Partida Rol por web

Si escuchó o no el grito del niño o si este le importó en lo más mínimo no lo dejó entrever, el Cuestor siguió caminando junto al resto con las manos a la espalda. De vez en cuando miraba de soslayo a Vladimir esperando ver que se desprendía de una de sus armas tal y como le había aconsejado, en otras ocasiones entornaba los ojos al mirar hacia el suelo y cojeaba.

- No le falta razón, Tercio Veridio- dijo tras confirmar la veracidad de su afirmación al observar a las personas con las que se cruzaban. Ese “algo más” podía ser la razón por la que estaban allí y por tanto debían descubrirlo lo antes posible, también debían encontrar un refugio. La mejor manera de hacer ambas cosas sin perder tiempo inútilmente era dividirse, un consejo que había dado Arlan y que Intius había ignorado.

- A la zona del Embarcadero llega muy lejano el sonido de los disparos de más allá de las Murallas.

- La población local ni siquiera parece escuchar ya ese sonido, seguramente el asedio debe de llevar ya en marcha semanas o meses, y no parece que Olrankan vaya a caer pronto. Al menos la gente no parece preocupada en este barrio por una inminente brecha en los muros, aunque desde aquí es difícil de juzgar.

- Bueeeno - dije mientras me desperezaba.- Pues si puedo elegir, prefiero ir a buscar información, se me da mejor... ¿Nos dividimos entonces?

Miré a todos, aunque en realidad lo que esperaba era una confirmación de nuestro querido líder.

- La gente sigue andando, de un lado para otro. Casi nadie, excepto vosotros, está ocioso plantado en mitad de la calle.

El vostroyano gruñó por lo bajo ante las respuestas de von Braun, pero optó por no decir nada. Sin duda aquel estúpido acabaría condenándose a sí mismo...

"Ya sea a la muerte, o a una condena infinita... Por que, ¿para qué tomas ésas pastillas?"

Sin embargo, sí decidió, a la espera de que decidieran a donde ir y como organizarse, ofrecer una de sus armas largas a los miembros del grupo.

-¿Quien quiere algo más de potencia de fuego?

-Bien, si se te da mejor encontrar información por mi no hay problema. Dijo mientras seguía caminando. ¿Alguien más quiere acompañarlo? El resto buscaremos un sitio para establecernos. Nos veremos aquí en un par de horas.

Sería tiempo suficiente para realizar ambas tareas con eficacia, o al menos eso le parecía a Intius.

-Gracias Vladymir, yo ya estoy servido.

Respondió ante el ofrecimiento del vostroyano. Las armas que llevaba encima eran suficientes para realizar la misión.

- Todos avanzan hacia las Murallas, dejando atrás a Tercio Veridio.

Miro las armas de Vladymir y le contesto pensando en mi propia carga:

 - "Esa escopeta no me vendría mal si estuvieses dispuesto a prestármela. Le daría buen uso."

Luego me detengo cuando todos comienzan a avanzar dejando a Tercio atrás y le hablo a Intius:

 - "Yo iré con Tercio. No creo que sea bueno que uno de nosotros vaya solo por el lugar."

Miro al granuja y me acerco a él para acompañarle en su búsqueda de información. A mí no se me da del todo bien el indagar, pero puedo intentarlo. Lo que si se me da es el observar e intentar pasar desapercibido, lo que es un gran don para mi profesión y puede que sea de ayuda aquí.

-Buena elección-gruñe el guardia, mientras le pasa el arma y unos cuantos cartuchos-dale buen uso. 

Tras haberse deshecho de parte de la carga, se dispone a seguir al líder por la ciudad. Sin duda, podría haber problemas. Se fiaba lo suficiente de Tercio para saber que podía escapar de la mayoría de dificultades, y el tipo de las gafas también parecía competente. Del que no lograba fiarse era de von Braun, y quizá por éso fue con Intius. O quizá por que su presencia podría resultar intimidante a la hora de recabar información. 

Xerxes decidió seguir en el grupo que se encargaría de buscar un refugio pues no consideraba que su presencia fuera relevante en la tarea que Tercio iba a desempeñar. Tampoco creía que Titus fuera a serle de utilidad, es más, dado el carácter poco dado a las sutilezas el hombre de las gafas de espejo podía convertirse en un problema.

Tras separarse de sus dos compañeros bajó el ritmo al que caminaba para situarse tras el Guardia Imperial. Así podría evaluar si desprenderse de la escopeta había sido suficiente.

VLADYMIR:

- Puede que parezca poca cosa un arma más o menos, pero basta haberte librado del estorbo extra de la escopeta como para que te sientas mucho más libre de movimientos.

- Crees que ahora puedes combatir con tu efectividad normal.

- Te preguntas ahora qué te llevó a hacerte con el rifle láser largo, ya que aún no lo has disparado una sola vez desde que lo tienes. Tal vez fue el deseo de emular a los francotiradores Vostroyanos. Se dice que uno de ellos sería capaz de abrasarle una oreja a un orko a un kilómetro.

- Titus toma la pesada escopeta de corredera de manos de Vladymir y se la cuelga a la espalda por la correa.

- Ahora que el Vostroyano sólo lleva dos armas largas (el rifle láser y el rifle láser larga) a la espalda, además del resto de impedimenta habitual, se siente más libre de movimientos. Se ha quitado de encima el equivalente a un tercio del estorbo, suficiente como para poder combatir y disparar con completa efectividad.

- Titus se queda con Tercio, y los otros cuatro avanzan hacia la Muralla.

XERXES:

- La verdad es que el Vostroyano parece un tipo duro, probablemente el más duro de todo el grupo.

- Has conocido Guardias veteranos mucho más impresionantes en el Korps de la Muerte de Krieg, eso desde luego, pero está claro que este tampoco es un completo novato.

TERCIO:

- Tirada de Indagar +0.

TITUS:

- Si simplemente te limitas a permanecer alejado y lo más inmóvil posible no necesitas tirada en esta situación concreta para no estorbar a Tercio.

- Si te pegas más a él, el único medio de permitirle hacer su tirada de Indagar sería que tú antes lograses una de Carisma +0 para no parecer amenazador o inquietante.

EL MURO:

- Os acercáis al Muro, esto es como se conoce cualquier parte de la ciudad situada a uno o dos bloques de distancia de los límites del casco urbano.

- Desde aquí se ve enseguida que esta zona no es segura, pues no hay nadie deambulando por el lugar, sólo los soldados de la ciudad que protegen las fortificaciones. Diríais que hay varias casas vacías, aunque no parecen seguras, pues varias de ellas muestran signos de haber sido alcanzadas por cañonazos del enemigo.

- Unos Penachos de aspecto preocupado os dicen que es mejor que os alejéis de esta zona cuanto antes. No se muestran ni hostiles ni hoscos.

Aunque en la zona del Muro se observan casas vacías no parece lo más lógico escoger una de ellas pues están expuestas al fuego de la artillería enemiga, pero al menos les servirá para bordear la cuidad y evitar el barrio de casuchas donde habían sido recibidos con tanta violencia.

-Sigamos por aquí hasta el siguiente barrio, luego nos adentraremos en él y buscaremos una zona lejos de los bombardeos.

Intius siguió caminando a través del Muro atento a los movimientos de los soldados, si la artillería enemiga abría fuego contra la ciudad serían los primeros en enterarse.

Tomo la escopeta y la examino con mis manos. Es una buena arma, devastadora en cortas distancias, especialmente lo que me falta. La cuelgo a mi espalda, al lado de mi rifle favorito, y me quedo con Tercio mientras vemos como el resto nos deja y avanzan hacía las murallas.

Ahora solo quedamos dos y él quiero buscar información acercándose a las personas y reuniendo chismes, etc. Sea como sea, la presencia de un tipo armado hasta las uñas y amenazador como soy yo, no beneficia en nada la búsqueda y claramente estorba en la necesidad de bajar la guardia de quien está hablando para que lo haga con confianza:

"Mi papel con Tercio es protegernos mutuamente, no interferir en su búsqueda pues claramente él es el experto. Lo mejor será que me mantenga a una distancia prudencial, no demasiado lejos como para no interferir en caso de que nos necesitemos y no demasiado cerca para que piensen que ando con él o amenazar sus acciones con mi presencia."

Le hablo al granuja ahora que ya estamos solos:

 - "Probablemente mi presencia sea más amenazadora de lo que sería bueno para tu tarea. Me mantendré al margen de tus intentos, te vigilaré a una distancia respetable para que yo no te suponga una carga, pero tendré los ojos atentos por si necesitas ayuda."

Me quedo allí, esperando su respuesta y que comience a moverse para así seguirlo después de darle ventaja. Es importante que no me mantenga a su lado pues mi aspecto nunca ha sido del todo amistoso ni ha invitado a la gente a hablarme ni abrirse conmigo, por lo que lo mejor será que le deje a Tercio un buen espacio para maniobrar.

Itsua siguió a Intias tras su comentario. Aquel paseo sin rumbo empezaba a ser cansino y consideraba una pena no aprovechar alguna de aquellas casas. Era una zona vacía, sin curiosos, y donde era posible que alguna de las edificaciones contara con un sótano, si bien era cierto que el riesgo de ser alcanzados por fuego de artillería era real.

Suspiró por lo bajo, esperando ver pronto algo que respondiera a sus necesidades. El tiempo avanzaba y en algún momento comenzaría a oscurecer. Necesitaban un techo lo antes posible.