Partida Rol por web

Mensaje en blanco por si acaso.

Mensaje en blanco por si acaso.

Una pesada nube negra acompañaba a los mercenarios y se cernía sobre su humor. Lo cierto era que la actitud del Drow, tras tiempo juntos, por fin había cedido y toda la prepotencia de su raza el mal genio de los de su clase había aflorado como la lava de un volcán. Era algo que todos en aquel grupo de mercenarios sabía que pasaría algún día, y el último enfrentamiento del bosque que casi cuesta la vida a un par de ellos lo había acelerado todo de manera brutal.

Ahora los mercenarios recorrían el camino solos, acompañándose unos a otros como buenos camaradas mientras pasaban por cada vez más restos de materiales que indicaban que aquel había sido un lugar frecuentado por comerciantes en un tiempo no muy lejano. ¿Serían restos de la guerra? ¿Restos recientes? Saberlo sería casi imposible pues en aquel lugar que parecía desatendido al haberse convertido en un paso secundario la basura abundaba en los lados del camino.

Mientras camináis por el sendero, pasáis por una zona donde los árboles están realmente próximos al camino de piedras. A una veintena de metros el sendero gira a la derecha en una curva cerrada, y mientras os aproximáis vuestras monturas comenzaron a ponerse inquietas, muy inquietas. No dejan de cabecear y de pifiar mientras tiráis de las riendas para retenerlas. Ellas han olido antes que vosotros lo que ahora os llega con fuerza. Es un hedor pestilente, duro y casi físico que os asalta mientras os aproximáis a la curva.

Ahí, entre las sombras que la bóveda de arboles genera en aquel punto, podéis ver que hay una criatura, algo con aspecto parecido al humano encorvado sobre unos restos. Los chasquidos de los huesos al romperse se pueden oír fácilmente. ¿Qué será? ¿Una criatura salvaje? Rara vez atacaban a los grupos de aventureros, más bien eran los individuos solitarios los que caían en sus garras. ¿O sería otra cosa?

Me cago en la calva de Sigmar - blasfemó en voz alta un sobresaltado Berger, que tratando de reunir toda la calma posible sacó su pistola de mecha y la preparó - atentos - les dijo avanzando un par de metros hasta detener el caballo pero no llegó a descabalgar.
Entrecerró los ojos tratando de ver que criatura había ante ellos...

-¡Maldición!¿Y ahora qué problema hay?-

inquirió el mago. Al parecer había algo  ahí delante. Y no podía ser nada bueno, eso desde luego. Volker echó mano de su espada y la desenfundó al ver que Magnus sacaba su pistola y preparaba la llave para disparar. Supuso que el norteño ya habría dispuesto sus armas para un inminente combate.

Esto les retrasaría, aunque Hammet no tenía muy claro qué había delante suponía que les causaría problemas. El Viejo Mundo se estaba yendo al carajo, en opinión del mago. Ya no había caminos seguros.

     Desde la grupa de su caballo el nórdico entornó los ojos para intentar, sin éxito, averiguar que criatura acechaba mas adelante. - Ésto no me gusta. No quiero que se me salten las suturas que me hizo el galeno y no ganamos nada con ésto. Creo que deberíamos dar la vuelta mientras esa cosa está entretenida. Susurró a sus compañeros mientras su mano se desplazaba lentamente hacia el pomo de su espada.

-Eh, fijaos en eso-

dijo el mago señalando con la espada a las figuras.

El mago del grupo vio a la criatura con bastante claridad pese a las sombras. !Aquello era un Orco! ¿Cómo podía ser? Estaba a punto de decirlo al grupo cuando las palabras se le trabaron en la garganta y no dijo ni pio. Todos lo miraba y no se dieron cuenta de los tres especímenes jóvenes, fuertes y enérgicos que salieron de los dados del camino lanzándose a la carga con  un gran !!!WAAAAARRGGGG!!! Sobre los aventureros.

El ataque los pilló completamente por sorpresa y el rugido los atemorizó en gran medida. No todos los días te salía a menos de un metro de distancia un mal oliente orco mientras con todas las fauces abiertas cargaba contra ti. Las monturas relincharon y pifiaron mientras se encabritaban, y los aventureros intentaban controlarlas, cosa que era harto difícil.

Era una emboscada en toda regla, y seguro que a aquellas criaturas les había costado organizarlo, pues todo el mundo sabía que los Orcos no tienen mucha cabeza para esas cosas. Las cuchillas caían sobre el grupo de los aventureros y dese las sombras donde se en encontraba el cuarto enemigo llovió una flecha que fue a parar a la cara de Berger.

Jodeme... - dijo entre labios, con la mandíbula tensa mientras lo único que era capaz de hacer era observar como se desataba el infierno verde frente a él...

En gran medida acojonado y otra parte bloqueado, Berger salió disparado de su caballo cayendo de espaldas sobre el barro del camino... pieles verdes, lo último que se podría imaginar estaba allí asaltandoles, a él, a su grupo y encima estando ellos heridos... esto no iba a salir bien. La migraña se disipó casi en el acto, pero poco importaba, sentía que el mundo se le caía por culpa de la caída, pero no todo quedó ahí... una flecha, un aguijón mortal cortó el aire, atravesó la distancia rauda y mientras Magnus parecía dispuesto a levantarse alzó la cabeza en el momento idóneo para que la fleche se le clavara en el rostro - ¡AAAAH! - gritó de dolor al sentir el punzante dolor recorriéndole todo el cuerpo

     Justo cuando comenzaba a prepararse, aquellas bestias salieron de entre los árboles. El gruñido gutural hizo encabritarse al caballo, que descabalgó a Surga. Por suerte para él sus reflejos le permitieron caer sobre sus propios pies, evitando males mayores. Luego llegó el primer envite de una de las bestias. Un arma oxidada con bastante mal aspecto trazó un arco en dirección a él, pero fue rápidamente desviada por el escudo del nórdico.

-¡Oh mierda!-

gritó el mago cuando los orcos se les echaron encima. Pese a que llevaba desenvainada la espada no pudo detener el ímpetu de su atacante y recibió un feo corte que vino a agravar sus ya de por sí preocupantes heridas. La sangre brotó a borbotones y Volker, a duras penas, consiguió mantenerse sobre su caballo.

Luego cundió el pánico. Por nada del mundo esperaba Hammet tener otro desafortunado encuentro con enemigos desde los bandidos. Estaba claro que los caminos no eran seguros, oscuros seres pululaban a sus anchas por ellos atacando salvajemente a los viajeros.

{{ NUEVO TURNO, 1º }}

Magnus Berger: C.A.C caido en el suelo (8/12)
Volker Hammet: C.A.C (-2/12)
Sura Raudi: C.A.C (2/12)
Orko 1: (12/12)
Orko 2: (12/12)
Orko 3: (12/12)
Orko 4: (12/12)

Berger se levantó a duras penas, dolorido por el impacto recibido en el rostro... en cuanto estuvo en pie, observando la situación descolgó de su espalda el escudo y se lo colocó en el brazo izquierdo a la vez que extendía su brazo derecho y disparaba contra el orko arquero... por desgracia el disparo de polvora erró por mucho - ¡Estrecha filas con Vorker! ¡Hay que protegerle! - gritó a su compañero mientras la sangre no dejaba de manar de su cara

     - ¿Proteger a Volker? ¿Y quien me protege a mi? Dijo Surga mientras acometía al orco que le había atacado. - ¡Demoner! Con un giro rápido, lanzó una estocada de revés para coger desprevenido al piel verde. El tajo iba bien colocado.

El mago había aterrizado de una pieza tras el ataque orco e intentaba desenvolverse lo mejor que podía con su espada. Lanzó un tajo con su acero que consiguió traspasar las defensas del enorme ser verde que se le oponía e hizo saltar la sangre del bichejo inmundo. La cosa no empezaba mal, pese a que el mago estaba en unas condiciones físicas bastante lamentables.

-¡Mierda Surga, soy el único que sabe leer, me necesitáis!-

gritó mientras el combate rugía a su alrededor y se desencadenaba el caos.

Un disparo pasó a escasos centímetros del Orko que atacaba frenéticamente a Berger con una lluvia de golpes y furia. El ser, se llevó por un instante las manos al rostro pensando que le había alcanzado, pero al darse cuenta de que eso no había sucedido, arremetió con más furia contra el patrulla de caminos, quien no sabía por dónde le estaban llegando semejante retaida de ostias.

Por su parte Sura soltó un mandoble contra el Orko que se enfrentaba a él, con tanta fuerza y tanta furia que cuando el animal alzó el escudo esté se hizo astillas y el golpe alcanzó a su portador produciéndole un tajo considerable en el brazo que lo sujetaba. El Orko miró a través de su escudo roto sin comprender muy bien mientras miraba su brazo herido, y cuando se dio cuenta de lo que había sucedido arremetió contra Sura, pero bien sabido era que atacar con furia no siempre era lo más adecuado, y esta vez llevó al piel verde a fallar por completo el golpe.

Justo al lado de Sura, el mago del grupo había resultado herido de nuevo, y su brazo colgaba inerte a su lado. Con el otro brazo dirigió un buen golpe contra su contrincante pero este lo detuvo con su escudo por los pelos. Cuando el mago impactó en el escudo del orko, este aprovechó para lanzarse a fondo y acabar con su enemigo, pero su arma solo cortó el aire delante suya.

El ultimo Orko, se colgó el arco al hombro y salio corriendo hacia el combate que habían comenzado sus compañeros. Estaba claro que ardía en deseos de cobrarse una victima y obtener nuevos trofeos que enseñar luego a su clan.

{{ NUEVO TURNO, 2º }}

Magnus Berger: C.A.C (-1/12)
Volker Hammet: C.A.C (-2/12)
     Sura Raudi: C.A.C (02/12)
Orko 1: (12/12)
Orko 2: (07/12)
Orko 3: (12/12)
Orko 4: (12/12)

Berger, viendo venir el ataque del orko no pudo hacer más que mover torpemente su escudo...

Berger, sin resuello en sus pulmones logró guardar la pistola de mecha y sacar su lanza mientras le costaba la vida misma respirar... el guardia de caminos sentía como toda su vida se estaba escapando de entre sus dedos como si alguien intentara contener arena con sus manos...

No le quedó otra... Berger se mantuvo todo lo firme que pudo, clavó su pierna atrasada en el suelo y puso su escudo frente a el agazapándose tras el mismo...