Partida Rol por web

El tipo que estaba de pie bailando enmedio, levanta la s manos y solo puede balbucear: -Por favor....no me mateis..por favor. La chica del sofa negro esta hecha un ovillo y no para de chillar y sollozar. Mientras, los cadaveres de sus amigos no dejan de llenar el suelo de sangre.

Mientras el resto se turnaba para acribillar a los muchachos, Dick se limitaba a observar, con algo de incomodidad dada la estrechez del pasillo, como la sangre y los trozos de carne quemada adornaban la fiesta. La violenta situación le habría sacudido en otros tiempos, cuando apenas le daba una probada a lo podrido de la fuerza policial por ejemplo, pero en aquel momento sólo sentía la urgencia de acabar para ir a casa, y posteriormente a algún strip-club donde acabar con la cara hundida en un par de tetas. La medicina perfecta para una noche de mierda.

Tal urgencia le instó a abrirse paso entre sus "colegas", asiendo con firmeza su MP40. No tardó en jalar el gatillo, lanzando una ráfaga de balas, y posteriormente deteniéndose para luego lanzar otra, sin perder la estabilidad.

¡Joder, terminemos con esta mierda!, se repetía incesantemente.

La rafaga del subfusil llena de pequeñas explosiones de sangre el pecho del joven que cae contra el escritorio de atras como un saco de patatas.
La musica a todo volumen tapa los sollozos de la chica acurrucada en el sofa de la derecha.

La escena invitaba al delirio. Aquellos imberbes no se imaginaban lo que les caería encima. Lo peor: probablemente no habían hecho nada ellos mismos. Precisamente por eso, Dick se adelantó, evitando pisar los charcos de sangre tanto como pudiera, y acercándose a la muchacha del sofá por detrás.

-Levántate, vamos- le espetó, tomándola de la nuca y tirándola para arriba. La arrastró hacia dónde estaban sus compañeros, y buscó al sobreviviente con la mirada. Aún estaba aterrado, paralizado por la sorpresa y la muerte inminente. Sopesó la posibilidad, pero prefirió encargarse de la chica. Dejó que el subfusil colgara de la correa libremente, para luego desenvainar su Beretta. Le puso el cañón en la sien a la muchacha.

-Cállate, y dime si hay alguien más aquí aparte de ustedes, capullos-

Hay que terminar lo que se empieza, por lo que Carver entra en la sala con paso firme, y mira a Dick a través de los agujeros del pasamontañas que cubre su cara. Unos ojos que reflejan frialdad y determinación.

Si hay alguien más aquí, lo encontraremos y lo mataremos. No la necesitamos.

Hace una pausa.

Mátala ya. No esperes más...

El ex-poli esperaba respuesta, pero en vez de eso Carver intercedió, aunque no en favor de la muchacha.

-¿Cuál es el puto problema Carver? Deja que hable, luego es toda tuya. ¿Qué no prefieres tener algo de ventaja? Joder, tampoco es para apresurar las cosas porque sí-

Dick señaló hacia el muchacho que aún temblaba en el medio de la habitación, sin siquiera poder mirar la escena a su alrededor. -Ahí tienes a otro-

Los ojos de Carver se entrecierran en dos rendijas heladas.

Muy bien, sólo espero que después seas capaz de hacer lo que hay que hacer. Dice refiriéndose a la chica.

Se da la vuelta, barriendo el resto de la sala con su MP5, mientras suelta:
Y no vuelvas a llamarme por mi nombre...

La chica no puede hablar, le cuesta mucho respiras mientras solloza y moquea. El tipo del sofa se pone de rodillas y levanta las manos. Su ojos estan desorbitados y apenas se le entiende cuando habla con un marcado acento mexicano.- No...no hay nadie, solo estamos nosotros...por favor no me mateis, por favor.

-De acuerdo-

¡Blam! La muchacha se desplomó en el suelo sobre un charco de sangre y sesos. Ni siquiera Dick se perdió como su cara desaparecía tras la explosión de la bala al salir de la cabeza.

-No fue la gran cosa, ¿verdad?-

Suspiró, mirando al último de los pendejos que quedaba. El cañón de su arma aún humeaba cuando descargó cuatro balas en su pecho, en un intento casi desesperado de acabar el trabajo. La música todavía resonaba, incesante e insoportable, cuando el muchacho cayó de espaldas, culminando la masacre.

-¿Planean revisar el piso de abajo o no?- dijo. Se secó el sudor de la frente una vez más, echándose la cabellera hacia atrás.

Nos vamos a ahogar con tanta sangre... ¡JÁ!

Atiende a las palabras de Dick, y casi empieza a acompasar el ritmo de la música con sus pies.

- ¡Vaaamos allá! - dice con voz casi cantarina, nada acorde con la masacre a su alrededor

Todos los objetivos de la sala están muertos.
Objetivos.

Carver se sube el pasamontañas hasta la frente. Tiene el rostro perlado de sudor. La mandíbula está apretada y sus ojos reflejan frialdad. Como soldado veterano, cuando entra en combate es capaz de comportarse como un asesino sin piedad, una parte de su ser diferente a la del marido y padre de familia que también es. Carver mantiene bien separadas ambas personalidades ya que si no se volvería loco...

De acuerdo. Un registro rápido. Dice bajándose el pasamontañas y buscando el acceso a la planta inferior junto a Donovan.

Bonita masacre... Me gusta ganarme el pan...

Antes de comenzar con el registro, comento- Deberíamos de estar preparados... No sabemos si estaban sólo ellos.

Tras decir esto, me enciendo un pitillo. El registro puede comenzar.

La habitacion no tiene ninguna salida, la dejais atras y al salir al pasillo veis las escaleras a la gran nave de abajo. El interruptor esta al principio de la escalera. No se oye ningun ruido de abajo, que esta en penumbra, solo se sigue oyendo la musica machacona. Parece que hay dos coches abajo, uno al lado de otro, y mucho espacio abierto.