Partida Rol por web

ASALTO 23:

- El primer monstruo sigue alejándose con Arlesha. El segundo se acerca a Arlan, dispuesto a molerlo a puñetazos en cuanto tenga la más mínima oportunidad.

- Arlan: Ha vuelto a disparar, en la confusión reinante se pensaba que estaba a quemarropa, pero no era así. Ahora, en cambio, sí tiene a la criatura a quemarropa, lo que le proporciona un bono momentáneo de +30 al disparo. Le toca actuar. 

- Tercio continúa andando. Camina 6 metros. Le faltan 6 metros para llegar al borde del tablero.

Tras escuchar la explicación de Tauron sobre lo ocurrido y porqué no había usado la palabra clave, Lazerus asintió en silencio mientras los tres meditaban sus opciones. Por fin, el tecnosacerdote, decidió hablar, intentando aportar su punto de vista.

[En mi opinión] comenzó a explicarse [deberíamos seguir fingiendo que somos mercenarios, y esperar a que nuestros compañeros regresen de su tarea. Si nos vamos no tenemos modo de saber cuándo regresarán o en qué estado, y nada nos garantiza que nos sigan a ambos grupos. Por otro lado...] continuó expresendo su vocosintetizador [si ese agente ya sospecha de nosotros, pero no sabe qué ocultamos, lo mejor será mantener la fachada sin hacerle pensar que sabemos que nos vigila.]

ARLAN HEX:

- Si de lejos, en la oscuridad y el silencio reinante, estos seres ya son pavorosos, de cerca son verdaderamente angustiosos. No percibes todos los detalles de la criatura que tienes delante, pero se te hace evidente que es, o fue, una víctima. Un pobre deshecho de la sociedad, capturado y sometido a toda clase de experimentos cientificos demenciales inimaginables. Deformado, modificado, potenciado. Parte máquina, parte carne muerta... Sí, el olor a putrefacción, mezclado con infinidad de productos químicos, te llega claramente.

- Afortunadamente, en estos momentos estás más allá de todo temor o pavor. Tan sólo piensas en rescatar a Arlesha. Si es que no es ya demasiado tarde...

Itsua miró a la cara a aquel monstruo. Era como mirar a la muerte, pero no dudó. Apuntó cuidadosamente y disparó a bocajarro. Todo estaba en su contra. Arlesha herida, posiblemente moribunda, quizás muerta. Tercio demasiado lejos como para ser de ayuda. Aquello era un desastre.

ASALTO 24:

- El primer monstruo sigue alejándose con Arlesha. El segundo acaba de recibir un disparo a quemarropa de la pistola láser de Arlan, sin que aparentemente haya notado el dolor, aunque la quemadura en su pierna izquierda es evidente, por lo que algo de daño tiene que haber sufrido. El segundo monstruo alza su puño y lo descarga con toda su fuerza mecánica contra Hex, fallando el golpe.

- Arlan: Ahora está enzarzado en cuerpo a cuerpo, puede seguir usando su pistola, aunque es menos útil que antes. Le toca actuar.

- Tercio continúa andando. Camina 6 metros y llega al borde del tablero.

El disparo apenas provocó algo más que una quemadura ante la cual el monstruo apenas reaccionó. Las mandíbulas de Itsua se cerraron con fuerza en un chasquido de impotencia. Su mente bullía con intensidad. La idea de fracasar, una vez más, ardía con fuerza en su interior. No solo podía servirse de su arma, debía emplear la astucia. Era un psíquico. Su mirada registró la cercana pared, tal vez su única y última oportunidad. Se concentró y buscó un punto que pudiera servirle de atalaya desde la que gestionar su próximo golpe.

Con rapidez, avanzó hacia el muro más próximo y subió por él.

La criatura trata de golpear a Arlan cuando éste se aleja del cuerpo a cuerpo.

ARLAN:

- La transición de la gravedad de tu cuerpo entre la horizontalidad y la verticalidad es más lenta de lo que esperabas, por lo que sólo consigues ganar 1 metro de altura. Ahora mismo estás en una posición casi perfecta para ser golpeado.

ASALTO 25:

- El primer monstruo se sigue alejando con su botín. El segundo contempla sin extrañeza como Arlan comienza a andar por la pared. Se sitúa a su lado y le ataca, fallando el golpe.

- Arlan: Ahora está con los pies en la pared, manteniendo la concentración y tan sólo a un metro sobre el suelo. Le toca actuar.

- Tercio ha llegado al borde del tablero y ahora le toca actuar.

Itsua meditó sobre sus posibilidades a la velocidad del relámpago. Su posición era totalmente desventajosa, pero en breve dejaría de serlo si la suerte le acompañaba. Ascendió dos metros sobre su estado actual y volvió a disparar, murmurando el nombre del emperador. Tal vez, allí, en algún punto del universo, escuchara su plegaria.

La criatura golpea a Arlan conforme se aleja, pero le da al aire.

Tercio empieza a ver a lo lejos los destellos de la quimilámpara de Arlan, pero aún está muy lejos para hacer un disparo efectivo.

Sigo acercándome, otros seis, acción completa andando.

ASALTO 26:

- El primer monstruo se sigue alejando. El segundo mueve una casilla para situarse debajo de Arlan e intenta golpearle, sin éxito.

- Arlan: Desde su posición, es difícil, aunque no imposible, que la criatura logre golpearle. Sin embargo, él tiene un buen ángulo de disparo. - Le toca actuar.

- Tercio ha avanzado seis metros y ve que la luz más cercana es una linterna... que parece estar justo a tres metros de altura sobre el suelo. En el suelo queda una sola criatura, saltando e intentando golpear la linterna. - Le toca actuar.

Itsua sonrió con cierta crueldad. Su posición le proporcionaba cierta ventaja, alejándole de los ataques de aquel monstruo y facilitando sus propios ataques. Pero también era consciente de que Arlesha estaba ya perdida para ellos. Al menos por el momento.

Apuntó cuidadosamente y volvió a disparar. En algún lugar, el Emperador debía ser consciente de todo esto.

- El disparo láser de Arlan golpea a la criatura de refilón y no llega a causar daños. No por vez primera, Arlan podría desear tener un arma más potente.

"¡Por fin!"

Tercio se acercó hasta estar a una distancia de tiro y efectuó un disparo, alcanzando al enemigo pese a la oscuridad.

- El disparo de Tercio se aloja en la carne de la criatura, aunque no parece profundizar mucho y la herida apenas sangra.

ASALTO 27:

- El primer monstruo se sigue alejando, ya casi no es visible. El segundo está justo debajo de Arlan, intenta saltar para golpearle con todas sus fuerzas, pero no lo logra.

- Arlan: Le toca actuar.

- Tercio: Acaba de avanzar y disparar. Está a poca distancia de la criatura, si se quedase a un metro de ella y disparase sería quemarropa (+30 al disparo). - Le toca actuar.

Vlad oteó la inmensa negritud que surgia de la unica ventana de la estancia. En esas condiciones, salir al exterior iluminados por sus quimilamparas seria como pedir formalmente un pelotón de fusilamiento.

-Si Arlesha y los demas no vuelven, puede ser bien porque el enemigo haya acabado con ellos, o porque han sido capturados. Si vuelven, y han tenido que hacer uso de sus armas, seguramente hayan llamado lo suficientemente la atención como para que el enemigo conozca nuestra situación e intereses.

Vladymir paseó por la habitación, con gesto pensativo.

-Huir ahora, o salir a intentar buscarlos solo implica que caigamos en la misma trampa que hayan podido caer ellos, o tropezarnos en mitad de la oscuridad con el enemigo. Hemos de esperar hasta volver a tener luz ambiental.

El vostroyano apoyo la oreja en la puerta, mas como un gesto que con verdadera intención de captar algo.

-Sin embargo, quedarnos aquí si nuestro enemigo descubre nuestra posición significa una lucha encarnizada por nuestra propia supervivencia, en la que quizas estemos condenados a fracasar.

Vlad observó intensamente a sus dos compañeros, antes de continuar.

-Esperaremos a las primeras luces del dia, y abandonaremos el lugar. Será mejor que organicemos turnos para vigilar el perimetro. Es mejor que si comienza un asedio, sepamos que lo ha hecho a nuestro alrededor.

La mente de Itsua trabajaba febril. Estaban perdiendo un tiempo precioso, intentando deshacerse de aquel monstruo y a cada segundo que pasaba, la arbitradora estaba más y máslejos y las posibilidades de sobrevivir, menguaban rápidamente. Una súbita idea, cruzó por su mente.

- Tercio, deja de disparar y retrocede. Trata de ponerte en contacto con los otros por el vox. Si dejamos a este en paz y se aburre, posiblemente vaya hacia su guarida y podamos rescatar a Arlesha. Solos, no lo conseguiremos - dijo al tiempo que subía unos metros alejándose de la criatura.

- Arlan camina hasta una altura de cinco metros, perdiendo un ángulo de tiro ventajoso sobre la criatura.