Partida Rol por web

Shafir se quedó parado un segundo, rígido como el hielo. Había advertido algo en el gesto de Agis. Un cinismo tan humano y desagradable como si fuera la sonrisa de un demonio. 

Agis era mortal, terrenal, imperfecto y... el mismo de siempre. O quizá más feo, más estúpido y más cruel, no lo sabía. 

Pero vio el frasco en sus temblorosas manos. Era cosa de magia... pero no podía evitar sentirse utilizado, sucio, decepcionado en extremo. Su fe se había vapuleado por unos instantes. Por un poder hechizador sobrehumano. Una brujería, sin duda. 

Agis, no te acerques a mí o te clavaré esta lanza por donde nunca le da la luz. Sé que no es culpa tuya, pero no puedo evitarlo. Igual que no he podido evitar adorarte como un imbécil. Sólo pido al Viejo Roble que comprenda mi error y perdone mi blasfemia. 

Sucio rastrero...! No pudo evitar decirlo en voz muy baja. 

Makeda fue aponerse de pie cuando trastabilló hacia atrás horrorizada por lo que había pasado. Se limpió con el dorso de la mano los labios que habían besado aquellos sucios pies. Escupió sobre ellos con un gesto de desagrado y se cubrió el pecho con el brazo libre como si fuera una damisela a la que hubieran rasgado sus vestiduras para forzarla ¿Cómo había hecho eso aquel indeseable?

- Te arrepéntiras, Makeda no dejará esto así, malnacido.

-¿P..po..po...por que?...- susurró el orondo muchacho mientras sus ojos se llenaban de lagrimas. Sentía en lo mas hondo de su ser como el odio y el asco hacia aquel individuo  crecía por momentos. Aún de rodillas,  lloró desconsoladamente, lanzando leves puñetazos al suelo. Murmullos incomprensibles salian de su boca, maldiciendo a aquel que le habia sido objeto de admiración.

Kadru, hasta ahora al margen, asqueda mira a Agis.

¡Estúpido! ¡Juegas con poderes que no comprendes! La yuan ti le da un sonoro tortazo al guerrero.

¡Dame esa botella antes de que causes un desastre mayor, simio inútil!

Agis mira furibundo a Kadru tras el tortazo que le da.

¡¡Jamas te daré este frasco, ya nos traicionaste una vez y no volverás a hacerlo!!

Dice mientras se pone en posición de combate retrocediendo un paso para poder poner a Wanon entre ambos con la punta a la altura de su cuello.

Retrocede ahora, insolente, no volveras a sacar provecho del esfuerzo y sufrimiento de los demás.

Agis hace esfuerzos por contenerse, no es el momento de este enfrentamiento.

Shafir se adelantó. Estaba indignado con el comportamiento tanto de uno como de la otra. 

Dadme el frasco a mí. Ninguno sabéis con qué estáis jugando. Si tiene el poder que ha desencadenado, no puede estar en manos de alguien sin la sabiduría adecuada. Todavía estaba profundamente decepcionado con Agis, así que no quiso ni tocarle. 

Si no te importa Shafir, se lo dejaré a Narirrin, siempre le he dejado estos asunto de la magia a él por sus amplios conocimientos.

Dicho esto, Agis se acerca a Narirrin manteniendo a Kadru en su campo visual para darle el frasco.

Haz lo que gustes! Nar es de confianza. 

No le quitó los ojos de encima ni a él ni a la mujer serpiente, por si alguien intentaba algún truco. 

-¡Puag!- Makeda se retorcía y hacía ruidos con la garganta como si fuera un gato que fuera a escupir una bola de pelo.  Se retiró a asegurarse que el cadáver de la mediana ardía hasta convertirse en inofensivas cenizas.

Están todos locos. No me sacarán de aquí. Cada cual es pero que el anterior. No te fíes Makeda bonita.

El orondo muchacho se quedó sentadoe n el suelo con los ojos aun llenos de lágrimas mientras las escenas se sucedían ante el. Aún con la sensación entre repugnancia y tristeza, contempló como Agis entregaba el frasco dorado a Nar. Los ojos de Bhob se abrieron como platos cuando la imagen de la poción  cruzó ante el. Como si recordase algo importante, se levantó lo mas rápido que pudo pero, por desgracia, se piso su humilde toga y dió una vez mas con los morros en el duro suelo. Sin embargo, el ansia era mas fuerte que el dolor del impacto y volvió  levantarse; con cuidado de no pisarse la toga.

Señalando el aureo frasco comenzó a tartamudear:

- M..mmm. mis señores, ese unguento fue del q..q..que me avisó mi me...m..mentor mientras recorría el ca...c..ca..camino de los mu..mu..mu...muertos.- avanzó hasta Narirrin y continuó: - C..c..cuando la sombra de Teca me atravesó mi ma...ma...maestro Lykon me habló y di..di..di...dijo algo a...a...a...así:

三...の.....を渡って....来い

三途の....戻し....てやる-

El orondo muchacho intentaba recordar todos los sonidos que  había escuchado  y reporducirlos ante el maestro Narirrin, con la esperanza de  que el elfo entendiese las palabras de su maestro...