Partida Rol por web

Tirando en el frio suelo Max miro a los fanáticos que estaban de regreso. Al principio no reparo en ello, pero cuando presto atención vio que por lo menos Heinrich tenia las ropas empapadas... -¿Que os ha pasado? Pregunto. Sin esperar respuesta continuo. -¿Ya esta?... ¿Nos vamos a casa?... Dijo esperanzado, casi como un chiquillo, sin ser consciente de las consecuencias que tendría lo que había hecho al llegar a puerto.

Detectas algo extraño en ellos, diferente, pero no logras saber exactamente lo que es. Cuando les miras a los ojos, ves una sustancia negra alrededor de su iris que invade todo por un momento.

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- Si Max, nos vamos a casa... - Respondió Strauss. - Allí abajo no había más que chatarra. - Dijo aparentemente enfadado. - ¡Ésto ha sido una completa pérdida de tiempo! - Declaró dando un golpe contra una de las paredes del submarino. - Una pérdida de tiempo que casi nos cuesta la vida... - Añadió.

Derek se marchó a un rincón oscuro. Parecía decepcionado a la par que enfadado. Era obvio que necesitaba espacio y estar a solas para asumir lo que había sucedido. Pocos alemanes eran tan fanáticos como él y aceptar la derrota no estaba entre sus cualidades. Al menos habían sobrevivido, aunque quizás ese no fuera consuelo suficiente para Derek Strauss. O puede que sí lo fuera... Todo dependería de cómo acabara todo.

Peter, aunque había dicho que estaba ignorando todo lo que pasara a partir de aquel fatídico momento, dio un fuerte y largo trago a la botella, y se dirigió, con una mirada algo descolocada, hacia el lugar donde habían llegado los dos locos afectos al régimen, llevaba la pistola ya en la cartuchera, y una mano en ella, como dispuesta a evitar otra afrenta a su honor... Seguia ignorando a Heinrich, por el enfado que tenía por todo lo que había pasado por su culpa, incluyendo su estado actual, y por otro lado, se encontró con Derek Strauss. Le alegro muchisimo...

-¡Derek! ¡Muchacho! -Fue a darle un abrazo, que a duras penas consiguió hacerlo coordinado. -Yo sabía que volverías, y me alegra verte bien, porque, ¿estas bien no? -Dio un paso atrás y lo observó directamente, junto a Johanna. Algo le llamó la atención, pero no sabía el que, estaba un poco despistado... ¿O si lo veía y tardaba en procesarlo? El que Derek y Johanna estuvieran hablando le despistada... ¿Que decían? ¿Que había de raro? 

Detectas algo extraño en ellos, diferente, pero no logras saber exactamente lo que es. Cuando les miras a los ojos, ves una sustancia negra alrededor de su iris que invade todo por un momento.

Asomó la cabeza; ¡habían vuelto!... No tenía claro si ello cambiaría la jodida situación o... si sería volver a lo mismo... el caso es que, con ojos poco... digamos... precisos, miraba sin ver...

Al menos, ya esaba claro lo que tocaba hacer; irse de ese maldito, mojado y frío lugar...

Solo que él, se volvió a sentar; no tenía claro como se desarrollarían los acontecimientos desde ese momento... y no le gustaba lo que presentía

- Estoy bien... - Le respondió Strauss. - Sólo un poco agotado. He sentido mucha presión allí abajo. - Le comentó al capitán. - Me duele la cabeza horrores. Es como... como si me fuera a explotar. - Cerró los ojos y se recostó contra la pared. - Y los ojos... - Suspiró. - Son le peor. Me duelen bastante. Creo que he tenido un derrame o algo. Pero estoy bien... - Afirmó de nuevo. - Sólo necesito descansar, Peter. - Hizo una breve pausa. - Cuando salgamos de esta prisión submarina estaré mucho mejor. Eso creo... - Tomó aire y lo soltó lentamente por la boca. - Si, eso creo... - Y dicho aquello se calló y trató de relajarse y dormir un rato. Necesitaba realmente descansar.

-Oh, vale, Derek, te entiendo. Yo estoy algo mareado- dice Peter, con voz algo pastosa, pestañeando, intentando recuperarse del mal trago de unos minutos antes... Y del buen trago con Johann, que le había afectado más de lo que pensaba.- y quiero salir de aquí cuanto antes. Este ambiente está... Enrarecido. -Dice el capitán, que no lleva ni su gorra, ni gabardina, ni su sempiterna cruz de hierro, ni sus galones. Está como despistado... -Anda, Max, ¿te haces cargo de todo no?- Dice von Agstein, mirando al segundo teniente...

Luego, de pronto, como quien intenta despejarse la cabeza, la sacude, mira todo con otros ojos, y coge a Johann de un brazo, y le dice: -Volvamos a lo nuestro, mein freund*. -y se lo lleva a un aparte, charlando con él...

Cuando está hablando con Johann, y comprueba que nadie les está oyendo, Peter cambia el tono del medio achispado de haber bebido, a uno asustado. -Johann, joder, algo raro tienen esos dos. Le he visto los ojos de cerca a Strauss, y joder, son negros, negros. No, no he visto visiones. -dice, firme y seguro, como quien ha despertado de golpe. -Algo tiene en los ojos, y ella está mojada, y creo que con lo mismo negro en los ojos, una sustancia negra, que se les va y viene... ¿qué mierda les ha pasado? ¿Y si les pasa algo? Joder, me está asustando. -Dice con temor, pero afirmando lo que ha dicho. Está plenamente seguro​ de lo que vio. -Algo jodido pasó ahí, ¿Y si son peligrosos?¿Qué hacemos?

El contramaestre también miró a los recién llegados y entonces, vió algo extraño en ellos. Eran diferentes, como si en realidad, no fuesen quienes decían.

-Oiga, señor Strauss. ¿Está usted bien? Lo veo... diferente.

En ese momento, vio lo que no esperaba y se echó hacia atrás.

-¿Q-qué es eso? ¿Qué tiene... en sus ojos? Sus ojos están negros. ¿Qué le ocurre?

El resto de la tripulación miró al contramaestre primero y después a los recién llegados, y parecieron asustados. Si antes deseaban volver a casa, ahora temían más que nunca estar allí dentro, porque algo podía haber sucedido en aquella extraña nave alienígena.

Todos se echaron hacia atrás, creando un espacio entre ellos y Strauss y Heinrich.

- Max... Amigo... - Derek se acercó a Weitzmann con los brazos abiertos y se fundió con el en un cálido abrazo. - Te digo que estoy bien. - Le habló dándole unas palmadas en la espalda. - Solo necesito un poco de descanso. Descanso y salir a la superficie. ¿Lo entiendes?

En ese momento un extraño y viscoso líquido negro, una sustancia de extraña apariencia, la cual nunca antes había visto Max, salió del cuerpo de Derek y empezó a avanzar a través del poderoso abrazo hacia Max. Aquella sustancia comenzó a penetrar bajo su piel y el dolor y el pánico se apoderaron del tercero de abordo.

Desde donde estaban, pudo oir las voces, en especial la de Max, llamando al sanitario... no sabía si era voz de preocupación, o de alarma por algo que no entendía, pero... se fió más de las palabras del Capitán, que para eso lo era...

-Lo mismo tienen algún tipo de derrame por la presión, y eso les puede haber afectado a la sesera... lo que llaman un emborrachamiento de buzo; algo he oído contar de eso entre los que trabajan bajo las quillas de los barcos, pero... no se mucho más, y sería lo más lógico... no?

Cuando vió que el Capitán se movía para volver al puente... le cogió del brazo un momento...

-Pss,... espera... que sean ellos los que reclamen al Capitán en el puente... será el momento de saber si el motín, o lo que sea que haya pasado aquí, ha sido una tontería pasajera, o si es algo más... Veramos si aún respetan la jarquía de la Marina, o si son lo que quería ser.

- Johann, te lo juro, no tenía que ver con algo así lo que vi. - Le estaba entrando algo semejante al pánico. Peter no era alguien miedoso, había demostrado su valor, aunque su entereza, en este viaje, se había mostrado algo mellada de los diferentes reveses que había sufrido, y de su propio cansancio. Pero tenía verdaderas dudas de que eso que había visto fuera... bueno. - No, no era algo del tiempo que han pasado en el fondo y problemas de presión... - Dijo, serio. Seguro. Firme. - Algo malo había ahí. No me siento tranquilo... 

Miró a ambos lados, hacia atrás, oyendo el grito de Max pidiendo un médico... Tiró de Johann hacia la sala de motores, sin detenerse. Le enseñó una llave: - Quizás necesitemos armarnos. Yo ya estoy armado, tu y tus mecánicos, no. Deberíamos, por si algo malo se está cociendo... prepararnos. De Max y los de proa... no me fío.