Partida Rol por web

El golpe recibido había sido brutal, y por el rabillo del ojo vió como Aenifer recibía otro tanto. Tenía que abrir una brecha, eliminar a los enemigos más grandes le pemitiría moverse para que Belbara atacase en primera línea, o curase a su chica. Sin dudarlo lanzó una estocada al costado del ogro, seguida de un tajo a su pecho y una nueva estocada a la ingle. 

Cuantos golpes mas tenia que soportar, era increible todo el daño que me habian hecho en los ultimos dias. Mire mi brazo que sagraba.... otra vez, pero ni siquiera sentia dolor aunque era una grave herida y acabaria en el suelo, otra vez. 

Maldita sea NOOOOO!!!!!

Me lance contra el Varag que me habia atacado buscando clavarle el estoque tantas veces como fuese posible con toda mi rabia, por mi y por Valy.

Para mi frustracion no parecia que estuviera haciendo daño realmente.

Aquel humano era rápido, sus espadas silbaban en el aire para ir abriendo tajos en los cuerpos asquerosos de aquellas criaturas apestosas. Belbara sentía arder su sangre recorriendo sus venas a toda velocidad, pero no podía atacar, no en aquel preciso momento, pero podía ayudar a los demás a poder abrir brecha y acabar con los enemigos verdes, grises y negruzcos.

Respiró profundamente dos o tres veces, debía concentrarse entre tanto escándalo y adrenalina, después murmuró unas palabras, las joyas de oro de las trenzas de su barba tintinearon, y a continuación tocó el hombro de Alex, era mejor que siguiese en pie, por el bien de todos.

Uno de los ogros lanzó un mazazo contra Aenifer, quien pudo esquivarlo no sin cierta dificultad. El enorme y peludo ogro bufó enfadado y entonces trató de aplastarla con su escudo armado con púas. La vovit se hizo a un lado evitando el ataque. 

-  ¡Te voy a desollar! - Gruñó terriblemente enfadado.

Quien no tuvo tanta suerte fue Alex. El otro ogro logró golpearle en el hombro con su maza, justo después notó  como las púas del escudo del ogro se clavaban en su piel a la altura del abomen. De no ser por la cura que acababa de proporcionarle Belbara, en ese momento estaría realmente malherido.  

Draxler ya estaba entrando en esa fase en la que uno no siente el brazo y solo se limita a soltar hachazos a diestro y siniestro. Era, de hecho, su fase favorita de todo combate. Uno de los varags pagó cara la osadía de aproximarse con su feo rostro porcino al enano, pero es que uno de los trasgoides que acechaban por allí tampoco se libró de un tremendo sostrazo con doble mano de barniz cortesía del veterano hijo de Drexler.

-¡TOMAD Y COMED TODOS DE SU FILO! ¡PORQUE ESTE ES EL ARMA QUE SIEMBRA HUÉRFANOS ENTRE LOS VUESTROS, MAMONES! ¡JAAAAAJAJAJAJAJAAAAAAA! ¡Y TÚ, VEN A POR OTRA! ¡JA!-.

-Uhm, vaya... piensa, piensa -murmuró Yoon, dándose unos golpecitos en la sien con el dedo índice-. ¡Ya sé!

De sus bolsitas extrajo un poco de tela de araña, pero se dio cuenta de que no le quedaba. El veloz Perry le señaló a la pequeña una telaraña de la pared, de modo que la niña cogió un hilo, mientras veía cómo la araña que había creado la tela se dejaba descolgándose por el mismo hilo que Yoon tenía pegado en la mano. Se hizo un lió con la fina tela, pero finalmente consiguió dejar a la arañita a buen recaudo en la pared.

-Tetap terpaku.

Lanzó la telaraña y mientras el fino hilo volaba a su destino, las hebras crecieron de forma salvaje, pegándose a todas las superficies de la estancia y enmarañando a las criaturas que combatían contra sus amigos.

Si me habia quedado sorprendida con la accion de Alex, y los golpes del enano Draxler hijo de no se quien, cuando vi a Yoon hacer semejante tela de araña no pude mas que quedarme sin habla.

De pronto me senti pequeña frente a mis compañeros, pero me alegre de estar con ellos.

En el momento en que Yoon-Shun fue a lanzar su sortilegio, el trasgo que había estado conjurando alzó las manos y éstas se iluminaron lanzando una honda expansiva que envolvió las telarañas que empezaban a pegarse a las paredes de la sala, dejando sin efecto el conjuro que la pequeña niña había intentado lanzar. 

- ¡No me gustan tus trucos! - Gruñó enfadado.

El monje desfigurado ya había gastado prácticamente todos los conjuros de los que disponía, por ello, lo único que hizo fue tratar de asestar un nuevo golpe con su arma espiritual contra uno de aquellos malvados seres. Fallo de forma miserable.

Tarkhan extrajo un sedal y se lo enseñó a Bolgag.

—¿Quizá te gusten más los míos? —le preguntó, sonriendo, antes de recitar las palabras mágicas:—. Ast menciptakan benang laksana labana, suh mayat adanya membungkus.

El trasgo vio, con cara de tonto, como el hilo empezó a multiplicarse otra vez y dividirse a su alrededor, extendiéndose por la habitación con rapidez. En pocos segundos les había envuelto de nuevo un denso entramado de telaraña, de hilos oscuros y extraordinariamente gruesos.

Telaraña sobre la intersección E-F 4-5. TS Ref con CD 17.

Podéis ver el área en esta imagen.

Es decir, el mismo conjuro en el mismo sitio xD.

El gran trasgo que había evitado que el conjuro de Yoon-Shun tuviera efecto, nada pudo hacer por evitarlo por segunda vez cuando lo lnazoyel Gato sonriente. Y es más, quedó atrapado entre sus pegajosas hebras. Lo mismo le sucedió a uno de los ogros, no obstante, el segundo ogro y el Varag pudieron evitad quedar inmovilizados por la telaraña. 

Uno de los varag lanzó un ataque contra Aenifer. La joven vivir pudo evitarlo sin demasiado problema. Gracias a las defensas mágicas, iba a ser muy difícil que les hirieran. Lo mismo sucedió cuendo el otro Varag trató de propinarle un tajo a Draxler. Falló por poco y acto seguido dio un paso atrás.

Los trasgos se centraron en Draxler. Uno de ellos lanzó un poderoso ataque contra el enano, pero por suerte para éste, fue interceptado por su reluciente hacha de manufactura enana. 

No tuvo tanta suerte a la hora de evitar el segundo ataque. Un tajo terrible se habría en su muslo y de haber profundizado un solo centímetro más en su carne, posiblemente hubiera seccionado una arteria. Así que quizás si podían hablar de que el enano había sido afortunado.

El alivio que su cuerpo sintió al recibir la sanación de Belbara duró poco, la masa del ogro casi lo postra de rodillas al impactar en su hombro y cuando levantó la vista el desgraciado estaba envuelto en telarañas gruesas y pegajosas. 

Su respuesta no se hizo esperar, sus espadas volaron certeras, aunque la larga se desvió súbitamente ante el dolor agudo de su hombro y apenas si llegó a rozar la armadura del ogro.

Ahora que estaban enmarañados no podia mas que sonreir frente a nuestras victimas, iba a ser una masacre y lo iba a disfrutar. 

Continue atacando con mi daga contra el Varag con que luchaba antes solo esperando ver como se habriria su carne al ser cortada por mi filo. Queria escucharlo gritar, queria que me insultara, queria que me diera su ultimo aliento para bañarme en su sangre.

Malditos todos

Belbara se sentía atrapada, un tanto inútil sin poder acceder al enemigo, su hacha todavía no había sentido el sabor metálico de la sangre. Ellos estaban agrandados, y no estaba segura de si eso estaba jugando a su favor o a la contra, pero si una cosa tenía clara era que ahora que los enemigos, o la gran mayoría, estaban atrapados con las telarañas, debían aprovechar la ocasión y abrir brecha para que ella pudiese empezar a repartir estopa también y para que Tarkhan y Yoon-Shun, junto al anciano amigo del gato sonriente, pudiesen entrar en aquella sala y dejar de tener sus culos desprotegidos. 

Varios de los del grupo, todos los que estaban en primera fila a decir verdad, ya habían recibido alguna herida. Belbara sopesaba, a Aenifer no podía alcanzarla desde donde estaba, y entre Alex y Draxler el primero parecía necesitar más ayuda, pues por todos es sabido que los enanos son rudos, fuertes y resistentes. El humano, en cambio, acababa de fallar un golpe por el dolor que sentía en el brazo. Belbara negó para si misma, no era momento de fallar, ahora tenían una oportunidad de oro, pero ¿cuánto tiempo duraría? Debian terminar con ellos ya.

Conjuró de nuevo, implorando paciencia a su dios, pues Alex era uno de los niños del grupo, tan joven, inexperto y ¡enamorado! Murmuró unas palabras y tocó en la espalda del chico una vez más, con aquellas manos fuertes y femeninas al tiempo, aunque llenas de callos por empuñar su hacha con orgullo. 

- rájale las entrañas, ¡deja de jugar!- dijo Alex tras transmitirle el poder sanador de su dios. Era el momento de hacerles caer.

Uno de los ogros terriblemente enfadado enfureció tratando de librarse de las pegajosas hebras de telaraña, pero, pese a la gran demostración de furia que experimentó, le fue del todo imposible salir de aquella trampa mágica quedando del todo atrapado y sin poder hacer más que gritar de pura rabia y forcejear sin conseguir nada.

Quien también enfureció fue el otro ogro, el que seguía peleando con Álex. Lanzó un golpe demoledor contra el joven vovit. Aquel ataque de maza le golpeó en el pecho dejándole sin respiración y sin duda con algunos órganos internos afectados a tenor del intenso dolor sufrido. Un segundo impacto hubiera acabado con ese dolor, pues Álex logró esquivar por los pelos, un golpe que iba directo a su cara y que posiblemente le hubiera arrancado la cabeza. 

El ogro no acabó allí. Golpeó entonces con su escudo armado sobre su adversario. De nuevo el impacto tuvo éxito y la pobre Aenifer fue testigo de cómo está vez si, las púas del escudo del ogro impactaban contra el rostro de Álex desfigurándole horriblemente.

Draxler, HIJO DE DREXLER -por si algun@ se había olvidado del dato en este deplorable lapso temporal en el que la búsqueda de Feyrya quedóse silente en ese reino onírico llamado Umbría- seguía a lo suyo. Es decir, la tala de trasgos.

El enano desjarretó un tajo descendente en pleno cráneo a uno de los pielesverdes, cuyos ojos ambarinos fueron a mirar uno a Nuncainvierno y otro a Aguasprofundas, saliéndoseles de las cuencas por la fuerza del golpe y quedando el rostro del difunto congelado en una mueca que resultaba grotesca, pero también hilarante en el sentido más macabro del término. ¡Por Vaervhan! ¡Ese no saldría en En Busca de Feyrya 2, voto a bríos!

El guerrero enano no había olvidado el corte que había recibido anteriormente del otro advenedizo que ahora permanecía solitario frente a él, sin su colega para apuñalar enanos como los cobardes que eran, pues bien sabido es que los trasgos nunca luchan en inferioridad numérica. Oh, no. Ellos son de aparecer hasta con el patriarca para hacer del pillaje su oficio. Qué hijoputas que eran, se decía el guerrero enano mientras se disponía descabezar a aquel feo hijo de una hiena. Claro que Draxler olvidaba muy convenientemente que ahora él no era clasificable como un enano, sino un maldito gigante lanudo, acorazado de la cabeza a los pies. 

-¡AHORA ES CUANDO VAS A LLORARLE A GRUUMSH Y A SU PUTA MADRE! ¡TOMA, MAMÓN! ¡¡¡TOOOOMAAAAA!!!-. 

Drax cargó un golpe cruzado y se llevó por delante media oreja de su rival. Iba a tener que afinar la puntería para garantizarse otra baja en el próximo tajo.

-¡Artillería! ¿¡Dónde está la artillería cuando hace falta!?-, bramó sin mirar atrás, pero en clara referencia al abrumador poder mágico que el buen Tarkhan y su hija Yoon Shun atesoraban. -¡Que suelten un poco de vapor, Tarkhan!  ¡Freíd a estos cabronazos! ¡JAAAAAJAJAJAJAAAAAAA!-.

Aquel enano estaba eufórico en el fragor de la batalla. Ni se había dado cuenta de que al hijo de Ryder casi lo descabezan.