Partida Rol por web

Crónicas de Gnosia

Episodio Primero: Toldoth.

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07/10/2013, 13:10
Jose Roleiro

Ambientación del Episodio Primero.

No es necesario leer este ladrillaco, pero ayudará a tener una idea de la situación actual de la ciudad.

Toldoth: El Origen.

Toldoth, la capital de Alcázar, está rodeada por tierras verdes y fértiles regadas por el río Tagus, y en la antigua lengua significa "lugar en alto". Un simple vistazo a sus gigantescas y sólidas murallas da una idea de la razón de este nombre.

Hace incontables años, los enanos de las montañas Corazón de Piedra firmaron el Pacto con el Antiguo Imperio, después de años de guerra. Este Pacto les permitía conservar la propiedad de las montañas, así como ejercer en el territorio imperial determinados oficios, como el de cantería, construcción y usura. Hoy en día el Imperio ha desaparecido, pero los enanos que viven asimilados en las tierras de Alcázar siguen dedicándose a estos tres oficios.

Como forma de sellar el Pacto, el Antiguo Emperador pagó al pueblo enano cantidades obscenas de oro y piedras preciosas a cambio de la edificación de una urbe inexpugnable, que dominara el río Tagus y las fértiles tierras circundantes.

Se produjo entonces el Gran Exilio enano, cuando miles de trabajadores se desplazaron a las llanuras para comenzar con la construcción, impulsados por las riquezas que el imperio dispensaba a constructores y canteros. Los escasos enanos que hoy en día pueden verse en tierras humanas son, casi todos, descendientes de aquellos ambiciosos trabajadores.

La construcción de Toldoth llevó treinta y cinco años; los años dorados del Imperio, en los que el oro fluía como las aguas del Tagus y la prosperidad alcanzaba humanos y a enanos por igual. Cuando quedó terminada, su tamaño y sus murallas se hicieron famosas en toda Gnosia.

Toldoth: La Estructura.

Las murallas de la ciudad están formadas por piedras grandes como casas, que fueron colocadas una sobre otra con la ayuda de Arbalistros enanos, monstruosas máquinas de madera y metal capaces de portar increibles pesos, y que ahora solo pueden verse en el interior de los salones enanos.

Estas murallas cubren toda la base de roca y tierra que soporta la ciudad, y doscientos metros más arriba todavía se alzan sobre los apelotonados edificios. A vista de pájaro, el aspecto es el de un inmenso volcán, en cuyo cráter se hubiera construido una ciudad de tejas rojas, jardines, grandes calles empedradas y paredes blancas por la cal.

Pero las murallas no solo son un mero adorno. Entre las inmensas losas que la forman se asoman balcones, arbotantes, casetas, plataformas y estancias colgantes, muchas de ellas llenas de vasijas de aceite, o dotadas con balistas y catapultas orientadas a la lejana base de la ciudad. Y es que los enanos aman la roca y la excavación, y los interiores de las murallas están plagados de túneles y catacumbas, muchos de ellos ignotos y abandonados hoy en día. Los que no lo están, comunican pequeños pueblos colgantes en la muralla, con la más cara y próspera cúspide de la ciudad.

Para acceder a la ciudad en sí, al cráter del volcán, se ideó un camino menos subterráneo y más amable para los humanos; un inmenso túnel dotado de soportales que sube alrededor de las laderas como una espiral, asomándose en todo momento al exterior y mostrando un paisaje prodigioso, no apto para quien sufra de vértigo. Aquel que transita este túnel de entrada, conocido como el Paseo del Caracol, debe superar tres controles antes de alcanzar la cima; el Portón del Viajero, el Portón del Pago y el Portón del Viento, que da paso a lo que es la ciudad en sí.

La ciudad es inmensa, y alberga a más de cuarenta mil almas, de las cuales un cinco por ciento son criaturas no humanas. Los enanos son los más numerosos, y también los más tolerados entre los seres humanos, conocidos por su galopante xenofobia. También pueden encontrarse algunos elfos, (siervos en su mayor parte), y medianos, (que suelen dedicarse a los negocios).

Toldoth: El poder.

Toldoth es la capital de Alcázar. En esta inmensa ciudad se levanta, como parte de las murallas que protegen los edificios, el duro, sólido y sobrio Palacio Real, hogar del también duro, sólido y sobrio Rey León IV.

Tras la muerte de su mujer, la Reina, y de sus tres hijos, durante una incursión de guerra desde los Mil Califatos, todos dicen que el Rey ha perdido la cabeza. O quizás la ha encontrado.

Cuando sucedió tan terrible hecho, las tropas de Alcázar estaban retirándose ante los inteligentes ataques relámpago de los habitantes del desierto. Ataques rápidos de caballería ligera, inesperados, que tomaban por sorpresa a los soldados. Tras el incidente, (ya que parece que los asaltantes no conocían la identidad de aquellos a los que asesinaban), el Rey se obsesionó con la guerra. Recuperó tropas de todo el Reino y creó un cerco con atalayas capaz de prevenir los ataques de sus enemigos, y en una sangrienta batalla que él mismo encabezó, (y en la que descabezó a bastantes enemigos), expulsó a los Mil Califatos al otro lado del río Tagur.

Hoy, las tornas han cambiado. León IV está preparando un ejército imparable con el que marchar sobre las tierras de su vecino, y es vox populi que su intención no es la conquista, sino la destrucción. Vengar la muerte de los suyos con más muerte, alcanzar el corazón de sus enemigos, la ciudad oculta de Sekhmet, y arrancárselo de cuajo dejando piedra sobre piedra.

Mientras tanto, en el Reino la gente sufre. La guardia no puede protegerlos de los muchos peligros internos porque está combatiendo al perverso invasor, y los bandidos y los monstruos campan a sus anchas en campos y aldeas, mientras el Rey lucha y vence en la batalla, cubriéndose de gloria.

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08/10/2013, 12:30
Jose Roleiro

Los braseros situados en la suntosa habitación iluminan con su luz las sólidas paredes de piedra, y las corazas bruñidas de los dos guardias, hombres de elite, que esperan detrás de tí a los lados de la gruesa puerta cerrada.

Delante ves al Tesorero Real; uno de los líderes honorarios de la orden de los custodios, y no precisamente el más intachable.

Está terminando de contar monedas de oro, pasándolas de un saquillo al cofre que descansa junto al escritorio en el que está sentado.

Su humanidad apenas puede contenerse en la cómoda silla tapizada en la que se encuentra, y sus lorzas se apretujan contra la superficie de la carísima ropa de seda que viste. Cuando termina de contar, te mira alzando una mirada inteligente y turbia.

(Sigue...)

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08/10/2013, 12:36
Sir Vubio el Grande

"Bienvenido, Custodio", te dice levantándose pesadamente y cerrando el cofre con un par de vueltas de la llave, que luego se cuelga al cuello. "Perdona que te reciba en una de las cámaras del tesoro, y además en horas tan intempestivas. Tengo mucho, mucho trabajo", asiente removiendo su papada. "Sígueme, te diré porqué te he llamado", afirma mientras lleva su enorme corpachón fuera de la habitación.

Seguidos por los dos guardias, llegais a las habitaciones privadas del Tesorero. La sala está abierta en uno de sus lados, y podéis ver una impresionante puesta de sol. La inmensa terraza forma parte de la muralla exterior, y cuando Vubio entra en ella el viento le agita los cabellos. A cientos de metros bajo vosotros, el río Tagur remolinea como una cicatriz azul sobre los campos verdes y marrones. Puedes ver a los labriegos agolpándose en los caminos hacia sus casas después de trabajar en los cultivos. Tu acompañante se sonríe. "Desde aquí parecen hormigas, ¿verdad?". Luego se ríe por lo bajo, divertido. "En realidad yo tampoco veo mucha diferencia cuando los tengo delante. ¡Pero debemos protegerlos, es nuestro trabajo como Custodios, y por eso te he llamado!", exclama.

Te acercas con él hasta la barandilla de piedra labrada, disfrutando el hermoso paisaje. Su barriga le impide asomarse, y te mira desde abajo, ya que no es muy alto. "El Rey me ha pedido que haga algo por él. Aún mejor. Me ha pagado para que haga algo por él", sonríe. "Se trata de una empresa muy honorable, así que en seguida he pensado en los Custodios. Oh, no me mires así, sé que mi título es honorífico. No soy hombre de acción. Así que he hablado con los líderes de la orden, y me han ofrecido a un joven prometedor para llevar a cabo la empresa. ¡Tú!", se sonríe.

"Verás... hace dos años, una muchacha entró a servir en palacio. Yena Goldhair. Era organizada y trabajadora, y en seguida consiguió hacerse un sitio entre el servicio. Al final se le permitió la entrada a las salas más exclusivas, y se convirtió en copera del Rey".

El gordinflón finge bastante mal su indignación; "¡Ojalá hubiéramos tenido a un buen paladín como vos, que escudriñara en su corazón y desvelara sus intenciones!. ¡Ha desaparecido, y robando además algo muy importante de la biblioteca real!. ¡Antiguos planos de las catacumbas abandonadas bajo la ciudad, con los que podría encontrar un paso hacia el exterior!".

Te deja un momento para que lo pienses. "¿Entiendes?. Un paso no vigilado a través de las murallas. ¡El Rey está seguro de que ella es una espía de nuestros enemigos!. ¡Cuando encuentre el paso, podrá hacer entrar en la ciudad a esos guerreros salvajes de los Mil Califatos!".

Vuelve a asomarse al balcón, observando a la gente que entra.

"Y entonces, las vidas de esas hormiguitas estarán en peligro". Lanza una risita, y vuelve su mirada a tí. "Bueno, y el Reino. Y mi tesoro. ¡Sobre todo mi tesoro!". El gordo suspira. "Escucha. Yena huyó a la ciudad, al barrio de las Pulgas. Debes encontrarla, y debes acabar con ella. Recupera los planos de las catacumbas, traeme su malvada cabeza, y le habrás hecho un servicio al Rey y al Reino. Y... también a mí, así que te pagaré a cambio cien piezas de oro", se sonríe.

(Sigue...)

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08/10/2013, 12:56
Jose Roleiro

Parece que la jerarquía de los Custodios ha dado permiso a Vubio para usar tu espada en esta empresa. ¿Aceptarás?. ¿Te negarás, desobedeciéndoles?. ¿Darás tu visto bueno al pago de las cien piezas de oro?. ¿Harás alguna pregunta?.

Tu turno ;)

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08/10/2013, 13:04
Sir Mordred Camlann

Mordred se encontraba caminando por las calles de Toldoth pensando en sus cosas cuando dos guardias se acercaron a él. Le comunicaron que Sir Vubio le llamaba a su presencia así que debía acompañarles. Los guardias le guiaron hasta la sala del tesoro donde se encontraba el Sir, mirando las monedas con usura. La presencia de ese hombre nunca le había sido agradable pero era uno de los lideres honorarios de su orden así que tenía  que acudir a su llamada.

El hombre comenzó disculpándose para después indicarle que le siguiese. Entraron en las habitaciones privadas del tesorero y Mordred se quedó impresionado con la vista. Desde la ventana se podría contemplar una panorámica de todo el valle. El río Tagur serpenteaba por el valle en el que se veía a los campesinos volver a sus casas después de la labor. Allí se encontraba Mordred firme al lado de la barandilla del balcón con la puesta de sol a su diestra y Sir Vubio delante cuando el gordo tesorero comenzó a decirle porque le había llamado. 

La jerarquía de los custodios le había recomendado a Mordred para una misión. Buscar y neutralizar a una espía que había robado unos planos importantes. Le había dicho como encontrar a la espía pero no le había dicho como era.

Se hará como ordenéis Sir Vubio. - dijo el joven poniéndose aun más firme ante su superior. Era la primera misión en solitario que le encargaban y no pensaba fallarle a la orden ni al reino. - Describidme a la espía y comenzaré la búsqueda ahora mismo.

Notas de juego

No se si aceptar la recompensa va contra mi código de caballero. 

No se si la ciudad esta muy lejos, supongo que no ¿No?

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11/10/2013, 09:46
Jose Roleiro

Mordred sabía que el barrio de las Pulgas no estaba lejos; en realidad estaba en la propia Toldroth, y se trataba de un lugar bastante poco salubre, repleto de mendigos y de gente de mal vivir. De allí era la muchacha a la que, hacía muchos años, había ayudado: Tres Libros. Quizás ella podría ayudarle a encontrar a la tal Yena Goldhair.

El gordezuelo Tesorero de la corona respondió a su pregunta con tranquilidad, mientras volvía al interior de su cámara y se servía una copa de jerez de un lujoso mueble bar. Con un gesto, invitó al paladín a otra copa.

(Sigue...)

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11/10/2013, 10:03
Sir Vubio el Grande

"¿Cómo era?", divagó mientras paseaba sobre la cara alfombra que decoraba la sala. "Pues delgada, de pelo rubio pajizo. No era fea, quizás por eso ascendió tan rápido como criada", afirma con una sonrisa perversa. "Tengo entendido que se llevaba muy bien con el Capitán de la guardia. Creo recordar que siempre llevaba un colgante con un colmillo de algún animal grande, recuerdo de algún familiar".

(Sigue...)

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11/10/2013, 10:06
Jose Roleiro

Mordred conocía al Capitán de la guardia, Roman Vladevier, porque sus negocios solían requerir la presencia de Caballeros Custodios, y a veces visitaba a sus líderes en la Fortaleza de la Orden. Tenía fama de ser un hombre honrado, pero también era un mirmidón; un combatiente experto que había alcanzado su posición después de luchar contra los hombres de los Mil Califatos durante diez años. ¿Quizás escondía algo, como intentaba insinuar el Tesorero Real?.

En todo caso, al Capitán se le podía encontrar en Palacio. Quizás debía ir a hablar con él. O quizás debería dirigirse al barrio de las Pulgas, donde sabía que sería difícil conseguir información por sí mismo. En un lugar poblado por mendigos, ladrones y buscavidas, un Paladín Custodio está un poco fuera de su elemento. A lo mejor, Mordred podría recurrir a alguien a quien conociera allí; ¿Tres Libros, la mendiga a la que había ayudado en aquella ocasión, hacía ya años?.

El Caballero tenía que tomar una decisión. ¿A dónde dirigiría ahora sus pasos?.

Notas de juego

Puedes hacer lo que desees; beberte el brandi que te ofrece, aceptar su dinero... por ahora no parecen cosas demasiado inadecuadas.

Mordred: 0 Px + 15 Px por postear + 1 por humano = 16 Px totales.

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11/10/2013, 10:17
Jose Roleiro

Isbell ya estaba bastante integrada en la ciudad. Tras haber aligerado las bolsas de un par de ricachones en el mercado de Toldroth, consideraba que hoy había sido un buen día. Se deslizó de vuelta a casa, una buhardilla que alquilaba a un matrimonio mayor en un barrio residencial de la ciudad, a través de la única ventana que tenía. Era ya tarde, y prefirió no molestar a sus caseros entrando por la puerta de la casa.

Cuando la planta de sus pies tocó el suelo de madera, algo raro hizo que se pusiera en guardia. La oscuridad llenaba el espacio de la buhardilla, pero la luna estaba llena y podía vislumbrar las figuras de la cama, el armario y la puerta que daba al baño. No se veía nada, pero olía extraño. Un regusto a hierbas; amargo y familiar.

Se sorprendió cuando vio a su viejo amigo y mentor, Altur, salir de las sombras con su humeante pipa y una tranquila sonrisa en los labios.

(Sigue...)

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11/10/2013, 10:22
Altur

El extraño caminar de Altur, como si flotara, era inconfundible, así como su expresión amable cuando se dirigía a tí. "Eh, Gatita, perdona por entrar en tu casa tan tarde, ¿m?". Haciendo molinillos con las manos, se acercó a la joven halfling, y le dio dos besos seguidos de un gran abrazo. "¡Me alegro de verte de nuevo!, ¿qué es de tu vida?".

(Sigue...)

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11/10/2013, 10:25
Jose Roleiro

Perdiste la pista de tu maestro hacía ya meses, aunque sabías que frecuentaba la ciudad de Toldroth. Altur era un tipo de confianza y un buen hombre, (o medio elfo), que tenía en su pasotismo su gran defecto. ¿Por qué habría venido a verte precisamente ahora?. ¿Qué le contarías de tu vida en la capital de Alcázar?. ¿Tendrías algo a lo que invitarle en la buhardilla que habías convertido en tu casa?.

¡Tu turno!.

Notas de juego

Isbell: 0 Px.

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11/10/2013, 11:25
Sir Mordred Camlann
Sólo para el director

Mordred recordó que cuando era joven conoció a una chica en el barrio de las pulgas. Pero sin duda había pasado mucho tiempo desde la última vez que la vio. No estaba seguro de que siguiese con vida ni de que estuviese dispuesta a ayudarle ahora. Al fin y al cabo, Mordred había desaparecido sin decirle nada.

El joven caballero siguió a Sir Vubio al interior pero rechazó amablemente con un gesto de su mano la copa que este le ofrecía. 

Rubia. Delgada. Guapa. Colgante con forma de colmillo. - anotaba mentalmente el joven caballero. - Amiga del capitán de la guardia. ¿Estarían compinchados o ella estaba camelandoselo para que no sospechase? - se preguntaba en silencio. 

Le agradezco su ayuda Sir Vubio. - dijo respetuosamente el joven. - Ahora debo irme a investigar. Pase usted una buena noche, Sir. - dijo cuadrándose ante él antes de darse la vuelta y dirigirse a la salida de la habitación. 

Había tomado una decisión. Se dirigiría a ver al capitán de la guardia para descubrir que sabía de la espía. 

El joven caballero caminó deprisa hasta el palacio y se comenzó a buscar al Capitán Vladevier.

Notas de juego

Voy a hablar con pnj así descubro informacion y podemos rolear mientras esperamos a los que faltan ^^ 

Tambien recibo un 10% extra de xp por tener Fue:16 y Car:16 o mayor :P

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11/10/2013, 13:30
Isbell
Sólo para el director

Altur que alegria bribon. Contesto al que fue mi maestro y hoy en dia casi mi padre, contesto a su abrazo con uno mas fuerte y un beso en la mejilla, se que no le gustaba pero hacia meses que no sabia de el, a veces habia temido lo peor.

Pues la verdad estoy aqui que hay mucho rico donde elegir. Le comento mientras toco el par de bolsas que habia robado. No olvido tus enseñanzas je. Comento con una sonrisa en la cara. Eso es basicamente lo que hago y bueno disfrutar de lo que me ofece el mundo. Con tono dulce

Pero aqui lo importante es donde ¿Estabas tu?, he estado preocupada eh, sin noticias en meses, creia lo peor maldita sea. Con el tono que una madre abronca a su hijo, mientras me pongo de puntillas y miro a sus ojos directamente; no podia evitarlo era mi unica familia y habia sufrido pensando en lo peor, pese a saber que era un maestro en lo suyo.

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14/10/2013, 10:20
Jose Roleiro

Sir Mordred llegó a palacio entrada la noche, y cruzó sin ningún problema el portón, ya que los dos guardias barbudos que vigilaban la entrada lo reconocieron con facilidad. Un aura de honradez y lealtad emanaba del paladín. Tras penetrar en el patio interior, rodeado por las altas murallas, se dirigió al primer soldado ocioso que encontró, un hombretón con aspecto de dirigirse a dormir tras una larga guardia.

"¿El Capitán?. Ui, sí, su señorío, anda por allá por ande los salones de entrenar", dijo señalando con el dedo. "Vinieron mozos nuevos pa la guerra, tos guapetes y mozalbones, de las provincias. Mu tontos me parecen, que andan con ganas de ir a cazar Califas ya mesmo".

Tras subir unas escaleras y cruzarte con algunos habitantes más del castillo, incluídas dos jóvenes sirvientes que pasaron lanzándote miraditas y sonriéndose, llegas por fin a un claustro iluminado por antorchas y con el suelo empedrado cubierto de paja. Panoplias de armas adornan las paredes, y desde una terraza, (en la que te encuentras junto a varios guardias), se puede ver lo que sucede.

Abajo, un hombre alto de mediana edad hace frente a una docena de muchachos con la mitad de años y con aspecto de fanfarrones. Los muchachos se lanzan contra él, pero con una sorprendente destreza, (sobre todo para portar una pesada coraza), el Capitán de la guardia esquiva sus golpes y los devuelve con la velocidad del rayo; fintando, agachándose, hurtando el cuerpo casi sin esfuerzo, va desviando cada ataque y devolviéndolo con éxito, hasta que tras unos minutos de resoplidos y golpes metálicos los doce muchachos están tirados por el suelo, llevándose las manos a sus cabezas, rodillas, codos y pechos amoratados.

El hombre alto, serio, se dirige tranquilamente a la pared y deja la espada de entrenamiento en una de las panoplias.

(Sigue...)

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14/10/2013, 10:34
Roman Vladevier

Con un suspiro, Román ayuda a levantarse a los muchachos uno a uno. "¿Y vosotros queréis ir al frente?", les dice. "Si esto no hubiera sido un entrenamiento ahora mismo estaríais presentando vuestros respetos a los dioses", afirma negando con la cabeza. "Llegasteis diciendo que erais los mejores espadachines de las Provincias, pero no habéis luchado más que en ferias, con campesinos y sirvientes. Estais tan verdes que podríais mear hierba".

Les da algunos golpes en la espalda amistosamente, mientras los muchachos se marchan cojeando y tambaleándose por una puerta lateral. "Espero haberos convencido de que necesitáis más entrenamiento. Dentro de un par de meses iréis al frente; no antes".

(Sigue...)

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14/10/2013, 10:38
Jose Roleiro

El Capitán sube unas escaleras hasta el balcón en el que has visto lo sucedido, mientras algunos veteranos le aplauden y le dan vítores. Él niega con la cabeza, cansado, y se dirige a sus habitaciones para pasar la noche. ¿Le interceptarás para preguntarle acerca de lo que te ha dicho Vubio?. ¿Preferirás dejarle descansar y hacerlo en otro momento?.

Es tu turno, y tu decisión ;)

Notas de juego

Mordred: 16 Px + 15 Px por postear + 1 Px por humano = 32 Px totales.

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14/10/2013, 10:44
Altur

"Yo también me alegro de verte, Gatita", sonríe pícaro mientras observa como toqueteas las bolsas que has conseguido. "Y me alegro de ver esos trofeos. Bolsas gordas de gentes gordas, con gordas haciendas y gordos tesoros. No las echarán en falta", afirma sonriente.

"No he podido aparecer durante meses porque he estado cazando dragones, ya sabes. Me fui a las Montañas del Corazón de Piedra y agarré a uno de la cola. Al ver que el terrible Altur lo aprisionaba echó a volar, y terminamos en la luna. Allí estuve luchando con él todo este tiempo", afirma revoloteando hasta tu ventana y señalando el brillante astro, "¿Ves todos esos surcos en la superficie?. Consecuencias de la terríble lucha. Pero solo era un gran wyrm rojo, así que pronto acabé con él: en realidad he tardado tanto porque llegar aquí caminando desde la Luna lleva mucho tiempo. No hay diligencia allí arriba, ¿lo sabes?. Solo hay queso. La luna entera es un enorme queso, creeme".

Tras cercionarte de que la tendencia a exagerar y a decir tonterías sigue presente en tu maestro, él se pone un poco más serio. O al menos todo lo serio que se puede poner. "He venido porque tengo un trabajo para tí", sonríe. "Es un trabajo legal, de parte del mismísimo Capitán de la Guardia de la ciudad, pero no es nada como lo que has hecho hasta ahora. Tendrías que adentrarte en las catacumbas de Toldroth, explorar viejas ruinas y buscar a una muchacha huída. ¿Te interesa?", pregunta sonriente.

(Sigue...)

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14/10/2013, 10:59
Jose Roleiro

Si aceptas, te explicará los pormenores de la misión y podrás empezar la historia oficial de este episodio. ¿Qué contestarás?.

Es tu turno, y tu decisión.
 

Notas de juego

Isbell: 0 Px + 15 Px por postear = 15 Px totales.

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14/10/2013, 10:51
Sir Mordred Camlann

Sir Mordred entró al palacio saludando con una sonrisa amable a los guardias de la entrada. Tras preguntar a uno de los soldados, averiguó que el Capitán estaba en los salones de entrenamiento probando a una nueva hornada de guardias.

El joven caballero caminó por el interior del palacio y llegó sin problemas a los salones de entrenamiento. Desde el balcón, acompañado de unos guardias que había allí puedo ver como el Capitán Vladevier se batía contra una docena de los nuevos reclutas. Sir Mordred había oído hablar de lo buen combatiente que era el Capitán pero nunca había tenido oportunidad de verlo con sus propios ojos. La maestría con la que aquel hombre manejaba la espada era increíble y, como no podía ser de otra manera, acabó derribando a todos y cada uno de los muchachos.

Tras derribarlos a todos, el Capitán les ayudó a levantarse uno por uno y les dio unas palmadas de ánimo en la espalda. Les dijo que no estaban preparados para ir a la guerra y se dirigió a sus aposentos entre vítores pasando por donde estaba Sir Mordred.

Buenas noches Capitán Vladevier. Sé que es tarde y que, sin duda, estará cansado pero tengo que hablar con usted en privado. - dijo el joven caballero interceptándole cuando pasaba por el balcón. - Créame, es importante sino no le molestaría, Capitán.

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14/10/2013, 11:09
Isbell
Sólo para el director

"Je no cambia con el tiempo Altur, con sus historias." Aunque no era una niña aun me encantaban esas historias que contaba no podia evitarlo. Tras ella algo mas interesante surge, una mision del capitan de la guardia "Aceptarla y realizarla podria darme un contacto importante y a alguien con mi oficion llevarse bien con el capitan de la guardia me seria muy provechoso. Aunque eso de las catacumbas me daba cierto reparo, no miedo pero si algo de repulsa." Pienso en ello mientras sopeso lo que me habia dicho Altur.

Bueno maestro, ahora mismo no tengo nada entre manos y ando bien de recursos para un tiempo, asi que acepto, aparte no puedo dejar a una muchacha en apuros. Contesto a Altur con tono seguro.