3 de Acinorev del año de las Mulas Tercas
11:00 Hrs.
El tiempo pasaba inexorable y la situación en la ciudad no mejoraba en lo mas mínimo, al contrario, el caos en que se había sumergido la ciudad amenazaba con terminar con la gran metrópoli, si aquello seguía por aquel rumbo la ciudad terminaría reducida a ruinas. Los asustados ciudadanos no podían controlar todo aquello, ni aún los mas experimentados aventureros tenían asegurado salir con vida de la ciudad, lo peor era que los lideres no aparecían por ningún lado, incluso Kregcog, la líder del la Daga de Morfeo, había desaparecido.
para colmo de males los ciudadanos que tenian el valor para encontrarse en las calles y aquellos aventureros y guardias que intentaban detener el caos de la ciudad, observaron atónitos como a la distancia se formaba un haz de luz que poco a poco aumentaba de tamaño e intensidad, el fenómeno se registraba a varios kilómetros de la ciudad, sin embargo no podía significar nada bueno, la intensidad del haz de luz era tan fuerte que incluso a esa distancia era necesario cubrirse los ojos para no lastimaros, segundos después el rayo desapareció, pero en su lugar surgió una enorme columna de humo que delataba que el Bosque de las Brumas o al menos un lugar cercano a él, se encontraba en llamas.
Incluso los dioses, usualmente reacios a participar directamente de las acciones del plano material por otro medio que por sus clérigos, comenzaban a tomar acción ante el terrible mal que se cernía sobre la metrópoli, ideologías usualmente encontradas en constante batalla, ahora se unian para combatir a un enemigo comun, ninguno quería que se repitiera algo como lo acontecido durante la Guerra de los Planos, sin embargo, como aquella vez, el cause de la historia descansaba en los habitantes del plano material y no en las suyas....
Cita:
12:00 Hrs.
En las profundidades del templo que se escondía debajo de la viaja Abadía, un pequeño grupo de aventureros encontró el fin de su historia, apenas el pequeño goblin había logrado escapar con vida y ciertamente no por suerte, ya que en su huida se había encontrado con la mala fortuna de aparecer ante un grupo de guardias de la ciudad y el desmembrado cuerpo de una dulce doncella, aquello había sido un brutal homicidio y al parecer los guardias pretendían que el pequeño pagara, lo dicho, mala suerte...
El hábil y escurridizo mago del Gato Domado se había encontrado con un asunto que definitivamente no entraba en sus planes, aquel pequeño problema se había convertido en un verdadero dolor de cabeza, sobre todo, por que no había forma de solucionarlo, definitivamente en la ciudad se tejían historias que quizá poco tenían que ver con el caos desatado en la urbe, pero cuyas consecuencias terminarían por tener un impacto mas allá del esperado para los involucrados.
Por su parte aquellos que seguían la pista de los asalta tumbas, apenas y habían podido flanquear el primer obstáculo de aquel terrible lugar, lo que fuese que se escondía en aquella mazmorra tenia que ser muy importante en vista de los terribles peligros con que había sido protegida, las vidas de dos de sus compañeros habían sido perdidas sin que el grupo hubiese encontrado nada aún que pudiese valer tanto como aquellos dos valientes.
Mientras tanto el joven Argust IV había caído victima de los terribles peligros que asolaban la ciudad, joven como era no había sido capaz de defenderse de los no-muertos, quienes destruían todo a su paso. Los truhanes de la ciudad habían aprovechado al situación para hacer de las suyas y varios tenientes de la guardia habían caído investigando el Mercado Negro, siguiendo la pista de algunos tratantes de esclavos que parecían involucrados en los acontecimientos recientes, ciertamente las muertes eran muchas, Dreklin Hardstone, hermano por juramento del teniente Freins, había muerto también defendiendo la ciudad.
Mientras tanto, en el templo de Noremac, un grupo de los mas poderosos aventureros de la ciudad había descubierto el oscuro secreto que se ocultaba tras la desaparición de la oscura protección que cubría a la ciudad, sin embargo a costa de la vida de una de sus compañeras.
3 de Acinorev del año de las Mulas Tercas
13:00 Hrs.
En cuanto Elara cruza el portal observa la terrible devastación acaecida en el concejo, la enorme y bella plaza yace en escombros, apilados por todos lados hay enormes bloques de piedra y mármol, los arboles descansan en el piso con las raíces arrancadas del suelo, delante el bello edificio en el que Elara fuese participe de la ultima cesión del concejo de la ciudad se mantiene en pie a duras penas, cubierto de ceniza y polvo, a punto de caer, a la distancia Zaramir se interna por su puerta principal...
Zaramir! Espera!....le llama Elara a gritos.
Al ver que ha llamado la atención, la bella joven le grita rápidamente.
Vienen mercenarios dispuestos a detenerte! Déjame ayudarte...ser tu fiel seguidora...solo deseo tus conocimientos.
En eso, un gato marchito y de pelaje hirsuto, salta de los hombros de la maga, y se frota contra sus piernas.
no está mintiendo :)
Elara pretende pasar años aprendiendo de alguien de gran poder...¿porque no Zaramir?
La mujer esta apunto de cruzar el umbral cuando otra voz la detiene, a lo lejos la sacerdotisa reconoce en ella a una de las personas que participaron de la reciente reunión del concejo, pero también a la mujer que oso desafiarla en las catacumbas del templo de Noremac. Sin detenerse la mujer continua rumbo al enorme edificio del concejo donde se adentra, sin embargo en la mente de la maga se filtra la voluntad de Zaramir... Pruebalo, entra al concejo y únete a mis esbirros en el puente para detener a esos impíos...
Elara corre hacia la puerta, y antes de entrar da una mirada por sobre su hombro.
Mmmm, esos licantropos parecen estar entreteniendo lo suficiente al grupo de aventureros...
Sin esperar más, se adentra por la gran puerta.
La mujer cruza el portal que le permite entrar en el concejo sin embargo esta vez no es transportada de inmediato a la sala de concejo sino que por el contrario se encuentra en una especie de laberinto de varios pasadizos, sin embargo la mujer apenas y se detiene, esta muy ocupada siguiendo a Zaramir. Durante un par de minutos Elara sigue a la sacerdotisa por el complejo hasta llegar a un largo puente de piedra donde dos hombres-lobo custodian la entrada, las bestias no se inmutan cuando Zaramir cruza, pero se ponen en guardia al ver a Elara acercándose a toda prisa... Quédate aquí, las bestias no te harán daño siempre y cuando luches a su lado, si me traicionas no habrá jamas el descanso de la muerte para ti... Escucha Elara en su mente para un instante después ver como Zaramir continua su trayecto...
De acuerdo, aquí los detendremos. Responde mentalmente la maga.
De todos modos, dudo que esos dos licantropos puedan enfrentarse a los mercenarios...los he visto luchar muy bien. Son quienes acabaron con tu gigantesco escorpión.
Si las cosas se ponen feas, tendré que seguir por tu camino....
Espera! Agrega en un ultimo segundo.
Ama...Esto es un laberinto...como daré contigo si acaban con estos licantropos a pesar de mi ayuda?
Si no son capaces de detener a mis enemigos entonces no me eres de ninguna ayuda y de nada sirve que intentes seguirme...