Renata hizo un leve mohín, antes de dar una breve calada.
-Sí, me he dado cuenta. Mucho celo y poca diversión. Diría que sus vidas sexuales son bastante tristes. Y Ostrogov... No recuerdo haber visto un hombre con la cara más larga. Parece que lo estuvieran mortificando las hemorroides. Por no hablar de su hermetismo. ¿Tanto le cuesta hablar? Porque aún sigo perpleja con lo ocurrido durante el viaje y parece que puedo morirme de asco sentada en esta silla si pretendo que él me cuente algo si preguntárselo, y aún así, dudo que consiguiera gran cosa. Y ser tan poco comunicativo no es la mejor madera para ser un líder o un cabecilla. ¿Cómo llegó a ser el jefe de esta célula? ¿Contactos, influencias?
- "Pues creo que los hermanos de la Catedral han visto cosas, y también mucha gente del asentamiento, y los guardias de los muros. Especialmente por la noche. Aunque es posible que algunas cosas no sean más que habladurías o exageraciones, pero otras son muy reales.
Respecto a lo que se ha hecho, el Abad Skae solicitó ayuda al Sínodo Tarsino de la Eclesiarquía... ¿No es por eso que están aquí ustedes ahora? Doy por hecho que son los enviados del Ministorum para tratar con este asunto y velar porque la consagración de la Catedral sea un éxito." -
- "No sé, son historias muy viejas. No creo que haya nadie en Desesperanza que sepa gran cosa.
¿No conoce a la Redención Roja? Pero si están por todo el sector... Usted es un Iniciado del Ministorum, ¿no? Los ultrasecretos agentes de la Eclesiarquía que actúan cuando la Fe se encuentra amenazada... ¿no?
Bueno, la Redención Roja... Pues son fanáticos, unos ultras que creen que todo cuanto se salga de la pureza de la forma humana original debe ser aniquilado. Hasta ahí bien, pero cuando no les quedan mutantes que quemar, comienzan aullando que la población no tiene suficiente fe y empiezan con las purgas y los pogromos. Incluso atacan a Sacerdotes de la Eclesiarquía, acusándoles de que su fe no es lo bastante fuerte y sincera, y que por su culpa ocurren todas las desgracias imaginables que la humanidad tiene que sufrir en el sector Calixis.
Seth la Voz es uno de sus líderes más carismáticos. Ha reunido a un tremendo ejército de miles de fieles fanáticos, que se enfrenta a los otros señores de la guerra por las flores de fuego fantasma. Cree que este planeta es impuro y que debe ser purgado del mal. A veces parece que eso incluye a cualquiera que no pertenezca a su culto." -
- Kurt y Renata ven que, tras una excursión al servicio, Tercio se ha entretenido un rato en la barra, hablando con el dueño de la Clota Llorona y con uno de los lugareños, antes de volver a la mesa en el reservado.
- Me refería a qué se había hecho antes de recurrir a nosotros - dije aclarando la pregunta que le había hecho a Forst.
La información que me acababa de dar aquel Ashleen se me antojó algo preocupante, al menos algo que no podía desdeñarse del todo. No era bueno que hubiera fanáticos sueltos con un ejército que pudieran invadir el asentamiento porque resulta que está maldito.
- Bueno, creo que se ha hecho tarde - dije sonriente.- Forst, apunta en mi cuenta lo que ha tomado este chico y tómate tú algo a mi salud - dije guiñándole un ojo.- Supongo que no es necesario que os diga que nuestra presencia aquí debe ser lo más discreta posible. Venimos a ayudar a la comunidad, pero para eso necesitamos conocer los problema y ya sabéis, a menudo la gente se muestra más colaboradora si no se siente intimidada.
- Por lo que he podido comprobar, el líder no es siempre la misma persona, y de hecho resulta gracioso que ningún líder que yo haya visto ha desempeñado el cargo por mucho tiempo - dije con una media sonrisa.- En este caso... bueno, te diré que Vladymir no era el líder original, pero ocurrió algo en Puerto Amargura y, bueno, alguien decidió que él tenía que hacerse cargo - me encogí de hombros.- Yo, por ejemplo, nunca he sido líder y, francamente, no creo que nunca nadie se ha planteado siquiera que yo pueda serlo. Así es la vida, supongo.
-Cariño, cuando un hombre se muestra tan evasivo como tú es que o tiene otra mujer u oculta algo. Y en este caso, ocultas algo. ¿De verdad crees que eso inspira confianza, que una chica débil e inocente como yo puede llegar a sentirse integrada en un grupo tan amigo de los secretos? Por favor, si casi me siento como en el colegio, rodeada de las arpías de mis compañeras. Y ya de paso, cuéntanos de que has estado hablando con esos tipejos, a los que no pediría la hora si no se me fuera la vida en ello -dijo una encantadora Renata, cuyos ojos quedaron velados tras el telón de una bocanada de ilho. .
Forst se encoge de hombros, dejando entrever que nada se hizo, probablemente porque las gentes locales no están preparadas para afrontar fenómenos psíquicos aberrantes.
Ambos hombres le dan las gracias a Tercio cuando éste se retira de vuelta al reservado con Renata y Kurt.
355.810M41.
HORA LOCAL: MUY AVANZADA LA MADRUGADA.
Casi todos los parroquianos, menos uno o dos borrachos, se han retirado ya a dormir. Mañana aguarda una dura jornada de trabajo para todos.
Forst está limpiando y recogiendo el local. Incluso sus camareros y parientes se han retirado ya.
-Silencio. Una vez más. Y aquí ya no queda nadie -dijo Renata estirándose impúdicamente-. Kurt, osito mío, va siendo hora de retirarnos -señaló poniéndose en pie y tomando de la mano a su hombre-. Vamos, es hora de dormir las pocas horas qu eres tan hasta el amanecer. Buenas noches, Pelofino -un guiño simpático de Renata acompañó a su despedida, mientras tirada de Kurt hacia su dormitorio.
Asentí y me levanté para seguirles, no quedaba nadie y poco más había que hacer allí hasta el día siguiente.
- Verás, no es la primera vez que nos encontramos con personajes indiscretos escuchando nuestras conversaciones, por eso no acostumbro a hablar demasiado si no estoy seguro de encontrarme en un lugar seguro para hablar. Pero si tienes interés, te contaré todo lo que quieras en la intimidad de mi cuarto... o del tuyo - le dije con una sonrisa pícara.- Sobre esta gente, parece haber una división de opiniones entre los que piensan que este es un lugar santo y los que creen que en realidad está maldito. Unos piensan que los extraños sucesos que ocurren aquí están provocados por alguien que desea boicotear la construcción de la catedral y los otros que es una consecuencia de la maldición. Los Ashleen creen esta última versión, ya sabes, los sabios y ancianos de sus tribus les han contado siempre que este sitio está maldito, además hay un tal Seth la Voz que dirige un grupo de rebeldes insurrectos del Yermo. Al parecer solía ser amigo del Abad Skae pero no estuvo de acuerdo con la construcción de la catedral y se marchó... Les preocupa que decida invadir Desesperanza con su ejército, y la verdad es que no sé qué pensar acerca de eso...
- Todos se retiran a descansar.
- Tercio, Renata: Podéis seguir el diálogo en la escena de Conversaciones si queréis.
VLADYMIR:
- Por la mañana, y tras la cena de ayer, te encuentras completamente recuperado de tus heridas sufridas durante el enfrentamiento con Arlan poseído por un demonio.
TAURON FAITH:
- Por la mañana al levantarte te sientes ligeramente mejor, piensas que es sobretodo gracias a los cuidados del Vidente.
- Ahora tienes un total de 2 Heridas. En realidad, no deberías de estar participando en esta misión, pues no te encuentras en condiciones. Pero ya habéis perdido a dos de los vuestros, Acólitos además, no podías permitir que la célula se debilitase todavía más con tu ausencia. Tu fe te sostiene.
TERCIO:
- Por la mañana sientes fatiga y algo de resaca, pero, extrañamente, te sientes mejor.
- Ahora tienes en total 11 Heridas (sobre un máximo de 14).
La luz vuelve al mundo, y con ella, Vladymir despierta de su cama. Es el momento de empezar a ponerse en marcha e intentar averiguar todo lo posible sobre los incidentes en aquel lugar. El vostroyano procura salir rápidamente de la cama, asearse y ponerse su equipo, así como rellenar de nuevo las cantimploras, que serían necesarias en aquel ambiente.
Una vez listo, sale de su habitación con dirección al salón comunal donde cenaron, esperando encontrar a alguien allí, o un desayuno.
- Se escuchan los sonidos del despertar del pequeño asentamiento. Personas que se levantan para acudir a sus quehaceres, animales de granja saludando al alba, y abajo Forst despertando a patadas a los borrachos que anoche cayeron redondos bajo las mesas en el piso de abajo.
- Vladymir es el más madrugador y el primero en acudir a la planta baja, donde se sienta tranquilamente a esperar en el mismo reservado de anoche.