Partida Rol por web

La mansión de dos plantas, construida en piedra y madera, mostraban signos evidentes de antigüedad, pero a pesar de ello, era de las estructuras mas imponentes e impresionantes de toda la villa. Una mujer vestida de armadura completa y mandoble, vigilaba la puerta de hierro que da enrada al muro circundante de la mansión, que se encontraba en medio de un bello y bien mantenido jardín. La propia mujer era la encargada de escoltarlos hasta el salón de audiencias de la mansión.

Un gran salón, decorado con finos tapices con dibujos de hechos históricos de la marca, y varias estátuas y gárgolas de piedra, yeso y bronce. En la mitad de la habitación, una gran mesa redonda de madera dura de roble daba la bienvenida a sentarse en las cómodas sillas acolchonadas.

Una mujer vestida de seda y tercipelo, daba la bienvenida a sus aposentos. Sentado a su lado, el capitán Mannock.

-Que el sol de este nuevo día los ilumine -Dijo la hermosa dama. -Mi nombre es Arlezha Lanzagélida y les doy la bienvenida humildemente a mis aposentos, a mi salón y a mi villa.

Esperó a que todos tomaran asiento para continuar. -Creo que estamos completos. Ashnar el humilde y Kerila Gemastro habían sido invitados también, pero mandaron voz de que no asistirán. Seguro tendrán cosas mas importantes que hacer que discutir temas importantes sobre la seguridad de la villa. -Dijo con tono de rabia e impotencia.

-Ya estamos los ocho. así que comencemos!. Con unas palmadas, ordenó a varios sirvientes entrar a la habitación, con frutas ligeras, pan recién horneado, mantequilla, queso y vino. Sirvieron a cada uno de los presentes y continuó su discurso.

-Han sido citados a esta audiencia, por que Nevesmortas los necesita, yo los necesito. -Dijo tajántemente, yendo directamente al meollo del asunto. -Como ya saben, la villa atraviesa por una fiebre de oro, que si bien trae sus csas buenas, trae también algunas maldiciones, el crimen se ha multiplicado y he tenido que donar mi escolta a la guardia de Mannock para poder atenuar un poco la situación, toda la milicia trabaja con todos sus esfuerzos, en jornadas dobles y con poco descanso. La villa que se está formando fuera de las murallas es un caos total, lleno de criminalidad e ilegalidad, pero no hay donde poner a tantos viajeros que llegan a diario a Nevesmortas.
Si bien la guardia sortilega ha enviado un emisario -Señaló a Valeria -No creo que sea suficiente para esta peste que cada día crece.

Pero no es para que ayuden a la guardia que los necesitamos.... -Bebió un gran sorbo de vino y prosiguió: -La villa sufre de enemigos externos también, Helgrim, el líder de los exploradores me ha envado un reporte que preocupa demasiado: Se ha visto una hueste de orcos merodeando las montañas, bajo el símbolo de muchasflechas en sus escudos y yelmos, molestos agentes Zhents* viajando por la tierra salvaje, unos ogros acechando asaltando la granjas mas alejadas y una banda de Hobgoblins amasándose en una antigua catedral, son acontecimientos que acngojarían a cualquiera, si a esto le sumamos que hay una secta dedicada a iniciar asesinatos sistemáticos contra el clero de Lazhander..... No se que hacer -Dijo hastiada, suspiró y tomó asiento, desplomándose como si se diera por vencida -Busco su ayuda, porque son los únicos que pueden hacerlo, aventureros o lo que sea.... también había un semiorco, pero partió muy temprano esta mañana, junto a una semielfa barda a "cazar orcos". Lo cual, no puedo ocultar, que me alegró un poco.

Las arcas de la ciudad han crecido un poco en los últimos meses y puedo ofrecerles más de lo que hubiera podido antes, sin embargo me temo que no será mucho, pero podrán pedir otras cosas que deseen, mientras se encuentren en la medida de mis posibilidades....

- Ignnoro cual es el protocolo para estas cosas, nno he sido innstruido en estas cosas y nno sé si puedo hablar o cuanndo mme corresponndería, pero traigo un mmennsaje de parte de  Ashnnar, mme pidió que innformmase que al nnorte, enn las mmonntañas Rauvinn, hann sido vistos sacerdotes vestidos de nnegro acommpañados de goblinns y que llevann orcos enncadennados al nnorte y al este. Los espías hann podido seguirlos hasta el bosque Vordrornn, donnde segúnn mme ha dicho una perennne nniebla esconnde fanntasmmas y no mmuertos de todo tipo. Las sospechas de El Hummilde vann por unn nnigrommannte experimmenntanndo enn ese bosque.

Valeria carraspeó.

—No creo que en Luna Plateada se conozca el verdadero alcance de vuestras tribulaciones Dama Lanzagélida, o en caso contrario habrían enviado un contingente más numeroso. No veo cómo los aquí presentes podríamos detener una invasión de orcos, ogros, zhentarim, grandes trasgos y sólo los dioses saben qué más. ¿Por qué no pedir refuerzos? Dudo que en el resto de la Marca tengan problemas, parecen todos concentrados aquí.

Podía ser un terrible desastre en la mayoría de los viajes, pero sabía que para presentarse ante alguien importante uno debía estar bien aseado, así que esa mañana, un baño de agua fría y algo de limpieza para la armadura y vestimentas no faltaron, aunque por desgracia no iba todo lo decente que se suponía que debía ir un caballero, pero después de un largo viaje tampoco se podía hacer demasiado.

Así que Redwim se presentó bastante presentable para o que se había mostrado en el trayecto, en el que apenas se quitaba la armadura.

Realmente al escuchar Arlezha, pensaba que había llegado en un buen momento, ya que un caballero que no tenga un señor al que servir y que permanezca demasiado tiempo en un lugar en el que no haya problemas, se convierte en un vago, en un simple alguacil, un guardia que va engordando día tras día la haber perdido el norte, y en este lugar había muchos problemas, así que habría tarea para largo tiempo, hasta que todo quedara en calma o hasta que alguna tarea le alejara de aquel lugar

-Porque un caballero debe ir allí donde le necesitan, 

Redwim había escuchado suficiente, así que se levantó con fuerza, golpeando con la palma de la mano la mesa en el proceso, y haciendo temblar el vino en las copas- Mi señora- dijo mirando fijamente a Arlezha-Mi nombre es Redwim y no descansaré hasta acabar con las criaturas que pretenden sembrar el caos en estas tierras y hacer sufrir a sus gentes, ya sean ogros, trasgos u hombres, servidores de un oscuro dios o locos descarriados, los buscaré y me encargaré de que abandonen sus intenciones...

Siempre comenzaba con mucho ímpetu...

-Aunque bueno...si son cosas de esas-continuó haciendo movimientos con la mano intentando describir las sombras del día anterior--ya sabe, sombras de esas...tal vez necesite algo que las pueda matar...

El gesto de ignorancia que mostraba el grandullón podía resultar cómico -pero contra el resto creo que a mazazos podré apañarme y estoy seguro que con la ayuda de algunos de los presentes haremos que la paz llegue a este lugar.

Probablemente las tareas le vinieran grandes, pero su espíritu no le permitía verlo así, así que marcharía a la batalla le acompañaran o no.

-Vaya, que sitio más animado... -comentó alegremente el caballero descarriado errante. Su aspecto lucía espléndido, más animado que durante buena parte de las más de 1.000 millas de camino que había compartido con el resto del grupo reunido ante la señora Lanzagélida, algo probablemente relacionado con la noche pasada en la posada de la villa- Sombras asesinas de clérigos de Lathander, orcos de Muchasflechas, ogros asalta-granjas, agentes zhents, una banda de hobgoblins... Coincido con Valeria: ¡dejen algo para el resto! Jajaja -parecía inevitable que Errol insertara alguna broma en cada una de sus intervenciones. Tras la risotada ya continuó más calmadamente -Si tuviera que decidirme a intervenir en algo, creo que lo más productivo en estos momentos sería el tema de los hobgoblins, más que nada porque sabiendo dónde se encuentra la antigua catedral, bien organizado, podría ser ir y volver. No yo solo, claro, en ese caso tendría que hacer varios viajes, ¡jajaja! El resto supongo que se irá resolviendo paulatinamente, seguro que surgirán nuevas pistas que sí podamos seguir.

Los ojos de Lanzagélida estuvieron a punto de desorbitarse con cada palabra de Pashma, pero permaneció en silencio, regalándole miradas severas al capitán de la guardia y limitándose a tragar saliva. -¿Tendrán que ver con los sacerdotes que atentan con el templo de Lazhander?, ¿Es por eso que el anciano tuvo que partir muy temprano esta mañana al exterior?.... Vaya, si que ha sido una información reveladora....

Calló y escuchó atenta las palabras de Valeria, esbozando una sonrisa sarcástica a medida que desglosaba su argumento, a Redwin le dedicó un gesto y una sonrisa amable y a Errol lo escuchó atentamente hasta que culminó.

-Mi señora guardiana Sortilega -Dijo cuando todos habían expuesto sus ideas, levantándose de su puesto y caminando impacientemente de lado a lado, mientras hablaba: -¿Tú crees que no lo he intentado de toda las formas posibles?, con las inumerables cartas y emisarios que he enviado, con lo único que me han respondido es contigo!. No te ofendas, pero una sola persona es muy poco para todo lo que sucede alrededor de la villa. Parece que tienen lugares más importantes a donde dirigir al ejército de la marca, un destacamento marchó a la ciudadela Felbarr, otro viajó hace un par de Dekhanas a Quervarr, al parecer los licántropos se han vuelto más agresivos en el bosque de la luna. Varias unidades han sido enviadas también a Nesmé, a reforzar a los jinetes a defender sus murallas de los Trolls y los gigantes que azotan los páramos eternos..... Ahh, y se me olvidava el refuerzo que enviaron antes del invierno a Salón de Mithril, donde al parecer los orcos de Oboldo empezaron a incursionar mediante ataques rápidos de agiles batidores orcos... Una ciudad fronteriza en un reino fronterizo, es una ciudd olvidada, Valeria, Nevesmortas está sola en esto, la propia dama Alustriel me ha respondido que tiene que esperar a que el concejo de la marca se reuna para deliberar si envian o no tropas a la villa. -Culminó encogiendo los hombros y volvió a tomar asiento, respirando profundamente y bebiendo otro gran sorbo de vino.

-¿Sabes cuando es esa dichosa reunión?, ¿No?... Es en la fiesta de la buena cosecha!, dentro de más de tres meses!!.

Volvió a suspirar.

-Gracias por su ofrecimiento caballeros -Refiriéndose a Redwin y a Errol -La villa necesita valientes como ustedes!.

-Como verán -Siguió -Los agentes Zhentarims no han hecho nada aún, y apenas se les ve intermitentemente en la zona, creemos que están mas interesados en espiar la ciudad de Sundabar, a esta villa no se han atrevido a entrar!. Los orcos están vigilados por nuestros exploradores, aunque no hemos podido dar con su guarida en las montañas, pero parece que solo han venido a hacer inteligencia, nos preocupan, si, pero no se han atrevido a realizar actos directos contra nosotros. Lo mismo con los Hobgoblins, lo único qe han hecho, es molestar a.... Bueno, unos comerciantes de un lejano reino han llegado a ofrecer sus servicios y se han instalado en las montañas, los Hobgoblins parecen tenerlos como objetivos.....

-Los Ogros ahora son lo más urgente, debo evitar que los crímenes perpetuados por este grupo pase a atentar directamente a los granjeros.
También nos preocupan los sacerdotes asesinos, que con esta nueva información, creemos que son nigromantes!.

De verdad señores y señoritas, si no estuviera tan desesperada, no buscaría contratar agentes externos, me ocuparía yo mismo de los problemas si tan solo pudiera.....

Niren había permanecido durante toda la exposición callada y con cara de aburrimiento... bueno, o quizá era de sueño. De vez en cuando la tiefling había contenido un bostezo. A parte de eso, el único movimiento que hacía era el de balancear la cola lentamente.

«"Hola, acabáis de llegar a mi ciudad y no tengo ni puñetera idea de quienes sois, pero por alguna razón incomprensible confío plena y ciegamente en que sois los únicos que podéis salvarla del mal malvado de la malignidad maligna..."» se había dicho en su fuero interno con jocosidad.  A punto había estado de echarse a reír cuando Redwin había hablado. Pero no era sólo cosa de él... es que todos habían ido por el mismo camino solo que sin exagerar tanto «"Hola, esto ni me va, ni me viene, ni tiene nada que ver conmigo, ¡pero de pronto siento unas ganas repentinas e igualmente inexplicables de jugarme la vida por una ciudad a la que acabo de llegar y a la que no le debo nada!"»

Aquella gente estaba de atar.

Por lo que a ella respectaba, sólo Valeria tenía motivos para meterse en semejante berenjenal. Y la tiefling, a decir verdad, estaba allí únicamente por ella, su adhesión a la guarda sortílega el despertaba curiosidad... Pero todo lo demás le importaba un ardite.

Le estaban entrando ganas de bostezar otra vez pero entonces Arlezha volvió a hablar y lo que dijo provocó que se atragantara y empezase a toser.

—¿C-c-c-cómo que "gracias por su ofrecimiento"?—masculló sorprendida y con voz estrangulada una vez hubo recuperado el resuello. Se veía venir que aquello iba a extenderse a dar por hecho que todo el mundo estaba de acuerdo—. ¡Si yo ni si quiera he abierto la boca!

A fin de cuentas, ¿qué habían hecho los habitantes de Nevesmortas por ella para que Niren accediera a meterse en un follón de tal calibre por ellos? Sin una razón que volviese atractiva una propuesta... en propuesta se iba a quedar porque no la motivaba. El altruismo era para los héroes, los paladines de brillante armadura y, en general, para los tontos. Ella no era ni una heroína ni una paladina de brillante armadura.

Y desde luego de tonta no tenía un pelo.

Errol arqueó una ceja, divertido por la salida de Niren. Aún a riesgo de su propia vida, levantó su escudo mental contra miradas asesinas y prosiguió con su intervención.

-Disculpadla, mi señora Lanzagélida, Niren es nueva en esto de correr aventuras y todavía no se ha dado cuenta de que éstas pueden ser muy lucrativas. Se encargará de sus asuntos y si encuentra una pista de la maga que la atacó al llegar a esta villa nos avisará, estoy seguro -expuso el espadachín mezclando disculpa con sugerencia- Yo, por mi parte quisiera saber si hay un listado de recompensas asociado a esos problemas que ha tenido la amabilidad de darnos a conocer, tal vez en el tablón de anuncios o aquí mismo. Creo que nos ayudaría a decidir en qué intervenir, si es que es esa nuestra intención...

Al recibir la mirada de Niren hizo caso omiso de ella, pero le respondió con una seña de "luego hablamos".

Probablemente la tiefling, en efecto, se dedicaría a atender sus asuntos en esta villa, pero la alcaldesa de facto de Nevesmortas no necesitaba recelar *más* todavía de ella que por el mero hecho de tener cuernecillos y una cola. Además parecía que el juego de la diplomacia no era algo que le hubieran enseñado a Niren, así que alguien tenía que salir en su defensa o la chica acabaría mal. O no, si había sobrevivido hasta ahora sería por alguna razón. Tal vez era que Errol se estaba haciendo mayor y las jovencitas le despertaban instintos de protección. Curioso lo que cambian las cosas.

Ummm, ¿cuántos años debe tener Niren? No me lo había planteado. Parece joven, aunque vete a saber. Sea como sea sigue siendo interesante. Como las elfas, que morbo...

El caballero no se sorprendió de la cara de estupor de Niren y tampoco de las de Errol. Sin duda alguna, necesitaban ganar dinero para poder vivir, adquirir herramientas nuevas y seguir su camino, pero ese no debería ser el fin de todo aquello.

-Un caballero no persigue la riqueza, solo el bien de lo demás...pero claro, ellos no parecen caballeros...supongo que a ellos no les importa eso...

-Yo iré a cazar ogros ¿quién está conmigo?- dijo dispuesto a salir de la sala en ese preciso instante para cabalgar hacia el combate-las recompensas ya vendrán después, pero ahora no debemos perder tiempo cuando nuestro enemigo está a las puertas...bueno, no digo que esté aquí a las puertas, pero si...

Después de hacerse un pequeño lío decidió callar y dar la oportunidad a que otros hablaran aunque él, ya tenía claro su objetivo.

Niren no se limitó a mirar a Errol. Cogió al humano por el cuello de la camisa y se lo acercó a la cara para mirarlo de cerca. No fue un gesto brusco , ni fuerte, ni para hacerle daño. Pero simplemente lo acercó tanto que terminó apretando la frente contra la suya.

—Escucha, orejas redondas—gruñó la con el ceño fruncido y entornando los ojos hasta convertirlos en dos finas rendijas ambarinas—. Primero: No necesito que nadie hable por mí.  Segundo: He corrido más "aventuras" que pelos te quedan en la cabeza. Y tercero: Vuelve a llamarme novata y acabas en las Nelanther de un puntapié.

Lo soltó de nuevo sin gestos bruscos (simplemente abrió la mano) y se cruzó de brazos, ahora movía sólo el extremo de la cola, al igual que lo haría un gato molesto.

—Exactamente qué tiene de lucrativo esto?

- Anntes de decidirnnos por unna u otra opciónn sería innteresannte... evaluar los riesgos para la villa: si nno he enntenndido mmal, solo esos clérigos o nnigrommanntes se hann atrevido a atacar la villa, por lo que segurammente deberíann ser nnuestra prioridad. Si atacann a los clérigos, todos seremmos más vulnnerables al ataque de otros u orcos, al nno disponer de sannadores para los heridos en commbate.

-Me refería a tus compañeros niña -Dijo bruscamente ante la primera intervención de la Tiefling.

-Parece que algunos están más interesados en ayudar a la villa que otras personas, maese Errol, y tús ofrecimientos y tu buena disposición serán muy bien compensadas. En cuanto a la recompensa, por supuesto habrá una remuneración generosa de mi parte, además, se legalizarán todos los objetos que encuentren y se los podrán quedar, verán, en estas montañas solía alzarse el antiguo imperio enano de Delzun, y se rumorea que hay numerosos puestos de avanzada y minas enanas que aún no han sido exploradas, en ese tiempo, los Enanos eran prósperos y seguro encontrarán grandes cantidades de objetos mágicos*. -Pareía estar interesada ahora en disuadir al grupo con promesas materiales.

Escuchando a Redwin, esbozó una sonrisa amable -Y a tí, maese Redwin, recibirás un titulo honorario en la villa, un titulo por tu gallardía y valentía, por tu caballerosidad!!.

El ambiente se tensó por unos instántes mientras la Tiefling se descargaba cn el pobre Errol, ni una brisa se atrevió a entrar en ese momento....

-Plack-

Sonó fuertemente, era Manock, había golpeado fuertemente la mesa con la palma de la mano. E capitán de la guardia que había estado bastante callado finalmente abrió la boca: -Basta!. -No pareció muy conforme en la forma en que se llevaba la audiencia, hablando de todo y de nada. -En esta ocasión estoy de acuerdo con la...... con nuestro amigo Pashma, dejemos ya de hablar tanto y vamos al grano, que empiezo a impacentarme!. -La sangre empezaba a correr por sus venas, al punto en que su cara se enrojeció por completo, parecía enfadado, pero así era él, bajo el mas minimo estrés, el clor de su cara cambiaba drásticamente a un rojo vivo.

-A ver, esto de los asesinos de Lazhander es un tema nuevo, apenas lo confirmamos anoche, solo se había presentado una vez hacía un par de Dekhanas, y pensamos que había sido un hecho aislado, ahora, creo que se confirma que hay alguien detrás de esto, pero no tenemos información suficiente como para enviarlos a la suerte, así no funcionan las cosas. Enviaré a los exploradores que se encuentran a nuestra disposición, para que estén atentos y consigan más información acerca de esos misteriosos sacerdotes.

Respiró profundo y empezó a tomar la calma poco a poco.

-Por ahora, lo más urgente, es lo que ha dicho nuestro valiente amigo Redwin, sabemos más o menos cual es su territorio, y hasta ahora es el peligro mas inminente.

Finalizó bebiendo un gran trago de vino y mirando con cierto desdén a Lanzagélida, quien le respondió con una mirada inquisitiva.

-Bueno, si puedo tomar la palabra. -Inquirió el callado hombre, levantándose de su puesto presto para hablar.

-Yo solo he venido a este lugar, como escolta de la caravana de Enanos con la que todos hemos llegado. -Tragó saliva -Deseo ayudar a esta villa, de verdad que sí, pero los años me han pasado cobro, mis hombros apenas son fuertes para cargar esta armadura que tengo puesta, y mis brazos apenas levantan la espada y el escudo. No tengo experiencia como aventurero, pero si como guardia, trabajé varios años como manteniendo el orden de Aguasprofundas, atrapando bandidos,pero dentro de las murallas.

Tras este viaje. -Resopló y tomó aire para terminar su intervención. -Me di cuenta que mis piernas no son lo que fueron una década atrás, y no podría viajar por montañas y bosques. Pero mi señora, mi espada está a tu servicio, y podría, con todo el gusto, reforzar la guardia bajo las órdenes de Mannock, creo que les vendría bien un pequeño refuerzo, no es así?.

—Disculpen mi ignorancia —dijo Niren de nuevo con aquella sonrisa tan encantadora que no se sabía si era verdadera o sarcástica—. Tenía entendido que cuando se cita a un grupo es para hablar con él, no para hablar con unos y que otros ejerzan de florero.

Por lo que a ella respectaba, aquella momia (¿a quién llamaba niña?) bien podía deshacerse en halagos y palabras rimbombantes que en cuanto le llevaban la contraria enseguida se encrespaba como una paloma mojada. Típico en quien está acostumbrado a dar una palmada y que se haga su voluntad.

Niren volvió a perder el interés en la conversación. Si esperaban que mirase y asintiese mientras unos continuaban hablando de desfacer entuertos heróicamente y otros se dedicaban a pugnar por ver quién alzaba más majestuosamente la nariz, miraría. Pero en asentir no se iba a molestar.

De momento el único que la había tenido verdaderamente en cuenta había sido Errol, y se las había apañado de tal forma que más que un apoyo casi había parecido una burla (aunque aquella no hubiera sido su intención, todo fuera dicho) Alguien había mencionado algo sobre objetos mágicos pero, claro, "no estaban hablando con ella".

La tiefling empezaba a preguntarse qué hacía allí.

-Lástima, por un momento pensé que me ibas a besar... -le susurró a Niren con una sonrisa pícara y su mirada sugirió que había dejado pasar el momento de hacer algo al respecto, pero que la idea bien había cruzado su pervertido cerebro.

-Ummm, objetos mágicos, eso suena francamente bien -comentó ya para todos, sin molestarse en apartarse de la tiefling- Estoy contigo, Redwim, sean unos ogros como adversarios. Acabaremos con ellos en seguida, seremos recompensados por la dama aquí presente -que por el tono obviamente no era Niren- y veremos qué baratijas mágicas tenían en su poder. Agradeceremos a maese Mannock la información que nos pueda aportar para acabar con esos malandrines...

Valeria escuchó a todos los presentes con una aparente calma infinita. En cambio, sus ojos, tan azules y fríos como el hielo del Norte, estaban posados en la Dama Lanzagélida.

«Es una gobernante débil.»

Es la primera impresión que había tenido y que iba afianzando en cada una de sus intervenciones. Se quejaba cuando debía ser asertiva, se ofendía cuando debía mostrar serenidad, y pedía cuando debía ordenar, aunque no precisamente a ellos. Era una gobernante de tiempos de paz. Probablemente buena con las finanzas, quizá amada por el pueblo. Pero no sabía que hacer cuando tenía una guerra entre manos. Porque a Valeria no le cabía duda de que era lo que tenían entre manos, la razón por la cual Arlezha Lanzagélida estaba tan nerviosa.

Aquella mujer no tenía agallas para mandar a su pueblo a morir por ella. No hacía falta que la horda de Oboldo se presentara a sus puertas. Bastaría un invierno duro para que un puñado de ogros estuvieran lo suficientemente desesperados como para atacar la villa, y se dieran cuenta de que, al fin y al cabo, Nevesmortas era una fruta madura lista para ser devorada. Y entonces el pueblo se daría cuenta de que ella es una cobarde. Y Arlezha Lanzagélida dejaría que su pueblo se convirtiera en una ruina, y no le faltarían las excusas cuando en realidad la culpa había sido toda suya, y no tenía agallas para afrontar lo que sucedía.

De las intervenciones que se habían sucedido, la de Sven fue la que más le llamó la atención.

—Si se me permite la sugerencia, es eso lo que necesitáis, Dama Lanzagélida —dijo, señalando al veterano—. Los aventureros pueden solucionar un problema puntual a las autoridades. Pero si queréis que vuestro pueblo siga viviendo en paz, lo que necesitáis es soldados, un puñado de aventureros no os van a sacar las castañas de este fuego. Si Luna Plateada no os envía más hombres, es vuestra responsabilidad proteger Nevesmortas, porque vos y sólo vos sois responsable de sus vidas. Si hay que reforzar las defensas, sois vos quien debéis ordenarlo. Y si para proteger a vuestra gente debéis pedir que combata hasta el último mujer, niño o anciano, es vuestra responsabilidad mirarles a los ojos y pedirles que mueran por vos. Dejad de quejaros y de buscar excusas, dejad esconderos detrás de un puñado de aventureros con buenas intenciones, Dama Lanzagélida, y empezad a gobernar.

Bufó exasperada. Hasta Mannok mostraba más dote de mando que la plañidera y arrogante Lanzagélida.

—Quizá entonces estéis a la altura de esta gente que ofrece su ayuda.

Errol enarcó una ceja, casi incluso se olvidó de Niren por un momento.

Vaaaaaya, he ahí una mujer con agallas... que pronto se encontrará con una mujer furibunda. O no. Lanzagélida podría tragarse su orgullo y limitarse a poner cara de pocos amigos. Eso sería razonable, pero no apostaría por ello, aunque necesite de Valeria. Ojalá no la tome con TODOS nosotros. Desde luego no soy quien para decirle nada a Valeria sobre lo que ha tenido la osadía de espetarle a la alcaldesa, pero la verdad es que no la veo con mucha experiencia de gobierno real. Es muy fácil criticar el gobierno, pero es mucho más difícil gobernar mejor que quien gobierna...

El aventurero se quedó plantado allí donde se encontraba, su ceja enarcada y su gesto congelado. Sólo su cabeza se movió buscando no perderse la réplica de la alcaldesa. La cosa se ponía emocionante.

—¡Ha!—había soltado Niren cuando Errol le había susurrado aquello—. Ya te gustaría.

A la tiefling en general le gustaban las chorradas espontáneas y aquella había tenido cierta gracia por disparatada que hubiera sido. Se cruzó de brazos con desenfado y cambió el peso del cuerpo de pierna.

—Chucherías mágicas... apuesto a que no reconocerías un buen tesoro ni aunque lo tuvieras delante.

Le sacó la lengua para seguir la broma pero entonces a Valeria le dio pro soltar todo aquello. Niren se partió de risa, pero para sus adentros.

«Aunque la mona se vista de seda... » pensó divertida.

Levantó ligeramente la barbilla para rascarse el cuello con gesto ocioso mientras miraba con una media sonrisa repleta de pillería el resultado de la "sugerencia". ¿Quién le iba a decir que por una vez iba a estar de acuerdo con una... bueno, con ella?

Lo que eran las cosas.