Partida Rol por web

El poderoso Breko, furia de Ashtar, se colocó a un lado de las almas sin mente que se mantenían estáticas junto a la paladina.

-Todos en círculo, hay que proteger a Helga y a las almas si queremos que vuelvan vivos! Tomaos las pociones o no resistiremos los minutos que necesitamos!! Por ASHTAAAAR!!!!

Tras la arenga a sus dioses, Breko miró a la paladina, sin duda era ajena a lo que ocurría a su alrededor, sus ojos en blanco, sus palabras mágicas, las chispas que salían de ella al entrar en contacto la magia con el aire absurdo de aquel plano... era imperativo que aguantase hasta el final de su conjuro.

-Helga! yo te cubro! dijo mientras conjuraba unos movimientos en dirección a la soldado de Dios. 

Lope por su parte optó por moverse a uno de los flancos de las almas, para proteger ese lado de los golpes enemigos, o al menos recibirlos él.

Se encontraba totalmente curado, con una fe ciega en su nueva deidad y en su misión. No había miedo en su cabeza, solo resolución y ganas de sangre. Si tenía que morir, moriría mirando a la muerte a la cara y diciéndole !He hecho todo por usted mi señora!!

-Formación en círculo chicos! este es el último día en este plano! de una manera o de otra abandonaremos este maldito lugar!! que sea matando demonios!!! 

-Cleon! tu y tu poderoso Can proteged la retaguardia de Helga! cuidado que no se descuelgue nadie del techo y de la pared trasera! 

-Serge cubre con tu arco la retaguardia de todos nosotros, contamos contigo! quedate pegado a las almas y que ninguna se mueva!

-Edzard y Markku! cubrid los huecos entre Cleon y BReko! no os alejéis de las almas, hay que hacer un círculo lo mas cerrado posible!

-Khorvin! tú y tu Gelpie cubrid desde Breko hasta mi! 

-Bebed las pociones para ganar fuerza!

Haciendo caso a las órdenes de Lope, Serge volvió a enfundar sus armas y sacó de nuevo su fiel arco. Esa era su última batalla, la última acción de Serge Leblanc en el mundo de los vivos. Ojalá hubiera podido tener más tiempo para robar más riquezas y acostarse con más mujeres…

 -Listo para apoyaros, mes amis.

A diferencia de lo que estaba haciendo el resto del grupo el ladrón no se movió. La posición en la que estaba era lo bastante buena como para apuntar y disparar a varios de aquellos demonios. Porque ya que iba a caer, caería llevándose a los monstruos que pudiera por delante.

Prácticamente todos los presentes hicieron caso a las órdenes de Lopercick. De alguna manera se había convertido en el líder de aquel grupo y en las últimas batallas se estaba encargando de organizar la estrategia conjunta. Ya había estada al mando de un grupo de hombres armados cuando todavía vivía en Vilerres, su aldea natal. La experiencia era un grado como se solía decir.

No sólo él había adoptado un papel importante en el grupo. Edzard se había convertido en el guía que Samiam no pudo ser. Markku era un apoyo constante entre su anciano mentor u el grupo, por muchas locuras que surgieran de la cabeza de Edzard, él lograba interpretarlas.

Serge era alguien ingenioso que siempre podía colaborar con sus ataques traicioneros. Sin él no hubieran salido nunca de aquel extraño poblado repleto de no muertos. Su ingenio había conseguido poner en marcha aquella maquinaria. El carro de hierro les había llevado hasta allí y solo esperaban que no fuera a una muerte segura.

Cleon era el alma de aquellos ajenos, pues su corazón le guiaba siempre hacia Helga y por muchas calamidades que sufriera nunca perdía la esperanza. Estaba dispuesto a morir con ella, no la abandonaría de nuevo. Pero desde luego lo haría protegiendo a sus amigos, sin los cuales nunca se hubiera reencontrado con la sorprenderte paladín.

Conocían a Breko desde hacía muy poco, pero su sabiduría, su conocimiento del plano y su magia divina eran imprescindibles en esos momentos. Lope confiaba en él, al igual que el resto de allí presentes. No les quedaba más remedio por otra parte.

Khorvin había cambiado. Un hombre de mar que se perdió en las turbulentas aguas de aquel plano llegando a quedar nublada su mente por la locura. Un ser que había muerto momentos atrás defendiendo a sus amigos y que había vuelto transformado en el heraldo del dios Crabtas. Su furia marina iba a resonar en aquella larga noche en el plano de la locura.

Y fue entonces sin más, en ningun momento concreto y sin que nada en especial pasara, algunos de aquellos seres del averno simplemente pudieron superar el campo mágico que les impedía llegar hasta sus presas. Seis de aquellos monstruosos seres salidos de las más pavorosas pesadillas superaron el conjuro del santuario y cargaron contra el grupo que protegía a las almas de los pobres diablos que habían sufrido torturas en la Prisión de las Almas Perdidas.

No obstante, los valerosos guerreros del plano material y el nativo Breko, estaban preparados para ese momento y descargaron sus armas a distancia contra la horda que comenzaba a penetrar en el campo de divinidad. Aquellos tan solo iban a ser los primeros de muchos. No sabían cuánto podrían resistir, pero debía ser los suficiente para dar tiempo a Helga de que hiciera su parte.

El batidor había previsto esta situación, pero había sido todo mas rápido de lo previsto; el grupo por suerte había cerrado bastante bien el circulo y la defensa sería mas efectiva, esperaba,... no! mas bien rezaba que la diosa de la muerte les diera suerte y les hiciera blancos de los ataques, dejando a salvo a los mas indefensos.

-Proteged bien a las almas y a Helga! son nuestra misión! MUERTEEEEEEEEE!!! grito mientras daba un buen tajo al demonio que había dado un paso de más intentando acercarse a sus protegidos.

-Muere bestia infernal! Dijo mientras rodaba por el suelo, colocándose en su espalda para darle otro golpe antes de volver a su punto de partida para evitar que pasasen la linea imaginaria que protegía.

-NOOOOO PUEDEN PASAAAAAAAR!!!!! jaleó a sus compañeros.

Breko se preparó tal y como le indicó su nuevo líder, estaba seguro de si mismo, la asesina implacable estaba haciendo su conjuro de teleportación y conocería su plano de origen, sin tanta locura y demonios por doquier.

La situación era tensa, varios demonios intentaban llegar a ellos, su último compañero había muerto entre terribles sufrimientos y él esperaba no ser pasto de los demonios en un arrebato, no! el no quería acabar hecho trizas, él iba a volver a donde sus abuelos nunca debieron partir.

De pronto una marabunta de demonios pasó la barrera, pero por suerte el resto quedaron aun atrapados en el exterior, 6 demonios para 7 defensores, sin contar al perro y al Melpie, ¡Que bestia tan magnifica!

Al primer demonio que se acercó le propinó un golpe a la vez que Lope le cortaba con su hacha, parecía que entre ambos iban a trinchar al demonio, hacían buen equipo pensó.

-Allahu-adba! gritó tras su buen golpetazo con su poderosa guadaña, haciendo aparecer su escudo de escarabajos, lastima que ya no pudieran atacar.

Mierda! no tengo mas conjuros de bendición! contaba con la protección de mis compañeros muertos! pensó.  que hago? que hago?

-Poder de Ashtar ven a mi! hoja espirituaaaaaaaal!!!! gritó tras concentrarse momentaneamente para no distraerse mientras los demonios rugían a su lado.

De la nada, detrás del demonio surgió una guadaña voladora de color ceniza, como hecha de polvo y fantasmas e inmediatamente asestó un poderoso golpe en el Demonio que rugió de dolor al haber sido objeto de 4 golpes antes siquiera de entrar en el combate.

-Vuelve con tu amo a llorar bestia impotente!!!

Alca como nos hemos tomado la megapoción de HElga, piensa  Lope tiene 24 PG mas y Breko 18. Son puntos temporales que se pierden los primeros al ser atacados.

Justo cuando el pequeño frasco de vidrio ya vacío que había contenido la poción ofrecida por aquel al que llamaban Breko se quebró al chocar con el suelo, los demonios empezaron a penetrar en aquella zona sacra.

Como de costumbre, su impetuoso amigo Lope fue el primero en mover ficha. Sus volteretas  fueron acompañadas de varios tajos certeros a uno de aquellos seres avernales.

Aquel al que llamaban Breko parecía diestro Enel combate puesto que también logró asestar unos buenos golpes a aquella criatura que, no obstante, parecía ser capaz de recibir infinitos impactos sin caer.

-Ya es hora de acabar con esta comedia... ¡Que la marea se lleve aquello que el hombre no puede derribar! -dicho lo cual dio un pequeño salto hacia atrás para ganar la ventaja posicional y, nada más aterrizar con ambos pies en el polvoriento suelo adoptó una exagerada pose digna del más diestro ballenero, llevando hacia atrás su trindente, para luego lanzarlo a la velocidad del rayo que cruza el cielo en una noche tormentosa en alta mar.

Aquel tridente bendecido por la deidad marina pasó silbando entre Loperick y Brecko, incrustándose en el pecho del diabólico ser que les hostigaba. Más no se detuvo ahí puesto que espoleado por la fuerza impresa por el paladín y, tras haberse clavado las puntas del tridente hasta su base, el arma enastada prosiguió su camino arrastrando, eso si, al diablo, que se despegó del suelo para salir volando  como si estuviese siendo arrastrado por el más furioso de los huracanes hasta que terminó impactando con la barrera mágica, la cual lo hizo estallar en diminutos pedazos.

Por su parte, el tridente prosiguió con su vuelo hasta acabar incrustándose en la cabeza de uno de los demonios que esperaban con impaciencia en el exterior del círculo mágico, que no fue capaz de ver venir la muerte hasta que fue tarde para él.

Khorvin no se había parado a ver el resultado de su lanzamiento. En cambio había aprovechado la inercia del mismo para girar sobre si mismo, sacando en un hábil movimiento la red mágica que guardaba en su cinto, para lanzarla con maestría sobre el demonio que más cerca tenía, enmarañándolo por completo.

En cuanto hubo concluido su giro, llevó la rodilla al suelo protegiéndose con su escudo al encararlo contra la bestia enmarañada por su red.

-¡Teh' Fitti! gritó, haciendo aparecer el tridente que había sido lanzado lejos nuevamente en su mano.-¡Teh'ka! ordenó, invocando una nueva lluvia de espinas surgidas directamente desde su escudo en dirección al demonio que aún luchaba por liberarse de la red.

-¿Esto es todo lo que tenéis?-farfulló entre risas alocadas. -¡Vuestros huesos serán el salitre que cubrirá mis armas!

El Kelpie pareció haber recibido órdenes silenciosas puesto que tras asentir y gorgotear un húmedo sonido proveniente de su boca, una larga y pegajosa lengua salió disparada de la misma, enrollándose al cuerpo del demonio que más cerca tenía.

Aprovechando la situación se levantó sobre sus dos patas traseras y lanzó dos arañazos con sus zarpas, si bien uno pareció no herir al demonio. 

El KELPIE HA ATACADO A D6 y le ha hecho presa con tirada de 40, ALCA PRUEBA ENFRENTADA de presa contra 40 del KELPIE

Malditas fueran esas infernales criaturas… Casi antes de poder darse cuenta, varios de esos demonios habían atravesado la barrera y les habían alcanzado en un suspiro. El ladrón casi por instinto dejó caer su arco para desenvainar su espada y su daga. A esa distancia atacar con flechas era como decir “soy el más débil del grupo, ven y cómeme”.

Aprovechando su agilidad natural y que alguno de esos monstruos estaba entretenido con sus compañeros, el ladrón se deslizó para flanquear al demonio más cercano y golpearle dos veces, una con su daga y otra con su espada. Las delgadas hojas cortaron el viento para luego hacer lo propio con la carne de aquel engendro miserable. Por desgracia sólo una llegó a su objetivo mientras que la otra sólo golpeó en la armadura del demonio.

 -¡Muérete bâtard!

Tenían que seguir atacando, defendiendo a los demás. Porque la bella pelirroja aún vivía. Y si vivía, podía seguir con el ritual. Mientras mantuvieran a Helga protegida, había esperanza de no caer muertos en ese lugar.

Cleon mantenía su posición defensiva evitando que cualquier criatura se acercara a Helga y reservando el frasco que le habían dado para cuando realmente le hiciera falta.

Uno de los demonios se acercó demasiado a su posición, por lo que Cleon no dudó en golpearlo con la espada, aunque en su precipitación hizo un torpe movmiento. Alsvid por su parte parecía comprender las intenciones de su amo y trataba de morder al mismo demonio con más suerte que su amo.

No todos los defensores de las almas atrapadas en aquel plano y la paladín al cargo del ritual que les debía sacar a todos de allí aprovecharon los momentos previos al combate de igual forma. Lo que sí fue cierto que todos salvo Celon aprovecharon esos momentos para ingerir el brebaje que Breko les había ofrecido. A partir de ese momento se precipitaron los acontecimientos.

Los proyectiles volaron hacia los demonios que habían franqueado el círculo mágico de la plegaria con desigual resultado. Lo cierto fue que el contacto cuerpo a cuerpo llegó instantes después y ya no podría detenerse el flujo de demonios que accedían al combate cada pocos segundos.

Loperick fue el primero en  notar el aliento de uno de los demonios. Se movió rápido para golpear con su espada al ser oscuro que cargaba contra él. Notó como su filo se introducía en su dura piel. Momentos después fue el demonio quien sintió el mismo placer y sonrió con su boca carente de labios y babeantes colmillos. Un segundo demonio se quiso cebar con Lope y un ataque muy bien dirigido pasó rozando su yugular para acabar incrustándose cerca de su clavícula.

Otro de los demonios trató de acabar con Khorvin con un muy buen ataque, aunque insuficiente como para superar la portentosa armadura del heraldo. No tuvo tanta suerte Cleon. Tratando de esquivar el golpe de uno de los demonios, acabó recibiendo un corte en el costado. Por fortuna la herida no era grave.

El arma que Breko conjuró logró acertar un golpe sobre uno de los dos demonios que trataban de enviar a Lope al Gran Abismo. Mientras tanto, Khorvin se encargó del otro lanzándole su red y dejándolo totalmente desconcertado. Una vez fuera de combate aquel demonio cambió de objetivo.

Primero fueron las púas de su escudo quienes se incrustaron dolorosamente en la piel de otro de los demonios, para acto seguido ser su Kelpie el que utilizara sus zarpas para rasgar su rostro y su lengua para apresarle. Con aquel ser atrapado por la lengua del Kelpie, fue Markku quien aprovechó para clavarle su espada entre las costillas.

En el otro lado de la sala, Edzard combatía contra una de aquellas bestias. Su poderosa espada provocó una profunda herida en aquel ser, que no obstante pudo evitar un segundo ataque con cierta facilidad. Decidió entonces atacar al anciano, pero éste interpuso su escudo entre él y la lanza del demonio para evitar daño alguno.

Serge se había emparejado con otro de aquellos seres. Un furtivo flechazo por la espalda le causó serios daños. Bastó para que fijara en el ladrón su objetivo. Viró el sentido de su carga contra la posición de Serge y descargó entonces un poderoso golpe contra éste, que de nuevo volvió a sentir el frío sabor de la muerte en su cuerpo.

Por su parte, Celon había quedado emparejado con otro de los seres nativos del plano. Ya había sido herido aunque no revestía demasiada gravedad. El cazador con una habilidad inusitada en él, lanzó dos serios ataques contra aquella bestia tenebrosa. El primer golpe cortó profundamente su muslo derecho a punto de afectar a una arteria, el segundo golpeó cerca del cuello. Aslvid por su parte corrió para flanquear a aquel ser y le mordió la pierna tratando de derribarle sin éxito pero de forma muy dolorosa.

ALCA te has liado.

Lope le ha hecho 2 ataques a D4 haciendole 39 PG (hay un crítico que no has contado), 

Breko ha atacado a D4 como AO causandole 18 PG y ha convocado una guadaña celestial que le ha vuelto a provocar 18 PG (hay un critico que no has contado)

Acto seguido Khorvin, ha hecho AO al que se le ha acercado, lanzandole la red y dándole una estocada (que como no ha tirado el daño yo te lo hago ahora mismo y se la sumas a D5) y EN SU TURNo le ha lanzado a D4 su tridente causandole 32 PG.

y del Kelpie tambien tendría que repetir el ataque ya que el primer ataque a D6 debería ser el AO y ahora te repito su turno.

Ahora si que queda como una batalla de la hostia entre personajes que han progresado en en plano.

Su primer obstaculo para volver a casa había muerto, entre sus golpes, los tajos del clérigo y de su magia y el empalamiento desproporcionado del Señor del Mar, el demonio había muerto en breves segundos.

-Os recomiendo que volváis por donde habéis venido sucias bestias, si no queréis acabar como vuestro amigo cuyos restos embadurnan a las demás alimañas que esperan fuera del portal. Hay trato? dijo mientras hacia una rotación de pies. escapando de la vista del demonio y clavándole el hacha en pleno tórax, volviendo a su sitio acto seguido.

Uno de los demonios heridos dejó caer su arma al suelo, la cual resonó de forma estruendosa. Un gesto de dolor se dibujó en su rostro a la vez que se llevaba las manos al pecho y se encogía sobre sí mismo. De inmediato comenzó a toser escupiendo gran cantidad de sangre por la boca y finalmente se derrumbó moribundo contra el suelo.

Loperick, quien tenía delante a aquel ser, aprovechó su repentina muerte para salir corriendo y flanquear al demonio que estaba enfrentándose contra Breko y contra Serge. Le propinó un poderoso golpe por la espalda, sintiéndose aquel demonio rodeado y hostigado, pero aun así no dio un solo paso atrás ni un solo signo de flaqueza.

El demonio que había sido atrapado por la poderosa lengua del Kelpie trató de todas formas de librarse de la presa, pero fue del todo inútil. Aquel músculo resbaladizo y húmedo era realmente poderoso y le había dejado totalmente inmovilizado. Sin duda sus días acabarían de forma deshonrosa cuando aquel ser de extraña apariencia o alguno de sus compañeros le dieran muerte sin poder siquiera tratar de defenderse.

El que tuvo más éxito fue el demonio rodeado por Cleon y su fiel lobo. Lanzó dos ataques contra el cazador. El primero impactó alcanzó su objetivo, no así el segundo que fue interceptado por la espada del amante esposo de la paladín que trataba de abrir el portal que devolvería a sus amigos a su hogar.

El ser oscuro que se encontraba frente a Khorvin y que estaba cubierto por su red, trató de lanzarse contra el heraldo. Sus ataques fueron lentos y torpes debido a la maraña de cuerda que tenía sobre su cuerpo y que le impedía realizar movimientos con libertad. Gruñó desesperado y obviamente muy enfadado. Lo cierto era que los ajenos a aquel plano estaban combatiendo de forma inteligente y la suerte, al menos de momento les acompañaba.

Breko estaba en liza, concentrado en como acabar con esos demonios lo antes posible ya que era probable que en minutos la marabunta cayera sobre ellos al desplomarse el conjuro.

Viendo como los demonios que tenía a su izquierda se encontraban totalmente alineados, dio un paso lateral y tras una breve concentración lanzó un rayo de luz que fue atravesando uno a uno a esos seres, provocándoles daño según eran atravesados por la magia de Ashtar!

-ASHTAR VEN A MI E ILUMINA A ESTOS INFIELES!!! gritó mientras la luz dañaba a los seres infernales que gruñían por el escozor lumínico que les alcanzaba.

A la vez que el rayo atravesaba a sus adversarios, con un movimiento de ceja del clérigo, la guadaña sagrada que volaba junto a Lope dio un tajo mas al demonio que ya había recibido unos cuantos golpes.