Partida Rol por web

- Si, ya. Como que si te dijera que esas mantis gigantes se llaman Hakires, que son unos guardianes puestos para que nadie entrara a la Tierra por un portal interdimensional al que luego accedimos y que al hacerlo mi pierna que anteriormente me había cortado un Hakires se reimplantó sola justo antes de hablar con una Ardilla Gigante llamada Ratatösk que nos dijo que la salvación del planeta dependía de nosotros pues somos los Einherjer tras lo cual volvimos otra vez al mismo lugar que estabamos un instante antes, me iba a creer, ¿verdad? - digo cogiendo aire tras la parrafada soltada esperando a ver la cara de asombro del militar.

Haciendo alarde de una pésima cantidad de tacto el soldado responde.

-Su mitad de arriba está bien, si es lo que preguntas, el resto, destrozada por vuestra culpa, y más gente podría acabar así si no me cuentas lo que ha ocurrido.

El militar parecía evidentemente molesto.

-Te estoy diciendo que no me tomes el pelo. Si no me dices la verdad, jamás saldrás de aquí.

- Pero si te estoy diciendo la verdad. Si quieres que me invente algo dímelo y lo haré. - digo levantándome de la silla y dándo un golpe con ambas manos en la mesa.

El soldado se levanta y se acerca con aire impetuoso a ti. Cuando está a suficiente distancia te suelta un tortazo que te tira al suelo en caso de que no consigas esquivarlo.

Consigues evitar el pleno de la mano, pero aun a´si te golpea, y duele bastante.

-¿Empiezas a hablar ya?

- Te lo vuelvo a repetir. - digo cogiendo aire mientras pienso para que tu reblandecido cerebro se entere. Esas mantis gigantes se llaman Hakires. Son unos guardianes puestos para que nadie entrara a la Tierra por una especie de portal interdimensional el cual localizamos en el túnerl. Accedimos y al hacerlo mi pierna que anteriormente me había cortado un Hakires se reimplantó sola. Allí nos encontramos con una Ardilla Gigante llamada Ratatösk que nos dijo que la salvación del planeta dependía de nosotros pues somos los Einherjer tras lo cual volvimos otra vez al mismo lugar que estabamos un instante antes y ahí aparecieron todos esos soldados.

- Si quieres creer eso bien. Si no vete a molestar a otro y déjame en paz. - digo bastante harto de la arrogancia del militar.

Yves podría estar asustado, pero ese soldado ya estaba empezando a enfadarle. El miedo dio paso a la rabia, y estalló

- ¡Nosotros no tenemos la culpa! ¡Esas cosas estaban ahí encerradas, y ya le he dicho que no tengo la menor idea de por que salieron cuando nosotros nos acercamos! ¡Mis amigos y mi profesora ESTÁN MUERTOS, maldita sea! ¿Y usted va por ahí echándonos la culpa de haber liberado a unos monstruos? ¡Váyase a la mierda!

Luego cayó en la cuenta de que debería haberse mordido la lengua antes de terminar la frase, pero bueno. De todos modos no pensaba decir nada más. Ya le daba igual todo.

Pierdo el tiempo contigo, sucio mocoso - Responde el miltiar justo antes de hacer un gesto para que sus subordinados te levanten en volandas y saquen de la habitación.

La piel del soldado de mayor rango se vuelve roja, se levanta, se dirige hasta ti y te engancha del cuello de la camiseta para levantarte en el aire.

-Ha muerto mucha gente, estamos hablando de cosas peligrosas, no voy a toleraros vuestros secretitos.

Yves cierra los ojos y se limita a esperar el golpe del soldado. Después de todo, ya ha tenido bastante 

El militar te lanza de bruces contra el suelo y sale de la sala.

Un soldado se acerca a ti y te levanta en volandas para sacarte de la sala.

- ¡Pienso decirle esto a la policía, capullo! -grita Yves cuando lo devuelven con los demás. El golpe le ha abierto una herida en el labio.

El niño parece estar a punto de echarse a llorar. No sabe de donde ha sacado la voluntad para no decirle nada al soldado y aguantar sus amenazas, pero lo ha hecho. Sin decir palabra, se limpia la sangre del labio y se sienta.

Sois muy valientes con niños. Veremos que pasa cuando se lo diga a mis padres. - les increpo airadamente cuando me sueltan junto a mis amigos.

Estoy aterrorizado, pero consigo echar algo de valor.

-¿Qué conseguiremos? Ellos son militares, lo encubrirán y nos callarán... suerte si nos dejan salir de aquí.

Consigo detener mis risas y responder con seriedad al militar dado que parece no tener mucho aguante con las bromas.

-Creo que si...estaban ahí dentro y...no se muy bien lo que pasó.

Todo había ocurrido muy deprisa y mi mente se resiste a recordar con claridad.

-Recuerdo un árbol muy grande y una ardilla que hablaba...solo faltaba el dragón de Yves y habría sido un sueno guai...

Soy un niño de 12 años, no me siento así, pero me escudo con esa fachada frente a esos militares. 

-Ojalá no me metan en una cárcel...

-Lo que dices no tiene sentido, comienza la historia desde el principio - Dice el evidentemente cabreado militar.

Inspiro profundamente antes de responder -parece mentira...con lo que me cuesta hablar normalmente...-

-Salimos por la mañana con nuestra profesora y montamos en el autobús. El viaje fue un poco aburrido aunque alguien casi vomita el desayuno, no recuerdo quien fue ni tampoco lo que desayunó...

Trago sabiendo que ando por una cuerda floja, pero algo tira de mí para hablar entre la burla y la verdad.

-Llegamos a la iglesia y entonces la profesora se puso a hablar con el hombre simpático que se encargaba de la visita y como parecía que se llevaban bien, nos dijo que podíamos ir a jugar por ahí.

Sin pensar exáctamente en lo que le voy a contar sigo la historia y dejo que las palabras salgan.

-Fuimos por la parte de atrás de la iglesia, ya que solo había tumbas y cosas de esas que dan un poco de cosa, asi que entramos por una puerta que estaba en la parte de atrás y que llevaba a un túnel muy grande y que estaba iluminado. No se si fue Erik o Anker el que pensó en entrar allí, pero nos habían dicho que exploráramos ¡y esa puerta estaba abierta!, ¡no rompimos nada enserio!

Creo que nos vamos a meter en un lío...cuando mi padre se entere de que hay que pagar...y...bueno...los compañeros...

Me quedo en silencio unos instantes, nuevamente me faltan las lagrimas en los ojos aunque me encuentro un poco triste (y otra vez con ganas de reír)

-Bueno...cuando entramos por el túnel, llegamos a un sitio en el que había otra puerta que alguien se había dejado abierta, y como estábamos en las cata..."catatumbas" de la iglesia pensábamos que tal vez encontraríamos un tesoro escondido o algo así ¡y seriamos ricos!

Pero lo cierto es que no había nada, solo una pared con unos dibujos raros, creo que de algunos dibujos animados o algo así-intento quitarle importancia a las runas para que no pregunte-y Erik toco la pared que estaba muy vieja y esas cosas salieron y se comieron a todos y yo corrí a por una piedra y le aticé a uno en toda la cabeza entonces arrastramos a Erik a la habitación porque él dijo que allí estaríamos seguros-apenas me tomo un instante para coger aire-y en esa habitación había un árbol gigante y la ardilla gigante esa que hablaba, pero eso era un sueño o algo así y cuando llegaron los soldados me debí despertar y luego nos metieron en u helicóptero y nos trajeron aquí...y tengo sed...

-Miro al militar como si lo que hubiera contado lo más normal del mundo...

Ridículo - Dice el militar mientras se gira hacia sus dos subordinados - Llevároslo.

Los dos soldados andan hacia ti y te cogen en volandas, te llevas a la sala donde están el resto de tus compañeros y te arrojan dentro.