Partida Rol por web

Curse of the Dragon

Escena 2 - El Club Kraken

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02/09/2021, 01:15
DIRECTOR

1 de Noviembre del 2074
00:08 Horas. Seattle

Lluvia. Eso es lo que ocurría en Seattle la noche de los difuntos, y a pesar de todo, las sirenas de los bomberos no paraban de sonar. Locos extremistas, chamanes conjuradores y viudas desesperadas por contactar con los muertos, hacerlos levantar o ambas cosas eran los responsables. Otra vez.

Cada año las ambulancias de la Doc Wagon hacían su agosto en esta noche trasladando heridos, muertos o repuestos a extirpar, según el contrato que se tenga, pues en Seattle quien mas y quien menos hace negocios con el diablo. 
La poli tampoco daba abasto, había altercados en cada esquina y las redes sociales denunciaban cada minuto la falta de seguridad y preparación para esta fatídica noche. Eso al alcalde le daba igual, mientras los números de las estadísticas de electores fuera el mismo.

Joder, otro año igual. Putos chalados.
Un mensaje llega a vuestro comlink. Un trabajo para ya en la zona de placer de Touristville.

Puede que esta noche no sea tan mala después de todo. 

Notas de juego

Estaba esperando algo así para meteros ya directamente en una escena nueva.

Darle caña.

Kenji, si quieres hacemos lo del combate, tú mismo con tu intro.

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02/09/2021, 10:45
Kenjuro “Waveman” Miyagami

Una gota solitaria resonaba en la estancia, justo dieciocho segundos después de la anterior. Una y otra y otra vez. Una sinfonía que levantaba ecos en el cuasi desierto lugar.
Una destartalada habitación que hacía las veces de vestuario, con apenas un sofá de piel sintética gastado, una mesita y un saco de boxeo colgando del techo.
Eso, y la incansable gotera que hubiera puesto de los nervios a cualquiera que hubiera pasado más de un par de minutos allí.
Pero el único ocupante de la sala llevaba casi una hora allí dentro… ¡meditando!

Kenjuro abrió lentamente los ojos, sentado en seiza sobre el mismo suelo. Miró el reloj de la pared. Pronto vendrían a llamarle.
Esperaba que el de esta noche fuera su último combate.
Y es que estaba cansado ya del Pitch, un antro en cuyo sótano se realizaban peleas clandestinas que movían importantes sumas de Nuyens y atraían a un numeroso público de todos los estratos de Seattle.

Realmente nunca en su sano juicio habría participado en ese lamentable espectáculo de peleas entre energúmenos que deshonraban las artes marciales para deleitar a psicópatas ávidos de sangre.
Pero las circunstancias le habían obligado…

Cuando regresó a Seattle unos meses atrás, las cosas habían cambiado mucho desde su última visita a la ciudad.
La gente se había vuelto desconfiada, casi paranoica, y hasta sus antiguos contactos parecían dudar de su lealtad.
Con los escasos recursos que tenía, Kenji se había comenzado a plantear dormir en la calle.
Hasta que un día paseando por el barrio oriental, encontró una tienda que vendía antigüedades importadas de Japón; jarrones, teteras, cristalería de Okinawa, cerámica de Kyōto y otra suerte de objetos que Kenji observó con fascinación, repasando cada rincón de Yazawa Shoten, la tienda en cuestión.
No obstante, dudaba que hubieran muchas personas en la ciudad con el buen gusto suficiente como para pagar los elevados precios por aquellas obras de arte.

Mientras se deleitaba con unos cuadros hechos con la antigua técnica de Ukiyoe, vio como un Bentley aparcaba frente a la tienda y un hombre de piel oscura vestido de forma elegante entraba a la tienda y conversaba con el dueño como si no fuera la primera vez que se pasaba por allí… ¡además en un fluido japonés!
Pero lo que más le sorprendió fue ver cómo la conductora del coche bajaba y se ponía de brazos cruzados apoyada en el vehículo.
¡Un momento! ¡¿Frankie?!

Salió a saludar a su antigua compañera en Londres, y mientras charlaban salió el tipo trajeado con una bolsa del establecimiento.
El hombre en cuestión resultó ser Jamal, el cual tras saber que su guardaespaldas había trabajado con Kenji en el pasado, ofreció trabajo al japonés.

Satisfecho por su hallazgo y una oportunidad de ganar Nuyens, Kenji volvió a la tienda y estuvo hablando con su dueño, Atsushi Yazawa, que era la cuarta generación en regentar la tienda.
Una mujer de cierta edad le ayudaba en la trastienda, seguramente su madre.

Poco después, y cuando ya anochecía, llegó otro lujoso coche frente a la tienda.
Cuatro tipos trajeados y de rasgos japoneses entraron a la tienda y exigieron a Atsushi “su dinero”.
Cuando este dijo no tenerlo aún, le golpearon y comenzaron a tirar objetos al suelo, rompiendo cerámicas y cristales.
Kenji los reconoció fácilmente; Yakuza.
Y no iba a quedarse de brazos cruzados.
Les advirtió que se largaran, pero eso sonó como un chiste para esos tipos, los cuales se creían “la ley” en esa parte de Seattle.
Así que tuvo que echarlos de forma violenta.

Atsushi le contó que su hija estaba enferma y para costear su tratamiento, estaba tan desesperado que había pedido dinero a la Yakuza, pese a saber sus consecuencias.
Los mafiosos le habían dado tres meses para devolverles la elevada suma, y a falta de poco menos de un mes, Atsushi no había reunido ni la mitad.
Te ayudaré. le prometió.

Atsushi, al saber que Kenji estaba sin hospedaje, le ofreció instalarse en su piso. Un lugar no muy grande pero en una zona bastante tranquila donde residía con sus padres, esposa e hija, Megumi.
La pequeña de seis años se había puesto bien y se la veía sonreír.
Kenji no permitiría que unos mafiosos le borraran esa sonrisa.

…….

Llamaron a la puerta del vestuario con prisas.
¡Te toca Waveman! le gritaron desde el otro lado.

Kenjuro se puso en pie, y realizó unos últimos estiramientos antes de salir.
Llevaba tres semanas peleando casi a diario. Dieciséis combates en los que había reunido una suma importante; esta noche debería ser su último combate.

Mientras salía a la jaula, Kenjuro notó que el gentío aquella noche era mayor al habitual.
Tras todas aquellas victorias Waveman tenía su público, y se enfrentaba al favorito; Gurk.

Gurk era un troll, una de esas moles que sobrepasaba de largo los dos metros y medio y váyase a saber lo que pesaría.
Nadie jamás le había derrotado y de hecho solía aplastar tan fácilmente a sus rivales que sólo peleaba en “ocasiones especiales”.
Y acabar con la racha de Waveman era una buena ocasión.
Porque nadie prácticamente dudaba que Gurk iba a aplastar al nipón.

Mientras subían a la jaula, el público enloquecía al ver al mastodonte de troll, con sus cuernos, sus colmillos y aquellos guantelete recubiertos de pinchos… ¿era eso legal? No tenía sentido quejarse en un sitio donde nada lo era.

Aún puedes rendirte, renacuajo. le dijo Gurk, con su fétido aliento.

Kenji le ignoró y se puso en posición, alzando una de sus manos en la peculiar postura del Kidoken, su estilo personal que aprendió de su maestro Kuroda el Oni.

La bocina sonó dando el combate por comenzado y la gente enloqueció, esperando ver sangre enseguida.
Pero esta tardaría.
Kenji se dedicó a esquivar los ataques de Gurk, evaluando su técnica y forma de atacar.

El troll comenzó a ponerse nervioso y pasó lo que el japonés previó; bajó la guardia para atacar con más fuerza.
Eso le permitió conectar un par de golpes en el costado del troll que apenas se inmutó y propinó un potente puñetazo que envió a Kenji contra la verja.

¡¡Uuuueeeeeee!!
El público ya tenía sangre, pero quería más, mucha más.
El combate entró en otra fase de golpes fallidos de Gurk y con Kenji cada vez más acorralado.
Tanto, que no pudo evitar un par de golpes que encajó a duras penas, sintiendo como si le golpearan con un tronco o algo así.

Gurk veía ya clara su victoria; aquel desgraciado sólo sabía dar vueltas por el ring para retrasar lo inevitable.
Y pronto le daría su final.

El troll se lanzó al ataque, otra vez, pero sin que él lo notara sus movimientos eran más lentos e imprecisos.
Cansancio.
Esta vez para su sorpresa, Kenjuro no esquivó si no que se abalanzó contra él.
Notó como golpeaba al nipón, pero algo en él había cambiado.
Sus ojos relucían en un rojo intenso y sus músculos parecían tan tensados que era como si fueran a estallar. Incluso creyó que Kenji gritaba como una bestia salvaje.
Todo ello lo vio antes de comenzar a recibir golpes en su torso a una velocidad que le impedía reaccionar, sintiendo como comenzaba a faltarle el aire.
Cuando el castigo terminó, trató de agarrar al maldito ojos rasgados, pero todo el público vio incrédulo como Gurk se tambaleaba.

Dio una palmada al aire, intentando agarrar algo, en el momento en que Kenji daba un salto contra la verja y luego rebotaba contra el techo.
Se hizo el silencio absoluto cuando Waveman descendió como una bestia salvaje, no, como un demonio enfurecido.
Tal era el origen del 鬼怒拳 Kidoken, El Puño del Oni Enfurecido.

El puño de Kenjuro, impulsado por su descenso, impactó con una fuerza brutal contra el cráneo de Gurk.
De ser una persona normal, habría ido directo al cementerio.
Con suerte el troll despertaría tras un par de días en cama.

El pesado cuerpo del troll quedó tendido sobre la lona, aún con el Pitch en total silencio.
Cerca de trescientos individuos incrédulos ante lo que acababan de ver.

¡¡Uuuuuuuuuueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!
La gente al fin reaccionó, exaltada, extasiada, como si acabaran de tener el mejor de los orgasmos.
¡Se habían cargado a Gurk!

¡¡¡¡Waveeeeemaaaaannnn vencedor!!!! gritó el speaker como si estuviera poseído.

El aludido apenas lo celebró, dejándose caer pesadamente sobre la lona. Agotado y herido, no obstante sonrió.
Por fin terminaba aquello.

Un par de días después, Kenji se dejó ver en una lujosa mansión de las afueras, rodeada por un alto muro.
Venía a pagar.
Le hicieron pasar hasta encontrarse con el Señor Yamatani, el jefe de la banda.
Sus hombres podían torturarte de las peores formas imaginables, pero él era un hombre de exquisitos modales que detestaba mancharse, ni que fuera de una sola gota, de sangre.

Sin ceremonias, Kenjuro dejó caer sobre su mesa los credi sticks que contenían el dinero.
Yamatani comprobó su contenido y enarcó una ceja.
Hay más de lo debido…

El sobrante es para que nunca más ninguno de sus hombres vuelva a acercarse a nadie de la familia Yazawa ni a poner un pie en su tienda. explicó Kenji.

Yamatani asintió con una enigmática sonrisa.
Dicen que no tienes ni para alojamiento… que Yazawa-san te hospeda en su casa…
¿Te gustaría trabajar para mí? Estos credi sticks te parecerán calderilla con lo que podrás ganar a mi lado…
insinuó el veterano Kumicho (Jefe de la banda).

De repente, el commlink de Kenji resonó en la habitación.
Al mirar su pantalla, vio una llamada entrante.
Jamal.

No. Ya tengo trabajo. respondió Kenjuro, saliendo a paso decidido.

Pronto sus pasos le llevarían a Touristville.
Y de allí a una nueva aventura.

Notas de juego

Sí, lo reconozco, me he flipado!! :D
Es culpa de Alvaro por tenerme tantos meses esperando mi debut!
Y el combate ya me lo he flipado yo sólo, así no retraso la acción y nos reunimos cuanto antes. Saludos!

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03/09/2021, 12:35
Guren Waltz "Diesel"

La música retumbaba por todo el garaje-casa-taller de Diesel. Un enorme espacio conformado por varios vehículos a medio desguazar, un sinfín de estanterías metálicas entre charcos de aceites y carburante y multitud de drones apostados en una mesa de trabajo de varios metros de largo en metal negro. Al fondo un camastro con las sábanas revueltas en colores chillones fucsia y verde fosforescente y un escritorio con el deck de control encima en un mar de cables, conexiones y chips desgajados.

El trance resonaba con fuerza ahogando las sirenas de fondo de las patrullas de la Lone Star recorriendo las calles, o montando redadas en el barrio. Mientras trabajaba reparando los drones, yendo y viniendo por el taller y mascando patatas sintéticas de una bolsa abierta sobre la mesa. Tenía que acabar con ese maldito trasto antes que pasaran a buscarlo. Empezó a pelearse con el cañón hasta que consiguió arrancar un pedazo de hueso que bloqueaba el pistón automático. Con un gesto despreciativo tiró el trozo, probablemente humano, acertando en un bidón de metal lleno de restos malolientes al fondo del taller.

Apenas había salido con vida de la última carrera ilegal, tendría que buscar algo más rápido y manejable que su vieja Rover si quería estar a la altura de esos niñatos con la cartera llena de nuyens que participaban ahora. Pero para ello necesitaba un buen pelotazo de su verdadera fuente de ingresos e información. Un sitio oscuro y peligroso, las sombras.

Hacía ya más de diez años que se movía en ellas, había conseguido hacerse un nombre, contactar con profesionales de primer nivel como el profesor J. y salir vivo de todos los Milky runs que le habían prometido. Pero como dicen en el mundillo, no existen los milky runs. 

Y por desgracia casi le pillaron desguazando un vehículo de alta gama en la zona corporativa, puso a prueba sus credenciales de agente de mantenimiento para Mitsuhama. Por suerte Dr. J le echó un cable cuando se hizo pasar por el jefe cabreado del servicio de líneas eléctricas de la corporación, esa se la debía, y con ello pudo pasar el mes entero cuando colocó el motor que había desvalijado. Estuvo tentado de metérselo a su Rover, pero el viejo Heimdal no habría aguantado la potencia.

Fue entonces que llegó la llamada. 

- Ey Doctor J, que te cuentas. Un trabajo, sin nombres.. está bien como siempre nos mantendrás a oscuras hasta que nos muerda el culo. Nos vemos allí, pero antes haré un barrido de la zona y posicionaré a mis valkirias. Mantendré al Tyr a punto por si hay que entrar en combate, vendré con el Heimdal.

 

Notas de juego

Pues posiciono los MC Fly Y el Lockheed en la zona de encuentro y voy con el Rover

 

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03/09/2021, 22:39
Bleidd

Los espíritus danzaban aquella noche.

Mucho de lo que se decía de la noche de difuntos eran patrañas, parte cultura popular anterior al Despertar, parte capitalismo oportunista y parte vandalismo desbocado. Pero en el Sexto Mundo, nadie en su sano juicio dudaría de que aquella noche era distinta a las demás. El reino mortal y el mundo de los espíritus estaba más cerca, el velo que los separaba era más tenue. Bleidd podía sentirlo.

Se encontraba en el centro de su choza de medicina, la habitación más grande de su discreto apartamento en Everett, el distrito más al norte de la metroplex de Seattle, pegado a las tierras del Consejo Salish-Shidhe, su antiguo hogar. Estaba sentado con las piernas cruzadas, en el centro de un círculo trazado con polvo de hueso de bestias cazadoras, rodeado de fetiches y tallas tribales de madera que representaban a su totem. 

A ojos de un observador mundano, el joven estaba solo. Pero todo shamán sabe que nunca está solo de verdad. Aquella noche Bleidd estaba en comunión con Lobo. 

Con sus percepciones extendidas al mundo espiritual, Bleidd podía ver claramente a su espíritu guía frente a él. Los ojos dorados de Lobo estaban clavados en él. La bestia-espíritu se había sentado sobre sus cuartos traseros; su hocico no se movió para hablar, pero Bleidd escuchó su voz claramente.

-Has iniciado un largo camino, Lobo Gris. Han pasado muchas lunas desde nuestro último encuentro. Tus pasos te han llevado lejos. ¿Has encontrado el rastro que buscabas? 

Bleidd frunció el ceño, meditando la respuesta. Lobo no era Perro. No podía ser invocado sin más. Era indomable. Iba y venía sin obedecer más que a su propia voluntad, pero cuando decidía acudir, solo un necio ignoraría su mensaje. Lobo era sabio, pero no regalaba su sabiduría.

-El rastro es débil, pero el cazador persiste. Me has enseñado bien, Abuelo Lobo. 

Bleidd había agradecido a su totem su presencia y le había mostrado su respeto de la manera ancestral, con los ritos y ofrendas apropiados. 

-No dejes que la emoción de la caza te ciegue, Lobo Gris. Has dominado las sendas de los espíritus con gran rapidez, y tus actos han sido motivo de orgullo para tu manada. Pero sigues siendo un cachorro. Eres un lobezno recién salido de la madriguera. Todo lo que has aprendido es a no tropezarte con las patas al andar. Sabes andar; ahora debes aprender a correr.

Lobo se puso en pie, sus ojos dorados reflejando la tenue pero omnipresente luz del plano astral.

-Esta noche correrás en las sombras, Lobo Gris. Aprende a correr, o deberás aprender a morir.

Y sin decir más, Lobo se dio la vuelta y se alejó a la carrera, perdiéndose en la bruma plateada del mundo de los espíritus. 

En ese mismo momento, en el mundo mortal, el comm de Bleidd empezó a sonar, un sonido frío, artificial, antinatural, que le sacó del trance abruptamente. El shamán devolvió sus sentidos al plano terrenal, y contestó a la llamada. La imagen en trideo del Doctor J apareció en el proyector, ofreciendo un trabajo y enviando la ubicación.

Correr en las sombras... 

-Allí estaré -respondió antes de que el arreglador colgara, con su concisión habitual.

Cerró los ojos, y aún en la misma posición en la que había recibido a Lobo, se desligó de su cuerpo y proyectó su conciencia al plano astral. Su cuerpo espiritual se manifestaba al otro lado del velo como una versión idealizada y perfecta de su cuerpo físico. El Colmillo del Lobo, su foco de hechicería, brillaba con luz propia en el plano astral colgado de su cuello. Sentía junto a él la presencia no manifiesta del espíritu de los ancestros que tenía vinculado, preparado para ofrecer sus servicios en cuanto se lo pidiera.

Con tan solo desearlo, en cuestión de milisegundos, su forma astral se encontraba en el punto de reunión, cruzando kilómetros de espacio físico en un parpadeo. Su cuerpo seguía en Everett. Confiaba en el Doctor J, pero uno nunca podía ser demasiado precavido. Si algo había aprendido desde que llegara a Seattle era que para un shadowrunner, la paranoia no era una enfermedad mental; era un estilo de vida.

Por ese mismo motivo, realizó una exhaustiva inspección astral al lugar. No quería sorpresas ni fisgones espirituales; lo que allí debía hablarse era solo para la manada que reuniera el Doctor J. Otros se encargarían de asegurarse de que no hubiera micros ni sistemas de escucha electrónica; a él le concernía la parte mágica del asunto. 

Media hora en el plano astral era mucho tiempo. En cuanto estuvo seguro de que el espacio astral de la zona estaba despejado, y que los mortales que había a una manzana a la redonda no poseían auras extrañas ni conjuros activos, esperó pacientemente desde el otro lado del velo a la llegada de los que serían sus compañeros de equipo aquella noche.  

 

Notas de juego

Cuando lleguen todos al punto de reunión, me manifiesto en el mundo físico para poder interactuar con ellos.

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04/09/2021, 16:30
DIRECTOR

Los drones sobrevolaban touristville, mandando las imágenes al enlace del orco que se hace llamar Diesel, mietras este conducía su furgoneta Rover modelo 2072 por la interestatal camino de Redmond. 
El lugar de la ubicación, situado en medio de la principal avenida de este distrito del placer, no dejaba dudas de ser un club donde unas letras grandes de neón rosa proclamaban el nombre del mitológico calamar gigante, el kraken, con tentáculos del mismo color que danzaban alrededor de la sugerente y boluptuosa silueta de una mujer. Un claro mensaje a sus clientes.

Los pequeño drones con forma de avispa cambiaron su rumbo rodeando el club Kraken. Las luces de la arteria principal parecieron ser tragadas por la oscuridad de la verdadera Redmond.
Desde el aire, podía verse toda la miseria y porquería que había inundado lo que una vez fue un distrito rico y tecnológico. Tras el crash del 29 toda la industria de telecomunicaciones que había se marchó o dio en quiebra dejando naves, locales y edificios abandonados. Aquí es donde la mayoría de los fugitivos y sin techo encuentran su hogar, asi como hackers y recuperadores sin dinero, pues los accesos a la Matriz son numerosos y no están tan vigilados. No había presencia policial en Redmond, lo que facilitaría cualquier encuentro que allí hubiera.

La calle trasera del club no estaba iluminada en absoluto. Tan solo el tenue resplandor de las dos farolas vecinas, en las calles laterales, concedían algo de luz al lugar. Allí solo había una puerta metálica, simple y de color rojo oscuro a juego con los ladrillos del edificio.

***

Una pequeña aura de incertidumbre pasó volando por encima del espíritu que merodeaba por la zona. Bleidd, en su forma astral, pudo detectar que había ambición en el motivo de aquélla aura, pero también ilusión y dedicación en su manejo y construcción. A la velocidad a la que iba volando debía de ser un drone muy pequeño. El pequeño drone se posó justo encima de una de las farolas, la de la calle izquierda, enfocando todo el callejón trasero del club Kraken. ¿Casualidad? Bleidd no creía que fuera un simple drone sobrevolando al azar Redmond. Fue entonces cuando una figura más extraña pasó por encima del drone y de Bleidd, a mucha mas altura, pero con un aura tan poderosa que impresionaba. Su fuerza provenía del intenso color rojo de la ira. Pero no había sido el único encuentro desagradable de esa noche en el mundo astral. La noche de difuntos no era precisamente el momento idóneo para pasearse astralmente. Multitud de fantasmas, espíritus y otros usuarios mágicos con intenciones nada buenas paseaban en esta noche en busca de víctimas para poseer o proveer a sus rituales, seguramente sangrientos. Y Redmond no era donde estaban los magos de mejor categoría precisamente. 

El motor del Bentley emitió un rugido leve, apenas un ronroneo mientras se introducía por la oscura calle, y sus faros ahuyentaban no solo sombras, también pequeños ojillos que se ocultaban con rapidez buscando la protección que le brindaba la oscuridad.
Dentro iban dos personas, una de ellas tenía un aura inestable de creciente ira por un suceso acontecido hace poco. La otra tenía un aura fría, precisa, calculada. emitía tranquilidad y acción al mismo tiempo. Tú conocías ese aura, era Doc J.
El Bentley se detuvo a la entrada del callejón. Demasiado estrecho para los vehículos, sobre todo los policiales.  

Una orco que era la conductora se bajó del vehículo, ignorando que dos personas la estaban viendo.

 
  

Notas de juego

Todo vuestro.

Bleidd paso la información al off. 

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05/09/2021, 01:39
Director

Notas de juego

Doc y Francine, vais a efectuar dos chequeos de percepción+intuición a dificultad 4. Uno para sentir que algo mágico está allí (en este caso la presencia de Bleidd) y el otro para determinar si veis la avispa de Diesel posada en la farola.

Como Frankie no tiene la habilidad de percepción, solo tiraría su atributo -1 en dados. Como tiene una intuición de 3, no es necesario que tire (no puede sacar la dificultad de 4) a menos que gaste punto de destino en la tirada y no hay garantías tampoco.

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05/09/2021, 16:46
Ahmad Jamal
- Tiradas (2)

Motivo: Intuición + Percepción

Tirada: 5, 6, 2, 2, 1, 3, 3, 2, 1

Éxitos: 2

Motivo: Intuición + Percepción (Vol.2)

Tirada: 4, 1, 5, 5, 6, 1, 3, 3, 2

Éxitos: 3

Notas de juego

A ojos de Jamal, llegan tarde ;-D

Va, me dice Frankie que va a postear ya mismo, así que la espero que le dejé un par de cuestiones en el aire y así me da pie a hacer un diálogo con ella antes de salir del Bentley.

Me queda claro que Bleidd y Diesel no están visibles -qué malotes más desconfiados xDDD-, pero no me queda claro si veo a Kenji, Jefe. Acláramelo en cuanto puedas y dejo el post bonito para todos los públicos ^^

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05/09/2021, 17:45
Francine Deveraux, alias "Frankie"

Una vez en el coche la orca se dejó llevar por el tráfico para relajarse. Le encantaba conducir. Posiblemente por la sensación de absoluto control que tenía al volante. Mientras zigzagueaba por la ciudad para llegar a Touristville Frankie recordó con cierta indiferencia al tipo que se retorcía en el suelo en busca de aire. No es que no se lo hubiera avisado. Como si le hubiera leído el pensamiento la voz del Doctor Jamal le llegó desde el asiento trasero.

Francine. No tenías opción. Has resuelto con rapidez. Y eficacia. No pretendas vivir la vida sin que te deje cicatrices. 

Sus ojos se cruzaron durante un momento. — Tenía opción. Podía haberle pegado un tiro. — respondió la orca con sencillez. A veces no acababa de entender a su jefe. Quería complacerle. Sabía que debía aprender a controlar su ira. Pero aquello no iba a dejar una cicatriz en el alma de Frankie. Ese tío se lo merecía. 

¿Hace cuánto no ves a Miyagami-Kun?

Frankie sonrió sinceramente mientras un amago de risa amenazaba con apoderarse de ella. — Demasiado para mi gusto. Aunque he oído que hace un par de días el muy cabrón tumbó a un troll en el Pitch. ¡Un puto troll! Joder, me habría encantado verlo. Maldito Waveman... 

Con agilidad detuvo el Bentley en el callejón del pub y se bajó del coche mientras echaba un vistazo alrededor. No había nadie a la vista. Aunque aquellos tipos eran shadowrunners. A saber dónde cojones estaban. Lanzó una rápida mirada a su reloj mientras se colocaba junto a la puerta trasera y el Doctor Jamal bajaba del coche. — Joder, Doc, aquí no hay un alma. Tus chicos se retrasan. 

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05/09/2021, 20:35
Bleidd

-Me temo que eso es incorrecto. Por partida doble.

Las palabras flotaron en el aire mientras la forma astral de Bleidd se manifestaba frente al fixer y a la mujer orca. La imagen translúcida que apareció ante ellos pertenecía a un hombre joven, alto y delgado aunque ancho de hombros, de proporciones y rasgos imposiblemente perfectos. Llevaba el pelo hasta los hombros, y se agitaba suavemente movido por un viento inexistente. Iba ataviado con ropas modernas con un toque tribal, y un largo guardapolvo colgaba a sus espaldas casi como si fuera una capa. En su cuello brillaba un talismán hecho del colmillo de algún tipo de animal.

-Saludos, Doctor J. Y compañía, por supuesto -dijo el shamán en su estado incorpóreo-. Me he tomado la libertad de inspeccionar el espacio astral de la zona. Toda precaución es poca; nunca se sabe quien puede acechar justo al otro lado, y más en una noche como esta. 

Y si no me equivoco, también nos observan por medios más mundanos -añadió, señalando a la posición del pequeño dron que había captado desde el plano astral-. Espero que sea otro de tus hombres, Doctor.

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06/09/2021, 01:50
Director

Notas de juego

Siento no haber podido responder antes.

Tanto Diesel como Waveman estan de camino y pueden llegar (postear) en cualquier momento. 

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06/09/2021, 11:14
Kenjuro “Waveman” Miyagami

Kenjuro fue directamente hacia el lugar que Jamal le había indicado por videollamada.

Vestía con un pantalón de algodón marrón claro ajustado, con bolsillos en todas partes, y una camisa de un azul marino que parecía negro, encima de la cual iba su pesada gabardina.
Y calzaba botas marrón oscuro de media altura.
Llevaba la mano derecha vendada y tenía una tirita con diseño infantil en uno de sus dedos.
No es que la necesitara ya, pero la pequeña Megumi se la había puesto tras su duro combate y le parecía una especie de talismán.

Cuando llegó al sitio, vio el inconfundible coche del doctor aparcado y se acercó a paso ligero.
Vio a Frankie charlando con un tipo al que no conocía, con un aspecto extraño, una mezcla entre refinamiento y salvajismo, con ropas que contribuían a ese aspecto “salvaje”, especialmente ese colgante.

Sin decir nada se acercó y cuando se percataron de su presencia saludó con los dos dedos imitando un saludo militar.
¿Qué tal? preguntó por mero formalismo, realizando una leve reverencia, prácticamente un asentimiento, al desconocido.

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06/09/2021, 11:58
Guren Waltz "Diesel"

A un par de calles, una furgoneta negra con las marcas de Archtechnology solutions y el enorme logo impreso en su flanco y en su frente aguardaba al lado de un callejón silencioso. las ratas se daban un festín con el cadáver de un gato muerto, había cierta justicia poética en la imagen. Tenía una de las puertas automatizadas abierta detrás, y dos drones dispuestos en uno de los accesos fingiendo una reparación.

Diesel observaba desde su Van, con el deck de control sobre el salpicadero, controlando la multitud de avispas mecánicas que estaban apostadas mapeando la zona. El techno resonaba fuerte en la cabina, y tendría que usar los cascos si quería saber de que estaban hablando. Cogiendo otro puñado de patatas sintéticas y llenando su boca de amplios colmillos sonrió ante la discusión con el avatar de un shaman, o un mago, o un.. lo que fuera. Un friky mágico. Al parecer habían llegado todos, y quería tener controlado al contacto por si las cosas se torcían o trataban de joderles.

Abrió un canal con el com link del doc. Como siempre, el daba las órdenes.

Puso los pies sobre el volante, al fin y al cabo no lo usaba para nada, se colocó el deck de control en las piernas y dio un largo sorbo a su sintecola. Crujió el cuello y se dispuso a dar el informe.

- Hey doc, aquí Diesel parece que están todos los invitados a la fiesta. Te paso un link a las imágenes de toda la zona para que le eches un vistazo. Si quieres algo más específico como análisis de armas, olores o cyberware avísame y coloco a las especialistas. Puedo aparecer por si hay que hacer una extracción in situ o esperar cerca por si quieres hacer una extracción en caliente si las cosas se tuercen. Como siempre, en la garita de Heimdall aguardando instrucciones. Lo dicho, te paso el link a las cámaras de mis Valkyrias.

Bueno, que el Doc. organizase la intervención. No sabía si el contacto era de fiar, o si estaban hablando directamente con el arreglador. La verdad es que estaba algo verde en ese tipo de protocolos y la gente solía ofenderse de sus comentarios graciosos.

- Joder, ¿Ese tío lleva una tirita? ¿Lo habían sacado directamente del colegio? Frankie tan fea como siempre, y el shaman parece un vagabundo borracho que vive entre cartones. Ups, sorry doc J tenía el canal abierto.

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06/09/2021, 12:32
Ahmad Jamal

Pocas cosas satisfacen más al Dr. J que el hecho de que su equipo se presente a tiempo en el lugar convenido.

Si trabajan conmigo, nunca llegan tarde, Francine. —replica el negro como si leyera el futuro en el ulular del viento que recorre el cielo de la Noche de los Muertos en el barrio de Touristville.

El Señor Lobo es el primero en presentarse evidenciando iniciativa y cautela, motivo por el que, pese a su juventud, es uno de los arcanistas más prometedores en activo en el submundo de Seattle y uno de los predilectos de Jamal. Francine no debería tardar en reparar en el error de creerse sola en un barrio caracterizado por ser un crisol de chamanes y espíritus.

Mr. Bleidd. —saluda el doctor con un leve asentimiento de cabeza al joven chamán. Nada dice sobre su iniciativa. Es lo que espera de él.

Al Lobo le sigue Miyagami-Kun con su elegancia callejera habitual. Francine reveló que hace poco se vio involucrado en una pelea callejera con un trol. Jamal sabe que este tipo de eventos producto de la contracultura de la sociedad actual mueven notables sumas de dinero en forma de apuestas ilegales, pero no ignora el peligro inherente a estos combates de foso, más propios de gladiadores modernos cuya esperanza de vida es, por definición, precaria.

El interés por el japonés en moverse por tales entornos preocupa al Dr. J, a pesar de lo que su mutismo pueda dar a parecer. Ya en el Bentley, Jamal reflexionaba sobre la anécdota que Francine le refiere sobre Kenjuro en el Pitch, ya que vencer a un trol es algo tan extraordinario como poco probable. Y no es lo extraordinario de las habilidades marciales de Miyagami lo que inquieta a Jamal, sino lo poco probable que resulta darle una paliza a un trol en un clima de ludópatas paranoicos, algo que en el mundo de las apuestas ilegales suele traducirse en grandes e imprevistas pérdidas de dinero para tipos que no dudarán en considerar que deben ajustar cuentas con alguien.

Como sea, ese pensamiento queda reservado para después.

Ahora, trabajo.

Mr. Waveman. —dice Jamal, recibiendo al japonés con un tenue reverencia.

No presenta a nadie.

El que sea avispado habrá captado los alias de los demás, y de Francine Devereaux nada ha de añadir. Basta con verle las facciones hoscas, lejanamente femeninas, y la mirada de obsidiana a punto de prender en llamas para saber que es el muro de músculos personal del doctor.

El negro saca su Calibán y conecta a su oído un auricular al tiempo que vincula sus lentes al canal privado del commlink. Ahora su hombre en los cielos ve lo que él ve y escucha lo que él escucha.

Recibido, Mr. Diesel. Sitúe ojos en el callejón y en toda la calle. —dice dirigiéndose a alguien que, evidentemente, no está allí presente pero que, a todas luces, está en posición a la hora señalada.

Tras esto, el Dr. J, flanqueado por sus hombres, comienza a caminar con paso calmado hacia la puerta del Kraken, manos a la espalda, su abrigo ondeando por el soplo de la brisa de la noche de Seattle.

Notas de juego

Entrando en escena, que se le llama a esto xDDD

Estoy muy contento con mi equipo. Quiero dejar constancia ;-)

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07/09/2021, 21:19
Guren Waltz "Diesel"

Observando el callejón desde sus multitud de drones espía, sus valkyriras, Diesel decidió aportar algo de potencia de fuego si las cosas se torcían. Añadió a los dos Nissan Rotodrom y los hizo volar hasta apostarlos en el techo de un edificio vecino. Observando desde las alturas, listos para caer sobre su enemigo como dioses alados. Por otro lado dejó que una de las avispas bajara hasta el hombro de Jhamal, el que disponía de sensor de armas y cyberware. Por si la gente decidía ir armada, no creía que le fuera difícil ocultar la avispa mecánica, o usarla con total confianza, lo que prefiriera.

- Ey Doc. te dejo el detector de cyberware y metales para que sepas si van armados y los implantes que tengan. Baja ahora de los cielos, llévalo donde quieras. Hay que estar precavidos para que no nos la jueguen. Apostados dos vigías, Huguin y Munin armados y apostados en los edificios vecinos, si hay problemas estarán ahí en un clic y os paso a recoger con Heimdal. Si hay una emboscada el resto de valkyrias nos lo dirán, dispuestos los detectores de movimiento en entradas y salidas.

Tras los preparativos volvió a llenar la boca con esa mierda sintética. Como podían estar tan buenas. Pensó al tiempo que volvía a poner el Techno-trance a tope.

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07/09/2021, 21:31
Guren Waltz "Diesel"

Lentamente en apenas un parpadeo una de las avispas bajó volando para colocarse en el hombro del Dr. J.

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08/09/2021, 22:47
DIRECTOR

La oscura, sobria y discreta puerta de aquél callejón era todo lo contrario a la puerta principal. Solo tenían en común que pertenecían al mismo edificio, pero ni carteles, ni luces, ni chicas os daban la bienvenida allí. Tan solo una mirilla corrediza en la puerta, y una pequeña cámara dentro de media esfera de cristal situada encima de la misma, os indicaban que esa puerta se usaba para algo mas que sacar la basura. De hecho, debido a todos esos factores, muy posiblemente los verdaderos negocios se llevaran a cabo detrás de esa puerta.

Sin previo aviso la mirilla se descorrió a un lado revelando unos ojos surcados de rojas venas. Tras unos segundos de escrutinio visual que se alargaron mas de lo debido por la fantasmagórica presencia del chamán, una voz seria, posiblemente modificada con algún tipo de implante que la agravaba, os habló desde el otro lado.

-Enseña la tarjeta a la cámara-.

La mirilla volvió a cerrarse dejando el callejón tan en silencio y ausente de vida como lo estaba antes. La pequeña cámara os vigilaba con su único ojo desde la altura, ubicada en la propia pared de ladrillo del oscuro edificio.

Notas de juego

Hay que estar precavidos para que no nos la jueguen.

Sois un poco paranoicos, ¿no?.

Bleidd: No notaste nada raro en el aura de la persona que había detrás de la puerta.

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10/09/2021, 16:28
Ahmad Jamal

El Doctor J alzó la tarjeta que le había entregado el señor Ryu escasa una hora antes.

Aguardó la comprobación con estoica apostura.

Caballeros, las palabras pesan en el interior de este local. Ojos bien abiertos. Cautela—dijo a sus hombres durante la espera.

Cada cual sabía qué tenía que hacer. Jamal se encargaría de la charla, de la hipotética negociación en su caso y de verificar las credenciales del Johnson. No era habitual que un Johnson enviase a un mensajero con una tarjeta de acceso al encuentro de un arreglador, pero el doctor ya se hacía una ligera idea de la delicadeza que podría requerir el asunto.

Notas de juego

Perdonad, he leído el mensaje esta mañana. Si llego a verlo antes cuelgo un mensajito corto para avanzar raudo.

Por mi parte, poco más que añadir.

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11/09/2021, 00:31
DIRECTOR

La cámara alargó el objetivo enfocando el código que había en la tarjeta. Tras unos instantes inquietantes la puerta se abrió en completo silencio dejando entrever unas estrechas escaleras poco iluminadas que bajaban.

Sujetando la puerta y con la espalda contra la pared se encontraba un humano, cuyos ojos ya conocíais, trajeado y con un pinganillo en el oído que no tenía reparo alguno en ocultar el sospechoso bulto debajo de su axila izquierda. Por el tamaño, una pistola pesada.
El humano os indicó con un gesto de la cabeza que bajarais mientras esperaba paciente a que terminarais de entrar todos, para después, cerrar la puerta en completo silencio aguardando detrás de ella mientras os veía bajar.

Las escaleras se alargaban casi diez metros hasta llegar a una pesada cortina de terciopelo color burdeos que había sido descorrida por una mano humana. Mientras terminabais de bajar, el ritmo de una música lacónica armonizada por la voz de una mujer inundaba un recibidor. Un rápido vistazo os dio la idea del lugar en el que estabais;

A la derecha un mostrador delimitaba la zona del guarda abrigos, atendida por una sonriente humana de rasgos orientales, cuyas facciones habían sido remodeladas para parecerse a una niña, indefensa y sumisa, vestida de sirvienta. Dos humanos más guardaban uno a cada lado de la cortina, cada uno vestido con traje oscuro, pinganillo y arma bajo el sobaco. Nada os dijeron, nada tenían que deciros.

La joven salió de detrás del mostrador y os obsequió con una elegante reverencia al estilo occidental, dejando entrever una cuarta más de sus pálidos muslos al levantar la escasa falda.

  Sirvienta -Bienvenidos. Si me hacen el favor de seguirme les conduciré hasta su cita.-

La vocecilla dulce y algodonada de la joven os produjo una sensación de calma y bienestar. De seguro que utilizaba moduladores de voz para "activar" ciertas facetas del cerebro. Dándoos la espalda deslizó otra cortina pesada, de terciopelo rojo revelando otra sala parecida a la anterior. 

Sirvienta -Reservado número dos. Cuidado con los escalones y que sea grata su estancia-.

La joven seguía manteniendo la pesada cortina mientras pasabais a la siguiente sala, donde un pasillo recto que conducía a los reservados salía hacia la izquierda. De frente otra pesada cortina de terciopelo os cerraba el paso, aunque ahora la música era mucho más nítida que antes.

Tras recorrer unos metros llegasteis ante el reservado número dos, donde una puerta de madera oscura impedía que oídos indiscretos se enterasen de los asuntos que allí dentro se llevaran a cabo.

Doc. sopesó las opciones mientras su mano se posaba en la manilla de color dorado. Allí dentro estaba el Johnson, no había dudas de que el asunto debía tratarse con la máxima discreción. 

Cuando Doc. abrió la puerta os encontrasteis en un reservado bastante amplio, con una mesa central redonda con faldilla de color granate y varias sillas dispuestas a su alrededor. Un cómodo sofá de cuero negro descansaba enfrente de la mesa, a la derecha de la puerta.
El reservado estaba abierto por su parte frontal pudiendo ver el resto del local hasta el escenario. Allí una joven humana de pelo negro con un vestido rojo ajustado, guantes largos rojos y voluminoso escote, deleitaba a la audiencia con su melodiosa voz y el reflejo de su vestido que parecía armonizar con el suave contoneo de su perfecto cuerpo.

Sentado a la mesa, un hombre humano de origen oriental, vestido con traje oscuro y gafas con cristales tintados, escuchaba paciente la melodiosa voz. Enfrente de él, un martini reposaba a medias sobre la mesa.

Sin miraros siquiera, os invitó a sentaros con un gesto de su mano mientras sus ojos seguían fijos en la cantante. 

Notas de juego

Si llego a verlo antes cuelgo un mensajito corto para avanzar raudo.

Por mi parte, poco más que añadir.

Suficiente, el resto es cosa mía.

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11/09/2021, 00:33
Mr. Johnson

-Una admirable voz, ¿verdad?-. Dice Mr. Johnson en un fluido inglés con un ligero acento, sin apartar la vista del escenario. -Es su voz natural, sin modificaciones de implantes-.

La cantante terminó su canción saliendo del escenario sin detenerse a saborear los pocos y sobrios aplausos que le dedicaban desde la sala principal. El Johnson se limitó a sorber otro trago de su martini. Por fin, sus ojos se centraron en vosotros y una sensación extraña recorrió vuestro ser. Definitivamente no tenía nada que ver con el señor Ryu de la discoteca.

Notas de juego

Todo vuestro, tenéis material para hacer un buen post.

Bleidd: tirame un chequeo de asentimiento (assensing) a dificultad 5

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11/09/2021, 23:48
Bleidd

Bleidd siguió al Doctor J y al resto a través de la entrada del local, flotando silenciosamente y atravesando sin problemas los objetos físicos como cortinas y puertas. Las auras fluctuantes de los ocupantes del local no le decían gran cosa sobre ellos, las percibía tenues y apenas lograba distinguir los detalles reveladores más básicos. Quizá las palabras de Lobo pesaban demasiado en su mente aún para permitirle concentrarse lo suficiente.

Por razones obvias, la forma astral del shamán no pudo aceptar la invitación del Johnson, y en lugar de sentarse, permaneció flotando. La negociación quedaba en manos del Doctor, como siempre. Al fin y al cabo, aquella era su especialidad. Era un intermediario, y quienes se dedicaban a ello con éxito habían sabido encontrar la manera de hacerse imprescindibles para ambas partes de un trabajo. 

También contempló a quienes sin duda serían sus socios en la incursión de aquella noche. No conocía de antemano a ninguno de ellos, y no hurgó deliberadamente en sus auras. Si debe haber honor entre ladrones, entre shadowrunners mucho más. La mujer orca parecía una tipa dura de verdad. Una razorgirl probablemente, con implantes cibernéticos que la harían más fuerte, más rápida y más letal. Con un poco de suerte, sería de esos mercenarios que afirman seguir un código de honor, uno de esos autodenominados samurai callejeros, aunque vender sus servicios era algo más propio de un ronin sin señor.

El otro orco, el varón, parecía menos imponente físicamente, aunque un shamán en el plano astral sabía perfectamente lo muy engañosas que podían ser las apariencias. Era el responsable de los drones que había captado en el callejón, así que debía ser una especie de técnico. Quizá el decker del equipo, o a juzgar por los drones, quizá un rigger, un ciberpiloto que controla a sus caros juguetes mediante interfaz neural directa. En cualquier caso, si estaba allí su utilidad estaba garantizada. Doc era demasiado profesional para lo contrario.

Y por último, el hombre oriental también estaba en perfecta forma física, aunque a simple vista no parecía estar cromado en absoluto. Era imposible deducir nada sobre su especialidad por su aspecto o vestimenta, pero por su porte y sus movimientos perfectamente medidos, era un luchador sin duda alguna.

Esos serían sus cómplices en el crímen aquella noche, y estaba seguro de que el Doctor J les daría un briefing más adelante sobre lo que podían esperar unos de otros durante la operación. Por lo tanto, la atención del shamán se centró de nuevo en el Johnson. 

Deseaba conocer los detalles del encargo. El Doctor ya sabía que él no aceptaba cualquier tipo de trabajo. 

 

- Tiradas (1)

Motivo: Int+Assensing

Tirada: 3, 1, 2, 2, 2, 1

Éxitos: 0

Notas de juego

¡Menos mal que no he sacado otro 1! xD