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Danza Macabra. x Cuarto Episodio: El Matrimonio de Iñigo

5. La Boda

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29/05/2012, 12:34
Don Antón

Guiándose por la voz de su vasallo, Don Antón taja el aire con cuidado varias veces, hasta que en uno de los muchos intentos, corta la cuerda.

Samuel cae cabeza abajo pero al no ser desde mucha altura, no sufre ningún daño.

Ayuda a levantarse a su vasallo y señala el negro bulto del cuerpo de la muchacha una vez el cazador ya está en pie de nuevo

- Coge el cuerpo y continuemos, estamos perdiendo demasiado tiempo y el pueblo debe andar cerca.

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29/05/2012, 13:09
Samuel Sánchez

Me pusé en pie tras la caida, cagándome en los muertos del deforme hijo de la bruja, maldito sea mil veces. Me sacudí los restos de hierba de las ropas y arrugué el hocico al volver a acercarme al cadaver putrefacto de la muchacha.

- Si...no hay mucho tiempo - pero entonces se me ocurrió algo.- Un momento, acabo de tener una idea.

Rápidamente eché mano de mis cosas y saqué la manta que usaba para taparme en las noches frías. No quería perder mi manta pero tampoco quería perder lo poco que quedaba ya en mi estómago que no había vomitado todavía. Envolví el cuerpo con la manta y me lo eché al hombro como si fuera un saco de patatas.

- Así está mucho mejor, no huele tanto y se lleva bien - dije satisfecho, era un verdadero alivio.- Ya podemos irnos, mi señor.

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29/05/2012, 17:35
Don Antón

Levantando las dos manos

- ¡ Carajo qué buena idea ! - añade a modo de disculpa - en la próxima fonda el vino correrá de mi cuenta - y en verdad estaba haciéndoselas pasar canutas a toda la comitiva en general y a su vasallo en particular.

En su descargo podría decirse que tampoco el Vizconde podía preveer el devenir de los acontecimientos... es probable que más culpa tuviera el hidalgo y su visión tan particular del mundo y de la justicia.

 

Notas de juego

PNjtizado

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29/05/2012, 17:38
Director

Los dos hombres continuaron la marcha en línea recta, pues como antes se dijo, ambos recordaban bien el camino y eran capaces de orientarse con las pocas estrellas que eran visibles en el firmamento aquella noche.

Anduvieron ya muy poco, hasta que divisaron a lo lejos puntos de luz, de algunos hogares y de algunos candiles que Don Iñigo había tenido la gentileza de colocar en sus tierras.

Notas de juego

Lo dejamos aquí de momento que el otro grupo ha avanzado 0.

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29/05/2012, 20:58
Roderigo

Mientras andamos le hablé bajito al templario.

No tengo ni idea, no soy un curandero ni un médico, señor -le dije al Santiaguista-. Es posible que le perdonen la vida si nuestros propósitos acaban con la nuestra, pues quizá crean que no tienen nada que ver... o puede que no, y si despierta le habrá pesado de salir de esa inconsciencia para morir ahoracado o algo peor...

Me llevé la mano al mentón, pensando.

Otra opción sería sacarlo ahora de aquí y alquilar un carro o una mula y llevarlo a algún lado, algún sanatorio o convento... pero claro... eso sería un lastre y quizá moriría... Yo creo que deberíamos probar suerte con la primera opción: llevarlo a cuestas, incluso, sería un suicidio.

Luego miré al D'Ocampo ya vestido, de arriba a abajo, y me hizo pensar.

Ha de saber vos que no soy un hombre de combate como lo es vuesa merced, que yo me dedico a otros menesteres más sutiles, y no es insulto lo que le digo, sino que ando más de noche que de día, no se me fustigue... Con esto quiero decirle que... yo de espadas y escudos se lo justo... Pero bueno, hay que intentarlo.

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31/05/2012, 22:47
Director

Transcurre bastante tiempo sin que aparezcan Don Antón y Samuel...

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31/05/2012, 22:48
Don Carlos de Mayoral

Había estado todo el tiempo yendo y viniendo en la sala, caminaba de un lado a otro visiblemente nervioso

- Si queréis buscar a la falsa Luisa hemos de proceder ya, no se nos vaya a echar el día encima que las noches no son tan largas como parece -mira a Aleixo -¿Cómo lo hacemos? ¿registramos el castillo o preguntamos a algún sirviente? ¡estarán todos durmiéndola!

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31/05/2012, 23:19
Aleixo d'Ocampo

Desde la marcha del vizconde de Muel la habitación se había convertido en una calmada inquietud. Don Carlos caminaba ansioso como una bestia tras los barrotes de su jaula dejando un rastro sonoro con ello por el tintineo de su armadura al entrechocar. Aleixo, por contra, permanecía sentado en una silla con la espada en la mano y la punta en el suelo como esperando por un duelo. Los ojos permanecían entornados bajo sus espesas cejas en una mueca absolutamente inescrutable. Por fin el noble de Mayoral rompió el silencio.

- Si queréis buscar a la falsa Luisa hemos de proceder ya, no se nos vaya a echar el día encima que las noches no son tan largas como parece -mira a Aleixo - ¿Cómo lo hacemos? ¿registramos el castillo o preguntamos a algún sirviente? ¡estarán todos durmiéndola!

- Vamos pues... - contestó Aleixo poniéndose en pié como un resorte. - un criado borracho es precisamente lo que necesitamos. Le preguntaremos cuál es la habitación de la señora y le amedrentaremos para que guarde silencio.

Aleixo se dirigió con paso firme a la puerta.

- Espero que si no conseguimos regresar se apiaden de la vida de éste infeliz. - comentó apesadumbrado refiriéndose a Hernán. - Caminemos tranquilos y confiados... no somos asaltantes. Pero procuremos no llamar la atención.

Los pasillos estaban tranquilos pero conforme caminaban en dirección al salón se notaba que el servicio había apurado cuantos vasos y vasijas hubiera por doquier. El santiaguista se acercó a un criado adormilado por las horas y el vino combinados y le agarró por la pechera zarandeándolo.

- Despierta, despojo. ¿Te parece bonito estar en éste estado? Asqueroso... despierta o me encargaré de que no despiertes jamás. Dinos, vive Dios, cuales son los aposentos de Doña Luisa... en una noche como ésta necesita protección y está claro que no se puede uno fiar de vosotros. Habla o calla para siempre... villano.

Notas de juego

Destinatarios.

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01/06/2012, 10:58
Roderigo

Desde luego, el Santiaguista parecía no valer mucho para las amenazas, pues parecía muy discreto en su petición. Sin embargo, sería suficiente el no apelar a ningún tipo de "carnicería verbal" contra ese muchacho, pues el vino y su posición de criado serían suficientes como para obtener la información. En esos momentos me aposté en una esquina vigilando quien pudiera venir y escuchando pasos acercarse si los hubiera. De vez en cuando miraba la escena del zarandeo, para ver cómo iba.

- Tiradas (2)
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03/06/2012, 18:18
Director

El hombre que dormitaba en uno de los rincones del corredor adyacente al vuestro, abrió los ojos exageradamente cuando fue zarandeado, se trataba de uno de los criados del castillo, no de uno de los soldados. No obstante el  hombre (que  ya estaba entradito en años) medio adormilado no dudó en daros las indicaciones precisas sin preguntar si quiera, todo con tal de seguir durmiendo

- Perdonad mi señor, los aposentos de Luisa están en este mismo pasillo, penúltima puerta de la izquierda... no me dormiré más lo juro - dijo inseguro.

Notas de juego

No marquéis tampoco a Hernán.

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03/06/2012, 18:21
Director

Todo estaba en silencio.

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06/06/2012, 12:29
Roderigo

Vamos Señor D'Ocampo -dije desde la esquina haciendo gestos de que se acercara con la mano-, ¡no oigo a nadie!.

Acto seguido, comencé avanzar sigilosamente por el pasillo, un poco en vanguardia para avisar al Santiaguista de posibles sorpresas. Mis pasos no parecían sino tan sólo el crepitar de una pequeña vela: insonoros, vacíos, imperceptibles. Con mi capa subida y el gorro puesto bien parecía un fantasma en busca de algún desdichado,... O tal vez fuera verdaderamente así. Bajo mis ropas anchas, tomé mi cuchillo en la mano, pero colocada por encima la manga, para ocultarlo (por si había algún imprevisto).

- Tiradas (1)
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06/06/2012, 13:56
Aleixo d'Ocampo

El Caballero se aproximó al quicio de la puerta tras los pasos de Roderigo. ¿Sería prudente llamar? Aquel acto podría llevarle a la muerte pero eso no era problema... Si estaba en lo cierto tendría bien a morir pero si estaba errado y la señora era inocente y todo había sido una mala jugada de su percepción la ignominia y la vergüenza le persiguirían por los años.

Resopló con fuerza y decidió entrar a las bravas. Giró el pomo y dio un fuerte empellón a la puerta a la vez que comenzaba a hablar con voz áspera y cargada de furia.

- Es la hora de la verdad, señora. Por Dios y por la decencia confiese ante nosotros sus malas artes antes de las nupcias o le aseguro que se arrepentirá bajo el azote del fuego eterno. Sabemos que no es más que una impostora que asesinó a la verdadera prometida de Don Íñigo y que está tramando la destrucción de éste lugar. Hable o le juro que le sesgaré la vida como se hace con las malas hierbas que crecen en los parterres. Hable digo.

Notas de juego

Como no esté o la puerta esté atrancada por dentro me voy a dar con un palmo de narices. :P

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06/06/2012, 14:31
Roderigo

No me esperaba aquella irrupción... vamos... si lo esperaba, pero no con tal temeridad, aunque lo cierto que así mejor que andándose con remilgos... Mi cuchillo ya no estaba escondido, sino que habia salido al relucir bajo la estela de la gran armadura del de Santiago, que se hacía protagonista del momento. Miré a un lado y a otro por si los tales ahora esposos dormían con guardias, a los cuales no me importaría reducirlos con el beso de un filo bien envenenado...

Notas de juego

uff, que nervois, nerivos... ¡nervios!

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12/06/2012, 12:06
Director

La puerta se abrió con un chirrido, la estancia estaba en total oscuridad, la luz del pasillo inundó la alcoba de Doña Luisa y vísteis un bulto bajo las sábanas, totalmente inmóvil.

Un caballero totalmente equipado entró hecho una fiera en la habitación dando voces, pero el bulto no se movió. Tras él, un villano miraba nervioso de un lado a otro con el acero en la mano.

Transcurrieron unos segundos que se hicieron eternos, el bulto bajo la manta no se movía, ni siquiera con ese movimiento rítmico propio de una persona al respirar, nada de nada. Lo que sí estaba claro es que bajo la manta había una persona, por ser de las mismas dimensiones...

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12/06/2012, 13:06
Aleixo d'Ocampo

Aleixo no conseguía calmarse. Sus propias palabras... toda aquella perorata sobre la honradez de las intenciones del cruzado habían quedado en saco roto. No había respuesta. La reacción no tardó en aflorar... de un tirón arrancó las mantas de la cama descubriendo lo que hubiese debajo.

- Pero, ¿qué demonios...? Roderigo... cierra la puerta y prende un candil. - ordenó.

Notas de juego

destinatarios Aleixo.... !

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14/06/2012, 23:50
Roderigo

¡"Cago'en" las muelas de Baltasar! -pensé para mía con cierto refunfuño- ¡Qué exigente!

Con el cuchillo en la mano, no podía ponerme a sacar el pedernarl y placerle al de Santiago en medio de la oscuridad, en medio de aquel bulto, ¡en mitad de la alcoba del matrimonio unido!, sin dilación alguna y con ganas de blasfemar por todo lo alto, corrí hacia el pasillo y cogí una de las antorchas colgantes. Al instante, regresé, cerré la puerta, pero sin llegar a encajarla... (tiempo ha que aprendí que a veces el encierro hace más daño que un puñal afilado...).

Fue entonces cuando extendí mi brazo con el reflectante fuego y la tenebrosidad inundó la zona ¡Qué terror!, parecía aquel bulto como aquellos que inutilmente alguna vez intentaron huir de su propia muerte, y se escondieron burdamente mientras rezaban para que no viese la evidencia de su imbecilidad... ¡Pero ahora! ¡Señor, San Pedro o Satanás!: ¿quién diantres se escondía allí abajo? (desde luego no había nadie retozando...)

Señor Aleixo, ¡ande! -al decir esto apunté con la cabeza y las cejas en alto hacia el bulto, para que lo destapara lo antes posible.

Notas de juego

Destinatarios!!

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18/06/2012, 13:54
Director

La luz tampoco alertó lo más mínimo a aquel bulto, que siguió inmóvil.

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18/06/2012, 16:03
Aleixo d'Ocampo

Notas de juego

Me auto quoteo...

La reacción no tardó en aflorar... de un tirón arrancó las mantas de la cama descubriendo lo que hubiese debajo.

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18/06/2012, 16:15
Luisa de Medrano

Cuando Aleixo levanta las mantas, desde debajo de ellas emerge la concubina del Diablo gritando como una posesa clavando su daga en el abdomen del caballero que no puede esquivar el ataque, por fortuna iba éste equipado con su Lóriga, la cual evita cualquier tipo de daño.

- ¡ HI DE PUTAAAAAAAA! ¡MUERE! -todo sucedió tan rápido que hasta que pasaron unos segundos no pudo darse cuenta de que no había causado el menor daño al caballero.

La mujer temblorosa, tiró la daga al suelo e intentó escapar, Aleixo no tuvo tiempo de agarrar a la mujer pero junto a la puerta estaba Roderigo, que hábil cual gato, apresó a la fulana.

- ¡  A MÍ LA GUARDIA ! ¡ ME ATACAN ! ¡ SOCORRO!

En ese momento, Aleixo pudo reaccionar.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Me tomo licencias para ir más rápido.