Partida Rol por web

¡Vaya gente más peculiar! No les importa que nos maten a matar gente, incluso a otros humanos, o que volvamos llenos de sangre, sudor, y tripas ajenas. Pero si ven el dorso de la cabeza de Uk (Que no su rostro encogido por el miedo y con el eco de su tembloroso pulso final) de pronto no quieren ni mirar.

En fin...
Procedo a hacer como dicen.

— 300 Pó, y tenemos que repartir entre Jud, Venise y nosotros (Aunque pactamos sólo con Jud, pero no vamos a hacer el feo) Eso son 60 por cabeza, y a nosotros tras pagar las cuotas, nos quedan 10 Pó a cada uno. Me gustaría saber ¿Hay alguna recompensa por las especies exóticas liberadas, o por los bandidos apresados?

> ¿No? Vaya

Tras eso, me dirijo a la mesa, y al ver el festín que se nos ofrece, sólo puedo hacer una cosa, a saber:

Olfateé el aire, mis mejillas se habían sonrojado y mis pupilas dilatado. ¡Olía genial! Nadie diría que no había dado buena cuenta de aquella cena digna de mención.

—Ey ey, no tan deprisa— alcé la palma de la mano a la altura de la cara de Kei. Ya estaba disponiendo el dinero libremente. —Las 150mo que quedan de la recompensa va para nosotros, 50mo por cabeza, que para algo cogimos el encargo. Si la sanguijuela de Jud vino fue porque quiso— resoplé airada. Pero no había que quitarle el mérito que se merecían el pelirrojo y el elfo, por lo que suspiré. —Podemos darles el dinero que encontramos en el cofre de Uk, las 90mo para que se las repartan entre ellos— parecía una buena recompensa por meterse donde nadie les llamaba.

Busqué con la mirada a una elfa en particular, pero la verdad es que todas me parecían iguales (sin pretender ser racista), por lo que me era complicado dar con ella. —¿Dónde está la elfita esta tan animada con...?— me llevé las manos al pecho y las separé lo suficiente como para dar a entender que ahí debían ir un buen par de atributos. —¿Aire? Era algo así...— de uno de mis bolsillos saqué la tan valiosa y útil gema. —Tengo lo que perdió.

Tras la explicación de ambas elfas me dirijo a ellas.

—Gracias por la información. Esto... Marion, Sophia... ¿estáis bien? Debe ser duro lo de vuestro padre, y no puedo evitar sentirme un poco responsable. Si hay algo que pueda hacer para ayudar hacédmelo saber.

Acto seguido Kei y Kokoro discuten sobre cómo repartir el dinero.

—Tíos, yo con Jud no me llevo muy bien, pero sería injusto no repartir el dinero equitativamente. Ellos nos ayudaron mucho cuando peor estábamos, así que creo que deberíamos repartir la recompensa y el botín a partes iguales. Es decir, 60 y... ¿cuánto era 90 entre 5? Eeeh...— me lleva un rato largo (y bastante duro para mí) calcularlo con los dedos —¿74 monedas por cabeza en total? Quitando lo de la membresía nos quedarían 24 para cada uno.

Abro los ojos como platos cuando Kokoro saca la gema de Airi. Ya ni me acordaba de ello.

—¡Hostias, lo había olvidado por completo! Buen trabajo, Koko. Y casi aciertas, se llama Airi.

El tema del dinero era demasiado serio para mí. Si quería poder comprarme lo último de lo último, ser una gran influencia y vivir cómodamente, debíamos hacer bien los números.

—A ver...— suspiré, busqué algo con lo que escribir y tomé el cuaderno de Kei para abrirlo por alguna página en blanco. —Tenemos 300mo del encargo y 90mo del botín— lo mejor era escribir, así nos asegurábamos de que nada se nos escapase. —150mo se van fijos para pagar nuestra inscribirnos aquí (y no pienso contarlo en la división, que se joribote Jud)— calculando se nos quedaba en 240mo. Lo dividimos entre 5... —48mo por cabeza, zopenco— golpeé la cabeza de Sojiro con la libreta, no muy fuerte. Me parecía una división más justa, teniendo en cuenta que a nosotros nos tocaba descontarnos la entrada al gremio. —Se te dará bien la medicina, pero eso de los números y ser un agarrado, no tanto— sonreí triunfal, como si eso último fuera algo bueno. En el otro mundo, si quería tener ahorros para mis vicios, chuches y demás, debía hacer malabares y calcular bien todo, además de aprovechar a tope las rebajas.

—¡Au!— me quejo cuando me da el golpe con la libreta —¡Oye, no se me da tan bien la medicina! Bueno, vale, si tú lo dices así se hará el reparto. Tampoco pienso discutirlo, los números no son mi fuerte. Oye, cuando tengáis un rato quiero hablar con vosotros a solas.

Sonreí triunfal. Me gustaba salirme con la mía, para qué negarlo. Solo faltaba Kei por dar el visto bueno al plan de repartición del dinero.

No pude evitar mirar con curiosidad a Sojiro cuando mencionó lo de hablar a solas. —Mmm, vale, pero primero quiero ver mi habitación y lavarme— ni siquiera me atrevía a olfatearme para decidir a qué rayos olía. —Vosotros también deberíais. Oler a macho está bien, pero una cosa que esté bien— reí antes de darle otro bocado a la suculenta cena.

La verdad es que en cuanto empiezan a hacer números, esto las cifras empiezan a dar vueltas por mi cabeza
Algunos, cuando les dan golpes, ven las estrellas. Yo veo ecuaciones ¡Y no las entiendo!

— Esto..... mira Koko, si tu dices que ese es el número, pues ese es el número. Sep. Confio en tí. Mañana tenemos alguna mision que hacer, y pegará estar preparados. Así que vamos a darnos un duchazo cada uno, sep.

Tras esperar mi turno, en la bañera veo los cortes, los verdugones, moratones. El precio de los combates. Y voy dandome cuenta de que esto no es sino el principio. Habrá mas combates, más peleas. Estaremos en más peligros.

"Si queremos salvar este mundo y volver a Japón, necesitaremos ser mejores. Más fuertes, más listos" pienso al salir de la bañera, cubriendome con una toalla y poniendome lo que haya de ropa limpia por aqui

— "Voy a bajar a ver si aun están Delphine y su hermanito ¿Vienes?

...

...

...

Tras ir a sus cuartos y darse un buen baño cada uno, Kokoro se aparece en la habitación de los chicos un rato antes de irse a dormir, ya que Sojiro les había pedido para hablar los tres a solas y esta es una excelente oportunidad.

Marion se quedó con la piedra del hogar de Airi, se la daría luego de acabar la jornada, ya que ellas comparten habitación. También, luego de explicar cómo hicieron el reparto, en sus ventanas de estado pueden ver el dinero que se ha depositado en el banco, Marion les aseguró que lo que correspondía a los otros dos chicos quedó ya en sus respectivas cuentas.

Estoy en la habitación, sentado en la cama mientras espero a que Kokoro llegase. En cuanto ésta lo hace le indico que se siente.

—Atended, tíos. Mientras he estado KO he tenido un sueño que me ha inquietad. estaba en clase de bioquímica en una lección de esas soporíferas. Al mirar la ventana apareció un sol rojo que cubría gran parte del cielo y rajaba la tierra. Las plantas se marchitaban. Luego el sol se apagaba volviéndose negro y dejándolo todo en penumbra.

Hago una pausa tratando de ordenar mis recuerdos. Aquel sueño fue una fumada tremenda.

—La gente se movía más lentamente y de pronto estoy en la calle escuchando un ruido distorsionado. Todo se acelera a mi alrededor viendo cómo se degrada y desgasta todo, y todo va desmoronándose por el paso del tiempo. Luego todo se acelera y explota el planeta entero, no quedando nada más que el cosmos.

Doy fin al relato de mi sueño cerrando los ojos, suspiro y los abro nuevamente.

—Creo que fue un sueño premonitorio del fin de nuestro mundo, tíos. Podría ser que si no salvamos este mundo eso podría pasarle al nuestro. No tendríamos hogar al que volver si fracasamos, ni volveríamos a ver a nuestra familia, ni a nuestros amigos, ni las cosas que nos gustan. O ésa es la conclusión que he sacado después de haberme comido la cabeza desde que desperté. ¿Qué opináis, troncos?

Me rasco la cabeza

— En circunstancias normales te diría que has visto demasiadas películas o demasiado internet. Pero por el otro lado, lo cierto es que no tenemos ni repajolera idea de qué estámos haciando aquí.  No creo que nos secuestrasen — las cosas, como son — para ejecutar a Uk.

— Recuerdo que dijeron algo acerca de que Ubvorth es un dios que controla el cosmos, mientras que tu adoras a una diosa ¿Que relacion tienen esos dos? ¿Marido y mujer? ¿Padre e hija? ¿Ambos a la vez?

Eso que he dicho podría sonar a una barbaridad, pero recordad que Zeus es un dios y... es Zeus.

—No entiendo cómo funciona el razonamiento de este chico, ¿qué cuernos tiene que ver si estamos emparentados? ¡Somos entidades divinas! ¡nuestra existencia va más allá de denominaciones biológicas o sociales! Cielos... 

Orphea está echada de panza en la cama, apoyándose la cabeza en las manos y meciendo sus piernitas. Luego se voltea para quedar mirando hacia arriba, con brazos y piernas extendidos.

—Y no fui yo la que te hizo soñar eso, Sojiro, ha sido puramente tu subconsciente. Pero no tengas miedo, yo estaré contigo siempre. A... ¡A menos que hagas algo muy estúpido!

Todavía tenía el pelo algo mojado cuando aparecí en la habitación de los chicos, ¡lo bien que me había sentado ese baño! Me senté en la cama casi al tiempo que Sojiro me lo indicaba, cruzando las piernas como un indio mientras esperaba con cierta ansia a saber qué nos quería contar.

Fue empezar a hablar de clases de bioquímica y la boca se me abrió en un sonoro bostezo sin poder remediarlo. Luego, esa mención acerca del sol rojo, negro y el fin de nuestro mundo me dejó perpleja. —Pero... no tomaste nada raro ni te diste un golpe demasiado fuerte, ¿verdad?— podía ser una simple alucinación.

Si ya tener magia para mí era un flipe, pensar en dioses todopoderosos me resultaba de lo más inquietante. —No sé si le puedes preguntar a esa diosa tuya sobre el tema— ¿serían buenos amigos? ¿Sería también pechugona? Eso parecía estilar en este mundo... —Lo mejor será no darle muchas vueltas al tema, o no descansarás como se debe.

Comencé a restregarme uno y otro ojo. De no haber nada más de lo que hablar, no tardaría en irme a sobar.

—Kei, no creo que sea relevante si son hermanos o no. No le daré mucha importancia, tal y como acaba de confirmarme mi diosa ha sido solo fruto de mi subconsciente. No la veréis pero está aquí. Es una niña muy adorable, te entrarían ganas de achucharla, Koko. Perdonad, es que eso me había dejado inquieto y preocupado en plan "¿si no cumplimos a nuestro mundo le pasará eso?", pero si me obsesiono será más probable que me equivoque más— cierro los ojos y respiro hondo un par de veces —Ya está. Bueno, ¿alguno de vosotros tenéis planeado hacer algo mañana? Creo que no estaría mal descansar un poco, aunque yo madrugaré para salir a correr un poco. No os hacéis ni idea de lo bueno que es el aire aquí para un deportista.

—Por supuesto que soy adorable, que soy una diosa, nada menos, ¡¿pero qué es eso de "niña"?!

Se enfurruña y se planta delante tuyo, obstruyéndote la visión.

—Ten cuidado, Sojiro, dije que es tu subconsciente, pero eso no quita que pueda tener algún significado. Hay registros históricos de sueños premonitorios en el pasado.

—¿Ah?— miré a mi alrededor, buscando a esa niña pero, como era de esperar, no veía nada. —Suena un poco pervertido que siempre esté contigo una niña pequeña— mencioné, tapando mi boca con la mano y mirando a Soji con picardía.

—En fin— estiré los brazos, desperezándome y volviendo a bostezar. —Yo mañana iré a ver cómo está Ozax. Ahora estoy cansada y no creo que sea capaz de gran cosa, pero mañana le quitaré ese dichoso sello de la frente— estaba segura de ello.

—Sea como sea, lo mejor es no calentarnos demasiado la cabeza. Si somos los héroes, ya aparecerá aquello que tengamos que salvar— si además de ser héroes teníamos que ir en busca de las cosas, apaga y vámonos. ¡Eso era trabajar demasiado!

—No te ofendas Orphea, pero para mí pareces una niña muy adorable— entrecierro los ojos mirando a Kokoro —¡No soy un lolicon!

Asiento al escuchar los planes de Kokoro.

—Sí, me gustaría ir a visitarle después de correr un poco. ¿Y tú qué planeas hacer, Kei?

Tras oir esto, suelto na carcajada

— Kokoro, técnicamente es la diosa quien tiene miles de años de edad, y Soji sólo tiene 20 si hay algun pervert ¡Esa es Orphea! Aparte, fijo que le ha estado espiando mientras estaba en la ducha.

Y tratando de imaginarme en que lugar sería el más cómodo para que estuviese ella, en plan invisible, señalo. Como si la pudiera ver

— Señoraaaaa, que la hemos pilladoooooo —  y estallo en carcajadas.

La verdad es que me imagino que los otros dos (O tres) dioses tambien pueden estar descuajeringandose ahora mismo.

Intento comulgar con la espada.

¿Piensa o me transmite algo al respecto del sueño de Soji?

—Como tu patrona te ordeno que le pegues. Luego te das cuarenta flagelaciones. No te permitiré usar mi magia divina hasta que lo hagas.

Esta vez no sientes nada, aquel cosquilleo raro ya se ha ido hace rato, desde antes que abandonaran el bosque.