Partida Rol por web

Apenas el Caballero había partido, cuando alguien se aproximaba, los sentidos agudos de Niren alcanzaron a percibirlo a la distancia.

Era Angelo y su fiel Caliope.... pero no venían solos; El Druida venía con un ciervo colgando en su hombro derecho, seguro sería la cena del día!.

Al entrar en la cabaña, notaste la ausencia de Redwin.

Aparte de eso, habían tres hombres un niño y una semielfa que nunca habías visto en tu vida, estaban flacos y demacrados y Pashma los estaba atendiendo con curaciones y rezos.

Los prisioneros no estaban!

- Bueno... prometí la comida y aquí está - aseguró Angelo descargando el ciervo dentro de la cabaña y antes de mirar a su alrededor, tratando de entender que había pasado - Y el hombretón? Y los prisioneros? - terminó preguntando antes de mirar con cuidado a los desconocidos

- Suerte que traje un animal grande, podremos comer todos los presentes - agregó sin saber si preguntar por la presencia de los humanos

Dirigiéndose al minotauro preguntó - Necesitas ayuda? Quizás la comida sea tan útil como las vendas, pero puedo ocuparme de cualquiera de ambas tareas -

Errol salió al encuentro del aasimar con una gran sonrisa dibujada en la cara.

-¡Ángelo! ¡Bienvenido! A ver, por partes: Redwim no ha sabido esperar un poco y ha decidido ir solo a proteger a los granjeros de los ataques de los ogros. Loable, aunque un tanto temerario. Los prisioneros siguen siéndolo, pero han aparecido algunos de los que no sabíamos y que hemos liberado. ¡Bajo la casa había un subterráneo escondido! Esta es Siannodël Lyrablanca -dice señalando a una elfa bastante maltrecha-, nos venía acompañando en la caravana que nos trajo a Nevesmortes, pero se separó de nuestro grupo antes de llegar al pueblo. Ha sufrido una desgracia personal, pero supongo que será mejor que te la cuente ella, si lo ve conveniente. Y debajo de la casa descubrimos suministros para varias dekhanas, así que la carne fresca es bienvenida, pero ya no nos resulta imprescindible, por fortuna. Oh, y estas féminas maravillosas son Niren -dijo haciendo un educado ademán hacia la tiefling con cuernecillos- y Valeria -el ademán hacia la humana fue todavía más acusadamente respetuoso- que es además representante de la ley. Él es Ángelo, druida. Nos echó una mano con la situación aquí -finalizó de forma un tanto abstracta.

—¿No? Pues menudo pozo de la sabiduría, y yo que iba a preguntarle cómo suena un aplauso con una sola mano—respondió Niren a Bourdain haciendo un teatral gesto apotropaico—. Ahora tendré que conformarme con preguntarle por qué la gallina cruzó la calle.

En ese momento llegó Angelo con más comida. Bueno, nunca estaba de más. No obstante, cuando preguntó sobre Redwin no pudo evitar esbozar una irónica sonrisa forzada.

—Sí, de hecho hasta dijo le parecía muy bien nuestra opinión—comentó jocosamente—. ¡Fíjate si le parecía bien que se la ha pasado por donde la espalda pierde su honesto nombre! ¿No es genial?

No había dicho nada por impedir que el humano se marchase mayormente porque, en honor a la verdad, después de haber dejado tan claro que a él le importaba un ardite lo que los demás pensasen, a ella le importaba más bien poco lo que hiciera. No era problema suyo.

Si quería inmolarse contra tres docenas de orcos él solo porque pensaba que 1 más 1 es 11 y no 2 no sería ella quien tratara de convencerlo de lo contrario... y más aún cuando ya lo había visto desgañitándose delante de la puerta de una casa medio derruida soltando desatinos heroicos sobre el bien y la justicia como si estuviese asediando el castillo de un señor del mal.

—Ya nos habían presentado, no te preocupes—añadió dándole unas palmaditas en el hombro a Errol. Luego se pellizcó la barbilla mirando los alrededores—. La verdad es que esto tiene más agujeros que un queso... ¿Creéis que tapiarlos va a ser suficiente?

- Entonces, los prisioneros quedaron aprisionados en esos subterráneos - ato cabos al Aasimar antes de asentir, para su sorpresa, a las palabras de la tiefling

- Uno solo contra un grupo de ogros parece demasiado... pero si el cree que puede... en fin, quizás lo encontremos más adelante - se encogió de hombros - Me gustaría ayudarlo, pero los problemas es mejor tomarlos uno por uno. Y el primero parecen estos bandidos - aseveró tratando de entender las palabras de Niren - Tapiarlos?... Te refieres a la cabaña? No lo se, yo prefiero mantenerme en los bosques, aunque una pared siempre puede ser una buena protección... esos tuneles de que hablan, no tienen alguna salida al exterior? o no podríamos crearla? - preguntó curioso - Así, cuando lleguen esos bandidos podriamos rodearlos, unos desde adentro y otros desde afuera... y en caso necesarios los de adentro pueden salir o los de afuera entrar - completó su idea

- De cualquier manera supongo que sería bueno que alguien nos pudiera avisar si viene alguien por el camino... y tengo al candidato ideal para esa tarea - agregó antes de señalar al exterior y vocalizar con cuidado, dirigiéndose a su tejón - Vigila! -

—Una maniobra de flanqueo sólo resulta provechosa cuando se tiene la superioridad numérica, de lo contrario sólo sirve para dividir las fuerzas —señaló Valeria.

Miró un momento en derredor. 

—Desde luego, tenemos que ver a dónde llevan esos túneles. No creo que se adentren demasiado en la tierra, pero no querría llevarme una sorpresa desagradable. Por lo demás, no tenemos por qué tapiarlo todo, cerrar la puerta y tragarnos la llave. Yo hablaba más bien de aprovechar el entorno a nuestro favor. Apostar arqueros en el tejados, montar barricadas con mesas tumbadas o preparar alguna trampa de foso.

—¿Os importa si me cambio con nuestro amigo peludo?—Niren levantó un dedo como quien pide la palabra y sonrió de oreja a oreja—. Es decir, me sentiría más tranquila si alguien con capacidad para distinguir bandidos de gente normal,o directamente de hablar, fuera quien se aposta de vigía.

- Caliope, Ven! - El druida llamó al Tejón que ya había salido de la choza - Parece que no te tienen mucha confianza - agregó antes de sonreirse - Y es probable que tengan razón, no eres muy bueno hablando - le explicó como si el animal lo entendiera

Angelo acaricó las orejas del tejón antes mirar al resto de los presentes y preguntar - Que hacemos primero... asegurar las ventanas o investigar ese sotano de que hablaron... yo, particularmente, tengo curiosidad por conocerlo, y ver si tiene alguna salida. Ya se, ya se... para flanquear no sirve, pero tener una salida de emergencia siempre es una buena idea -

-¿Quieres compañía, Niren? -dijo el resuelto y apuesto aventurero levantándose de su asiento ya prácticamente incluyéndose en el equipo de vigilancia, sonriendo por la posibilidad de disfrutar de buena compañía femenina durante probablemente algunas horas.

-Ah, el subterráneo no parece tener salidas, pero no estaría de más que alguien le echara un vistazo en profundidad -nunca mejor dicho-, al fin y al cabo en la cabaña tampoco parecía haber ninguna trampilla que condujera a un subterráneo y ya veis...

- Pues... parece que nos volvemos a separar - bromeó el druida, antes de preguntar - y esa trampilla, donde está? Como dije yo prefiero asegurarme de que no haya sorpresas alli abajo -

- Ahí mismo -dijo Pashma señalando un punto en el suelo- Creo que para lo de vigilar deberíamos hacer guardias con dos de nosotros en todo momento. No sería lógico que uno solo de nosotros estuviese horas ahí fuera esperando a ver si vienen los bandidos, ni tampoco que estuviese solo para que lo puedan sorprender, es más difícil de sorprender y atacar a dos que a uno solo. Yo no tengo muy buena vista, pero haré lo que pueda...

- Suena razonable... Mmmmm... somos cinco, supongo que deberemos turnarnos afuera haciendo turnos durante un par de horas - respondió el Aasimar antes de buscar la trampilla y hacer fuerza para abrir la misma

- Y antes de que salga el segundo par yo pienso bajar a investigar por aquí - propuso Angelo preparándose para descender - Alguien me acompaña? -

Un ciervo para la cena, una lástima que ya no estuviera Redwim para prepararlo y sazonarlo, pero en su lugar, Siannodël se ofreció a preparar el animal en tajadas generosas.
Valeria meditaba, y Pashma atendía a los débiles prisioneros liberados; Caliope y Gaspode jugaban y correteaban por la cabaña.

Angelo y Bourdain bajaron y encontraron a los prisioneros como Pashma los había dejado, aprisionados en jaulas como perros con sarna. No encontraron absolutamente nada fuera de lo común, tan solo la comida que había encontrado Errol anteriormente; no habían puertas secretas ni trampas ni tesoros escondidos.

Niren salió al exterior a estirar sus extremidades, y como perro faldero, Errol se había ido detrás: ¡Era su oportunidad! Desafortunadamente Niren era una chica difícil...... demasiado dificil y ante las heróicas historias (patrañas) que expulsaba Errol con su verborrea, solo recibía ignoradas, gestos con las cejas enarcadas y uno que otro comentario duro, pero Errol era perseverante, hasta que cayera rendida a sus pies la Elfa de la más alta alcurnia, no se rendiría, pero por ahora........ No era el caso en que la Tiefling de la más baja calaña* cayera rendida.

Pasaron algunas horas y el sol ya se ponía, y en menos de un día ya se habían presentado dos separaciones diferentes del grupo que partió desde Nevesmortas para una misión que ahora solo estaba cumpliendo una persona.
Gracias a la comida y a las curaciones del buen Minotauro, los liberados pudieron constatar sus historias, no son más que viajeros procedentes del sur, vinieron en busca de oportunidades y con la esperanza de volverse rico encontrando oro. Todos ellos fueron emboscados por orcos y todos ellos fueron entregados a Belis. Algunos llevaban más de una Dekhana y más del doble de los que aún vivían ya habían muerto, y todos tenían algo en común: Nadie en Nevesmortas los extrañaría!

La noche llegó en medio de abundante comida, y así como llegó, se fue. siempre habían al menos dos vigilantes en cada momento, Lyrablanca, Bourdain y uno de los liberados se ofrecieron a ayudar en la causa y así lo hicieron. Pero nada ni nadie apareció.

Khyzorn, Primer día de la Segunda Dekhana, Año de los dragones Solitarios.

El sol salió imponente y majestuoso sobre los picos y montañas, augurando un hermoso día, el primero de una nueva Dekhana.

El desayuno de la semielfa no se hizo esperar.

Todos desayunaban mientras Niren y el campesino liberado vigilaban el exterior, nunca alejados más de unos metros de la cabaña

El sol brillante no era tú mejor amigo, y ciertamente ningún conocido que se encontraba dentro de la cabaña tampoco lo era; por eso te ofreciste de voluntaria a vigilar junto a un silencioso campesino que aunque te miraba curiosamente, no se atrevía a dirigirte la palabra en absoluto, no preguntaba, no juzgaba y no comentaba nada, quizá por miedo o quizá por...... si, seguramente por miedo debía ser, pero te sentaba bien estar sin alguien chillando al oido, te sentías como te gustaba sentirte: Sola.

Pero algo llamó tu atención, quizá un gruñido o quizá una sombra o el sonido de algo de metal. Quizá los tres al mismo tiempo, pero el sonido provenía desde lejos.

No pudiste vencer tu curiosidad natural y te asomaste por el flanco alto  de la montaña. Abajo, a unos metros, una decena de hombres robustos avanzaban, no eran orcos, ellos no podrian con el sol, pero tampoco humanos...... Eran Hobgoblins!. Bien armados a decir verdad, vestian mallas casi nuevas (o al menos no oxidadas como suelen utilizar) y espadas, lanzas y escudos, una verdadera partida de guerra. El líder montaba un fortentoso caballo blanco, mientras el resto avanzaba a paso militar.

No se dirigían a la cabaña, solo pasaban cerca, así que de esta partida de guerra, seguro estarían a salvo!

- Parece que realmente no hay salidas - reconoció el druida mientras observaba divertido como su Tejón había encontrado un "amigo" para jugar

Mientras se distribuían las guardias, agregando a los rescatados a las mismas el druida verificó el estado de sus armas y escuchó las historias de los prisoneros que, cada vez, parecían estar en mejor forma - Entonces, además de los ogros que iban a buscar hay un gupo de orcos que están aliados con Belis - trató de poner en claro lo que escuchaba

- Supongo que entonces los que vuelvan aquí pueden ser unos cuantos... incluso si no puede ingresar a su refugio, bueno ahora es nuestro, puede llamar a los orcos en su ayuda... mejor que realmente aseguremos esas ventanas y creo que deberíamos abrir una puerta de emergencia en el lado de atrás. Por los tuneles no podremos salir, pero si las cosas se ponen mal, tener una puerta trasera puede ser la diferencia entre convertirnos en prisioneros o poder contratacar -

Niren estaba hasta el gorro (y eso que no llevaba gorro) de gente pegajosa y de gente exagerada: apostaba que como le diera por volverse rápidamente y exclamar "¡Buh!" aquel tipo iba a mearse en los pantalones.

La tiefling observó con cautela aquel desfile de Hobgoblins. Quizá estuviesen metidos en todo el rollo aquél de orcos por aquí y orcos por allá dándose de palos pero mientras no se dirigiesen en su dirección, no eran su problema.

De hecho ya bastantes problemas tenían... y no quería que el exceso de caballeroandantismo de algunos de sus compañeros los llevara a arrojarse contra aquella partida sólo porque pasaba cerca así que no pensaba decir nada por el momento. Lo que sí iba a hacer era fijarse qué dirección tomaban y vigilaría atentamente lo que hacían hasta que dejaran de suponer un potencial peligro.

-Amigo mio -Dijo el sátiro sacándose aún los restos de comida de entre sus dientes con sus uñas. -Recuerda que el prisionero de abajo dijo que la banda consistía en 10 personas incluyendo a Belis, así que si no me equivoco, estariamos esperando por lo menos a ocho bandidos, sin contar que vengan acompañados con algunos de sus amigos.

-Escupió al suelo y prosiguió: -...Así que es mejor ir buscando una salida alternativa en caso de que 'los' superen en combate. - Cayó en la cuenta de su imprudencia y rápidamente complementói su frase. -No me malinterpreten, quiero decir, imagino que ustedes son muy buenos, pero, digo, siempre hay que contemplar todas las posibilidades, además, esta gente dudo que pueda luchar, habrá que ponerlos en algún lgar seguro, ¿No?.

-Ni te imaginas lo buenos que somos algunos, amigo Bourdain. Y si te batieras en retirada no asistirías a una batalla épica que sin duda quedaría magnífica en una canción... -dijo sonriente Errol, utilizando un plural que era un singular camuflado educadamente.