Partida Rol por web

Crónicas de Gnosia

Episodio Primero: Toldoth.

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24/10/2013, 18:29
Râgnar

Mientras permanecía sentado junto a Tres Libros en aquella posada en la que me sentía fuera de lugar observaba a todo el mundo con cara de pocos amigos. Mi mirada era tan fría como las tierras que me habían visto nacer, ni el viento del norte helaba tanto la sangre. No quería que nos echasen de ahí ni que nadie cometiese el error de tratar de engañarnos por ser una mendiga y un incivilizado bárbaro.

Cuando se sentó la joven mediana Isbel hice un asentimiento con la cabeza pero no pronuncié palabra ninguna. Solo levanté una ceja al oír lo de caballero.

<<¿De verdad tengo aspecto de caballero? No, claro que no. Debe ser la educación que tanto corre por esta ciudad civilizada>>

Cuando vi aparecer al reluciente Sir Mordred me quedó claro que tenia que ser él el que costeaba el trabajo, aún más seguro estaba cuando vi que nos pagaba a todos el desayuno. Pero no iba a dejar que con comida caliente y buenas palabras se me ganasen tan pronto. Poco o nada sabía de aquel hombre así que seguí observandolo como a los demás, con clara desconfianza y frialdad, ambas cosas me habían servido bien para moverme por estas tierras.

Sin tocar la comida que nos había ofrecido decidí romper mi silencio e ir al grano, pese al buen olor del desayuno no iba a ser suficiente para ganarse mi confianza. Con voz grave entoné:

- Soy Râgnar, hijo de Ragaard Lobo Gris. ¿Que es lo que ofreces caballero de brillante armadura? Porque si has venido a dar caridad en forma de desayuno vas muy equivocado, puedo pagarme el sustento.

Sin duda no habían sido unas palabras muy amables y lo sabía, pero ser cauto con los desconocidos era parte de la supervivencia. Aunque para estar en lo cierto mi bolsa estaba bien vacía a falta de buenos trabajos, pero jamás lo reconocería, no queria mostrarme débil.

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25/10/2013, 10:32
Sir Mordred Camlann

El joven esperó en silencio, observando a la gente que tenía delante, hasta que la camarera trajo el desayuno. - Espero que me llegue con el dinero que tengo en la bolsa... - pensó el joven preocupado. Justo iba a empezar a hablar cuando el norteño, con la desconfianza pintada en el rostro y de forma ruda, le pregunto acerca del motivo de su reunión. 

Permitidme que me presente. Soy Sir Mordred Camlann, Caballero Custodio del Alcázar. - dijo sin perder la sonrisa intentando evitar sonar arrogante. - Os he llamado porque necesito encontrar a una joven que se ha escondido en el barrio de las pulgas. Se llama Yena Goldhair aunque a veces se hace llamar Goldie. Es de suma importancia encontrarla pues esta en peligro la seguridad de Toldroth y todos sus habitantes. - dijo en voz baja para que no les oyesen oídos indiscretos. - Tenemos que encontrarla cuanto antes, si aceptáis en cuanto acabemos de desayunar comenzaremos con la investigación. ¿Alguna pregunta? - dijo el caballero sabiendo que había dejado de lado el tema del dinero.

A decir verdad no sabía cuanto iba a poder pagarles. Si llevaba a Yena viva al Capitán Vladevier podría pagarles apenas doce monedas de oro a cada uno y si se la entregaba a Sir Vubio... No. No pensaba matar a esa joven, si el Capitán Vladevier había confiado en ella el joven haría todo lo que estuviese en su mano para capturarla con vida.

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25/10/2013, 11:11
Tres Libros

Goldie. No era la primera vez que oía ese nombre.

Ella era, probablemente, la que más necesitaba el dinero en aquella mesa. Pero no era ninguna estúpida. Si había algo que podía poner en peligro a las gentes de Toldoth, los desahuciados como ella serían los que se llevarían la peor parte. Por otro lado, estaba lo suficientemente sensibilizada contra las personas que miraban para otro lado como para no convertirse en una.

Levantó la vista y miró a Mordred. Lo encontró apuesto. De hecho, ahora que lo pensaba, le sonaba aquel rostro. Había dicho que era un caballero del Alcázar. Tal vez lo habría visto patrullar por las calles. Sí, eso sería.

¿E-en qué s-sentido puede poner en peligro esa mujer a la c-ciudad? -balbuceó con creciente nerviosismo, retorciendo con inquietud sus manos.

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25/10/2013, 11:47
Sir Mordred Camlann

La joven mendigo levanto la vista y miro por primera vez al caballero. Se la veía nerviosa, se retorcía las manos y tartamudeaba con una mezcla de nerviosismo y miedo en la cara. Eso apenó a Mordred pues no sabía como hacer que se sintiese más cómoda, seguro que había tenido alguna experiencia horrible en el pasado con los nobles de la ciudad y de ahí el origen de su miedo.

Esa joven se ha llevado un libro de la biblioteca real, un libro que contiene los planos de un pasadizo al exterior bajo la ciudad. - dijo con cuidado de que nadie más que los de la mesa le oyese. - Ha encontrado una vía de entrada a la ciudad no vigilada. Una vía por la que podría entrar un ejercito como el de los mil Califatos. - terminó con rostro serio. - Pero tranquilizate mujer, - dijo el joven estirando sus manos para coger una de las manos de Tres Libros entre las suyas. - para evitar eso estamos nosotros aquí. - dijo mirándole a los ojos y sonriendo.

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25/10/2013, 14:56
Isbell

Escucho con interes al joven caballero tan bien vestido y limpio, destacaba en esa taberna como lo haria un mendigo en medio de la corte, pero ahora me interesaba mas lo que comentaba sobre esa Goldie. "¿Muy bien y quien fue el sabio que dejo ese plano en un libro en una biblioteca?" La joven al lado del grandullo habla balbuceando, supongo que no esta acostumbrada a estas cosas. El grandullon ya habia mostrado su rudo caracter, por mi parte apenas abri la boca aproveche encantada el desayuno gratis que se me habia ofrecido.

Perdon aun no me presente me llamo Isbell. Presentandome. Lo cierto es que yo ya me comprometi a colaborar en la tarea, pero por favor una vez lo recuperemos, haced que lo guarden en otro lugar que no sea una biblioteca y mas si tiene tanto valor, porque ese tunel me suena a via de escape de la ciudad si cae y no querria que eso ocurriera con nuestros queridos ricos. Con tono ironico acompañado de una ligera sonrisa. Como siempre los poderosos no sufririan un cautiverio o un asedio en la ciudad.

Pero he aprendido algo durante todo este tiempo en mi trabajo, cuando algo vale tanto siempre ahi otra persona interesada, es decir si los mil Califatos se han enterado supongo que habran movido ficha ¿Sabeis algo sobre ese tema?. Pregunto al joven caballero.

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25/10/2013, 20:57
Tres Libros

Tres Libros retiró las manos tan rápido como el caballero se las recogió. No estaba acostumbrada a que nadie la tocara, al menos no con buenas intenciones. Al menos -pensó para si- se había podido comprar algo de jabón y lavarse antes de llegar. Era imposible mantenerse limpia por mucho tiempo en el Barrio de las Pulgas.

Las revelaciones de Mordred fueron como un puñetazo en el estómago: la dejaron sin aliento. Ya bastante mala era la guerra cuando estaba lejos. Si la batalla se llevaba a Toldoth, moriría como una cucaracha, aplastada bajo el hambre o la espadas.

No creo que la Biblioteca Real sea un lugar al que dejen entrar a todo el mundo -respondió a Isbell. Desde luego, a ella la echarían con cajas destempladas -. Y supongo que no pueden, simplemente, derrumbar el pasadizo, ¿verdad? Eso sería demasiado fácil.

Suspiró y se pasó las manos por la cara. Aquel asunto se le venía grande. Demasiado grande para una pequeña pedigüeña.

Creo que conozco a alguien que puede ayudarte.

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25/10/2013, 20:03
Enda Viskunnar
Sólo para el director

A medida que se adentra en las calles del barrio de las Pulgas, por cada uno de sus apresurados pasos más oscuras, más sucias y solitarias, a Enda le entra algo de yuyu y empieza a dudar de su resolución. ¿Se había dejado llevar demasiado por la emoción?¿Había exagerado lanzándose solitariamente a la aventura? Después de todo, no le hubiera venido mal algo de ayuda aunque esta fuese humana pero ¿cómo vería Hela una retirada así?

La del Hacha Brillante solo demostraba algo de piedad con los temerarios. Y ella de momento solo estaba temerosa. No puedes dudar, no ahora ¡enana estúpida! Llevaba la mano echada instintivamente sobre el mango de su hacha, eso le daba cierta seguridad, pero tan pronto como fue consciente de esto decidió aflojar su mano... con el ritmo de su paso.

En un barrio como este no se podía ir por ahí demostrando tanta tensión y además, tenía que acostumbrarse a andar con ella.

Cuando atisba a los primeros obreros, de aquí para allá trabajando por la entrada de las catacumbas, por poco se le escapa una bendición de alivio a Berronar. 

¡Saludos, hijo de la montaña! Le dice al primer obrero que ve, cargado con una carretilla de rocas, haciendo verdaderos esfuerzos por ocultar cualquier tono de duda en su voz. ¿Dónde está el capataz de la obra? Es por un asunto urgente... 

Notas de juego

Sniff, snif...  ¿entonces no encontré ningún libro en la biblioteca que pueda ofrecer algo de ayuda/información extra? Mira que es un pecado malgastar unas tiradas como esas :(

 

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26/10/2013, 10:58
Sir Mordred Camlann

Las dos jóvenes parecían interesadas y le preguntaban detalles sobre la misión. Ese interés y ese afán por ayudar sin siquiera haber pedido una recompensa agradó a Mordred.

Mis superiores no me han informado de que haya alguien más buscándola, algunos creen que es una espía de los Mil Califatos. De cualquier manera, pienso como tú y por eso debemos darnos prisa en encontrarla. - dijo respondiendo a la joven Isbell mientras seguía desayunando con tranquilidad.

El caballero sonrió ante el comentario de la mendiga, él también había pensado en eso pero no era su misión. Además, ante un sitio de la ciudad ese pasadizo podría servir para conseguir viveres para los habitantes de la ciudad.

¿De quien se trata? - preguntó a Tres Libros

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26/10/2013, 11:34
Tres Libros

Cuando trajeron la comida, Tres Libros se lanzó sobre ella con más ansias que remilgos. Cuando le preguntaron, tragó antes de responder.

D-Dorno el Gordo -dijo Tres Libros. Le costaba dirigirse a un caballero así que habló sin mirarle a los ojos-, el Alguacil del Barrio de Pulgas. G-generalmente las puertas de acceso a esos túneles están cerradas por gruesas puertas enrejadas p-para que no salga nada de lo que hay abajo hacia la cuidad. Yo c-creo que hay othyughs ahí abajo, alimentándose de los residuos de la ciudad. Y también cosas peores, he oído de niños que han desaparecido sin remedio por acercarse a una de esas puertas.

L-lo cierto es que meterse en esos pasadizos es habitualmente una sentencia de muerte, porque son laberínticos y están sembrados de sólo los dioses saben qué. Pero si Goldie tenía un plano y fue capaz de infiltrarse en la Biblioteca Real y escapar con el plano sin ser vista, probablemente pueda apañarse ahí abajo.

Suspiró.

Se rumorea que Goldie sobornó a Dorno para que le abriera la Reja de la Gárgola. Lo demás lo podéis suponer. Tal vez sería buena idea ir verle mi señor, ajustarle las cuentas por aceptar sobornos de una agente de los Mil Califatos, y obtener las llaves de la Reja de la Gárgola para poder perseguir a Goldie bajo la ciudad.

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26/10/2013, 14:59
Isbell

"Que extraño que un alguacil acepte sobornos." Pienso cuando oigo a Tres Libros comentarlo, era lo habitual entre los cargos el dinero hacia que el sistema se lubricase y todo se hiciera mas rapido. Pero no podia negar que eso tambien me habia venido bien en algun momento. Cuando traen la comida la chica se tira casi sobre ella "Si que tienes hambre." Por mi parte tomo unos pedazos de ella para comer con calma y dejar la mayor¡a a la chica y al grandullon que tenia pinta de comerse dos vacas para desayunar.

Bueno ya tenemos por donde entro, ahora seria bueno conseguir un metodo para no perdernos entre los tuneles, alguna manera de marcar por donde nos movemos, lo mismo que apuntar, el recorrido hecho ya que no se dispone de un mapa de las alcantarillas, a menos que yo sepa. Esperaba que el caballero me sorprendiera sacando uno ahora pero no creo que fuera asi. Si lo que hay alla abajo no es agradable y si peligroso, pero tenemos con nosotros a todo un caballero y un gran guerrero como el, unas damas como nosotras no debemos temer. Comento a la chica con un tono jovial y una ligera sonrisa, parecia nerviosa y la entendia pero esos nervios podian ser tambien la causa de su muerte "En este tiempo aprendi que el miedo hay que sobrellevarlo y utilizarlo a favor de una, no dejarse manejar por el."

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28/10/2013, 16:32
Râgnar

Escuche la presentación del Caballero además de su explicación sobre el trabajo que nos ofrecia. Mientras hablaban me fijaba en sus ojos en todo momento, no como un acto de insolencia sino como uso del consejo que me dió el chamán de mi pueblo. Los ojos son el reflejo del espíritu. Las palabras y los actos pueden engañar, pero los ojos nunca mienten. La joven mediana parecía atesorar conocimiento además de haber inteligencia en sus palabras, y el buen hacer y educación de Sir Mordred no parecian por pura cortesía sino los de una buena persona. Aun así rompí mi silencio de nuevo para preguntar lo que nadie se atrevia a decir o tal vez no habian pensado en ello.

- ¿Cuantas monedas nos van a pagar por encontrar el libro y cuantas por encontrar a la ladrona del mismo? -no miré a los demás en busca de aprobación por la pregunta, no la necesitaba pero si que me fijé en como reaccionaba el caballero de brillante armadura- En cuanto a los peligros que podamos encontrar no hay problema, mi acero tiene bien comprobado que todo lo que sangra se puede matar.

Mientras esperaba la respuesta de Sir Mordred empecé a echar parte de mi comida en el plato de Tres Libros, sabía que estaba hambrienta y solo había que fijarse en su delgado cuerpo para ver que la necesitaba más que yo. Ella se habia portado siempre bien conmigo y me sentia en parte responsable de su bienestar aunque yo me quedase con menos comida.

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28/10/2013, 17:04
Sir Mordred Camlann

El joven espero en silencio y escuchó interesado lo que la joven Tres Libros le decía. Un alguacil que se deja sobornar, repugnante. - pensó el joven caballero contento en parte por saber cual era su siguiente paso. Tenían que bajar a las alcantarillas a buscar a Goldie. Como bien apuntó la mediana, necesitaban una forma de marcar el camino que seguían pues no tenían un mapa de las alcantarillas. - Tal vez un poco de tiza baste para marcar los pasillos por los que hemos pasado. - dijo convencido de que serviría. 

Y por fin, el momento que estaba esperando durante todo el desayuno llegó. El bárbaro preguntó por el dinero y la cara de Mordred se tornó seria y abatida. Al fin y al cabo eran mercenarios, si quería su ayuda tenía que pagarles. - Te seré sincero Ragnar, la recompensa no es grandiosa. Me han ofrecido cincuenta monedas de oro por conseguir el libro, atrapar a Goldie con vida y llevarla ante el Capitán Vladevier. Eso y las pocas monedas de las que dispongo hacen la recompensa por vuestra ayuda. - dijo el caballero con gesto serio sabiendo que era probable que se levantasen y se fuesen de la posada.

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28/10/2013, 17:21
Isbell

No era una gran recompensa para el peligro que al parecer teniamos que correr. "Me salia mejor robar una par de bolsas en el mercado a unos burgueses ricachones." Pero primero habia dado ya su palabra de colaborar al maestro y segundo tenia la sensacion que esa tal Goldie pudier ser una cabeza de turco de alguien.

Bueno yo por mi parte solo quiero empezar ya, cuanto mas tiempo pase mas complicado se hara todo. Cuanto mas tardasen mas tiempo tendria la tal Goldie para escapar o esconderse. Aunque meterse en esos lugares era algo estresante, preferia una casa que asaltar, pero no habia eleccion, habrian de seguir a esa Goldie a traves de tuneles infectos de a saber que cosas. Espero que el grandullon sea tan duro como aparentaba, y tenia curiosidad que aportaria la chica timida, el caballero estaba claro viendo como relucia su acero.

Me estiro en la silla esperando a mis compañeros mientras acerco el ultimo trozo de pan a Tres Libros guiñandole un ojo,  quizas por timided no lo hubiera tomado y de todos es la que mas parecia necesitarlo.

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28/10/2013, 19:04
Râgnar

Cuando saqué el tema del pago me di cuenta que Sir Mordred estaba preocupado de veras por el asunto, por lo que parecia si de el dependiese nos pagaria todo el botín de un dragón y realmente le preocupaba no encontrar mercenarios que le ayudasen en algo tan importante con las escasas cincuenta monedas de oro.

Le miraba con el ceño fruncido, la verdad es que esperaba un encargo de almenos cien monedas por cabeza y teniamos que repartir la mitad y entre todos los que estabamos presentes.... pero entonces por el rabillo de ojo miré a Tres Libros y mientras la mediana hablaba pensé en que le pasaria a los más desprotegidos de la ciudad si Sir Mordred no encontraba mercenarios y esa libro llegaba a manos del ejercito de los Califatos....

<< Los masacrarian  como a animales enjaulados.... algunos se salvarían pero la gran mayoría morirían... >>

Finalmente, con la misma voz grave pero una expresión un poco más amable dije:

- Pareces un hombre de palabra Sir Mordred, y yo creo más en la palabra que todos estos documentos que se firman y demás, en mi tierra los fuertes siempre hemos cuidado de los que lo eran menos, asi que...- hice una leve pausa- Prométeme que mientras dure el trabajo no nos faltará comida y agua a ninguno y que cuándo logremos encontrar el libro y a Goldie si se me ha roto algún arma o armadura tratarás de que tus superiores la repongan. Y en cuanto a las monedas de oro.... las que hayan serán bien recibidas.

Me quedé mirando al preocupado caballero esperando no haberme mostrado débil o estúpido al proponer un trato así, ya que si empezaba a circular por la ciudad que arriesgaba mi vida por tan poco acabaría teniendo que buscarme otro lugar para el trabajo de mercenario.

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30/10/2013, 12:28
Sir Mordred Camlann

Sir Mordred se quedó sorprendido ante las palabras del bárbaro. - Haré todo lo que este en mi mano, te lo juro por mi honor. - dijo asombrado porque ninguno había decidido irse. Despues, guardó silencio un momento esperando que Tres Libros dijese algo pero la joven permaneció en silencio. - Bien, creo que debemos empezar a movernos. Tres Libros y yo iremos a ver al alguacil. Isbel, tu y Ragnar conseguid un par de tizas, algunas antorchas, algo de comida y, si puede ser, tal vez algo de tinta y un papiro para marcar la ruta que seguimos. - dijo Mordred. - Nos reuniremos a la entrada de la Reja de la Gárgola. 

A continuación sacó su bolsa dejo una moneda de oro sobre la mesa para pagar la comida y le dio el resto de la bolsa, que contenía otras dos reluciente monedas de oro, a Isbell. - Se que no es mucho, pero es todo de lo que dispongo. Si alguno de vosotros tiene que poner algo de su bolsillo tened por seguro que le será devuelto. - dijo el joven antes de ponerse en pie. - ¿Vamos? - dijo tendiendo una mano a la joven castaña e intentando que se sintiese más cómoda.

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30/10/2013, 14:30
Isbell

"Bueno toca abastecernos antorchas, tiza, tinta y papiro, comida y agua perfecto. Añadire algo de cinta roja, se me ocurrio que podria atarla al tomar algun cruze para marcar por donde habiamos pasado." Asi que memorizo lo que pidio Mordred veo como deja en la mesa una bolsa con un par de monedas, la tomo compruebo su interior y la guardo.

¿Estas preparado grandullon? Pregunto a Ragnar, con un pequeño guiño de mi ojo izquierdo y una sonrisa, la verdad que llevaba un buen guardaespaldas. Sigueme iremos a una tienda que conozco el dueño es de confianza a menos que tengas otra idea. Ah y tranquila Tres Libros te lo cuidare bien je.  Mientras salimos compruebo que nadie nos siga, el asunto de esta mision era bastante importante, pese a aparentar estar tranquila y alegre, ciertas dudas me hacian temer por como resultaria la mision.

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30/10/2013, 19:35
Râgnar

Tras tener la palabra de Sir Mordred todo podia empezar, escuché sus instrucciones y asentí no del todo conforme ya que preferia que Tres Libros estubiese protegida por mi acero pero tras mirar bien al caballero me di cuenta de que incluso estaria mejor con él.

No me gustaba tener que hacer de recadero y comprar cosas en una tienda, pero si era lo que pedia el que pagaba habia que hacerlo, ademas la mediana Isbell parecia una compañia agradable. Asi que me levanté y ajusté bien las vainas de mi cinto ya que si algo me habia mantenido vivo era tener siempre el acero listo.

Miré a la mediana y sonreí levemente - Estoy listo pequeña, vayamos a esa tienda. Te dejo a ti el comerciar, pero si aparece alguien en nuestro camino con malas intenciones es mio, ¿de acuerdo?.

Eché a andar con ella, pero mientras la mediana parecia tranquila y alegre yo miraba con cara de pocos amigos a todo aquel que se cruzase con nosotros mientras llevaba la mano apoyada en la empuñadura de mi espada.

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21/04/2014, 16:18

Había llegado, proveniente de los lejanos bosques de Klues. Te mandó el consejo druídico, buscando una reunión con el rey, en una intentona de parar los daños que continuamente sufre vuestro bosque a manos no sólo de humanos, sino y sobre todo de orcos y trasgos.

Pero el rey estaba demasiado ocupado. Su chambelán te recibió los papeles, un tipo amables que aseguró haría todo lo posible por ayudarte. De esto hace ya dos semanas. Has buscado una habitación en una posada, triste y sucia, ya que no puedes pagar nada mejor. Ni siquiera han sido capaces de darte acomodo. Dicen que como no vienes de una nación extranjera, no eres un auténtico diplomático.

Ahora estás pensando cuál debería ser tu siguiente movimiento. ¿Deberías volver con los tuyos y decirles que has fracasado en la misión que el mismo gran druida te encomendó? ¿Deberías forzar la entrevista de alguna forma?

Enfrascado en tus pensamientos, apenas te percatas de que un tipo, bajo, muy bajo se ha sentado a tu mesa. No, no es un tipo, su barba, su gran cabeza y sobre todo sus músculos lo delatan. Es un enano, vestido con armadura negra, sonriente y jovial, que se sienta en tu mesa sin que le hayas invitado.

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21/04/2014, 16:26
Brok

Encantado. Taryn, ¿verdad? Mi gran amigo, Rómulo, chambelán del palacio, me ha hablado de tí.

Ante todo, primero déjame presentarme. Soy Brok, capataz de los enanos que reparan las catacumbas bajo la muralla. Sin duda sabrás que allí es donde los humanos han guardado a sus muertos. Esas catacumbas hace tiempo que están abandonadas, y necesitan ser reparadas de vez en cuando para evitar que se caigan.

Pero claro, no es tan fácil. Cientos de seres distintos habitan en ellas, y tenemos que defendernos habitualmente de ellos. Unos de nuestros mayores problemas son las ratas. Algunas llegan al tamaño de gatos. Por eso he venido a buscarte.

Rómulo me ha informado que deseas entrevistarte con el rey. El tema puede ir para largo, el rey está enfrascado en una campaña contra los mil califatos, y no creo vaya a atenderte pronto. De hecho, no ha atendido a ningun enviado de su reino. Puedes preguntar, seguro que encuentras más enviados por aquí.

Te ofrezco la posibilidad de conseguir dinero para esperar mientras el rey entra en razón, con un trabajo que debería ser sencillo para un druida. ¿porque eres druida, cierto?

La misión, simple, ayudarnos con las ratas y otros animales que habiten allí abajo. Y, por supuesto, en un momento dado y ante una pelea, colaborar con nosotros. A cambio te ofrezo 1 moneda de oro por día. Dinero suficiente para poder vivir relativamente bien hasta que el rey te reciba. ¿Qué dices?

Cargando editor
21/04/2014, 16:32

Y bien, esa es la oferta. ¿Qué hará Taryn? el dinero se le va acabando. ¿Aceptará la misión, un trabajo que no debería causarle problemas y bien pagado? ¿O volverá a su bosque con el rabo entre las piernas? ¿Quizá prefiera malvivir en el barrio de las pulgas?