Partida Rol por web

Si, pude ver como abajo las camas habían atrapado a algunos. ¿Llevas mucho tiempo solo aquí arriba? - preguntó con curiosidad. 

En esta zona un poco. Yo fuí uno de los encerrados en esas camas. Aún no se ni como he salido de allí- responde- iba con un grupo pero cada cual ha ido por su lado. 

Decides subir, sin esperar a Urkk, por las escaleras de la tercera planta para lograr vencer aquella dura prueba que os estaba poniendo la torre. Cuando llegas al rellano de la cuarta planta te das cuenta de que allí ya no había rastros de nadie. Ni tan si quiera el espejismo de Carlsson. Ahora estabas sola, junto a la terrible trampa mágica que había frente a ti.

Finalmente consigues atravesar la puerta que tanto te había costado cruzar. Desgraciadamente ahora estabas en un estado casi lamentable para seguir avanzando por la torre

Afortunadamente la torre os había dejado un par de camas en esa habitación para poder descansar y recuperar fuerzas. Más allá había otra puerta por donde continuar avanzando.

Una de las camas de la habitación estaba movida, como si alguien lo hubiese hecho para encontrar algo que podía haber detrás. Cuando te asomaste a ver, viste que también había allí otra puerta.

Investigas cada peldaño y cada rincón de la escalera, pero por mucho que buscas tan solo ves dos posibles opciones, retroceder hacia la sala de las camas, o descender a la tercera planta. No había más.

El mago sopesa sus opciones antes de adentrarse de nuevo en la magia del cuarto piso. Por un lado no le apetece nada enfrentarse a los peligros físicos y mentales del lugar solo, pero por otro quedarse atrás es más peligroso aún. Así que Aramil se decide a seguir adelante y volver a intentarlo. Confía en que esta vez, sabiendo lo que le espera, sea capaz de sobreponerse a ello.

Aramil se concentra en la magia que envuelve el ambiente y las trampas que le esperan a su paso. Confía en sus capacidades, y el deseo de comprender los secretos de la torre le da fuerzas para continuar.

La maldita torre tiene la facultad de sacar de quicio a cualquiera - pienso mientras empiezo el descenso - todo son vueltas sobre los mismos pasillos y salas, llevandonos una y otra vez a los mismos lugares. ¿QUE SECRETOS OCULTAS?

Imaginando que la puerta junto a la cama iba a parar frente a los magos, prosigo por la que tenía enfrente con la esperanza de encontrar el corazón de la torre y así intentar destruirla.

Decides subir, una vez más, por las escaleras de la tercera planta para lograr vencer aquella dura prueba que os estaba poniendo la torre. Cuando llegas al rellano de la cuarta planta os sabais cuenta de que nada había cambiado. Como siempre estaba soo aquella puerta, con el duro enfrentamiento que suponía cruzarla. No había más remedio.

Finalmente consigues atravesar la puerta que tanto te había costado cruzar. Desgraciadamente ahora estabas en un estado casi lamentable para seguir avanzando por la torre

Afortunadamente la torre os había dejado un par de camas en esa habitación para poder descansar y recuperar fuerzas. Más allá había otra puerta por donde continuar avanzando.

Una de las camas de la habitación estaba movida, como si alguien lo hubiese hecho para encontrar algo que podía haber detrás. Cuando te asomaste a ver, viste que también había allí otra puerta.

Stanley volvió a repetir la entrada en el nuevo nivel. Comenzaba a desesperarse al no poder ayudar a sus compañeros

Una vez más, enfrentándose a aquella puerta. Me armé de valor y comencé a ir hacia ella. Algo me decía que esta vez conseguiría superar la prueba...

El mago no se permite un momento de descanso. Examina la habitación sin detenerse demasiado y opta por la puerta de detrás de la cama, confiando en que, si se da prisa, pueda alcanzar a quienes hayan ido por ahí.

El Orco se amilanó al lado de la puerta, lamía sus heridas mientras observaba a Seifer con cierta verguenza. Cuando el compañero atravesó la puerta no pudo evitar soltar un pequeño lamento por si mismo. Aquello era demasiado, lo había intentado muchas veces, pero aquellos enemigos no podía vencerlos con sus cadenas ¿Que sentido tenía enfrentarse a aquella magia negra? ¿Que sentido tenía desgastar sus brazos y piernas contra las armas de los cobardes?

Salvo por su orgullo...

Miraba a un lado y a otro, compungido. Se retiró a una esquina y se dejo caer, plantó la mirada en el suelo y se dejo llevar por los pensamientos del hogar. Recordaba las enseñanzas del viejo Jefe Tok, recordaba la brisa en su cabello mustio y el sabor de la sangre fresca de la presa. Aquello era para lo que un guerrero había sido entregado de la mano de los dioses. Aquí se encontraba perdido... 

Falcon tambien avanza y decide intentarlo otra vez.

Finalmente consigues atravesar la puerta que tanto te había costado cruzar. Desgraciadamente ahora estabas en un estado casi lamentable para seguir avanzando por la torre

Afortunadamente la torre os había dejado un par de camas en esa habitación para poder descansar y recuperar fuerzas. Más allá había otra puerta por donde continuar avanzando.

Una de las camas de la habitación estaba movida, como si alguien lo hubiese hecho para encontrar algo que podía haber detrás. Cuando te asomaste a ver, viste que también había allí otra puerta.