Partida Rol por web

Crónicas Giovanni: La última cena

1.3 La cena está servida

Cargando editor
13/10/2019, 15:34

Se sentaron juntas y miraron la escena de la atípica cena, parecía nadie darse cuenta de los majares que es conde ponía a su disposición, o no querían darse cuenta, para ellas era una oportunidad de ser valoradas, además no tenían problema alguno en ayudar al señor Giovanni en lo que hiciese falta, después de todo.... las molestias que se había tomado al invitarlos era de agradecer y la mejor manera era ayudándolo, en lo que él esperaba. Así que ambas se levantaron y brindaron inclinando la cabeza.

-Que poca clase muestran algunos- refiriéndose a todos los que querían salir huyendo como cobardes, como corderitos asustados por algo de emoción -Como bien dice nuestra condesa- Sofia hizo un gesto con la cabeza al referirse a ella -Sois unos necios si creéis que la mejor manera de llevar esta cena es insultar con esa grosería a nuestro anfitrión, que se ha tomado en todo momento la molesta de traernos hasta aquí y nos esta agasajando con tales manjares, deberíais sentiros honrados por ser vosotros los "elegidos"- termino Sonia.

 

Cargando editor
13/10/2019, 19:02
Etienne de Bourgogne

Cuando la duquesa Borgia le interpela, Etienne responde con un bufido. La espalda le escuece, y teme tener la camisa empapada; en efecto, se lleva una mano a la zona lumbar, y cuando la trae ante su rostro para examinarla la puede ver manchada de sangre.

Mientras hace eso, responde a la duquesa:

 - Mi señora: la sutileza sólo funciona cuando se tienen armas. Los guantes de seda sólo pueden gobernar un feudo cuando envuelven un puño de hierro. La sutileza, sin una espada, es virtud de los poetas y los músicos, no de los gobernantes.

Dicho lo cual, volvió a beber de su copa, tiñéndola de sangre en el proceso, y apostilló a lo dicho por Constanza:

 - Mi compatriota tiene razón: algunos de los presentes podemos participar en la campaña - dice, evitando la palabra intriga - y llevarla a buen término. En cuanto a los demás, mejor será que se marchen si no están a gusto.

La perspectiva de repartir las posibles recompensas entre menos bolsas animaba a Etienne a sostener esa opinión; no obstante, seguía esperando impaciente a que su nuevo amigo Marchetus, o el propio Claudius Giovanni, dieran alguna explicación más. Todo aquello era muy extraño, y empezaba a resultar siniestro o, peor, incluso de mal gusto.

Miró a Marchetus, como apremiándole a resolver sus dudas.

Cargando editor
14/10/2019, 09:08
Enrico di Empoli- pj muerto

Miro hacia arriba. Esto es una locura. Una jodida locura. Y aún encima no paran de hacer ver que soy culpable.

-Gracias a todos, pero será innecesario pagar nada dado que no he hecho nada reprobable. Me sumo a la petición de mis compañeros, ilusamente, de marcharme a la posada y regresar a Florencia lo antes posible para continuar mis estudios con el maestro Donatello. No diseño máquinas de guerra salvo con un buen motivo, no conozco a sus enemigos ni que agravio han cometido, pero dado que trato que nos ha sido dado aquí he de reusar colaborar en este complot.

Dado que no espero misericordia, ni que nos dejen marchar, si no que nos hagan partícipes de algo con esa magia que nos ha controlado, agarro algunas viandas y dado que el brindis inicial se ha producido, empiezo a disfrutar la que tal vez sea mi última cena. La última cena. Un Maestro. Doce apóstoles. El pan se hizo carne. ¿Serán caníbales? ¿Seremos la alegoría de la carne? ¿Querrán hacer una misa negra de adoración a Satanás?

Cargando editor
14/10/2019, 09:26
Allan Beicker

Parecía mentira como en la noche anterior todo parecían buenas palabras y amabilidad y como toda aquella fachada se había convertido en un conjunto de bandos y reproches que en la mayoría de los casos sin duda eran tan inadecuados como inecesarios.

 

Todo aquello era muy extraño y pelearse entre ellos no iba a hacer que las cosas mejoraban, quizá estaban ya todos muertos, envenedados desde la noche anterior y era ahora cuando sus sentidos empezaban a fallar, fuera como fuese estaba claro que el señor Giovanni tenía algo en mente.  Si los quisiera muertos no se hubiera tomado tantas molestias y sin duda tenía hombres de sobra en su ejercito para que una veintena representará algo.

 

No, sin duda había algo más en todo aquello, Allan repaso mentalmente las palabras de Giovanni y había algo que seguía sin encajar.  Allan comenzaba a ser consciente de la situación y había dejado atrás el temor

Señor Giovanni, no he podido fijarme en sus palabras y sin duda tengo la impresión de que no nos ha invitado para unirnos a su conspiración ni ejercito pues sin duda su campaña esta a punto de llegar a termino y 20 hombres no significarían nada.

 

Parece que esta fiesta o celebración es para recompensar a sus hombres, pero podría abrirnos los ojos porfavor... ¿cual es nuestro papel en todo esto?

Cargando editor
14/10/2019, 15:36
Marco

Marcos escuchaba atónito a unos y otros sin mediar palabra, hasta que llegó Giovanni.
Empezaba a hablar de una conspiración con sus amigos. "Isaac", repitió mentalmente, como queriéndoselo guardar.
Ese nombre es importante. Pero rápidamente habló de recompensa, y pasó a ellos.
"Ha hablado como si nosotros fuésemos la recompensa"... Pero rápidamente dijo algo que descolocó a Marcos: "vosotros que sois nuevos en nuestras filas".
Una recompensa y aún así somos nuevos en las filas. "Seremos nuevos miembros de sus secta. Una secta al que le faltan miembros. De ahí la recompensa."
Podría ser. Debían ir muy necesitados, pero en una secta se necesitaban muchas máscaras.
Cuando empezó a hablar de comida bien preparada, Marcos dudó. Para Marcos, el simple hecho de saber que ese día comería era un placer más grande que el hecho de saborear la comida.
Tener que buscar una hogaza de pan, tener que pelearla era muy duro, y aún sí estaba habituado.
Por eso no entendía toda esa floritura alrededor de la comida. La comida era comida. Mientras te llenase el estómago, vivirías un día más.
Entonces todos empezaron a disculparse y a mirar de salir de esa situación.
Marco aún no entendía el porque de tantas prisas. Giovanni les había dicho que éramos nuevos integrantes de sus filas.
Ignorar tales palabras e intentar huir de aquél sitio, le parecía muy poco inteligente. Les habían localizado. Les habían perseguido e invitado a una fiesta y les habían hecho pasar por, lo que a él le parecía, una prueba.
Si querían huir, porqué no hacerlo en un momento más propicio y sin delatar sus intenciones? Es que los adultos no pensaban?

Cargando editor
14/10/2019, 16:28
Duquesa María Borgia

           - Por favor damas y caballeros un poco de paciencia, apertura de mente, atención en los detalles y buenos modales!  Esperemos las respuestas de nuestro noble anfitrión!    Me parece normal la diferencia d modales y puntos de vista entre tanta gente tan heterogénea que vive una experiencia como la nuestra gemelas.     Dijo la duquesa relajando se un poco antes de elegir una copa de vino blanco seco, un pequeño estofado de faisán que acaban de traer, pero antes de tocar alimentos miro de reojo a la pareja de Borgoña con tono más bajo en italiano:

          - Entiendo y concuerdo con lo que dice mesie Ethiene, solo que yo no me negué a matar al gato por esa razón, además de que yo no he dicho ni negado  que ambicione gobernar!   Por otro lado Constanza tal vez no nos requieran a todos precisamente para su misión con los Capadoccio, pero aún si planearon 'invitarnos' a formar parte de sus filas ... O no es cierto conde Giovanni? -.    Aclara y pregunta la duquesa tras sonreír a los presentes, terminando con Lady Amira a quien no supo por un momento si retar o pedir permiso para seguir hablando, por lo que al final trato de acercarse un poco a ella para susurrarle algo al oído

Cargando editor
14/10/2019, 17:14
Albert Mctagger

Normalmente, el trato que he tenido con gente que ha salido de las universidades ha sido más sofisticado. Le aconsejaría que, ya que está pecando con tanta blasfemia sinsentido, pecara también de prudente y se guardara de seguir vertiendo sus opiniones inflamadas durante lo que queda de noche —Constanza dirigió la vista hacia el resto de presentes, sobretodo hacia el abad Clemente, 

Disculpe señora pero yo no provengo de ninguna universidad, todo lo que se lo aprendí de mi maestro y mi escuela ha sido la calle, pero bueno por lo que veo hay mucha gente que me trata a mí de blasfemo por mi opinión pero se pasa por alto las situaciones creadas  por nuestro anfitrión y sus doce amigables compinches- comento Albert mientras sacudía bien la copa sobre Casmir después dejándose llevar por sus emociones  la golpea con rabia contra la mesa
 

- he estado toda mi puta vida investigando para salvar  a gente como ustedes, malgastado mi juventud buscando una cura a todas las enfermedades que nos asolan y que se llevan a nuestros seres queridos, he perdido un maestro ,un padre en el camino sin poder hacer nada por el- lágrimas de rabia empiezan a rozar su rostros - me prometí a mí mismo que no volvería a pasar, que haría lo que fuera para encontrar esa cura, he rogado  y me he arrodillado ante los nobles  y el clero, ¿todo para qué? ¿Para morir aquí?.

Con desden  lanza la copa contra la mesa- Todos los aquí presentes pretenden que sea un  corderito, y deje  este mundo a manos de unos blasfemos conspiradores a los que supuestamente debo estar agradecido por dejarme sin movilidad y romper mi última esperanza de buscar la cura para toda la humanidad, ¿acaso no ven que solo somos juguetes ? herramientas desechables para un fin perverso y sacrilego

Cargando editor
14/10/2019, 18:04
Anna Katarzyna Zaleski

Demasiados improperios, demasiadas salidas de tono y la inmensa mayoría por la misma persona.

- Solo que tu no morirás "aquí".

Esa sucia rata sin duda se merecía un castigo, aunque solo fuera por derramar "sangre" sobre otro comensal, cuando no directamente por resultar tan insufrible, por lo que debería ser apresado y llevado al mismo lugar dónde aquel hombre había recibido su final. ¡Y ahora no seguiría el método valaquio!

Cargando editor
14/10/2019, 19:19
Basilio

Pero vosotros os escucháis ?les increpo elevando el tono hasta gritar .O no entendéis la gravedad de nuestra situación o el miedo nubla vuestro buen juicio. Somos unos corderos entre lobos y aun así pretendéis razonar o negociar con nuestros verdugos Casi escupo las palabras presa de la indignación ...Seguís tratandoles como si fueran humanos y de eso solo tienen el aspecto ..veis que tienen poderes demoníacos y hacéis como si no pasara nada, os hablan de muerte y sonreís como borregos ..Dios me perdone

Cargando editor
14/10/2019, 19:42
Robert Popescu

Robert escuchaba atento las opiniones de todo el mundo. La mayoría parecía tener motivos para querer retirarse; y supongo que estaban en su derecho para ello. Pero lo que Robert había visto. Aquella destreza para desaparecer, para ocultarse a plena luz y acechar a alguien. 

Miró a Bajazet Al-Nasir. No, Robert no se iría. Llevaba tiempo persiguiendo su objetivo y no había logrado nada en todo este tiempo. Ahora se le abría una posibilidad nueva, una serie de habilidades que desde luego quería aprender. Y daría lo que fuera necesario para aprenderlas.

- Que cada uno hable por si mismo. Yo me quedo. - Miró al árabe - No he terminado aquí - Su voz sonaba segura, sin miedo o preocupación por lo que pudiera pasar. Pagaría el precio, fuere cual fuese. 

Entonces volvió su mirada al señor Giovanni, su anfitrión. No sabía si Bajazet dependía de él para ofrecer sus servicios para que lo tomara como aprendiz. Así que por ahora reprimió su deseo de solicitarlo. Lo haría en privado, primero al árabe y en caso de ser necesario al propio Giovanni.

Cargando editor
14/10/2019, 20:02
Anton Rossi

Todos los aquí presentes pretenden que sea un  corderito, y deje  este mundo a manos de unos blasfemos conspiradores a los que supuestamente debo estar agradecido por dejarme sin movilidad y romper mi última esperanza de buscar la cura para toda la humanidad.

- ¿Pero que pasa con vuestra merced? - dijo sorprendido del berrinche que tenía aquel crío con cuerpo de hombre que se hacía llamar mcTagger  ¿Como había llegado a la edad adulta con las orejas y la nariz en su sitio? - Tranquilizaros y haced lo que os parezca, corred hacia la puerta y vera usted quien lo detiene, no será ninguno de nosotros. Lo que le vaya a pasar le pasaría de igual modo desde que subió al carro por propia voluntad. Y lo que no, no os pasará. - 

Era divertido avivar aquel avispero, mientras mas montaba su numerito y robaba protagonismo al anfitrión, más próximo estaba de lograr lo que temía que pasara. Pero sería su propia mano quien rubricara su sentencia si seguía por aquel camino. La cuestión de verdad era si aquello era un matadero o una oportunidad.

Anton llevaba un rato esperando que alguien le sirviera la comida y bebida, pero cansado de esperar se sirvió vino y a los que tenía a los lados, empezando por las hermanas Di Soldi. Aunque eso signficara servir vino a aquel vejestorio que se sentaba a su lado. Era cómico la analogía a un lado algo que deseaba y al otro algo que le daba repelus.

Aún tenía en la cabeza la parálisis que acababa de experimentar y que no acertaba a explicar. La ultima vez que había visto a Mary habían hablado largo y tendido de algunas cosas y había oído y visto otras que no supo explicar entonces, aquello lo había asustado. Pero ahora todo parecía encajar:  fueran lo que fueran  se temía que aquellos no iban a ser muy amables y que sería peor si seguían probando su paciencia mas alla de lo razonable.

Solo os puedo desear fortuna en vuestro propósito señor Giovanni y compañía.- dijo alzando la copa hacia el anfitrión y con un gesto extendió su deseo al resto de la mesa. - Seguro que podría aprender mucho de presenciar la ejecución de sus planes, incluso de tomar parte en ellos, por pobre que fuera mi papel, si usted me lo permitiera, claro esta. - Un último ofrecimiento, puede que uno baldío, pero no por ello iba a intentar dejar de salvarse.

 

Cargando editor
14/10/2019, 21:05

La cena proseguía sin mucho cambio, unos querían irse, otros quedarse y lo expresaban libremente sin ningún tipo de filtro, por lo que parecía, pues no se esforzaban lo más mínimo en ocultar lo cobardes que eran y lo mal que lo estaban pasando.... pobres. Sin duda no sabían disfrutar de una buena cena, igual algunos de los invitados del señor Giovanni eran un poco extraños pero ¿acaso no lo eran todos los nobles? ¿acaso no todos tenemos nuestra extravagancias?.

Ambas sonrieron cuando Anton les sirvió vino y Sonia le susurro -después de la cena- mientras Sofia se mordía el labio inferior y ambas bebían del vino. Sofia meneo la cabeza -Nosotras por supuesto, para no falta al respeto, como hacen otros, y no desperdiciar tal cena, nos quedamos- y Sonia asintió totalmente de acuerdo con su hermana.

 

Cargando editor
14/10/2019, 21:38
Duquesa María Borgia

             - Tal vez ya ha pasado el tiempo de medir sus palabras doctor y debería comenzar a recomendar le sacerdote Bacilo que sea juicioso a usted, ya que ambos desconocemos la naturaleza de nuestros anfitriones, así que hasta que ellos mismos nos informen tal vez sea más sensato ser cuidadosos! -.  Susurra la duquesa a ambos caballeros antes de dormir a Lady Amira y continuar susurrando algo al oído

Cargando editor
14/10/2019, 21:49
Duquesa María Borgia

            - No dudaré en matar, robar, secuestrar o estafar a nuestros enemigos o sus cómplices si es necesario señora, pero los que están a nuestro alrededor son aliados, amigos o nuestros rivales?   Cómo los distintos? -.   ​​​​​​Le susurra la duquesa Borgia a Lady Amira al oído mientras que mira en los ojos de quienes les acompañan que no reaccionen a sus palabras

Cargando editor
15/10/2019, 00:02
'Amr-Bashîr 'ibn Al-As

El musulmán se sintió frustrado al ver que sus palabras cayeron todas en saco roto, pero en el fondo no esperaba otra reacción de los anfitriones ni de los invitados. Aunque, a decir verdad, la sumisión que mostraban algunos por la situación tan precaria en la que se encontraban le resultaba deleznable, sobre todo la de aquellos que en verdad se sentían a gusto en tales circunstancias. Los que se mostraban cautos con la única intención de salvar sus propias pieles eran un tanto menos odiosos a su parecer. Se sentó de nuevo en su silla, sirviéndose algo de vino con el que mojar sus labios. –El abad Basilio tiene razón –le señala con la diestra fugazmente– no se puede razonar con el tigre cuando tu cabeza está en sus fauces –bebió del cáliz, tal vez sería la última vez que probase bebida alguna.

Miró a sus compañeros: Piero, Enrico y Nathaniel. Que no los dejarían salir con vida de allí, de eso nadie dudaba y los extremos no se habían hecho esperar. Algunos groseros hasta el hartazgo, otras con una actitud refinada que encubría un odio hacia los que no eran de su clase y un solo término medio que, contradictoriamente, se hallaba en el seno de la iglesia. Hasta él mismo había pecado por la vía del exceso nada más llegar a la mesa. –Os aseguro, maestro Enrico, que vuestra inocencia está más que probada –le dijo, consciente de que ya nada más quedaba por hacer. Entonces miró al resto. –No sé qué habréis visto que os queréis quedar o por cuál extraña razón os sentís a buen resguardo en este lugar y con estas personas que no desean ningún bien para vosotros, pero sean cuales sean esos motivos, os aseguro que os han ocultado algo. Un detalle. Un fragmento de la historia que no nos están contando. Es ese mismo detalle por el que más de uno de los presentes se ha preguntado de qué utilidad seremos algunos en la conspiración contra el familiar de Giovanni, más que el de ser carne de cañón o chivo expiatorio de su traición. Si alguno desea sentirse incluido en esta hazaña: bravo. Por mi parte no tengo ningún interés en participar, ya que las guerras entre familias son malas para los negocios –dice quedándose tan ancho, alternando la mirada entre todos los invitados. –Pero una cosa de cierto os digo: y es que el diablo está en los detalles, y le encanta cebarse tanto en sus sirvientes putativos como en quienes se creen divinamente inspirados. Y el señor Giovanni… –alza su copa en dirección al anfitrión principal, dando a entender que se refiere a él con su analogía.

Cargando editor
15/10/2019, 00:08
Claudius Giovanni

Lord Casmir agarra la mano de Paolo cuando está a punto de pintar su antebrazo con tanta fuerza que por un momento el monje pensó que se la iba a partir.

Lady Amisa por su parte ignoraba a la duquesa María Borgia, de tal modo que pareciese que no existiese o que su mera presencia le molestase.

-¡Nadie se marchará! -dijo Claudius Giovanni alzando la voz, bastante molesto, y no parecía el único, varios de los anfitriones parecían molestos por todas las cosas que se habían dicho-. Os he invitado a mi casa, a cenar, ¿y me escupís a la cara? Debería empalaros a todos -dice mirando a Anna cuando dice la palabra "empalaros", pero su sonrisa al final, le indica a la joven que no va por ella-. Ya he dicho que el tema de la vida de Enrico se tratará después de la cena. Si deseáis marcharos será después de cenar no antes -sus palabras daban pie a que no iba a discutir con nadie más sobre el tema, lo había zanjado.

Aquellos que se habían puesto en pie con disposición de marcharse se sentaron nuevamente, movidos por pura inercia, o como otros habían denominado, por artes oscuras.

-Señor Giovanni, no he podido fijarme en sus palabras y sin duda tengo la impresión de que no nos ha invitado para unirnos a su conspiración ni ejercito pues sin duda su campaña esta a punto de llegar a termino y 20 hombres no significarían nada -esas son las únicas palabras, dichas por Allan, que parece hacer mirar al señor Giovanni y molestarse en responder

-Así es, en ningún momento os he invitado a uniros, solo os hemos hecho partícipes de nuestra celebración, deberían estar agradecidos de que compartamos nuestro tiempo y comida con vosotros -dice Giovanni-. Las demás preguntas tendrán su respuestas en breve, pero antes...

El señor Giovanni dirige una mirada a la cocina y Lothar da entrada a dos sirvientes que tiran de una gran y ruidosa oveja con una correa de seda. La oveja tira tozudamente en dirección contraria

-Tiene espíritu -dice el anfitrión-. Que distinta de su raza... Bien, invitados, aquí está vuestra cena. -Giovanni coge un gran hacha entregada por uno de los criados y os la ofrece-. ¿Quién de vosotros tendrá el honor de la matanza?

Cargando editor
15/10/2019, 04:42
Anna Katarzyna Zaleski

La reacción del señor y muchos invitados era tan predecible que incluso me hubiera resultado fácil ignorarla, de no ser porque a mitad de ella optara por sonreírme. Sin embargo por fin decidió explicarnos ligeramente el motivo de nuestra presencia en su casa y que fuera algo tan simple como "gozar" de su victoria hizo que me sintiera sucia. Lo mismo podrían haberse ido a un burdel o, si lo que pretendían era en verdad una cena a la altura, evitar invitados de tan baja cuna y con unos modales tan asquerosos como para desconocer cuando morderse la lengua.

Andaba pensando en ese detalle cuando, sin darme tiempo a considerarlo en profundidad, Giovanni hizo entrar una oveja en la sala. Ya me había quedado claro que el conde era un hombre peculiar, pero que trajera el animal con una cuerda de seda, francamente, resultaba excesivo.

Aunque al menos no la ha vestido.

Reconozco con cierto humor para intentar reducir el malestar que me estaban provocando. Solo que no era lo único que le trajeron los criados y, acompañando del animal, otro le entregó un hacha. No hizo falta más para saber qué pretendía hacer con ella, no obstante parecía una herramienta demasiado pesada para mi, por lo que aunque no fuera a sufrir por mancharme más la ropa, no tenía más opciones que denegar el ofrecimiento.

- Temo sea demasiado pesada para mi, discúlpeme.

Y también estaba el hecho de que alguno de los disidentes intentara hacer algo con ella, por lo que si yo la tenía aumentaban sus posibilidades de obtenerla.

Cargando editor
15/10/2019, 09:55
Bilyana Strakovski

Observo a Giovanni, sin creer ni una palabra de lo que dice. ¿Nos ha invitado solo para gozar de nuestra compañía? Sin embargo, la oveja me da que pensar. Si realmente nos van a hacer algo, y puedo moverme, igual podría defenderme.

Miro a la... ¿condesa, duquesa, que te importa esa? Se niega, pero me río pensando en ella levantando el hacha.

Yo lo haría, si pudiera moverme digo, con una sonrisa de todo menos cálida.

Cargando editor
15/10/2019, 10:19
Luigi di verona

-¡Nadie se marchará!... Os he invitado a mi casa, a cenar, ¿y me escupís a la cara? Debería empalaros a todos.

Luigi se agarró a la mesa y el asiento, temeroso de aquellas palabras, pues creia de sobra capaz al anfitrión de dar la orden, a los crucificados en el camino se remitía.

Luego de eso los humores se calman, se acomoda de nuevo en su asiento y puede ver en como regenta Guiovanni su propia casa: es un lider que controla y dispone, no negocia. Comienza a admirarlo y quizá algún dia le tome como referencia en ciertos aspectos.

LLega la cabra y no puede si no sonreir al comentario de Claudius sobre el animal. En un principio duda tanto de los motivos por los que la traen y las explicaciones dadas solo siembran mas dudas. Vio otra alegoría cristiana mas por no llamarlo blasfemia, en el sacrificio de aquel animal, aparte de los doce acompañantes de Guiovanni como en la ultima cena y otros tantos.

Por fortuna se va a adaptando rápido a como funcionan en este lugar, para un escudero y cualquiera que sepa cual es su sitio realmente resulta hasta sencillo, asi que la negativa de las dos primeras personas toma la palabra.

-Mi señor Guiovanni, me sentiría muy honrado si me permitís.

Cargando editor
15/10/2019, 11:32
Pietro
Sólo para el director

-¿Matar una oveja se considera de buen gusto?-Pregunto sonriendo a la matrona.-El trabajo de un pastor, cazador o carnicero cualquiera es motivo de alarde para tan altos comensales... Desde luego la extravagancia de la nobleza carece de límites.