Partida Rol por web

Logan maldijo entre dientes, pues desde aquel lugar no tenía una línea de visión clara del enemigo. Iba a tener que moverse si quería abrir fuego, así que procedió a seguir a Zora. La mejor estrategia contra seres no conocidos solía ser concentrar fuego. Al menos, hasta saber cuanto castigo eran capaces de aguantar. Una vez estuvo en posición, sacó el rifle láser y disparó una ráfaga semiautomática contra el ser. Sin embargo, quizás por las prisas, los disparos no estuvieron bien encaminados.

Stigga avanzó hasta situarse cerca de uno de los hombres de Jeremías y alzó la carabina. El peso era muy distinto, y no estaba acostumbrada a usarla ya; pero no podía pegar llamas a toda esa instalación. Alzó la carabina y disparó, fallando por poco al Gerbal de más hacia la derecha según entraban.

Armand se movió rápido, entró en la habitación y profirió un rugido. Aquel era su fuerte y así habría de demostrárselo a los Taniths. Un sargento, en la furia del combate, podía ser un animal temible que instigaba a sus compañeros y los hacía mejores.

No obstante su grito no fue todo lo enaltecedor que se proponía lo que le hizo pensar más de la cuenta, provocando que fallase el disparo... Pero no había sido eso, la maldita arma se había encasquillado... - Por el Trono, no puedo creerlo - Como consecuencia Armand soltó un rugido que esta vez sí resonó en la sala... - ¡Hija de la gran puta! - Lástima que fuera un grito de frustración y no de furia...

El piloto se encontraba donde no quería, frente a frente a bestias que con un mordisco te matarían, genial estamos todos muertos, con lo bien que estaría montado en una buena nave de mil toneladas o quizás un pequeño blindado, pero no, tenía que ser cuerpo a cuerpo, con sangre salpicando por todas partes en breve.

El piloto se encoje de hombros, alza su pistola y dispara a uno de los animales que posiblemente pronto lo deborarían. Su falta de perspectiva o miedo en momentos donde debería estar temblando, hace que el disparo no se desvíe. El laser sobrecalentado atraviesa la sala con un destello que se suma a los de sus compañeros.

El médico avanzó...pero para cubrirse en una esquina y evitar que la mitad de aquellas criaturas supieran que estaba allí. Tenía el láser preparado, pero dejaría que Koulan y su lanza fueran los que se enfrentaran a aquellas...lo que fueran.

La refriega comenzaba y todo iba demasiado rápido como acostumbraban las peleas de bar...

En primera instancia, los hombres asignados por Jeremias a los guardias Imperiales corrieron a recoger armas láser que habían tiradas en un estante nada más entrar en el hangar, comprobaron la carga y prepararon las armas para apoyar a quienes debían proteger; estaban listos para el combate.

Por otro lado, los disparos de Zora y Logan mordieron carne peluda y provocaron una severa herida sobre el animal que gimoteó por el dolor que le habían causado... mostró sus dientes en señal de desafío pero uno de los hombres de Jeremias cargó sobre él ensartandolo con su espada... un Gerbal menos del que preocuparse.

Malakias, también hirió a otro zorro de aquel planeta, pero aunque no logró abatirlo, lo hirió de gravedad...

Los disparos de Illium y Liam, realizados con sus armas de plasma fueron realmente certeros, pero los mamíferos evitaron todo daño saltando hacía delante para cargar sobre Armand y Stigga... ambos lanzaron poderosas dentelladas gracias a la carrera que efectuaron poniendo en apuros a ambos soldados, sino evitaban el ataque, serían los primeros en sangrar.

Jeremias también cargó enarbolando sus armas e impactó de lleno contra uno de los Gerbals hiriéndolo levemente, la respuesta del animal erró por fortuna para el líder de los montaraces.

El pater, al lado de la puerta pero sin llegar a entrar, comenzó a orar en voz alta, una oración que lentamente fue enciendo las llamas más fervientes y religiosas de todos los allí presentes, era una oración sencilla, del catecismo de San Drussus, pero la pasión con la que era narrada logró un efecto en todos los que estaban allí.

La gente ya estaba en combate cerrado, pero eso no iba a evitar que le metiera una bala a otro en la cabeza, así que apuntando con cuidado al Gerbal que luchaba con el montaraz, al lado del que había impactado antes, volví a disparar sin mas contemplación a la cabeza, sin pararme a pensar en lo que podía pasar al lado mio, a la vez que digo a mi camarada:- Mata a ese cabron!!!

Logan volvió a apuntar su arma, para después disparar un sólo tiro contra aquellas formas de vida hostiles, esperando que pudieran reducirlas pronto. Aunque parecía que este disparo iba mucho peor encaminado que el primero. 

Stigga vio como ese ser se le avalanzaba y, aunque intentó esquivarlo, el ser la hirió. Un gruñido feroz salió de la garganta de la pelirroja mientras soltaba la carabina y sacaba el cuchillo, pues no se veía capaz de separarse sin recibir otro ataque y tenía que matarlo rápido.

-Viejo, ayúdame -dijo a Albert mientras intentaba atacar al maldito ser que tenía encima, pero falló de nuevo. La cosa se complicaba.

Malakias observa como los demonios peludos se lanzan sobre el grupo. Con la pistola en alto da un paso dentro de la sala y se gira hacia el mamífero que se lanza contra la chica del lanzallamas, con ella siempre me siento más seguro, así que no dudo en disparar para darle un poco de espacio. Mi ojo dice que no fallaré, con un pequeño zumbido ajusto el objetivo y aprieto el gatillo de mi fiable arma.

El laser impacta en un costado del animal.

Armand no había sido lo suficientemente rápido como para esquivar a aquel maldito perro que pretendía arrancarle el cuello de un bocado. Por suerte su armadura pareció aguantar el ataque con relativa suficiencia aunque el dolor fue tal que el sargento emitió un gruñido.

Cargado de ira soltó un grito de rabia desde lo más profundo de su ser - ¡Morirás como está mandado sucio perro! - Dicho esto sacó con la mano libre la pistola que llevaba en la cadera y disparó a quemarropa a aquel ser inmundo.

A pesar de que estaba prácticamente sobre el ser el disparo salió en una dirección diferente, errando el tiro... - Joder Armand, si sigues así no cuentas otra noche...

La situación no era de peligro inminente de muerte, pero sin duda, dos de los guardias habían sido heridos, y aunque sus heridas no eran notoriamente graves, la advertencia de Jeremias podría hacerles temerse lo peor ¿veneno? ¿corrupción? la incógnita estaba ahí y poco podían hacer hasta que acabara la refriega.

Illium se vio obligado a retirarse del combate dejando a Stigga sola, el Volpone era un maestro del largo alcance, pero no del cuerpo a cuerpo.

El disparo de Malakias fue esquivado por el perro, ya que Armand había errado en su intento de defenderse y tuvo toda su atención puesta en el piloto que alzó su arma... aquellos animales eran sobrehumanos en cuestión de agilidad y reflejos y estaban dando buena cuenta de ello.

Zora había logrado un gran disparo y el lobo que luchaba contra uno de los montaraces cayó fulminado. Liam disparó su pistola de plasma, friendo a otro Gerbal; ahora, Stigga estaba libre de enemigos, solo quedaba Armand en peligro contra el Gerbal.

El doctor, siguió donde estaba, acobardado y sin ninguna intención de combatir.

Solo un montaraz seguían batiéndose en duelo. Uno de ellos acababa de dar muerte al gerbal al que se enfrentaba, pero el otro montaraz decidió flanquear al que atacaba a Jeremias con el fin de ayudar a su jefe, que parecía en apuros.

Jeremias, en cambio, erró su ataque y recibió una fuerte dentellada, que al igual que Stigga, no fue una herida realmente grave aunque el gruñido que soltó de frustración indicó que Jeremias estaba preocupado.

El gerbal que seguía enfrentándose a Armand fue objeto de otro poderoso mordisco después de haberse abalanzado sobre él para moderle una pierna... 

Viendo que mis compañeros me obstruyen la visión, no tengo otra opción que apoyar al Volpone, no me hace ninguna gracia, pero es la supervivencia del grupo, y ese mostrenco aguanta lo suyo, así que le reventare la cabeza al Gerbal.
Sin mas giro mi rifle hasta la refriega del Sargento Volpone y disparo al Gerbal que le acosa con saña y determinación. mientras digo, ayudemos al Volpone! a mi compañero.

Logan se estaba quedando sin visibilidad, rodeado por todos lados de otros compañeros, así que optó por apuntar y disparar al único al que, más o menos, veía. Aquel que estaba enzarzado con Jeremías. Lo señaló a su camarada, y se tomó unos segundos para apuntar, antes de disparar en semiautomático, con dos rayos láser que avanzaron de forma certera hacia la bestia.