Partida Rol por web

Agis empieza a tirar de la túnica de Bhob pero es incapaz de quitársela.

La tela mágica sigue ahí, junto con el dolor.

Bhob, ¿estas seguro de que es mágica? no será que es maldita

Wanon ¿sabes algo que pueda ayudar a Bhob?, ¿podrías destruir esa capa sin dañar a nuestro compañero?

Agis va diciendo las ideas que se le ocurren cada vez más preocupado por Bhob.

El dolor era insoportable para el orondo muchacho, Mientras tiraba de estos ropajes que lo atormentaban,sudaba copiosamente mientras su cara reflejaban mil y una muecas de dolor y esfuerzo. Entre esfuerzo y esfuerzo, los objetos de Bhob fueron cayendo a su alrededor en un vano intento de  darle la maniobrabilidad que necesitaba. El escudo de su mentor, su espadón, su mochila, su pesado libro de conjuros y un largo  etcétera de utensilios se desperdigaban  en el suelo alrededor del muchacho mientras forcejeaba con la tela.

- ....ufff...uff...uf....-

Aunque las buenas intenciones de su compañero Agis al acudir en su ayuda  fueran inútiles, Bhob intentaba agradecerlas en silencio evitando retorcerse de dolor. Casi sin saber que hacer mas para desembarazarse de este maldito  trozo de tela, Bhob agarro una de las dagas de alguien que no llego a reconocer entre tira y afloja , e intento rasgar la tela.

Bhob empieza a rasgar la túnica con cada vez más y más fuerza hasta que consigue su objetivo.

La túnica empieza a arder en un destello de fuego durante un breve instante para acabar convertida en polvo.

El ahora levemente tostado Bhob deja de sentir los continuos mordiscos y picaduras pero su ojo izquierdo está continuamente guiñando mientras ladea la cabeza. Bhob parece que está en shock.

Pasan los días y Bhob se recupera del shock. Todo vuelve a la normalidad.

El tiempo acompaña y ninguna tormenta de nieve o similar hace retroceder los pasos.

Los Campeones pueden disfrutar de la carne de caballo y buey que aprovechó Franyeld, el mismo Franyeld que les ha ido sanando a pesar del dolor que le produce pronunciar las palabras. El sacrificio del misterioso Franyeld es agradecido por todos.

Tras la caminata sin fin ya se empieza a ver los árboles del bosque. El paisaje es completamente distinto. Los árboles de alta copas, forman una barrera como si fueran los muros de una ciudad. En la distancia parece no haber ni un hueco por el que un mortal pueda entrar en el peligroso bosque pero según los aventureros se van acercando ven como, realmente, hay espacio suficiente para ellos, aunque un carro podría encontrar problemas para entrar.

Según se acercan a la barrera arbolada Narirrin se siente más fuerte. Siente como si algo poderoso fluyese dentro de él y es más poderoso cuanto más se acercan, llegando a su cúspide nada pone un pie al lado del primer árbol. Posiblemente, esta frontera de reinos afecte al poder del Dios de los Umbrales, comenta Wanon. Dicho poder se va desvaneciendo cuanto más entran en el bosque.

Apenas han caminado media hora, iluminados por los rayos de luz que se escabuyen entre las ramas, los Campeones sienten algo raro. ¿Un bosque sin sonido de animales? Algo extraño está ocurriendo. Y sus sospechas son confirmadas.

Una flecha se clava en la madera del árbol al lado de Agis, a la altura de su cabeza, y una voz se oye desde el bosque.

¡Alto! Grita en claro idioma mercader en lugar de brandobio ¡Quedáis detenidos por entrar en nuestros dominios, humanos! ¡Rendid las armas si queréis sobrevivir! ¡O sacadlas y alegradnos la mañana, escoria traidora!

Agis sin duda.

Nar comienza a comprender el autentico poder que tiene en su interior.
-Compañeros, necesito meditar acerca de esto, quiero aprender más de lo que somos ahora.
-Si os parece bien, podría investigar un poco cada uno de los aspectos de nuestros dioses olvidados y tratar de aprender a controlar estos poderes.
Nar desaparece en la biblioteca y vuelve un momento después.
-No os olvidáis que aquí tengo infinidad de libros de consulta de casi cualquier tema. Si necesitais alguna información no dudéis en pedírmela.
Tras esto desaparece de nuevo dejando atras solo una bolsa en el suelo.

Siempre que hacéis un descanso lo veis haciendo cosas extrañas: Lanzando cosas al fuego y concentrandose. Escondiéndose de la luz de la hoguera tras un árbol, y saliendo lentamente....y luego haciéndolo con mucha velocidad. Pararse en mitad de los cruces, cerrar los ojos....y andar en circulos. Tocar puertas....y cruzarlas lentamente, o tocarla y concentrarse buscando adivinar que hay al otro lado...

Uno de los días veis como coge varios insectos y uno a uno los va matando y tomando nota. Cuando nota que lo miráis dice:
-Un Umbral solo es el espacio infinitamente pequeño entre una cosa y otra. Cruzamos umbrales en cada paso que damos. Cada cambio que hay en el estado de una materia exige que se cruce este límite....y la vida y la muerte solo están separadas por un umbral.
Dicho esto, continua experimentando concienzudamente.

Nar se aproxima y se quita la máscara luego habla con el líder:

Conversación en élfico

-Tranquilos, no pretendíamos asustaros.
-Os ruego que nos permitáis presentarnos. Somos unos aventureros llamados Los Campeones de lo Imposible.
-Hemos llegado aquí en una larga búsqueda, y lo último que deseamos es un conflicto.

Nar espera a que el elfo le responda.

Agis suele jugar con la nieve cuando paran a comer haciendo figuritas o bolas con sus manos.