Partida Rol por web

[D&D 3.5] El Festival.

Acto II. La Propuesta.

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19/03/2021, 22:28
Akta

Logré quitarle la parte superior de la ropa y me encontré con un hermoso cuerpo al que acariciar. Ni me di cuenta de en que momento Mitil se había quitado los pantalones, pues me perdí en sus palabras y acaricié su duro rostro con ternura al decirme aquello mientras le sonreía como una boba enamorada.

Lo siguiente que sentí fue su miembro rozando mi sexo y si no miré, fue por pura vergüenza. Tenía curiosidad por ver como era, su tamaño, su grosor. Siempre los había mirado. Pero por una extraña razón con él me costaba más. Y aquellos roces de ambos sexos me hicieron cerrar los ojos de nuevo y disfrutar de aquella nueva manera de placer que no conocía. Jadeaba de placer al tiempo que mis manos buscaban alguna parte de su cuerpo para poder tocarle, para ver que era real lo que estaba pasando, porque de lo contrario, sería un duro despertar el descubrir que todo aquello no había sido más que un sueño.

Y en ese momento, simplemente Mitil entró en mí lentamente y mis dorados ojos se clavaron en los suyos, disfrutando de aquel momento como nunca antes. Después de aquella explosión de placer sentía mi sexo más sensible que nunca y notarle entrar así, me hizo desearle con más ganas. Cerré mis ojos sintiendo la tensión del cuerpo de Mitil y más aún la presión y el placer de aquella penetración tan deseada. Y sentí sus labios sobre los míos y le besé con esa pasión que había logrado levantar en mí, sintiendo como nunca cada uno de sus movimientos. - Eres increíble. - Le susurré cargada de placer, sintiendo que estábamos hechos el uno para el otro, sin conocernos.

Y como si aquellas dos palabras se convirtiesen en algo mágico o le espoleasen, Mitil comenzó a moverse con más velocidad, más intensidad, haciéndome gemir y empezar a gritar de placer, mientras él llevaba el ritmo que quería y necesitaba. Un ritmo que me volvía loca a cada penetración que sentía, a cada empujón de sus caderas. Mis manos se aferraron a sus nalgas con fuerza, casi pidiéndole que me diese más. Que no parase. Mientras mis gritos, los cuales casi no podía contener, debian estar siendo escuchados por toda la casa.

Las palabras de Mitil en aquel momento me desconcertaron, pero respondí a su última pregunta, de manera inocente. - De un Templo de Seyran... - Respondí entre jadeos. - ... me dejaron abandonada al poco de nacer... por el color de mis ojos... por mi raza... - Acaricié el rostro de Mitil de nuevo, mientras sentía con que fuerza me seguía embistiendo y como el placer iba en aumento. - ... me estás matando de placer... - Jadeé después, conteniendo la respiración y dejándome llevar por lo que sentía. - ... no me había pasado nunca...

Mis manos se perdieron en su espalda y tuve que dejar de hablar porque el placer era tan intenso que me resultaba imposible articular palabra alguna. El sudor había envuelto ambos cuerpos y Mitil parecía incansable y yo insaciable en aquel momento. Pero algo hacía que su miembro acariciase y sensibilizase cada vez más una zona concreta dentro de mí, una que me hacía retorcerme bajo su cuerpo y aferrarme a él con fuerza. - Creo que lo que me pasó antes... se va a repetir... - Jadeé sintiendo como mi cuerpo reaccionaba de manera similar a ese extasis al que me llevó con su lengua, solo que esta vez aquella magia funcionaba desde dentro.

Y tal y como anuncié, clavé mis uñas en su espalda, al tiempo que la musculatura de mi sexo envolvía con fuerza su miembro y podía sentirle mejor que antes. La intensidad fue mayor que la otra vez o eso me pareció a mí, quizás por sentir el miembro endurecido en mi interior. No estaba segura, solo sabía que aquella nueva explosión de placer me hizo tensarme de nuevo y volver  gritar a cada pulsación que sentía entre mis piernas. Besé a Mitil, quien aún seguía dentro de mí, aguantando aquel momento y mi mirada volvió a preguntarle en silencio que me había hecho.

El hombre se había detenido cuando sintió aquel fuerte palpitar y cuando este casi había desaparecido, le sonreí.  - Sigue... quiero saber que pasa ahora... - Le susurré invitándole a volver a moverse, si es que podía y averiguar que le ocurriría a mi cuerpo con aquel hombre sobre y dentro de mí. - ... y que esto no acabe nunca...

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20/03/2021, 14:07
Mitil Ironsar

Mitil no iba a parar, no todavía. Solo hubiera parado si Akta se lo hubiera pedido o puede que incluso tampoco, pues excitado como estaba, prácticamente ni podía escuchar sus peticiones. Además, aquella voz, aquellos susurros sugerentes, provocaban todavía más ganas de culminar aquel acto entre un hombre y una mujer.

Mitil seguía empujando, seguía meneando las caderas adelante y atrás y le gustaba. La compenetración que había surgido entre ambos era única y encajaban a la perfección. Aquel hombre no daba crédito a lo que le estaba sucediendo y realmente se preguntaba de dónde había salido aquella mujer, era tan... irreal lo que estaba sucediendo. ¿Porqué después de tanto tiempo sin estar con una mujer, había llegado Akta, justo ese día, justo en ese momento en el que debía culminar su venganza? No lo sabía, pero en ese momento tampoco lo importaba.

Creo que... - Gimió, cerró los ojos y apretó los labios.

Empezó a bombear todavía más rápido. Akta notaba como aquel hombre prácticamente entraba en ebullición. Era un esforzado amante en busca de un final placentero. Un final que no podía tardar demasiado, pues a tenor de la expresión, los gestos y sobre todo, la tensión muscular y los jadeos de Mitil, a punto estaba de culminar. Aquellas señales si las conocía Akta, pues no era la primera vez que estaba con un hombre, aunque si la primera que estaba con un hombre como aquel y la primera que un hombre le había hecho sentir de aquella manera en la que había acariciado un extraño y catártico clímax.

...creo que me... - Gimió y entonces abrió los ojos. 

Estaba agarrado por las caderas de Akta y también por sus poderosos brazos. Ironsar trató de retirarse antes de derramarse dentro de Akta, pero ésta no tenía intención de dejarle marchar. Bastaron unos segundos en los que ambos se miraron fijamente a los ojos, para que Mitil lo comprendiera. Entonces siguió con aquel placentero y excitante baile hasta que empezó a notar como si estuviera a punto de marcharse a un lugar muy lejano y al único instante en la vida de un humano en el que realmente es feliz del todo, pues en ese momento se olvida de todo y se centra únicamente en sentir un inmenso placer que recorre todo su cuerpo y toda su mente.

¡Oh Akta! - Apretó los dientes y tensó los músculos del cuello y entonces fue cuando la aasimar sintió un calor líquido que penetraba en su interior y vio como Mitil temblaba con los ojos cerrados y respiraba de manera muy agitada.

El corazón de aquel hombre iba rápido, muy rápido. ¿Demasiado rápido quizás? ¿Estaba bien? Unos segundos interminables en los que aquel hombre, con los ojos cerrados y el cuerpo completamente rígido, dieron paso a una relajación intensa. Mitil abrió los ojos de par en par y buscó los soles que reinaban en el rostro de Akta y al hallarlos sonrió y acto seguido la besó de forma suave y cálida.

No me lo puedo creer... - Le dijo sonriente. Entonces se tumbó a su lado y pasó su brazo por debajo de la nuca de ella haciendo que recostase su cabeza contra su pecho desnudo. - ¿De un templo de Seyran dices que vienes? - Preguntó muy serio. - ¡No sabía que los seyranitas sabíais hacer estás cosas! - Comentó entre risas. 

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20/03/2021, 21:24
Akta

Los nuevos empujones de Mitil hicieron que me aferrase a su cuerpo de nuevo. La sensibilidad de mi sexo había llegado a tal punto que era imposible aguantar aquello y aún así, no quería que parase. No podía evitar emitir toda clase de gemidos y gritos de placer al tiempo que mi respiración se alteraba de nuevo. La excitación se había esfumado, pero el placer estaba allí, entre mis piernas y era increíble sentirlo así.

Miré a Mitil con renovado deseo. ¿Qué clase de embrujo había usado conmigo? ¿Acaso usaba magia en la cama? No entendía nada. Solo coincidía en con los demás, en que era un simple desconocido con el cual compartía cama. Nada más. El resto era un maravilloso mundo a parte donde me sentía feliz y afortunada de pertenecer a él en aquel momento.

Sus gestos y su fuerza me indicaron lo que estaba a punto de ocurrir y vi su intención de salir de dentro de mí. Pero sabía que los hombres disfrutaban más con su miembro en el interior cuando terminaban. Ellos mismos me lo habían confesado y nunca les dejé por el peligro de embarazo. Pero Mitil se había ganado con creces ese final y tener un hijo del hombre al que amaba, tampoco sonaba tan mal en mi cabeza. Así pues me aferré a él con fuerza con mis manos para evitar que escapase e incluso crucé mis piernas detrás suyo para que entendiese que no quería. Pero fue mi mirada quien le dijo todo.

Y así fue como nuevamente, por primera vez en mi vida, sentía algo nuevo que venía de aquel hombre. Aquel fluido caliente me llenó por dentro al tiempo que Mitil se tensaba para luego caer rendido a mi lado... y algo nuevo pasó. Su brazo se cruzó por mi cuerpo y me atrajo hasta él, dejando mi cabeza sobre su agitado y sudoroso pecho.

Lo normal era que el hombre acabase y yo me levantase, me vistiese y no le volviese a ver cuando todo había terminado. Aquello era otra novedad que me hizo sentir feliz y me acurruqué a él, mientras que mi mano comenzó a acariciar su piel. Y tras unos segundos de silencio, tratando de recuperar el aire, Mitil quebró el silencio con su voz y sus risas.  Le miré sorprendida. - Cuando te conocí... creí que no solo me ignorarías siempre, sino que no sabías reír. - Le dije con una sonrisa. - Y ahora veo que te prejuzgué muy mal... no solo en esa parte... - Acaricié su rostro mientras le miraba con mis dorados ojos.

- Eres único. Tampoco es que haya estado con muchos hombres... pero has sido el único que me has hecho sentirme así y lograr que... no se que era... pero fue maravilloso. - Le dije sonrojándome y apoyando mi cabeza sobre su pecho, para ocultar mi rubor. - Te amo, Mitil Ironsar. No se cuales habrán sido tus pecados más no te podré juzgar por ellos. Es más fuerte lo que siento por ti ahora mismo que mis propias creencias, las cuales me inculcaron cuando empecé a tener algo de sentido común. Así pues, respondiendo a tu pregunta, no, no enseñan nada de esto en los Templos de Seyran. De hecho, lo has hecho tu todo... incluso enseñarme a besar de verdad.

Dicho esto y con mi rostro aún ruborizado le miré a los ojos y mis labios buscaron a los suyos. Fue un sencillo beso, acompañado por una caricia y mi mirada clavada en sus ojos y en su rostro, como si estuviese memorizando cada una de sus facciones. Mi corazón seguía latiendo con fuerza, pero no era por el cansancio, era por su presencia. Y cerré los ojos dolida. - Ojalá tuviésemos todo el tiempo del mundo para nosotros ahora mismo... pero los minutos cuentan... no quiero separarme de ti, pero debo hacerlo. Di con mi grupo y ya habrán comido y estarán preocupados por mí. - Le dije volviendo a abrazarme a él. - Aún debo contarles el plan y... - Suspiré. - ... presentar mis respetos a Seyran antes que nos veamos esta noche.

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21/03/2021, 22:48
Crodos Mornward

— No puedo estar más de acuerdo con vos, Lerissa. Pagaremos y os sigo cuando ambos estéis listos.

Ciertamente, estar en esa especie de burdel repugnante era una completa pérdida de tiempo. Sólo les había servido para exponerse, y, lo peor de todo, para perder de nuevo a Akta. Crodos estaba profundamente preocupado por el comportamiento de la sacerdotisa. Su mente debía estar en Seyran, no detrás de un tipejo medio calvo, delincuente y sin duda inapropiado para una servidora de la Fe.

El paladín hizo una señal a una de las camareras de busto prominente para pagar la comida y el vino que no había probado. Una vez dejó las monedas que le indicaron -si es que Lasar no decidía pagarlo todo con su miembro viril o con su lengua vivaz, que igual servía para cantar que para pecar- se dispuso a salir al regreso de Lerissa.

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22/03/2021, 02:43
Narrador

Cinco monedas de oro fue el precio que Crodos tuvo que pagar por lo servido. Bastante excesivo ciertamente por la calidad de la comida y sobre todo por la cantidad. No obstante, el paladín tuvo que entender que no solo estaba pagando lo que les habían servido, sino las "vistas" y la "compañía", al fin y al cabo estaban en un burdel. Además, al ser extranjeros sin duda el precio se habría visto engordado, de eso tampoco había demasiadas dudas.

No obstante, estaban de nuevo en el exterior de aquella tasca de mala muerte, que ya por su nombre, "La Rata Ahogada", invitaba a predecir como sería el interior. Habían pasad dos horas desde el mediodía y restaban otras cinco hasta el momento en el que habían acordado intervenir en la reunión que su nuevo "patrón", pretendía sabotear. Las calles estaban abarrotadas y ni rastro había de Akta y eso que se había marchado hacía casi una hora. Demasiado tiempo para buscar una capa y dejar su armadura...

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22/03/2021, 02:49
Mitil Ironsar

Lo entiendo. - Dijo Mitil mientras acariciaba el pelo se la aasimar. - Te diría que te quedaras. - Akta notó que aquello le salió de forma espontánea y sólo recordar lo que tenían entre manos le hizo recular. - Pero si, tienes razón. - Resopló y tragó saliva. Se mostraba pensativo, con dudas. - Tienes que encontrar a los tuyos, a tu grupo y... - Miró a los ojos a aquella mujer que había aparecido en su vida para ponerla patas arriba. - ...contarles el plan. - Le besó. 

Akta veía que aquel hombre, su hombre, se mostraba dubitativo. ¿Es que acaso se planteaba dejar atrás su plan? ¿Sería capaz de renunciar a su venganza por ella? ¿Quería Akta que hiciera tal cosa? Quizás esas mismas preguntas eran las que rondaban la cabeza de Mitil Ironsar en esos momentos. O quizás no...

Ten mucho cuidado. - Le miró a los ojos y Akta notó que sus pupilas se dilataban mucho al contemplar su rostro. - Prométemelo, ¿vale? Y prométeme que no harás ninguna tontería. No quiero que te pase nada...

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22/03/2021, 08:26
Akta

- Y yo me quedaría si me lo pidieras, Mitil. Jamás había sentido esto por nadie, jamás había estado así con un hombre... Si pudiera no me separaría nunca de tú lado. - Le confesé, pero estaba segura de que eso él ya lo sabía al igual que jamás había disfrutado así con nadie. Todo había sido fantástico. Ni en mis sueños más húmedos toqué la perfección de aquel momento.

- Los míos... - Le sonreí. - Si pudiese elegir solo serías tú uno de los míos. El único. Igual que tus besos. Únicos y maravillosos. - Le dije tras recibir uno de ellos. Jamás había sido tan feliz como en ese momento y tan afortunada de tenerle a mi lado. Pero nos conocimos con un acuerdo por delante y debía mantenerlo por encima de todo. A pesar de lo que sintiese por él.

- Lo tendré, te lo prometo. Si he llegado hasta ti con vida es porque Seyran así lo ha querido y no permitiré que nada nos separe... Pero tú también debes tener cuidado y llegar a tiempo para salvarme... - Le susurré acariciando su rostro. - Aunque debo confesar que me has hecho sentirme completa y feliz de verdad, como jamás lo he sido...

Tras besarle de nuevo, en un infinito beso, me levante de la cama y comencé a vestirme con mis ropas normales, colocando mi espadón a mi espalda. Me volví hacia él. Una sola palabra suya y no saldría por esa puerta si me lo pedía. - Necesito un lugar donde asearme un poco. En unas horas notarán el olor de lo que ha pasado y... Prefiero que por ahora quede entre nosotros.

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22/03/2021, 13:16
Lasar Etreri III

Al final, no pude degustar la otra comida que había en ese antro. Crodos pagó y salimos al exterior, donde la plaza ya se estaba abarrotando de gente. Akta seguro que estaba disfrutando de sus nuevos placeres y esperaba que si regresaba, viniera más afable y menos mohína que como era normalmente.

-"¿Y bien? ¿Qué habéis pensado hacer ahora? Aún tenemos tiempo de visitar la ciudad y otros establecimientos hasta que llegue la hora señalada. A Akta, creo que al final le ha cogido el gustillo a este sitio. Si fue al encuentro de ese tipo y todavía no ha vuelto, supongo que estará tratando algún tema en profundidad, ya me entendéis, jejejeje."

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22/03/2021, 15:54
Mitil Ironsar

Claro cariño... - Al decir aquello, aquella palabra, Mitil se quedó petrificado por un instante. 

¿Era posible que en tan poco tiempo hubiera ya depositado tanta confianza en aquella mujer, como para llamarla "cariño"? No llamaba a nadie así desde que... Desde el fatídico suceso que había marcado sus últimos años y los de su pequeña Grace. Dejar a una niña sin madre era algo terrible y eso le hizo recordar el odio que sentía por Von Kammerstein y reforzó su idea de acabar con él esa misma tarde.

Claro, ven. - Le pidió con una sonrisa.

Cogió de la mano a Akta y la condujo a través de los pasillos de aquella casa hasta una habitación. En el recorrido por la misma, pudieron apreciar como sus sorprendidos secuaces, les miraban extrañados. Sin duda les habrían escuchado, pero no esperaban verles pasear por en medio de la casa cogidos de la mano. Zaghun fue el que más sorprendido se quedó, abriendo los ojos de par en par y Akta notó, al dejar atrás a Tilla, que ésta le miraba con cierto resquemor.

La habitación era no demasiado grande, pero tenía una tina en su interior y un pozo de donde extraer agua así como una palangana que llenar agua y jabón al lado, sobre un mueble con algunas toallas.

Tómate el tiempo que necesites, ¿vale? - Le dijo. La besó en los labios suavemente y se dispuso a marcharse para dejar en intimidad a la sacerdotisa.

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23/03/2021, 11:00
Akta

Cuando Mitil me llamó cariño le miré sin ocultar mi sorpresa y le miré con dulzura al ver su gesto. Estuve a punto de decirle que era él primer hombre que me llamaba así, pero iba a estar repitiéndome todo el rato y se iba a cansar y preguntarse realmente que de que cueva salvaje había salido.

Y su sonrisa hizo que me derritiese por dentro.

Pero lo que me hizo temblar de verdad fue que me sostuviese de la mano y me atreví a entrelazar mis dedos con los suyos. Lo había visto en tantas parejas y me parecía siempre tan bonito que quise saber cómo se sentía al caminar así junto al hombre que amas.

Me ruboricé ante las miradas de los hombres de Mitil y busqué protección pegándome más a él. Sin lugar a dudas nos habían escuchado y literalmente me moría de vergüenza por ello. Fue tanto placer que se me hizo imposible callar. Lo que más me perturbó fue la mirada de Tilla. Ella me había animado a ir a por él por así decirlo. ¿Acaso se estaba burlando de mí dándome falsas esperanzas?

Pero al entrar en aquel habitáculo con Mitil a mi lado olvidé todo aquello y miré a mi alrededor. Escuché sus palabras y me besó antes de irse. Y en ese momento no se que me pasó, que le sostuve del brazo, le hice girar encarandole hacia mí y le empotre literalmente contra la puerta, pegando mi cuerpo al suyo y besándole como si no hubiese mañana. Segundos después me separé con la respiración agitada.

Te escapas porque dudo que se pueda hacer nada en un sitio tan pequeño y porque me tengo que ir... Pero la próxima vez que te tenga a solas... - Le susurré demostrado así mi inexperiencia e inocencia en algunos aspectos. - Espero que me enseñes más... Y que me hagas sentir de nuevo eso tan... placentero. - Dije refiriéndome a aquellos orgasmos y le volví a besar con más calma antes de liberarle y dejarle ir.

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23/03/2021, 15:14
Mitil Ironsar

Yo también lo espero Akta, y lo deseo... - Y con esas simples palabras dejó finalmente que la aasimar se aseara.

Salió de la habitación y empezó a dar instrucciones. Parecía algo enfadado por las caras de bobo que habían puesto sus subordinados al verle cogido de la mano de Akta. Tampoco les echó una gran reprimenda, todo hay que decirlo, pero si se hizo respetar. Así fue como finalmente Akta tenía para si, aquel pozo, la palangana, la bañera y todas las toallas que necesitara.

Notas de juego

Vamos a esperar a ver que hacen tus compis, que han bajado bastante el ritmo de posteo. 

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24/03/2021, 11:20
Akta

Sofocada y colorada por lo que había hecho, sonrió a Mitil cuando le susurró aquellas palabras y de alguna manera se le partió el corazón al verle salir de la habitación y quedarse sola. Mientras sacaba agua del pozo, escuché la voz de mi amado llamándoles la atención a sus hombres. No le entendía bien, pero juraría que era por sus caras al vernos juntos. De nuevo la de Tilla me volvió a la cabeza, pero preferí centarme en quien me importaba: Mitil.

Me desvestí, dejando únicamente aquel colgante en mi cuello y me aseé por completo, salvo el cabello, para evitar que los olores habituales del sexo me delatasen ante los demás. Sobre todo y no sabía bien porque, no quería que Crodos se enterase de aquello.

La verdad es que no quería quitarme el olor a aquel hombre del cuerpo y tuve que dejar de pensar en él cuando me dispuse a lavar mis zonas más íntimas, puesto que aún podía sentir el calor del apasionado beso que le había dado y como mi sexo quería más, volviéndose insaciable. ¿Acaso la diosa de la ciudad me había comenzado a influenciar a mí también?

Una vez seca y vestida, oculté mi colgante bajo la ropa y comprobé que llevaba todo dos veces. Los pergaminos, el dinero... Me colgué a mi fiel espadón a mi espalda y me quedé detrás de la puerta, tras vaciar el agua usada y sostener la toalla sucia en mi mano, con el temor a enfrentarme a las miradas de los hombres de Mitil por primera vez.

Nos habían oído. Nos habían visto de la mano. Y Tilla... Creía que me daba esperanzas con Mitil, pero en mi cabeza tenía cada vez más clara la idea de que no solo se burlaba de mí, sino de que ella le quiería para sí. Eso iba a ser un problema. Suspiré y me armé de valor para salir y reencontrarme con todos en aquella sala. - Yo... gracias... - Dije buscando al hombre que sin duda amaba con la mirada nuevamente, tratando de no mirar a los demás. - Es la toalla que usé... no sabía donde dejarla... - Y la verdad que con aquel lugar de aseo tan ordenado me daba coraje dejarla allí tirada.

Miré a Tilla. - Espero que encontráseis la capa. En cuanto me la déis me marcharé... - Había pesar en mis palabras, tanto como el que suponía dejar mi armadura atrás y tener que salir así a esas calles. Necesitaba cubrirme pues con esas ropas, aunque viejas y poco femeninas, llamaba demasiado la atención, más aún mostrando mi rostro, el cual era preferible mantenerlo oculto bajo una capucha.

Notas de juego

Ok. Yo te dejo post igualmente por si mañana no puedo.

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24/03/2021, 13:49
Mitil Ironsar

Podrías haberla dejado allí mismo... - Le dijo Mitil sonriente a Akta. - No te preocupes. Déjala por aquí. Luego la pondremos al sol... - Comentó.

Mitil se puso en pie y se acercó a la sacerdotisa. Se acercó mucho, más de lo que alguien se acerca a otra persona sólo para conversar, que de hecho, podría haberlo hecho desde donde se encontraba sentado. Le miró a los ojos y le cogió nuevamente de las manos. Pasaron unos segundos en los que la aasimar pudo notar que su hombre estaba nervioso y parecía no querer soltarla para que pudiera marcharse.

¿Ya te vas? - Suspiró. - ¿Tendrás cuidado? 

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24/03/2021, 13:53
Tilla

Si, tengo tu capa... - Intervino Tilla acercándose a la pareja y tendiéndole la capa a la mujer. 

Mitil soltó las manos de Akta tras la interrupción y se alejó un paso. Tilla miraba con cierta acritud a Akta  le lanzó la capa, cogiéndola ésta en el aire. 

Si, ten mucho cuidado allí afuera. - Confirmó las palabras de su jefe. - No queremos que nada te suceda... - Añadió.

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25/03/2021, 08:25
Crodos Mornward

Crodos por fin se desembarazó de la capa y permitió que ondeara libremente tras él, volviendo a mostrar al mundo el emblema de su pecho con orgullo. Qué incómodo era esconderse.

— No comprendo a Akta. Temo por ella, pero también empiezo a pensar que su Fe se está tambaleando... Siempre la vi como una persona íntegra y de férreas convicciones, pero está ciudad la ha vuelto voluble e impulsiva. Creo que se está alejando del calor de nuestro dios. — dijo entristecido —. Nos dijo que volvería pronto, pero ha pasado demasiado tiempo ¿creéis que deberíamos ir a buscarla? Por otro lado... — miró en derredor a los edificios de la concurrida plaza — prometí a Brogo que nos acercaríamos por el templo donde llevó a Jonsy. Podemos ir ahora, o quizás en otro momento. Aunque no sé si después de lo que ocurra esta noche sería prudente hacerlo.

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25/03/2021, 08:39
Lerissa

Al bueno de Crodos, el espíritu le preocupaba más que el cuerpo, mientras que para mí era justamente lo opuesto. Pero era entendible que le preocupase la actitud de Akta.

-No creo que debamos preocuparnos. Su fé es cosa suya y esta ciudad no tiene nada que ver con ella. Si la abandona, será porque quiera y no porque se vea empujada. En todo caso, yo no iría a buscarla. Si quiere reunirse con nosotros, ya lo hará. Si quieres podemos ir a ese templo, pero vayamos ahora antes de liarnos con lo de ese Mitil.

Cualquier cosa era mejor que quedarse allí plantados perdiendo el tiempo porque para eso, no necesitaba acompañar a nadie, me bastaba yo sola.

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25/03/2021, 15:24
Narrador

No esperaron más por Akta, como tampoco esperaron a la opinión de Lasar sobre que era lo más oportuno que debían hacer mientras esperaban a que llegara la hora de la caída del sol y tuvieran que reunirse de nuevo con Akta y Mitil para llevar a cabo la misión por la cual les iban a pagar una suculenta cantidad de monedas de oro. 

Cogieron la directa hacia el mal llamado templo de Muuglw'tli, que que como bien había dicho Brogo, el tabernero y padre adoptivo del gigantón de Jonsy, aquello no era más que una simple casa, en la que los corruptos sacerdotes de la diosa del Dolor y del Placer llevaban a cabo sus actividades, bajo la escusa de ser una casa de sanación. Algo que Crodos dudaba y mucho.

Como bien había dicho Brogar, se encontraba no muy lejos de la plaza donde se erigía el verdadero templo de la ciudad y el único realmente consagrado a su dios, el de Seyran. Estaba al sureste de la ciudad y construido junto a la muralla de la misma. Un edificio de dos plantas, de construcción antigua y escasamente reformado, en el que un cartel de madera tallado rezaba sin demasiado lustre: "Casa de Curación de Muuglw'tli".

Notas de juego

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25/03/2021, 15:30
Sacerdotisa de Muuglw'tli

Cuando se acercaron observaron como una elfa oscura se encontraba conversando con unos jóvenes, pero para cuando estuvieron a su lado, ya habían acabado la conversación y los cuatro chicos se dispersaron en diferentes direcciones. La elfa oscura alzó la mirada y observó al extraño grupo que tenía delante. Una tiefling camino del templo le cuadraba. Un hombre vestido con unas mallas y un sombrero ridículo y armado con un laúd, le podía cuadrar. Y luego un seyranita. Tuvo que mirar dos veces antes de comprender que no estaba teniendo una alucinación.

- Un seyranita acudiendo al templo de Muuglw'tli. - Exclamó. - Sois bienvenido. ¿En qué puedo ayudar a este extraño trío?

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25/03/2021, 16:18
Crodos Mornward

A Crodos no le gustó que esa elfa oscura y corrupta estuviera conversando con los mozalbetes. Empezaban a malearlos desde pequeños, y luego se volvían unos degenerados de adultos. A la vista estaba. Y mientras tanto el pobre Thoriac allí solo, cuidando las plantas, con tantas enseñanzas que Seyran tenía para la muchachada. El paladín la contempló con seriedad cuando se acercaron.

— Saludos, sacerdotisa de Muuglw'tli — el nombre de la diosa sonó como si Crodos se hubiera atragantado brevemente. — Os damos las gracias por la bienvenida que nos dais a vuestro... — miró con desconfianza la casucha decrépita — templo. Hemos venido a interesarnos por la salud de uno de sus dolientes, de nombre Jonsy, hijo adoptivo de Brogo. Nos preocupa profundamente su estado, y prometimos al buen Brogo venir a comprobar que su sanación marchaba adecuadamente.

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25/03/2021, 17:41
Sacerdotisa de Muuglw'tli

¿Jonsy? - Preguntó confundida. Segundos después pareció caer en la cuenta. - ¡Aaaaah! ¡Es semi gigante! Si... - Dejó una pausa demasiado larga y sonrió con cierta... ¿Malicia? - Está siendo atendido por nuestros sacerdotes. - Informó a Crodos. - Sin duda mejorará prontamente. - Y nada más dijo.