y boca con colmillos! Pero que es esto!!!??? Vale, os lo habían dicho pero una cosa es eso y otra verlo... 
-Intentaron asaltar la casa anoche, sus compañeras están quemando ahora esta la capturamos... pero cada noche vienen mas y mas, parece que aprenden y se hacen mas fuertes por cada vez que las rechazamos...- 

- Lo mismo hemos ganado todos verdad?

Violed, todavía espada en mano y la antorcha encendida en la otra, se gira hacia los muchachos con cara de pocos amigos, sin bajar la guardia.

- Si no habéis tenido los arrojos para acabar con estas cosas vosotros solos- escupe- no os atreveréis a acercaros ni un paso más. Debería daros vergüenza pedir nada cuando un par de muchachas han tenido que venir a salvaros el culo en vuestra propia casa.

Sujeta la espada con fuerza y un ligero gesto para enfatizar todavía más sus palabras y señala con la cabeza al lobo que intenta limpiarse los restos de patata de las patas.

- Podéis discutirlo con el lobo, si queréis.

- Esta es mi casa y tengo algunos tomos mágicos, hace unas noches intentaron entrar unas de esas patatas pero no tenían fuerza suficiente, ahora han vuelto con un cuerpo que pueden usar... que será lo siguiente?

- Volverán, anciano- dice bajando el tono- volverán mientras no encontremos la fuente de todo esto. Me gustaría echar un vistazo a esos tomos que tenéis. No soy mago pero tengo ciertos conocimientos de hechicería. Tal vez podamos encontrar algo útil entre todos que nos ayude contra esta especie de plaga.

Envaina la espada con destreza y se acerca al anciano y a Shinobu.

- Shinobu- llama- hace poco que nos conocemos pero, si no te he juzgado mal, creo que puedes ser la persona indicada para ayudarnos a llegar al origen de todo esto. Anciano, sé que puede parecer aventurado pero el tiempo apremia, si nos permitiera pasar la noche en su casa podríamos estudiar esos tomos y tratar de encontrar alguna pista sobre por dónde podríamos empezar la búsqueda por la mañana. Y vosotros, valientes- dice señalando a los muchachos con la antorcha- bien podríais organizar estos días patrullas para proteger el pueblo mientras damos con la solución a este problema.

Una de las razones por la que se había ido a dormir pronto, era justo el mismo motivo por el que antes del amanecer ya estaba despierta y con la habitación totalmente iluminada. 

Llevaba ya horas en pie cuando los primeros rayos del sol se dejaron ver en el horizonte, mucho antes de que el primer gallo del pueblo tocara su ancestral nota. Cuando el criado de su mecenas llegó con los caballos, ella ya estaba allí ocupada en su importante labor, de vital importancia y que no podía esperar, como todos pudieron comprobar un rato después cuando tuvieron que aguantar casi media hora a que ella estuviera  lista. 

Ninguno se atrevió a acercarse a su habitación e interrumpirla, ¡faltaría más!, pero es que si lo hubieran hecho a lo mejor habrían sido dos los enviados y no tres, puede que hasta uno, dependiendo de lo valiente que se sintiera Dramon. Como sea, y es que aunque es verdad no es importante, la cosa es que ella, como buena señorita, hizo aguardar a mozo, soldado y noble por igual, y ellos, como buenos caballeros, hicieron un acto de paciencia digno de cualquier mendigo en un día lluvioso. A lo mejor es que querían las monedas de oro del jabalí, quien sabe... (¡Ilusos!).

Y volvemos a lo mismo. Llegó el lacayo con los caballos, se le atendió, y tras treinta minutos contados, ni uno más ni uno menos, Lilith se dignó a hacer acto de presencia. Y ahí es cuando todos comprendieron, y no pudieron rechistar, la importante tarea que la había mantenido ocupada. 

Tras el anterior desastre con sus ropajes, no estabais seguros de si era una buena idea, pero estaba claro que no os ibais a quejar. La muda de viaje que Scarza había tan amablemente dejado para vosotros, en su caso había quedado reducida a prácticamente la mitad, y eso contando con que partes del nuevo uniforme eran de una calidad excepcional, sin duda alguna el abrigo que Edmond, gentil, la había dejado para cubrir su desnudez en la taberna. 

Ahora, bueno, podríais encontrar cortesanas más arropadas en invierno, aunque la verdad es que también podríais quejaros a algunos sastres de trabajar mucho peor que ella. La cosa es que la holgada camisa de tela había pasado a convertirse, gracias al curtido cuero de la chaqueta del noble, en un precioso corpiño en dos partes de tonos negros y marrones que dejaba al aire cuello y hombros, y por supuesto los brazos, aunque estos habían sido cubiertos por brazales y muñequeras de piel a juego con su corsé. 

Luego, aunque no menos impactante, incluso podría decirse que más, los anchos pantalones se habían, milagrosamente, convertido en una falda corta con remaches de cuero que le llegaba hasta justo encima de las rodillas, sin obviar el hecho de que los muslos quedaban diestramente al descubierto pero sin mostrar más de lo debido, una continua sugerencia de lo que, si ella quería, podría haceros ver. 

Y por último, aquello que la hacía parecer más una guerrera que una princesa (¿referencia? ¿dónde?), unas largas y bastas botas de cuero negro con protecciones de piel que le llegaban hasta casi el linde de su nueva halda, dándole en conjunto un aspecto peligroso a la vez que, como buscaba, totalmente fuera de lugar, más el sueño de un fantasioso aventurero, una montaraz de cuento capaz de hacer que un dragón se rindiera a sus pies antes que devorarla. 

Total, que aquí estaba ella, dejando a sus compañeros con la mandíbula algo dolorida, pues el hombre no está diseñado para abrir tanto la boca, mientras cabalgaban en dirección a la mansión solariega en la que, bueno, "eso" les esperaba enjaulado. 

No sabía los demás; La verdad es que ni siquiera se daba cuenta de si estaban mirando a la patata o a ella (hasta el senescal estaba con miradas de reojo para nada profesionales le parecía). Pero el caso es que aquello era algo demasiado raro, y si ya de por sí estaba hastiada de volver al campo del que tan felizmente había huido, aquello terminó por ponerla de mal humor, así que, ya siguiendo el común patrón, sin avisar ni nada, ignorando cualquier reproche, desenvainó su daga y la coló entre los barrotes, buscando algo de diversión, al menos, en ver si la extraña hortaliza decidía lanzarse hacía ella y matarse solita, si es que eso podía considerarse vivo...

La muchacha sonrió al ver el premio exigido - lo siento chicos, pero creo que mi amigo es quien más ha masacrado, tendréis que ser más rápidos otra vez,... - hizo un gesto a su compañero, por si creía posible seguir a las patatas a la fuga sin ser visto, y luego miró a la chica y asintió - no me gusta que parecen dañar al bosque, por lo que quiero acabar con ellos, de hecho, mi viaje es para saber si debo ser druida o solo lo soy por no haber conocido mucho más - luego miró al anciano - temo que lo que busquen sea el único modo de acabar con ellas mismas, ¿quizás un conjuro de reversión? Pues muy "naturales" no me parecen, y he de confesar que me he sentido abrumada por tan ilógicos seres, yo creía eran kobolds haciendo daño al bosque y he tenido que ver después a unos inocentes kobold muertos poco después.

Luego volvió a alzar la voz - haced patrullas de tres, y turnaros para asegurar la cosecha que quede, ¿o queréis que desaparezcan todas las patatas y vegetales por pie propio? Ahora mismo ese huerto y si la solución está en este hogar, deberían ser las prioridades.

Después se acercó a un niño cargando una herramienta de siembra, manchado con restos de patata - y puesto que el lobo ganador parece no querer el beso de nuestra guerrera temida,... - se agachó suavemente para besar al crío en la frente - para él un beso de consolación, por matar tantas a pesar de su tamaño.

Tras sonreír y decirle que había sido muy valiente, le propuso que de hacer guardia, exigiera una para el día, pues era preferible para él dormir por la noche. Después quiso probar algo y tomó unos restos de patata en una hoja caída de algún árbol.

Aquella noche había descansado muy bien para ser sinceros. La aventura con el jabalí pensándolo bien, había sido casi un éxito rotundo y el hogar donde los hospedaron no estaba nada mal, así que Ian se despierta con las primeras luces del día.

Lo cierto es que mientras desayuna, ya escucha a la joven trastear en su habitación, pero como no siente ninguna intriga por los quehaceres de la chica decide no preocuparse demasiado-tal vez tengamos suerte y decida tomar su camino-piensa mientras toma un bocado de pan algo duro con un poco de miel.

Saluda amistósamente a Dramon cuando este se levanta y cruza algunos comentarios sobre el camino y el día que les espera. Sin duda alguna podrían trabar amistad, pero eso se irá viendo.

Cuando llega el criado de Edmon con los caballos, Ian le indica que él ya tiene su propio caballo, pero que un caballo de reserva, sin duda alguna no les vendrá mal.

Entonces llega el momento de la espera, lo cual, al mosquetero le estropea el inicio del día.

-Lo hace por molestar- dice cuando apenas han pasado diez minutos.

-Deberíamos marchar sin ella- dice al aproximarse el retraso de veinte minutos- no es una dama a la que le debamos respeto precisamente, ni una humilde jovencita siquiera.

Pasan unos minutos más y Lilith hace su aparición, hermosa y provocativa, lo que saca aún más de sus casilla a Ian. No es que no disfrute de la belleza femenina, pero esas provocaciones nunca han sido de su agrado, esa desfachatez y ese juego de provocar a todo hombre con el que se cruza...-Lo que nos faltaba- murmura entre dientes. Sin duda alguna un centenar de hombres estaría dispuesto a proteger a aquella chica con su vida -un centenar de necios deseosos de ganarse los favores inalcanzables de una picara- piensa resentido, pues los ideales pro los que uno se debería sacrificar, a su entender son otros.

Sea como fuere, el camino se hace bastante ameno dentro de los silencios que existen en el grupo. A Ian nunca le ha molestado viajar solo pero tampoco desprecia la buena compañía de Dramon con el que disfruta comentando algunos aspectos del campo y escuchando aquellas cosas que le cuenta sobre temas que para él son totalmente desconocidos.

-Yo ciertamente no comprendo todo ese protocolo que rige en las reuniones formales, soy un hombre de actos directos y sencillos y tanta parafernalia siempre me ha confundido, aunque reconozco que debo aprender, puesto que hay situaciones que así lo requieren.

Entre unas cosas y otras llegan a la mansión y como hombre de origen sencillo, su asombro se mezcla con la incomprensión de necesitar tanto lujo en el campo y a la vez el deseo de poseer la mitad de eso, una cuarta parte tal vez o incluso una décima parte  para poder vivir en paz cuando tenga que retirarse.

Cuando los criados les llevan al cobertizo y les enseñan su "enemigo". Ian no sabe que decir. Lilith comienza a juguetear con su daga intentando ensartar a aquel ser, pero él viendo cual es el problema y que sin duda alguna esta muy extendido, se siente algo confundido.

-¿Cómo narices puede ocurrir algo así?-dice en voz alta dado su asombro-¿que tipo de magia puede hacer eso?

Enseguida piensa en la hoguera y en el olor que desprendía a podredumbre. Sin duda alguna el alimento se está echando a perder, lo cual significa hambruna para el pueblo llano, problemas, disturbios y muerte.

¿Ocurre con todas las plantas?¿el trigo?¿las frutas?...¿los arboles?

Si solo son las hortalizas o si solo son las plantas que crecen bajo la tierra, es un problema malo, pero si fueran todas las plantas...

Dramon se dedica a dar unas suaves palmadas en el cuello al caballo que le adjudican, acariciando su lomo intentando entablar con el animal una confianza que siempre le gusta tener con su corcel. Al fin y al cabo, poco más hay que hacer mientras la muchacha termina de prepararse. Finalmente monta con habilidad sobre el caballo, pues sabe cabalgar desde que era pequeño, y observa cómo el mosquetero se molesta por la tardanza de la ladrona. Sonríe y avanza unos pasos con el caballo amoldándose a su temperamento. Ian y él han hablado algo cuando al amanecer se encontraron en el salón. El soldado parece un tipo amistoso.

Ahí tenéis a la chica. Y parece que su demora se debe a que se ha estado poniendo... guapa. ¡Vamos, preciosa! Tu caballo ya babea deseoso de que poses tu trasero sobre él.

Yo también lo querría...

El noble, quien por su condición soberbia no oculta su lado más pervertido, aunque la elección de un modelo de esas características parece destinado a que la adulen, saluda a la recién llegada con esa frase, que no pretende sin embargo nada más que poner un toque de humor a la situación de discrepancias que parece haberse establecido en el grupo con esa ladrona. Al fin y al cabo, él hace mucho tiempo que dejó de lado la seducción para intercambiarla por monedas que le otorgaran el mismo resultado. Y esa muchacha no representaba para él nada más que una compañera en esa curiosa misión.

Se adelanta unos metros guiando al grupo debido a que la noche anterior examinó detenidamente la ruta a través del mapa, el cual conserva entre sus ropas.

Momentos después, Dramon se encuentra junto a sus socios contemplando una extraña criatura metida en una cuba que el senescal de los Gaylord les muestra, cuando alcanzan la granja afectada por el ataque. Permanece en silencio largo rato, pues no sabe ni qué decir ante lo que ve. Finalmente se gira hacia el senescal y apoya su mano en el hombro de él en su característico gesto de camaradería, con plena sensación de que su trato ha de dirigirse a los de mayor rango. Le habla con cierta autoridad, sacando de entre sus ropas el mapa que Edmond les proporcionó.

Lord Vortigern. Sería interesante que pudierais indicarnos sobre el mapa las zonas en las que aún quedan hortalizas... sanas. O la dirección en la que se encuentran los campos que aún conserven la normalidad. Desconozco por qué tiene piernas, brazos, ojos e incluso una boca dentada, pero... joder, está claro que es una patata.

Aquí estamos otra vez! 
Os quiero recordar a todos y en especial a Dramon y Lilith que tengo plazas en mas partidas y eso (Cof cof historias y fichas de Megea cof cof) 
Y dicho esto. Vamos con la acción! 

Lilith en la ficha pone que tienes artesanía 3+3 que es bastante pero no pone que artesanía es, lo normal en tu profesión seria trampas pero imagino que es costura xDDD tengo razones para sospecharlo! Y que conste que yo la veo, claramente, como una “rogue” del RO xD (Mi clase preferida by the way) 
 (A tamaño grande: http://i14.photobucket.com/albums/a344/Saleja/ro_npc_02_by_yulcha-d3jrmpv_zpsmqcahvmu.jpg ) 

Pero al tema, apenas se empieza a intuir el amanecer cuando Lilith ya esta en pie, trabajando, la ropa que Edmond ha dejado para vosotros es buena, es adecuada, es ropa de soldado, de aventurero, de viajero... y no tiene nada de malo! Solo tiene el pequeño detalle de que es simple, sosa, vulgar, normal! Y eso es algo por lo que no vas a pasar, por que una picara tiene que tener siempre todas sus armas afinadas al máximo, todas! Dagas, ballestas, pistolas, cuchillos... y su mente y su, por supuesto, aspecto... 
Y aunque se ha levantado mucho antes de que Ian y Dramon amanezcáis, a pesar de que ella se esta preparando desde mucho antes, llega tarde! Media hora tarde! Por supuesto que lo hace por molestar Ian, lo tienes claro, lo hace por darse importancia, por hacerse notar por.... madre del amor hermoso!  
La transformación que ha sufrido la ropa de Gaylord para acabar siendo ese atuendo tan... impúdicamente divertido, es increíble! La habilidad de Lilith, aparte de para mostrar sin mostrar, para insinuar de aquella forma... su pericia con la costura es desde luego impresionante! 
Lilith, lo has conseguido, Dramon no se resiste a desnudarte con los ojos y sonreír con lascivia ante tu atuendo, el criado parece que no sabe ni que decir y Ian aparta la mirada azorado... perfecto... y desde luego el que mas parece sonreír es el caballo que como dice Dramon parece encantado de tener esa hermosa redondez encima... por otro lado, Ian, tu caballo te mira con esa expresión tan suya de “Y a mi me tocas tu?” ya os conocéis demasiado, sois como un viejo matrimonio... 
Después de esto toca el viaje, con Dramon por delante comprobando los caminos que ayer estudio con cuidado y que ahora reconoce sobre el terreno, el viaje resulta fácil y tranquilo después de las instrucciones del criado y lo único los refugiados casi constantes que os cruzáis... 
Al llegar a la mansión es cuando os encontráis con las hogueras que como bien se confirma después Ian, es comida perdida y con la patata que si, que por mucha boca, brazos, piernas, etc... es una patata! 
-No soy Lord señor...- dice Vortigern que como buen criado que es tiene mucho respeto por los títulos y las formalidades: -puede llamarme por mi nombre o Maese si lo desea..- 
-Efectivamente esto era una patata, por lo que sabemos de momento esta maldición solo afecta a algunas plantas, hortalizas, plantas subterráneas y algún fruto como calabacines.. que sepamos no afecta al trigo o a las uvas pero gustan de destruir los cultivos por puro placer o para extender la hambruna... 
no sabemos que clase de magia es esta pero es oscura, muy oscura, la sacerdotisa de Cyna que visita esta mansión de vez en cuando estaba horrorizada cuando se marcho ayer hacia la ciudad...- 
Mientras os esta contando todo esto y mirando de reojo a Lilith, esta, aburrida, cuela una de sus dagas por la reja superior que han colocado a la cuba por si la patata intenta escapar y el absurdo tubérculo violento, se lanza ansioso contra esta empalándose solo... 
-No son inteligentes, solo agresivos hasta la estupidez, pero están causando muchos daños...- y dicho esto Vortigen os lleva hasta una mesa donde hay una versión grande del mismo mapa que tiene Dramon: -Por lo que sabemos, atacan sistemáticamente un asentamiento hasta que por numero o agotamiento acaban con el... como intentan aquí con nosotros, ahora mismo están molestando en el “Puente de Viragen” una de las aldeas mas grandes y que aun conserva la mayoría de sus cultivos...- y os señala una aldea (la segunda por la izquierda en el mapa) donde, al parecer, ahora mismo esta el frente de batalla contra el avance patatero... 

Mientras tanto, o mas bien un poco antes, en el Puente de Viragen... 
Violed ya tienes algo de experiencia tratando con muchachos de pueblo, algo brutos y bocazas pero luego unos cortados y cuando respondes tajante, parecen cortarse, sobretodo por que discutir implica no solo hacerlo contigo, también con el lobo y este sentado majestuoso, parece querer decir “Ni os atreváis a mirarme...” y claro, para rematar Shinobu que si que premia pero a uno de los crios de la aldea que parece hincharse y crecer a ojos vista tras recibir el beso de la druida como si el fuera mas y mejor que el resto. 
-Si señora! Reuniré a mis chicos!- dice antes de marcharse, parece ser que tiene una banda de pillastres como el y que van a hacer guardia todos juntos... 
Pero ni el lobo, ni el niño, el mas envidiado es el anciano que se lleva a dos jovencitas a dormir a su casa! Maldito vejestorio! Seguro que se lo pasa muy bien... o eso es lo que se habla en el pueblo cuando os marcháis con el. 
-Si por supuesto, venir, tengo sitio de sobra y no tengo muchas visitas, un poco de vida le vendrá bien a mi casa...- antes de iros, Shinobu recoges algo de restos de estas infectas patatas... 
-Mi nombre es Fosco, soy... podríamos decir mas bien que era un estudioso, trabajaba para la familia Hyet como experto en cultivos y viñedos, luego me interese por toda la agricultura en general y sus aplicaciones...- y mientras os dice esto os lleva a su casa que aparte de tener un hermoso salón con cómodos sillones y una chimenea, cosas que nunca has visto antes Shinobu, tiene un amplio laboratorio, con mesas, instrumental y estanterías y mas estanterías llenas de libros! Violed ojeas algunos títulos: 
“El libro de Goristo sobre el cultivo de rábanos luminosos” 
“Estudio sobre el crecimiento de los robles dorados” 
“Tomo del Apocalipsis molon” 
“Las tablillas del cultivo anual” 
Son todo libros mágicos sobre cultivos y mejoras en los mismos, conjuros para hacer crecer mas y mejor las plantas! Ahora tenéis mas claro por que quieren asaltar esta casa! Si se hacen con estos tomos podrían ser una amenaza mucho mas temible de lo que son ahora mismo... 
Pero... como saben que estos libros están aquí? Como saben que buscar? Acaso saben usar magia? Hay muchas dudas aun por resolver sobre estas “cosas” 

- Tiene usted una buena biblioteca sobre agricultura mágica, Fosco- comenta Violed mientras ojea los manuales- creo que esa podría ser una buena razón para que esas criaturas tratasen de asaltar su casa. Claro que eso nos lleva a otras muchas cuestiones. O bien esas cosas son más inteligentes de lo que pensamos y, además, han conseguido información sobre esta colección de volúmenes o, lo más probable, alguien que conoce esta magnífica biblioteca está detrás de todo esto y, además, posee conocimientos mágicos suficientes como para controlar a todas esas cosas.

La chica camina de una lado a otro, hojeando algunas hojas de un volumen encuadernado en piel tintada en verde, mientras comenta sus pensamientos en alto a Shinobu y al anciano.

- Dígame- pregunta- ¿sabe quién podría reunir todas esas condiciones? Es decir, debe poseer suficiente poder mágico para algo así y, además, debería estar enterado de su colección de volúmenes. Quizá así podamos empezar a unir cabos y dar con el responsable.