Partida Rol por web

-Ya, claro, soy un necio porque trato de aportar algo. Y vos sois una experta en descifrar profecías porque habláis de forma misteriosa, ¿verdad? ¿Cuántas profecías habéis descifrado ya? ¿Ninguna? -respondió el "herido" Errol, cuyo ego acababa de recibir un buen sopapo por parte de la ex-maga roja.

-Un momento, ¿¡estás embarazada!? -exclamó repentinamente cuando sus pensamientos tuvieron un momento para serenarse tras el encontronazo con Valeria. Su vista se clavó en la semi-elfa y sintió una oleada de diferentes sentimientos invadiéndole: sorpresa, indignación, alegría y también un cierto matiz de desencanto que sienten los rompe-corazones como Errol cuando descubren que un hijo no lo han engendrado ellos, especialmente en alguien de una belleza como la de Lyrablanca.

—¡Por las seiscientas sesenta y seis capas del Abismo! ¿Es que quieres que tenga pesadillas?—exclamó la tiefling mirando a Bourdain—. ¡Cuanto menos me imagine siendo familia de nadie, mejor!

Shaonn podía referirse a ella como le diera la gana, a Niren simplemente no le caía mal pero aquello estaba bastante lejos de que se considerase familia de una gnoma, ¡o de un sátiro, por los dioses! Su verdadera "familia" debía estar en algún lugar... lejano. Entre lava y fuego. Aunque tampoco es que la echara precisamente de menos.

—Y si quieres conocer a una persona, hazlo por ti mismo. Quedarse con "lo que te cuentan" de alguien es la ley del mínimo esfuerzo: un error demasiado extendido en Faerun.

Se cruzó de brazos y dejó el tema a un lado. Valeria le había dicho algo a Errol que no había llegado a captar a excepción de la última parte.

—Profecías apocalípticas provenientes de entidades misteriosas que se expresan en sueños y de forma críptica para que los pobres mortales nos devanemos los sesos. Genial—suspiró haciendo girar los ojos en redondo. Aquello era lo que les faltaba ya—. Me siento como la heroína de la narración épica de un bardo...

Había escuchado de fondo a Lyrablanca y los reniegos de Errol sobre no se qué de aportar algo. Por lo que a ella respectaba, hablar en lugar de otra persona cuando no era a ti a quien habían preguntado no era precisamente aportar pero no sería ella quien señalase lo obvio. El hecho de que la maga se dirigiese directamente a ella fue lo que primero llamó su atención.

—Sí, hace un par de noches—respondió encogiéndose de hombros. Hizo una pausa con cara de estar pensando "voy a arrepentirme de preguntar esto pero allá va" y entonces añadió:—. ¿Por?

El sátiro miró a Valeria y pensó durante unos instántes -Jummm no, y eso que conozco bastantes!, pero no he escuchado ese poema, lo recordaría seguro.... Aunque....... Podriamos ir a hacerle una visita a Jeremias Brunt, él es el sabio del pueblo seguro él puede ayudarnos!, vive en las montañas al otro extremo de donde nos encontramos, tendriamos que pasar por la villa antes de ir allá.

Se encogió de hombros ante los comentarios de la Tiefling y susurró unas palabras casi inaudibles -No seas tan cruel!. -Se le acercó a la Semielfa y la abrazó con sus brazos peludos, tratando de consolar a la inconsolable. -Yo te ayudaré, eso dalo por hecho! -El que entre la miel anda, de algo se unta. Solía pensar el sátiro, y estando con estos aventureros, él mismo empezaba a creerse uno.

Redwin repartió el estofado y el sátiro fue el primero en devorarlo -Sin duda mejor que el de anoche, ser Redwim! -Se levantó sobre sus patas y se dirigió a todos: -¿Y ahora? ¿Qué vamos a hacer?..... ¿Esperamos a Angelo? seguro no debe tardar!, ¿partimos ya mismo hacia los ogros?, ¿esperamos a que regresen los bandidos?, ¿qué hacemos con los prisioneros?, ¿visitamos a Jeremias Brunt?, ¿Ayudamos a encontrar a este semiorco?... -Se detuvo para tomar aire, se había emocionado más de la cuenta con tantas cosas que hacer y la retaila de preguntas lo había desgastado, se volvió a sentar y finalizó: -¿Me ayudarán con el asunto de la torre?

Pashma se quedó mirando a Niren con la boca (¿hozico?) abierto.

- Así que en realidad tú también eres seguidora de mi dios, eso sí que no me lo esperaba... quizás un dios minotauro te acoja como una fiel por ese pequeño detalle de los cuernos. En todo caso, que dos compartamos un sueño es una prueba de que hay un mensaje tras ese sueño, un mensaje importante, tanto que el dios que nos lo envía lo hace a dos de sus seguidores para recalcar lo importante que es.

- No sé por donde debemos empezar, bueno, sí. Valeria es la única autoridad aquí, así que ella debe decidir el destino de esos dos bastardos. Yo los habría condenado a muerte y habría ejecutado la condena, pero ya no me corresponde a mi tomar la decisión. Creo que debemos esperar al druida, me cae bien, puede ser una gran ayuda, y de todos modos convendría esperar a que vuelva el resto de bandidos y acabar con ellos o capturarlos, no es bueno dejar bandidos sueltos a nuestra espalda, vayamos a donde vayamos.

-Yo digo que aquí la guardiana decida sobre estos hombres cuanto antes para que podamos seguir adelante.

Redwim también estaba comiendo y sinceramente estaba mucho mejor que lo de ayer, había muchas más cosas, carne, cebollas, incluso algo de seco no tan duro como el que llevaba en el morral.

-Bourdain, si quieres, puedes indicarme cómo llegar hasta donde pueda encontrarme con la gente esa que está sufriendo el ataque de los ogros y así tu puedes ir a otro lugar si así lo deseas, pero deberíamos partir cuanto antes que ya hemos perdido demasiado tiempo.

No es que no fuera una buena opción permanecer en la casa y esperar a los bandidos, pero el caballero no tenía mucha idea de cómo defender un lugar así si no era saliendo al trote por la puerta y cargando al enemigo. 

-Las cosas de una en una...ogros, bandidos, orcos, guerras, fantasmas, más bandidos, gente misteriosa torres, sueños...-al pensar esto se llevó la mano al martillo, una solución aceptable para la mayoría de las cosas que tenían que hacer, o el martillo o la maza, la espada la lanza...

Valeria no contestó a Errol. Era consciente de que le había respondido con demasiada dureza, ¿pero es que no se daba cuenta de que estaba molesta porque hubiera respondido cuando Pashma le había preguntado específicamente a ella? Para dárselas de conquistador, Errol no tenía la más remota idea de la psique femenina.

Desechando esos pensamientos, la thayina exiliada se quedó unos momentos en silencio. Pashma y Redwim se habían plegado a su autoridad. Aunque en cierto modo la tenía por derecho por pertenencia a la Guardia Sortílega, veía (o creía ver) respeto hacia ella y a su buen juicio. No era el servilismo nacido del miedo que la gente sencilla tenía a los Magos Rojos, o la obediencia nacida del miedo de los caballeros thayinos que los defendían. Aquello era respeto, y Valeria dudaba que alguien como ella fuera merecedora de él.

¿Qué decisión podía tomar que no echara por tierra lo que se esperaba de ella?

Valeria carraspeó y trató de aparentar un aplomo que distaba mucho de sentir.

—Llevaré estos hombres a Nevesmortas para que tengan un juicio justo. Serán las Leyes las que determinen su destino, como debe ser. Y quizá allí podamos preguntar a Jeremias Brunt sobre vuestra profecía. Pero eso tendrá que esperar. Pashma tiene razón: no podemos dejar a estos proscritos a nuestras espaldas. Quiero fortificar la posición y montar aquí una emboscada a Belis y acabar de una vez por todas con sus fechorías —hizo una pausa—. Pero no puedo hacerlo sola. Necesito vuestra ayuda.

—Eh, eh, eh... para el carro. Vamos a diferenciar las cosas—interrumpió Niren levantando ambas manos—. Yo no soy seguidora de ningún dios minotauro. Y dudo mucho que ninguno confunda los cuernos de un diablo con los de un toro. Por esa regla de tres, ¿le sumamos los colmillos y la cola y eso me convierte en una semidragón?

No tenía muy claro si aquello le resultaba ofensivo o directamente absurdo. Sus cuernos no se parecían en nada a los de Pashma. ¡Ella ni siquiera tenía herencia animal! Debía de ser por la revelación del momento que lo tenía tan alterado pero la verdad es que era una observación tan superficial que no se la habría esperado de alguien de sangre híbrida.

—Ya que no paramos de medio-ir y medio-volver de este antro a Nevesmortas para no hacer nada como pollos sin cabeza... —añadió girando la cabeza para meterse un momento en la conversación de Valeria— ... Me parece la idea más lógica.

Acto seguido esbozó una sonrisa de oreja a oreja repleta de pillería.

—Oh, ¿y puedes repetir eso de que necesitas mi ayuda? No lo escuché del todo bien.

—La última vez que miré tenías orejas —señaló Valeria, cruzándose los brazos.

Lo de las bromas no iba con ella.

Niren se llevó las manos a ambos lados de la cara con expresión de sorpresa, como si en efecto estuviese buscando sus orejas. De hecho se llevó un mechón de pelo detrás de una para que se viera, como quien acaba de descubrirla.

—Cierto, aquí están—rió entre dientes—. Mi parte humana debió olvidarse de si misma. Gracias por recordárselo.

Curiosamente, las orejas de Niren eran picudas como las de un elfo.

—¿Veis? Es un encanto. ¿Cómo no ayudarla?—dijo mirando a los demás con el mismo gesto pícaro. Tres segundos después lo borró y olvió a preguntarle a la maga:—. Bueno, ¿por dónde empezamos? ¿fortificando esto?

-Podéis contar conmigo para todo lo que sea ayudar a una dama -la última palabra sonó como si se le hubiera recortado al vuelo el "isela", por no liar más la situación- Ejem. Disculpad mi tono de antes, no debí interrumpir, lo lamento -se disculpó poniendo voz de "dignidad"- ¿Por dónde empezamos? -añadió, voluntarioso y ya sonriente de nuevo.

-Yo pienso seguir hacia las granjas- dijo mientras cogía la ballesta de los bandidos, que aunque a él no le gustaran demasiado esas armas, podría ser útil para lo que se avecinaba.

-Los granjeros están en apuros y si aprieto el ritmo llegaré esta misma noche ¿es así?-dijo mirando a Bourdain, pues él era el que conocía el camino-si el camino no es complicado no hace falta que vengas conmigo amigo, pero dije que iría a ayudar a esas personas y perdiendo más tiempo aquí puede que les esté poniendo en peligro. Además ¿cuándo volverá el resto de la banda? puede que dentro de dos o tres días ¿y qué haremos durante ese tiempo?

Serio y decidido el caballero dejo caer esa pregunta. Sin duda alguna, permanecer en aquel lugar no era mala idea, pero a él le parecía una ratonera. Miró a todos los presentes y no pudo evitar soltar una pequeña carcajada cuando miró a Errol y después a las mujeres.

-Bueno, ya sabemos lo que Errol haría para que esos días no fueran tan largos jejeje ¿verdad Errol? jejeje y yo también claro está, pero....

La risa desapareció al observar la cara de Niren y Valeria. Nunca les había gustado ese tipo de comentarios.

-Bueno emm...yo partiré cuanto antes...

-Lo que dice el grandulón este es verdad, es incierto la llegada de esos bandidos, los prisioneros dijeron que tardarán quizá dos o tres días, quizá algo más!, pero de que vendrán, vendrán. Este es su campamento principal, abajo, en la bodega hay suficiente comida para alimentar a varias personas durante varias Dekhanas.

Sacó su pipa de nuevo y empezó a llenarla de hierbas extrañas que extrajo de una de sus bolsas de cinto, las encendió con la ayuda del fuego que aún ardía en la chimenea y empezó a fumar.

-Valiente eres, caballero Redwin, pero enfrentarte a una banda de Ogros solo..... roza lo estú.... roza la imprudencia quise decir. Pero cada día que pasamos aquí, es un día más que esa banda puede hacer de las suyas; el camino no es dificil, por lo menos no desde aquí, y podrás llegar de noche si aprietas tu caballo, solo sigues hasta el este, hasta alcanzar la falda de un pico con una punta de hielo y nieve.

Siguió fumando en gesto pensativo...

-No permaneceré cruzada de brazos mientras mi...... mientras Kurkan está allá afuera, mañana, en la primera hora que el sol golpee el flanco de la montaña, partiré en su búsqueda. - Dijo angustiada, mientras sorbía los mocos propios de una berriada intensa.

-Maten a ese desgraciado de Belis y sus secuaces, que no vuelvan a hacer sufrir a la gente como lo hacen!

-Miró un poco más calmada a Errol y se sentó a su lado, parecía el más cálido y amable -Si, estoy embarazada... Kurkan es el padre del retoño que traigo dentro de mi.

- Odio cuando hay demasiadas tareas por hacer -Pashma parecía ya más calmado-. Me gustaría ayudar en todas, pero debemos hacerlas en orden. Dividirse no es más que aumentar las posibilidades de fracaso en todas ellas. Dado que la misión que me han ordenado los dioses no tiene aún un camino claro, creo que podemos postponerla unos días. Mi sugerencia sería: esperar aquí a esos bandidos, si los cazamos podremos interrogarles, puedo hacer que no puedan mentir, y si las damas y los finolis no se ablandan, obligarles a hablar aplicando un poco de dolor. Sabiendo a quienes los han vendido, por qué, y con qué fin, será mucho más fácil localizarlo y rescatarlo. Tras eso, iremos a dar caza a los ogros, eso no debería llevarnos más de un día, dado que serán fáciles de localizar y nada discretos, tanto si vencemos como si no, se resolverá en muy poco tiempo. Una vez resuelto lo de los otros, iremos a buscar a Kurkan, y en el proceso trataremos de conseguir más información sobre la profecía y misión que nos han encomendado a Niren y a mí. Si nos ayudamos unos a otros, podemos resolver todas las tareas en menos de una semana, y juntos, de forma que será mucho más fácil tener éxito en todas que si vamos cada uno por su cuenta.

—Me parece bien, pero no quiero oír hablar de tortura —acotó Valeria.

Los horrores que había presenciado en las escaramuzas contra los rashemíes aún poblaban sus pesadillas. Había tenido suficientes torturas, violencia innecesaria y muertes inocentes para varias vidas. Ese salvajismo la había horrorizado y sacudido su ser de tal manera que se había empezado a cuestionar sus propios valores. 

Ahora era una persona nueva. Una mejor persona, quería creer. Tratando de no aparentar debilidad o idiocia, añadió:

—Tengo medio alternativos para que cooperen con nosotros, si me dais tiempo para prepara los hechizos adecuados.

Niren suspiró. O hacían lo que les daba la gana o le daban la autoridad a Valeria... Pero darle la autoridad a Valeria para luego hacer lo que les diese la gana era algo cuyo sentido hasta a ella le costaba encontrar.

—Queda muy heroico lo de de cargar en solitario contra un mar de enemigos pero mucho me temo que eso es algo que sólo funciona en las historias bárdicas—apuntó levantando un índice como quien hace un inciso—. O hacemos que haya una banda menos de bandidos de la que preocuparse, o seguimos a lo que íbamos en las granjas, o nos vamos a hablar con el señor pozo de la sabiduría para buscar al tal Kurkan.

» A mi me da exactamente igual una cosa que otra, el orden de Pashma no está mal pero aclaraos los disidentes, todo a la vez no se puede hacer.

Lo de que separarse era arrojarse a una muerte estúpida que no iba a solucionar nada se le antojaba una verdad como un piano. Miró a Valeria y se encogió de hombros como indicando que a ella no le importaba dejarla preparar sus conjuros.

-Si se admite "grupo de borrachos violentos en una taberna" como "mar de enemigos", yo lo he hecho. Cierto es que acabé inconsciente, pero en mi defensa diré que yo tampoco estaba muy sobrio y que incapacité antes a media docena de ellos. Ejem. ¿Por dónde íbamos? Ah, sí, qué hacer. Pues a mi lo más razonable me parece esperar al druida, que estará al caer, preparar las defensas, acabar con los bandidos que vengan y dar caza a los que huyan, interrogarlos, dar con los ogros, acabar con los ogros y localizar y liberar al futuro padre de nuestra bienamada Siannodël. ¿Puedo llamarte Siannodël? ¿Una semana? Bah, todavía nos sobrarán días. ¡¡Nos durará más la celebración, jajaja!! -acabó exclamando el aventurero, dando unos codazos cómplices a Redwim. Tal vez le faltara algo de sentido común a Errol, pero lo compensaba con creces en entusiasmo.

-Me parece muy bien todo lo que decís -dijo el caballero mientras volvía hacia las armas de los bandidos y cogía un puñado de saetas- jeje, se me olvidaba que estas cosas necesitan virotes que disparar.

Una vez cargadas las últimas cosas en el caballo abrió la puerta y le sacó al exterior. Realmente era un buen caballo, sereno, obediente e implacable en la batalla y si a su tamaño se le incluía el de Redwim...

-Espero llegar antes de que caiga la noche a las granjas, gracias Bourdain por las indicaciones -si realmente era un camino sencillo, las probabilidades de llegar eran altas ya que caballero y montura estaban descansados- y si queréis fortificar esto, ¡lo mejor será que tapéis ese agujero!- dijo señalando al techo.
 

Una vez subió al caballo y acopló la lanza en la funda inspiró profundamente. El aire fresco del lugar era agradable y aunque el día no parecía el más favorable, Redwim sonreía abiertamente.

-Intentaré ayudar a los granjeros a aguantar los ataques de los ogros, si son suficientes, tal vez podamos incluso salir a cazar a esas malas bestias.

Determinación y cabezoneria se mezclaban en el caballero. Probablemente se encaminara a su último combate, pero se suponía que un caballero estaba para eso y Redwim se lo tomaba con orgullo y alegría.

-¡Espero que nos volvamos a ver pronto y que tengáis suerte con esos bandidos!. 

Al decir esto, dio media vuelta, encaminando al cabalo en la dirección que Bourdain le había indicado mientras comenzaba a tararear alguna canción que había escuchado en alguna taberna una noche cualquiera...

-Me parece que el pozo de la sabiduría poco sabrá de el semiorco, amiga Niren -Le respondió a la tiefling guiñándole el ojo y con una sonrisa dibujada. -Él quizá sabrá algo acerca del sueño raro que tuvieron!.

Ahh otra cosa, quizá cuando vayamos a Nevesmortas, después de haber cazado a los ogros, todos podrian pensar en el buen Bourdain y ayudarlo a conseguir una flauta mágica que permanece custodiada en una torre olvidada! -Masculló entre dientes y siguió fumando con cara inocente.

Nada parecía conmover al Caballero, ni los argumentos ni la lógica eran suficientes para hacerlo entrar en razón. Quizá estaba siguiendo su corazón y su honor, o quizá iba tras algo más que nadie alcanzaba a ver o percibir....

En oidos sordos cayeron los intentos de persuadirlo a quedarse un poco más y con su caballo totalmente cargado de armas, partió el hombre que sabía hacer un buen estofado!

El resto permaneció en la cabaña, con un plan claro trazado, solo les quedaba esperar.... Arreglar el techo sería una tarea que les llevaría varios días y varios recursos de los cuales no disponían. Pero podrían arreglar un par de cosas mientras tanto; La puerta de madera sólida, apenas colgaba de sus oxidadas visagras, todas las ventanas estaban tapadas con tazos de madera, cerrándolas todas: Dos sobre la pared de la puerta, tres en la pared opuesta a la puerta y una en cada uno de los otros dos lados.